Indios Matagalpa DORIS STONE 1957 JEA Feb 2024

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Breves Notas sobre los Indios Matagalpa de

Nicaragua
Por Doris Stone

Traducción de María Eugenia Rivera y Alberto Bárcenas Reyes

La extensión original del grupo indígena conocido como Matagalpa


incluye el sudeste de Honduras, parte del este de El Salvador, y la sección
central de Nicaragua, o, mejor dicho, los departamentos de Matagalpa,
Jinotega y Estelí, con una frontera tentativa en la orilla norte de los lagos
de agua dulce1. Hoy, sin embargo, ellos están reducidos a la región de
Cacaopera en El Salvador, y en Nicaragua, en la vecindad de la ciudad de
Matagalpa y en las zonas altas del Río Tuma.
Su idioma parece haber desaparecido, sólo quedan unas pocas palabras;
pero partiendo de listas de vocabularios existentes que fueron recogidas
en el siglo diecinueve y a comienzos del veinte, se nota una conexión
entre el habla matagalpina y los dialectos chibcha 2. Esta sugiere una
relación entre los pueblos del este de Centroamérica y Panamá. Resulta
muy curioso que muy poco o nada se haya reportado sobre la vida de los
Matagalpa, posiblemente el documento más importante, un tratado
escrito por el padre franciscano Rodrigo de Jesús Betancur, se perdió
antes de que pudiese ser de utilidad científica 3. Sin embargo, un breve
comentario respecto a este grupo ha sido preservado en un registro de
actividades realizadas hecho por el fraile Margil de Jesús, publicado en
México en 1763. El siguiente extracto presenta datos únicos
etnológicamente, los cuales, aunque están posiblemente influenciados por
otras culturas, contienen material que puede considerarse esencialmente
conectado con los Matagalpa.
1…“Toda la gente de Matagalpa, Solingalpa, Molagüina, Xinotega, y
Muimui [Muy Muy] pertenece al mismo distrito. Decapitaban cada
semana a ocho adultos y niños, y sacrificaban su sangre al maligno,
representado en sus ídolos, en una cueva que era el mismo retrato del
infierno; guardaban ahí la carne para la terrible alimentación de su
crueldad y brutalidad. Esta gente tenía pieles de diversos animales, a fin
de transformarse a sí mismos en ellos a través de la fuerza de su pacto
diabólico; y se mezclaban estúpidamente con los demonios, quienes se les
aparecían en representaciones de bestias. Él les daba poderes malignos,

1
V. e.g., Lehmann, 1920, b. 1, p. 479; pp. 481-482.
2
Lehmann, 1920, b. 1, pp. 479-482; Mason, 1940, pp. 75-76, 86-87; Johnson, 1940, pp.
112-113.
3
Lehmann, 1920, b. 1, p. 480.
piedras, y raíces para matar, torturar, cazar y para asuntos amorosos
perjudiciales. Se les aparecía en forma de una serpiente enrollada y ellos
le daban adoraciones sacrílegas…”4
Las notas que se presentan en este momento se hicieron en 1950 como
parte de un viaje exploratorio en un vano esfuerzo por recopilar datos
lingüísticos, que están muy lejos de ser los suficientes. Entre los grupos
visitados están algunos en la hacienda La Algovia y otros entre los ríos
Yasica y Guasaca, tributarios del Río Tuma.
Comunidades.— Los asentamientos indígenas del departamento de
Matagalpa se conocen como comunidades o cañadas. La palabra cañada
significa un barranco, con una fuente de agua o arroyo. En sí mismo, la
aplicación de ese término a estas comunidades es interesante ya que
denota que tanto han sido expulsados los indios de las tierras fértiles y
cultivables de sus antepasados. Se desconocen los datos exactos de la
fundación de las cañadas. Ellas han sido importantes como reductos en el
sentido religioso, como fuente de suministro de hombres para las guerras
civiles, y hasta cierto punto como una manera de controlar a los
trabajadores de las grandes haciendas de café.
Las principales comunidades de los Matagalpa son El Horno, Sabana
Grande, San Marco, Ilapa, El Jocote e Iquililay. Todas son administradas
desde arriba por el jefe político de Matagalpa, aunque son independientes
respecto a detalles como su organización interna. El jefe político nombra
al juez de mesta, o, como le llaman los indios, juez de la mesta, o juez de
la unión, y a los capitanes de cañada. El alcalde de Matagalpa nombra al
juez del cantón. Ambos oficiales tienen a su cargo personal que lleva
cintas o trozos de ropa coloridos en la parte superior como insignia de su
posición. El juez de la mesta tiene el control directo de los alguaciles u
oficiales de policía, mientras que el juez de cantón sirve como concejal.
Cada cañada nombra a su presidente individual. La gente que compone la
población se conoce como comuneros. La tierra pertenece a la comunidad
como un todo y no puede ser vendida. A cada individuo se le asignan de
10 a 50 manzanas.
Agricultura.— Como regla, corresponden de dos a cinco cabezas de
ganado por familia. La agricultura no se hace a gran escala y es una
agricultura típica de explotación y quema. Se usa un palo para cavar al ir
haciendo los agujeros donde siembran y se atan a la cintura una concha
de armadillo o de calabaza para llevar las semillas. La excusa para la
escasez de cultivos es el miedo a los impuestos. La comida que se cultiva
para consumo personal incluye maíz, frijoles, arroz, sorgo, y algunos
ayotes (Cucúrbita peop L. Sp.), diferentes tipos de plátanos y de bananos
incluyendo al rojo. Se cultivan calabazas de todos los tamaños para uso
4
de Vilaplana, 1763, p. 116.
de menaje de casa como lo son tazas, platos, y se cortan en pedazos para
hacer cucharas, etc.
El algodón, tanto el blanco como el café, azúcar de caña y el tabaco se
cultivan en el patio de las casas en muy pequeñas cantidades y sólo para
uso personal a causa del miedo a los impuestos. Las prensas de madera
para la caña de azúcar en bruto son manejadas por hombres u
ocasionalmente tiradas por bueyes. El achiote (Bixa Orellana L. Sp.)
también se cultiva en las casas. La palma de pejibaye (Guilielma utilis
Oerst.) no se cultiva actualmente, pero era plantaba por las tribus
aborígenes en tiempos precolombinos.)
Comida.— Las proteínas más comunes son pollo (boluka), chancho de
monte (singkol) y huevos (manjaré). Las vitaminas se derivan del achiote
y de las flores como las de izote (Yucca elephantipes Regal), y de la
florescencia de las palmas. La chicha también es un platillo importante a
pesar del hecho de que es una bebida. Su base principal es el maíz, pero
los Matagalpa le añaden azúcar morena cruda para acelerar la
fermentación. Se usa poco el café, sustituido comúnmente por pico de
pájaro (Cassia Sp.) La masa de las tortillas se prepara con ceniza. Los
tamales se envuelven de preferencia en hojas de bijagua negra (Calathea
spp.) llamada guaylé. Se dice que dan un mejor sabor y que mantienen
seco el tamal. Uno de los principales platillos es el posol [sic], especie de
sopa o bebida de maíz molido y hervido.
Almacenamiento de la comida.— El maíz y el arroz se mantienen lejos del
suelo en refugios hechos de varas y techados con pasto u hojas de plátano
o de banano. El piso de la plataforma de almacenamiento es
generalmente de corteza de capulín. La fibra de majagua se usa en lugar
de clavos. Se deja un extremo abierto. En algunas ocasiones se usan los
tabancos en la casa principal para este mismo propósito.
Casas y Mobiliario.— La casa típica es de forma rectangular y es de
madera con varas apuntaladas, atadas con la fibra de majagua (hibiscus
tiliaceus L. Sp.). El pasto o las hojas de palma son los materiales más
comunes para el techo. Sólo hay una puerta, pero a menudo una división
de tablas separa los espacios para dormir del resto de la casa.
El mobiliario es simple. Un tapesco, que es un tipo de estante de
almacenamiento, se usa algunas veces como cama, se hace de varas y se
cuelga del techo. Las camas se hacen de tablones de madera colocadas o
clavadas sobre cuatro patas que las alzan del suelo. Pieles, petates, o
sacos viejos se les colocan encima. Ocasionalmente, se usan hamacas. Se
utilizan sillas bajas de madera llamadas machos, con cuatro patas, a
veces están decoradas con una cabeza protuberante y con una cola; en
ese caso son ceremoniales. Son similares a las que se han encontrado
entre las tribus Boruca y Talamanca de Costa Rica 5. Los cestos para
almacenar o para que las gallinas pongan huevos, pieles secas de
animales, plumas, musgo, medicinas en botellas o en calabazas, cuelgan
de las paredes de las casas. A veces una impresión barata o una imagen
pequeña de un santo se añaden como adorno. Los metates de piedra se
usan para moler el maíz, y un mortero de madera de lados rectos sirve
para los otros granos. La sal se mantiene siempre en una calabaza o se
envuelve en hojas sobre el fuego para protegerla de la humedad.
Escaleras hechas de muescas en un solo tronco se usan para alcanzar el
tapesco. El hogar varía. El método más antiguo consiste en tres troncos
en el centro del piso de tierra. Sin embargo, actualmente, son comunes
los hogares construidos de madera y tierra.
Caza.— Siempre que es posible el indio tiene una escopeta obsoleta o
rifle, pero el arma más común es el arco y la flecha. El arco se hace de
madera llamada guata o parrá. La fibra de pita (Aechmea magdalenae
André) se usa para la cuerda. Las flechas son similares a aquellas de las
tribus Talamancas de Costa Rica. La parte delicada de la caña salvaje (la
verolís) se ata a la punta con la cera y hebra de pita. Generalmente la
hoja de un cuchillo da forma a la cabeza de la flecha, pero para la pesca
se usa la palma negra de púas o pejibaye. El arco se mantiene casi
horizontal con la flecha pasando bajo el dedo índice. Para cazar también
se utilizan lanzas con hojas de cuchillo como puntas. Las trampas se
hacen de caña y se usan para los pájaros utilizando granos como cebo. Se
parecen a las que se ven actualmente entre los lenca de Honduras 6.
Pesca.— La pesca se hace con el arco y la flecha, una clase de arpón
hecho con una larga púa atada a un palo de madera que a su vez está
atado a una caña, y con enredaderas. Estas últimas son guaslala, una
enredadera redondeada de tres lados, la cual tiñe el agua de un color
yodo claro, y el más común paté, que también tiene tres lados, pero es
triangular. Hay dos clases de paté; uno que tiñe el agua de verde, y el
otro que la tiñe de rojo claro. No se permite a las mujeres embarazadas
participar en los viajes de pesca cuando se usan enredaderas. El esposo
se enjuaga la boca con el agua contaminada antes de acercarse a recoger
los peces. Ninguna mujer embarazada puede permanecer en la orilla del
río ni hacer fuego para cocinar la presa. La enredadera se machaca
finamente antes de ser puesta en el agua y la corriente o arroyo se
represa.
Ropa.— Los Matagalpa se visten con la misma ropa barata de algodón
que los trabajadores comunes. Quedan algunos restos de sus antiguos
tejidos. Sin embargo, ocasionalmente se puede ver una imitación cruda
de una rueda de cedro giratoria. Esta es más un aparato para hacer
5
Stone, 1949, fig. 7c 6.
6
Stone, 1948, p. 206.
cuerdas e indudablemente es el resultado de la influencia colonial
española. En su mayoría el hilo así obtenido se utiliza para tejidos
caseros, aunque algunas veces se usa un tipo de telar hecho con espinas
y sin correa trasera para hacer tejidos. Usan sandalias de piel, su tira va
desde el dedo gordo hasta detrás del talón.
Artesanías.— Hombres y mujeres tejen cestos de varias formas y tamaños
con un bambú silvestre conocido como carrizo, que brinda cañas verdes y
cafés. El bambú se pela y se teje.
La región de Matagalpa ha sido famosa desde hace tiempo por su
alfarería, en particular por su cerámica negra. Hay tres formas comunes
en las comunidades indígenas: platos planos, vasijas redondeadas con
bordes marcados y enrollados, vasijas para agua, con y sin picos.
Medios de carga.— El método más común de transportar cargas es usar
la faja de fibra o de cuero atada a ambos extremos de los sacos, o cargas,
que se pasa luego sobre la frente, a fin de dejar el peso sobre la espalda;
a esto le llaman bambador. Las alforjas o surtunes se compran o se
intercambian en el vecino departamento de Chontales. En conjunto, se
usan muy poco.
Instrumentos musicales.— Los tambores están hechos de cedro y de la
piel del estómago de ternera. Se usan palos para golpearlos. También se
usa el nambiro, una calabaza cubierta de piel y con un palo encerado en
el centro que se jala hacia dentro y fuera. Además, están el caraca, un
palo con muescas que se golpea con otro palo, y el quijongo, un arco
largo hecho de caña silvestre con un pedazo de cable o cuerda tensa
sujeta a él. Esta última se usaba para mantener el ritmo y para emitir un
raro sonido según la calabaza se cubría y se descubría. También se usan
los violines y las guitarras.
Bailes.— Ciertas cañadas tienen capillas y en estos casos la tarea
principal del mayordomo es recoger los fondos que serán usados en las
celebraciones del día del santo patrono de la localidad. En algunas
comunidades, en ciertas oportunidades los hombres usan máscaras para
sus bailes. Estas ocasiones son de carácter colonial español, en particular
la danza de los diablos que se realiza el día de San Francisco.
Nacimientos.— Durante el nacimiento la madre se agacha sobre el piso
de tierra de la casa. El cordón umbilical se corta con un cuchillo hecho de
caña silvestre. Se entierra debajo del hogar y se hace un fuego en la parte
superior. Esto asegura que la madre no tendrá dolores mientras se
mantenga caliente.
Matrimonios.— El matrimonio se lleva a cabo a una edad temprana.
Cuando la chica tiene alrededor de once o doce años se arregla el
matrimonio entre el padre del chico y a veces por el mismo chico, con el
padre de la chica (o la madre si no hubiese padre). La chica se traslada a
la casa del chico. Esto se hace con la idea de que la gente joven “crezca
junta” y para que “el chico no deje su hogar.” Como el sacerdote visita
periódicamente las cañadas, realiza a menudo una ceremonia religiosa.
Muerte.— El padrino o persona más cercana al moribundo es llamada a
quedarse con él. El último pedazo de la comida del difunto se mantiene
por nueve días en la casa pues así su espíritu lo comerá. Se dice que
antes esta comida se ponía dentro de la tumba junto con el cuerpo.
Se envuelve una cruz en negro y se le llama “de duelo”. Al final de los
nueve días se hace una fiesta. Cuando ha pasado todo un año, el padrino
o el amigo que asistió al moribundo desenvuelve la cruz. Él y los vecinos
acostumbran a llevar esta tela a la misa en Matagalpa cerca del Año
Nuevo y, entonces, el pariente más cercano al difunto se arrodilla en la
grada al frente del altar mayor con la tela.
Esta persona dice “Se deja el luto”. Luego todos regresan a la cañada y se
hace una fiesta en la casa del difunto. Cuando un niño muere, se hace una
fiesta o baile, pero no se guarda un periodo de nueve días o novena.
Fuente original: “Brief Notes on The Matagalpa Indians of Nicaragua”
por Doris Stone7 se publicó como Appendix de la publicación Cultural
Surveys of Panama, Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Honduras by
Richard N. Adams (1957), Pan American Sanitary Bureau, Regional Office
of the World Health Organization, Scientific Publications No. 33, pp. 256-
260, Washington, D.C., U.S.A.
Referencias bibliográficas
De Vilaplana, Padre Fray Hermenegildo (1763): Vida Portentosa del
Americano Septentrional Apóstol el V.P. Fr. Antonio Margil de Jesús.
Relación Histórica de sus nuevas y antiguas maravillas.
Johnson, Frederick (1940): The Linguistic Map of Mexico and Central
America. In The Maya and their Neighbors, pp. 88-114, New York.
Lehmann, Walter (1920): Zentral Amerika, 2 vols. Berlin.
Mason, J. Alden (1940): The Native Languages of Middle America. In The
Maya and their Neighbors, pp. 52-87, New York.
Stone, Doris (1948): The Northern Highland Tribes: The Lenca. In:
Handbook of South American Indians. B.A.E. vol. 4. Bulletin 143. pp. 205-
217. Washington.

7
(N. del T.): Doris Z(emurray). Stone (Nueva Orleans, 19 de noviembre de 1909 –
Covington, Luisiana, 21 de octubre de 1994) fue una arqueóloga y etnógrafa
estadounidense, especializada en la Mesoamérica precolombina y la llamada Área
Intermedia de América Central. [Cfr.
https://en.wikipedia.org/wiki/Doris_Zemurray_Stone]
Stone, Doris (1949): The Boruca of Costa Rica. Papers of the Peabody
Museum of American Archaeology and Ethnology, Harvard University,
vol. XXVI, No. 2, Cambridge.

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