Controversias Sociotecnicas en Torno A La Fumigaciones de Glisofato

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 29

zonas

costeras delta celulosa

agua
minería
humedales
bosques
cuencas
soja
residuos
áreas naturales
Merlinsky, Gabriela
Cartografías del conflicto ambiental en Argentina / Gabriela Merlinsky ; compilado
por Gabriela Merlinsky. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Fundación
CICCUS, 2013.
320 p. ; 23x16 cm.
ISBN 978-987-693-033-8
1. Medio Ambiente. I. Merlinsky, Gabriela, comp.
CDD 577

Fecha de catalogación: 11/09/2013

Primera edición: diciembre 2013

Diseño de tapa: Andrea Hamid/Andy Sfeir


Corrección: Ana María Marconi
Producción, Coordinación y Diseño: Andrea Hamid/Andy Sfeir

© Ediciones CICCUS - 2013


Medrano 288 (C1179AAD)
(54-11) 4981-6318 / 4958-0991
[email protected]
www.ciccus.org.ar

Hecho el depósito que marca la ley 11.723.


Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de este libro en
cualquier tipo de soporte o formato sin la autorización previa del editor.

Ediciones CICCUS ha sido


merecedora del reconoci-
miento Embajada de Paz,
en el marco del Proyecto-
Campaña “Despertando Con-
ciencia de Paz”, auspiciado por la Orga-
Impreso en Argentina
nización de las Naciones Unidas para la
Printed in Argentina Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Cartografías del conflicto ambiental en Argentina. Gabriela Merlinsky (Comp.)

Controversias sociotécnicas en torno


a las fumigaciones con glifosato en Argentina.
Una mirada desde la construcción social del riesgo

Karin Skill - Ezequiel Grinberg

Introducción

Luego de casi quince años de un fuerte proceso de expansión del monocultivo


de soja transgénica en la Argentina, a partir del año 2009 se produjo un debate
público en torno a las fumigaciones con glifosato1 y sus consecuencias sobre
la salud. Ubicamos el comienzo de dicho debate en abril de 2009, cuando los
hallazgos de Andrés Carrasco fueron publicados en el periódico Página/12. Ca-
rrasco declaró que sus observaciones de laboratorio habían demostrado que
el glifosato causa malformaciones en anfibios. En muchos sentidos, no había
nada nuevo en sus hallazgos. Científicos franceses habían publicado un artículo
similar sobre el tema en 2005. Por otro lado, distintas organizaciones socioam-
bientales, como las Madres de Ituzaingó, se habían movilizado durante años
contra la utilización del glifosato, y en enero de 2009 el Gobierno argentino
impulsó la creación de una comisión de investigación para estudiar los efectos
del glifosato en la salud humana (Decreto 21/2009). Para intentar comprender
este debate, analizamos la construcción del riesgo vinculada a algunas de las
controversias sociotécnicas acerca de esta cuestión. Para ello, distinguimos dos
posturas o grupos de argumentos en torno a la construcción del riesgo alrede-
dor de las fumigaciones. El enfoque que utilizaremos en el presente artículo
surge de la intersección de la comprensión pública de la ciencia, la construcción
del riesgo y la epidemiología popular.

1. El glifosato es uno de los pilares del paquete tecnológico utilizado en la producción de soja trans-
génica.

91
Controversias sociotécnicas en torno a las fumigaciones... Karin Skilli, Ezequiel Grinberg

Metodología

Este es un estudio cualitativo e interpretativo en el que intentamos seguir un


asunto político, la controversia sobre las fumigaciones con glifosato, y el con-
flicto en torno a la interpretación y comprensión de cuáles son los problemas
y soluciones.
El artículo se basa en entrevistas, documentos oficiales, material escrito y
audiovisual producido por expertos y organizaciones socioambientales, y ob-
servaciones de sus encuentros. También hemos utilizado material de los prin-
cipales periódicos argentinos donde la controversia adquirió estatus público,
reconociendo que los periodistas pueden actuar como gatekeepers (porteros)
entre los científicos y el público (Augoustinos et al., 2009:690).
A fin de organizar las diferentes miradas sobre las controversias en torno
a los agroquímicos, hemos dividido el análisis en dos conjuntos de argumen-
tos o posiciones: por un lado, una postura que denominamos pragmática, en
la cual agrupamos un conjunto de argumentos que son utilizados mayoritaria-
mente por algunas corporaciones, asociaciones privadas y organismos públi-
cos; y por otro lado, la postura precautoria, en la cual agrupamos otro conjunto
de argumentos expresados por diferentes expertos y algunas organizaciones
sociales que detallamos más adelante. Arribamos a esta sistematización luego
de haber revisado el material que reunimos y de haber asistido y observado,
en diferentes contextos, algunos eventos y presentaciones relacionados a la
temática. También seleccionamos algunas publicaciones oficiales que conside-
ramos relevantes, dado el importante rol que juega el Estado en las discusiones
y regulaciones sobre las prácticas agrícolas. A su vez, consideramos al Grupo
de Reflexión Rural (GRR) y su campaña “Paren de Fumigar” como un punto de
partida clave para la comprensión de los argumentos utilizados por movimien-
tos socioambientales. Para ello tomamos la publicación Pueblos fumigados: los
efectos de los plaguicidas en las regiones sojeras (2009) compilado por Jorge Rulli,
con contribuciones de varios actores.
Cabe aclarar que la diferenciación que trazamos entre las posturas pragmá-
tica y precautoria son dos tipos ideales de construcción del riesgo. En la realidad
no existe una diferenciación tan explícita ni clara debido a que éste es un deba-
te reciente y en construcción, por lo cual, tanto los actores movilizados, como

92
Cartografías del conflicto ambiental en Argentina. Gabriela Merlinsky (Comp.)

los argumentos que utilizan están en constante revisión y cambio. Como pro-
pone Kim, nuestro estudio sitúa a los actores “en el contexto concreto, confuso
y ambiguo donde se esfuerzan en comprender el asunto”2 (Kim, 2009:670). Tam-
bién es necesario aclarar que estos agrupamientos tienen como objeto diferen-
ciar los argumentos que los actores utilizan más que a los actores en sí mismos.
El objetivo central de este artículo es analizar la construcción del riesgo en
torno a las controversias alrededor de las fumigaciones con glifosato y sus efec-
tos sobre la salud en la Argentina a partir del año 2009. Las preguntas especí-
ficas que nos formulamos para alcanzar este objetivo son: ¿De qué se trata la
controversia? ¿Cuáles son los actores relevantes involucrados y qué argumen-
tos movilizan? ¿Cuál es el significado de los agroquímicos para las posiciones
pragmática y precautoria y qué riesgos consideran respecto de su utilización en
la producción de soja transgénica? ¿Cómo se utiliza en cada posición la ciencia
y el conocimiento en la construcción del riesgo y las (in)certidumbres?

Controversias sociotécnicas, riesgos e incertidumbres

Consideramos este caso como una controversia sociotécnica porque se discute


sobre tramas de argumentos científicos (y no científicos) que se contraponen,
lo cual envuelve el cuestionamiento sobre el rol de la ciencia, los expertos y los
ciudadanos; la construcción de riesgos acerca de los insumos agroquímicos de
la agricultura moderna, y las respuestas políticas, como así también el modo en
que diferentes actores enrolan a otros actores, argumentos y fenómenos (Tsing,
2005). Por esta razón, consideramos fundamental estudiar cómo los diferentes
actores utilizan la ciencia y el conocimiento, debido al lugar central que ocupan
en la controversia.
El análisis sobre el riesgo a menudo está relacionado con la sociedad mo-
derna. El riesgo ambiental asociado al uso de pesticidas está considerado como
iniciador del movimiento ambiental y político en los años 60. La percepción del
riesgo está basada en la confianza en los actores, las instituciones y su historia
(Beamish, 2001). Los actores negocian los riesgos e incluso pueden jugar con

2. Traducción propia.

93
Controversias sociotécnicas en torno a las fumigaciones... Karin Skilli, Ezequiel Grinberg

las incertidumbres en “juegos políticos” (Auyero y Swistun, 2008). Cuando los


actores evalúan los riesgos, pueden razonar que algunos son aceptables y que
determinadas cuestiones son sacrificables.
Un problema crítico en la construcción de riesgos socioambientales es con-
ceptualizado por Brown et al. como incertidumbre en el diagnóstico (diagnostic
uncertainty), en la cual los médicos no cuentan con la tecnología o el conoci-
miento para establecer el vínculo entre la exposición a un ambiente adverso y
la aparición de una enfermedad específica (Brown et al., 2000:11). Vale mencio-
nar que no sólo los médicos son importantes en la incertidumbre en el diagnós-
tico, sino también el resto de los expertos. Giddens (1990) afirma que los riesgos
manufacturados “son creados por corporaciones y/o gobiernos y, no sorpresi-
vamente, son difíciles para ellos de medir, predecir y controlar”.3 Consideramos
este concepto útil como herramienta para analizar el caso presentado, debido
a que permite poner atención en el contexto político y en el modo en que dife-
rentes actores con distintos intereses participan de la construcción del riesgo y
utilizan las certidumbres e incertidumbres.
En contextos en los cuales los expertos y las autoridades no gozan de con-
fianza por parte del público, las personas buscan construir su propia expertise:
“Los grandes movimientos sociales intentan realizar un proceso de ‘experti-
zación’, por el cual algunos activistas adquieren los suficientes conocimientos
como para absorber investigaciones académicas y utilizarlas como parte de
las actividades del movimiento” (Epstein, 1988; citado en Woodhouse et al.,
2002:309).
Una cuestión central de nuestro artículo respecto a la controversia alrede-
dor de la relación entre ambiente y enfermedad es: ¿el conocimiento de quién
es el que cuenta? (whose knowledge counts?) (Chambers, 1979). Dicha pre-
gunta está cargada de cuestiones epistemológicas y de relaciones de poder,
especialmente entre expertos y legos. Dado que la ciencia tiene “autoridad
institucional” en el mundo moderno (Jasanoff, 2003:392), resulta relevante la
discusión sobre las relaciones entre los distintos productores de conocimien-
to (de Vries, 2007).

3. Traducción propia.

94
Cartografías del conflicto ambiental en Argentina. Gabriela Merlinsky (Comp.)

La soja transgénica en la Argentina

Durante los ‘90 se dio en la Argentina una importante transformación en el rol


del Estado que se fue volviendo un meta-regulador de la actividad económica,
dejando espacios para que ejerzan mayor influencia actores no estatales, como
las grandes corporaciones (Svampa, 2008). La proliferación de los agronegocios
y la introducción de las semillas genéticamente modificadas (GM) son un signo
de esta transformación.
Como en otros países latinoamericanos, el modelo productivo de la Argenti-
na se puede categorizar como “extractivista exportador” e incluye la expansión
de los monocultivos hacia nuevas fronteras. Esto ha motivado una nueva apro-
ximación en la movilización y participación ciudadana en la lucha por la defen-
sa de bienes comunes como el agua, la biodiversidad y el ambiente (Svampa,
2008).
La soja transgénica Roundup Ready (RR) fue introducida en la Argentina en
1996. Junto con la siembra directa y el herbicida glifosato conforman un paque-
te tecnológico que implicó una serie de transformaciones económicas, sociales
y ambientales (Bisang y Sztulwark, 2006). La fuerte expansión del monoculti-
vo de soja transgénica ha reemplazado otros productos y actividades rurales,
como así también ha expandido la frontera agrícola.
De acuerdo a los datos disponibles, la producción de soja pasó de 10,7
millones de toneladas en 1990 a 52,6 millones en 2009, lo que representa
más del 20% de la producción mundial de soja (SAGPyA, 2010; FAO, 2010). La
superficie dedicada a este cultivo sobrepasó los 18 millones de hectáreas en
el año 2009 (MAGyP, 2010), es decir más de la mitad de la tierra dedicada a la
agricultura en el país. La Argentina es el tercer productor de soja en el mundo
y el mayor exportador de harina y aceite de este producto (FAO, 2009). De esta
manera, detrás de la producción de soja existen muchos intereses, tanto de
productores individuales como del Gobierno ya que ocupa un rol estratégico
en el actual régimen de acumulación (Gómez, 2008). A su vez, la adopción
masiva del sistema de “siembra directa” utilizada para la soja transgénica tiene
como correlato una mayor utilización de agroquímicos, que se aplican con
medios terrestres y aéreos con el objetivo de controlar diversos tipos de pla-
gas. En el año 2010 se utilizaron en la Argentina más de 313 millones de litros

95
Controversias sociotécnicas en torno a las fumigaciones... Karin Skilli, Ezequiel Grinberg

de agroquímicos para fumigar los cultivos (CASAFE, 2011). De éstos, 200 mi-
llones de litros (64%) correspondieron al glifosato,4 el herbicida más utilizado
en la soja transgénica.
Scoones (2008) utiliza los casos de Brasil, India y Sudáfrica para argumentar
que el debate de las semillas GM tiene que ver con algo mucho más amplio: el
futuro de la agricultura y los pequeños productores, y el control de las grandes
corporaciones en el mercado global. Resalta además la importancia del con-
texto político y económico nacional para la comprensión de los movimientos
contra los transgénicos. En el caso de Brasil –estudiado en varios proyectos (Da-
roit y Nascimento, 2009; Newell, 2008; Peleaz y Schmidt, 2004)–, existen varias
organizaciones sociales, como el Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Te-
rra (MST) y el movimiento internacional Vía Campesina, que intentan resistir el
control sobre la agricultura de las grandes corporaciones.

Diferentes argumentos para la construcción del riesgo


en torno a la utilización de glifosato

Postura pragmática

El argumento central de la postura que hemos denominado pragmática es que


si los agroquímicos son utilizados de manera correcta, los riesgos para la salud
humana y el ambiente no existen o son muy bajos. Los principales actores que
lo utilizan en la controversia son algunos organismos públicos, grandes compa-
ñías trasnacionales y organizaciones privadas vinculadas al sector, tales como
entidades de productores, cámaras de fertilizantes, industrias de agroquímicos
y servicios relacionados.
De los organismos públicos, el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Ca-
lidad Agroalimentaria), organismo descentralizado dependiente del Ministerio
de Agricultura, tiene un rol central, ya que es el responsable de garantizar y cer-
tificar la sanidad y calidad de la producción agropecuaria. Este organismo apro-
bó en 1996 la liberación comercial de la soja transgénica de Monsanto, siendo
la Argentina el segundo país en el mundo en hacerlo.

4. Estimaciones propias en base a datos de Kleffmann Group (2011).

96
Cartografías del conflicto ambiental en Argentina. Gabriela Merlinsky (Comp.)

Otros organismos públicos como el INTA (Instituto Nacional de Tecnología


Agropecuaria), dependiente del Ministerio de Agricultura, aunque con autarquía
operativa y financiera, también brindaron apoyo al modelo productivo de la soja
transgénica, apoyándose en un discurso productivista y ligado a la sociedad del
conocimiento.5 El ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, declaró en una
entrevista que “Si nuestro país tiene hoy los ingresos que tiene por exportacio-
nes, es por una incorporación temprana y responsable de la biotecnología a la
producción agrícola” (La política online, 2009). De esta manera, parte del Estado
argentino respaldó la expansión de este cultivo, a través de diversas instituciones.
Si bien en el año 2002 el Gobierno nacional comenzó a aplicar retenciones a la
exportación de soja, esta política no derivó en una limitación a la expansión de
este cultivo. En el año 2010, la producción de soja contribuyó con más de 7 mil
millones de dólares en forma de derechos de exportación, lo que permite encon-
trar una razón detrás de los intereses del Gobierno en apoyar esta producción.

Riesgos asociados al uso de agroquímicos

De acuerdo a trabajos de Monsanto, a quien consideramos un actor central en


esta posición, el Roundup (principal marca comercial con principio activo de glifo-
sato) posee un bajo potencial irritativo para ojos y piel; no ocasiona ningún efecto
adverso reproductivo; no es mutagénico6 en mamíferos; es ambientalmente se-
guro; es rápidamente inactivado en el suelo y agua; es inmóvil y no percola en los
suelos; no contamina el agua potable cuando es utilizado sobre superficies duras;
y es virtualmente imposible que las malezas desarrollen resistencia al producto
(Foro Ciudadano de Participación por la Justicia y los Derechos Humanos –FOCO,
2008). Al momento de aprobar la liberación de la soja transgénica, los trabajos
de Monsanto fueron tomados por el SENASA como insumo para fundamentar
su decisión. Como mostramos a continuación, no existe una única posición en
el Estado argentino sobre la soja transgénica y la utilización de los agroquímicos,
aunque podría afirmarse que hay una dominante.

5. La noción de sociedad del conocimiento está conectada a las ideas de prosperidad económica,
innovación y progreso (Sörlin y Vessuri, 2007).
6. Mutagénico: que produce mutaciones.

97
Controversias sociotécnicas en torno a las fumigaciones... Karin Skilli, Ezequiel Grinberg

De acuerdo a un trabajo del año 2007 del Ministerio de Salud y de la Secre-


taría de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS), los efectos nocivos de los
agroquímicos sobre la salud humana pueden ser irreversibles pero evitables
con la utilización de “buenas prácticas” en el manejo de los productos y sus en-
vases (Ministerio de Salud de la Nación y SAyDS, 2007). Las buenas prácticas
hacen referencia a procesos productivos agrícolas regulados y estandarizados.
En este sentido, dicho documento recomienda un abordaje integral de esta
problemática, una mejora en el marco legal y normativo, así como en el con-
trol de su aplicación, un packaging y etiquetado adecuado a los fines de una
correcta identificación, una profunda política de información y comunicación
sobre su manejo y riesgos y una internalización de los costos de disposición
final por parte de las empresas que los producen, entre otras medidas (Minis-
terio de Salud de la Nación y SAyDS, 2007: 272-273). No obstante, de acuerdo a
este documento, no puede confirmarse una correlación entre el deterioro de la
salud de los productores y trabajadores hortícolas y sus familias y la utilización
de plaguicidas, aunque sí se puede avizorar una relación entre dichas variables.
Esto se debe a que el deterioro en las condiciones de salud de estas personas
puede obedecer a una multiplicidad de variables, como las genéticas, ambien-
tales y alimentarias (Ministerio de Salud de la Nación y SAyDS, 2007: 55). Aquí
aparece reflejada entonces la incertidumbre en el diagnóstico que resulta fun-
damental para entender las dificulatades en la construcción de conocimiento
científico y estadístico.

Utilización de la ciencia y el conocimiento

En enero de 2009 y haciendo referencia a los reiterados casos de contamina-


ción con agroquímicos registrados en el barrio cordobés Ituzaingó Anexo, el
Gobierno creó en la órbita del Ministerio de Salud una comisión nacional para
la “investigación, prevención, asistencia y tratamiento de casos de intoxicación
o que afecten, de algún modo, la salud de la población y el ambiente, con pro-
ductos agroquímicos en todo el Territorio Nacional” (Decreto 21/2009). En este
marco, el CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas)
fue convocado para elaborar un estudio que se expidiera sobre la temática de
los agroquímicos y sus efectos sobre la salud humana. Como resultado, en julio

98
Cartografías del conflicto ambiental en Argentina. Gabriela Merlinsky (Comp.)

de 2009 se publicó el documento “Evaluación de la información científica vincu-


lada al glifosato en su incidencia sobre la salud humana y el ambiente”. Siendo
el CONICET el principal organismo público de ciencia en Argentina, conside-
ramos que este documento representa la postura oficial sobre el asunto. Para
su elaboración no se realizaron estudios propios ya que su objetivo era “revisar
la literatura científica disponible, analizarla y producir conclusiones” (CONICET,
2009:2). La investigación se basa en artículos de revistas científicas especializa-
das con referato. De acuerdo a Lapolla, dentro de la bibliografía que fue utiliza-
da en este estudio, la mayor atención la reciben aquellos trabajos que de algu-
na forma u otra están vinculados y/o financiados por Monsanto (Lapolla, 2010).
La conclusión de este trabajo, no obstante, pareciera contradictoria, ya que en
el resumen ejecutivo se concluye que “bajo condiciones de uso responsable,
(entendiendo por ello la aplicación de dosis recomendadas y de acuerdo con
buenas prácticas agrícolas), el glifosato y sus formulados implicarían un bajo
riesgo para la salud humana o el ambiente” (CONICET 2009:3), mientras que
en las conclusiones generales se dice que “En Argentina no existen suficientes
datos sobre los efectos del glifosato en la salud humana, por lo cual sería impor-
tante promover la realización de los estudios pertinentes” (CONICET 2009:133).
Es decir que ante la presencia de incertidumbre en el diagnóstico y la falta de
evidencias, se posterga el dictamen de la cuestión hacia el futuro. El documen-
to aclara también que la mayoría de los estudios analizados no consideran “los
impactos indirectos, los acumulativos, los de largo plazo, ni las reacciones sinér-
gicas que el agroquímico puede tener en el ecosistema y en las redes tróficas”
(CONICET, 2009:129). A pesar de ello, el informe dice que es difícil establecer
una relación causa-efecto entre el uso de agroquímicos y la aparición de anor-
malidades de desarrollo y defectos de nacimiento en hijos de aplicadores por
las interacciones con agentes ambientales y factores genéticos.
Una manera de lidiar con esta incertidumbre en el diagnóstico es la crea-
ción de dispositivos institucionales, entre cuyos objetivos figura lidiar con esta
problemática. En este sentido, también derivado del Decreto 21/2009, se creó
en febrero 2010 el Programa Nacional de Prevención y Control de Intoxicacio-
nes por Plaguicidas (Ministerio de Salud, Resolución 276/2010). Dicho Progra-
ma tiene como principal objetivo aumentar la notificación e información sobre
plaguicidas, ya que uno de los problemas detectados es que el número real de

99
Controversias sociotécnicas en torno a las fumigaciones... Karin Skilli, Ezequiel Grinberg

intoxicaciones no guardaría relación con lo oficialmente registrado. Para ello,


el Programa contempla la creación de “unidades centinelas” con el propósito
de dotar de recursos humanos, técnicos y materiales a hospitales y centros de
salud del interior del país para que puedan notificar al Gobierno nacional sobre
esta problemática. También se hace hincapié en la capacitación, para lo cual se
organizan talleres con varios componentes (sensibilización, salud, manejo de
plaguicidas, etc.) en diferentes localidades. De esta manera, el Gobierno mues-
tra que está haciendo algo al respecto, aunque de acuerdo a nuestras fuentes,
la capacidad operativa de dicho Programa es aún limitada.
Respecto a la temporalidad en la determinación del grado de toxicidad del
glifosato, uno de los criterios más utilizados es la metodología basada es la lla-
mada DL-50 (dosis letal 50). Ésta se utiliza para evaluar los efectos agudos de la
exposición a un producto determinado. De acuerdo a nuestras fuentes, consiste
en la aplicación en ratas y otros animales de laboratorio del producto que se
quiera evaluar hasta que perezca el 50% de la muestra (de allí su nombre). En
función del tiempo en el que esto ocurra y de la cantidad de producto necesario
para ello se determina el grado de toxicidad.7 De acuerdo a las fuentes con-
sultadas, este mecanismo sólo serviría para determinar intoxicaciones agudas
y efectos letales, pero no brindaría información sobre los efecos subletales ni
crónicos derivados de la exposición a bajas dosis por períodos prolongados,
ya que no hay estudios acerca de lo que ocurre con el 50% de la muestra que
queda con vida. El documento del CONICET también señala que existe amplia
controversia en torno a la DL-50. De acuerdo a este documento, con esta me-
todología se clasificó inicialmente al glifosato como “relativamente no tóxico”
para animales (CONICET, 2009: 63). Estas pruebas se basan en dos estudios que
realizó Monsanto, el primero en 1979, ratificado luego en 1989 (CONICET, 2009:
63). También tomando trabajos de Monsanto, la EPA (Environmental Protec-
tion Agency)8 clasificó al glifosato como una sustancia “sin evidencia de efectos
carcinogénicos en humanos”, aunque aclara que esta conclusión no debe ser
considerada definitiva dado que el agente podría ser cancerígeno bajo ciertas
circunstancias (CONICET, 2009: 67).

7. Generalmente se utilizan ratas para estas pruebas, debido a la similitud del metabolismo con el
de los humanos.
8. Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos.

100
Cartografías del conflicto ambiental en Argentina. Gabriela Merlinsky (Comp.)

En síntesis, para los actores que ubicamos dentro de esta posición, los agro-
químicos significan un insumo fundamental de la agricultura industrial de la
cual se obtienen beneficios económicos: el gobierno recibe ingresos por los
derechos de exportación, el sector privado por la venta de semillas, insumos
y servicios adjuntos9 y los productores por el comercio de un commoditie de
alto precio en el mercado internacional. Esto implica que para esta posición los
agroquímicos no significan un riesgo, o en el caso de que lo haya, quedan ocul-
tos o se consideran aceptables en relación a los beneficios, lo cual da señales de
las características del modelo de desarrollo vigente en la actualidad.

Postura precautoria

En esta posición agrupamos varios argumentos que son utilizados en la con-


troversia por una multiplicidad de actores, entre los cuales encontramos a
científicos, médicos y organizaciones sociales. El argumento principal que re-
saltamos en esta posición es que existe suficiente evidencia de que los agro-
químicos utilizados en las fumigaciones representan un riesgo para la salud
humana y el ambiente. Esta evidencia provendría tanto del ámbito científico
formal, como del conocimiento producido desde la experiencia de organi-
zaciones sociales y médicos de pueblos fumigados. Tomar el conocimiento
generado por las organizaciones sociales implica cuestionar la premisa de
que los profesionales y expertos tienen un conocimiento cualitativamente
diferente al de los legos. Los argumentos se basan en las observaciones de
médicos que dicen haber notado que los abortos espontáneos y los defectos
de nacimiento han aumentado al ritmo del incremento en la utilización del
glifosato. En comparación con el documento del CONICET, estos trabajos se
basan en sus propios análisis, estudios y observaciones, en muchos casos re-
lacionadas con pacientes en hospitales. Además de los riesgos en la salud, los
actores que ubicamos en esta posición, en general consideran que la produc-
ción de soja transgénica tiene como consecuencia la degradación del suelo,
la deforestación, la contaminación del agua, la degradación ambiental, la des-

9. El mercado de agroquímicos representó más de 1.800 millones de dólares en el año 2008 (Parera,
2010).

101
Controversias sociotécnicas en torno a las fumigaciones... Karin Skilli, Ezequiel Grinberg

trucción de la biodiversidad y la expulsión de comunidades rurales. A su vez,


existe una referencia constante a que los productores, las trasnacionales y el
Estado privilegian los beneficios económicos antes que la salud de las perso-
nas, por lo cual se aboga por un cambio no sólo en las políticas, sino también
en el paradigma del modelo de desarrollo.
Carrasco es uno de los principales actores que ubicamos en esta posición,
aunque también es posible referir a otros científicos que han hecho investiga-
ciones sobre la temática y a médicos que han atendido a pacientes afectados
por fumigaciones. Los estudios de Carrasco y su equipo muestran que los an-
fibios y pollos adquieren defectos de nacimiento por exposición a glifosato
en el laboratorio. Los resultados que hiciera público Carrasco en 2009, no son
citados en el documento elaborado por el CONICET al que se hizo referencia
en la sección anterior, mientras que varios de los trabajos de los otros cien-
tíficos y médicos aparecen en el libro Pueblos Fumigados. Algo que todas es-
tas personas tienen en común es que son miembros de alguna organización
ambiental, lo que indica la existencia de relaciones entre la sociedad civil y
el expertise científico. Carrasco es el único que no es explícitamente miem-
bro de una organización de este tipo. No obstante, luego de la visibilidad pú-
blica que tomaran sus investigaciones, fue invitado como orador a muchos
encuentros de estas organizaciones. Es interesante también que el periódico
Página/12 haya publicado numerosos artículos sobre Carrasco y sus investi-
gaciones sobre el glifosato, lo que demuestra que ha alcanzado una amplia
audiencia en el ámbito público.
Otro actor que consideramos relevante dentro de esta posición, es el GRR
(Grupo de Reflexión Rural) y su campaña “Paren de Fumigar”, debido a que
consideramos que funciona como un articulador de varios argumentos den-
tro de esta posición. Por ello, hemos decidido focalizar en esta campaña que
nuclea a varias ONG y asambleas ciudadanas. “Paren de Fumigar” fue lanzada
por el GRR y Madres de Ituzaingó en el 2006. Desde entonces, varias organi-
zaciones socioambientales se han unido o colaborado con la campaña. En
mayo de 2009, Jorge Rulli, uno de sus fundadores, publicó junto con otros
el libro Pueblos Fumigados, en el cual se describe a este movimiento. Esta
campaña es una continuación del trabajo iniciado por el GRR en los 90, cuyo
objetivo general era el cuestionamiento de la producción biotecnológica de

102
Cartografías del conflicto ambiental en Argentina. Gabriela Merlinsky (Comp.)

commodities. Su objetivo específico era trabajar en contra de los “agrotóxicos”


(no utilizan el término “agroquímicos”) con el fin de proteger la salud de las
personas y el ambiente, repoblar las áreas rurales y contribuir a la soberanía
alimentaria. Es decir que la temática del glifosato es abordada desde un con-
texto amplio. El trabajo consiste en la recopilación de testimonios y datos de
comunidades afectadas (escritos por ellos mismos), como encuestas, análisis
de agua y suelo, etc. con el objetivo de brindar evidencia de los efectos ne-
gativos del uso de productos químicos como el glifosato. En este trabajo se
consideran diferentes tipos de conocimiento, como por ejemplo la experien-
cia de los pobladores de áreas rurales. De esta manera, “Paren de Fumigar” es
un productor activo de conocimiento. Las movilizaciones del GRR y “Paren
de Fumigar” contra el uso de agroquímicos se han hecho a través de charlas,
producción de videos y libros, manifestaciones, participación en audiencias
públicas a nivel provincial y nacional, etc.
Otro actor que consideramos importante en esta posición es un grupo de mu-
jeres del barrio Ituzaingo Anexo de la ciudad de Córdoba, denominado Madres
de Ituzaingó, el cual viene manteniendo desde hace diez años una lucha por la
salud de los vecinos del barrio que se encuentra rodeado de campos de soja. Este
caso es considerado fundamental en el conflicto por las fumigaciones en la Ar-
gentina. La lucha de las Madres contra las fumigaciones comenzó cuando una de
ellas, Sofía Gatica, empezó a darse cuenta que en el barrio había muchas mujeres
con pañuelos tapando sus cabezas porque se habían quedado sin pelo debido
a que se encontraban en tratamiento oncológico, y también muchos niños con
barbijos. Así que decidió investigar lo que ocurría y fue casa por casa confeccio-
nando una lista de nombres, edades, dirección y enfermedad diagnosticada. Otra
de las Madres, María Godoy, dice en una entrevista: “llamaba la atención porque
las leucemias se habían dado ahí. Los chiquitos que nacían con malformaciones
eran muy cercanos también al campo. Los abortos espontáneos… Hay una com-
pañera que ha tenido 14 abortos. (…) y nos llamaba la atención todo esto, ¿no?
En la escuela se comentaba que había niñitos con dificultades de aprendizaje,
dificultades en el crecimiento…”. Con otras mujeres del barrio llevaron esta lista al
Ministerio de Salud, junto con un mapa de los casos de enfermedades, y deman-
daron estudios de suelo, aire, agua y los transformadores, ya que también existían
problemas de contaminación industrial y PCB.

103
Controversias sociotécnicas en torno a las fumigaciones... Karin Skilli, Ezequiel Grinberg

Utilización de la ciencia y el conocimiento


Para la epidemiología popular, el conocimiento válido no sólo es generado por
científicos, sino también por legos que pueden detectar “agrupamientos de en-
fermedades” (illness clusters) (Brown y Mikkelsen, 1990).
“Paren de fumigar” enfatiza que hay “poca información confiable” debido a
que una gran parte de la ciencia se encuentra en manos de grandes corpora-
ciones. En marzo de 2009, durante la presentación de El mundo según Monsanto
en Buenos Aires, “Paren de Fumigar” y la documentalista francesa Marie-Monique
Robin expusieron como una cuestión central de sus argumentos que el conoci-
miento científico producido por las multinacionales es corrupto. Ejemplificaron
con otras controversias científicas y fraudes, y pidieron por científicos autónomos
y confiables que no estén vinculados a las corporaciones. Carrasco también se
refirió a este mismo tema en varias presentaciones públicas. En una conferencia
afirmó que dado que la ciencia es un poderoso instrumento, es necesario “des-
colonizar el conocimiento”. De esta manera, el cuestionamiento que vemos en
esta posición respecto al glifosato no es sólo de un producto específico, sino de
un modelo económico y el control sobre la producción mundial de alimentos,
teniendo en cuenta que el 90% de la soja producida en la Argentina es exportada.
Una herramienta importante para los activistas ambientales es generar nue-
vos conceptos que movilicen a la gente. En un encuentro en Santa Fe del cual
participaron productores y activistas, observamos cómo algunos participantes
cuestionaban que en las presentaciones se hable de “agrotóxicos”, un término
directamente vinculado a los riesgos, y sugerían que sea reemplazado por el
término “agroquímicos”. En este mismo encuentro, Carrasco tuvo que defender
su estudio de cuestionamientos que apuntaban a deslegitimizar sus hallazgos,
argumentando que los embriones podrían manifestar malformaciones si se
les inyectara bebidas gaseosas. Este detalle nos provee una herramienta para
comprender de qué se trata la controversia y cómo los profesionales no están
discutiendo solamente “hechos científicos”. Carrasco demostró esto declarando
en varias ocasiones que la Argentina se ha convertido en un “experimento a
gran escala” debido a la extensión de la producción de soja transgénica y el uso
de agroquímicos. Esta declaración pone de relieve la complejidad y dificultad
respecto a saber cuáles son las consecuencias de la producción de soja transgé-
nica, al mismo tiempo que sí es posible comparar a animales de laboratorio con

104
Cartografías del conflicto ambiental en Argentina. Gabriela Merlinsky (Comp.)

humanos rociados con agroquímicos. Se ve además cómo los activistas de hoy


en día necesitan saber generar símbolos y contar historias (Duncombe, 2008)
para movilizar a la gente, aunque esto no es algo nuevo (Shiva, 2000). En una
entrevista a una de las Madres de Ituzaingó, plantea las fumigaciones con agro-
químicos como un “genocidio encubierto”.
Por otro lado, los medios masivos de comunicación tienen un rol en las
controversias científicas en general, y en ésta en particular. Una nota en Cla-
rín indica que algunas personas fueron al laboratorio donde trabaja Carrasco y
exigieron una copia de su estudio que no les fue entregada, y que además, el
CONICET nunca ha sido informado sobre este estudio, ni lo ha autorizado (re-
saltando la percepción pública de cómo la investigación científica debería fun-
cionar). En una entrevista en Página/12, Carrasco respondió sobre estas acusa-
ciones y también las referentes al cuestionamiento de que sus hallazgos fueran
divulgados antes en Página/12 que en una revista científica. Carrasco explicó
que los resultados científicos no son confirmados por ser publicados en una
revista científica, e incluso que en ocasiones se han probado que eran falsos
luego de su publicación. También explicó que un artículo puede no ser publica-
do porque los editores no están interesados en el estudio. Se refirió a su propio
descubrimiento de los genes Hox en 1984 argumentando que tomó años hasta
que la comunidad científica corroborara y validara su hallazgo. La referencia a
su descubrimiento es una manera de legitimizar su rol como científico.
El agrónomo y genetista Alberto Lapolla opina que Carrasco recibió tanta
atención porque “pertenece a una institución reconocida, el CONICET”. A su vez,
afirma que los investigadores independientes y los críticos como él mismo, que
han alertado sobre los efectos en la salud de los agroquímicos, son conside-
rados sólo como “francotiradores”. Carrasco, en cambio, cuenta con respaldo
institucional y autoridad, por lo cual no puede ser ignorado. De esta manera,
Carrasco, al igual que otros, emplea su legitimidad como científico para el apo-
yo a un asunto que no es sólo científico, sino también político y social.

Controversias e incertidumbres

Una cuestión general que se ha planteado en varios casos previos de “comu-


nidades contaminadas” es el problema de establecer una relación causal entre

105
Controversias sociotécnicas en torno a las fumigaciones... Karin Skilli, Ezequiel Grinberg

exposición y enfermedad, o dicho con otras palabras, entre causas y efectos. En


Pueblos Fumigados se hace referencia a fuentes académicas y estudios previos
sobre efectos carcinógenos, como el trabajo de Marc et al. (2005; citado en Rulli,
2009:275-6). Este autor dice que el cáncer puede necesitar hasta 30 o 35 años
para desarrollarse en un humano adulto. Es decir que alguien que tuvo contac-
to con alguna sustancia tóxica puede tener síntomas recién 30 años después. El
hecho de que las personas puedan sufrir enfermedades crónicas tiene que ver
con la exposición a largo plazo de bajas dosis, o ser resultado de la acumulación
de diferentes factores de riesgo sobre la salud, lo que rara vez es investigado.
Esto contrasta con la metodología basada en la DL-50 –anteriormente expues-
ta– como otra manera de considerar la noción temporal sobre el riesgo.
Otro aspecto que ilustra la complejidad de estas investigaciones es la rela-
ción entre estudios de laboratorio “aislados” sobre alguna sustancia química y
las prácticas “reales” de la agricultura y sus efectos sinérgicos (cfr. Latour, 1983).
Esto tiene que ver con las diferencias entre el glifosato “puro”, el Roundup y los
coadyuvantes y surfactantes que son substancias que se mezclan junto con los
pesticidas para realizar las fumigaciones y que algunos argumentan que tam-
bién afectarían la salud, tanto por la sinergia que puedan producir con el prin-
cipio activo (glifosato, por ejemplo), como por sí mismos (Rulli, 2009; CONICET,
2009:19).
En la Argentina, una manera típica de discutir el riesgo asociado a ciertas
sustancias, es refiriéndose a su prohibición en otros países, especialmente
cuando se infiere que en nuestro país los agroquímicos están insuficientemen-
te regulados y controlados por el Estado. En este sentido, desde esta posición
se demanda una mayor responsabilidad del Estado, tanto en términos de regu-
lación como de implementación de leyes. Una de las cuestiones relacionadas a
la producción de conocimiento son las herramientas legales necesarias para la
lucha socioambiental, así como también las relaciones entre política y práctica,
y el conocimiento y la incertidumbre, o cómo el conocimiento es utilizado en
prácticas políticas. El principio precautorio se refiere a la incertidumbre cientí-
fica, el riesgo y las políticas públicas. Así, conecta conocimiento y política. Uno
de los argumentos de “Paren de Fumigar” es promover el principio precautorio
como una herramienta política para lidiar con las incertidumbres que implica
para la vida y el ambiente el uso masivo de agroquímicos. Ésta es una manera

106
Cartografías del conflicto ambiental en Argentina. Gabriela Merlinsky (Comp.)

de tomar una posición activa en la discusión sobre la falta de evidencias y las


incertidumbres, y es muy diferente de la posición pragmática que alude a las
buenas prácticas sin instar a futuros cambios de políticas públicas para tratar
con los posibles riesgos.

Síntesis de las dos posturas

A continuación se expone un cuadro en el cual hemos sintetizado las principa-


les diferencias encontradas entre las posiciones pragmática y precautoria.

107
Controversias sociotécnicas en torno a las fumigaciones... Karin Skilli, Ezequiel Grinberg

Cuadro 1. Posición en cuanto a la construcción del riesgo

Pragmática-productivista Precautoria
Principales • Utilizan el término “agroquímicos”. • Utilizan el término “agrotóxicos”.
argumentos • Agroquímicos como insumo • Los agroquímicos son venenos.
productivo. • Incluso con buenas prácticas pue-
• Si son utilizados de manera correc- de haber efectos negativos.
ta, no existen riesgos para la salud • Las “buenas prácticas” en la reali-
humana y el ambiente (o son muy dad son incontrolables.
bajos).
• Buenas prácticas
Actores • Algunos organismos públicos, em- • Organizaciones sociales y socioam-
presas trasnacionales, organizacio- bientales, médicos de pueblos
nes privadas vinculadas al sector y fumigados, vecinos autoconvoca-
productores agrarios capitalizados. dos, expertos independientes o
pertenecientes al sistema científico.
Afecciones • Si los agroquímicos son utilizados • Las fumigaciones con glifosato
a la salud de manera correcta, los riesgos para representan un riesgo significa-
la salud humana y el ambiente no tivo sobre el ambiente y la salud
existen o son muy bajos. Si bien humana. Existe evidencia suficiente
hay estudios que muestran relación que prueba la correlación entre la
entre exposición a fumigaciones y exposición a las fumigaciones y:
enfermedad, no existe evidencia abortos espontáneos, problemas
para determinar una correlación respiratorios, cáncer, malformacio-
directa. nes y afecciones cutáneas.
• Hincapié en los efectos “agudos”. • Hincapié en los efectos “crónicos”.
Dimensión • Corto plazo. • Corto y largo plazo.
temporal • Metodología con base en la DL-50. • Efectos crónicos y subletales.
del riesgo • Efectos de exposición a bajas dosis
por períodos prolongados.
Relación • Consideran sólo el conocimiento • Consideran varios tipos de conoci-
con el científico oficial: argumentos res- miento, oficial y no oficial: informes
conocimiento paldados en recomendaciones de producidos por organizaciones
científico organismos internacionales como sociales, datos empíricos proporcio-
WHO (OMS), estudios de las propias nados por pobladores y médicos de
empresas productoras de algun áreas rurales.
componente del paquete tecnoló- • Ausencia de estadísticas epidemio-
gico, y el sistema científico oficial en lógicas.
general.
Modelo de • Extractivista-primario exportador • Seguridad y soberanía alimentaria.
desarrollo intensivo. • Agricultura no industrial.
• Economía de anclaje. • Agroecología.
• Agricultura industrial: valor agre-
gado por el procesamiento de los
granos.
• Criterio de rentabilidad costo-
beneficio de corto plazo.
• Generación de divisas y recauda-
ción fiscal.
Discurso • Productivista. Sociedad del cono- • Precautorio. Salud Pública. Tecno-
cimiento. logía ligada al poder económico:
falta de confianza en estudios de
trasnacionales, corrupción.

108
Cartografías del conflicto ambiental en Argentina. Gabriela Merlinsky (Comp.)

Conclusiones

Si bien investigaciones previas han resaltado la aceptación por parte del pú-
blico de la utilización de biotecnología en la Argentina (Newell, 2009), hemos
utilizado como punto de partida la controversia pública de 2009 en torno al gli-
fosato para mostrar dos diferentes formas de argumentar sobre los riesgos de
las fumigaciones con agroquímicos ligados a la soja transgénica. Hemos inten-
tando ver cómo se construye el riesgo a través de los argumentos en los cuales
se apoyan, y cuál es la relación con la utilización de la ciencia y la producción de
conocimiento. También hemos discutido cómo las evidencias e incertidumbres
son utilizadas.
En el análisis realizado sobre la construcción del riesgo para las posturas
pragmática y precautoria, pudimos observar que la utilización de la ciencia y el
conocimiento tiene un rol central para los actores que asociamos a cada posi-
ción, y que cada uno de ellos se esfuerza por mostrar que posee el conocimien-
to válido acerca de la controversia.
Para la posición pragmática, los agroquímicos son considerados un insu-
mo productivo, no un riesgo. El argumento principal es que si son utilizados
adecuadamente, no deberían causar daños sobre la salud de las personas ni
el ambiente. Esto significa que se pone el acento en una cuestión técnica y
una práctica ideal. La responsabilidad por cualquier daño posible queda en-
tonces en manos de las personas y empresas que realizan las aplicaciones
de los agroquímicos, no en los productores, ni en las empresas que fabrican
y venden los agroquímicos. El Estado tendría el rol de controlar que dichas
prácticas se realicen correctamente. El documento del CONICET, que conside-
ramos central en esta posición, dice que no existen suficientes estudios para
determinar los efectos de los agroquímicos en la salud. Por lo tanto, tampoco
hay una recomendación de políticas para actuar al respecto. De esta manera,
pospone la resolución del riesgo hacia el futuro, instando a la elaboración de
nuevos estudios. Consideramos esto como incertidumbre en el diagnóstico, y
al lanzamiento en 2010 del Programa Nacional de Prevención y Control de In-
toxicaciones por Plaguicidas, como una manera de enfrentarla. Es interesante
que no se hayan realizado estudios de laboratorio para elaborar este informe,
sino que se limitó a la revisión de la bibliografía existente en revistas cientí-

109
Controversias sociotécnicas en torno a las fumigaciones... Karin Skilli, Ezequiel Grinberg

ficas especializadas (CONICET, 2009). El tiempo necesario para elaborar este


tipo de estudios puede tomar años.
Para la posición precautoria, los agroquímicos representan un riesgo com-
probado para la salud humana. Sus argumentos se basan en sus propios estu-
dios de laboratorio y su experiencia con pacientes. Los actores de esta posición
no sólo intentan producir conocimiento que cumpla los estándares académi-
cos, sino que también tienen como objetivo motivaciones sociales y políticas.
Esto indica que producen conocimiento que consideran útil para las comunida-
des contaminadas y afectadas por las fumigaciones. En el caso de Carrasco, fue
en agosto de 2010, un año después del inicio de la atención mediática, que sus
resultados fueron publicados en una revista especializada. No obstante, aclara
que “Nosotros no empezamos a trabajar en glifosato porque es una molécula
atractiva; empezamos a hacerlo porque nos impactó algo que estaba pasando
en la sociedad, en el interior, en esos lugares donde solamente hay gente ro-
deada por soja” (Cámara de Diputados de la Nación, 2010:8).
De forma similar, un análisis de artículos sobre los OGM tomados de Pagi-
na/12 indica que en los mismos no se ve una preocupación principal por el ries-
go en torno a la soja transgénica, sino que la atención se encuentra en la pers-
pectiva de justicia y la propiedad intelectual y económica así como el control
en el sistema mundial de producción de alimentos. No podemos afirmar que la
construcción del riesgo en torno a la cuestión de los OGM no existe, pero sí que
es marginal (Newell, 2009).
Otro de los actores que estudiamos en esta posición es el GRR y su cam-
paña “Paren de Fumigar”. Este actor no sólo discute hechos individuales,
sino que considera la totalidad del sistema. Se ocupa de las controversias
científicas y abre la “caja negra” de la ciencia examinando cómo y quiénes
investigan, quién diseña los proyectos de investigación, quién controla la
producción de conocimiento, quién financia las investigaciones y qué signi-
fica la independencia científica. En este sentido, no se trata sólo de “ciencia
independiente”, sino de “científicos independientes”. A su vez, cuestionan el
conocimiento producido por el Estado y las corporaciones, y se preguntan:
¿el conocimiento de quién cuenta y qué hace que un experto sea “confia-
ble”? De esta manera, debaten sobre “la economía política del conocimien-
to” (Sismondo, 2010).

110
Cartografías del conflicto ambiental en Argentina. Gabriela Merlinsky (Comp.)

En Pueblos fumigados, se demuestra la complejidad de las investigaciones


sobre los efectos de los agroquímicos debido a varios factores. La investigación
involucra diversos tipos de profesionales, como médicos, enfermeros, institu-
ciones médicas, científicos que investigan sobre la temática, las universidades
y sus departamentos específicos, los políticos que han hecho las leyes, regula-
ciones para la clasificación de los agroquímicos, el sistema jurídico y de control
de las leyes, abogados, jueces y las cortes, los productores que utilizan los agro-
químicos y los mezclan con diferentes productos, las corporaciones multinacio-
nales que producen los agroquímicos pero que no brindan toda la información
de los productos aludiendo a la confidencialidad del negocio (cfr. CONICET,
2009:13), los medios de comunicación y periodistas y su forma de presentar
los estudios sobre los agroquímicos, la política internacional para el comercio
de commodities y las instituciones internacionales como la OMS (Organización
Mundial de la Salud). A todos estos actores se suman también las comunidades
fumigadas. En general, parece existir una distinción entre los profesionales que
por un lado cuestionan los efectos perjudiciales de los agroquímicos (aquellos
que se “atreven” a hablar de esto), y por otro lado, aquellos que no lo hacen, ya
sea por temor, negligencia, o intereses económicos y/o políticos. En este sen-
tido, “Paren de Fumigar” construye el riesgo a través de la representación de
científicos y estudios vinculados a las corporaciones como poco confiables. La
producción del conocimiento es así puesta en un marco amplio y en un contex-
to social y político que trasciende la cuestión meramente física y científica de
la detección de los efectos sobre la salud. La capacidad institucional también
juega un rol, así como las deficiencias en la atención de la salud en el interior del
país. Por otro lado, la discusión se vuelve muy compleja porque existe una gran
cantidad de controversias sociotécnicas alrededor de esta cuestión. Es intere-
sante ver cómo en la posición pragmática se las utiliza como argumento para
posponer una definición sobre las incertidumbres hacia el futuro, mientras que
algunos actores de la posición precautoria, como “Paren de Fumigar”, las utiliza
como razón suficiente para aplicar el principio precautorio como una medida
política para manejar esta incertidumbre en el diagnóstico.
El marco temporal juega un rol vital en muchos aspectos de las controver-
sias sociotécnicas, la construcción del riesgo y la epidemiología popular. En pri-
mer lugar, es importante evaluar el tiempo que transcurre entre la exposición y

111
Controversias sociotécnicas en torno a las fumigaciones... Karin Skilli, Ezequiel Grinberg

la detección de la enfermedad, o entre el tiempo en que se fumiga y la toma de


conciencia sobre los cambios en el ambiente. De esta manera, las evaluaciones
y decisiones sobre el riesgo pueden basarse en el corto, mediano o largo plazo.
En segundo lugar, se debe considerar los aspectos institucionales y el tiempo
necesario para los investigadores en diseñar un proyecto, recibir los fondos, ela-
borar un estudio, escribir sobre sus resultados y finalmente publicarlos.
La pregunta acerca de quién financia la investigación científica, así como de
su función, es importante. Está a su vez vinculada al marco institucional y a la
pregunta de quién tiene el conocimiento suficiente y el expertise para evaluar
los efectos en la salud de conexiones ambientales tan complejas (las corpora-
ciones, los investigadores, las organizaciones sociales), para quién es producido
el conocimiento y cómo es utilizado, así como también qué medidas políticas
se generan. Esto se relaciona con la distribución de las responsabilidades. Las
controversias entre los expertos vinculados a las corporaciones, los organismos
públicos y otros científicos muestran la multiplicidad de especialistas existen-
tes, una característica de la posmodernidad (Giddens, 1997).
Como una manera de lidiar con la incertidumbre en el diagnóstico, los movi-
mientos sociales que participan en conflictos que involucran riesgo ambiental
producen su propio conocimiento. En este sentido, observando sus estrategias
se ve que deben estar al tanto de las leyes y regulaciones en el nivel local, nacio-
nal e internacional, deben aprender a pensar como abogados, deben compren-
der cómo trabajan los medios de comunicación y cómo comunicar sus ideas,
incluyendo herramientas pedagógicas necesarias para generar símbolos que
movilicen al público. Finalmente, también deben entender la manera científica
de medir efectos en el ambiente, incluidos los ecotoxicológicos y biológicos.
Ulrich Beck afirma que “los ciudadanos no pueden ignorar a los expertos y su
experiencia. De hecho, las protestas modernas, con pocas excepciones, deben
hablar el lenguaje de la ciencia”10(Beck, 1995:80). María Godoy, una de las refe-
rentes de las madres de Ituzaingó, expresaba en una entrevista realizada por los
autores de este artículo: “hemos avanzado mucho en nuestra cabeza, o hemos
aprendido porque nos obligaron a investigar”. Brown afirma que “existe una
emergencia de ciudadanos activistas que buscan conocimiento sobre el am-

10. Traducción propia.

112
Cartografías del conflicto ambiental en Argentina. Gabriela Merlinsky (Comp.)

biente y las enfermedades, como así también profesionales que los apoyan…
en muchos casos, el conocimiento científico va rezagado en la identificación de
las enfermedades y sus causas”11 (Brown et al., 2000:17-18). Los ciudadanos son
por lo tanto capaces de alertar sobre los problemas de salud por substancias
tóxicas y tener un conocimiento válido y racional acerca del mundo.
Giddens afirma que así como los ciudadanos no pueden ignorar a los exper-
tos y su expertise, tampoco los expertos pueden ignorar siempre a los ciudada-
nos y el conocimiento que construyen.

11. Traducción propia.

113
Controversias sociotécnicas en torno a las fumigaciones... Karin Skilli, Ezequiel Grinberg

Bibliografía

Augoustinos, M.; Russin, A. y Le Couteur, A. (2009): “Representations of the


Stem-cell Cloning Fraud: From Scientific Breakthrough to Managing the
Stake and Interest of Science”, Public Understanding of Science, Vol. 18, N° 6,
ps. 687-703.
Auyero, J. y Swistun, D. A. (2008): Inflamable: estudio del sufrimiento ambiental,
Buenos Aires, Paidós.
Beamish, T. (2001): “Environmental Hazard and Institutional Betrayal: Lay-Pu-
blic Peceptions of Risk in the San Luis Obispo County Oil Spill”, Organization
& Environment, Vol. 14, N° 5.
Beck, U. (2000): “La dinámica política en los conflictos de riesgos”, enÁlvarez,
C. et al., Tecnología genética. Investigación, ética y legislación, Montevideo,
Trilce.
Bisang, R. y Sztulwark, S. (2006):“Tramas productivas de alta tecnología y
Ocupación. El caso de la soja transgénica en Argentina”, Proyecto MTSS-BISI.
EG 59, Buenos Aires.
Brown, P.; Kroll-Smith, S. y Gunter, V. J. (2000): “Knowledge, Citizens and Or-
ganizations: An overview of environments, diseases, and social conflict”,
en Kroll-Smith, Steve; Brown, Phil y Gunter, Valerie J. (Edits.). Illness and the
Environment: A Reader in Contested Medicine, New York-London, New York
UniversityPress.
Brown, P. y Mikkelsen, E. J. (1990): No safe place: Toxic waste, leukemia, and
community action, Berkeley, University of California.
CASAFE (Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes). Sitio web:
www.casafe.org. (Consulta: 1/7/2011).
Chambers, R. (1983): Rural Development: Putting the Last First, London-New
York, Longman.
CONICET (2009): “Evaluación de la información científica vinculada al glifosato
en su incidencia sobre la salud humana y el ambiente” [en línea]. Disponible
en: www.msal.gov.ar/agroquimicos/pdf/INFORME-GLIFOSATO-2009-CONI-
CET.pdf (Consulta: 8/4/13).
Daroit, D. y Nascimento, L. F. (2009): “The Influence of the Actor Network on
the Innovative Process of Transgenic Soybean in Rio Grande Do Sul, Brazil”,

114
Cartografías del conflicto ambiental en Argentina. Gabriela Merlinsky (Comp.)

Journal of Technology Management & Innovation, Vol. 4, N° 4, ps. 150-160.


Duncombe, S. (2010): “Cover”, en Reinsborough, Patrick y Canning, Doyle, Ima-
gining Change. How to Use Story-based Strategy to Win Campaigns, Build Mo-
vements, and Change the World, Oakland, PM Press.
De Vries, G. (2007): “What is Political in Sub-politics?: How Aristotle Might Help
STS”, Social Studies of Science, Vol. 37, N° 5, ps. 781-809.
FAO, Dirección de Estadística. Sitio web: www.fao.org. (Consulta: 19/10/2010).
FOCO (2008): “Glifosato y Transgénicos, el caso argentino y las consecuencias
sobre la salud” [en línea]. Disponible en: www.cisas.org.ni/gestionderiesgo/
node/348 (Consulta: 23/04/13).
Giddens, A. (1990): The Consequences of Modernity, Stanford, Stanford Univer-
sity Press.
— (1997): “La vida en una sociedad post-tradicional”, Agora, Año 3, N° 6.
Gómez, M. (2008): “La soja de la discordia. Los sentidos y estrategias en la mo-
vilización de la pequeña burguesía”, Lavboratorio, año 10, N° 22, ps. 22-35.
INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos). Sitio web:
www.indec.gov.ar(Consulta: 19/10/2010).
Jasanoff, S. (2003): “Breaking the Waves in Science Studies: Comment on H.M.
Collins y Robert Evans, ‘The Third Wave of Science Studies’”, Social Studies of
Science, Vol. 33, N° 3, ps. 389-400.
Kim, J. (2009): “Public feeling for science: The Hwang affair and Hwang suppor-
ters”, Public Understanding of Science, Vol. 18, N° 6, ps. 670-686.
Kleffmann Group (2011): “Mercado argentino 2010 de Productos Fitosanitario”
[en línea], sitio web: www.casafe.org (Consulta: mayo de 2011).
La política online (2009): “Barañao desmiente estudio contra el glifosato: ‘No es
del Conicet’” [en línea]. Disponible en: www.lapoliticaonline.com/noticias/
val/57009/baranao-desmiente-estudio-contra-el-glifosato-no-es-del-coni-
cet.html (Consulta: 25/09/11).
Lapolla, A. (2010): “Soja Transgénica y la ética de los científicos y los ingenieros
agrónomos” [en línea]. Disponible en: www.permahabitante.com.ar/soja_
etica.php (Consulta: 19/7/2010).
Latour, B. (1983): “Give Me a Laboratory and I Will Raise the World”, en Knorr-
Cetina, K.y Mulkay, M. (Edits.) Science Observed: Perspectives on the Social Stu-
dy of Science, London, SAGE.

115
Controversias sociotécnicas en torno a las fumigaciones... Karin Skilli, Ezequiel Grinberg

Manuel-Navarrete, D. et al. (2005): “Análisis sistémico de la agriculturización


en la pampa húmeda argentina y sus consecuencias en regiones extrapam-
peanas: sostenibilidad, brechas de conocimiento e integración de políticas”,
Serie medio ambiente y desarrollo, N°118, Santiago de Chile, CEPAL.
Ministerio de Salud de la Nación y SAyDS (2007): “La problemática de los
agroquímicos y sus envases, su incidencia en la salud de los trabajadores,
la población expuesta y el ambiente”, estudio colaborativo multicéntrico,
SAyDS-OPS-AAMMA. Villa Linch, Buenos Aires.
MAGyP (Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca). Sitio web:
www.minagri.gob.ar (Consulta: 19/10/2010).
Newell, P. (2008): “Trade and Biotechnology in Latin America: Democratization,
Contestation and the Politics of Mobilization”, Journal of Agrarian Change,
Vol. 8, N° 2-3, ps. 345-376.
— (2009): “Bio-hegemony: The Political Economy of Agricultural Biotechnology
in Argentina”, Journal of Latin American Studies, Vol. 41, N° 1, ps. 27-57.
Paganelli, A.; Gnazzo, V.; Acosta, H.; López, S. L.y Carrasco, A. E. (2010):
“Glyphosate-based herbicides produce teratogenic effects on vertebrates
by impairing retinoic acid signaling”, Chemical Research in Toxicology, Vol. 23,
N° 10, ps. 1586-1595.
Parera, M. (2010): “Campo abierto a la reactivación” [en línea]. Disponible en:
www.apertura.com/notas/232090-campo-abierto-la-reactivacion (Consul-
ta: 19/5/2010).
Peleaz, V. y Schmidt, W. (2004): “Social Struggles and the Regulation of Trans-
genic Crops in Brazil”, en Jansen, K. y Vellema, S. (Edits.) Agribusiness and
Society: Corporate Responses to Environmentalism, Market Opportunities and
Public Regulation, London, Zed Books.
República Argentina (2010): Audiencia pública: La aplicación de plaguicidas y
sus consecuencias en la salud [Versión taquigráfica, 21/09/10].
Rulli, J. (Comp.) (2009): Pueblos fumigados: los efectos de los plaguicidas en las
regiones sojeras, Buenos Aires, Bolsillo.
SAGPyA (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos). Sitio
web: www.sagpya.gov.ar (Consulta: 19/10/2010).
Shiva, V. (2000): Stolen Harvest: The Hijacking of the Global Food Supply, London,
Zed.

116
Cartografías del conflicto ambiental en Argentina. Gabriela Merlinsky (Comp.)

Scoones, I. (2008): “Mobilizing Against GM Crops in India, South Africa and Bra-
zil”, Journal of Agrarian Change, Vol. 8, N° 2-3, ps. 315-344.
Sörlin, S. y Vessuri, H. (Edits.) (2007): Knowledge Society vs. Knowledge Eco-
nomy: Knowledge, Power, and Politics, New York, Palgrave Macmillan.
Svampa, M. (2009): Cambio de época. Movimientos sociales y poder político, Bue-
nos Aires, Siglo XXI.
Tsing, A. L. (2005): Friction: An Ethnography of global connections, Princeton-
Oxford, Princeton University Press.
Woodhouse, E. et al. (2002): “Science Studies and Activism: Possibilities and
Problems for Reconstructivist Agendas”, Social Studies of Science, Vol. 32, N°
2, ps. 297-319.

117

También podría gustarte