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México es un país multilingüe y su diversidad se encuentra zeleja da en las más de sesenta lenguas que se
hablan enis pais asi como sus aproximadamente trescientos sesenta catro variantes. La historia de México
ha tenido episodios de contacto entre lenguas, aunque ha sido desigual: mientras que el español es la
lengua franca y con mayor prestigio lingüístico, muchas lenguas de pueblos originarios tienden al
desplazamiento y, como resultado, a la extinción. Por ello, al hablar de multiculturalismo o de diversidad
lingüística se debe ser crítico, En este sentido, cabe mencionar que las practical radonalitas inde yen la
negación de las diferencias internas, entre ellas las lingült Con precisión hacen muy evidente que la
supuesta homogeneidad e identidad común de los paises es un engaño, un discurso construido. Las
equivalencias sobre las que descansan los nacionalismos que sostienen la idea de pais (una sola nación,
una sola lengua, una sola identidad, una sola bandera, una sola historia) se derrumban ante un hecho
innegable la existencia de naciones dentro de cada país que hablan lenguas muy distintas entre si, La
diversidad lingüística desdice, negando en múlti ples lenguas, el discurso de cualquier nacionalismo
(Aguilar, 2016). En el caso de México, hablar de diversidad lingüistica sin reconocer los derechos de los
hablantes de todas las naciones que conforman al país, es situar el problema en el plano del discurso. En
las aulas, este rema ofrece muchas posibilidades de diálogo acerca de la identificación y la sensibilización
hacia otras lenguas nacionales, el análisis critico de políticas públicas respecto a lenguas no hegemónicas
como el español, y un replanteamiento conceptual.
Desde la perspectiva del psicoanálisis, Quintero (1988) y Rojas (1993) exponen que el lenguaje es un factor
fundamental en la constitución del sujeto y la construcción de la realidad. Se trata de un proceso psíquico
en equilibrio inestable. No está dado por la simple percepción de las co- sas, sino por la combinación del
orden de lo simbólico y lo imaginario, que da como resultado lo real, es decir, con el lenguaje se construye
la realidad, y no es para menos, puesto que el lenguaje es uno de los tres procesos más importantes de la
cognición humana. En el nivel de una colectividad, muchas personas comparten visiones del mundo
parecidas formadas por el lenguaje.
Cuando se habla de interculturalidad e iden idad de los pueblos, es importante reconocer que, en sus
formas de interacción comunicati vas, los miembros de una sociedad no sólo inte racvian para
comunicarse sobre los objetos del mundo, sino también consigo mismos. Es decir, lo que llamamos
identidad es algo que se cons wuye en cada evento comunicativo, donde los interactuantes se atribuyen,
unos a los otros y a si mismos, identidades (Zimmerman, 1991). Los miembros de estos grupos étnicos y
culm rales diferentes siempre han tenido interacción con otros, pero, en este mundo cada vez más co-
nectado, esos encuentros son cada vez más fre cuentes y en ellos se evidencian las diferencias entre unos
y otros, lo que ocasiona, a veces, la creación de nombres, prejuicios o términos des pectivos hacia los
otros.
Estas situaciones también crean nuevas variantes dialectales que son adoptadas por sus seguidores, lo
que a simple vista no presenta con- secuencias negativas si se atribuye a la lengua la capacidad de variar y
transformarse a través del tiempo, y se reconoce el intercambio cultural como algo positivo que fomenta la
interculturalidad en el mundo. Sin embargo, según el estudio de Jacques Guyot (2010), nunca estuvo tan
amenazada la diversidad de las lenguas originarias como actualmente lo está debido a los procesos de la
globalización.
Hoy, por ejemplo, para navegar en un dispositivo electrónico por in- ternet, se debe tener por lo menos una
pequeña no enfrentarte con palabras como window, screen, caps, enter, backspace, log noción del inglés
para in, etcétera. Este tipo de palabras que se introducen al español por ne- cesidad, en este caso del
inglés, no es sino un rasgo de colonización del territorio lingüístico. Y, aunque, existen esfuerzos por una
mayor pre- sencia de otras lenguas no coloniales, es evidente que la diversidad lin- güística se encuentra en
peligro frente a las lenguas de colonia. Por ello, el enfoque intercultural se propone como una medida para
abordar el problema desde las aulas.
Según Teresa Aguado (2005), la educación intercultural propone si- tuar las diferencias culturales de
individuos y grupos como foco de re- flexión e indagación en el ámbito educativo. Se propone dar
respuesta a la diversidad cultural propia de las sociedades democráticas que respeten o valoren el
pluralismo cultural como algo sustancial de las sociedades actuales y que lo consideren riqueza y recurso
educativo. Las escuelas son mayoritariamente espacios monolingües y monoculturales en los que se
constata cierto nivel de intolerancia lingüística. Es frecuente la asociación automática de déficit lingüístico
(en la lengua oficial de la es- cuela) y déficit cognitivo. El aprendizaje de segundas e, incluso, terceras
lenguas es importante, pero no sólo de las lenguas de trabajo, sino tam- bién lenguas en peligro de
desaparición que son representativas de cada país. En México hay una enorme cantidad de lenguas de los
pueblos originarios que pueden ser aprendidas.