Cuestionario Guía SEGUNDO PARCIAL

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1.

Contratos: contrato es el acto jurídico mediante el cual dos o más partes manifiestan su
consentimiento para crear, regular, modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas
patrimoniales. El contrato actúa como fuente generadora.
Se basa en los principios de autonomía de la voluntad, por el cual las partes pueden
contratar libremente sobre lo que deseen (siempre que no se vean afectados el orden
público, la moral y las buenas costumbres), y en el de buena fe, que obliga a los
negociantes a celebrar, interpretar y ejecutar los contratos conforme a ella. Eso sí, una vez
concluido el acuerdo, las partes deberán someterse a lo estipulado como si ello fuera la ley
misma (denominado efecto vinculante de los contratos).

Los contratos pueden clasificarse en: unilaterales o bilaterales (según si una o ambas
partes se obligan hacia la otra), onerosos o gratuitos (dependiendo de si las prestaciones
son recíprocas o si solo una de las partes obtiene beneficios), conmutativos o
aleatorios (de acuerdo a si las ventajas para todos los contratantes son ciertas o
inciertas), nominados o innominados (según posean o no regulación específica en la
ley), instantáneos o de tracto sucesivo (según su ejecución se produzca en un solo
momento o se extienda en el tiempo), principales o accesorios (según si dependen o no de
otro contrato).

 Unilateral: testamento
 Bilateral: contrato de compraventa
 Oneroso: contrato mutuo
 Gratuito: donación simple
 Conmutativo: contrato de préstamo
 Aleatorio: contrato de seguro
 Nominado: contrato de transacción
 Innominado: contrato de representación o contrato de socios
 Instantáneo: contrato de venta
 De tracto sucesivo: contrato de locación
 Principal: contrato de compraventa
 Accesorio: contrato de fianza

 Contrato paritario/discrecional: implica la libre disponibilidad de los intereses económicos


de los sujetos contratantes con mínimas restricciones impuestas por la ley, el orden
público, la moral y las buenas costumbres. Esta libertad se refleja en el plano de las
garantías post-cumplimiento o de saneamiento ante la posibilidad de restringirlas,
renunciarlas o ampliarlas. Las cláusulas son impuestas por ambas partes en igualdad de
condiciones y con contraprestaciones equivalentes económicamente.
 Contrato de adhesión: es aquel contrato que se redacta por una sola de las partes y el
aceptante simplemente se adhiere o no al mismo, aceptando o rechazando el contrato en
su integridad. Es frecuente que sean vehículo para insertar las denominadas cláusulas
abusivas que otorgan el poder de una de las partes por sobre la otra. Estas pueden ser
declaradas abusivas aun cuando sean negociadas individualmente o aprobadas por el
consumidor. Requisitos: cláusulas comprensibles y autosuficientes; redacción clara,
completa y fácilmente legible; se tienen por no convenidas las cláusulas que efectúan un
reenvío a otros textos o documentos no facilitados a la contraparte. Cláusulas abusivas:
son las que desnaturalizan las obligaciones del predisponente; importan una renuncia o
restricción a los derechos del adherente o amplían derechos al predisponente; son
sorpresivas.
 Contratos de Consumo: son los celebrados entre un consumidor/usuario final con una
persona humana/jurídica o con una empresa productora de bienes o prestadora de
servicios, pública o privada. El contrato de consumo puede ser celebrado paritariamente o
por adhesión. Las cláusulas particulares pueden tenerse por no escritas aun cuando se
hayan sido convenidas entre las partes o aprobadas por el consumidor cuando se
sancionen como abusivas.

Metodología del CCyC: el código regula en 6 libros, en títulos, capítulos, secciones. Tiene
una parte general en la mayoría de los capítulos. Regula los contratos en una parte general
y en una parte especial donde trata cada contrato económico y civil.
En general: regula los contratos paritarios, de adhesión y de consumo. En ese orden ya que
son de menor a mayor protección requieren. En los contratos por adhesión y en los de
consumo es donde se pueden dar las cláusulas abusivas.
Esta regulación se creó luego de la crisis de la parte general del contrato ya que la teoría
de los contratos no correspondía con la práctica de la vida real.

2. Son elementos de los contratos:


 El objeto (materia sobre la que versa). El objeto debe ser lícito, posible, determinado o
determinable, de interés para las partes y pasible de valoración económica.
 La causa (el por qué y el para qué se contrata). La causa debe existir desde el momento de
la formación del contrato y hasta su celebración y ejecución y debe ser lícita.
 La forma (si debe hacerse por escritura pública, por documento privado, por escrito,
con testigos, etc.). Respecto a la forma, en nuestro país rige la libertad de formas. Esto
significa que, como principio general, no deben llevar una formalidad determinada,
excepto que la ley lo disponga (por ejemplo, en el caso de contratos relativos a bienes
inmuebles, ellos deben otorgarse por escritura pública).

Como presupuestos de los contratos podemos mencionar la capacidad para contratar y el


consentimiento. El primero estará cubierto siempre que la persona sea mayor de edad
(dieciocho años o más) y no pesaren sobre ella declaraciones de incapacidad o
inhabilitación, o, en su defecto, ejerza el derecho por medio de sus respectivos
representantes legales. El segundo, cuando la voluntad de las partes fuera otorgada
libremente, es decir, sin ningún tipo de coacción, de engaño o de error provocados sobre
cualquiera de ellas con el fin de obtener su conformidad y cuando se fusionan la oferta y la
aceptación del contrato mismo.

3. La forma se vincula con la materialización del acto y la prueba con la acreditación judicial.
La forma consiste en el conjunto de solemnidades que deben cumplirse por disposición
legal. Pueden ser solemnes absolutos, solemnes relativos o contratos con forma exigida.

La voluntad requiere de ser exteriorizada para que se cumpla la materialización del


contrato. Los actos pueden exteriorizarse oralmente, por escrito, por signos inequívocos o
un hecho material. El ordenamiento legal prevé la libertad de formas para la
exteriorización de la voluntad en el régimen de los actos jurídicos y otorga a las partes la
potestad de convenir una forma más exigente que las impuestas por la ley.

La prueba es la demostración de un hecho o de un acto jurídico. Probar un contrato es


demostrar la existencia de una relación jurídica entre las partes. El CCyC admite, para la
demostración judicial de los contratos, todos los medios de prueba que contempla la
legislación procesal. Existe el principio de prueba instrumental que refiere a cualquier
instrumento que haga verosimilitud de la existencia del contrato.

Interpretar un contrato es determinar su verdadero sentido y alcance y, con ellos, se


intenta dejar en manifiesto la real voluntad de las partes y lo realmente buscado.

El art. 1061, CCyC, establece como principios fundamentales de la interpretación a la


intención de las partes y el principio de buena fe. La buena fe a su vez se desprende en
buena fe subjetiva o creencia (es la conciencia de estar actuando conforme a derecho) y en
buena fe objetiva o confianza (que implica el actuar de tal manera que genere confianza en
el otro de seguir obrando así).

Términos contractuales: se establece como principio general la interpretación en sentido


literal de los vocablos utilizados y ante la presencia de palabras equivocas se les asigna el
sentido que les da su uso corriente y general y no la utilización que tiene uno de los
contratantes. Sin embargo, las partes pueden limitar el alcance y significación de los
términos empleados, como también puede la significación estar influenciada por usos y
conductas determinadas del lugar de celebración del contrato.

Contextualidad: las cláusulas del contrato deben interpretarse como un todo único e
indivisible, en el cual sus términos se relacionan unos con otros. Entonces cuando un
término puede tener diversas significaciones, se le debe atribuir la que tenga más relación
de acuerdo a los demás términos del contrato. Esta interpretación se denomina
“contextual” o “armónica”.

Fuentes de interpretación: se tienen en cuenta el contexto de celebración del acto jurídico,


la conducta y negociaciones previas, como así también su conducta a lo largo de la
celebración del mismo. También es importante tener en cuenta el fin de las partes, o sea,
que resultado económico ha llevado a las partes a la celebración.

Principio de conservación contractual: frente a la existencia de una cláusula contractual


que pudiera interpretarse en dos sentidos, dando uno validez y el otro nulidad al negocio
jurídico, debe preferirse aquella que lo mantenga plenamente vigente.

La interpretación va a ser diferente según el tipo del contrato. El que interpreta es el juez:

Por adhesión, no puede interpretar mucho ya que las cláusulas están predispuestas
unilateralmente. Si hay alguna duda, se va a interpretar en contra del predisponente.

Consumo: en estos contratos, sea el caso que sea (cláusulas particulares o generales), se
está siempre en favor del consumidor, siempre hacia la parte deudora y se debe tomar las
consecuencias más favorables a la condición de liberación del mismo.

En los paritarios se van a utilizar todos los métodos antes mencionados.

Integración del contrato: el juez establece las cláusulas que se van a seguir y reemplaza las
cláusulas abusivas que estaban antes en caso de ser necesario.

4. Los efectos del contrato en principio son relativos ya que se extienden solo a las partes del
contrato y a sus sucesores universales, salvo que la obligación sea de carácter personal (o
sea que no se podía derivar a sucesores), como por ejemplo la renta vitalicia, que funciona
hasta que la persona muere. Puede haber contratos que relacionen a terceros como lo son
los seguros de vida, aunque para que surtan los efectos deben aceptarlos. La clausula
resolutoria es un efecto del contrato bilateral.

La garantía de saneamiento es una garantía legal impuesta en orden al mantenimiento del


interés público. Consiste en la obligación del garante de reparar o subsanar los daños
causados debido a vicios ocultos o por evicción siempre que este sea anterior o exista en el
momento de celebración del contrato.

Garantía de saneamiento por evicción: se da en los contratos de traslado de dominios, de


transmisión de la propiedad de un bien, típica de contratos onerosos, como por ejemplo la
compraventa. Esta garantía consiste en que el enajenante debe garantizar al comprador la
existencia y legitimidad del derecho que le transmitió.

Garantía de saneamiento por vicios ocultos: consiste en que el enajenante debe garantizar
al adquiriente que esa cosa no presenta defectos ocultos que la hacen impropia para su
destino. Estos defectos deben estar presentes antes o en el momento de transmisión del
derecho y, a su vez, deben ser tales que si la parte contratante los hubiera conocido de
antemano no hubiera adquirido o lo hubiera hecho por una contraprestación diferente.

Garantía legal: la prevé la LDC. No importa si los vicios son ocultos u ostensibles con
diferencia de los vicios redhibitorios que si o si deben ser ocultos. Tampoco importa que el
consumidor haya tenido una profesión que esté relacionada con el objeto que tenga el
vicio. Pero esto no quita que se pueda usar el CCyC sobre los vicios redhibitorios. Plantea
que, al conocer el vicio, el consumidor puede pedir un reembolso dejando sin efecto el
contrato, pedir un cambio de producto por otro, pedir una disminución del precio al precio
de mercado por la falla o pedir la subsanación del objeto.

5. Extinción de los contratos: puede ser por nulidad, por causales sobrevinientes, por
cumplimiento de ambas partes, imposibilidad de cumplimiento, por renuncia, por muerte
de una de las partes, por rescisión, revocación o resolución, etc.

Rescisión: contrato de franquicia. Es la conclusión o terminación del acuerdo entre 2 o más


partes, sin que sea concluido el objeto del mismo. Se da en contratos de larga duración o
de tracto sucesivo, podría ser una cláusula abusiva a la hora del ejercicio. Los efectos
siempre se van a dar para el futuro y no afecta derechos de terceros. Puede ser unilateral
(una sola parte puede extinguir parcial o totalmente el contrato con la sola manifestación
de su voluntad de hacerlo) o bilateral (acuerdo de voluntades por el cual se deja sin efecto
el contrato).

Revocación: ejemplo: Contrato de mandato. Es el acto de manifestación de la voluntad que


deja sin efecto el contrato, pero la revocación exige una causa jurídica que justifique la
voluntad. Produce efectos para el futuro. Es ejercida solo por una de las partes, o sea, que
se utiliza para los contratos unilaterales.

Resolución: se da cuando hay imposibilidad de cumplimiento o incumplimiento del


contrato por una de las partes y la otra tiene la facultad de resolver total o parcialmente el
mismo. Puede que se dé también la teoría de la imprevisión y se resuelva el mismo o
también en la frustración del fin. Se relaciona con la cláusula resolutoria. Como efecto, el
contrato va a quedar resuelto en lo que sea imposible de cumplir ya que se puede dar que
no tenga la culpa como en los casos de caso fortuito o causa mayor. Los efectos van a ser
retroactivos, ya que lo que se intenta es volver al momento anterior a la celebración del
contrato. La frustración del fin tampoco genera culpa en el incumplimiento y por ello el
contrato puede dejarse sin efecto.

Clausula resolutoria: es implícita ya que hace a la naturaleza del contrato. Es un elemento


natural del contrato bilateral, ya que implica que ambas partes cumplan con su parte que
es lo que se busca al contraer un contrato. Solo la parte cumplidora puede dejarlo sin
efecto o pedir el cumplimiento forzado para que no se interponga la excepción de
incumplimiento por la otra parte.

La frustración del fin es la dificultad del cumplimiento del contrato por cambio de las
circunstancias objetivas imperantes en el momento de celebración del mismo. Se da en
contratos onerosos de tracto sucesivo y consiste en circunstancias sobrevinientes ajenas a
las partes, donde los acontecimientos no podrían haber sido previsibles por las partes al
momento de la celebración del contrato. Estos acontecimientos deben modificar el estado
general de las cosas, cuya subsistencia era necesaria para realizarse la finalidad del negocio
por lo que la finalidad contractual se torna inalcanzable por esa modificación. Puede ser
definitiva o temporaria. En la frustración del fin del negocio no existe imposibilidad del
cumplimiento de las prestaciones, pero su realización carece de sentido para las partes.

La frustración del fin del contrato está íntimamente ligada con la causa del mismo. Al
frustrarse el fin del negocio éste se queda sin causa, lo que determina su extinción.
Frustración del fin: no hay imposibilidad de incumplimiento ni dificultad del mismo, sino
que ocurre que la realización del mismo carece de sentido a consecuencia de un cambio
ajeno a las partes y a posterior de la celebración del contrato.

Efectos: la resolución del contrato, con efecto retroactivo al día en que se contrajo la
relación negocial; los riesgos del contrato deben ser soportados por ambas partes.

Se debe tener en cuenta lo siguiente: debe responder a causas sobrevinientes; debe ser
ajena a las partes; debe superar el riesgo asumido por la parte que es afectada; la
resolución es operativa cuando la parte perjudicada comunica su declaración extintiva a la
otra.

6. La teoría de la imprevisión: establece que cuando la prestación que está a cargo de una de
las partes se vuelve excesivamente onerosa para una de ellas y la parte perjudicada puede
pedir la resolución del contrato o el equilibrio en equivalencia. En este caso no hay
imposibilidad de cumplir, es muy difícil y puede llevar a la parte a la ruina, pero no es
imposible. Genera un desequilibrio contractual muy grande.
En el caso fortuito hay imposibilidad de cumplir ya que puede ser que el objeto se destruya
que en principio no traería responsabilidad para ninguno.

7. Cláusulas abusivas: están en la LDC Y CCyC. Pueden ser originarias y funcionales y


dependen del momento en que se tornan operativas. La ley nos da pautas enunciativas
para abarcar las cuestiones: son aquellas cláusulas que desnaturalizan las obligaciones
principales del contrato; cuando se invierte la carga de la prueba, la prueba la tiene que
probar el proveedor y es abusiva cuando se invierte eso. El efecto básico de las cláusulas es
la nulidad del contrato o de la misma cláusula si es separable, o sea, se van a tener por no
escritas dejándose son efecto. La cláusula abusiva es aquella que desequilibra el contrato.
8.
9. Leasing: arrendar o alquilar. Es un mecanismo de financiación y una forma de posibilitar la
renovación de equipos de uso industrial y profesional.
En el contrato de leasing el dador conviene transferir al tomador la tenencia de un bien
cierto y determinado para su uso y goce, contra el pago de un canon y le confiere una
opción de compra por un precio.
Es típico o nominado; consensual; bilateral; oneroso; conmutativo; formal; de duración
prolongada; sujeto a condiciones generales de contratación; de consumo o de empresa.
Al vencimiento del plazo (no tiene máximo ni mínimo) el tomador tiene cuatro opciones:
 Dar por extinguido el vínculo y restituir la cosa.
 Renovar el contrato o sustituir la cosa que constituye su objeto por otra.
 Optar por prorrogar el plazo del contrato.
 Adquirir el bien pagando el valor fijado, para lo cual debe ejercer la opción de compra.

10. Concesión: Contrato por el cual un comerciante (concesionario) pone su empresa al


servicio de otro empresario (concedente) para asegurar según lo hayan convenido la
comercialización en forma exclusiva de sus productos y servicios. Es consensual, de tracto
sucesivo, bilateral, oneroso. El plazo de duración no puede ser menor a 4 años.

11. Compraventa: Es un contrato en virtud del cual una de las partes (“vendedor”) se obliga a
transferir la propiedad de una cosa a la otra parte (“comprador”) quien se obliga a recibirla
y a pagar por ella un precio en dinero. Es un contrato bilateral, oneroso, no formal y
conmutativo, nominado, de colaboración y de consumo.
Se rigen por el CCyC en todo lo que no esta previsto por la Ley en Defensa del Consumidor.
El objeto debe ser material susceptible de apreciación pecuniaria, no debe estar prohibido
por la ley, determinado o determinable y de existencia real o posible. Puede ser mueble o
inmueble, debe estar en el comercio y debe tener contenido patrimonial.
El precio debe ser expresado en dinero, determinado o determinable, tiene que ser serio.
En la compraventa juegan un papel muy importante la información y la publicidad.
Obligaciones del vendedor:
 transferir al comprador la propiedad de la cosa vendida y poner a su disposición
los instrumentos requeridos
 A entregar la cosa vendida, si no cumple el comprador puede extinguir el contrato
o exigir judicialmente el cumplimiento del contrato
 Obligación de conservar la cosa hasta la efectiva entrega y la tiene que entregar en
el plazo y lugar convenidos.
 Obligación de responder por vicios ocultos y garantía de evicción.

Obligaciones del comprador:

 Pagar el precio convenido en el plazo indicado en el contrato (o al momento de la


entrega de la cosa) y en el lugar indicado por las partes, (si no se pactó el lugar será
en el domicilio del comprador).
 Recibir la cosa adquirida y su documentación y pagar los gastos de recepción
incluidos los de la escrituración y los originados con posterioridad a la venta.

12. Locación: Concepto: se entiende cuando una parte “locador” se obliga a otorgar a otra
“locatario” el uso y goce temporario de una cosa a cambio del pago de un precio en dinero
denominado “Canon locativo”. Es bilateral, oneroso, conmutativo y no formal.
La cosa debe ser presente o futura para que pueda conformar el objeto. El plazo no puede
superar los 20 años si es de destino habitacional o los 50 años si tiene diferente destino y
el plazo mínimo es de 2 años.
La locación se transmite por causa de muerte continuando en las mismas condiciones
pactadas.

13. Mutuo: El contrato mutuo se denomina ahora contrato consensual: El mismo es aquel
contrato en el cual el mutuante se compromete a entregar a la otra parte, denominada “el
mutuario”, en propiedad una cantidad de cosas fungibles las que serán devueltas en igual
cantidad, calidad y especie. Se presume oneroso, pero puede ser gratuito, puede ser
paritario, por adhesión o de consumo, se puede pactar por plazo determinado o
indeterminado.
Se tiene libertad de forma si no es de consumo y si es de consumo debe ser por escrito, en
modo claro y bajo pena de nulidad.
• Obligación del mutuante: entregar la cosa en cantidad, calidad y plazo pactado.
Exceptuando si un cambio en la situación del mutuario torna incierta la restitución de la
cosa. Esta excepción es para proteger al mutuante de la no restitución de la cosa.
• Obligación del mutuario: restituir al prestamista igual cantidad de la cosa de la misma
calidad y especie en el plazo y lugar pactado, además del pago de intereses.

14. Fianza: Es un acuerdo donde una persona se obliga por otra a cumplir una obligación en
caso de incumplimiento (obligado a satisfacer los daños que resulten de ella, si es que
hubiere). El contrato debe ser escrito, es gratuito, consensual y conmutativo. La fianza
puede ser voluntaria, judicial o legal. Debe haber consentimiento, accesoriedad y
subsidiariedad. El objeto puede ser directo o indirecto.

15. Consumo: Se define como aquel celebrado entre el consumidor o usuario final y
categorizando a distintos sujetos que adquieren la categoría de proveedores. El proveedor
puede ser tanto una persona física o jurídica, prestadora de bienes y servicios,
incluyéndose en ella a todos los agentes económicos oferentes en el mercado y que,
mediante su actividad obtienen un beneficio económico.
En la interpretación de estos, se debe estar siempre en una interpretación del derecho que
le sea más favorable al consumidor.
Existe en toda relación de consumo un deber de veraz información tendiente a que la
parte más débil obtenga una precisión lo más real posible sobre el futuro contrato y sus
riesgos. El deber de información del proveedor es una obligación legal, principal no
accesoria. La información en estos contratos es suministrada a través de la publicidad por
lo que no se contempla que la misma sea ilícita, tenga información falsa que induzca al
error del consumidor o sea abusiva, discriminatoria o induzca a un comportamiento
peligroso para la salud del consumidor.

16. Transacción: consiste en la solución de un litigio sin necesidad de iniciar un juicio


extrajudicial. La transacción se puede definir, como un acto en que las partes, sacrificando
parte de sus pretensiones, ponen fin a un litigio pendiente o precaven un litigio eventual.
Para que exista contrato de transacción deben existir:
 Una relación jurídica incierta
 Vocación de las partes de dar certidumbre a esa situación
 “Concesiones reciprocas” que perfeccionan el acuerdo
El objeto deberá ser licito, posible, determinado o determinable. La forma será por escrito
y si se trata de derechos litigiosos solo adquirirá eficacia luego de su presentación al juez.
Es un contrato consensual, oneroso, bilateral y de interpretación restrictiva.

La transacción puede ser judicial o extrajudicial:

 Extrajudiciales: si la transacción recae sobre derechos dudosos que aún no se han


convertido en litigiosos, la única formalidad es que sea otorgada por escrito. Si es
sobre un inmueble deberá ser una escritura pública, de lo contrario con instrumentos
privados bastará.
 Judiciales: impone forma escrita (instrumento público o privado) y establece que si
recae sobre derechos litigiosos sólo es eficaz a partir de la presentación del
instrumento firmado por los interesados ante el juez de la causa.

17. Franquicia: se trata de un contrato entre dos partes, una de las cuales será llamada
"franquiciante", quien será la que le otorgue a la otra parte (franquiciado) el derecho a
utilizar determinado sistema ya probado, bajo el nombre comercial, marca o emblema del
primero, obteniendo a cambio una contraprestación. Es decir, se trata de un contrato
oneroso, bilateral, no formal, de largo plazo y, en muchos casos, de adhesión. De esta
manera, el franquiciado se inserta en el mercado (o continúa en él) amparado por un
sistema probado que ya ha demostrado ser exitoso. Por otro lado, el franquiciante
continúa la expansión y diversificación de su marca a costa y riesgo de otro sujeto.
Se entiende que cada una de las partes de la relación es jurídica y financieramente
independiente de la otra.
El franquiciante es quien transmite el know-how para su aprovechamiento, debe
proporcionar información económica y financiera sobre cómo han operado unidades
similares a la que ofrecen, por un tiempo suficiente; comunicar al franquiciado el conjunto
de conocimientos técnicos; entregar un manual de operaciones con todas las
especificaciones necesarias para desarrollar la actividad pactada en el contrato; proveer de
asistencia técnica al franquiciado; y garantizar el suministro y/o cumplimiento de éstos en
cantidades suficientes y a precios razonables.
Las partes del contrato son independientes, y no existe relación laboral entre ellas.

18. Mandato: Existe contrato de mandato cuando una parte (mandatario) se obliga a realizar
uno o más actos jurídicos en interés de otra (mandante). Su ordenamiento alude a actos
jurídicos, es decir, aquellos actos voluntarios lícitos que tienen por fin inmediato la
adquisición, modificación, o extinción de relaciones o situaciones jurídicas, ósea, el
contrato de mandato no recae sobre actos materiales. Son bilaterales, onerosos, no
formales y consensuales.
El mandatario debe cumplir los actos comprendidos en el mandato, conforme a las
instrucciones dadas por el mandante, dentro de los límites del mandato conferido.
El mandante debe suministrar al mandatario los medios necesarios para la ejecución del
mandato y compensarle, en cualquier momento que le sea requerido, todo gasto
razonable en que haya incurrido para ese fin.

19. Fideicomiso: tiene 2 partes: fiduciante y fiduciario. El fiduciante le va a transmitir la


propiedad de determinados bienes a la otra parte, que es el fiduciario y este tiene que
aceptar. Es un derecho real de dominio menospleno porque le falla la perpetuidad ya que
el fideicomiso no se puede otorgar por más de 30 años. Le transmite la propiedad
(propiedad fiduciaria) para que cumpla con un encargo especifico. El fiduciario ejerce esa
propiedad en beneficio de una tercera persona denominada beneficiario, pero al cabo de
un plazo debe devolver esa propiedad al fiduciante o al beneficiario o a una cuarta persona
que se denomina fideicomisario. Este contrato se basa en la confianza. El efecto principal
del contrato es que los bienes conforman un patrimonio fiduciario que queda por fuera del
patrimonio de ambas partes.

Obligaciones del fiduciario: rendir cuentas una vez al año, aunque no este estipulado en el
contrato.

Fideicomiso financiero: no puede ser cualquiera el fiduciario, sino que siempre tiene que
ser una sociedad o una entidad financiera que pueda ofrecer sus valores en el mercado,
que pueda hacer oferta de sus valores.

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