T 318 20

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Sentencia T-318/20

ACCION DE TUTELA TRANSITORIA EN PENSION DE


INVALIDEZ-Reconocimiento y pago mientras justicia ordinaria se
pronuncia

PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD Y PROCEDENCIA


EXCEPCIONAL DE LA ACCION DE TUTELA PARA
RECONOCIMIENTO Y PAGO DE DERECHOS
PENSIONALES-Requisitos

DERECHO FUNDAMENTAL A LA SEGURIDAD SOCIAL EN


PENSIONES Y LA IMPORTANCIA DE LA PENSION DE
VEJEZ-Concepto, naturaleza y protección constitucional

REGIMEN DE PRIMA MEDIA CON PRESTACION


DEFINIDA Y REGIMEN DE AHORRO INDIVIDUAL CON
SOLIDARIDAD-Características según la ley 100 de 1993

PENSION MINIMA DE VEJEZ EN EL REGIMEN DE


AHORRO INDIVIDUAL CON SOLIDARIDAD-Requisito

DERECHO A LA PENSION MINIMA DE VEJEZ-Orden a Fondo


de Pensiones, reconocer y pagar de forma transitoria la pensión
mínima, por cuanto accionante cumple requisitos

Referencia: Expediente T-7.638.470

Acción de tutela instaurada por


José Roberto Díaz Sarmiento en
contra de la AFP Porvenir S.A.

Magistrada Ponente:
CRISTINA PARDO SCHLESINGER

Bogotá D.C., dieciocho (18) de agosto de dos mil veinte (2020)

La Sala Séptima de Revisión de la Corte Constitucional, integrada por los


magistrados Alberto Rojas Ríos, José Fernando Reyes Cuartas y Cristina
Pardo Schlesinger, quien la preside, en ejercicio de sus competencias
constitucionales y legales, específicamente las previstas en los artículos 86
y 241 numeral 9º de la Constitución Política, y en los artículos 33 y
siguientes del Decreto 2591 de 1991, ha proferido la siguiente

SENTENCIA

En el proceso de revisión de las decisiones judiciales proferidas en primera


instancia por el Juzgado Sesenta y Ocho de Pequeñas Causas y
Competencia Múltiple de Bogotá D.C. el quince (15) de julio de dos mil
diecinueve (2019) y en segunda instancia por el Juzgado Veintiocho Civil
del Circuito de Bogotá D.C. el veintiséis (26) de agosto de dos mil
diecinueve (2019), en el proceso de tutela de la referencia.

La acción de amparo fue seleccionada para revisión por la Sala de


Selección de Tutelas Número Diez de la Corte Constitucional 1 mediante
Auto proferido el treinta (30) de octubre de dos mil diecinueve (2019),
notificado por estado el trece (13) de noviembre de la misma anualidad.

I. ANTECEDENTES

El señor José Roberto Díaz Sarmiento, mediante apoderado judicial,


formuló acción de tutela para la protección de sus derechos fundamentales
a la vida, a la seguridad social, al mínimo vital y a la “Protección de la
Tercera Edad”, por cuanto la AFP Porvenir S.A. se niega a realizar el
estudio de fondo de la solicitud de reconocimiento transitorio de la
pensión de vejez a la que considera tiene derecho al argumentar que
actualmente se encuentra en trámite un recurso extraordinario de casación
mediante el cual se debe definir la validez del traslado al Régimen de
Ahorro Individual con Solidaridad, que se efectúo en el año 2000.

1. La demanda

1.1. El accionante afirma que tiene 63 años y sufre de “Paraparesia


espástica”, enfermedad que indica es “degenerativa de la médula espinal
caracterizada por paraplejía o paraparesia, y rigidez o espasticidad, con
un excesivo tono muscular o hipertonía, que debilita principalmente las 2
piernas”2 .

1.2. El actor manifiesta que actualmente se encuentra desempleado, no


cuenta con ningún ingreso económico, por su estado de salud depende de

1 Integrada por los magistrados Cristina Pardo Schlesinger y Antonio José Lizarazo.
2Folio 29 del cuaderno principal (en adelante se deberá entender que todos los folios a los que se haga referencia
hacen parte del cuaderno principal a menos que se indique lo contrario).
un bastón canadiense para poder movilizarse y su enfermedad “no tiene
cura”.

1.3. El señor José Roberto Díaz Sarmiento indica que a la fecha cuenta con
más de mil quinientas semanas cotizadas al Sistema de Seguridad Social
en pensiones. Por lo anterior, solicitó a la AFP Porvenir S.A. el
reconocimiento transitorio y pago de su pensión de vejez3.

No obstante, el fondo accionado se niega a tramitar la solicitud impetrada


por el actor al argumentar que actualmente se encuentra en curso un
recurso extraordinario de casación mediante el cual se debe definir la
validez del traslado al Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad 4, que
hiciera el accionante en el año 2000.

1.4. Sobre lo anterior, el demandante informa que inició un proceso


ordinario laboral con la pretensión principal de que se declare la nulidad
de su traslado al RAIS y así “poder retornar a COLPENSIONES en donde
obtendría un valor de pensión al menos tres veces mayor al que le ofrece
la AFP PORVENIR”5.

El proceso ordinario fue conocido en primera instancia por el Juzgado


Séptimo Laboral del Circuito de Bogotá D.C., autoridad judicial que
declaró la nulidad del traslado y ordenó que para todos los efectos se
tuviera al accionante como afiliado al Régimen de Prima Media con
Prestación Definida administrado por COLPENSIONES6.

En segunda instancia, la Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito


Judicial de Bogotá D.C. revocó la anterior decisión y resolvió que el
traslado efectuado por el accionante al Régimen de Ahorro Individual con

3El accionante no informa sobre la fecha exacta en que formuló la


solicitud de reconocimiento de pensión de vejez ante Porvenir S.A.
Asimismo, se advierte que el oficio mediante el cual la entidad accionada
le indica que no es posible efectuar el estudio de su petición carece de
fecha. No obstante, se puede inferir que tal requerimiento se efectuó luego
de la interposición del recurso extraordinario de casación (el cual fue
concedido el 28 de junio de 2019) pues ese fue el argumento alegado por
Porvenir S.A. para no darle trámite a la petición de su afiliado.
4 En adelante RAIS.
5Folio 29.
6Sentencia proferida el 11 de septiembre de 2018.
Solidaridad era válido7. Contra el anterior fallo el actor formuló recurso
extraordinario de casación y a la fecha de la formulación de la acción de
tutela de la referencia se encontraba pendiente de ser concedido por el juez
competente y, posteriormente, enviado a la Corte Suprema de Justicia 8.

Por lo anterior, el señor José Roberto Díaz Sarmiento, por medio de su


apoderado judicial, requirió el amparo de sus derechos fundamentales a la
vida, a la seguridad social, al mínimo vital y a la “Protección de la Tercera
Edad”. En esa medida, solicitó: i) “Ordenar en forma transitoria a la AFP
PORVENIR, que reconozca y pague el derecho adquirido a la PENSIÓN
DE VEJEZ, incluyendo en nómina de pensionados al accionante, mientras
que el Tribunal Superior de Bogotá D.C., concede el recurso
extraordinario de casación y, en caso de ser concedido, mientras lo
resuelve la Sala de Casación de la Corte Suprema de Justicia, recurso que
va encaminado EXCLUSIVAMENTE a decidir si es nulo el traslado de
régimen hecho hacia la AFP PORVENIR”9.

2. Contestación de la demanda

Mediante Auto del cuatro (4) de julio de dos mil diecinueve (2019) el
Juzgado Sesenta y Ocho de Pequeñas Causas y Competencia Múltiple de
Bogotá D.C. admitió la acción de tutela de la referencia y ordenó correr
traslado a la AFP Porvenir S.A. para que se pronunciara sobre los hechos y
pretensiones de la demanda. Asimismo, decidió vincular al Juzgado
Séptimo Laboral del Circuito de Bogotá D.C., a la Sala Laboral del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá D.C., al Hospital
Universitario Clínica San Rafael, a la Fundación Instituto Neurológico de
Colombia y a COMPENSAR EPS.

En cumplimiento de lo ordenado en la citada providencia, se recibieron las


siguientes respuestas:

2.1. Hospital Universitario Clínica San Rafael

El Hospital Universitario Clínica San Rafael, mediante escrito del diez


(10) de julio de dos mil diecinueve (2019) 10, se refirió a los hechos y

7Sentencia del 20 de febrero de 2019.


8Según oficio del 10 de julio de 2019 proferido por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá D.C. el
recurso fue concedido el 28 de junio de 2019 y se encuentra en turno para ser remitido a la Corte Suprema de
Justicia.

9Ibídem,
10Folios 60 y 61.
pretensiones de la acción de tutela y solicitó su desvinculación del proceso
objeto de revisión por falta de legitimación en la causa por pasiva.

El representante legal de la clínica vinculada afirmó que, según el informe


del área de salud, el último servicio prestado por esa entidad al accionante
fue el de “consulta externa de otorrinolaringología”, el 5 de octubre de
2010.

El Hospital Universitario indicó que en esa oportunidad se registró en la


historia clínica del actor la siguiente información: “paciente con
diagnóstico de mielopatia (sic), asiste a control, paciente estable sin
nuevo deterioro, ni nuevos síntomas en tratamiento por rehabilitación con
baclofen y toxina botulínica, ultima hace 2 meses sin complicaciones
aplicada en la Clínica del Bosque, no hay otras alteraciones neurológicas,
se dan recomendaciones y orden para cita de control por fisiatría.
Después de esta fecha el paciente no registra más atenciones en nuestra
institución”11.

El interviniente adujo que esa entidad brinda los servicios en salud


siempre y cuando: (i) formen parte de la red de prestadores de salud de la
EPS a la cual se encuentra afiliado el paciente por medio de un contrato
vigente; (ii) cuenten con el servicio requerido habilitado; y (iii) se expidan
las autorizaciones respectivas dirigidas a esa entidad.

En esa medida, el Hospital Universitario Clínica San Rafael aseguró que


es la EPS a la que se encuentra afiliado el accionante quien debe garantizar
la prestación del servicio médico. Por lo anterior, solicitó que se declare la
falta de legitimación en la causa por pasiva y se le desvincule de la
presente acción de tutela.

2.2. Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá
D.C.

La Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá D.C.
indicó que la decisión proferida en segunda instancia dentro del proceso
ordinario laboral fue adoptada con base en los presupuestos probatorios,
legales y jurisprudenciales que rigieron el caso, sin que en ningún
momento se le haya desconocido derecho fundamental alguno al
peticionario12.

11Folio 60.
12Folios 92 al 101.
Asimismo, la referida Sala Laboral afirmó que no incurrió en ninguna vía
de hecho y, por lo mismo, no es posible enmarcar el presente asunto dentro
de las causales de procedibilidad señaladas para tal efecto por la
jurisprudencia constitucional en la Sentencia C-590 de 200513.

La Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá D.C.
informó que el 28 de junio de 2019 se concedió el recurso extraordinario
de casación en el proceso ordinario laboral, decisión que se notificó por
estado el 4 de julio de 2019, por tanto, el expediente se encuentra en turno
para ser remitido a la Corte Suprema de Justicia para ese efecto.

Finalmente, la autoridad judicial informó que, el 10 de julio de 2019, la


Secretaría Judicial de esa corporación remitió al Juzgado Sesenta y Ocho
de Pequeñas Causas y Competencia Múltiple de Bogotá D.C. el listado de
las actuaciones que arroja el Sistema de Información Siglo XXI del
proceso ordinario laboral No. 007-2017-00447-01 de José Roberto Díaz
Sarmiento contra COLPENSIONES y otros, incluidas las copias de las
sentencias proferidas en primera y segunda instancia en ese proceso y del
auto que concedió el recurso extraordinario de casación.

2.3. Caja de Compensación Familiar COMPENSAR

El diez (10) de julio de dos mil diecinueve (2019) 14 la Caja de


Compensación Familiar COMPENSAR, autorizada legalmente para
funcionar como Compensar EPS presentó contestación a la acción de
amparo objeto de revisión y solicitó al juez de instancia su desvinculación
de la tutela al no encontrase legitimada en la causa por pasiva para tramitar
las pretensiones del accionante.

Respecto de los hechos y pretensiones de la tutela, la autoridad


interviniente manifestó que no era responsable de la vulneración de los
derechos fundamentales que alega el accionante pues no ha incurrido en
ninguna acción u omisión en relación con la circunstancia fáctica descrita
en esta oportunidad.

La interviniente indicó que el peticionario recibe los servicios de salud por


parte de esa entidad en calidad de beneficiario. Asimismo, Compensar
EPS informó que el actor padece de “PARAPLEJIA ESPÁSTICA” y se
encuentra recibiendo tratamiento por especialidad de Fisiatría.

13 Folio 103.
14 Folios 92 al 101.
El representante legal de Compensar EPS señaló que al señor José Roberto
Díaz Sarmiento se le ha brindado el tratamiento adecuado que requiere
para el manejo de sus patologías; sin embargo, aclaró que la competencia
para emitir un informe pormenorizado del estado de salud del accionante
recae sobre la IPS adscrita a esa entidad.

Por lo anterior, Compensar EPS solicitó su desvinculación del presente


tramite tutelar al no existir legitimación en la causa por pasiva.

2.4. Porvenir S.A.

En escrito dirigido al juez de primera instancia 15, la representante del


Fondo de Pensiones y Cesantías Porvenir S.A. informó que actualmente se
encuentra en curso un proceso ordinario mediante el cual el extremo activo
propende por la nulidad de su afiliación. Asimismo, Porvenir S.A. indicó
que dentro de dicho proceso el accionante formuló recurso extraordinario
de casación, el cual fue concedido el 28 de junio de 2019.

El fondo de pensiones y cesantías accionando argumentó que de efectuarse


el eventual reconocimiento pensional solicitado por el actor se afectaría el
cumplimiento de la orden judicial a proferirse por el juez de instancia, si
luego se accede a la solicitud de nulidad de la afiliación al desatar el
recurso extraordinario de casación.

La representante de Porvenir S.A. precisó que al conceder las pretensiones


del actor se desconocerían los presupuestos para obtener la pensión de
vejez dentro del RAIS, el cual como único requisito exige contar con el
capital suficiente para financiar dicha prestación.

Aunado a lo anterior, el accionado arguyó que reconocer la pensión de


vejez al peticionario afectaría la sostenibilidad financiera del sistema pues,
de proceder la casación, el señor José Roberto Díaz Sarmiento tendría
derecho a trasladarse a COLPENSIONES y a acceder en dicho régimen a
un beneficio pensional; sin embargo, la cuenta estaría notoriamente
descapitalizada; circunstancia esta que iría en contravía de los principios
del Estado Social de Derecho, a saber, primacía del interés general sobre el
particular.

Porvenir S.A. afirmó que la presente acción de tutela es improcedente,


conforme a lo dispuesto en el artículo 6 del Decreto 2591 de 1991, toda
vez que existe otro medio judicial (proceso ordinario laboral) a través del
cual el actor puede obtener lo pretendido en esta oportunidad y que

15Folios 115 al 124.


actualmente se encuentra siendo objeto del recurso extraordinario de
casación formulado con anterioridad, sin que a la fecha se haya proferido
sentencia que resuelva la controversia planteada.

Así las cosas, el fondo demandado insistió en que el actor debe esperar a
que mediante recurso extraordinario de casación se resuelva si le asiste el
derecho de retornar al Régimen de Prima Media con Prestación Definida;
y en consecuencia, acceder al reconocimiento y pago de la pensión a cargo
de COLPENSIONES.

Finalmente, la representante del Fondo de Pensiones y Cesantías Porvenir


S.A. indicó que el actor no cuenta con el capital suficiente para financiar
una pensión de vejez. Por todo lo anterior, solicitó “declarar improcedente
la presente acción de tutela, toda vez que se contraría frente a lo dispuesto
en el Proceso Ordinario (sic)”16.

2.4. Administradora Colombiana de Pensiones, COLPENSIONES

Mediante escrito del dieciocho (18) de julio de dos mil diecinueve (2019) 17
la Directora de Acciones Constitucionales de la Administradora
Colombiana de Pensiones, COLPENSIONES, se pronunció sobre los
hechos y pretensiones de la tutela y solicitó su desvinculación por falta de
legitimación en la causa por pasiva.

COLPENSIONES afirmó que legalmente solo puede conocer de asuntos


relativos a la administración del Régimen de Prima Media con Prestación
Definida en materia pensional. En esa medida, manifestó que no tiene
competencia administrativa ni funcional para resolver lo pretendido por el
accionante al estar válidamente afiliado a la AFP Porvenir S.A.

La Directora de Acciones Constitucionales de COLPENSIONES concluyó


que no tiene responsabilidad en la vulneración alegada por el actor. Por lo
anterior, solicitó que se “Disponga expresamente en el fallo de tutela la
DESVINCULACIÓN POR FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA
CAUSA POR PASIVA de la entidad que represento, en los términos
señalados en el numeral 2 del artículo 29 del Decreto 2591 de 1991 y en
cumplimiento de lo señalado en el Decreto 2013 del 28 de septiembre de
2012”.

3. Sentencias objeto de revisión

16Folio 124.
17Folios 133 y 134. Se aclara que el escrito de contestación de COLPENSIONES se allegó al proceso de tutela de
forma extemporánea.
3.1. Primera instancia

Mediante providencia del quince (15) de julio de dos mil diecinueve


(2019) el Juzgado Sesenta y Ocho de Pequeñas Causas y Competencia
Múltiple de Bogotá D.C. resolvió “NEGAR el amparo constitucional de
los derechos invocados por JOSÉ ROBERTO DÍAZ SARMIENTO
identificado con la cédula de ciudadanía No. 19.265.857, conforme lo
motivado en la parte supra de esta decisión constitucional”.

No obstante lo anterior, el juez de primera instancia desarrolló argumentos


sobre el incumplimiento del principio de subsidiariedad al manifestar que
no es posible estudiar de fondo lo debatido en esta oportunidad, ni
anticipar una posición al respecto, pues el reconocimiento pensional que
invoca el accionante aun es objeto de estudio por la Sala de Casación
Laboral de la Corte Suprema de Justicia, autoridad que se encuentra
pendiente de pronunciarse como órgano de clausura de la jurisdicción
ordinaria laboral.

El a quo advirtió que un análisis del caso concreto en sede constitucional


supliría el debate probatorio que debe surtirse en las instancias propicias
pues la acción de tutela no se puede ejercer como una tercera instancia o
recurso paralelo a los procesos cuyo conocimiento exclusivo corresponde
a los funcionarios competentes.

Para el Juzgado Sesenta y Ocho de Pequeñas Causas y Competencia


Múltiple de Bogotá D.C. el accionante no demostró la existencia de un
riesgo próximo que resulte irremediable y que, efectivamente lesione sus
derechos fundamentales. Lo anterior, al argumentar que “no es suficiente
con lo expresado en el escrito de tutela para considerarse la presencia de
una amenaza cierta, que permita establecer la configuración de un
perjuicio irremediable y a su vez amerite el amparo constitucional y la
imposición de medidas urgentes, pues si bien el trámite contemplado en la
jurisdicción ordinario-laboral, puede resultar dispendioso o engorroso, no
por ello, debe inferirse, como pretende el tutelante, que se está ante una
amenaza de un derecho de rango constitucional”18.

3.2. Impugnación

El señor José Roberto Díaz Sarmiento, mediante apoderado judicial,


presentó escrito de impugnación contra la sentencia del quince (15) de
julio de dos mil diecinueve (2019) proferida por el Juzgado Sesenta y

18Folio 128.
Ocho de Pequeñas Causas y Competencia Múltiple de Bogotá D.C. al
considerar que la referida decisión vulnera sus derechos fundamentales.

El accionante afirmó que el recurso extraordinario de casación, concedido


el 28 de junio de 2019 y que se encuentra en turno para ser resuelto por la
Corte Suprema de Justicia, no es idóneo para garantizar su derecho
fundamental al mínimo vital, pues padece de una enfermedad degenerativa
que le ocasiona una situación de discapacidad al afectar sus miembros
inferiores y comprometer su movilidad.

El actor indicó que ser beneficiario del sistema de salud prueba la ausencia
de recursos económicos propios para cubrir sus necesidades y proveerse el
sustento diario en condiciones dignas. En ese sentido, el peticionario
aseguró que “someterlo a una espera de más de 5 años privado de su
mesada pensional, mientras le definen la entidad responsable del pago de
la pensión, claramente vulnera su derecho fundamental al MÍNIMO
VITAL”19.

El señor José Roberto Díaz Sarmiento manifestó que en el proceso


ordinario laboral no se discute su derecho pensional pues está probado que
tiene 63 años y cuenta con mil quinientas noventa y cinco semanas
cotizadas. En esa medida, la Corte Suprema de Justicia, en al menos cinco
(5) años, se debe pronunciar frente a la validez del traslado al RAIS y no
sobre su pensión de vejez.

El accionante afirmó que Porvenir S.A. debe reconocer y pagar su pensión


pues es la responsable de los seguros de invalidez, vejez y muerte. Por lo
anterior, solicitó que de forma transitoria se proteja su derecho al mínimo
vital y se ordene al fondo accionado incluirlo en nómina de pensionados
hasta que se resuelva el recurso extraordinario de casación.

3.3. Segunda instancia

El Juzgado Veintiocho Civil del Circuito de Bogotá D.C., mediante


providencia del veintiséis (26) de agosto de dos mil diecinueve (2019)
resolvió confirmar el fallo impugnado al argumentar que la acción de
tutela no procede para ordenar el reconocimiento de la pensión de vejez,
pues este tipo de controversia debe ser resuelta ante la jurisdicción
ordinaria laboral o contenciosa administrativa según el caso.

El juez de segunda instancia afirmó que en el presente caso no se han


agotado todos los mecanismos legales pues actualmente se encuentra en

19Folio 135.
trámite el recurso extraordinario de casación laboral interpuesto en contra
de la sentencia dictada el 20 de febrero de 2019. En esa medida, el asunto
inexorablemente cae en la hipótesis de improcedencia de que trata el
inciso 3 del artículo 86 superior.

El ad quem recordó que el juez de tutela no está facultado para anticipar el


contenido de aquellas decisiones que, por mandato legal, son de
competencia exclusiva de los jueces colegiados.

Por lo anterior, el Juzgado Veintiocho Civil del Circuito de Bogotá D.C.,


resolvió “CONFIRMAR el fallo de 15 de julio de 2019, proferido por el
Juzgado 68 de Pequeñas Causas y Competencia Múltiple de Bogotá”.

II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS

1. Competencia

Esta Sala Séptima de Revisión es competente para revisar el fallo de tutela


proferido dentro del trámite de referencia, con fundamento en lo dispuesto
por los artículos 86, inciso 3°, y 241, numeral 9°, de la Constitución
Política, en concordancia con los artículos 33, 34, 35 y 36 del Decreto
2591 de 1991.

2. Asunto objeto de revisión y problemas jurídicos a resolver

El señor José Roberto Díaz Sarmiento, mediante apoderado judicial,


formuló acción de tutela para la protección de sus derechos fundamentales
a la vida, a la seguridad social, al mínimo vital y a la “Protección de la
Tercera Edad”, por cuanto la AFP Porvenir S.A. se niega a tramitar una
solicitud impetrada ante esa entidad para el reconocimiento de la pensión
de vejez a la que considera tiene derecho al argumentar que actualmente se
encuentra en trámite un recurso extraordinario de casación mediante el
cual se debe definir la validez del traslado al Régimen de Ahorro
Individual con Solidaridad.

En particular, el actor señaló que su derecho a la pensión no está en


discusión pues tiene 63 años y un total de mil quinientas noventa y cinco
semanas cotizadas al Sistema de Seguridad Social en pensiones. Por lo
anterior, sostuvo que cumple con todos los requisitos para acceder a su
pensión de vejez en los términos de la Ley 100 de 1993.

Por su parte, respecto a la demanda ordinaria laboral adelantada por el


accionante en contra de COLPENSIONES y otros, se tiene que este
proceso fue iniciado en julio del 201720, y solo hasta el 11 de septiembre
de 2018 se llevó a cabo la audiencia de juzgamiento en primera instancia,
en la que se declaró la nulidad de la afiliación y del traslado del señor José
Roberto Díaz Sarmiento del Régimen de Prima Media con Prestación
Definida, administrado por COLPENSIONES, al Régimen de Ahorro
Individual con Solidaridad. Dicha decisión fue revocada en sentencia del
20 de febrero de 2019. El apoderado de la parte demandante interpuso
recurso extraordinario de casación el cual se concedió el 28 de junio de
201921, por lo tanto el expediente se encuentra en turno para ser remitido a
la Corte Suprema de Justicia para ese efecto.

Al estudiar el caso, los jueces de tutela negaron el amparo al considerar


que la acción no procedía por no cumplir con el requisito de
subsidiariedad. Lo anterior, al estimar que era un asunto que debía ser
resuelto por la jurisdicción laboral. En esa medida, el accionante debe
esperar a que se surta el referido recurso extraordinario de casación.
Asimismo, Porvenir S.A. informó en la contestación de la tutela que con el
capital existente en la cuenta individual del accionante no es posible
financiar una pensión de vejez.

Así las cosas, a continuación la Sala determinará si procede la tutela de


forma transitoria o definitiva para solicitar el reconocimiento y pago de la
pensión de vejez en los términos planteados por el accionante y en
atención a las situaciones fácticas esbozadas. En caso de ser procedente la
acción de amparo de la referencia, se planteará el problema jurídico a
resolverse para analizar de fondo el asunto.

3. Requisitos generales de procedibilidad de la acción de tutela

3.1. Legitimación en la causa por activa

El artículo 86 de la Constitución Política establece que la


acción de tutela es el mecanismo de defensa al que puede
acudir cualquier persona para reclamar la protección inmediata
de sus derechos fundamentales.

20 Folio 80.
21Decisión que se notificó por estado el 4 de julio de 2019.
A su vez, el artículo 10 del Decreto 2591 de 1991 indica que el recurso de
amparo podrá ser ejercido por cualquier persona vulnerada o amenazada
en uno de sus derechos fundamentales, quien podrá actuar (i) a nombre
propio; (ii) a través de un representante legal; (iii) por medio de apoderado
judicial, o (iv) mediante un agente oficioso.

En el caso objeto de revisión, a partir del poder especial otorgado por el


ciudadano José Roberto Díaz Sarmiento a su abogado que obra en el
expediente22, se acredita que este último se encuentra legitímado para
actuar en nombre del peticionario en la acción de tutela de la referencia.
La Sala también encuentra que el actor está legitimado para ejercer el
amparo deprecado por cuanto es el titular de los derechos presuntamente
vulnerados por la entidad accionada.

3.2. Legitimación en la causa por pasiva.

Los artículos 13 y 42 del Decreto 2591 de 1991 consagran


contra quiénes se puede dirigir la acción de amparo. Así, la
tutela se puede invocar contra una autoridad pública o, en
ciertos casos, un particular, que haya vulnerado o amenazado
algún derecho de rango constitucional fundamental.

Para la Sala, Porvenir S.A. se encuentra legitimada como parte pasiva en


la presente acción de tutela, dada su calidad de ente privado respecto del
cual el accionante se encuentra en estado de indefensión al ser el fondo
pensional encargado del reconocimiento de las prestaciones que hacen
parte del derecho a la seguridad social, y a quien se le atribuye la
vulneración de los derechos fundamentales en discusión, al negarse a
tramitar la solicitud de reconocimiento transitorio de la pensión de vejez a
su afiliado.

Respecto del Juzgado Séptimo Laboral de Circuito Judicial de Bogotá


D.C., el Tribunal Superior de Bogotá – Sala Laboral, el Hospital
Universitario Clínica San Rafael, la Fundación Instituto Neurológico de

22 Poder especial otorgado al abogado Ricardo Antonio Buitrago Márquez. Folios 1 y 2.


Colombia y COMPENSAR EPS, vinculadas mediante Auto del 4 de julio
de 2019 por el juez de primera instancia, la Sala advierte que no están
legitimados por pasiva para actuar en este proceso pues dentro de sus
funciones y competencias no se encuentra la de reconocer la pensión de
vejez solicitada en esta oportunidad, ni el accionante se halla en estado de
indefensión frente a las mismas. Por lo anterior, no se puede predicar la
vulneración de los derechos fundamentales del actor por acción u omisión
de dichas entidades.

Finalmente, la Sala concluye que de la certificación expedida por Porvenir


S.A., el 3 de septiembre de 2018, se verifica que el señor José Roberto
Díaz Sarmiento se encuentra afiliado al referido fondo de pensiones (antes
Horizonte S.A.) desde el año 2000. En esa medida, no le asiste a
COLPENSIONES el deber legal de reconocer la pensión de vejez a
nombre del accionante al no encontrarse afiliado a esa entidad, careciendo
de legitimación en la causa por pasiva en la presente acción de tutela.

3.3. Subsidiariedad.

El artículo 86 de la Constitución consagra la acción de tutela como un


mecanismo judicial subsidiario y residual23, que procederá “cuando el
afectado no disponga de otro medio de defensa judicial”.

En esa medida, la tutela “procede de manera excepcional para el amparo


de los derechos fundamentales vulnerados, por cuanto se parte del
supuesto de que en un Estado Social de Derecho existen mecanismos
judiciales ordinarios para asegurar su protección”24. Así las cosas, se
debe entender que este mecanismo constitucional no fue diseñado para

23 Sentencias T-723 de 2010, T-063 de 2013, T-230 de 2013 y T-087 de


2018, entre otras.
24 Sentencia T-723 de 2010. Reiterada en la Sentencia T-063 de 2013.
suplir los procesos ordinarios dispuestos por el legislador para dar
solución a las controversias de los ciudadanos25.

A partir de lo anterior, el artículo 6 del Decreto 2591 de 1991 establece de


manera clara que una de las causales de improcedencia de la acción de
tutela ocurre “[cuando] existan otros recursos o medios de defensa
judiciales, salvo que aquélla se utilice como mecanismo transitorio para
evitar un perjuicio irremediable. La existencia de dichos medios será
apreciada en concreto, en cuanto a su eficacia, atendiendo las
circunstancias en que se encuentre el solicitante”.

En todo caso, el juez constitucional deberá analizar las circunstancias


específicas del caso objeto de análisis para determinar si los medios o
recursos de defensa judicial existentes son idóneos para solucionar la
situación del accionante.

La jurisprudencia de esta Corporación, en atención a lo dispuesto en el


referido artículo 6, ha establecido dos excepciones a la improcedencia del
recurso de amparo por subsidiariedad. Así, en la Sentencia T-387 de 2018
esta Corte reiteró que:

“i) Si bien, en abstracto, existe otro medio de defensa judicial y el


accionante cuenta con él para la defensa de sus derechos, desde la
perspectiva de la relación entre el mecanismo y el fin constitucional
perseguido por el actor, aquel no tiene la virtualidad de conjurar un
perjuicio irremediable”. En estos casos, la acción de tutela procederá
como mecanismo transitorio, mientras el interesado acude a la vía
ordinaria para discernir el caso o esta resuelve definitivamente el asunto
y, momentáneamente resguarda sus intereses, y

ii) Si bien existe otro medio de defensa judicial, éste no es eficaz para
proteger los derechos fundamentales invocados, caso en el cual la tutela
procede de manera definitiva. En este evento, la Corte ha indicado que el
análisis sobre la eficacia del medio ordinario se encuentra determinada
por el contraste entre éste y las condiciones particulares del
accionante”26.

En síntesis, la acción de tutela procederá, así existan medios ordinarios de


defensa judicial que se encuentren disponibles, cuando (i) los mecanismos
ordinarios no tengan la virtualidad de conjurar el perjuicio irremediable al

25 QUINCHE RAMÍREZ, Manuel Fernando. Derecho Procesal Constitucional Colombiano. Acciones y procesos.
Bogotá: 2015. P. 212.

26 Sentencia T-387 de 2018.


que se enfrenta el accionante, caso en que el amparo se concederá de
manera transitoria y (ii) los medios de defensa judicial no tengan la
capacidad de proteger de forma efectiva e integral los derechos de la
persona27 (ineficaces), para lo cual procederá el amparo de manera
definitiva28.

Reiteración del análisis del principio de subsidiariedad de la acción de


tutela para obtener el reconocimiento y pago de acreencias pensionales

La jurisprudencia de la Corte Constitucional señala que, con fundamento


en el principio de subsidiariedad, la tutela no procede frente a
reclamaciones de tipo laboral o pensional pues dichos asuntos se deben
ventilar en la jurisdicción ordinaria, escenario idóneo en esos casos 29.

No obstante, esta Corporación ha admitido la procedencia excepcional de


la acción de tutela para la protección de derechos de contenido
prestacional, como son las acreencias pensionales, cuando se evidencia
que el caso analizado se ajusta a alguna de las siguientes reglas:

“(i) como mecanismo transitorio, cuando a pesar de la


existencia de un medio ordinario de defensa para el
reconocimiento de la prestación, este no impide la ocurrencia de
un perjuicio irremediable, conforme a la especial situación del
peticionario30;

(ii) como mecanismo definitivo cuando el medio ordinario


dispuesto para resolver las controversias no es idóneo y eficaz,
conforme a las especiales circunstancias del caso que se
estudia31 y,

(iii) cuando la tutela es promovida por personas que requieren


especial protección constitucional, como los niños y niñas,
mujeres cabeza de familia, personas en condición de
discapacidad, personas de la tercera edad, entre otros, el
examen de procedibilidad de la acción de tutela es menos

27 Sentencia T-087 de 2018.


28 Sentencia T-387 de 2018.
29 Sentencias T-315 de 2017, T-471 de 2017 y T-009 de 2019.
30 Sentencias T–859 de 2004, T–800 de 2012, y T-471 de 2017.
31 Sentencias T–436 de 2005, T–108 de 2007, T–800 de 2012 y T-471 de 2017, entre otras.
estricto, a través de criterios de análisis más amplios, pero no
menos rigurosos32”.

Aunado a lo anterior, esta Corporación ha indicado que, en materia


pensional, para que la tutela sea procedente cuando quien solicita el
amparo es una persona en situación de vulnerabilidad o sujeto de especial
protección constitucional, se deben acreditar las siguientes condiciones al
momento de estudiar pretensiones que impliquen el otorgamiento de una
pensión por vía de tutela33. A saber:

“a. Que se trate de sujetos de especial protección constitucional.

b. Que la falta de pago de la prestación o su disminución,


genere un alto grado de afectación de los derechos
fundamentales, en particular del derecho al mínimo vital.

c. Que el accionante haya desplegado cierta actividad


administrativa y judicial con el objetivo de que le sea
reconocida la prestación reclamada.

d. Que se acredite siquiera sumariamente, las razones por las


cuales el medio judicial ordinario es ineficaz para lograr la
protección inmediata de los derechos fundamentales
presuntamente afectados”34.

Así las cosas, a partir de las anteriores reglas jurisprudenciales, la Sala


Séptima de Revisión procederá a realizar la valoración de las
circunstancias particulares del presente caso, a efectos de verificar el
cumplimiento de los requisitos para la procedencia de la acción
constitucional de cara al principio de subsidiariedad.

i) En primera medida, se destaca que, en el caso objeto de revisión, se


pretende la protección de los derechos fundamentales de un sujeto de
especial protección constitucional. En efecto, con fundamento en los
hechos relatados en el acápite de antecedentes, se tiene que el señor José
Roberto Díaz Sarmiento es un adulto mayor que, si bien no ha
sobrepasado la expectativa de vida establecida por el DANE 35 para ser

32 Sentencias T-789 de 2003, T-456 de 2004, T–328 de 2011, T-471 de 2017 y T-009 de 2019, entre otras.
33 Sentencia T-326 de 2013.
34 Ver Sentencias T-1069 de 2012, T-315 de 2017 y T-320 de 2017.
35Según el DANE la esperanza de vida (que corresponde al número promedio de años que viviría una persona,
siempre y cuando se mantengan las tendencias de mortalidad existentes en un determinado período), es de 74 años.
calificado dentro del grupo poblacional de la tercera edad, es una persona
de 63 años desempleada que padece de una enfermedad degenerativa
“PARAPLEJIA ESPÁTICA”, patología que le genera serios problemas de
movilidad, y se encuentra recibiendo tratamiento por especialidad de
Fisiatría36, lo cual lo ubica en una situación de vulnerabilidad que debe ser
reconocida por el juez constitucional.

ii) En segundo lugar, se advierte que la ausencia del reconocimiento de la


pensión de vejez implica la afectación de las garantías fundamentales del
accionante y, en este caso en particular, del derecho al mínimo vital. Lo
anterior por cuanto, dada la negativa de Porvenir S.A. de tramitar la
solicitud de reconocimiento y pago de la pensión de vejez, actualmente el
accionante no percibe ningún ingreso para procurar su sostenimiento pues
se encuentra desempleado debido a sus quebrantos de salud.

iii) Asimismo, estima la Sala que, a partir de los elementos de prueba, se


evidencia que el accionante, a través de su apoderado, ha llevado a cabo
todas las actividades administrativas ante el fondo de pensiones al que se
encuentra afiliado, con el propósito de ver reconocida en su favor la
pensión de vejez. De hecho, a partir de las pruebas documentales
aportadas en el proceso, la Sala encuentra que, desde el año 2017, el actor
ha presentado diferentes y sucesivas solicitudes a Porvenir S.A. con el fin
de lograr el reconocimiento y pago del referido derecho pensional.

No obstante, la administradora accionada se niega a dar trámite a la


petición de reconocimiento y pago de su mesada pensional al argumentar
que el accionante debe esperar la culminación de una demanda ordinaria
laboral en contra de COLPENSIONES y otros, mediante la cual se
pretende que se declare la nulidad del traslado efectuado por el señor José
Roberto Díaz Sarmiento al Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad,
en el año 2000.

A la fecha de la selección del presente proceso para su revisión, el


accionante no ha tenido solución respecto de su proceso judicial, pues
dentro del mismo se formuló un recurso extraordinario casación, por lo
que el expediente se encuentra en turno para ser enviado a la Corte
Suprema de Justicia para su respectivo trámite37.

https://www.dane.gov.co/index.php?
option=com_content&view=article&id=853&Itemid=28&phpMyAdmin=3om27vamm65hhkhrtgc8rrn2g4

36 Historia clínica del accionante expedida por Compensar EPS, folio 94.
37Según informe de la Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá D.C. del 10 de julio de
2019.
Esto demuestra que el actor no sólo ha gestionado el reconocimiento de su
pensión ante la administradora de pensiones correspondiente, sino que ha
desplegado las acciones ordinarias pertinentes para obtener una solución
sobre la nulidad del traslado de régimen alegada y, de esta manera,
Porvenir S.A. proceda al estudio de la acreencia pensional solicitada, sin
obtener respuestas eficaces.

iv) Por último, se advierte que en el caso concreto, la acción de tutela


resulta ser el mecanismo más eficaz para lograr la protección de las
garantías constitucionales del peticionario. Lo anterior, teniendo en cuenta
que, si bien existen los mecanismos judiciales para solicitar el
reconocimiento y pago de la pensión de vejez, lo cierto es que éstos no
resultan lo suficientemente idóneos y expeditos para dar una solución
pronta que garantice la protección de los derechos al mínimo vital y la
seguridad social del accionante.

Lo anterior, teniendo en cuenta que el reconocimiento de su derecho


pensional se ha visto suspendido en el tiempo por una demanda ordinaria
laboral que tiene como pretensión que se declare la nulidad de un traslado
de régimen; circunstancia esta que alega Porvenir S.A. para no dar el
trámite administrativo correspondiente a la petición del accionante.

En el presente asunto, Porvenir S.A. se niega a iniciar el trámite


administrativo de reconocimiento pensional, y en el proceso judicial
iniciado en julio de 2017 se formuló un recurso extraordinario de casación,
el cual se encuentra en turno para ser enviado a la Corte Suprema de
Justicia, y cuya resolución puede tardarse hasta cinco años, dada la
congestión judicial que atraviesa esa Corporación38.

En este orden de ideas, y teniendo en cuenta los antecedentes fijados en


esta providencia, es evidente que el proceso judicial adelantado ante la
justicia ordinaria laboral, cuyas pretensiones son completamente diferentes
al pretendido reconocimiento de la pensión de vejez, ha demostrado ser
mecanismo idóneo para la protección urgente e inmediata de los derechos
fundamentales del accionante en este caso particular.

38Según consulta realizada el 17 de febrero de 2020, el proceso No.


11001-31-05-007-2017-00447-01 de José Roberto Díaz Sarmiento en
contra de la Administradora Colombiana de Pensiones COLPENSIONES
ingresó a la Secretaría General de la Corte Suprema de Justicia el 13 de
noviembre de 2019 y se encuentra en espera para ser repartido al despacho
que por sorteo corresponda, en el cual se deberá decidir sobre su admisión.
https://procesos.ramajudicial.gov.co/procesoscs/ConsultaJusticias21.aspx?
EntryId=iKrQ9HJPCVfC93%2bGEqC0qjr7ZHc%3d
En suma, se acredita que el accionante cumple con las reglas
jurisprudenciales enunciadas anteriormente para entender cumplido el
requisito de subsidiariedad, pues (i) los medios de defensa judiciales a
disposición del actor para garantizar su derecho a la pensión de vejez no se
muestran idóneo ni eficaz frente a sus circunstancias específicas; (ii) el
derecho a la pensión de vejez del accionante no es objeto de discusión
dentro del proceso ordinario laboral; y (iii) pese a que la pretensión del
recurso extraordinario de casación en curso es que se declare la nulidad de
un traslado de régimen efectuado en el año 2000, se ha configurado en una
barrera para que Porvenir S.A. realice el estudio de fondo sobre el
reconocimiento y pago de la pensión de vejez del accionante.

Teniendo en cuenta las circunstancias del caso, para la Sala Séptima de


Revisión la acción de tutela es procedente como mecanismo transitorio y
excepcional para evitar la ocurrencia de un perjuicio irremediable,
específicamente al tratarse de una persona de 63 años, en circunstancias
económicas precarias y graves problemas de salud, que además, ha
efectuado todos los trámites a su disposición para lograr que Porvenir S.A.
realice el estudio de su solicitud de pensión de vejez.

Así las cosas, en el asunto objeto de revisión se evidencia el cumplimiento


de los presupuestos jurisprudenciales para la procedencia de la tutela como
mecanismo transitorio en tanto: (i) existe una afectación inminente y
actual de los derechos fundamentales al mínimo vital y a la seguridad
social como elemento temporal respecto del daño-; (ii) las circunstancias
especiales del actor requieren tomar medidas urgentes para prevenir un
perjuicio irremediable o restablecer sus garantías fundamentales; (iii)
la gravedad del perjuicio es tal que repercute en las condiciones materiales
de existencia del accionante como sujeto de especial protección
constitucional; y (iv) el carácter impostergable de las medidas hace
necesaria y urgente la intervención excepcional del juez de tutela para la
efectiva protección de los derechos en riesgo, teniendo en cuenta la edad
del tutelante y sus problemas de salud.

3.4. Inmediatez

En virtud del artículo 86 de la Constitución Política, esta Corporación ha


sostenido en reiterada jurisprudencia que la acción de tutela se puede
interponer “en todo momento y lugar” y, por ende, no tiene término de
caducidad39. No obstante lo anterior, dada su naturaleza como mecanismo

39 Sentencia SU 961 de 1999.


para la “protección inmediata”40 de los derechos fundamentales, se
entiende que su finalidad es la de dar una solución de carácter urgente a las
situaciones que tengan la potencialidad de generar una vulneración o
amenaza a garantías fundamentales.

Así, el juez constitucional debe analizar las circunstancias del caso para
establecer si existe un plazo razonable entre la formulación de la tutela y
el momento en el que se generó el hecho o la omisión que vulnera los
derechos fundamentales para determinar si se cumple con el requisito de
inmediatez.

La Corte ha establecido en su jurisprudencia ciertos elementos para


establecer la razonabilidad del término en el que fue interpuesta la
acción41, tales como (i) la existencia de razones válidas para la
inactividad, (ii) la permanencia del daño causado a los derechos
fundamentales y (iii) cuando la carga de interposición de la tutela en un
plazo razonable resulta desproporcionado, dada la situación de debilidad
manifiesta del accionante42.

Aplicadas estas reglas al caso bajo estudio, encuentra la Sala que el


accionante radicó solicitud de liquidación y proyección de su mesada
pensional ante Porvenir S.A. en febrero de 2017, posteriormente solicitó al
fondo accionado el reconocimiento y pago de su pensión de vejez, petición
que no fue resuelta de fondo según oficio proferido por la entidad
accionada en marzo de 2018.

Así las cosas, se tiene que hasta la fecha de formulación de la presente


acción de tutela (julio 2019), el actor no ha podido acceder a la prestación
pretendida pues el trámite administrativo que ha debido efectuar Porvenir
S.A. para el reconocimiento y pago de su pensión de vejez ha quedado
suspendido en el tiempo por más de dos años debido a un proceso
ordinario laboral en curso, mediante el cual no se discute el derecho
pensional sino la validez de un traslado de régimen.

Como quiera que Porvenir S.A. no ha adelantado el trámite administrativo


para el reconocimiento de la pensión de vejez del accionante, así como
tampoco ha recibido una respuesta oportuna de parte de la jurisdicción
ordinaria con respecto a su pretensión, requisito impuesto por Porvenir
S.A. para estudiar de fondo la solicitud de reconocimiento y pago de su

40 Artículo 86 de la Constitución Política de Colombia.


41 Ibídem.
42 Sentencia T-1028 de 2010. Reiterada en las Sentencias SU – 168 de 2017, T – 038 de 2017 y T-009 de 2019.
derecho, es evidente que el daño causado al accionante permanece en el
tiempo, en la medida en que no se ha dado solución a su estatus pensional.

Adicionalmente, se tiene que el señor José Roberto Díaz Sarmiento es un


adulto mayor43 que sufre de graves padecimientos de salud. En esa medida,
es claro que el actor es un sujeto de especial protección constitucional. Por
lo anterior, ha de concluirse que la acción de tutela satisface el presupuesto
de inmediatez.

4. Planteamiento del problema jurídico

4.1. Le corresponde a la Sala Séptima de Revisión resolver el siguiente


problema jurídico:

¿Vulnera la Administradora de Fondos de Pensiones y Cesantías Porvenir


S.A. los derechos fundamentales de un sujeto de especial protección
constitucional al mínimo vital y a la seguridad social, que cumple con los
requisitos para acceder a la garantía de pensión mínima en los términos del
artículo 65 de la Ley 100 de 1993, al condicionar el estudio de su petición
de reconocimiento pensional a la resolución de un recurso extraordinario
de casación mediante el cual no se discute el derecho pensional?

4.2. Para resolver el problema jurídico, la Sala examinará (i) el derecho a la


seguridad social en materia pensional, pensión de vejez y (ii) los requisitos
para acceder a la garantía de pensión mínima establecida en el artículo 65 de
la Ley 100 de 1993, para finalmente entrar a la solución del caso concreto.

4.2.1. El derecho a la seguridad social en materia pensional, pensión


de vejez. Reiteración de jurisprudencia

De acuerdo con el artículo 48 de la Carta Política el derecho a la seguridad


social se instituyó como un servicio público de carácter obligatorio que
debe ser suministrado por el Estado, bajo los términos establecidos por la
ley y en observancia a los principios de eficiencia, universalidad y
solidaridad. Asimismo, la seguridad social se configura como una garantía
de carácter irrenunciable e imprescriptible44.

43 En Sentencia T-252 de 2017, la Corte consideró que “es indispensable otorgar a los adultos mayores un trato
preferente para evitar la posible vulneración de sus derechos fundamentales.”

44T-222 de 2018.
En desarrollo del artículo 48 superior, se expidió la Ley 100 de 1993
mediante la cual se establece el Sistema de Seguridad Social Integral con
el fin de garantizar los derechos irrenunciables de toda persona que le
permitan obtener una calidad de vida acorde con la dignidad humana, a
través del cubrimiento de las contingencias económicas y de salud, así
como la prestación de servicios sociales complementarios45.

La referida norma consagra la estructura para ejercer el derecho 46 a la


seguridad social, cuya dirección, coordinación y control está a cargo del
Estado47 para la protección de las eventualidades que puedan afectarla.
Así, la Ley 100 de 1993 regula las contingencias aseguradas, las
instituciones que integran el sistema y los requisitos establecidos para
acceder a derechos prestacionales.

El Sistema General de Seguridad Social consagra la vejez como una de las


contingencias aseguradas cuya prestación consiste en la pensión de
jubilación para garantizar la vida en condiciones de dignidad del
pensionado y su familia48, como resultado del ahorro forzoso de una vida
de trabajo, por lo que esta Corte ha concluido que “no es una dádiva
súbita de la Nación, sino el simple reintegro que del ahorro constante
durante largos años, es debido al trabajador”49.

Esta Corporación ha definido la pensión de vejez como una prestación


económica que garantiza la subsistencia digna de las personas que durante
toda su vida laboral cotizaron al Sistema de Seguridad Social 50. Al
respecto, ha señalado:

“En la actualidad la pensión de vejez se define como “un


salario diferido del trabajador, fruto de su ahorro forzoso

45 Artículo 7º ibídem.
46 Art. 8º: “El Sistema de Seguridad Social Integral es el conjunto armónico de entidades públicas y privadas,
normas y procedimientos y está conformado por los regímenes generales establecidos para pensiones, salud,
riesgos laborales y los servicios sociales complementarios que se definen en la presente ley”.

47 Artículo 5º Ley 100 de 1993.


48 Sentencia T-397 de 2017.
49 Sentencia C-546 de 1992.
50Sentencia T-429 de 2017.
durante toda una vida de trabajo -20 años -, es decir, que el
pago de una pensión no es una dádiva súbita de la Nación, sino
el simple reintegro que del ahorro constante durante largos
años, es debido al trabajador”51.

Este derecho pensional se concede a quienes cumplen con los requisitos


legales establecidos según el régimen aplicable al caso.

El sistema general de pensiones está compuesto por dos regímenes


solidarios, coexistentes y excluyentes, a saber:

a) Régimen de Prima Media con Prestación Definida –RSMP

Es un régimen solidario donde las cotizaciones y rendimientos de los


afiliados van a un fondo común de naturaleza pública. En ese orden, la
administradora está en la obligación de garantizar la pensión, una vez se
cumplan los requisitos legales, con el respaldo estatal que garantiza el
pago de los beneficios a que se hacen acreedores los afiliados52.

El régimen se define como de prestación definida en razón a las


condiciones y requisitos para acceder a la pensión. Así, se establece el
valor de la pensión según el promedio de los últimos diez años del salario
y a una tasa de retorno variable teniendo en cuenta las semanas cotizadas.
En caso de que no se cumplan los requisitos para acceder a la pensión el
cotizante tiene derecho a una indemnización sustitutiva como
compensación53.

Inicialmente, la Ley 100 de 1993 en su artículo 31 establecía que para


acceder a la pensión en el Régimen de Prima Media con Prestación
Definida, el afiliado debía acreditar 1000 semanas cotizadas y haber
cumplido cincuenta y cinco y sesenta años de edad, las mujeres y los
hombres, respectivamente. No obstante, la Ley 797 de 2003 lo modificó
estableciendo que a partir del año 2014 la edad se incrementaría a
cincuenta y siete y sesenta y dos años, para las mujeres y hombres,
respectivamente. En cuanto al número de semanas cotizadas, a partir del

51 Sentencia C-107 de 2002.


52 Artículo 32 de la Ley 100 de 1993.
53 Ley 100 de 1993. “Artículo 37. Indemnización sustitutiva de la pensión de vejez. Las personas que habiendo
cumplido la edad para obtener la pensión de vejez no hayan cotizado el mínimo de semanas exigidas, y declaren su
imposibilidad de continuar cotizando, tendrán derecho a recibir, en sustitución, una indemnización equivalente a un
salario base de liquidación promedio semanal multiplicado por el número de semanas cotizadas; al resultado así
obtenido se le aplica el promedio ponderado de los porcentajes sobre los cuales haya cotizado el afiliado”.
año 2005 se aumentó en 50 y a partir del 2006 aumentó en 25 cada año
hasta llegar a las 1300 semanas en el año 201554.

b) Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad –RAIS

El artículo 59 de la Ley 100 de 1993 lo define como “el conjunto de


entidades, normas y procedimientos, mediante los cuales se administran
los recursos privados y públicos destinados a pagar las pensiones y
prestaciones que deban reconocerse a sus afiliados”.

Este régimen comprende el ahorro proveniente de las cotizaciones y sus


respectivos rendimientos financieros, la solidaridad a través de garantías
de pensión mínima y aportes al fondo de solidaridad que realicen sus
afiliados.
Así, el afiliado es titular de una cuenta individual de ahorro manejada por
una administradora de fondos de pensiones que centra su efectividad en la
acumulación del capital.

Dichas cotizaciones se dividen en (i) los aportes a la cuenta de ahorro


individual; (ii) el pago de las primas de seguro para cubrir las pensiones de
invalidez y de sobrevivientes y la asesoría para la contratación de la renta
vitalicia; (iii) la financiación del Fondo de Solidaridad Pensional; y (iv) el
cubrimiento del costo de la administración del fondo55.

El conjunto de las cuentas de ahorro individual pasan a formar parte del


patrimonio de los afiliados y el fondo tiene la obligación de garantizar una
rentabilidad mínima. En todo caso, las actividades desplegadas por las
administradoras de los fondos están sujetas a la vigilancia y control de la
Superintendencia Financiera56.

En el Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad la pensión se causa


cuando el afiliado cumple con la condición de reunir en la cuenta
individual de ahorro el capital requerido para financiar la mesada en una
cuantía proporcional a los valores acumulados. En esa medida, este
54 Ley 100 de 1993. “Artículo 33. Requisitos para obtener la pensión de vejez. <Artículo modificado por el
artículo 9 de la Ley 797 de 2003. El nuevo texto es el siguiente:> Para tener el derecho a la Pensión de Vejez, el
afiliado deberá reunir las siguientes condiciones:
1. Haber cumplido cincuenta y cinco (55) años de edad si es mujer o sesenta (60) años si es hombre.
A partir del 1o. de enero del año 2014 la edad se incrementará a cincuenta y siete (57) años de edad para la mujer,
y sesenta y dos (62) años para el hombre.
2. Haber cotizado un mínimo de mil (1000) semanas en cualquier tiempo.
A partir del 1o. de enero del año 2005 el número de semanas se incrementará en 50 y a partir del 1o.de enero de
2006 se incrementará en 25 cada año hasta llegar a 1.300 semanas en el año 2015”.

55 Artículo 60 de la Ley 100 de 1993.


56 Artículo 52 de la Ley 100 de 1993.
régimen se separa del requisito de la edad y del tiempo de cotizaciones ya
que lo determinante es la cantidad cotizada por el trabajador.

Asimismo, la Ley 100 de 1993 establece que en el RAIS los afiliados


tienen derecho al reconocimiento y pago de las pensiones de vejez, de
invalidez y de sobrevivientes, así como de las indemnizaciones, cuya
cuantía dependerá de los aportes de los afiliados y empleadores, sus
rendimientos financieros, y de los subsidios del Estado, cuando a ellos
hubiere lugar.

En caso de no tener el capital suficiente para obtener la pensión, el


sistema prevé un mecanismo de devolución de la totalidad de los saldos.
En todo caso, los recursos de las cuentas individuales estarán invertidos en
Fondos de Pensiones y el patrimonio de las entidades administradoras
debe garantizar el pago de la rentabilidad mínima y el desarrollo del
negocio de administración del fondo de pensiones.

El artículo 64 de la Ley 100 de 1993 establece que los afiliados al


Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad tendrán derecho a una
pensión de vejez, a la edad que escojan, siempre y cuando el capital
acumulado en su cuenta de ahorro individual les permita obtener una
pensión mensual, superior al 110% del salario mínimo legal mensual
vigente a la fecha de expedición de la referida norma, reajustado
anualmente según la variación porcentual del Índice de Precios al
Consumidor certificado por el DANE.

Seguidamente, el precepto aclara que en los casos en que el trabajador


decida continuar cotizando, el empleador estará obligado a efectuar las
cotizaciones a su cargo, mientras dure la relación laboral, legal o
reglamentaria, y hasta la fecha en la cual el trabajador cumpla sesenta (60)
años si es mujer y sesenta y dos (62) años de edad si es hombre.

En todo caso, el artículo 65 de la Ley 100 de 1993 le asigna al Estado la


obligación de otorgar una garantía de pensión mínima de vejez a quienes
después de cumplir con la edad legalmente estipulada y de haber cotizado
1.150 semanas no han alcanzado a generar la pensión mínima
correspondiente a un SMLMV.
4.2.2. Requisitos para acceder a la garantía de pensión mínima
establecida en el artículo 65 de la Ley 100 de 1993

Ley 100 de 1993 establece la garantía de pensión mínima, en desarrollo


del principio de solidaridad57, a la cual pueden acceder los afiliados al
Sistema General de Seguridad Social en Pensiones que hayan alcanzado la
edad de jubilación pero sus cotizaciones o el monto de las mismas no les
permitan obtener la pensión mínima de que trata el artículo 35 de esa
norma.

Esta Corporación en la Sentencia T-009 de 2019 citó la definición dada


por la Superintendencia Financiera de Colombia, a la pensión mínima
contemplada en el artículo 65 de la Ley 100 de 1993. Así, en esa
oportunidad se indicó que “esta garantía se puede definir como el
beneficio económico que reconoce el Estado a través de la Oficina de
Bonos Pensionales del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, para
aquellos afiliados que a pesar de contar con la edad para pensionarse
( 62 años de edad, en el caso de los hombres y, 57 si son mujeres), no
cuentan con el capital necesario para generar una pensión mínima,
habiendo cotizado por lo menos 1150 semanas (para lo cual deberán
contabilizarse las semanas incluidas en el cálculo del Bono Pensional),
caso en el cual el afiliado tendrá derecho a que el Estado le complete la
parte que haga falta para obtener una pensión mínima”58.

Así las cosas, los afiliados al Sistema de Seguridad Social en Pensiones


que cumplan con los requisitos establecidos en el artículo 65 de la Ley 100
de 1993 tendrán derecho al reconocimiento y pago de una pensión mínima
de vejez, equivalente al monto de un salario mínimo legal mensual
vigente59.

Los referidos requisitos para el reconocimiento de la garantía de pensión


mínima consisten en: (i) haber cumplido 62 años de edad si son hombres y
57 años si son mujeres y (ii) tener cotizadas por lo menos 1.150 semanas.

57 “ARTÍCULO 2o. PRINCIPIOS. El servicio público esencial de seguridad social se prestará con
sujeción a los principios de eficiencia, universalidad, solidaridad, integralidad, unidad y
participación: // (…)
c. SOLIDARIDAD. Es la práctica de la mutua ayuda entre las personas,
las generaciones, los sectores económicos, las regiones y las comunidades
bajo el principio del más fuerte hacia el más débil.”
58 Superintendencia Financiera de Colombia. Concepto 2009066014-001
del 22 de octubre de 2009.
59 Artículo 2.2.1.1.8 del Decreto Único Reglamentario 1833 de 2016.
Una vez verificado el cumplimiento de lo establecido en el artículo 65 de
la Ley 100 de 1993, el Estado debe completar la parte que haga falta para
que las personas puedan obtener la pensión mínima 60, siempre y cuando la
suma de las pensiones, rentas y remuneraciones que recibe el afiliado no
sea superior a lo que le correspondería como pensión mínima61.

Por su parte, el artículo 2.2.5.4.2 del Decreto 1833 2016 62 establece que en
el Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad la garantía de la pensión
mínima se financiará con los recursos de la cuenta de ahorro individual,
incluyendo los aportes voluntarios si los hubiere, con el valor de los bonos
y/o títulos pensionales cuando a ello hubiere lugar y, cuando éstos se
agotaren, con las sumas mensuales adicionales a cargo de la Nación.

Para el pago de las garantías de pensión mínima la administradora de


pensiones o la aseguradora que tenga a su cargo las pensiones debe
realizar los trámites necesarios en nombre del afiliado ante la Oficina de
Bonos Pensionales63. En todo caso, el fondo de pensiones iniciará los
pagos mensuales de la respectiva pensión con cargo a la cuenta de ahorro
individual, previo reconocimiento de la citada Oficina de Bonos
Pensionales del derecho a la garantía de pensión mínima, que se deberá
efectuar en un plazo no superior a cuatro meses contados a partir del
recibo de la solicitud de la pensión64.

Sobre el pago de la referida mesada pensional el citado decreto indica que


el Ministerio de Hacienda y Crédito Público establecerá mediante
resolución, y previa consulta con la Superintendencia Financiera de
Colombia, las fórmulas para el cálculo del saldo de una cuenta individual
suficiente para cubrir vitaliciamente una pensión mínima. Lo anterior, en
desarrollo del artículo 83 de la Ley 100 de 1993 65, una vez verificado por
60 Artículo 65 de la Ley 100 de 1993.
61 Artículo 84 de la Ley 100 de 1993. Con respecto a esto, el artículo 2.2.5.4.3 del Decreto Único Reglamentario
1833 de 2016 dispone que “las entidades administradoras y las aseguradoras verificarán con la información a su
alcance, que el afiliado o los beneficiarios, según el caso, no se encuentren en los supuestos del presente artículo.
En todo caso el afiliado manifestará bajo la gravedad del juramento que los ingresos que percibe mensualmente no
superan el límite requerido para acceder a la garantía de pensión mínima.”.

62Por medio del cual se compilan las normas del Sistema General de Pensiones.
63Artículo 83 de la Ley 100 de 1993.
64 Artículo 2.2.5.5.1 del Decreto Único Reglamentario 1833 de 2016.
65 ARTÍCULO 83. PAGO DE LA GARANTIA. Para las personas que tienen acceso a las garantías estatales de
pensión mínima, tales garantías se pagarán a partir del momento en el cual la anualidad resultante del cálculo de
retiro programado sea inferior a doce veces la pensión mínima vigente, o cuando la renta vitalicia a contratar con el
capital disponible, sea inferior a la pensión mínima vigente.
La administradora o la compañía de seguros que tenga a su cargo las pensiones, cualquiera sea la modalidad de
pensión, será la encargada de efectuar, a nombre del pensionado, los trámites necesarios para que se hagan efectivas
parte de la AFP el cumplimiento de los requisitos contenidos en el artículo
65 de ese cuerpo normativo.

Análisis del caso concreto

En el presente caso, el accionante pretende el amparo de sus derechos


fundamentales al considerar que estos fueron vulnerados por la entidad
accionada al negarse a tramitar el reconocimiento de su pensión de vejez
al argumentar que actualmente se encuentra en curso un recurso
extraordinario de casación (proceso ordinario laboral) mediante el cual se
cuestiona la validez del traslado efectuado por el actor al Régimen de
Ahorro Individual con Solidaridad, en el año 2000.

A partir del acervo probatorio aportado al expediente original de la acción


de tutela, es posible para la Sala establecer lo siguiente:

(i) El accionante cumplió 63 años de edad el 20 de julio de 201966.

(ii) De acuerdo con la historia laboral expedida por Porvenir S.A. el 3 de


septiembre de 2018, el actor cuenta actualmente con un total de mil
quinientas noventa y cinco semanas de cotización para pensiones en el
Sistema de Seguridad Social. Discriminadas de la siguiente manera: a
COLPENSIONES (ISS) 738 semanas, a otras administradoras 70
semanas, y a Porvenir S.A. 787 semanas67.

(iii) Porvenir S.A. le informó al accionante que no era posible tramitar la


solicitud de pensión de vejez formulada toda vez que existía un recurso
extraordinario de casación en curso; circunstancia esta que impedía
realizar el estudio pertinente para determinar si el actor cumplía con los
requisitos para acceder a la prestación solicitada.

(iv) Al dar contestación a la acción de tutela de la referencia, Porvenir S.A.


le manifestó al Juzgado Sesenta y Ocho de Pequeñas Causas y
Competencia Múltiple de Bogotá D.C. que con el capital existente en la
cuenta de ahorro individual del actor no era posible financiar una pensión
de vejez68 en los términos del artículo 64 de la Ley 100 de 1993.

las garantías de pensión mínima.

66Según la cédula de ciudanía del accionante nació el 20 de julio de 1956.


67Folios 4 al 12.
68 Oficio de respuesta de Porvenir S.A. dirigido al juez de primera instancia el 11 de julio de 2019. Folio 121.
La Sala reitera que el artículo 65 de la Ley 100 de 1993 69 establece que el
afiliado (hombre) al Sistema General de Pensiones, indistintamente del
régimen, tendrá derecho a una pensión mínima de vejez cuando cumpla
los 62 años de edad y hubiese cotizado por lo menos mil ciento cincuenta
semanas (1.150).

Pese a que Porvenir S.A. informó que el accionante no cuenta con el


capital acumulado en su cuenta de ahorro individual que le permita
obtener una pensión superior al 110% del salario mínimo legal mensual,
en los términos del artículo 64 de la Ley 100 de 1993, la Sala verifica que
sí cumple con todos los requisitos para acceder a la garantía de pensión
mínima según lo establece el artículo 65 de esa norma.

Para esta Corporación no es de recibo que la entidad accionada manifieste


su imposibilidad para gestionar la solicitud de pensión de vejez de su
afiliado hasta que no se surta el trámite del recurso extraordinario de
casación en contra de la decisión proferida por la Sala Laboral del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá D.C. el 20 de febrero de
2019; toda vez que, es incierto el plazo que le puede tomar a la Corte
Suprema de Justicia para resolver el referido asunto; circunstancia esta que
generaría una vulneración de los derechos fundamentales al mínimo vital y
a la seguridad social del actor por causas no atribuibles a este.

La Sala considera que al actor se le vulneró el derecho de petición y, en


particular, el derecho a obtener una respuesta clara, precisa y congruente.
En efecto, su solicitud se dirigía puntualmente al reconocimiento de su
pensión de vejez, por lo que el fondo de pensiones accionado, en ejercicio
de sus funciones, ha debido contestar de fondo, en lugar de ello, presentó
una respuesta general en la que se limita a indicar que no era procedente
tramitar su petición puesto que se encontraba en curso un proceso
extraordinario de casación. Ello implicó la ausencia de una respuesta
específica frente al contenido de la pretensión ante referida.

Dadas las dilaciones que ha tenido que soportar el demandante dentro del
proceso judicial adelantado ante la jurisdicción ordinaria laboral y
teniendo en cuenta que en dicho asunto no se discute su derecho pensional,
sino la validez de su traslado al RAIS, encuentra esta Sala que es
completamente desproporcionado frente a los derechos fundamentales del
69 ARTÍCULO 65. GARANTÍA DE PENSIÓN MÍNIMA DE VEJEZ. “Los afiliados que a los sesenta y dos (62)
años de edad si son hombres y cincuenta y siete (57) si son mujeres, no hayan alcanzado a generar la pensión
mínima de que trata el artículo 35 de la presente Ley, y hubiesen cotizado por lo menos mil ciento cincuenta
semanas (1.150), tendrán derecho a que el Gobierno Nacional, en desarrollo del principio de solidaridad, les
complete la parte que haga falta para obtener dicha pensión.
PARÁGRAFO. Para efectos del cómputo de las semanas a que se refiere el presente artículo se tendrá en cuenta lo
previsto en los parágrafos del artículo 33 de la presente Ley”.
accionante exigirle que debe esperar hasta que se resuelva el recurso
extraordinario de casación ante la Corte Suprema de Justicia, trámite que
podría tardar hasta cinco años dada la congestión judicial que atraviesa esa
Corporación, debido a los problemas estructurales de la administración de
justicia70.

La Sala observa que, desde el espectro de los derechos fundamentales,


resulta excesivo que el actor tenga que esperar a que se resuelva el recurso
extraordinario de casación para que Porvenir S.A. inicie los trámites
administrativos sobre el reconocimiento pensional solicitado en el presente
caso, pues desconoce las condiciones de vulnerabilidad del peticionario,
tales como, la edad, su estado de salud y la incapacidad de soportar la
resolución del recurso extraordinario de casación sin medios de
subsistencia, las cuales requieren una atención urgente por parte de la
entidad accionada, más aun cuando en dicha instancia la Corte Suprema de
Justicia no se pronunciará sobre su derecho a la pensión de vejez.
Adicional al hecho de que se pudo demostrar la acreditación de los
requisitos legales para acceder a una pensión mínima.

Por todo lo anterior, la Sala considera que en el presente caso la acción de


tutela es procedente como mecanismo transitorio por cuanto las vías
ordinarias de defensa judicial no impiden la ocurrencia del perjuicio
irremediable que enfrenta el actor, conforme a las especiales
circunstancias que quedaron demostradas en el presente trámite de
revisión. Así, exigirle que aguarde a que la jurisdicción ordinaria resuelva
el recurso extraordinario de casación para proceder a realizar el análisis de
reconocimiento y pago de su mesada pensional sería demasiado gravoso y
generaría la desprotección de sus derechos fundamentales.

En conclusión, existe certeza de que el actor cuenta con 63 años de edad y


mil quinientas noventa y cinco semanas cotizadas al Sistema de Seguridad
Social en pensiones, por tanto cumple con los presupuestos para el
reconocimiento transitorio de la garantía de pensión mínima de vejez, de
conformidad con lo normado por el artículo 65 de la Ley 100 de 1993, con
lo cual se resguardan sus derechos fundamentales al mínimo vital y a la

70Según consulta realizada el 17 de febrero de 2020, el proceso No.


11001-31-05-007-2017-00447-01 de José Roberto Díaz Sarmiento en
contra de la Administradora Colombiana de Pensiones COLPENSIONES
ingresó el 13 de noviembre de 2019 a la Secretaría General de la Corte
Suprema de Justicia y se encuentra en espera para ser repartido al
despacho que por sorteo corresponda, en el cual se deberá decidir sobre su
admisión. https://procesos.ramajudicial.gov.co/procesoscs/ConsultaJusticias21.aspx?
EntryId=iKrQ9HJPCVfC93%2bGEqC0qjr7ZHc%3d
seguridad social y, en adición, se evita la ocurrencia de un perjuicio
irremediable por la falta de la prestación social.

Por lo anterior, el señor José Roberto Díaz Sarmiento deberá aportar la


declaración juramentada de que trata el artículo 2.2.5.4.3 del Decreto 1833
de 2016. A saber: “(…) el afiliado manifestará bajo la gravedad del
juramento que los ingresos que percibe mensualmente no superan el límite
requerido para acceder a la garantía de pensión mínima.”, con el fin de
que la entidad accionada inicie los trámites de reconocimiento y pago de la
garantía de pensión mínima de vejez.

Esta Corporación precisa que la anterior determinación tendrá efectos


hasta tanto el juez natural, es decir, la Sala Laboral de la Corte Suprema de
Justicia se pronuncie de manera definitiva frente al recurso extraordinario
de casación, como quiera que en la actualidad la sentencia que decidió
sobre la validez del traslado del accionante al Régimen de Ahorro
Individual con Solidaridad no se encuentra en firme.

Asimismo, la Sala Séptima de Revisión de la Corte Constitucional aclara


que en el evento en que la Corte Suprema de Justicia decida decretar la
nulidad del traslado efectuado por el accionante al Régimen de Ahorro
Individual con Solidaridad y ordene que para todos los efectos legales se
tenga al señor José Roberto Díaz Sarmiento como afiliado al Régimen de
Prima Media con Prestación Definida, administrado por
COLPENSIONES, será el juez ordinario laboral la autoridad judicial
competente para pronunciarse sobre los valores que por concepto de
capital acumulado se deban trasladar al nuevo fondo. Así como, sobre las
compensaciones y otras sumas de dineros que se hayan podido causar
desde el momento en que el actor cumplió con los requisitos legales para
el reconocimiento de su pensión de vejez.

En consecuencia, se revocará la sentencia proferida por el Juzgado


Veintiocho Civil del Circuito de Bogotá D.C. el veintiséis (26) de agosto de
dos mil diecinueve (2019), que confirmó el fallo dictado por el Juzgado
Sesenta y Ocho de Pequeñas Causas y Competencia Múltiple de Bogotá
D.C. el quince (15) de julio de dos mil diecinueve (2019), mediante el cual
se negó el amparo constitucional deprecado por el accionante.

En su lugar, se concederá el amparo de los derechos fundamentales de


petición, al mínimo vital y a la seguridad social del accionante. Por lo
tanto, se ordenará a Porvenir S.A. que una vez el accionante aporte a esa
entidad la declaración juramentada de que trata el artículo 2.2.5.4.3 del
Decreto 1833 de 2016, inicie las gestiones pertinentes ante la Oficina de
Bonos Pensionales para el reconocimiento de la garantía de pensión
mínima a nombre del señor José Roberto Díaz Sarmiento. En todo caso, el
fondo de pensiones iniciará los pagos mensuales de la respectiva pensión
con cargo a la cuenta de ahorro individual del accionante, previo
reconocimiento del derecho a la garantía de pensión mínima, dentro del
término de treinta (30) días contados a partir de la recepción de la referida
declaración juramentada. Lo anterior, en atención a la situación de
vulnerabilidad en la que se encuentra el accionante.

El reconocimiento y pago de la garantía de pensión mínima a nombre del


señor José Roberto Díaz Sarmiento se efectuará de manera transitoria hasta
que la Corte Suprema de Justicia –Sala de Casación Laboral- se pronuncie
definitivamente frente al recurso extraordinario de casación
correspondiente al proceso ordinario laboral No. 007-2017-00447-01, con
fundamento en lo expuesto en esta sentencia y en atención a que el actor
cumple con los requisitos exigidos en el artículo 65 de la Ley 100 de 1993.

III. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Sala Séptima de Revisión de la Corte


Constitucional, administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato
de la Constitución,

RESUELVE

PRIMERO.- REVOCAR la sentencia proferida por el Juzgado Veintiocho


Civil del Circuito de Bogotá D.C. el veintiséis (26) de agosto de dos mil
diecinueve (2019), que confirmó la decisión del Juzgado Sesenta y Ocho de
Pequeñas Causas y Competencia Múltiple de Bogotá D.C. el quince (15) de
julio de dos mil diecinueve (2019), que negó el amparo de los derechos
deprecados en la acción de tutela de la referencia. En su lugar
CONCEDER el amparo de los derechos fundamentales de petición, al
mínimo vital y a la seguridad social del señor José Roberto Díaz Sarmiento.

SEGUNDO.- INSTAR al señor José Roberto Díaz Sarmiento para que,


dentro de los tres (3) días siguientes a la notificación de esta providencia,
allegue a Porvenir S.A. la declaración juramentada de que trata el artículo
2.2.5.4.3 del Decreto 1833 de 2016.

TERCERO.- ORDENAR a la Administradora de Fondos de Pensiones y


Cesantías Porvenir S.A. que una vez el accionante aporte a esa entidad la
declaración juramentada referida en el ordinal segundo de esta sentencia,
inicie las gestiones pertinentes ante la Oficina de Bonos Pensionales para el
reconocimiento de la garantía de pensión mínima a nombre del señor José
Roberto Díaz Sarmiento. En todo caso, el fondo de pensiones iniciará los
pagos mensuales de la respectiva pensión con cargo a la cuenta de ahorro
individual del accionante, previo reconocimiento del derecho a la garantía
de pensión mínima, dentro del término de treinta (30) días contados a partir
de la recepción de la referida declaración juramentada.

El reconocimiento y pago de la garantía de pensión mínima a nombre del


señor José Roberto Díaz Sarmiento se efectuará de manera transitoria hasta
que la Corte Suprema de Justicia –Sala de Casación Laboral- se pronuncie
definitivamente frente al recurso extraordinario de casación
correspondiente al proceso ordinario laboral No. 007-2017-00447-01, con
fundamento en lo expuesto en esta sentencia y en atención a que el actor
cumple con los requisitos exigidos en el artículo 65 de la Ley 100 de 1993.

CUARTO.- Por Secretaría General líbrese la comunicación prevista en el


artículo 36 del Decreto 2591 de 1991.

Comuníquese, notifíquese y cúmplase.

CRISTINA PARDO SCHLESINGER


Magistrada

JOSÉ FERNANDO REYES CUARTAS


Magistrado
Con salvamento de voto

ALBERTO ROJAS RÍOS


Magistrado

MARTHA VICTORIA SÁCHICA MÉNDEZ


Secretaria General
SALVAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO
JOSÉ FERNANDO REYES CUARTAS
A LA SENTENCIA T-318/20

ACCION DE TUTELA PARA RECONOCIMIENTO DE


PRESTACIONES PENSIONALES-Fue inadecuado el estudio de
los requisitos de procedencia (inmediatez y subsidiariedad), para
determinar la procedencia del amparo como mecanismo transitorio o
definitivo (Salvamento de voto)

ACCION DE TUTELA PARA RECONOCIMIENTO DE LA


GARANTIA DE PENSION MINIMA-No es exigible que el
accionante presente la declaración de que trata el artículo 84 de la
Ley 100 de 1993 (Salvamento de voto)

ACCION DE TUTELA PARA RECONOCIMIENTO DE


PRESTACIONES PENSIONALES-No se debió condicionar el
amparo transitorio a la resolución del recurso extraordinario de
casación (Salvamento de voto)

En el momento en el que la Sala de Casación Laboral emita su decisión


perderá efectos el amparo concedido en esta ocasión, y como allí no se
debate nada relacionado con el reconocimiento pensional, perderá el
derecho y se podría ver expuesto a una situación similar a la que se
encontraba.

Con el acostumbrado respeto por las decisiones de la Corte Constitucional,


presento salvamento de voto a la providencia proferida en el asunto de la
referencia.

1. En esta ocasión, la Sala se ocupó de resolver la acción de tutela que


presentó el señor José Roberto Díaz Sarmiento contra la Administradora
de Fondos de Pensiones y Cesantías Porvenir S.A. al considerar que se
vulneraron sus derechos fundamentales a la vida, a la seguridad social, al
mínimo vital y a la “Protección de la Tercera Edad”. En este sentido,
reprochó que esa entidad no le reconoció de forma transitoria la pensión
de vejez a la que considera tiene derecho debido a que se encuentra en
trámite un proceso ordinario laboral encaminado a declarar la nulidad del
traslado al régimen de ahorro individual con solidaridad que efectuó el 22
de julio de 1999.
2. El Juzgado Sesenta y Ocho de Pequeñas Causas y Competencia
Múltiple de Bogotá declaró improcedente la acción de tutela al considerar
que no se encontraba satisfecho el requisito de subsidiariedad. El Juzgado
Veintiocho Civil del Circuito de Bogotá confirmó la decisión del a quo,
por el mismo motivo que aquel.

3. La Sala Octava de Revisión, por medio de la sentencia T-318 de 2020,


revocó las decisiones de instancia y, en su lugar, concedió el amparo
transitorio de los derechos fundamentales de petición, al mínimo vital y a
la seguridad social del accionante. En consecuencia, le ordenó a Porvenir
S.A. que, una vez el peticionario aporte la declaración juramentada de que
trata el artículo 2.2.5.4.3 del Decreto 1833 de 2016, inicie las gestiones
pertinentes ante la Oficina de Bonos Pensionales para el reconocimiento
de su garantía de pensión mínima. En todo caso, aclaró que el fondo de
pensiones debía pagar la pensión con cargo a la cuenta de ahorro
individual del accionante dentro de los 30 días siguientes a la recepción de
la declaración juramentada, y que el reconocimiento y pago de la garantía
de pensión mínima se efectuará de manera transitoria hasta que la Corte
Suprema de Justicia se pronuncie definitivamente frente al recurso
extraordinario de casación que se encuentra en curso.

4. Si bien comparto la conclusión a la que llegó la decisión en torno al


cumplimiento de los requisitos para acceder a la garantía de pensión
mínima, me veo precisado a salvar mi voto por cuanto considero que
existían dudas en relación con la superación de los requisitos de
procedibilidad formal de la acción de tutela y que el remedio judicial, tal
como quedó presentado, adolece de falencias. A continuación, profundizo
acerca de cada uno de estos aspectos:

El análisis de subsidiariedad e inmediatez

5. Como fundamento de su decisión, la Sala consideró que en el presente


caso la acción de tutela era procedente como mecanismo transitorio por
cuanto las vías ordinarias de defensa judicial no impedían la posible
ocurrencia de un perjuicio irremediable. Esto en concordancia con las
circunstancias en las que se encuentra el actor. Por ello, explicó que
exigirle que espere a que la jurisdicción ordinaria resuelva el recurso
extraordinario de casación para proceder a realizar el análisis de
reconocimiento y pago de su mesada pensional sería demasiado gravoso y
generaría la desprotección de sus derechos fundamentales. En cuanto al
fondo del asunto, explicó que existe certeza de que el actor tiene 63 años y
1595 semanas de cotización, por lo que cumple los requisitos para acceder
transitoriamente a la garantía de pensión mínima de vejez.
6. De igual modo, es importante tener en cuenta que la sentencia explicó
que la acción de tutela procede como mecanismo definitivo cuando el
medio ordinario de defensa carece de idoneidad y eficacia. Más adelante,
sin embargo, expresó que en el asunto de la referencia “(i) los medios de
defensa judiciales y administrativos a disposición del actor para
garantizar su derecho a la pensión de vejez no se muestran idóneo (sic) ni
eficaces frente a sus circunstancias específicas”. A pesar de ello, resolvió
que en este caso el amparo se debe conceder de forma transitoria, para lo
cual efectúa un análisis de los parámetros que ha establecido la Corte sobre
ese tema.

7. En mi criterio, la conclusión que presenta la providencia resulta


incoherente. Tal como lo menciona la decisión, esta Corporación ha
reconocido que una persona puede recurrir a la acción de tutela para
obtener una solución definitiva a la problemática en la que se encuentra
cuando no existen mecanismos judiciales ordinarios de defensa o cuando,
en su defecto, estos no poseen la idoneidad o eficacia necesaria para
proteger los derechos fundamentales presuntamente vulnerados 71.
Asimismo, ha indicado que la acción de tutela procede como mecanismo
transitorio de protección cuando se persigue evitar la consumación un
perjuicio irremediable. Esto ocurre cuando la amenaza de lesión es (i)
inminente, (ii) requiere de medidas urgentes para ser conjurada, (iii) se trata
de un perjuicio grave, y (iv) solamente puede ser evitada a partir de la
implementación de acciones impostergables72.

8. En esa medida, la Sala no puede sostener, por un lado, que el medio


ordinario de defensa no es idóneo y eficaz, con lo cual procedería el
reconocimiento de una protección definitiva; y, por el otro, decidir que el
amparo debe ser transitorio. Aunado a lo anterior, considero que el análisis
que llevó a cabo el fallo en punto de subsidiariedad e inmediatez es
inadecuado, debido a que, entre otras cosas, presenta aseveraciones sin un
fuerte apoyo probatorio. Sostiene, por ejemplo, que la falta de
reconocimiento de la pensión de vejez afecta el mínimo vital del
accionante. A pesar de ello, por ejemplo, no existe información acerca de la
situación socioeconómica de su núcleo familiar.

9. La sentencia también refirió que desde 2017 “el actor ha presentado


diferentes y sucesivas solicitudes a Porvenir S.A. con el fin de lograr el
71 Sentencias T-151 de 2019, T-495 de 2018, T-472 de 2018, T-395 de
2018, T-548 de 2017, T-408 de 2016, T-040 de 2016, T-596 de 2015, SU-
772 de 2014, T-677 de 2014, T-620 de 2014 y T-582 de 2010, entre otras.
72 Sentencias T-146 de 2019, T-495 de 2018, SU-498 de 2016, SU-355 de
2015, T-956 de 2013 y T-705 de 2012.
reconocimiento y pago del referido derecho pensional”. No obstante, a
partir de la información que obra en el expediente solamente se tiene
noticia acerca de tres requerimientos, de los cuales únicamente uno estaba
encaminado al reconocimiento de la pensión de vejez. Sobre la petición del
2017 solamente se tiene información en el hecho 7 de la demanda, donde
menciona que solicitó la liquidación y proyección de su mesada pensional,
sin hacer mención al reconocimiento. En relación con la solicitud que
respondió Porvenir S.A. en marzo de 2018, se concluye que la misma
exclusivamente estaba relacionada con el traslado de régimen. Finalmente,
la respuesta que obra a folios 23 y 24 del cuaderno de instancia sí tiene que
ver con el reconocimiento de la mesada pensional. No obstante, la misma
no tiene fecha.

10. En suma, además de la enfermedad que padece el accionante no


encuentro que exista algún motivo que habilite la procedencia de la acción
de tutela. Lo anterior, sin embargo, no implica que en este caso se haya
debido simplemente declarar improcedente la acción de tutela. En mi
criterio, ante la existencia de esta serie de inquietudes y de vacíos la Corte
ha debido recurrir a la facultad que le otorga el reglamento interno de la
Corporación con la finalidad de solicitar elementos de juicio que le
permitieran tener una comprensión más clara de la situación en la que se
encontraba el actor y de las solicitudes que había efectuado con la finalidad
de acceder a la prestación reclamada73.

Los requisitos para acceder a la garantía de pensión mínima

73 Acuerdo 02 del 22 de julio de 2015, artículo 64: “Pruebas en revisión


de tutelas. Con miras a la protección inmediata y efectiva del derecho
fundamental vulnerado y para allegar al proceso de revisión de tutela
elementos de juicio relevantes, el Magistrado sustanciador, si lo considera
pertinente, decretará pruebas. Una vez se hayan recepcionado, se pondrán
a disposición de las partes o terceros con interés por un término no mayor
a tres (3) días para que se pronuncien sobre las mismas, plazo durante el
cual el expediente quedará en la Secretaría General. En el evento de
decretar pruebas, la Sala respectiva podrá excepcionalmente ordenar que
se suspendan los términos del proceso, cuando ello fuere necesario. En
todo caso, la suspensión no se extenderá más allá de tres (3) meses
contados a partir del momento en que se alleguen las pruebas, salvo que
por la complejidad del asunto, el interés nacional o la trascendencia del
caso, sea conveniente un término mayor, que no podrá exceder de seis (6)
meses, el cual deberá ser aprobado por la Sala de Revisión, previa
presentación de un informe por el magistrado ponente”.
11. En lo que respecta al remedio judicial presentado, encuentro que en el
fallo se sostiene que una vez satisfechas las exigencias de que trata el
artículo 65 de la Ley 100 de 1993, el Estado debe completar la parte que
haga falta para reconocer la garantía de pensión mínima, “(…) siempre y
cuando la suma de las pensiones, rentas y remuneraciones que recibe el
afiliado no sea superior a lo que le correspondería como pensión mínima”.
Empero, el artículo 336 de la Ley 1955 de 2019 derogó esta última
condición. En concordancia con ello, en esta ocasión no resultaba exigible
que el señor José Roberto Díaz Sarmiento presentara la declaración de que
trata el artículo 84 de la Ley 100 de 1993.

El reconocimiento de un amparo transitorio

12. No considero acertado que la Corte haya condicionado el


reconocimiento del amparo transitorio a la resolución del recurso
extraordinario de casación, tal como paso a explicar:

13. De antaño, la Corte Constitucional ha admitido que el reconocimiento


de un amparo transitorio está orientado a evitar la posible ocurrencia de un
perjuicio irremediable, mientras la autoridad judicial competente profiere
una decisión de fondo74. En esa medida, resulta acertado conceder este tipo
de protección siempre y cuando se ordene al accionante que acuda el medio
ordinario de defensa que tiene a su disposición o, cuando este proceso se
encuentra en curso, hasta que se profiera la decisión definitiva.

14. La sentencia T-318 de 2020, en mi criterio, efectúa una aplicación


equivocada de los parámetros que, como se explicó, condicionan la
expedición de este tipo de determinaciones. Ello por cuanto le ordena a
Porvenir S.A. que reconozca y pague la garantía de pensión mínima hasta

74 Sentencia T-014 de 2015. En este sentido, a través de la sentencia T-098 de 1998, la Corte explicó:
“cuando se configure la inminencia de un perjuicio irremediable para los derechos constitucionales
afectados o amenazados, en términos tales que aun existiendo un medio judicial idóneo para protegerlos
la decisión del juez ordinario podría resultar inútil o tardía, el de tutela está autorizado para conceder
el amparo con un carácter transitorio, temporal, mientras aquél, culminado el proceso respectivo,
resuelve de fondo. En tales casos, la tutela se aplica con el objeto exclusivo de impedir el daño
irreparable de los derechos afectados, pero el juez constitucional no profiere fallo definitivo acerca de la
específica controversia jurídica, la que está sujeta al del juez competente. Por eso, existiendo un
proceso apto para la defensa de un determinado derecho, la tutela que se otorgue con el fin de evitar un
perjuicio irremediable corresponde a una intervención extraordinaria, y apenas en lo indispensable, del
juez constitucional en el proceso. De allí que deba ser, por mandato constitucional, transitoria. La
transitoriedad de la sentencia respectiva es tan obligatoria como la protección misma. Cumplido su
propósito -cuando el juez ordinario dicta su providencia, o cuando vence el término máximo de
protección que el propio juez de tutela, considerando las circunstancias del caso, haya señalado-, la
orden impartida, de suyo transitoria, pierde vigencia y deja de ser obligatoria. Se realiza en esa forma
el propósito constitucional sobre defensa efectiva de los derechos fundamentales, sin que se dupliquen ni
confundan las competencias de jueces y tribunales”.
que se resuelva un recurso extraordinario de casación que, como la misma
providencia lo admite, no tiene como finalidad asegurar el reconocimiento
de la prestación que se reclama por vía de tutela. En tal sentido, resulta
contradictorio que la sentencia refiera que “la Corte Suprema de Justicia
no se pronunciará sobre su derecho a la pensión de vejez”, y más adelante
afirme que la determinación “tendrá efectos hasta tanto el juez natural […]
se pronuncie de manera definitiva frente al recurso extraordinario de
casación”.

15. Si la intención de la sentencia era indicar que para reconocer la pensión


de vejez es necesario tener certeza acerca de la validez del traslado al
régimen de ahorro individual debe señalar cuál es el fundamento legal o
constitucional de esa conclusión, mas no recurrir al reconocimiento de un
amparo transitorio tal como está planteado. A mi juicio, esto es importante
no solamente porque desconoce el alcance del amparo transitorio, sino por
cuanto puede comprometer en el futuro los derechos fundamentales del
accionante. Ello es así debido a que en el momento en el que la Sala de
Casación Laboral emita su decisión perderá efectos el amparo concedido en
esta ocasión, y como allí no se debate nada relacionado con el
reconocimiento pensional, perderá el derecho y se podría ver expuesto a
una situación similar a la que se encontraba.

16. Por último, el fallo menciona que le corresponderá a la Corte Suprema


de Justicia pronunciarse acerca del monto de la transferencia que deberá
realizar a Colpensiones en caso de que se declare la nulidad del traslado al
régimen de ahorro individual con solidaridad. En mi criterio, esa indicación
tiene dos inconvenientes. El primero está relacionado con el hecho de que
en el proceso ordinario laboral no se discute, reitérese, ningún aspecto
relacionado con el reconocimiento de la pensión de vejez, lo cual, a pesar
de las facultades ultra y extra petita del juez laboral, impide que en su
sentencia la Corte Suprema emita un pronunciamiento sobre la materia.
Además de esa imposibilidad, tampoco podría iniciarse ante esa
Corporación un incidente de conformidad con el artículo 127 del Código
General del Proceso, pues este no se trata de un escenario expresamente
establecido por la ley75. De otro lado, menos aún podría ordenársele
expresamente a la Sala de Casación Laboral que se pronuncie sobre este
tema pues esa autoridad judicial no se encuentra vinculada al trámite de
tutela.

75 Ley 1564 de 2012, artículo 127: “Solo se tramitarán como incidente los
asuntos que la ley expresamente señale; los demás se resolverán de plano
y si hubiere hechos que probar, a la petición se acompañará prueba
siquiera sumaria de ellos”.
Fecha ut supra,

JOSÉ FERNANDO REYES CUARTAS


Magistrado

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