Capítulo 2 La Edad Patriarcal
Capítulo 2 La Edad Patriarcal
Capítulo 2 La Edad Patriarcal
La edad patriarcal
El mundo de los patriarcas ha sido el punto focal del intensivo estudio de las
recientes décadas. Nuevos descubrimientos han iluminado las narraciones bíblicas, al
suministrar un extenso conocimiento de las culturas contemporáneas del Próximo
Oriente.
Geográficamente, el mundo de los patriarcas está identificado como el del
Creciente Fértil. Extendiéndose hacia el norte desde el Golfo Pérsico, a lo largo de las
corrientes del Tigris y el Eufrates y sus cuencas y después hacia el sudoeste a través de
Canaán hacia el fértil Nilo y su valle, esta zona fue la cuna de las civilizaciones
prehistóricas. Cuando los patriarcas surgen en escena en el segundo milenio a. de C, las
culturas de Mesopotamia y Egipto, ya ostentaban de un pasado milenario. Con Canaán
como el centro geográfico de los comienzos de una nación, el relato del Génesis está
interrelacionado con el ambiente de dos tempranas civilizaciones que comienzan con
Abraham en Mesopotamia y terminando con José en Egipto (Gen. 12-50).
Período primitivo—3200-
2800
Egipto unido bajo las
I y II dinastías.
.
* Todos estos datos deben ser considerados sólo como aproximados a la realidad.
EL MUNDO DE LOS PATRIARCAS
Mesopotamia
Los súmenos, un pueblo no semita, controlaba la zona más baja del Eufrates, o
Sumer, durante el período de la Primitiva Dinastía, 2800-2400 a. C. Estos sumerios nos
proporcionarían la primera literatura de Asia, ya que el mundo cuneiforme sumerio se
convirtió en la lengua clásica y floreció en la escritura de las culturas de la totalidad de
Babilonia y Asiría, hasta aproximadamente el primer siglo a. C. si bien fue hablada de
forma discontinuada hasta aproximadamente 1800 a. C. El origen de la escritura
sumeria permanece todavía sumido en la oscu 1ridad. Pudo muy bien haber sido tomada
en préstamo de un pueblo anterior, más primitivo, aunque letrado, con respecto al cual,
desafortunadamente, no se dispone de textos inteligibles.
La avanzada cultura sumeria de la Primera Dinastía de Ur, la última fase del
período de la Primitiva Dinastía, ha sido desenterrada en un cementerio excavado por C.
Leonard Woolley.2 Los ataúdes de madera de las gentes comunes, en donde se
encontraron alimentos, bebidas, armas, utensilios, collares, objetos de adorno en cajitas
y brazaletes, sugiere la idea de que aquellas gentes, ya anticipaban una vida después de
la muerte. Las tumbas reales contenían una amplia provisión de objetos para la
ultratumba, incluyendo instrumentos musicales, joyas, ropas, vehículos e incluso
sirvientes, que aparentemente bebieron sin violencia de la droga que se les suministró al
efecto, quedando sumidos en el último sueño. En la tumba del Rey Abargi se
encontraron sesenta y cinco víctimas. Evidentemente, era considerado esencialmente
religioso el sacrificar seres humanos en el enterramiento de las personas sagradas, tales
como reyes y reinas, esperando, en consecuencia, el asegurarse la servidumbre en el
más allá.
En el campo de la metalurgia, al igual que en las obras artesanas de los joyeros y
1
Samuel N. Krammr From tablets of Sumer (Indian Hills, Colo.: The Falcon’s Wing Press 1956
2
Leonard Woolley. Ur of the Chaldees (Nueva York: Charles Scribner's Son, 1930), pp. 45-68. Ur E\
cavation U The Royal Cemetery, p. 42.
cortadores de piedras preciosas, los sumerios no tuvieron rival en la antigüedad.
Informes comerciales preservadas en las tablas de arcilla, revelan un detallado análisis
de su vida económica. Un panel de madera (56x26 cms.) en una de las tumbas,
representan escenas tanto de la guerra como de la paz. Los carros guerreros ya estaban
en uso para los lanzadores de la jabalina durante el combate. La falange, que tan
efectivamente fue utilizada por Alejandro Magno, muchas centurias más tarde, ya era
conocida por los sumerios. Los principios básicos para la construcción, utilizados por
los arquitectos modernos, también les resultaban familiares. Con éxito en los cultivos
agrícolas y prósperos en el comercio general, la civilización sumeria alcanzó un
avanzado estadio de cultura (2400 a. C.) e indudablemente fue desarrollado a lo largo de
un período de varios siglos. Su último gran rey, Lugalzaggisi, extendió el poder sumerio
lejos hacia el oeste y alcanzó el Mediterráneo.
Mientras tanto, un pueblo semítico, conocido como el acadio, fundó la ciudad de
Acad al norte de Ur sobre el Eufrates. Comenzando con Sargon, esta dinastía semítica,
sobrepasó a la sumeria y de esta forma mantuvieron la supremacía por casi dos siglos.
Tras haber derrocado a Lugal-zaggisi, Sargon nombró a su propia hija como gran
sacerdotisa de Ur en reconocimiento de la diosa-luna Nannar. Así extendió su dominio
por toda Babilonia, de tal forma que Finegan habla de él como el "más poderoso
monarca" que jamás hubiese gobernado la Mesopotamia.3
Su dominio se extendió hasta el Asia Menor.
Que los acadios no tuviesen ninguna hostilidad cultural, parece estar reflejado en
el hecho de que adoptaron la cultura de los sumerios. Su escritura fue adoptada por la
lengua semítica babilónica. Tablillas descubiertas en Gasur, que más tarde fue conocida
como Nuzu en tiempo de los humanos, los horcos bíblicos, indican que este antiguo
período acadio fue un tiempo de prosperidad, en el cual el plan de instalación fue
utilizado comercialmente por toda la extensión del imperio. Un mapa de arcilla, entre lo
extraído de las excavaciones, es el mapa más antiguo conocido por el hombre.4
Bajo la égida de Naram-Sin, el nieto de Sargon, el poder acadio alcanzó su punto
culminante. Su estela de victorias puede admirarse en el Louvre de Paris. Contiene el
testimonio de sus triunfales campañas en las Montañas Zagros. La supremacía de su
gran reino semítico, declinó bajo los gobernantes que le sucedieron.
La invasión gutiana procedente del norte (ca. 2080 a. C.), terminó con el poder
de la dinastía acadia. Aunque se conoce poco de estos invasores caucásicos, estos
ocuparon Babilonia por casi un siglo. Un gobernante en Erech en Sumer, acabó con el
poder de los gutianos y preparó el camino para un resurgimiento de la cultura sumeria,
que llegó a su máximo esplendor bajo la Tercera Dinastía de Ur. El fundador de la
dinastía, Ur Nammu, erigió un gran ziggurat en Ur. Ladrillo tras ladrillo, excavados de
esta gran estructura (61 por 46 mts. en la base y alcanzando una altura de 24 mts.),
tienen escrito el nombre del Rey Ur-Nammu con el título de "Rey de Sumer y Acad".
Aquí, Nannar, el dios-luna y su consorte Nin-Gal, la diosa luna, fueron adorados
durante la edad dorada de Ur.
Tras un siglo de supremacía, esta dinastía neo-sumeria quedó colapsada y la
tierra de Sumer revirtió al viejo sistema de las ciudades-estados. Esto permitió a los
amoreos, o semitas occidentales, que se habían ido gradualmente infiltrando en
Mesopotamia, una oportunidad para ganar ascendencia en la cuestión. Virtualmente
3
Jack Finegan Llight from the Ancient Past (Princeton University Press, 1956).
4
Para los relatos de la vida de Nuzu, ver Edward Chiera, They Wrote on Clay (University of Chicago
Press, 1956).
toda la Mesopotamia fue pronto absorbida por los semitas. Zimri-Lin, cuya capital era
Mari sobre el Eufrates, extendió su influencia (1750 a. C.) desde el curso medio del
Eufrates en Canaán, como el gobernante del estado más importante. El magnífico
palacio de Mari tuvo pronto casi trescientas habitaciones construidas en una extensión
de quince acres de terreno; de los desperdicios, los arqueólogos han recobrado algo así
como 20.000 tablillas cuneiformes. Estos documentos de arcilla que revelan los
intereses políticos y comerciales de los gobernantes amoreos, demuestran una eficiente
administración de un imperio de altos vuelos.
Sobre el 1700 (a. C.) Hamurabi, que había hecho desarrollar la pequeña ciudad
de Babilonia en un gran centro comercial, estuvo en condiciones de conquistar Mari con
sus extensos dominios.5 No solo dominó el alto Eufrates, sino que también subyugó el
reino de Sami-Adad I, cuya capital estaba en Asur, sobre el río Tigris. Marduc, el rey
dios de Babilonia, ganó una prominente posición en el reino. Lo más significativo de los
logros de Hamurabi, fue su Código de la Ley descubierto en 1901 en Susa, que había
sido tomado por los elamitas cuando cayó el reinado de Hamurabi. Puesto que las
antiguas costumbres sumerias estaban incorporadas en esas leyes, es muy verosímil que
ellas representen la cultura que prevaleció en Mesopotamia en los tiempos patriarcales.
Muchas de las cartas de Hamurabi que han sido descubiertas, indican que fue un
eficiente gobernante, emitiendo sus órdenes con claridad y con atención al detalle. La
Primera Dinastía de Babilonia (1800-1500 a. C.) se hallaba en su cima, bajo el mando
de Hamurabi. Sus sucesores fueron perdiendo gradualmente prestigio hasta la invasión
de los casitas, que conquistaron Babilonia en 1500 (a. C.)
Egipto
Cuando Abraham llegó a Egipto, esta tierra podía presumir de una cultura de
más de un milenio de antigüedad. El comienzo de la historia en Egipto, se inicia
usualmente por el rey Menes (3000 a. C.) quien unió dos reinos, uno en el Delta del
Nilo y otro en el Valle.6 Los gobernantes del primero y segundo período dinástico,
tuvieron su capital en el Alto Egipto cerca de Tebas. 7 Las tumbas reales excavadas en
Abydos, han mostrado vasos de piedra, joyas, vasijas de cobre y otros objetos
enterrados con los reyes, reflejando así una alta civilización durante aquel primitivo
período. Fue la primera era de comercio internacional en tiempos históricos.
La edad clásica de la civilización egipcia, conocida como el período del Antiguo
Reino (2700-2200 a. C.), y que comprende las dinastías III-VI, testifica un número de
notables logros. Gigantescas pirámides, las maravillas de los siglos que seguirían,
proveen un amplio testimonio de la avanzada cultura de esos primitivos gobernantes. La
Pirámide escalonada de Saqqara, la más primitiva gran estructura hecha de piedra, fue
construida como un mausoleo real por Inhotep, un arquitecto que también ganó
renombre como sacerdote, autor de proverbios y mago. La Gran Pirámide en Gizeh
alcanza un techo de 147 metros por una base de casi cuatro hectáreas de base. La
5
Para la datación de Hamurabi, ver Finegan, op. di. p. 47. Para una más reciente discusión, consultar M.
R. Rowton, «The Date of Hamurabi», Journal of Near Eastern Stu-dies, XVII, Núm. 2 (Abril, 1958), pp.
97-111.
6
El nombre hebreo de Egipto es Mizraim, que indica dos reinos por su dual concepto.
7
Manetho, un sacerdote de Egipto, bajo Ptolomeo Philadelpho, 285-246, hizo un estudio y un análisis de
la historia de Egipto. Su división de la historia de Egipto en treinta dinastías se preserva en los escritos de
Josefo, 95 a. C., Sextus Julius Africanus 221 a. C. y Eusebius. Para una completa lista de dinastías, ver
Steindorff and Seele, When Egypt Ruled the East (rev. ed. University of Chicago Press, 1957), pp. 274-
275.
gigantesca esfinge que representa al Rey Kefrén de la Cuarta Dinastía, es otra obra que
no ha tenido parigual. Los "Textos de las Pirámides" inscritos durante la Quinta y la
Sexta Dinastía sobre los muros de las cámaras y salones, indican que los egipcios en su
adoración al sol se anticiparon a la posteridad. Los proverbios de Pathotep, que sirvió
como Gran Visir bajo un Faraón de la Quinta Dinastía, son realmente notables por sus
consejos prácticos.8
Las siguientes cinco dinastías que gobernaron a Egipto (2200-2000 a. de C.),
surgieron en un período de decadencia. Decreció el gobierno centralizado. La capital fue
trasladada de Menfis a Herakleópolis. La literatura clásica de este período refleja un
gobierno débil y cambiante. Hacia el fin de este período, la Undécima Dinastía, bajo el
agresivo Intefs y Mentuhoteps, se construyó un estado fuerte en Tebas.
El Reino Medio (2000-1780 a. C.) marca la reaparición de un poderoso gobierno
centralizado. Aunque nativa para Tebas la Dinastía Duodécima estableció su capital
cerca de Menfis. La riqueza de Egipto aumentó de valor por un proyecto de irrigación
que abrió el fértil Fayum con su valle para la agricultura. Simultáneamente una enorme
actividad en edificar grandes edificios se produjo en Karnak, cerca de Tebas y en otros
lugares del país. Además de promover operaciones de minería para la extracción del
cobre en la península del Sinaí, los gobernantes también construyeron un canal que
conectaba el Mar Rojo con el Nilo; esto les capacitó para mantener mejores relaciones
comerciales con la costa somalí de África oriental. Hacia el Sur, Nubia fue anexionada
hasta la tercera catarata del Nilo y allí se mantuvo una colina comercial fortificada. Los
objetos egipcios encontrados por los arqueólogos en Siria, Palestina y en Creta,
atestiguan las poderosas actividades comerciales de los egipcios en la esfera del Medite-
rráneo oriental.
Mientras que el Antiguo Reino se recuerda por su originalidad y su genio en el
arte, el Reino Medio hizo su contribución en la literatura clásica. Las escuelas de
Palacio entrenaban oficiales en leer y escribir durante el próspero reinado de los
Amenhemets y Sen-userts de la Duodécima Dinastía. Aunque la masa permanecía en la
pobreza, resultaba posible para el individuo medio en aquella época de feudalismo
entrar al servicio del gobierno por medio de la educación, entrenamiento, y especial
capacidad. Los textos de instrucción inscritos en los ataúdes de personas ajenas a la
realeza, indican que muchas personas entonces gozaban, de la posibilidad de entrar en
"la otra vida". "La historia de Sinuhé" es el más fino ejemplo de la literatura procedente
del antiguo Egipcio destinado a entretener. "The Song of Harper" (El Canto del Arpista)
es otra obra maestra del Reino Medio, enriquece a los hombres para que gocen de los
placeres de la vida.9
Dos siglos de desintegración, declive e invasión, siguieron al Reino Medio;
consecuentemente este período es bastante oscuro para el historiador. Las débiles
dinastías XIII y XIV dieron paso a los hicsos o pueblo amurito. estos intrusos, que
probablemente llegaron desde el Asia Menor, destruyeron a los egipcios por medio de
carros guerreros tirados por caballos y del arco compuesto, ambas armas desconocidas
para las tropas egipcias. Los hicsos establecieron Avaris en el Delta como su capital. Sin
embargo, ios egipcios quedaron autorizados para mantener una especie de autoridad en,
lebas. Poco después de 1600 a. C., los gobernantes de Tebas se hicieron poderosos, lo
bastante como para expulsar a aquel poder extraño y establecer la Dinastía XVIII,
8
Para la historia de Egipto anterior a 1600 a. C, ver W. C. Hayes, The Scepíer of Egypt, parte I (Nueva
York: Harper and Brothers, 1953).
9
Para su traducción ver James B. Pritchard. Ancient Near Eastern Texis Relating to the Old Testament
(Prmceton University Press, 1955), p. 467.
introduciendo así el Nuevo Reino.
Canaán
El nombre de "Canaán" se aplica a la tierra que existe entre Gaza en el sur y
Hamat en el norte, a lo largo de la costa oriental del Mediterráneo (Gen. 10:15-19). Los
griegos, en su comercio con Canaán, durante el primer milenio a. C. se refieren a sus
habitantes como fenicios, un nombre que probablemente tiene en origen en la palabra
griega para designar la "púrpura" designando el color rojizo de un tinte textil
desarrollado en Canaán. Ya en el siglo XV a. C. el nombre "Canaán" se aplicaba en
general la provincia egipcia en Siria o al menos a la costa fenicia, un centro de la
industria de la púrpura.10 Consecuentemente, las palabras "cananeo" y "fenicio" tienen
el mismo origen cultural geográfico e histórico. Más tarde, esta zona se conoció como
Siria y Palestina. La designación "Palestina" tiene su origen en el nombre "Filisteo".
Con la emigración, de Abraham hacia Canaán, esta tierra llegó a ser el punto
focal de interés en el desarrollo histórico y geográfico de los tiempos de la Biblia.
Estando estratégicamente localizado entre los dos grandes centros que acunaban las
primitivas civilizaciones, Canaán sirvió como un puente natural que eslabonaba Egipto
a la Mesopotamia. Consecuentemente, no es sorprendente encontrar una población
mezclada en aquella tierra.11 Ciudades de Canaán, tales como Jericó, Dotan y otras,
fueron ocupadas siglos antes de los tiempos patriarcales. 12 Con el primer gran
movimiento semítico (amoreo) en Mesopotamia, parece probable que los amoreos
extendieron sus establecimientos hacia la Palestina. Durante el Reino Medio los
egipcios avanzaron sus intereses políticos y comerciales hasta llegar a Siria por el
norte.13 Mucho antes de 1500 a. C. el pueblo de Caftor quedó establecido sobre la
Llanura Marítima.14 No menos entre los invasores, fueron los hititas, que penetraron en
Canaán procedentes del norte y aparecieron como ciudadanos bien establecidos cuando
Abraham compró la cueva de Macpela (Gen. 23). Los refaítas, un pueblo algo obscuro
más allá de las referencias escritúrales, han sido recientemente identificados en la
literatura Urgarítica.15 Se conoce muy poco respecto a otros habitantes que se anotan en
el relato del Génesis. La designación "cananea", muy verosímilmente abraza la mixtura
compuesta de gentes que ocupaban la tierra en la época patriarcal.
Geografía16
10
Ver Merrill F. Unger, Israel and the Arameans of Damascus (Londres: James Clarke & Co., 1957). p.
19.
11
Comparar Gen. 12:6; 14:13; 15:16; 19-21; 21:34; 23:3, y otros. Aquí están anotados los cananeos,
amoreos, canutas, kenizitas, jebuseos, filisteos y otros.
12
Dotan comenzó en 3000 a. C. Ver Joseph P. Free «The First Season of Excavaron at Dothan», Bulletw
of the American Schools of Oriental Research, Núm. 131, octubre 1953, pp. 16-20. Para localización
cronológica de Jericó antes del milenio VI o VII a. C., ver Kathleen M. Kenyon «Digging up Jeríchot>
(Londres: Ernest Benn, 1957), pp. 51-76.
13
Sinuhé, un oficial egipcio durante el Reino Medio, .refleja el contacto con los comerciantes egipcios y
residentes en Palestina. Para una traducción de este clásico egipcio, hecha por John A. Wilson, ver James
B. Pritchard, Ancient Near Eastern Texts, op. cit. pp. 18-22.
14
Cyrus H. Gordon, The World of the Oíd Testqment (Garden City: Doubleday & Co., 1958), pp. 121-
122. Este pueblo no semita también incluía a los filisteos.
15
Ibidem, pp. 97-98.
16
Para, un excelente estudio sobre geografía histórica, ver Dennis Baly. The Geography of the Bible
(Nueva York: Harper & Brothers, 1957). Comparar también George Adam Smith íhe Historical
Geography of the Holy Land (Londres: Hodder & Stoughton, 1931) y G E Wnght y F. V. Nelson, Atlas
Extendiéndose en una longitud de 241 kilómetros desde Beerseba por el norte
hacia Dan, Palestina tiene un área de 9.656 kilómetros cuadrados entre el mar
Mediterráneo y el río Jordán. La anchura media es de 64 kilómetros con un máximo de
87 desde Gaza hasta el mar Muerto, estrechándose hasta los 45 kms. en el mar de
Galilea. Con la adición de 6.437 kms. Cuadrados al este del Jordán cuya zona es
llamada con frecuencia TransJordania, esta tierra comprende aproximadamente 16.093
kms. cuadrados.
Además de tener una situación central y estratégica relativa a los centros de
civilización y grandes naciones de los tiempos del Antiguo Testamento, Palestina tiene
también una variada topográfica que tuvo un efecto significativo sobre el desarrollo
histórico de los acontecimientos. Por causa de esa situación Palestina estuvo sujeta a los
invasores y su neutralidad en manos del poder más fuerte. Los acontecimientos locales
con frecuencia surgen de factores de topografía.
Para un análisis de estas características físicas, Palestina puede ser dividida en
cuatro áreas principales: La llanura Marítima, el País de las Colmas, el Valle del Jordán
y la Meseta Oriental.
La llanura Marítima costera consiste en la zona costera del mar Mediterráneo. La
línea de la costa es poco aprovechable para facilidades portuarias; consecuentemente el
comercio, en su totalidad, era dirigido hacia Sidón y Tiro, en el Norte. Incluso Gaza,
que fue uno de los más grandes centros de comercio de la antigua Palestina y situada
solo a cinco kms. del Mediterráneo, no tuvo tampoco facilidades portuarias. Esta rica
tierra a lo largo de la costa, puede fácilmente ser dividida en tres áreas: La llanura de
Acó, o Acre, que se extiende al norte desde el pie de las colinas de monte Carmelo por
casi 32 kms. con una anchura que varía de 3 a 16 kms. Al sur del monte Carmelo, está la
llanura de Sarán, de aproximadamente 80 kms. de longitud, alcanzando un máximo de
anchura de 19 kms. La llanura Filistea, comienza a 8 kms. al norte de Joppa, se alarga
113 kms., hacia el sur y se expande hacia unos 40 kms. de anchura en dirección a
Beerseba.
El País de las Colinas, o la Comarca Montañosa, situada entre el Jordán y su
valle y la llanura Marítima, es la más importante sección de Palestina. Las tres zonas
más importantes, Galilea, Samaría y Judea, tienen una elevación aproximada que varía
desde 610 a 1.220 metros sobre el nivel del mar. Galilea se extiende al sur desde el río
Orantes, inmediatamente al este de Fenicia y a la llanura de Acre. Está dotada de un
suelo fértil, donde se cultivan las uvas, los olivos, las nueces y otras cosechas, al igual
que algunas áreas de pastoreo. Uno de los valles más pintorescos y productivos para el
cultivo de las tierras en Palestina separa las colinas de Galilea y Samaría. Conocido
como el valle de Jezreel, o Esdraelón, esta zona es vitalmente importante en su
localización estratégica a través de los tiempos de la Biblia, igual que sucede hoy en
nuestros días. Al sudeste del monte Carmelo, esta fértil llanura se extiende
aproximadamente por 64 kms., en longitud hacia monte More, desde donde se divide en
dos valles y continúa hasta el Jordán. En los tiempos del Antiguo Testamento, los
hebreos distinguían entre las zonas oriental y occidental, conocidas respectivamente
como los valles de Jezreel y Esdraelón. La ciudad de Jezreel, a unos veinticuatro kms.
del río Jordán, marcaba la entrada a este famoso valle. La sección occidental era
también conocida por la llanura de Meguido, puesto que el famoso paso entre montañas
de Meguido era de crucial importancia para los invasores. Desde la colina de More en el
Histórico Westminster de la Biblia (El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones), pp. 17-20.
valle de Jezreel, esta fértil llanura puede verse con el monte Carmelo en el oeste, monte
Tabor hacia el norte y monte Gilboa hacia el sur. El centro geográfico de Palestina, la
ciudad colina de Samaría, surge abruptamente, comenzando con monte Gilboa y
continúa al sur hacia Betel. Las quebradas colinas y valles de esta fértil elevación,
ofrecían un paraíso a los pastores lo mismo que a los que trabajan la tierra en la
agricultura. Siquem, Dotan, Betel y otras poblaciones de esta zona eran frecuentadas por
los patriarcas. Las tierras altas de Judea se extienden al sur desde Betel
aproximadamente a 97 kms. hacia Beerseba con una elevación de unos 762 metros en
Jerusalén, alcanzando un pico más elevado de casi 914 metros cerca de Hebrón.
Comenzando en la vecindad de Beerseba, las colinas de Judea se extienden y
desparraman en ondulentas llanuras en el gran desierto, con frecuencia mencionado, del
Neguev, o tierras del Sur, con Cades-barnea marcando el extremo sur. Hacia el este de
las colinas de Judea, está la gran extensión que se designa como "el desierto de Judá".
Hacia el oeste de este occidente geográfico está el Siquem, conocido también por las
tierras bajas. En esta área estratégicamente importante para la defensa y valiosa
económicamente para los cultivos agrícolas estaban situadas las ciudades fortificadas de
Laquis, Debir y Libna.
El valle del Jordán representa una de las más fascinantes zonas del mundo. Más
allá, a unos 64 kms. hacia el norte del mar de Galilea, se cierne en la altura monte
Hermón con una altitud de 2.793 metros. Hacia el sur, el valle del Jordán alcanza su
punto más bajo en el mar Muerto, a unos 389 metros por debajo del nivel del mar.
Cuatro corrientes de agua, una procedente de la llanura occidental y tres de monte
Hermón, se combinan para formar el río Jordán a unos dieciséis kms., al norte del lago
Hule. Desde el lago Hule17, que estaba a unos seis kms. de longitud y a dos metros por
encima del nivel del mar, el río Jordán desciende en un curso de 32 kms. a 209 metros
por debajo del nivel del mar hacia el mar de Galilea. Esta masa líquida de
aproximadamente 24 kms. de longitud, era también conocida como el mar de Cineret en
tiempos del Antiguo Testamento. En una distancia de 97 kms. el Jordán, con una
anchura media de 27 a 30 metros., zigzaguea hacia el sur en un curso de 322 metros
hacia el mar Muerto, cayendo 183 metros más por debajo del nivel marítimo. La zona
del valle, que es actualmente un gran paso natural entre dos filas de montañas, es a
veces conocida como Ghor. Comenzando con una anchura de seis kms. en el mar de
Galilea, se abre hasta once kms. en Betsán, estrechándose hasta unos tres kms. antes de
expandirse a veintitrés kms. en Jericó, dentro de ocho kms. del mar Muerto. En los
tiempos bíblicos este lago llamado el "Mar Salado" puesto que sus aguas tienen un
contenido de un 25 por ciento de sal. Muy verosímilmente el valle de Sidim en el
extremo meridional de este mar de 74 kms. de longitud, era el lugar en que estaban
ubicadas las ciudades de Sodoma y Gomorra en los días de Abraham.18 Al sur de mar
Muerto, se extiende la región desolada y desértica conocida por el Araba. En los 105
kms. de distancia hasta Petra, este desierto se eleva a 600 metros descendiendo después
hasta el nivel del mar a 80 kms. de distancia en el Golfo de Acaba.
La Meseta Oriental, o de TransJordania, puede generalmente ser dividida en
cuatro áreas principales: Basan, Galaad, Amón y Moab. Basan, con su rico suelo, se
extiende al sur de monte Hermón hacia el río Yarmuk en una anchura de 72 kms. y a
una elevación de casi 610 metros por encima del nivel del mar. Bajo él, está el bien
conocido territorio llamado Galaad, con su principal río, el Jaboc. Extendiéndose al
17
El lago Hule fue recientemente drenado y utilizado con fines agrícolas.
18
Ver Nelson Glueck, The Oíher Side of the Jordán (New Haven: American Society of Oriental Research,
1940), p. 114.
nordeste del mar Muerto y hasta donde Jaboc alcanza su máxima altura, está el territorio
de Amón. Directamente al este del mar Muerto y al sur del río Arnón, está Moab, cuyos
dominios se extendieron mucho hacia el norte en varias ocasiones.
19
J. Wellhausen, Prolegómeno to the History of Israel (3.a edición; Edimburgo), p. 331. De acuerdo con
la teoría de Graf-Wellhausen, Abraham, Isaac y Jacob no existieron realmente como individuos
históricos, sino que fueron personajes mitológicos creados por genios literarios entre el 950 y 400 a. C.
Moisés puede haber sido un individuo histórico con el que empieza la historia de Israel. (Ver H. Pfeiffer,
Jnlroduction to the O'd Testament Nueva York: Harper & Brothers, 1941), Elmer W. K. Mould,
Essentials of Bible History (Nueva York: Ronald Press Co., 1951), p. 32, representa el registro patriarcal
como historias tribales: que no contienen sino una «pequeña historia en moderna terminología. De
acuerdo con Mould, sólo las tribus de Rachel emigraron a Egipto y más tarde entraron en palestina para
unirse con las tribus que nunca emigraron a Egipto.
20
H. H. Rowley Recent Discoveries and the Patriarcal Age en The Servant of the Lord and other Essays
on the Oíd Testament (Londres: Luterworth Press, 1952), pp 269-305. Ver también W. F. Albright The
Biblical Períod (Pittsburgh, 1950), p. 6: «Pero como en un todo, •a descripción del Génesis es histórica y
no hay razón para dudar de la general precisión de los detalles bibliográficos y bosquejos de personalidad
que hacen que la edad de los patriarcas surja a las vidas.
21
Para un cálculo representativo de las referencias bíblicas e interpretaciones, ver Merrill F. Unger,
Archeology and the Oíd Testamen' (Giand Rapids: Zondervan 1954) pp. 105-107).
22
La nueva baja cronología fecha a Hammurabi en 1700 a. C., en lugar de 2100 a C (Ver nota al pie, N.°
5.)
Kitchen.23 Resalta que los principales acontecimientos e historia externa tales como la
densidad de la población, los nombres de los Reyes Orientales (ver Gen. 14) y el
sistema de las alianzas mesopotámicas se comparan favorablemente con los nombres
existentes en documentos mesopotámicos y egipcios de este período. Fue también
durante ese tiempo en que el Neguev fue ocupado temporalmente.
Una fecha razonable para la emigración de Abraham a Canaán es a principios
del siglo XIX a. C. A la vista de la cronología reajustada recientemente para el
Creciente Fértil, esta fecha parece permitir una mejor correlación entre los sucesos
bíblicos y los seculares. Esto igualaría la entrada de Jacob y José en Egipto con el
período de los hicsos y llevar el tiempo de Abraham, Isaac y Jacob a una más cercana
asociación con la era de Hamurabi y la cultura reflejada en el Nuzu y en los documentos
Mari. Los documentos Mari revelan la situación política en Mesopotamia alrededor de
1750-1700 a. C. Mientras que las tablillas de Nuzu reflejan las instituciones sociales
entre los humanos (los horeos bíblicos), alrededor de 1500 a. C., se conoce que algunas
de esas costumbres probablemente prevalecieron en la cultura de la Mesopotamia del
norte, ya por el año 2000 a. C. La presencia de una colonia hitita en los días de
Abraham, también apunta a una fecha después de 1900 a. C. (Gen. 23).24 Aunque no se
halla respuesta a ningún problema en la fecha del siglo XIX para Abraham, esta
perspectiva parece tener lo más importante a su favor.
Sobre la base de los personajes importantes de la narrativa de la edad patriarcal,
puede convenientemente ser dividida como sigue: Abraham, Gen. 12:1-25:18; Isaac y
Jacob, Gen. 25:19-36:43; José, Gen. 37:1-50:26.
Mesopotamia, la tierra entre dos ríos, fue el hogar y la patria de Abraham (Gen.
12:6; 24:10, y Hechos 7:2). Situada sobre el río Balikh, un tributario del río Eufrates,
Harán constituyó el centro de cultura donde vivió con sus parientes. Los nombres de la
parentela de Abraham, Taré, Nacor, Peleg, Serug y otros, están atestiguados en los
documentos Mari y asirios como nombres de ciudades en esta zona. 25 En obediencia al
mandato de Dios, de dejar la tierra y parentesco, Abraham dejó Harán para establecerse
con un nuevo hogar en la tierra de Canaán.
Abraham había vivido en Ur de los caldeos antes de llegar a Harán (Gen. 11:28-
31). La identificación más generalmente aceptada de Ur es la moderna Tell el-
Muqayyar, que está situada a catorce kms. al oeste de Nasiriyeh, sobre el río Eufrates al
sur de Iraq. Se han dado algunas consideraciones a las notaciones geográficas modernas
en los tiempos de Abraham a una ciudad llamada Ur, ubicada al norte de la
Mesopotamia.26 El lugar meridional de Ur (Uri) fue excavado en 1922-34,
conjuntamente por el Museo Británico y el Museo de la Universidad de Filadelfia, bajo
la dirección de Sir Leonard Woolley. Trazó la historia de Ur desde el cuarto milenio a.
C. hasta el año 3000 a. C. cuando esta ciudad fue abandonada. En este lugar fueron
encontradas las ruinas del ziggurat que había sido construido por el próspero rey
sumerio Ur Nammu, quien gobernó por poco tiempo antes del 2000 a. C. Esta ciudad
continuó siendo la gran capital de la Tercera Dinastía de Ur. La diosa-luna Nannar que
fue adorada en Ur fue también la principal deidad en Harán.27
La vida de Abraham conduce por sí misma a una variedad de tratamientos.
Geográficamente se pueden trazar sus movimientos comenzando con la ciudad
altamente civilizada de Harán. Dejando a sus parientes, aunque acompañado por Lot, su
sobrino, viajó cosa de 647 kms., hacia la tierra de Canaán, donde se detuvo en Siquem
aproximadamente a 48 kms. al norte de Jerusalén. Además de una excursión a Egipto
obligado por el hambre, Abraham se detuvo en lugares tan bien conocidos como Betel,
Hebrón, Gerar y Beerseba. Sodoma y Gomorra, las ciudades de la llanura hacia las
cuales emigró Lot, estaban directamente esparcidas al este del País del Sur o Neguev,
donde se estableció Abraham.
Frecuentes referencias indican que Abraham fue un hombre de considerable
riqueza y prestigio. Lejos de ser un nómada errabundo en el sentido beduino, Abraham
disponía de intereses mercantiles. Aunque la valoración de sus posesiones está
modestamente resumida y expresada en una sencilla declaración "todas las cosas que
habían reunido y las almas que habían conseguido en Harán" (12:5) es muy verosímil
que esta riqueza suya estuviese representada por una gran caravana cuando emigró a
Palestina. Una fuerza de 318 sirvientes utilizada para libertar a Lot (14:14) y una
25
Esta tierra era también conocida como Padan-aram, de tal forma que el nombre «arameo» fue aplicado
a Abraham y a sus familiares. Ver Gen. 25:20, 28:5, 31:20, 24 y Deut. 26:5. También Labán hablaba
arameo. Gen. 31-47.
26
Gordon, op. cit., p. 1?2. Ver también las citas de Nuzu en una tesis no publicada por Loren Fisher en la
Universidad de Brandéis. Nuzu Geographical Names.
27
G. E. Wnght, op. cit , p. 41, observa: «De cualquier modo, estamos seguros al de-cr que el hogar con
quienes los patriaicas esiuvieion mis íntimamente relacunados fue Harán, existiendo muy pocas
evidencias de cualquier influencia del sur de Mesopotamia sobre sus tradiciones.
caravana de diez camellos (24:10) no significa sino una indicación de los recursos con
que contaba Abraham.28 Los sirvientes estaban acumulados por compra, donación y
nacimiento (16:1; 17:23; 20:14). Sus rebaños y manadas de ganado en, constante
crecimiento, la plata y el oro, y los sirvientes para cuidar tan extensas posesiones,
indican que Abraham fue un hombre de grandes medios. Los caudillos palestinos
reconocieron a Abraham como a un príncipe con quien podían hacer alianzas y concluir
tratados (Gen. 14:13; 21:22; 23:6).
Desde el punto de vista de las instituciones sociales, el relato del Génesis de
Abraham resulta un estudio fascinante. Los planes de Abraham para hacer de Eliezer
heredero de sus posesiones, puesto que no tuvo un hijo (Gen. 15:2) reflejan las leyes de
Nuzu, que determinaban que una pareja sin hijos podía adoptar como hijo a un sirviente
fiel, que pudiera ostentar derechos legales y quien podía ser recompensado con la
herencia, como pago por sus cuidados constantes y el entierro en caso de fallecimiento.
Las costumbres maritales de Nuzu, lo mismo que el código de Hamurabi, proveían que,
si la esposa de un hombre casado no tenía hijos, el hijo de una criada podía ser
reconocido como legítimo heredero. La relación de Agar con Abraham y Sara es algo
típico de las costumbres que prevalecían en Mesopotamia. La preocupación de Abraham
por el bienestar de Agar puede también ser explicada por el hecho de que legalmente
una criada que pariese un hijo no podía ser vendida para la esclavitud.
Un estudio devocional de Abraham puede resultar altamente provechoso. La
promesa séxtuple hecha al patriarca tiene un gran alcance en las implicaciones de la
historia. La promesa de Dios de hacer con él una gran nación se realiza
subsiguientemente en los acontecimientos del Antiguo Testamento. "Yo te bendeciré",
pronto se hizo una realidad en su experiencia personal. El nombre de Abraham se hizo
grande, no solo como padre de los israelitas y mahometanos, sino también como el gran
ejemplo de fe para los creyentes cristianos, según los escritos del Nuevo Testamento, en
Romanos, Calatas, Hebreos y Santiago. Por añadidura, la actitud del hombre hacia
Abraham y sus descendientes habría tenido una directa influencia en la bendición o
maldición sobre el género humano; esto aseguró a Abraham un lugar único en el
designio providencial para la raza humana. Ciertamente, la promesa de que Abraham
sería bendito, fue literalmente cumplida durante su vida, lo mismo que en los tiempos
subsiguientes. Finalmente, la promesa de bendecir todas las familias de la tierra se
descubre en su alcance a escala mundial cuando Mateo comienza su relato de la vida de
Jesucristo, estableciendo que él es el "hijo de Abraham".
La alianza juega un papel importante en la experiencia de Abraham. Nótense las
sucesivas revelaciones de Dios tras la promesa inicial a la cual Abraham responde con
obediencia. A medida que Dios hace mayor su promesa, Abraham ejerció la fe, que se le
reconoce como justicia en Génesis 15. En esta alianza, la tierra de Canaán fue
específicamente dada en prenda a los descendientes de Abraham. Con la promesa del
hijo, la circuncisión se convierte en el signo del pacto (Gen. 17). Esta promesa de la
alianza fue sellada finalmente en el acto de obediencia de Abraham, cuando estuvo dis-
puesto a llevar a cabo el sacrificio de su único hijo Isaac (Gen. 22).
La religión de Abraham es un tema vital en los relatos bíblicos, patriarcales.
Procedente de un fondo politeísta donde la diosa-luna Nannar era reconocida como el
dios principal en la cultura de Babilonia, Abraham llega a Canaán. Que su familia sirvió
a otros dioses queda claramente establecido en Josué 24:2. En Canaán, y en medio de un
28
Cordón, op. cit., p. 124.
entorno idólatra y pagano, la meta de Abraham fue la de "construir un altar al Señor".
Tras que hubo rescatado a Lot y el rey de Sodoma, rehusó una recompensa,
reconociendo que él se hallaba por completo dedicado por devoción única a Dios, el
"hacedor de los cielos y la tierra". La íntima comunión y camaradería existente entre
Dios y Abraham está bellamente retratada en el capítulo 18 donde él intercede por
Sodoma y Gomorra. Tal vez es sobre la base de Is. 41:8 y Santiago 2:23 que la
Septuaginta insertó las palabras "mi amigo" en 18:17. Al paso de los siglos la puerta
meridional de Jerusalén, que conduce hacia Hebrón y Beerseba, ha sido citada siempre
como la "puerta de la amistad" en memoria de la relación íntima entre Dios y Abraham.
Isaac, el hijo prometido, fue el heredero de todo lo que Abraham poseía. Otros hijos de
Abraham, tal como Ismael, de donde descienden los árabes y Madián, el padre de los
madianitas, recibieron regalos cuando partieron de Canaán, dejando el territorio a Isaac.
Antes de su muerte, Abraham dejó a Rebeca por esposa de Isaac. Abraham también
compró la cueva de Macpela29, que se convirtió en el sepulcro de Abraham, Isaac y
Jacob, así como el de sus esposas.
Isaac y Jacob (Gen. 25:19-36:43)
29
La compra de Abraham de tal propiedad (Gen. 23) refleja la ley hitita. Efrón insistió en venderle el
campo entero, y así Abiaham se hizo responsable por la tributación y otros impuestos que deseaba evitar,
al interesarse sólo por la cueva. Ver J. F. Lehman, Bulletin of ¡he American Schools of Oriental Research,
n.° 129 (1953), pp. 15-18. Ver Cordón, op. cit., p. 124 y Wright, op. cit., p. 51.
anuncio de la muerte de Abraham, el lector queda inmediatamente presentado a Jacob,
quien emerge como el eslabón de la sucesión patriarcal. Puede ser que muchas de las
experiencias de Isaac fuesen similares a las de Abraham, por lo que haya poco que
narrar al respecto.
Aunque Isaac heredó la riqueza de su padre y continuó la misma pauta de vida,
es interesante notar que se comprometió en cuestiones de agricultura cerca de Gerar
(26:12). Abraham en cierta ocasión se había detenido en Gerar, en territorio filisteo,
pero pasó mucho tiempo en los alrededores de Hebrón. Cuando Isaac comenzó a
cultivar la tierra, obtuvo cosechas que le proporcionaron el ciento por uno. Aquel éxito
tan poco corriente en las labores del campo, excitó la envidia de los filisteos de Gerar de
forma que Isaac tuvo que desplazarse, por considerarlo necesario, hacia Beerseba con
objeto de mantener relaciones pacíficas.
La presencia de los filisteos en Canaán durante los tiempos patriarcales, ha sido
considerada un anacronismo. El establecimiento caftoriano en Canaán alrededor de
1200 a. C. representó una migración tardía del Pueblo del mar que previamente se había
establecido en otras ocasiones durante un largo período de tiempo. Los filisteos se
habían establecido en pequeños grupos mucho antes de 1500 a. C. Con el tiempo se
mezclaron con otros habitantes de Canaán, pero el nombre de "Palestina" (Filistia)
continúa llevando el testimonio de su presencia en Canaán. La cerámica caftoriana por
todo el sur y la parte central de Palestina, al igual que las referencias literarias, testifican
la superioridad de los filisteos en las artes y habilidades manuales. En los días de Saúl
monopolizaron los trabajos metalúrgicos en Palestina.30
Polémico en conducta, Jacob surgió como el heredero de la alianza. De acuerdo
con las costumbres de Nuzu, negoció con Esaú para asegurarse la herencia y sus
derechos. Su capacidad de negociador se hace pronto aparente en su adquisición de los
derechos de primogenitura por el escaso precio de un plato de lentejas. El irreal sentido
de Esaú del valor de las cosas, pudo haber sido a la fatiga temporal y al agotamiento de
una expedición de caza que no tuvo ninguna recompensa. Por añadidura, Jacob ganó la
bendición en el lecho de muerte valiéndose de algún truco y la decepción, instigado por
Rebeca, su madre. El significado de esta adquisición se comprende mejor por
comparación con las leyes contemporáneas que hacían tales bendiciones orales
legalmente valederas. Es de notar, sin embargo, el hecho de que el relato bíblico
recargue el énfasis del lugar que ocupa la jefatura familiar por encima de las
bendiciones materiales.
Temiendo el probable matrimonio de Jacob con mujeres hititas lo mismo que la
venganza de Esaú, Rebeca concibió e instrumentó un plan para enviar a su hijo favorito
a Padan-aram. De camino, Jacob responde a un sueño en, Betel con una promesa
condicional para servir a Dios y una tentativa de dar el diezmo de sus rentas. Habiendo
recibido una cordial acogida en su hogar ancestral, Jacob entra en un acuerdo con
Labán, hermano de Rebeca. De acuerdo con las costumbres de Nuzu, esto podía haber
sido más que una simple labor de contrato para el matrimonio. Aparentemente, Labán
no tenía un hijo en aquella época, por lo que Jacob fue constituido como heredero legal.
Típico de los tiempos, fue el regalo de Labán de una criada a cada una de sus hijas,
Raquel y Lea. La esposa de Labán dio a luz más tarde otros hijos, por lo que Jacob dejó
de ser el heredero principal. Aquel giro de los asuntos no fue del agrado de Jacob; deseó
marcharse, pero fue disuadido por un nuevo contrato que le abría la posibilidad de
obtener riqueza mediante los rebaños de Labán. En el transcurso del tiempo, Jacob llegó
30
Gordon, op. cit., pp. 121-123.
a ser tan próspero, a pesar del reajuste del contrato de Labán, que la relación existente
entre el padre y el yerno se alteró.
Alentado por Dios para volver a la tierra de sus padres, Jacob reunió todas sus
posesiones y partió en el momento oportuno cuando Labán se hallaba ausente en un
negocio de ganado. Tres días más tarde Labán se enteró de la marcha de Jacob y envió
en, su busca. Tras siete días le dio alcance en las colinas de Galaad. Labán estaba
grandemente perturbado por la desaparición de sus dioses lares. El terafín, que Raquel
había escondido con éxito mientras Labán buscaba las posesiones de Jacob, pudo haber
sido más legal que de significación religiosa para Labán. 31 De acuerdo con la ley Nuzu,
un yerno que tuviese en su poder los dioses lares podía reclamar la herencia de la
familia ante un tribunal. De esa forma Raquel intentaba obtener cierta ventaja de su
marido, al robarle los ídolos. Pero Labán había anulado cualquier beneficio de esa
índole por un convenio con Jacob antes de que se separasen.
Continuando hacia Canaán, Jacob anticipó el terrible encuentro con Esaú. El
temor le venció aunque en toda crisis del pasado había terminado con ventaja para él. A
punto de no volver Jacob se encaró en una crucial experiencia (32:1-32). Dividiendo
todas sus posesiones en el río Jacob, en preparación para el encuentro con Esaú, se
volvió hacia Dios en oración. Reconoció humildemente que era inmerecedor de todas
las bendiciones que Dios le había otorgado. Pero de cara al peligro, suplicó por su
liberación. Durante la soledad de la noche, luchó a brazo partido con un hombre. En esta
extraña experiencia, en la cual reconoció un encuentro divino, su nombre fue cambiado
por el de "Israel" en lugar de seguir llamándose Jacob. Después de eso, Jacob no fue el
impostor; en su lugar estuvo sujeto a la decepción y a los sufrimientos por sus propios
hijos.
Cuando llegó Esaú, Jacob se postró siete veces —otra vieja costumbre
mencionada en los documentos Ugarísticos y de Amarna— y recibió la seguridad del
perdón por su hermano. Declinando cortésmente la generosa ayuda ofrecida por Esaú,
Jacob continuó lentamente hacia Sucot mientras que Esaú volvió a Seir.
En ruta hacia el Hebrón, Jacob acampó en Siquem, Betel, y Belén. Aunque
adquirió algunas tierras en Siquem, el escándalo y la perfidia de Leví y Simeón le
hicieron imposible el continuar viviendo en aquella región (34: 1-31). Este incidente, lo
mismo que el ofensivo de Rubén (35:22), tuvo que ver con la bendición de Jacob por
sus hijos (49).
Cuando recibió instrucciones de Dios para trasladarse a Betel, Jacob preparó
para su vuelta a aquel lugar sagrado al suprimir la idolatría de su hogar. En Betel erigió
un altar. Allí, Dios renovó la alianza con la seguridad de que no solo una nación, sino
un grupo de naciones y reyes surgirían de Israel (35:9-15).
Mientras viajaban hacia el sur, Raquel murió al dar a luz a Benjamín. Fue
enterrada en la vecindad de Belén en un lugar llamado Efrata. Siguiendo su viaje con
sus hijos y posesiones, Jacob llegó finalmente al Hebrón, el hogar de su padre Isaac.
Cuando murió Isaac, Esaú volvió desde Seir para reunirse con Jacob en el entierro de su
padre.
Los edomitas, aparentemente, contaban con una ilustrativa historia. Poco es lo
conocido respecto a ellos, más allá del relato somero relatado en Gen. 36:1-43, lo que
31
Labán distinguía entre los dioses de Nahor y el Dios de Abraham (Gen. 31:29-30). Mientras que Jacob
era monoteísta, Labán era politeísta.
indica que tenían diversos reyes incluso antes de que cualquier rey reinase en Israel. En
este aspecto, la narrativa del Génesis dispone de líneas colaterales antes de resumir el
relato patriarcal.
***