Teórico Concurso
Teórico Concurso
Teórico Concurso
INTRODUCCIÓN.
La presente temática es de fundamental importancia y relevancia, ya que está centrada de forma específica
en el contexto del área del conocimiento artístico. Ahora bien, en el marco actual (en pleno Siglo XXI), la
presente temática ha cobrado gran valor y vigencia por los postulados a los que refiere. Entre ellos cabe
señalar que esta ponencia hace alusión al sentido del tratamiento artístico en el contexto educativo,
priorizando su valor y potencial didáctico. Es así que esta ponencia teórica invita a reflexionar sobre algunos
puntos y cuestiones que son de vital importancia, y es por eso que se plantean las siguientes interrogantes:
Estas, y otras tantas interrogantes se intentarán dilucidar y explorar en la teorización del presente eje temático.
DESARROLLO.
El arte sin lugar a dudas es una forma específica de conciencia social, así como también lo es
especificamente de la actividad humana, que refleja la realidad a través de imágenes artísticas. El mismo ha
buscado su “autonomía” como espacio cultural, en el cual la obra de arte ha adquirido protagonismo y
difusión social. Desde una pespectiva histórica, en un hecho estético “el mundo del arte” en la actualidad,
muestra experiencias estéticas complejas que se crean a partir de la integración de diferentes lenguajes
artísticos.
El propósito de la presente temática, se orienta hacia el análisis del valor estético y educativo del arte, en el
contexto de educación inicial y primaria como una nueva forma del conocimiento, entendiendo que toda
expresión humana para que sea expresión artística y libre, requiere del conocimiento y dominio de los
lenguajes estéticos, así como también de los medios materiales que habilitan la producción concreta; y de la
frecuentación de diversidad de géneros y estilos que enriquezcan la mirada o percepción estética. Es
entonces que, la enseñanza debe mantener el nexo entre el niño o niña, su sensibilidad, su expresión y los
conocimientos que necesita adquirir para poder desarrollar una expresión propia, libre, singular y creativa.
Se debe destacar que el conocimiento es una práctica social compleja, que produce formas de subjetividad
en el acontecer concreto de la praxis, es decir, “construye mundos” y nos “construye como sujetos”.
En la fundamentación del Área del Conocimiento Artístico y sus disciplinas (del Programa de Eduación Inicial
Primaria, CEIP 2008), se plantean marcos teórico-conceptuales, orientaciones didácticas, propósitos y
objetivos referidos a la eduación artística. Se señalan allí, algunas ideas que se deben tener en cuenta para el
desarrollo curricular, entre ellas: la sensibilización, la percepción, el conocimiento, la expresión, la creatividad,
la comunicación, el patrimonio, la diversidad y la identidad.
Este programa ofrece marcos de referencia para su abordaje en las instituciones y en el aula. En relación al
Área del Conocimiento Artístico plantea que su objeto de estudio refiere al “patrimonio cultural, tradicional y
contemporáneo” y a “las dimensiones estéticas” (pág. 77).
En este, se plantea que el conocimiento debe concebirse como una práctica reflexiva, creativa y conciente.
Por otra parte, en la Hoja de Ruta para educación artística (elaborada por la UNESCO), se realiza un
acercamiento conceptual sobre la noción de la educación artística, la que permite su interpretación como
una nueva forma de conocimiento. En la misma se expresa:
“La educación artística contribuye a desarrollar una eduación que integra las facultades físicas, intelectuales
y creativas, haciendo posible el desarrollo de las relaciones más dinámicas y fructíferas entre la eduación, la
cultura y las artes”. (UNESCO, 2006:3).
Se puede mencionar también al escritor Herbert Ride quien plantea la siguiente conceptualización en cuanto
al arte como conocimiento:
“El arte es un modo de expresión en todas sus actividades esenciales. El arte es una forma de conocimiento
paralela a otras, pero distinta de ellas, por medio de las cuales el hombre llega a comprender su ambiente”
(H. Ride, 1982).
Desde esta visión se entiende, que sin lugar a dudas, el arte puede favorecer la apropiación del conocimiento
a través de la vía emocional.
Por otro lado, tenemos a Elliot W. Eisner, quien en su obra “Educar la visión artística” (Barcelona, 1995) expresa
que el aprendizaje artístico se produce a través de tres tipos de dominios: el productivo, el contextual y el
crítico. Mediante su formación en estos dominios, el niño o niña desarrolla las capacidades para crear y
expresar ideas, sentimientos y emociones (dominio productivo), para percibir estéticamente (dominio crítico) y
para comprender el arte como un fenómeno ligado a su contexto social y cultural (dominio contextual). Es
así, que el docente debe planificar sus intervenciones en los tres dominios de la dimensión estética con
intencionalidad pedagógica.
Elliot Eisner distingue además, dos tendencias básicas y complementarias: una educación artística extrínseca
(que utiliza el arte como instrumento para la comprensión de otras áreas de conocimiento) y una educación
artistica intrínseca (con valor en sí misma) (ANEP. CEP 2009: 71).
Ahora bien, a diferencia del saber científico, el arte en sus diversas manifestaciones, puede favorecer la
construcción del conocimiento por otros canales, como por ejemplo, la traducción de la realidad en las
imágenes artísticas. Puede conmover al individuo en un lenguaje que abarca su capacidad sensible y
desarrollar su deseo de acción, capaz de transformar o afirmar la realidad.
Según Dumas Oroño (artista plástico uruguayo), el arte ha desempeñado una función social en la sociedad
humana.
Es así que para comprender el significado del arte como conocimiento, es necesario analizar dos aspectos
fundamentales:
1) Por un lado entender el arte como “Proceso”. Desde este lugar, es una experiencia vital del ser humano
que busca expresar su mundo interno y externo. Desde este proceso creativo, el hombre busca proyectar
su conocimiento y su concepción del mundo, tratando de alcanzar aspectos universales y duraderos
para la humanidad.
2) Por otro lado, se toma pertinente entender al arte como “Producto”, que es el resultado del proceso
creador, y que queda plasmado en sus diferentes manifestaciones, y así se convierte en un medio de
comunicación universal.
La eduación para la creatividad es una exigencia social para hacer factible la formación de personas
capaces de superar deficiencias producidas por una educación excesivamente racionalizada. Toda la
estructura formal de la escuela debe encaminarse a la promoción del “talento creador” ligado al ritmo
evolutivo del educando.
Sin lugar a dudas, de todas las actividades humanas, el arte posee inagotables posibilidades para la
creación, siendo el mismo, manifestación de la vida espiritual del hombre y la expresión de los pueblos. No
puede entonces, estar ausente en el proceso de formación integral del ser humano. De allí, que la educación
artística tenga un valor significativo (no queriendo decir que se le de al arte la responsabilidad del proceso
formativo en general). El valor del arte en la escuela radica en contribuir a la formación de hombres
creadores y colaboradores y la apertura de canales de expresión y comunicación necesarios para el
desarrollo de las personalidades y de convivencia colectiva.
Las experiencias artísticas contribuyen motivaciones ideales para iniciar procesos de aprendizajes integrados.
Otras veces, son por sí mismas, el medio a través del cual, se desarrolla ese proceso.
Cuando se vive una actividad artística como agente creativo de la misma, no se está desarrollando una
disciplina, sino que se está satisfaciendo una necesidad espiritual innata del ser humano (muy gratificante),
además de que por sí, involucra funciones sensoriales y de expresión creativa. Cuando se satisface esta
necesidad, cualquier conocimiento al cual se haya arribado mediante la experiencia creativa es perdurable
en la vida del sujeto.
Por otra parte, cabe destacar que la educación artística NO ES una materia diferente a las otras del
currículum escolar, ni menos académica que las demás. La mayoría de los aprendizajes más valiosos y
decisivos en eduación artística no son del tipo memorístico, ni hay una única respuesta correcta para la
mayoría de las preguntas y problemas. Los conocimientos y aprendizajes de los estudiantes en educación
artística pueden y deben organizarse y evaluarse de la misma forma que cualquier otra materia del
currículum.
En todas las materias y actividades escolares hay personas que se destacan por sus intereses y resultados,
pero eso no significa que el resto del alumnado deba desentenderse de estos aprendizajes. La eduación
artística, no es sólo para quienes tienen cualidades artísticas.
Los niños y niñas tienen sus formas y modos de expresión propias, con valor por sí mismas. La eduación artística
debe abordar la resolución de todo tipo de imágenes con el grado de complejidad adecuado a cada curso
o nivel.
En esta instancia es perinente mencionar algunos aspectos sobre la “Creatividad” y sus indicadores más
importanes. Hoy en día, la creatividad es considerada como una cualidad de la inteligencia que puede ser
desarrollada a través de la educación.
Estos cuatro indicadores son considerados como los más relevantes de la creatividad (aunque no son los
únicos).
CONCLUSIONES.
- Es de vital importancia dar apertura a la eduación liberada, permantente, dispuesta al cambio, y sobre
todo creativa, que contribuya significativamente a la adquisición de información, a la solución y
planteamiento de problemas de manera divergente, y al fortalecimiento de habilidades educativas.
- Es función escencial de la escuela ampliar el campo de intereses y referencias culturales del niño o niña,
con la convicción de que nuevos saberes y experiencias estéticas más integrales generen
problematizaciones y/o despierten nuevos intereses.
- En educación artística hay que lograr un cambio de actitud que valore positivamente los esfuerzos
creativos para descubrir nuevas imágenes, formas y conceptos vitales, y es muy importante la creatividad
(pero no única y exclusivamente).
- Los enfoques, metodología, aprendizaje y contenidos de la educación artística no contribuyen un cuerpo
de conocimientos cerrados y concluidos, sino que trata de una materia abierta. La comprensión de los
símolos es imprescindible en todos los ámbitos de la vida, de aquí la gran importancia del pensamiento
simbólico para la educación.
BIBLIOGRAFÍA.
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EJES TEMÁTICOS DE EDUCACIÓN ARTÍSTICA / Aspirante: Leandro Gelpi.
INTRODUCCIÓN.
La presente temática es de fundamental importancia y relevancia, ya que está centrada de forma específica
en el contexto del área del conocimiento artístico. Ahora bien, en el marco actual (en pleno Siglo XXI), la
presente temática ha cobrado gran valor y vigencia por los postulados a los que refiere. Entre ellos cabe
señalar que esta ponencia hace alusión a la incidencia de la educación artística en la construcción de la
subjetividad. Es así que esta ponencia teórica invita a reflexionar sobre algunos puntos y cuestiones que son
de vital importancia, y es por eso que se plantean las siguientes interrogantes:
Estas, y otras tantas interrogantes se intentarán dilucidar y explorar en la teorización del presente eje temático.
DESARROLLO.
Dentro de este contexto, el sistema de las Bellas Artes se ajustó a esta estrategia de orden, estableciendo
cánones de composición para las diversas disciplinas artísticas, dando origen a textos que exponían
sistemáticamente los procedimientos para “operar” dentro del campo de las artes mediante reglas de
composición.
Paralelamente, la emancipación del sujeto, es un proceso surgido en esta época, cuyo objetivo es la
definición cada vez mayor del individuo. Así la emancipación del sujeto corre paralela y contrapuesta al
proceso de identificación que se da en todas las áreas sociales. Por otra parte, la “esfera del arte” opone una
resistencia al proceso identificador mediante su autonomía, la cual establece formas de acción libre, y esta
autonomía comienza a desarrollarse también en la Modernidad, y corre paralela y en concordancia con la
emancipación del sujeto. En la práctica artística, la autonomía se manifiesta mediante el libre uso de la
técnica que el artista utiliza mientras manipula el material estético, ya que toda obra de arte (al igual que
todo objeto) es el resultado de la aplicación de la técnica sobre un material.
En este sentido, las ideas desarrolladas por Theodor Adorno, en su “Teoría estética” (1970), son de utilidad para
analizar este mundo.
La subjetividad, por su parte, permite entender al sujeto como un ser que se construye desde el momento en
el que nace, ya que se encuentra inmerso en un entorno social determinado, que “permea su identidad”. A su
vez, es un proceso continuo que se “nutre” de las experiencias del vivir diario, teniendo en cuenta que el
entorno social posee una historia, que aporta a los individuos, sin “atarlos” a esta, sino que les permite
“escribir” la suya y “escoger un camino”, brindándole herramientas que le permite dar signifiado al mundo
que lo rodea.
Por lo anterior, comprender los procesos de identidad personal y social, como ejes fundamentales para la
construcción de los sujetos, tiene directa relación con comprenderlo como un ser que se hace moldeable en
tanto interactúa con los otros.
Buschiazzo planatea en “Las artes del movimiento en la construcción de la identidad individual y colectiva”
que:
“La identidad tiene que ver con nuestra historia de vida que será influida por el concepto de mundo que
manejamos, y por el concepto de mundo que predomina en la época y lugar en el que vivimos, por lo tanto,
hay en este concepto un cruce entre individuo, y grupo social”. (Buschiazzo, Silva, 2010).
De aquí que sea pertinente para educación inicial y primaria, generar espacios en los cuales los sujetos,
desde edades tempranas se reconozcan con las posibilidades de afianzar y transformar su identidad personal,
tanto como que en el convivir sea posible construir identidad social.
Asumir este trabajo desde el arte, implica indagar sobre su lugar como campo de conocimiento y de
construcción del ser humano, y preguntarse por su importancia para la educación inicial y primaria en el
marco de posibilidad que asume en los procesos de reconocimiento de la subjetividad de los niños y niñas.
Por su parte, la subjetividad es cambiante. Se construye y se transforma por medio de las vivencias que tiene
cada sujeto de un colectivo. Como lo menciona Ana Milena Espinosa (Psicóloga y docente colombiana):
“(…) es un modo de «hacer en el mundo» y un modo de «hacerse con el mundo» y un modo de «hacerse en
el mundo»”. (2013, pág. 19).
Es por medio de la experiencia, que los sujetos se van convirtiendo en aprendices de conocimientos, o de
historias de su contexto, por lo tanto, la subjetividad se va construyendo desde la infancia, ya que todos los
integrantes que rodean al niño o niña aportan a la construcción de su identidad.
Uno de los primeros autores en identificar la subjetividad (aunque no usó el término propiamente dicho) fue
John Dewey en 1986, según Fernando González Rey (2008) que cita:
“Hemos dicho, ya que la experiencia humana se hace «humana» por la existencia de asociaciones y de
recuerdos que son filtrados por la red de la imaginación de manera que respondan a las exigencias emotivas
(…) Las cosas en que la imaginación pone mayor énfasis cuando remoldea la experiencia, son cosas que no
tuvieron realidad”. (pag. 125, 126 y 137).
Desde entonces, J. Dewey, centra la experiencia como aspecto fundamental en la vida de los sujetos, al
plantear que los recuerdos y las respectivas asociaciones emocionales son determinantes para que el sujeto
pueda entender las distintas situaciones, los significados y el mundo que lo rodea. El autor asume que la
imaginación contribuye en cuanto enriquece a la experiencia de aspectos que no son reales, pero que
permiten llegar al significado que cada sujeto da a su entorno.
Cabe señalar que existe la conciencia individual y la conciencia colectiva. Yo existo, cada uno de nosotros
existimos, pero nuestros significados no son del todo propios, ya que existen herencias de nuestros
antepasados, que aportan la construcción del sujeto directa o indirectamente.
Con esto se puede decir que se tiene reaíces plenamente establecidas, que aportan la construcción de la
subjetividad, pero el sujeto no está sometido a estas, lo que afirma que los sujetos van cambiando, y a sí
mismo su colectivo, pues cada experiencia nueva trae consigo, nuevas enseñanzas para los futuros
integrantes, sin dejar de lado la historia de los antepasados.
En este sentido, las instituciones educativas (Escuelas, Liceos, Universidades, etc) tienen un carácter
intermediario entre la producción de la sociedad y la construcción de la subjetividad.
El concepto de subjetividad hace referencia a:
“El mundo en el que nos pensamos y relacionamos con nosotros mismos, en un determinado momento
histórico” (Gómez García 2003, pág. 45).
El sujeto, es portador de una subjetividad que expresa su historia personal, llena de sentidos y de significados,
que tiene como forma de organización de la personalidad.
Ahora es importante destacar que el arte ha sido entendido de diferentes maneras. En el marco de la reflexión
pública sobre el tema, se han formulado varios planteamientos:
Como se ha visto, el arte permite el desarrollo de procesos corporales creativos y mentales (como lo
menciona Buschiazzo, Silva en 2010), donde destaca que:
“El arte, promueve un cambio en la experiencia y significación de la corporalidad de los artistas, docentes y
participantes, consolidando los conceptos, imágenes, sensaciones y sentidos”. (Buschiazzo, pág. 01).
CONCLUSIONES.
- En suma, desde lo anterior, el arte para este proceso de análisis y reflexión teórica es considerado como
uno de los posibles “caminos” por el cual los sujetos pueden llegar a construir la subjetividad e identificar
desde lo personal y lo social; siendo las expresiones artísticas una forma de expresar sus sentires y formas
de ser, sin prejuicios o discriminación de ninguna índole.
- La educación actual se enfrenta a la constitución de nuevas subjetividades, es por eso que el centro
educativo se debe al trabajo con los adolescentes y jóvenes. Es en definitiva, su motivo de existencia, es
un espacio que está entre la familia y la cultura, mediando entre lo privado y lo público, desempeñando un
papel privilegiado y determinante en la constitución psico – social de los estudiantes.
- Es la performanse una modalidad de arte para desarrollar la identidad, puesto que esta es una obra
participativa y abierta, que basa su experiencia en la confluencia de tiempo, cuerpo y lugar,
contribuyendo a promover la reflexión y la actitud crítica en contextos escolares y académicos, valorando
formas de expresión diferentes a las habituales, y ampliando e intensificando su experiencia estética.
BIBLIOGRAFÍA.
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EJES TEMÁTICOS DE EDUCACIÓN ARTÍSTICA / Aspirante: Leandro Gelpi.
INTRODUCCIÓN.
La presente temática es de fundamental importancia y relevancia, ya que está centrada de forma específica
en el contexto del área del conocimiento artístico. Ahora bien, en el marco actual (en pleno Siglo XXI), la
presente temática ha cobrado gran valor y vigencia por los postulados a los que refiere. Entre ellos cabe
señalar que esta ponencia hace alusión sentido del tratamiento artístico en el contexto educativo, priorizando
su valor y potencial didáctico para la comprensión y transformación individual y social en un contexto
democrático de construcción de la ciudadanía. Es así que esta ponencia teórica invita a reflexionar sobre
algunos puntos y cuestiones que son de vital importancia, y es por eso que se plantean las siguientes
incertidumbres e interrogantes:
• ¿Cúales son los aportes de la educación artística en los procesos de construcción de ciudadanía y
democratización del conocimiento?
• ¿Cómo construye el arte a la comprensión y transformación de la realidad?
• ¿Qué valor adquiere la paticipación individual y colectiva en los procesos educativos que son
dinamizados desde el arte?
Estas, y otras tantas interrogantes se intentarán dilucidar y explorar en la teorización del presente eje temático.
DESARROLLO.
El desarrollo de la humanidad como especie no sólo tiene base biológica, sino también cultural, y su
transmisión no es actualmente genética, sino educativa y comunicativa. Es decir, los procesos de desarrollo
humano, han pasado de sustentarse en lo biológico, para basarse en procesos fundamentalmente simbólicos,
y es el pensamiento el que se implica en los cambios eficaces de la realidad.
La producción cultural, que surge del imaginario social es también cultura crítica, en contraposición a la
cultura instituida u oficial. El pensamiento es pues, el lugar desde el que se construyen y organizan los sistemas
de relaciones que se realizan en contextos sociales. El compromiso está en la producción de estos sistemas de
relaciones, así como el desarrollo de personas creativas, capaces de orientar la realidad hacia la
potenciación de prácticas sociales, que promuevan condiciones éticas y estéticas de existencia.
Se basa necesariamente en el reconocimiento de la educación artística como importante herramienta para
el desarrollo humano. Esta dimensión estética resulta fundamental, porque se refiere a la formación necesaria
para la comprensión de las representaciones sociales y culturales desde el compromiso con la propia vida,
con la riqueza y la diversidad de la condición humana, la cual se construye a través de la actividad singular y
colectiva en continua transformación.
En la experiencia estética, se fundamentan las propuestas educativas que ofrecen posibilidades para
transformar la realidad e inventar modos de trascenderla y orientarla hacia una vida digna para todos,
basada en una experiencia estética sostenida por las relaciones humanas. Esta permite establecer relaciones
sensibles con las estructuras que establecen y conforman las personas con la realidad, con los otros y consigo
mismas, en la medida en que permitan imaginar e inventar otras posibles formas de pensar y representar el
mundo.
Por lo mencionado anteriormente, esta forma de educación resulta relevante en la construcción de formas
colectiva de subjeividad, en todos los escenarios enfocados al desarrollo del ser humano, teniendo como
principales ejes:
1) La construcción del sujeto: Entendido como un movimiento permanente en relación a los otros.
2) Las relaciones y compromisos con la ética.
3) La efectividad y la actividad creativa: En los contextos de enseñanza y aprendizaje.
La educación artística implica, de esta manera también, compromisos, ya que no existe el aprendizaje sin
promover cambios para la igualdad. Desde esta mirada se propone entonces una función total de las artes
encaminada a una educación estética que procure fundamentalmente la formación integral de las personas,
para que se reconozcan como seres sociales e históricos, capaces de crear y recrear su propia existencia.
Todo puede constituirse en escenario para la dimensión estética, promovida por una educación artística que
se interesa por las formas en que adquiere significado este desarrollo humano, sea cual sea el momento y la
situación dada. Quizas, Sigmund Freud, por ello, establece que “la función del arte aparece como
reconstrucción cuando estamos en “peligro de derrumbe”.
“Esta edad es una «ventana de oportunidad», especialmente importante para aquellos paises
latinoamericanos que cuentan con indicadores altos de violencia, criminalidad, mal manejo de conflictos,
desconocimiento o enajenación política y pérdida de sentidos de identidad”. (Juan Luis Londoño y otros,
2000).
En este ámbito, es necesario enfatizar, que el arte debe tener su propio espacio en la formación de personas
y sujetos integrales. Durante el Siglo XX se dio una “ruptura” en el concepto de lo estético, de lo formal y de lo
conceptual. Se cuestionó al objeto artístico, la naturaleza de la representación, así como el papel del
espectador y del autor. Actualmente, existe una gran diversidad en la creación artística, dentro de un mundo
globalizado y plural. Esta riqueza en el quehacer artístico, abre más posibildades para la enseñanza.
En relativa correspondencia con el proceso artístico, se dió una reflexión y cambio en la educación de las
artes en la educación pública. Algunos estudios sostienen que esta dejó de ser concebida solamente como
una búsqueda de la expresión creativa individualista.
Una influencia importante de este nuevo enfoque, (según Rojas, 2007) fue el movimiento en la década de los
años 80´, en Estados Unidos, hacia una creación de una disciplina basada en el arte. Se propuso un programa
de estudios que integra el desarrollo del conocimiento de la producción artística, la Crítica del arte, la Historia
del arte, y la Estética (además de algunos otros programas de carácter nacional).
Se han desarrollado otros Programas internacionales, como el Programa de Arte promovido por la
Organización del Bachillerarto Internacional, y el Programa de Educación Artística promovido por lo sectores
de cultura y educación de la UNESCO.
La ruptura del arte en el siglo XX abrió oportunidades en torno a la forma y el contenido. Ahora, los proyectos
educativos pueden desarrollar estrategias pedagógicas que combinen diversas técnicas y medios. El
replanteamiento de la educación para las artes fundamentó el tratamiento de la educación artística como
asunto serio para la sociedad contemporánea. Cuando el estudiante conoce, entiende y aprecia a las artes,
y además desarrolla la capacidad de expresarse de manera individual y colectiva, se abren también los
espacios para la formación ciudadana mediante la formación artística.
El ámbito de la enseñanza estética se expande como medio para el conocimiento social, tanto de la
sociedad propia, como de otras. La reflexión sobre el sentido estético y las prácticas artísticas dominantes de
cada sociedad y en cada época, permiten comprender su estructura social, sus problemas, conflictos y
soluciones, su ética y su vida política.
La enseñanza del arte, coordinada con la educación cívica, busca el desarrollo de las prácticas basadas en
la tolerancia y el respeto hacia las otras personas y hacia las otras culturas, en la cooperación y la
solidaridad.
La eduación artística, puede conribuir al desarrollo de competencias ciudadanas, como el manejo pacífico
de conflictos y la comunicación y la sensibilzación sobre la importancia de la forma. Además del contenido
en las artes, impregna no sólo las relaciones humanas sino también la relación con el entorno. Así, la
enseñanza del arte se extiende más allá del individuo y del aula, para impactar en el ambiente,
principalmente de los espacios públicos y colectivos.
La sociedad contemporánea, tiene en la diversidad cultural, uno de los retos fundamentales para la
convivencia y el entendimiento. La formación de la ciudadanía, en términos de su capacidad para reconocer
y respetar a quienes son distintos, e interactuar con ellos. Constituye una de las claves de la educación para
la vida, que la escuela ha de aportar.
Por fortuna, las cosas están cambiando, y estos enfoques están cada vez más cuestionados. Cuando se habla
de la diversidad cultural en los ámbitos artísticos, se insiste en mirar al otro como alguien externo y lejano,
como si el otro no viviece en nosotros, y como si el ser “otro” hubiera quedado restringido sólo para quienes
asumen alguna forma de identidad étnica. En este sentido, necesitamos construir un nuevo discurso sobre la
diversidad cultural, para abordar en la educación artística, a fin de que esta no se limite a una visión étnica,
por demás, descontextualizada. Por eso, vale la pena adentrarse en un debate de la multiculturalidad dentro
del contexto general de la eduación, para ver como se “entronca” con el tema de la eduación artística.
La atención a la diversidad cultural, es una preocupación prioritaria para la eduación actual, que ha
“cuajado” en la mayor parte de los sistemas educativos de todo el mundo bajo la denominación de
“educación multicultural”.
1) Como convivencia entre culturas: Es decir, mirando con respeto hacia el exterior de las fronteras de las que
consideramos nuestro entorno cultural, reconociendo las diferencias entre nosotros y los otros, renunciando
a la uniformidad como valor, promoviendo el respeto por los sistemas de valores de grupos humanos
diferentes al nuestro.
2) Como convivencia dentro de la misma cultura: Es decir, reconociendo la existencia de desigualdad
dentro de nuestro propio “nicho”, rechazando la marginalidad y promoviendo la inclusión.
Hacen falta sistemas de información compatibles sobre la eduación artística. Necesitamos relacionar las
instituciones culturales y artísticas con las escuelas, que los niños y niñas que hoy carecen de vida cultural y
artística en sus comunidades, tengan dicha posibilidad. Igualmente, la eduación artística en las escuelas,
puede jugar un papel fundamental en la vinulación y participación comunitaria. El reto mayor es comprender
que mientras la escuela y la eduación no formal, no articulen el aprender a hacer (auto reconocimento) y el
apender a hacer (crear), dificilmente los otros conocimientos puedan dar autonomía y deseos de construir.
Para “inventar otro mundo”, en clave de participación, necesitamos saber quiénes somos, y encontrar alegría
y felicidad en el acto de aprender y de crear para transformar nuestro entorno y el de nuestras comunidades.
El arte, pasa a formar parte de los currículos y de las experiencias pedagógicas de las instituciones
educativas. Sin embargo, no sólo pasa como un área para ser enseñada por el docente, constituye también
un elemento para la enseñanza y sobre todo para el aprendizaje de los demás temas curriculares.
“La función de las artes a través de la historia cultural humana, ha sido (y continúa siendo) una tarea de
construcción de la realidad. Las construcciones sociales que encontramos en las artes, contienen
representaciones de estas realidades sociales que contribuyen a la comprensión del paisaje social y cultural
en el que habita cada individuo”. (Arthur D. Efland, 2004, pág. 229).
CONCLUSIONES.
- En síntesis, la educación artística puede y debe fortalecer la formación cívica de los campos:
- El arte permite acompañar y fortalecer la ciudadanía y una democracia ampliada que se acerque cada
vez más a los ideales de ambos, desde una pespectiva individual y colectiva en clave de participación
orientada a la comprensión y transformación de la realidad.
- En definitiva, promover la experiencia estética como función de las artes, significa propisiar el encuentro
vital donde los diferentes campos del saber y del acceso al conocimiento; pero también es hallar disfrute
en los pequeños acontecimientos cotidianos, es sublimar las relaciones como manera de ser y estar en el
mundo.
- Es cierto que la educación artística tiene ante sí una importante tarea por realizar en el contexto escolar.
Todavía son demasiados los problemas de escolarización que sufren muchos ciudadanos que ven en la
escuela una oportunidad de mejorar su futuro. Se trata de ir pensando con urgencia como “encajar” la
movilidad, el desentramiento y la constante hibridación, propio de las culturas educativas, con el
“inmovilismo” y la rigidez de tiempos, y la “disciplinarización” propia de los sistemas escolares, aún
reconociéndose su importancia en el discurso educativo (es decir, que se logre un cambio sustancial).
Para ello necesitamos fortalecer y “afinar la agenda” de la eduación artística en las políticas educativas.
- Arte y educación no significa el entretenimiento para que alguien se vuelva un artista, no significa el
aprendizaje de un técnico en una determinada rama de las artes, más bien requiere significar una
educación que tenga al arte como uno de sus principales “aliados”, teniendo una educación que permite
una mayor posibilidad con el mundo alrededor de cada uno de nosotros.
BIBLIOGRAFÍA.
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EJES TEMÁTICOS DE EDUCACIÓN ARTÍSTICA / Aspirante: Leandro Gelpi.
4. LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA COMO OPORTUNIDAD PARA LA APROPIACIÓN DE LOS BIENES CULTURALES EN UNA
SOCIEDAD INCLUSIVA.
INTRODUCCIÓN.
La presente temática es de fundamental importancia y relevancia, ya que está centrada de forma específica
en el contexto del área del conocimiento artístico. Ahora bien, en el marco actual (en pleno Siglo XXI), la
presente temática ha cobrado gran valor y vigencia por los postulados a los que refiere. Entre ellos cabe
señalar que esta ponencia hace alusión al valor de la educación artística como oportunidad estratégica para
la apropiación de los bienes culturales en el marco de una sociedad inclusiva. Es así que esta ponencia
teórica invita a reflexionar sobre algunos puntos y cuestiones que son de vital importancia, y es por eso que se
plantean las siguientes incertidumbres e interrogantes:
Estas, y otras tantas interrogantes se intentarán dilucidar y explorar en la teorización del presente eje temático.
DESARROLLO.
En el presente trabajo, discurriremos sobre los principios didácticos para la inclusión que los docentes
debemos tener presentes a la hora de facilitar la interacción del niño o niñas con las manifestaciones artísticas
de la cultura (o de la que se denomina como “bienes culturales” en una sociedad). Para ello, se hace un
recorrido que transitará desde una reflexión sobre la naturaleza del arte, sobre la naturaleza de lo patrimonial
en el arte, y sobre los aspectos didácticos que el docente ha de tener presente en su desempeño profesional.
Los valores que prioriza un contexto social y cultural son los que determinan la educación que esta brinda. Los
grupos dominantes, seleccionan el saber representativo de su cultura, digno de ser transmitido e
institucionalizado en la escuela. En este marco, es evidente, que habrá contenidos que serán excluidos del
tratamiento en el área de la eduación. Este ha sido el caso de la eduación artística, que es olvidada,
desvalorizada y relegada a un “segundo plano” como área de conocimiento. Pero sin embargo, en la
actualidad, hay una nueva corriente o iniciativa que se enfoca a resignificar su rol, valor y lugar a nivel
mundial.
“Cuando se habla de educación integral, se hace indispensable entonces, el tratamiento de la eduación
artística, dada que esta es fundamental para el desarrollo de las capacidades creativas, cognitivas,
perceptivas, críticas, emocionales, así como la sensibilidad y la intuición”.
(Obra “Educación y Arte” de Pedro Figari, 65).
El arte, dota al niño o niña de las capacidades de reflexión que van a reforzar su personalidad. Además de su
desempeño social, posibilita la construcción de la identidad individual y social. La reinscripción de la
educación artística desde el lugar relevante que le corresponde a nuestras aulas, supone a la vez una tarea
compleja y de gran desafío para la educación.
La educación debe posibilitar las herramientas necesarias para la comprensión, disfrute, y aún, la producción
a través de diferentes lenguajes. Esto supone, y requiere además, de un currículo acorde de docentes
sensibles y capacitados para su enseñanza, capaces de encarar y aceptar este desafío con compromiso y
responsabilidad.
No hay una única forma de entender qué es el arte, su significado ha variado a lo largo de la historia y a lo
ancho del mundo. Para algunos, el arte es un “juego superior”, para otros es un “juego reservado”.
El valor educativo y cultural del arte como “bien cultural” es inigualable, y su realización en la escuela se
facilita porque el instrumento es la persona misma, apreciando o produciendo obras artísticas que despierten
sus emociones, sus sentimientos, sus ideas, permitiéndole una exploración de sí misma y del grupo. Al dar al
niño o niña, la posibilidad de crerar, no solo por medio de la palabra, sino a través de todas las
manifestaciones artísticas, se considera como una llave para devolver a la escuela el papel fundamental de
la formación de ciudadanos comprometidos.
El arte es una actividad humana creadora e innovadora, que manifiesta cierta relación con la realidad. Es un
proceso de elaboración sensible, que expresa y comunica el contenido espiritual. A través de él, el hombre
objetiva su existencia, y satisface sus necesidades estéticas, de contenido, de comunicación, de
manifestación, de subjetividad, sus ideas, su visión de la realidad, el vínculo entre su personalidad y la
estructura cultural de la época y del medio al que pertenece, que lo condiciona y a la vez al que puede
llegar a modificar.
El arte tiene distintas funciones en distintas culturas, épocas, historias y grupos sociales, entre las cuales están:
Lograr la comunicación, producir armonía en la personalidad, dar placer, entender y reflejar la vida y la
realidad, liberar conflictos internos, estructurar la moral, y desarrollar la capacidad lúdica y creadora.
La valoración y conservación del patrimonio, es uno de los objetivos de cualquier sociedad, que pretenda
mostrar a sus ciudadanos y visitantes, la imagen que pretende ofrecer de sí misma. En un proyecto educativo
cultural, no puede estar ausente una línea de trabajo que potencie los aspectos ligados al conocimiento de
los repertorios patrimoniales, a su correcta conservación, y a su crítica valoración.
Una definición acertada sobre lo que es “Patrimionio” propuesta por la UNSECO, indica que:
“Es el legado que recibimos del pasado, lo que vivimos en el presente y lo que transmitimos a las
generaciones futuras”.
El patrimonio cultural engloba monumentos, grupos de edificios y sitios que tienen valor histórico, estético,
arqueológico, científico y tecnológico.
Para que un elemento sea considerado valor patrimonial o bien cultural, o dicho de otra forma, pueda ser
legitimado socialmente como patrimonio, suele formar parte de un triángulo necesario:
Pero un bien natural (un objeto histórico material o inmaterial, o una obra artística), no son considerados
valores patrimoniales si no son legitimadas socialmente. De hecho el patrimonio cultural es (como casi todo)
una construcción que se da en una determinada situación histórica y en un determinado contexto social. Los
criterios enunciados (naturaleza, historia y genialidad) se incluyen como se han señalado dentro del triangulo
de lo “patrimonializable”, lo cual no quiere decir que integren automáticamente patrimonios, sino que, lo son
potencialmente.
A la hora de enseñar el valor de lo patrimonial en las clases de educación artística, el docente debe tener
presente ciertas posturas estéticas:
1) En primer lugar es necesario que el docente tome conciencia de sus preferencias estéticas, algo que
puede parecer obvio, pero no es facil de hacer, ni mucho menos de relativizarlas al momento de realizar
algún tipo de comentario sobre los trabajos.
2) Orden “Arte – Naturaleza”. Joseph Lalande, también nos habla de la “bella naturaleza”, o de la imitación
de la bella naturaleza. Esa realidad puede haber sido pretexto para la investigación de su investigación
estética plástica, pero no necesariamente hace una imitación de la misma. Cuando el fotógrafo realiza
una fotografía de la naturalea (un bosque, por ejemplo), por más que haya encontrado un sector del
paisaje que lo motive por su composición, él ya lo está recomponiendo al elegir el o los puntos de vista (la
luz, el tiempo de exposición y el encuadre. Por este motivo, el docente debe tener en cuenta la existencia
de diferentes visiones en un mismo problema, a los efectos de, como docentes, evitar una incidencia
estética en el educando, que está iniciando su proceso formativo.
Cuando el docente va a realizar algún tipo de comentario sobre los trabajos de los educandos, debe estar en
condiciones de analizar y determinar si lo que el niño o niña necesita fundamentalmente es un fortalecimiento
de su autoestima o un análisis de su proceso de educación visual, o ambos. En cualquiera de estos casos se
deben elegir los adjetivos correctos que realicen aportes reales. Una cosa es comentar que la investigación
está “bien encarada” o que es “pobre”, y otras, que el resultado es “lindo o feo”. Generalmente, los
comentarios del tipo: “precioso”, “lindo” o “feo”, no le aportan nada al niño o niña en lo que tiene que ver
con su proceso de educación artística, ya que son conceptos comunmente utilizados en forma relativa y
subjetiva que suelen responder a criterios personales, y no están referidos al manejo estético plástico “bueno”
o “malo”.
Se considera como lo más conveniente, referirce al proceso de investigación, y analizar el resultado con
relación a él.
Los distintos procesos de trabajo son reflejo de los distintos puntos de vista. A su vez, estos proceso, pueden
devenir en los procesos de trabajo o no; así como un mismo proceso de trabajo puede culminar en resultados
diferentes. El determinar la validez de unos y la invalidez de otros tampoco aporta hacia el proceso formativo
de los educandos, ni con los que no acertaron (con los que el docente quería o preveía), ni con los que
acertaron.
El hecho de no convocar al educando directamente con el objeto concreto de estudio, ayuda a eludir los
prejuicios que este puede tener respecto a dicho tema, y así asumir la investigación de forma más “fresca” y
espontánea, lo que le permite en definitiva hacerlo de manera más libre, y enfrentarse posteriormente con sus
propios prejuicios. Podríamos decir que con ello, intentamos CREAR, cosa que en la mayoría de las clases se
logran. Las condiciones para posibilitar el protagonismo del hemisferio cerebral derecho del educando, que a
través de él, se vincula sensiblemente con los elementos plásticos.
Luego de realizr una actividad experimental, se analizan colectivamente los distintos trabajos. Al pincipio el
docente funciona como una especie de “modelador” de las intervenciones y discuciones estudiantiles.
Cuando las opiniones confluyen sobre el elemento que interesaba destacar en esta instancia (más allá de
todos los otros descubrimientos que los educandos realicen), el docente recalca esos aspctos descubiertos,
que van aportando hacia el centro temático que se está abordando.
El arte además, es política de Estado, y debe garantizar equidad e igualdad de oportunidades para llegar a la
inclusión.
Desde una perspectiva sociológica (y más concretamente antropológica), se considera al arte como un
fenómeno cultural de carácter complejo y universal, que afecta a todas las personas, grupos sociales y
culturas. Es quizas, uno de los fenómenos más complejos que comprende la cultura, como un “todo” y
especialmente, está viunculado a los modos de transmisión cultural que se ponen en ejercicio.
De este modo, también se podría considerar al arte como un elemento de expresión, de lenguaje y de
comunicación. El artista genera el modo de lenguaje con el que se relaciona con su sociedad; emite
imágenes, textos, sonidos y movimientos, que no sólo desea que sean comprendidos, sino además,
esperados. Pero el artista no actúa como un individuo aislado, sino implicado y condicionado por la realidad
socio – cultural de su ambiente natural. El arte “lanza” una mirada nueva sobre la realidad, es capás de
modificarla y establecer nuevos valores en el campo determinado donde se manifiesta.
La producción artística permite observar el entorno que nos rodea: con sus conflictos, contradicciones y
paradojas, dando respuestas pertinentes e innovadoras a los problemas que se plantean en muchos ámbitos
de la vida. Estos fenómenos cotidianos suceden de maneras peculiares en el variado universo de las personas,
que se “enfrentan” a barreras sociales que generan exclusión (discapacidad, pobreza, etc) y requieren de un
esfuerzo de reflexión, que la sociedad no suele realizar, formulando nuevas preguntas que lo definan y
establezcan procesos que lleven a la elaboración de respuestas que replanteen el concepto de “exclusión”
en modos, y mejoren las oportunidades de realización personal e inclusión social de los colectivos implicados.
Desde una visión “abierta y relacional” de la producción artística, la diferencia que genera exclusión, deja de
ser planteada como un problema, para converirse en una pregunta, un “camino” hacia nuevas respuestas.
La exploración artística se ha convertido en un “vehículo privilegiado” para el desarrollo personal y social de
las personas que “enfrentan” barreras de exclusión.
Las asociaciones dedicadas al trabajo con la diversidad funcional (escuelas de artes, los conservatorios de
danza y música, las Universidades a través de sus programas de Posgrado, y un buen número de
investigadores) se esfuerzan por comprender y mejorar el potencial del trabajo artístico como herramienta de
cambio e inclusión, y realización del individuo.
CONCLUSIONES.
- Constituye una oportunidad para manifestarse, sentirse, conocerse, expresarse y relacionarse a través de
algunas herramientas. En este sentido, la educación artística constituye una oportunidad para la
apropiación de los bienes culturales en una sociedad que se autogestiona desde la mirada de la inclusión.
BIBLIOGRAFÍA.
INTRODUCCIÓN.
La presente temática es de fundamental importancia y relevancia, ya que está centrada de forma específica
en el contexto del área del conocimiento artístico. Ahora bien, en el marco actual (en pleno Siglo XXI), la
presente temática ha cobrado gran valor y vigencia por los postulados a los que refiere. Entre ellos cabe
señalar que esta ponencia hace alusión a la relación entre la educación artística y la tecnología en el ámbito
de la construcción del conocimiento. Es así que esta ponencia teórica invita a reflexionar sobre algunos
puntos y cuestiones que son de vital importancia, y es por eso que se plantean las siguientes interrogantes:
• ¿Cuál es la relación existente entre la educación artística y la tecnología de cara al siglo XXI?
• ¿Por qué se hace alusión a una relación dialéctica entre ambas instancias del conocimiento?
Estas, y otras tantas interrogantes se intentarán dilucidar y explorar en la teorización del presente eje temático.
DESARROLLO.
La era digital, ha operado una transformación en el mundo, de trarar la información. En este sentido, deben
considerarse los diferentes tipos de información, la cual puede ser: visual, auditiva y/o lingüística (hablada o
escrita).
La técnica informática, reduce todo al carácter binario, sin importar de qué tipo de información se trate, es
decir, tanto de los sonidos como las imágenes visuales y los textos, son almacenados en un ordenador como
un conjutno de dígitos binarios. Se trata de una estrategia de alta formalidad y abstracción para el
tratamiento y la manipulación de la información, que permite la adaptación y traducción de los diferentes
tipos de información sensorial, a un único soporte: el dígito binario.
En este contexto de la “cultura digital”, cabe preguntar: ¿Qué lugar ocupa la subjetividad en el terreno del
campo del arte?, ¿y en qué medida del campo digital, el arte es autónomo? Si se considera la informática
como una nueva herramienta, o medio para el artista, surge la pregutna: ¿Qué es el material estético en la
obra de arte digital?, ¿es la imagen y el sonido en el monitor?, ¿es la proyección de la imagen y el sonido en
la pantalla? Si se considera la definición de Adorno, respecto al material estético, todo esto que se ha
mencionado: ¿Constituye al material estético?, es decir ¿a los monitores, impresoras, proyectores,
procesadores, relaciones entre caracteres, etc?
Pero aún cuando estas consideraciones no produzcan determinadas dudas, respecto de lo que es el material
estético, pueden sí planterse interrogantes respecto a lo que se considera o no obra de arte, las cuales
pueden ser pensadas (si no resueltas) a partir del carácter autónomo del arte. Al parecer, hay por parte de la
informática, un intento de definir sus caracrerísticas como herramienta de expresión artística del Siglo XX, sin
embargo, deja en claro que los conceptos de “virtualidad” y “realidad”, de “originalidad” y “copia”, no son
exclusivos de las nuevas tecnologías, sino que están ya presentes en las artes tradicionales. Así, se observa que
no hay progresos conceptuales en el arte digital respecto al arte tradicional, solo existe el empleo de un
nuevo medio de expresión. A esto puede agregarse que la informática no se trata de una nueva tecnología
en sí misma, sino de la interpretación de los modos de manipulación de la información que ya se conocía.
Si hay una novedad, es en el uso masivo de un medio que hace posible otros modos de comunicación entre
los individuos. La tecnología es una parte ineludible en la concreción de objetos y mensajes, excepto las
corrientes más radicales del arte conceptual.
Toda manifestación artística y todo diseño de comunicación implican la materialización de una idea en un
determinado soporte (material o virtual), pero en cualquiera de los casos, es perceptible por uno o varios de
los sentidos humanos. De ahí su carácter de experiencia estética (en el caso del arte).
La tecnología surge en momentos históricos determinados. Nunca al azar o por la iluminación de un genio
aislado. Su origen siempre está ligado a procesos sociales, políticos y económicos que terminan potenciando
y articulándose en fenómenos como la Revolución Francesa y la Revolución Industrial. Sin embargo, tampoco
podemos afirmar, que la responsable directa de los cambios en el arte, en este caso, sea la tecnología (como
podría indicarlo una posición determinista y tecnológica).
Paralelamente, o en oportunidades, mucho tiempo antes, algunos autores adelantan a los inventos
imaginando sistemas u obras que aún son tecnológicamente imposibles, pero que están en las necesidades y
la sensibilidad de esa generación o de la siguiente. Se trata generalmente de una relación dialéctica que
algunos autores han llamado “de impulso” o “momento tecnológico”, para referise a la búsqueda
coincidente de científicos y artistas (muchas veces, aislados entre sí) para dar solución tecnológica a
idénticos problemas, y que, al materializarse en un invento, modifican profundamente las constumbres y
concepciones de una época, y todas las siguientes, convirtiéndose con puertas evolutivas hacia un mundo y
modo de vida diferentes.
A veces, el impacto de la introducción de una tecnología es tal, que nos hace pensarlos como causa de tal
cambio en nuestra vida. La irrupción de las distintas tecnologías, va a poner en crisis (en nuestra sociedad,
con sus propias formas técnicas) todas aquellas características del mundo materia, que hasta entonces lo
habían dominado.
Si poseer y controlar la materia, es clave hasta el Siglo XIX, desde entonces, y aceleradamente, la clave se
traslada al saber inmaterial y en permanente cambio. Las tecnologías de la indormación y comunicación
(TICs) trasladan la función secundaria que el universo simbólico había tenido hasta entonces en la economía,
la cual funcionaba bajo el paradigma del objeto en cuanto “mercancía con valor de cambio”.
La introducción de una nueva tecnología, y una nueva forma de hacer las cosas, siempre conlleva un
cambio de paradigma, tanto más pronunciado cuanto más distinta sea esa nueva tecnología de su
pedecesora. A su vez, la introducción siempre dialoga, durante una etapa más o menos larga, con las
concepciones precedentes que intentan caracterizarla, diferenciarla y encontrar su especificidad.
Hay una confusión terminológica entre “arte electrónico”, “arte digital”, “multumedia”, arte interactivo”, “arte
de los nuevos medios”, y siempre es muy dificil identificar una obra específica en alguna de estas categorías.
Es aconsejable, pensar en términos de “intersección” entre arte, ciencia y tecnología, que se han visto
potenciados a partir de la introducción de las tecnologías en todos los ámbitos sociales. Esta relación más
fluida entre sociedad, tecnología y ámbito científico – tecnológico, ha posibilitado ampliar los “campos de
intersección” entre el arte y la tecnología, como por ejemplo: “arte fractal”, “arte telemático”, “Net art”, art
software”, “arte y realidad virtual”, “arte y vida artificial, “arte y robótica”, “arte y biotecnologías”, “arte y
trangénico”, etc.
Es importante analizar el papel de los nuevos medios en el arte, y en este caso, las tecnologías son un caso
fundamental, porque nuestra vida misma está medidada por las tecnologías durate todas las horas del día.
El desarrollo espectacular de los nuevos medios, como el internet, sistemas interactivos y formatos digitales ha
cambiado, y siguen cambiando radicalmente las maneras en que las personas se relacionanm, producen,
trabajan y consumen la cultura. A través de las nuevas tecnologías, se contribuye en el campo del arte,
nuevos territorios estéticos, y nuevos sentidos o viejos sentidos articulados en formas novedosas, lo que
inevitablemente crea unn uevo sentido y una nueva forma de creación artística.
El mundo del arte contemporáneo, está cada vez más vinculado al uso de las nuevas tecnologías, que
modifican radicalmente la forma en que los contenidos se producen, se comunican y se consumen. Por ello,
vemos que en un momento de gran diversidad de lenguajes y tecnologías, resulta un imperativo para los
profesionales vinculados al área del arte a ampliar sus conocimientos y diversificar sus habilidades a la
aplicación de los nuevos medios a los productos y servicios.
Esto les permitirá “abrazar” las tecnologías estéticas, más recientes, y el uso de las herramientas adecuadas
para conseguir el objetivo y equerimientos del mercado actual, cada vez más exigente y marcante.
Edgar Morín plantea:
“El problema de la comprensión se ha vuelto crucial para los humanos, y por esta razón debe ser una de las
finalidades de la educación para el futuro. Recordamos que ninguna técnica de comunicación, del teléfono
a internet, aporta por sí misma la comprensión. Ahí se encuentra justamente la misión espiritual de la
educación: enseñar la comprensión entre las personas como condición y garantía de las solidaridad
intelectual y moral de la humanidad”.
Uno de los grandes errores de la modernidad, fue separar el arte de la ciencia y de la tecnología en la
eduación. A pesar que entre ellos ha existido, y existe siempre una relación intrínseca, sin el desarrollo
tecnológico no existiría la fotografía, la gráfica, el cine, el video arte ni las películas en 3D.
Menos aún el arte electrónico, el video arte o el Net Art. Tampoco se hubiera revolucionado la escenotécnica
hasta llegar a los sistemas de iluminación robótica de los teatros o los grandes espectáculos.
La tecnología y el arte se tranforman mutuamente. Los actores dispositivos portátiles y para el hogar que
transmiten o reproducen imagen, audio o video, no se habrían diversificado tanto sin el impulso y el poder de
la música, la popularización de la fotografía, el inerés por el cine entre millones d epersonas (y especialmente
entre los jóvenes).
Otra dimensión del vínculo entre arte y tecnología, es la Escuela, en el relativo de la creación de dispositivos y
recursos didácticos que “apoyen” al docente en su tarea de enseñanza de las artes en el aula o en los
espacios de educación no formal. A este, respecto, hay mucho que analizar, proyectar y experimentar desde
la enseñanza de la lectura musical a través de la animación o el video, ya en marcha en algunos países,
hasta la extensión de los todavía pocos programas de eucación a distancia especializados en educación
artística.
Estas son algunas de las múltiples dimensiones en el vínculo del arte y la tecnología, lo cual no se remiten sólo
a un tema de soporte o de formato, tampoco de dispositivos utilizados en la creación, producción o difusión
artística, si bien estos pueden marcar las diferencias entre diversas expresiones educativas y estéticas
asociadas a la vida diaria y al mundo del espectáculo y del entretenimiento.
La tecnología, por otro lado, es uno de los elementos estratégicos que pueden contribuír a fortalecer la
enseñanza y la exploración de las artes en la Escuela.
Es interesante enfocar los cambios que la revolución tecnológica ha traído consigo los modos
Y estrategias de conocer, leer, pensar y convivir entre millones de niños, adolescentes y jóvenes, aunque no
son tan privativos de este espacio sociocultural en construcción, donde además el acceso desigual a la
tecnología contribuye a la exclusión y a la formación de nuevos analfabetismos.
Estos cambios profundos en constante transformación costituyen los escenarios y los modos de actuación
desde los cules se relacionan las actuales gnereaciones de estudiantes, no sólo en la Escuela (en su dimensión
de instancia formativa), sino con los conocimientos, las experiencias, las estéticas y las narrativas que
proponen sus docentes, los medios de comunicación, los espacios de entretenimiento y otras comunidades
de aprendizaje.
Estas estrategias de percepción, de conocimientos y de lecturas, son radicalmente diferentes a las que la
Escuela estableció como “básicas” en la modernidad. Estas diferentes formas de pensar, de leer y de
conocer, de relacionarse y de encontrarse, ponen en tensión muchos de los elementos que hasta ahora han
caracterizado a la “escuela moderna” y constituyen claves diferentes para entender la necesidad de
refundación de la Escuela, ya que pone en relieve, el debate epistemológico y pedagógico de qué enseñar,
para qué enseñarlo, cómo enseñarlo, y a quién. Es un debate que abarca también a la educación artítica,
pero que la trasciende para “abarcar” el proceso educativo en su conjunto.
Un primer punto de partida, es que la forma en cómo nos acercamos al mundo, e intentamos conocerlo,
depende en buena manera de los tipos de miradas, de percepción, análisis, síntesis y de relación que somos
capaces de construir a partir de nuevos pensamientos, de nuestro saber, en estrecho e indisoluble vínculo con
nuestro sentir, con las maneras en que ratificamos nuestra forma de estar en contacto con los demás.
La percepción no es sólo un asunto solamente relacionado con la biología, la psicología, o la historia personal
de cada individuo, sino que también es una construcción cultural.
La popularización de la tecnología del video, la revolución del celular y los reproductores de DVD portátiles,
los dispositivos portátiles de audios, hasta llegar a los iPODs, y los celulares que ahora transmiten música e
imagen, confirman que la tecnología se ha incorporado en muchos de los rincones de la vida cotidiana, y
especialmente entre los niños y niñas, ya que nacieron y crecieron en ambientes “tecnologizados”. A pesar
de que incluso no accedan a algunos aparatos, los vectores en los que descansa cualquier cultura, tiempo o
espacio, se ven radicalmente transfrmados.
Todo este desarrollo tecnológico, se “liga” permanentemente al desarrollo artístico. La tecnología también
tiene una fuerte relación con el cuerpo y sus exploraciones a través de las artes visuales o el movimiento.
La investigación artistica es diferente de la investigación científico – técnica, pero ambas tienen la capacidad
de ayudar a crear conocimientos, interpretar y transformar el mundo.
El vínculo “Arte – Tecnología”, transforma la naturaleza misma de la obra artística, así como las estrategias de
creacíón de lo artístico, no sólo su perfil.
La Escuela es escenario de múltiples conflictos cuturales. En menos de medio Siglo, hemos pasado de la carta
escrita (que necesitaba timbre, sobre y cartero)al correo electrónico y depués al Messenger. Quienes
aseguraban una completa “frialdad” en las relaciones mediadas a través de la tecnología, podrán
experimentar una extraña sensación cuando al “entrar” a cualquiera de estas comunidades virtuales, se está
muy enterado y en contacto con la vida y al quehacer de los demás, a quienes no se podría visitar ni siquiera
uno por uno. Ello por supuesto no podrá nunca sustituir el vínculo personal, pero sin lugar a dudas, crea otro
tipo de comunicación y de cercanía.
Cuando una parte importante de la población no tiene acceso a la tecnología, estamos ante una nueva
forma de analfabetismo y exclusión, similar a lo que se producen en los analfabetismos estéticos, que se
derivan de la no participación en el conocimiento y la apropiación de otros lenguajes artísticos. Ambas
formas de analfabetismo son las que más inciden en la imposibilidad de formarse dentro de las estrategias de
pensamiento y creación del arte contemporáneo, que (como ya hemos visto) aluden a la investigación
científico – técnica contemporánea.
Estamos ante millones de niños, que a pesar de no tener todos los dispositivos tecnológicos a su alcance, han
sido protagonistas de esta transformación radical, y que ahora se distinguen por la adscripción e identidad
que trasmutan de lo comunicacional a lo musical y corporal de manera migratoria.
Para fortalecer la capacidad de comprender se requiere de toda una reorientación del sentido de la
enseñanza en la Escuela, y especialmente de la incorporación de las artes en un sentido pertinente. Al
referirse a la Escuela, no se excluye la importancia y la responsabilidad que en este proceso tiene también los
ambientes de educación artística informales, los cuales cuentan incluso con mayores posibilidades de
actualización y transformación, porque no cargan con el peso de las estructuras normativas de los sistemas
educativos.
En el mismo sentido, los niños y niñas (portadores de una gran cultura musical y corporal orientada la mayoría
de las veces desde el mercado de las grandes industrias culturales) carecen de espacios para explorar la
sintaxis y la gramática que les permite construir nuevas estructuras en el espacio, y además relacionarse e
interactuar con la diversidad cultural estética y característica del mundo contemporáneo.
Los postulados constructivistas, suponen una relación mucho más dinámica, y suponen la construcción
colectiva del saber, en donde, el docente es más un mediador o un facilitador, que un emisor. .
Nestor García Canclini (1989, “De los niños, los adolescentes y los jóvenes”) plantea:
“La escuela de nuestros días requiere de nuevas estrategias de navegación hipertextual que permiten a los
estudiantes y sus docentes ir y venir entre los conocimientos, saberes, afectos y sentimientos que generan flujo
de hiperconectividad entre diferentes temas y tramas de significados, suceptibles de ser analizados con
distintos niveles de profundización y desde diferentes ángulos”.
El arte como creador de conocieminto, concevido como elemento estratégico y lúdico para estimular la
creatividad, la innovación y la capacidad de “sorpresa” entre los estudiantes de una Escuela, puede
contribuir al a generación de nuevos dispositivos y actitudes de aprendizaje.
CONCLUSIONES.
- En suma, vivimos en una era donde los sentidos se ven ampliamente interpelados por un mundo lleno de
ambientes que reclaman de nuestros niños y jóvenes, inteligencia del uso del espacio, capacidad cultural
de relacionarse y de crear su propia cultura visual, y de actuar comodamente en contextos de
incertidumbre.
- La Escuela no puede seguir siendo sólo transmisora del conocimiento, porque ahora supondría la
existencia de un solo centro emisor, lo cual está en duda, precisamente debido a la impelementación de
comunidades de aprendizajes, donde los niños y niñas adquieren información que ya no puede ser
mediada tampoco por los padres o los adultos, a la vez que esas nuevas comunidades de aprendizajes
dan vida a posturas éticas y estéticas que orientan sus gustos y generalmente los vinculan a un mercado
de imágenes, símbolos y significados frente a los cuales se requierede educación y de cultura visual.
- Como ha sido demostrado por las Neuociencias, la psicología y otras disciplinas científicas de las ciencias
humanas, a recuperar el deseo de aprender, a poner en alerta los sentidos y a aprovechar las nuevas
estrategias y formas de percepción de las actuales generaciones a favor del desarrollo de los
pensamientos artísticos que se relacionen efectivamente con el pensamiento abstracto, lógico –
matemático, pero también con habilidades de expresión y construcción de nuevas realidades individuales
y sociales.
- El arte en la Escuela, es un conocimiento tan válido como las ciencias, y es a la vez, experiencia
transformadora del entorno personal y social, de la comunidad educativa y de los padres y madres de los
estudiantes.
- Estamos en ese caso abogando por una educación artística en la Educación inicial y Primaria que pueda
tener una visión integradora de saberes transversales, para poder concretar sn subordinar y sin
desnaturalizar el arte, con otros conocimientos científico – técnicos.
BIBLIOGRAFÍA.
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