Discrecionalidad Administrativa

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UNIVERSIDAD DEL SINÚ- ELIAS BECHARA ZAINÚM

Tema:
Discrecionalidad administrativa en Colombia

Trabajo de:
Derecho Administrativo

Presentado a:
DR. Antonio Luis Urquijo Cruz

Presentado por:
Néstor Rafael Pérez González

Fecha:
8/11/2024

CARTAGENA DE INDIAS D.C Y T


Discrecionalidad Administrativa en Colombia.
La discrecionalidad administrativa en Colombia se refiere al margen de libertad
que tiene la administración pública para tomar decisiones en situaciones donde
la ley no establece de manera estricta cómo debe resolverse un asunto,
permitiendo a los funcionarios públicos evaluar las circunstancias y aplicar su
criterio en la toma de decisiones. Esta figura se encuentra regulada
principalmente por la Constitución Política de 1991 y el Código Contencioso
Administrativo (Ley 1437 de 2011).

Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso


Administrativo
Artículo 44 Decisiones discrecionales
En la medida en que el contenido de una decisión de carácter general o
particular sea discrecional, debe ser adecuada a los fines de la norma que la
autoriza, y proporcional a los hechos que le sirven de causa.

Lo que trata de decir el artículo anterior es que se refiere a los límites y criterios
que deben guiar las decisiones discrecionales que toma la administración
pública, es decir, aquellas decisiones en las que los funcionarios tienen un
margen de libertad para elegir entre varias opciones. La idea clave es que,
aunque la administración tiene cierta libertad para decidir, esa libertad no es
absoluta. Debe estar ajustada a los fines de la norma que autoriza la decisión y
ser proporcional a los hechos que justifican la decisión.

En el sistema jurídico colombiano, la jurisprudencia del Consejo de Estado


(Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Expediente 13074 del
30 de noviembre de 2006) ha adoptado un concepto fundamental para la
administración pública, permitiendo que el Estado asuma un papel crucial en la
realización de sus objetivos esenciales, lo cual legitima su actuación. Este
enfoque es objeto de interés para la administración y para académicos como
Marín (2007), quien define la discrecionalidad como el margen de libertad
relativa que el marco legal otorga a la administración para valorar o integrar el
interés público en situaciones específicas. Este margen proviene de una
atribución normativa explícita o de la falta de precisión en las normas que
regulan la actividad administrativa. Marín argumenta que describir la estructura
de cualquier concepto implica, en la doctrina, identificar un núcleo que
representa su esencia o significado principal, conformado por elementos
predefinidos y seguros, y un “halo” que rodea y expande sus límites, creando
una zona de incertidumbre sobre si ciertos casos están comprendidos en el
concepto y, en consecuencia, requieren desentrañar su núcleo esencial para
resolver dicha duda.
Cabe resaltar que la mayoría de los estudiosos no han alcanzado un consenso
absoluto en torno a este concepto, dado que la discrecionalidad administrativa
ha avanzado más en la jurisprudencia y doctrina extranjeras. Se observa que
los cambios en las directrices jurisprudenciales sobre este tema son resultado
de su desarrollo inicial bajo la Constitución de 1991 en Colombia. En general,
las transformaciones en el Estado y en el ámbito administrativo, sumadas a las
demandas sociales de una mayor materialización de los objetivos del Estado
Social de Derecho mediante políticas gubernamentales y, especialmente, por la
influencia internacional en derechos humanos, tienen un efecto notable en la
concreción de la discrecionalidad administrativa a través de principios y valores
constitucionales, los cuales sustentan y orientan la expedición de actos
administrativos por la administración pública.

1.La existencia de objetivos estatales de la administración mediante un


conjunto coherente de acciones que impulsen cambios específicos en distintos
sectores de la administración pública.

2.La articulación entre el mandato constitucional y legal y el ejercicio


reglamentario y potestativo de la administración pública.
3.La evolución de las estructuras organizativas tradicionales de la
administración pública para el cumplimiento de los objetivos del Estado,
permitiendo que esta responda con fundamentos constitucionales en el
ejercicio de su potestad reglamentaria y discrecional.

4. La emisión de actos administrativos como medios que facilitan el


cumplimiento de los fines estatales por parte de la administración pública.

Por último, es fundamental considerar cómo el concepto de discrecionalidad se


integra en la práctica administrativa, en estrecha relación con la articulación
antes mencionada.
Por otro lado la sentencia C-031/95 explica que puede afirmarse que hay
facultad o competencia discrecional cuando la autoridad administrativa en
presencia de circunstancias de hecho determinadas, es libre (dentro de los
límites que fije la ley) de adoptar una u otra decisión; es decir, cuando su
conducta no le está determinada previamente por la ley.

Que implica y cuál es su importancia


implica un equilibrio entre la libertad de decisión de la administración pública y
los límites que establece la ley para garantizar que estas decisiones cumplan
con los fines del Estado. Aunque los funcionarios públicos tienen un margen de
libertad para evaluar y decidir, esa libertad no es absoluta; debe estar ajustada
a los objetivos de la norma que habilita la decisión y proporcional a los hechos
que motivan la actuación.
En particular, la Ley 1437 de 2011 y la jurisprudencia, como el artículo 44 del
Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo,
subrayan la importancia de que la discrecionalidad sea adecuada a los fines
normativos y proporcional. Esto significa que, aunque el administrador puede
elegir entre varias opciones en situaciones específicas, esta elección debe
guiarse por criterios de proporcionalidad y legalidad.

La jurisprudencia del Consejo de Estado y los aportes doctrinarios, como los de


Marín, destacan que la discrecionalidad surge tanto de autorizaciones
normativas específicas como de la falta de precisión en ciertas leyes. Esta falta
de precisión crea una zona de incertidumbre, donde el funcionario debe
interpretar el “núcleo esencial” del concepto para decidir. En este contexto, la
discrecionalidad debe alinearse con los principios constitucionales y los
objetivos del Estado Social de Derecho, permitiendo que la administración
adopte decisiones que reflejen y promuevan intereses públicos en sectores
específicos.

La discrecionalidad está sujeta a un constante desarrollo, impulsado por


factores como las transformaciones en las estructuras del Estado, la demanda
de políticas que materialicen objetivos sociales, y la influencia del derecho
internacional de los derechos humanos. En conclusión, la discrecionalidad en
Colombia no solo otorga libertad a la administración, sino que la orienta para
que sus decisiones sean coherentes con los objetivos estatales y los principios
constitucionales.
Bibliografías
https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/1995/C-031-
95.htm#:~:text=Puede%20afirmarse%20que%20hay%20facultad,determinada
%20previamente%20por%20la%20ley.

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