Ensayo Comunicación Oral y Escrita
Ensayo Comunicación Oral y Escrita
Ensayo Comunicación Oral y Escrita
Santiago Peñuela
El lenguaje es una herramienta poderosa que moldea nuestra percepción del mundo y nuestra
interacción con los demás. Las palabras tienen la capacidad de inspirar, educar, convencer y,
también, de herir y dividir. En este ensayo, se explorará cómo el lenguaje influye en la sociedad,
examinando su impacto en la formación de identidades, la construcción de realidades y la
configuración de relaciones.
Uno de los principales efectos del lenguaje en la sociedad es su capacidad para moldear la
percepción. Según el lingüista Sapir-Whorf, existe una relación intrínseca entre las palabras y la
forma en que entendemos la realidad, teoría conocida como el relativismo lingüístico. Este
enfoque sostiene que la lengua no solo comunica, sino que también estructura nuestro
pensamiento, ya que el lenguaje que usamos puede limitar o ampliar lo que percibimos del
mundo. Por ejemplo, en algunas lenguas, como el inuit, existen múltiples palabras para describir
diferentes tipos de nieve, lo cual indica una sensibilidad mayor a esta realidad en comparación
con lenguas que solo tienen una palabra para ella. En términos sociales, las palabras que
utilizamos para describir a otros por ejemplo, "extranjeros" o "migrantes" en vez de "refugiados"
pueden influir en nuestra percepción sobre ellos y en las políticas que consideramos adecuadas o
injustas.
Además de estructurar nuestra percepción del mundo, el lenguaje también actúa como un
mecanismo para reforzar estructuras de poder y autoridad. Un claro ejemplo de esto se da en el
ámbito de la política y los medios de comunicación, donde el lenguaje a menudo se utiliza para
manipular la opinión pública y, en algunos casos, mantener privilegios. La forma en que ciertos
temas son tratados, ya sea a través de eufemismos o de un lenguaje más directo, puede
determinar la reacción de la sociedad. Un caso reciente es el uso del término "daños colaterales"
para referirse a la pérdida de vidas civiles en conflictos bélicos. Este término suaviza la realidad
y, de alguna manera, justifica acciones militares, restando importancia a las tragedias humanas.
Las palabras, en este contexto, no solo informan; también moldean actitudes y decisiones
políticas que afectan a millones de personas.
"El lenguaje también tiene el poder de incluir o excluir a ciertos grupos en la sociedad, lo
cual es crucial en una época donde se buscan sociedades más inclusivas y justas" (Fairclough,
3
2010, p. 164). La elección de términos puede reflejar prejuicios o intentos de neutralidad que
afectan a la identidad y dignidad de los individuos.
Según Cameron (2016), "el lenguaje puede ser utilizado para reforzar o desafiar las
estructuras de poder y la desigualdad" (p. 123). Por ejemplo, el uso de términos neutrales de
género o de expresiones inclusivas permite visibilizar a grupos minoritarios y ofrecerles un lugar
legítimo en el discurso social, finalmente, es importante señalar cómo el lenguaje también puede
ser una herramienta para el cambio social. Los movimientos sociales han hecho uso del lenguaje
para desafiar estructuras de poder y promover la equidad. Un ejemplo claro de esto es el
movimiento feminista, que ha introducido nuevos conceptos como "micro machismos" y
"sororidad". Estas palabras han ayudado a visibilizar situaciones antes invisibles o no
reconocidas como relevantes. Además, estos términos permiten articular experiencias
compartidas, creando un sentido de comunidad y permitiendo a las personas unirse en torno a
ideales y objetivos comunes. Las palabras, en este sentido, no solo describen una realidad;
ayudan a transformarla y a imaginar alternativas.
En conclusión, el lenguaje no solo es una herramienta de comunicación, sino también un
factor fundamental en la manera en que estructuramos nuestra sociedad y nuestras relaciones. El
poder de las palabras reside en su capacidad de moldear la percepción, reforzar estructuras de
poder, incluir o excluir grupos sociales, y ser un motor de cambio. Reconocer y reflexionar sobre
cómo utilizamos el lenguaje y cómo éste afecta a los demás es esencial para construir una
sociedad más consciente y justa. Como individuos y como sociedad, tenemos la responsabilidad
de elegir nuestras palabras cuidadosamente, pues ellas no solo comunican; también construyen
nuestra realidad.
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Referencias Bibliográficas
Fairclough, N. (2010). Critical discourse analysis: The critical study of language. Longman.