Cuestionario Guía SEGUNDO PARCIAL
Cuestionario Guía SEGUNDO PARCIAL
Cuestionario Guía SEGUNDO PARCIAL
Contratos: contrato es el acto jurídico mediante el cual dos o más partes manifiestan su
consentimiento para crear, regular, modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas
patrimoniales. El contrato actúa como fuente generadora.
Se basa en los principios de autonomía de la voluntad, por el cual las partes pueden
contratar libremente sobre lo que deseen (siempre que no se vean afectados el orden
público, la moral y las buenas costumbres), y en el de buena fe, que obliga a los
negociantes a celebrar, interpretar y ejecutar los contratos conforme a ella. Eso sí, una vez
concluido el acuerdo, las partes deberán someterse a lo estipulado como si ello fuera la ley
misma (denominado efecto vinculante de los contratos).
Los contratos pueden clasificarse en: unilaterales o bilaterales (según si una o ambas
partes se obligan hacia la otra), onerosos o gratuitos (dependiendo de si las prestaciones
son recíprocas o si solo una de las partes obtiene beneficios), conmutativos o
aleatorios (de acuerdo a si las ventajas para todos los contratantes son ciertas o
inciertas), nominados o innominados (según posean o no regulación específica en la
ley), instantáneos o de tracto sucesivo (según su ejecución se produzca en un solo
momento o se extienda en el tiempo), principales o accesorios (según si dependen o no de
otro contrato).
Unilateral: testamento
Bilateral: contrato de compraventa
Oneroso: contrato mutuo
Gratuito: donación simple
Conmutativo: contrato de préstamo
Aleatorio: contrato de seguro
Nominado: contrato de transacción
Innominado: contrato de representación o contrato de socios
Instantáneo: contrato de venta
De tracto sucesivo: contrato de locación
Principal: contrato de compraventa
Accesorio: contrato de fianza
Metodología del CCyC: el código regula en 6 libros, en títulos, capítulos, secciones. Tiene
una parte general en la mayoría de los capítulos. Regula los contratos en una parte general
y en una parte especial donde trata cada contrato económico y civil.
En general: regula los contratos paritarios, de adhesión y de consumo. En ese orden ya que
son de menor a mayor protección requieren. En los contratos por adhesión y en los de
consumo es donde se pueden dar las cláusulas abusivas.
Esta regulación se creó luego de la crisis de la parte general del contrato ya que la teoría
de los contratos no correspondía con la práctica de la vida real.
3. La forma se vincula con la materialización del acto y la prueba con la acreditación judicial.
La forma consiste en el conjunto de solemnidades que deben cumplirse por disposición
legal. Pueden ser solemnes absolutos, solemnes relativos o contratos con forma exigida.
Contextualidad: las cláusulas del contrato deben interpretarse como un todo único e
indivisible, en el cual sus términos se relacionan unos con otros. Entonces cuando un
término puede tener diversas significaciones, se le debe atribuir la que tenga más relación
de acuerdo a los demás términos del contrato. Esta interpretación se denomina
“contextual” o “armónica”.
La interpretación va a ser diferente según el tipo del contrato. El que interpreta es el juez:
Por adhesión, no puede interpretar mucho ya que las cláusulas están predispuestas
unilateralmente. Si hay alguna duda, se va a interpretar en contra del predisponente.
Consumo: en estos contratos, sea el caso que sea (cláusulas particulares o generales), se
está siempre en favor del consumidor, siempre hacia la parte deudora y se debe tomar las
consecuencias más favorables a la condición de liberación del mismo.
Integración del contrato: el juez establece las cláusulas que se van a seguir y reemplaza las
cláusulas abusivas que estaban antes en caso de ser necesario.
4. Los efectos del contrato en principio son relativos ya que se extienden solo a las partes del
contrato y a sus sucesores universales, salvo que la obligación sea de carácter personal (o
sea que no se podía derivar a sucesores), como por ejemplo la renta vitalicia, que funciona
hasta que la persona muere. Puede haber contratos que relacionen a terceros como lo son
los seguros de vida, aunque para que surtan los efectos deben aceptarlos. La clausula
resolutoria es un efecto del contrato bilateral.
Garantía de saneamiento por vicios ocultos: consiste en que el enajenante debe garantizar
al adquiriente que esa cosa no presenta defectos ocultos que la hacen impropia para su
destino. Estos defectos deben estar presentes antes o en el momento de transmisión del
derecho y, a su vez, deben ser tales que si la parte contratante los hubiera conocido de
antemano no hubiera adquirido o lo hubiera hecho por una contraprestación diferente.
Garantía legal: la prevé la LDC. No importa si los vicios son ocultos u ostensibles con
diferencia de los vicios redhibitorios que si o si deben ser ocultos. Tampoco importa que el
consumidor haya tenido una profesión que esté relacionada con el objeto que tenga el
vicio. Pero esto no quita que se pueda usar el CCyC sobre los vicios redhibitorios. Plantea
que, al conocer el vicio, el consumidor puede pedir un reembolso dejando sin efecto el
contrato, pedir un cambio de producto por otro, pedir una disminución del precio al precio
de mercado por la falla o pedir la subsanación del objeto.
5. Extinción de los contratos: puede ser por nulidad, por causales sobrevinientes, por
cumplimiento de ambas partes, imposibilidad de cumplimiento, por renuncia, por muerte
de una de las partes, por rescisión, revocación o resolución, etc.
La frustración del fin es la dificultad del cumplimiento del contrato por cambio de las
circunstancias objetivas imperantes en el momento de celebración del mismo. Se da en
contratos onerosos de tracto sucesivo y consiste en circunstancias sobrevinientes ajenas a
las partes, donde los acontecimientos no podrían haber sido previsibles por las partes al
momento de la celebración del contrato. Estos acontecimientos deben modificar el estado
general de las cosas, cuya subsistencia era necesaria para realizarse la finalidad del negocio
por lo que la finalidad contractual se torna inalcanzable por esa modificación. Puede ser
definitiva o temporaria. En la frustración del fin del negocio no existe imposibilidad del
cumplimiento de las prestaciones, pero su realización carece de sentido para las partes.
La frustración del fin del contrato está íntimamente ligada con la causa del mismo. Al
frustrarse el fin del negocio éste se queda sin causa, lo que determina su extinción.
Frustración del fin: no hay imposibilidad de incumplimiento ni dificultad del mismo, sino
que ocurre que la realización del mismo carece de sentido a consecuencia de un cambio
ajeno a las partes y a posterior de la celebración del contrato.
Efectos: la resolución del contrato, con efecto retroactivo al día en que se contrajo la
relación negocial; los riesgos del contrato deben ser soportados por ambas partes.
Se debe tener en cuenta lo siguiente: debe responder a causas sobrevinientes; debe ser
ajena a las partes; debe superar el riesgo asumido por la parte que es afectada; la
resolución es operativa cuando la parte perjudicada comunica su declaración extintiva a la
otra.
6. La teoría de la imprevisión: establece que cuando la prestación que está a cargo de una de
las partes se vuelve excesivamente onerosa para una de ellas y la parte perjudicada puede
pedir la resolución del contrato o el equilibrio en equivalencia. En este caso no hay
imposibilidad de cumplir, es muy difícil y puede llevar a la parte a la ruina, pero no es
imposible. Genera un desequilibrio contractual muy grande.
En el caso fortuito hay imposibilidad de cumplir ya que puede ser que el objeto se destruya
que en principio no traería responsabilidad para ninguno.
11. Compraventa: Es un contrato en virtud del cual una de las partes (“vendedor”) se obliga a
transferir la propiedad de una cosa a la otra parte (“comprador”) quien se obliga a recibirla
y a pagar por ella un precio en dinero. Es un contrato bilateral, oneroso, no formal y
conmutativo, nominado, de colaboración y de consumo.
Se rigen por el CCyC en todo lo que no esta previsto por la Ley en Defensa del Consumidor.
El objeto debe ser material susceptible de apreciación pecuniaria, no debe estar prohibido
por la ley, determinado o determinable y de existencia real o posible. Puede ser mueble o
inmueble, debe estar en el comercio y debe tener contenido patrimonial.
El precio debe ser expresado en dinero, determinado o determinable, tiene que ser serio.
En la compraventa juegan un papel muy importante la información y la publicidad.
Obligaciones del vendedor:
transferir al comprador la propiedad de la cosa vendida y poner a su disposición
los instrumentos requeridos
A entregar la cosa vendida, si no cumple el comprador puede extinguir el contrato
o exigir judicialmente el cumplimiento del contrato
Obligación de conservar la cosa hasta la efectiva entrega y la tiene que entregar en
el plazo y lugar convenidos.
Obligación de responder por vicios ocultos y garantía de evicción.
12. Locación: Concepto: se entiende cuando una parte “locador” se obliga a otorgar a otra
“locatario” el uso y goce temporario de una cosa a cambio del pago de un precio en dinero
denominado “Canon locativo”. Es bilateral, oneroso, conmutativo y no formal.
La cosa debe ser presente o futura para que pueda conformar el objeto. El plazo no puede
superar los 20 años si es de destino habitacional o los 50 años si tiene diferente destino y
el plazo mínimo es de 2 años.
La locación se transmite por causa de muerte continuando en las mismas condiciones
pactadas.
13. Mutuo: El contrato mutuo se denomina ahora contrato consensual: El mismo es aquel
contrato en el cual el mutuante se compromete a entregar a la otra parte, denominada “el
mutuario”, en propiedad una cantidad de cosas fungibles las que serán devueltas en igual
cantidad, calidad y especie. Se presume oneroso, pero puede ser gratuito, puede ser
paritario, por adhesión o de consumo, se puede pactar por plazo determinado o
indeterminado.
Se tiene libertad de forma si no es de consumo y si es de consumo debe ser por escrito, en
modo claro y bajo pena de nulidad.
• Obligación del mutuante: entregar la cosa en cantidad, calidad y plazo pactado.
Exceptuando si un cambio en la situación del mutuario torna incierta la restitución de la
cosa. Esta excepción es para proteger al mutuante de la no restitución de la cosa.
• Obligación del mutuario: restituir al prestamista igual cantidad de la cosa de la misma
calidad y especie en el plazo y lugar pactado, además del pago de intereses.
14. Fianza: Es un acuerdo donde una persona se obliga por otra a cumplir una obligación en
caso de incumplimiento (obligado a satisfacer los daños que resulten de ella, si es que
hubiere). El contrato debe ser escrito, es gratuito, consensual y conmutativo. La fianza
puede ser voluntaria, judicial o legal. Debe haber consentimiento, accesoriedad y
subsidiariedad. El objeto puede ser directo o indirecto.
15. Consumo: Se define como aquel celebrado entre el consumidor o usuario final y
categorizando a distintos sujetos que adquieren la categoría de proveedores. El proveedor
puede ser tanto una persona física o jurídica, prestadora de bienes y servicios,
incluyéndose en ella a todos los agentes económicos oferentes en el mercado y que,
mediante su actividad obtienen un beneficio económico.
En la interpretación de estos, se debe estar siempre en una interpretación del derecho que
le sea más favorable al consumidor.
Existe en toda relación de consumo un deber de veraz información tendiente a que la
parte más débil obtenga una precisión lo más real posible sobre el futuro contrato y sus
riesgos. El deber de información del proveedor es una obligación legal, principal no
accesoria. La información en estos contratos es suministrada a través de la publicidad por
lo que no se contempla que la misma sea ilícita, tenga información falsa que induzca al
error del consumidor o sea abusiva, discriminatoria o induzca a un comportamiento
peligroso para la salud del consumidor.
17. Franquicia: se trata de un contrato entre dos partes, una de las cuales será llamada
"franquiciante", quien será la que le otorgue a la otra parte (franquiciado) el derecho a
utilizar determinado sistema ya probado, bajo el nombre comercial, marca o emblema del
primero, obteniendo a cambio una contraprestación. Es decir, se trata de un contrato
oneroso, bilateral, no formal, de largo plazo y, en muchos casos, de adhesión. De esta
manera, el franquiciado se inserta en el mercado (o continúa en él) amparado por un
sistema probado que ya ha demostrado ser exitoso. Por otro lado, el franquiciante
continúa la expansión y diversificación de su marca a costa y riesgo de otro sujeto.
Se entiende que cada una de las partes de la relación es jurídica y financieramente
independiente de la otra.
El franquiciante es quien transmite el know-how para su aprovechamiento, debe
proporcionar información económica y financiera sobre cómo han operado unidades
similares a la que ofrecen, por un tiempo suficiente; comunicar al franquiciado el conjunto
de conocimientos técnicos; entregar un manual de operaciones con todas las
especificaciones necesarias para desarrollar la actividad pactada en el contrato; proveer de
asistencia técnica al franquiciado; y garantizar el suministro y/o cumplimiento de éstos en
cantidades suficientes y a precios razonables.
Las partes del contrato son independientes, y no existe relación laboral entre ellas.
18. Mandato: Existe contrato de mandato cuando una parte (mandatario) se obliga a realizar
uno o más actos jurídicos en interés de otra (mandante). Su ordenamiento alude a actos
jurídicos, es decir, aquellos actos voluntarios lícitos que tienen por fin inmediato la
adquisición, modificación, o extinción de relaciones o situaciones jurídicas, ósea, el
contrato de mandato no recae sobre actos materiales. Son bilaterales, onerosos, no
formales y consensuales.
El mandatario debe cumplir los actos comprendidos en el mandato, conforme a las
instrucciones dadas por el mandante, dentro de los límites del mandato conferido.
El mandante debe suministrar al mandatario los medios necesarios para la ejecución del
mandato y compensarle, en cualquier momento que le sea requerido, todo gasto
razonable en que haya incurrido para ese fin.
Obligaciones del fiduciario: rendir cuentas una vez al año, aunque no este estipulado en el
contrato.
Fideicomiso financiero: no puede ser cualquiera el fiduciario, sino que siempre tiene que
ser una sociedad o una entidad financiera que pueda ofrecer sus valores en el mercado,
que pueda hacer oferta de sus valores.