0% encontró este documento útil (0 votos)
87 vistas5 páginas

Guion

Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
87 vistas5 páginas

Guion

Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 5

Guion: "El Renacer de Juan"

Personajes:
Juan - Protagonista, un adolescente de 17 años que atraviesa una profunda
depresión.
María - La madre de Juan, amorosa y persistente en su apoyo.
Laura - Amiga de Juan, perspicaz y con el deseo de ayudarlo a superar su
dolor.
Sofía - Terapeuta profesional, una guía compasiva que lo apoya en su
sanación.
Carlos - Profesor de literatura, quien observa la situación de Juan e interviene
sutilmente.
Escena 1: La Noche de Desesperación de Juan
Lugar: Habitación de Juan.
Descripción de la escena:
La habitación está oscura, solo iluminada por la luz tenue de su teléfono, donde
se muestra una foto antigua de Juan con sus amigos. La expresión de Juan es
sombría; ha pasado toda la noche despierto. Junto a él, en la mesa, hay una
botella de pastillas abierta. Su mirada está fija en el frasco, sus pensamientos
caóticos y su respiración entrecortada.
Diálogo:
Juan (mirando la foto en el teléfono, hablando en susurros): “¿Cuándo fue la
última vez que me sentí así? Feliz, sin esta… carga.”
Silencio. Juan toma el frasco de pastillas y lo observa, casi en trance.
Juan (con voz quebrada, hablando consigo mismo): “¿Qué sentido tiene? Nada
cambia, cada día es igual… vacío… sin esperanza…”
Juan mira la botella y, después de un momento de duda, toma varias pastillas
y las traga lentamente. Se recuesta en la cama, dejando que las lágrimas
caigan por su rostro mientras cierra los ojos.
Transición: La mañana siguiente
Juan despierta con los ojos hinchados y el cuerpo adormecido. Se queda en la
cama, aturdido y desorientado, mirando el techo. Se incorpora lentamente,
confundido y frustrado, observando el frasco vacío junto a su cama.
Juan (murmurando, con voz débil): “Ni siquiera en esto… ni siquiera puedo
hacer esto bien…”
Escena 2: El Instituto y su Desconexión con el Mundo
Lugar: Aula del instituto.
Descripción de la escena:
Es una mañana lluviosa. Juan se sienta al final del aula, apoyando su cabeza
en su mano. Sus ojos están semicerrados, luchando por mantenerse despierto.
Carlos, el profesor, explica apasionadamente un poema sobre el sentido de la
vida y la búsqueda de identidad.
Diálogo:
Carlos (levantando la vista de su libro, notando el estado de Juan): “Este
poema habla de la batalla interna, del anhelo de hallar paz dentro del caos…
Juan, ¿qué piensas al respecto? ¿Alguna vez te has sentido así?”
Juan levanta la cabeza, parpadeando mientras intenta procesar la pregunta.
Está visiblemente perdido y agotado.
Juan (confundido, tartamudeando): “Yo… no sé, profesor… no… no sé qué
decir.”
Algunos de sus compañeros lo miran con curiosidad; otros murmuran entre sí.
Carlos les hace un gesto para que guarden silencio y se acerca a Juan,
inclinándose un poco para hablarle en tono bajo y calmado.
Carlos (con voz suave): “Si algún día quieres compartir tus pensamientos, tus
ideas… estoy aquí para escucharte, Juan. Todos necesitamos ser
escuchados.”
Juan asiente vagamente, bajando la mirada. Al final de la clase, Laura, su
amiga de la infancia, se le acerca mientras recoge sus cosas.
Laura (preocupada, susurrando): “Juan, ya casi no te veo… ni hablas con
nosotros… no sé qué te pasa, pero estoy aquí, ¿vale? No te cierres.”
Juan trata de sonreír, aunque sin mucho ánimo.
Juan (evasivo): “Estoy… bien, Laura. Solo… necesito espacio, eso es todo.”
Laura (con tristeza): “No tienes que cargar con todo solo, Juan. Somos tus
amigos. Te necesitamos tanto como tú a nosotros…”
Juan evita su mirada y se va, dejando a Laura preocupada y frustrada.
Escena 3: Charla Conmovedora con su Madre
Lugar: La cocina de la casa de Juan, de noche.
Descripción de la escena:
Juan está sentado frente a un plato de comida apenas tocado. María, su
madre, lo observa desde el otro lado de la mesa. Su preocupación es evidente,
y después de un largo silencio, decide hablar.
Diálogo:
María (con voz suave): “Hijo… te he estado observando, y sé que no estás
bien. Apenas comes, apenas hablas… por favor, dime qué te pasa.”
Juan intenta ignorarla, pero su madre continúa mirándolo, y al final él baja la
cabeza.
Juan (con voz entrecortada): “Es que… no sé cómo explicarlo, mamá. Es como
si… estuviera atrapado en un pozo sin fondo. Siento que nada vale la pena,
que todo es… vacío.”
María se le acerca, y toma su mano con ternura.
María (mirándolo a los ojos, profundamente preocupada): “Hijo, no tienes que
enfrentarlo solo. Estoy aquí contigo, en cada paso. Sé que no puedo entender
exactamente lo que sientes, pero quiero ayudarte, sea lo que sea…”
Juan (quebrando en llanto): “No sé qué hacer, mamá… he intentado… he
intentado hacer que desaparezca, pero es como si esta tristeza me atrapara
cada vez más. Solo quiero que todo esto termine.”
María lo abraza con fuerza, permitiéndole desahogarse en sus brazos.
María (entre lágrimas): “Vamos a salir de esto juntos, hijo. Permíteme ayudarte.
Busquemos a alguien que te ayude a encontrar la paz que tanto necesitas…
¿Te parece bien?”
Juan, aun llorando, asiente lentamente, dejando que el abrazo de su madre lo
reconforte
Escena 4: Primer Encuentro con Sofía, su Terapeuta
Lugar: Oficina de la terapeuta Sofía.
Descripción de la escena:
Juan está sentado en el consultorio de Sofía, nervioso y con las manos
entrelazadas. La terapeuta lo observa con calidez, transmitiéndole tranquilidad
y paciencia.
Diálogo:
Sofía (con una sonrisa suave): “Juan, este es un lugar seguro. No tienes que
decir nada si no quieres. Pero quiero que sepas que aquí puedes hablar
libremente, sin miedo a ser juzgado.”
Juan respira hondo, mirándola de reojo. Después de unos momentos, empieza
a hablar.
Juan (con voz baja): “Es que… siento que estoy roto. Como si… ya no quedara
nada bueno en mí. Intento cambiar, pero nada parece funcionar.”
Sofía asiente, animándolo a continuar.
Sofía: “Es normal sentirse perdido cuando llevamos una carga emocional tan
pesada. A veces, necesitamos entender lo que nos duele para poder avanzar.
¿Te gustaría intentar entender qué causa esa tristeza?”
Juan (vacilando): “Siento que… cada día es igual. No hay nada que me motive,
que me haga sentir… bien. Y, a veces, me pregunto… si vale la pena seguir
adelante.”
Sofía (con tono calmado): “Esos pensamientos son muy difíciles de manejar
solos, Juan. Pero quiero que sepas que no definen quién eres. Tienes el poder
de sanar, y yo estoy aquí para ayudarte a recordar tu valor, a recuperar la
esperanza.”
Juan la mira con una mezcla de duda y esperanza.
Juan: “¿De verdad es posible? ¿Cambiar? Porque llevo tanto tiempo
sintiéndome así…”
Sofía: “Es un proceso, Juan, pero cada pequeño paso cuenta. Y aquí, vas a
encontrar el apoyo que necesitas para dar esos pasos.”
Escena 5: La Mejoría de Juan y Reconexión con Su Entorno
Lugar: Aula del instituto.
Descripción de la escena:
Después de varias semanas de terapia, Juan ha comenzado a mostrar mejoría.
Está en clase, prestando atención a la lectura de un poema sobre la resiliencia.
Carlos se dirige a la clase, buscando su opinión.
Diálogo:
Carlos: “Este poema refleja la lucha constante del ser humano, su capacidad
de superar adversidades… Juan, ¿te gustaría compartir tu interpretación?”
Juan, aunque dudando, finalmente habla con mayor seguridad que antes.
Juan: “Creo que el autor quería mostrar que, aunque la vida sea difícil, siempre
hay una forma de avanzar. Tal vez… no todo tiene que ser perfecto para tener
sentido.”
Carlos sonríe, asintiendo satisfecho.
Carlos: “Muy bien dicho, Juan. La vida es imperfecta, y ese es justamente su
valor. Gracias por compartir.”
Después de la clase, Laura se le acerca de nuevo, esta vez con una sonrisa.
Laura: “¿Ves? Eso era lo que necesitaba escuchar de ti. ¡Te extrañaba, Juan!”
Juan (sonriendo): “Gracias por no rendirte conmigo, Laura. Perdón por
haberme distanciado… creo que necesitaba encontrarme otra vez.”
Laura: “Aquí estamos, y aquí estaremos.”
Escena Final: Reconexión con su Madre
Lugar: Sala de estar en la casa de Juan.
Descripción de la escena:
Juan está en la sala con su madre. Ambos están en silencio, disfrutando de la
compañía mutua. Él mira a su madre, reconociendo su amor incondicional.
Diálogo:
Juan: “Mamá… gracias por no dejarme solo, por insistir cuando yo había
perdido la esperanza.”
María (sonriendo con los ojos llenos de lágrimas): “Siempre estaré contigo, hijo.
No importa lo oscuro que sea el camino, nunca lo caminarás solo.”
Ambos se abrazan, y la cámara se aleja lentamente, mostrando a Juan
mirando hacia el futuro con renovada esperanza.
Este guion resalta la importancia de las relaciones, el apoyo familiar y la
resiliencia para superar momentos difíciles, brindando una perspectiva de
esperanza y sanación.

También podría gustarte