Fondo Monetario Internacional: Institución Central

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Fondo Monetario Internacional

El Fondo Monetario Internacional fue creado mediante un tratado internacional en 1945


para contribuir al estímulo del buen funcionamiento de la economía mundial. Con sede en
Washington, el gobierno del Fondo Monetario Internacional son los 184 países miembros,
casi la totalidad del mundo. El Fondo Monetario Internacional es la institución central del
sistema monetario internacional, es decir, el sistema de pagos internacionales y tipos de
cambio de las monedas nacionales que permite la actividad económica entre los países.

Sus fines son evitar las crisis en el sistema, alentando a los países a adoptar medidas de
política económica bien fundadas; como su nombre indica, la institución es también un
fondo al que los países miembros que necesiten financiamiento temporal pueden recurrir
para superar los problemas de balanza de pagos.

Origen del Fondo Monetario Internacional

El Fondo Monetario Internacional fue creado en julio de 1944 en una conferencia


internacional celebrada en Breton Woods, New Hampshire, Estados Unidos, en la que los
delegados de 44 gobiernos convinieron en un marco para la cooperación económica con el
propósito de evitar la repetición de las desastrosas medidas de política económica que
contribuyeron a la gran depresión de los años treinta.

En aquella década, a medida que se debilitaba la actividad económica en los principales


países industriales, los gobiernos intentaron defender las economías mediante un
incremento de las restricciones sobre la importación, pero las medidas sólo sirvieron para
acelerar la espiral descendente del comercio mundial, el producto y el empleo. Para
proteger la caída de las reservas de oro y divisas, algunos países limitaron el acceso de sus
ciudadanos a las compras en el exterior, otros devaluaron sus monedas y algunos
impusieron complicadas restricciones sobre la libertad de los ciudadanos para poseer
divisas.

Sin embargo, los apaños de este tipo resultaron contraproducentes y ningún país logró
mantener durante mucho tiempo una ventaja competitiva. Estas medidas, denominadas
“empobrecer al vecino”, fueron devastadoras para la economía internacional; el comercio
mundial cayó fuertemente y, de la mano, descendieron los niveles de empleo y de vida en
muchos países.

Cercano el fin de la segunda guerra mundial, los principales países aliados estudiaron
diversos planes para restablecer el orden en las relaciones monetarias internacionales,
surgiendo el Fondo Monetario Internacional de la conferencia de Bretton Woods. Los
representantes nacionales redactaron la carta orgánica (o Convenio Constitutivo) para una
institución internacional que supervisara el sistema monetario internacional y fomentase
tanto la eliminación de las restricciones cambiarias en el comercio de bienes y servicios
como la estabilidad de los tipos de cambio. El Fondo Monetario Internacional inició sus
actividades en diciembre de 1945 con la firma del Convenio Constitutivo por los primeros
29 países.
Funciones del Fondo Monetario Internacional

Por conducto de la supervisión que realiza de la política económica de los países miembros,
el Fondo Monetario Internacional examina sobre todo el conjunto de los resultados
económicos, un concepto que suele conocerse como “resultados macroeconómicos”.

Esto incluye el gasto total (y sus componentes principales como gasto de consumo e
inversión empresarial), producto, empleo e inflación y también la balanza de pagos del país,
es decir, la posición externa representada por las transacciones de un país con el resto del
mundo.

El Fondo Monetario Internacional se centra principalmente en la política macroeconómica


—a saber, las medidas de política que tienen que ver con el presupuesto público, la gestión
de las tasas de interés, el dinero y el crédito, y el tipo de cambio— y la política del sector
financiero, que comprende la regulación y supervisión bancarias y de otras entidades
financieras. Además, el Fondo Monetario Internacional presta atención a las medidas de
carácter estructural que influyen en los resultados macroeconómicos, comprendida la
política del mercado laboral que repercute en el empleo y el comportamiento de los
salarios. El Fondo Monetario Internacional asesora a los países miembros sobre la manera
en que pueden mejorarse las medidas aplicadas en estos sectores para alcanzar de manera
más eficaz objetivos tales como un alto nivel de empleo, baja inflación y un crecimiento
económico sostenible, o sea, el tipo de crecimiento que puede mantenerse sin que conduzca
a dificultades como inflación y problemas de balanza de pagos.

Los fines del Fondo Monetario Internacional también han cobrado importancia debido al
simple hecho de que ha crecido el número de países miembros. Desde los 44 países
iniciales que participaron en la creación del Fondo Monetario Internacional, se ha
cuadruplicado con creces el total de países miembros, una circunstancia que ha obedecido
sobre todo a la obtención de la independencia política de muchos países en desarrollo y,
más recientemente, a la desintegración del bloque soviético.

Fines del Fondo Monetario Internacional

i) Fomentar la cooperación monetaria internacional por medio de una institución


permanente que sirva de mecanismo de consulta y colaboración en cuestiones monetarias
internacionales.

ii) Facilitar la expansión y el crecimiento equilibrado del comercio internacional,


contribuyendo así a alcanzar y mantener altos niveles de ocupación y de ingresos reales y a
desarrollar los recursos productivos de todos los países miembros como objetivos
primordiales de política económica.

iii) Fomentar la estabilidad cambiaria, procurar que los países miembros mantengan
regímenes de cambios ordenados y evitar depreciaciones cambiarias competitivas.

iv) Coadyuvar a establecer un sistema multilateral de pagos para las transacciones


corrientes que se realicen entre los países miembros, y eliminar las restricciones cambiarias
que dificulten la expansión del comercio mundial.
v) Infundir confianza a los países miembros poniendo a su disposición temporalmente y
con las garantías adecuadas los recursos generales del Fondo, dándoles así oportunidad de
que corrijan los desequilibrios de sus balanzas de pagos sin recurrir a medidas perniciosas
para la prosperidad nacional o internacional.

vi) De acuerdo con lo que antecede, acortar la duración y aminorar el grado de


desequilibrio de las balanzas de pagos de los países miembros.

Relación del Fondo Monetario Internacional con otras instituciones financieras


internacionales

Al tiempo que se creaba el Fondo Monetario Internacional, se estableció el Banco


Internacional de Reconstrucción y Fomento, más conocido por el nombre de Banco
Mundial, con el fin de fomentar el desarrollo económico a largo plazo, comprendido el
financiamiento de proyectos de infraestructura como la construcción de carreteras y la
mejora del abastecimiento de agua.

El Fondo Monetario Internacional y el Grupo del Banco Mundial —que comprende a la


Corporación Financiera Internacional (CFI) y la Asociación Internacional de Fomento
(AIF) — se complementan. Mientras que el Fondo Monetario Internacional se centra sobre
todo en los resultados macroeconómicos y la política macroeconómica y del sector
financiero, el Banco Mundial se interesa principalmente en los temas relacionados con el
desarrollo a largo plazo y la reducción de la pobreza. Su actividad incluye el financiamiento
concedido a los países en desarrollo y en transición para proyectos de infraestructura, la
reforma de determinados sectores de la economía y las reformas amplias de índole
estructural. En cambio, el Fondo Monetario Internacional no financia un sector
determinado ni proyectos, sino que respalda ampliamente la balanza de pagos y las reservas
internacionales de un país mientras éste toma las medidas de política necesarias para
corregir las dificultades.

En el momento de la creación del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial se


previó también una organización que estaría encargada de fomentar la liberalización del
comercio mundial, pero no ha sido hasta 1995 que pudo establecerse la Organización
Mundial del Comercio. En el intervalo, las cuestiones relacionadas con el comercio se
trataron en el marco del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT).

Gobierno del Fondo Monetario Internacional

A diferencia de algunos organismos internacionales cuyo sistema de votación sigue el


principio de “un país, un voto” (por ejemplo, la Asamblea General de las Naciones Unidas),
en el Fondo Monetario Internacional se utiliza un sistema de votación ponderado: cuanto
mayor es la cuota de un país en el Fondo Monetario Internacional —determinada en
términos generales por la magnitud de la economía— más votos tiene ese.

Los empleados del Fondo Monetario Internacional son funcionarios civiles internacionales
cuya obligación se debe al Fondo Monetario Internacional, no a las autoridades de ningún
país. El organismo cuenta con aproximadamente 2.800 empleados contratados en 141
países. En torno a los dos tercios del personal profesional son economistas. Los 26
departamentos del Fondo Monetario Internacional están encabezados por directores, bajo
las órdenes del Director Gerente.

La mayor parte del personal del Fondo Monetario Internacional trabaja en Washington,
aunque unos 90 representantes residentes están asignados en países miembros para
contribuir al asesoramiento en temas de política económica. El Fondo Monetario
Internacional tiene oficinas en París y Tokio encargadas del enlace con otras instituciones
internacionales y regionales y con organizaciones de la sociedad civil; también cuenta con
oficinas en Nueva York y Ginebra, principalmente con fines de enlace con otras
instituciones del sistema de las Naciones Unidas.

Recursos del Fondo Monetario Internacional

Los recursos del Fondo Monetario Internacional proceden sobre todo de la suscripción de
cuotas (capital) que pagan los países miembros cuando ingresan en el Fondo Monetario
Internacional, o tras una revisión periódica que lleve a un aumento de las cuotas. Las cuotas
determinan no sólo el pago de la suscripción que aporta el país miembro, sino también la
magnitud del financiamiento que puede recibir. Las cuotas también son el principal factor
para determinar el número de votos de un país.

Las cuotas se fijan para que, a grandes rasgos, reflejen el tamaño relativo del país miembro
en la economía mundial: cuanto mayor sea la economía en función del producto y mayor y
más variado su comercio exterior, la cuota tiende también a ser mayor. A Estados Unidos
de América, la economía más grande del mundo, le corresponde el mayor aporte al Fondo
Monetario Internacional, el 17,5% del total de las cuotas. Palau, la economía más pequeña
del mundo, contribuye el 0,001%.

Si hace falta, el Fondo Monetario Internacional puede obtener préstamos para


complementar los recursos de las cuotas. El Fondo Monetario Internacional cuenta con dos
tipos de acuerdos permanentes para la obtención de préstamos a los que puede recurrir si
necesita hacer frente a cualquier tipo de amenaza en el sistema monetario internacional:

• Los Acuerdos Generales para la Obtención de Préstamos (AGP), establecidos en 1962,


que abarcan a 11 participantes (los gobiernos o bancos centrales del Grupo de los Diez
países industrializados y Suiza).

• Los Nuevos Acuerdos para la Obtención de Préstamos (NAP), establecidos en 1997, con
25 países e instituciones participantes.

Críticas al Fondo Monetario Internacional

 Sus políticas (especialmente, los condicionamientos que impone a los países en vías
de desarrollo para el pago de su deuda o en otorgar nuevos préstamos) han sido
severamente cuestionadas como causantes de regresiones en la distribución del
ingreso y perjuicios a las políticas sociales.

Algunas de las críticas más intensas han partido de Joseph Stiglitz, ex-Economista Jefe del
Banco Mundial y Premio Nobel de Economía 2001.
Las políticas criticadas son:

 Ciertas condiciones obligan a los países a renunciar a sus políticas de protección a


empresas e intereses nacionales y a abrir rápidamente sus economías, especialmente
en el sector financiero, a la propiedad extranjera.

 El Fondo Monetario Internacional fue influenciado o manipulado por Estados


Unidos y otros países ricos para imponer esas condiciones, de modo que sus
compañías puedan ganar acceso a los mercados de las naciones afectadas, ahora que
están en una posición vulnerable.

El Fondo Monetario Internacional practica el doble discurso en favor de bancos


internacionales y en contra de instituciones financieras, empresas, depositantes y
accionistas nacionales. Por un lado insiste en que los gobiernos se apeguen a estrictas reglas
de mercado y no gasten dinero en auxiliar instituciones financieras o compañías nacionales,
pero por otro exige que sean los gobiernos los que paguen los préstamos obtenidos de
bancos internacionales, incluidas las enormes deudas del sector privado. En otras palabras,
los bancos extranjeros obtienen gigantescos subsidios de modo que no paguen por sus
propios errores, mientras los bancos y empresas nacionales son obligados a dar quiebra.

 Otras condiciones clave del Fondo Monetario Internacional como el aumento de las
tasas de interés, la restricción del crédito, el recorte de gastos gubernamentales y la
contracción inducida de la economía en general están fuera de lugar en Asia, ya que
fueron diseñadas para países (en especial de América Latina) que enfrentaban
problemas diferentes, como altos déficit presupuestales y enormes deudas externas
originadas en el sector público. Aplicadas a Asia oriental, esas políticas del Fondo
Monetario Internacional son contraproducentes, ya que los problemas están
centrados en el sector privado. Aunque la economía real de los países asiáticos
afectados tuvo una conducción sensata, se produjo un pánico financiero, en parte
catalizado por especuladores, que causó un colapso de las monedas y las bolsas de
valores. Esto, a su vez, arruinó a numerosas empresas que habían acumulado
grandes deudas externas y a bancos privados que ya enfrentaban una alta proporción
de préstamos morosos debido a la extensión del crédito a sectores no productivos.

 Las políticas del Fondo Monetario Internacional son determinadas por funcionarios
que no entienden cabalmente la situación de los países sobre los que deciden. Sin
embargo, tales funcionarios están en condiciones de diseñar y aun alterar
radicalmente en pocos días políticas de comunidades enteras que hasta ahora
funcionaban bien y fueron modelo de éxito económico.

 El Fondo Monetario Internacional predica sobre la necesidad de que gobiernos,


bancos y empresas sean abiertos y transparentes, pero sus propias actividades se
realizan en secreto. La base teórica de sus condiciones políticas nunca se revelan, y
las propias condiciones no se hacen públicas en algunos casos, por lo tanto no están
sujetas a revisión por profesionales independientes. Además, los gobiernos que
reciben sus préstamos tienen escaso margen para negociar, y mucho menos para
participar en la elaboración de las condiciones políticas de los créditos.
Estos puntos fueron centrales en las negociaciones del Fondo Monetario Internacional en
Latinoamérica como condicionantes del acceso de los países de la región al crédito, en la
década de 1980. Sus consecuencias fueron una desaceleración de la industrialización, o
desindustrialización en la mayoría de los casos. Con ellos se volvía a economías
exportadoras de materias primas. Las medidas aplicadas generaron fuertes diferencias en la
distribución del ingreso y un aumento de la desigualdad, junto con la desaparición o
restricción de las redes sociales de apoyo otorgadas anteriormente por el Estado. Aunque ya
existían desigualdades sociales anteriormente, las medidas las exacerbaron. En muchos
países en desarrollo de Latinoamérica y África, la aplicación de esas medidas fue llevada a
cabo por gobiernos dictatoriales, y significaron una integración desequilibrada a la
economía mundial.

Es de notar, por otra parte, que los modelos de política de industrialización por sustitución
de importaciones de algunos países en desarrollo presentaban ya anomalías al subsidiarse
costos de manufactura y ventas más caros internamente, por medio de mercados cautivos,
en relación a los costos y precios externos.

Las recesiones en varios países latinoamericanos a fines de la década del noventa y crisis
financieras como la de Argentina a finales de 2001, son presentadas como pruebas del
fracaso de las "recetas" del Fondo Monetario Internacional, por cuanto esos países
determinaron su política económica bajo las recomendaciones del organismo.

Autor: Lic. Florencia Montilla Agosto de 2007 © zonaeconomica.com


Fuente: Fondo Monetario Internacional (ZonaEconomica.com - septiembre del 2007) - http://www.zonaeconomica.com/fondo-
monetario-internacional

Supervisión del FMI

El FMI supervisa el sistema monetario internacional y realiza un seguimiento de las


políticas económicas y financieras de sus 188 países miembros. Esta actividad se conoce
como supervisión. Como parte de este proceso, que se realiza tanto a escala mundial como
en cada uno de los países, el FMI destaca los riesgos que pueden comprometer la
estabilidad y brinda asesoramiento sobre los ajustes de política económica necesarios. De
esta manera, el FMI contribuye a que el sistema monetario internacional cumpla su
propósito esencial de facilitar el intercambio de bienes, servicios y capital entre los países,
respaldando así un crecimiento económico sólido.

¿Por qué es importante la supervisión que ejerce el FMI?

En la economía globalizada de nuestros días, en que las políticas de un país tienden a


repercutir en muchos otros países, la cooperación a escala mundial es esencial. El FMI, con
el carácter prácticamente universal que le confieren sus 188 países miembros, facilita esa
cooperación. Las labores de supervisión del FMI abarcan dos aspectos principales: la
supervisión bilateral, es decir, la evaluación de las políticas de cada uno de los países
miembros y el correspondiente asesoramiento, y la supervisión multilateral, es decir, el
examen de la situación de la economía mundial.
Consultas con los países miembros

Los economistas del FMI realizan un seguimiento continuo de las economías de los países
miembros y visitan los países —por lo general una vez al año— para intercambiar
opiniones con los gobiernos y los bancos centrales y, sobre todo, para determinar si existen
riesgos que amenazan la estabilidad interna y mundial que justifiquen ajustes de las
políticas económicas o financieras. Los principales temas tratados en dicho intercambio se
refieren a las políticas cambiaria, monetaria, fiscal y financiera, así como a reformas
macroeconómicas estructurales de importancia crítica. Durante las misiones, el personal
técnico del FMI normalmente mantiene reuniones con otras partes interesadas, como
legisladores y representantes del sector empresarial, los sindicatos y la sociedad civil, que
ayudan a evaluar las políticas y perspectivas económicas del país.

Al regresar a la sede, el personal técnico presenta al Directorio Ejecutivo del FMI un


informe para que lo analice. Posteriormente, las opiniones del Directorio se transmiten a las
autoridades del país, con lo cual concluye el proceso conocido como consultas del Artículo
IV. En los últimos años, la supervisión se ha hecho cada vez más transparente. En la
actualidad, casi todos los miembros publican un comunicado de prensa en el que se
resumen las opiniones del Directorio, así como el informe del personal técnico del FMI y
los análisis conexos. Muchos países asimismo publican una declaración del personal
técnico cuando el FMI concluye una misión.

La supervisión desde una panorámica mundial más amplia

El FMI realiza también un seguimiento de las tendencias económicas regionales y


mundiales, y analiza las repercusiones que pueden tener las políticas adoptadas por los
países miembros en la economía mundial. Esta supervisión multilateral tiene lugar
básicamente a través de publicaciones periódicas, el informe sobre las Perspectivas de la
economía mundial (informe WEO), el informe sobre la estabilidad financiera mundial
(Global Financial Stability Report) y el Monitor Fiscal. En el primero se presentan análisis
detallados sobre la situación de la economía mundial, en los que se abordan temas de
acuciante interés, como la actual turbulencia financiera mundial y la desaceleración
económica. En el segundo se efectúa una evaluación actualizada de los mercados
financieros mundiales y sus perspectivas, y se destacan los desequilibrios y los factores de
vulnerabilidad que podrían entrañar riesgos para la estabilidad de los mercados financieros.
En el Monitor Fiscal se actualizan las proyecciones fiscales a mediano plazo y se evalúan
los hechos que marcan la evolución de las finanzas públicas.

El FMI también publica informes económicos regionales (Regional Economic Outlook


Reports), en los que se presentan análisis detallados de las perspectivas económicas de las
cinco principales regiones del mundo. Colabora estrechamente con otros grupos, como el
Grupo de los Veinte países industrializados y de mercados emergentes (G-20). Desde 2009,
el FMI ha apoyado los esfuerzos del G-20 en pro de la cooperación económica mundial a
través del proceso de evaluación mutua. El FMI aporta un análisis que permite determinar
si las políticas aplicadas por los países miembros son coherentes con un crecimiento
mundial sostenido y equilibrado.
Desde 2011 el FMI ha elaborado informes sobre efectos de contagio en los que se analizan
los principales efectos de contagio a escala mundial, haciendo hincapié en el impacto de las
políticas económicas de las economías de importancia sistémica. Y desde 2012, prepara
informes piloto sobre el sector externo en los que se examinan las posiciones externas de
estas economías en un contexto coherente a nivel mundial. Dos veces al año el FMI
también elabora una agenda mundial de políticas en la que se recopilan las principales
conclusiones y recomendaciones de los informes multilaterales y se define una agenda
futura para la institución y sus países miembros.

Mantener la relevancia de la supervisión

En su forma actual, la supervisión fue establecida por el Artículo IV del Convenio


Constitutivo del FMI, con las modificaciones introducidas a finales de los años setenta tras
el colapso del sistema de Bretton Woods de tipos de cambio fijos. Según el Artículo IV, los
países miembros se comprometen a colaborar con el FMI y entre sí para promover la
estabilidad. Por su parte, el FMI tiene encomendada la función de i) supervisar el sistema
monetario internacional a fin de asegurar su buen funcionamiento y ii) vigilar el
cumplimiento por cada país de sus obligaciones en materia de política económica.

El FMI examina regularmente sus actividades de supervisión. En el Examen Trienal de la


Supervisión se destacaron los avances realizados para subsanar las deficiencias detectadas
en la supervisión previa a la crisis, pero también se señalaron lagunas. En concreto, se
consideró que la supervisión del FMI es demasiado fragmentada, y que las evaluaciones de
los riesgos carecen de profundidad y no tienen suficientemente en cuenta las
interconexiones y la transmisión de los shocks. En el Examen Trienal de la Supervisión se
recomendaron mejoras en seis ámbitos principales: la interconexión, las evaluaciones de
riesgo, la estabilidad externa, la estabilidad financiera, la eficacia e influencia y el marco
jurídico.

Como parte de los esfuerzos para seguir mejorando la supervisión, en julio de 2012 el
Directorio Ejecutivo adoptó una nueva Decisión sobre la supervisión bilateral y multilateral
(la Decisión sobre la Supervisión Integrada) para reforzar el marco jurídico que da sustento
a la supervisión y analizó el primer informe piloto sobre la estabilidad externa. En
septiembre de 2012, el Directorio Ejecutivo dio su aval a una nueva estrategia de
supervisión financiera en la que se proponen medidas concretas y definidas en orden de
prioridad para fortalecer aún más dicha supervisión. Esas medidas contribuyen a garantizar
que el FMI esté en mejores condiciones de responder a las repercusiones que puedan tener
las políticas de sus países miembros en la estabilidad mundial, hacer un seguimiento más
amplio e integral de la estabilidad del sector externo de los países miembros; lograr la
participación de los países en un diálogo constructivo; resguardar el funcionamiento eficaz
del sistema monetario internacional y respaldar la estabilidad económica y financiera a
nivel mundial.

El Examen Trienal de la Supervisión de 2014, que concluyó en septiembre del mismo año,
se centra en ampliar estas reformas recientes y en garantizar que la supervisión del FMI
continúe respaldando de manera óptima el crecimiento sostenible en un mundo
profundamente interconectado en el período posterior a la crisis. A futuro, el Examen
Trienal de la Supervisión de 2014 distingue cinco prioridades en materia de operaciones:
integrar y profundizar los análisis de riesgo y efectos de contagio; generalizar la
supervisión macro financiera; prestar más atención a las políticas estructurales, incluidos
los aspectos relacionados con el mercado laboral; proporcionar asesoramiento integral y
especializado sobre políticas; y adoptar un enfoque de supervisión centrado en el cliente,
apoyado por una comunicación clara y franca. En el Plan de acción de la Directora Gerente
para reforzar la supervisión se describen medidas concretas para impulsar las labores en
estos ámbitos prioritarios, las cuales también se examinan en la actualización de la Nota de
orientación para la supervisión en el marco de las consultas del Artículo IV. En septiembre
de 2014 también concluyó un examen del Programa de Evaluación del Sector Financiero.

Préstamos del FMI

Una de las funciones medulares del FMI es suministrar préstamos a los países miembros
afectados por problemas efectivos o potenciales de balanza de pagos. Esta asistencia
financiera ayuda a los países en sus esfuerzos para reconstituir sus reservas internacionales,
estabilizar su moneda, seguir pagando sus importaciones y restablecer las condiciones para
un firme crecimiento económico, al tiempo que toman las medidas necesarias para corregir
problemas subyacentes. A diferencia de los bancos de desarrollo, el FMI no financia
proyectos específicos.

¿Cuándo puede un país obtener un préstamo del FMI?

Una de las funciones medulares del FMI es suministrar préstamos a los países miembros
afectados por problemas efectivos o potenciales de balanza de pagos. Esta asistencia
financiera ayuda a los países en sus esfuerzos para reconstituir sus reservas internacionales,
estabilizar su moneda, seguir pagando sus importaciones y restablecer las condiciones para
un firme crecimiento económico, al tiempo que toman las medidas necesarias para corregir
problemas subyacentes. A diferencia de los bancos de desarrollo, el FMI no financia
proyectos específicos.

¿Cuándo puede un país obtener un préstamo del FMI?

Un país miembro puede solicitar asistencia financiera al FMI si tiene una necesidad (real o
potencial) de balanza de pagos, es decir, si no puede obtener financiamiento en montos
suficientes y en condiciones accesibles para hacer frente a sus pagos internacionales netos
(por ejemplo, importaciones, amortizaciones de la deuda externa) y al mismo tiempo
mantener un nivel adecuado de reservas para hacer frente a necesidades futuras. El
préstamo del FMI brinda un margen de seguridad que da más flexibilidad a las políticas de
ajuste y a las reformas que debe realizar el país para corregir sus problemas de balanza de
pagos y restablecer las condiciones para un vigoroso crecimiento económico.

Cambios en los préstamos del FMI

El volumen de préstamos del FMI ha fluctuado mucho con el tiempo. Con posterioridad a
la crisis petrolera de los años setenta y la crisis de la deuda de los años ochenta se produjo
un brusco aumento del financiamiento proporcionado por la institución. En los años
noventa, el proceso de transición de Europa central y oriental y las crisis de las economías
de mercados emergentes dieron lugar a nuevos incrementos de la demanda de recursos del
FMI, que se mantuvo elevada durante los primeros años de la década de 2000 debido a las
profundas crisis ocurridas en América Latina y Turquía. El crédito concedido por el FMI
volvió a aumentar a fines de 2008, tras la crisis financiera mundial.

Proceso de concesión de préstamos

Ante la solicitud de un país miembro, el FMI por lo general pone a disposición sus recursos
en el marco de un “acuerdo” de préstamo, que puede estipular, dependiendo del tipo de
instrumento de préstamo que se utilice, las políticas y medidas económicas específicas que
el país conviene en poner en práctica para resolver su problema de balanza de pagos. El
país, en consulta con el FMI, elabora el programa de política económica que sirve de base
para el acuerdo y, en la mayoría de los casos, lo presenta en una “carta de intención” al
Directorio Ejecutivo de la institución. Una vez que el Directorio aprueba el acuerdo, los
recursos del FMI se entregan normalmente en desembolsos periódicos a medida que se va
ejecutando el programa. Algunos acuerdos proporcionan a los países que presentan un buen
desempeño una sola oportunidad de acceso directo a los recursos del FMI, lo que significa
que no están a sujetos a compromisos en materia de políticas.

Instrumentos de préstamo del FMI

Con los años el FMI ha creado varios instrumentos de crédito, acordes a las circunstancias
específicas de sus países miembros. Los países de bajo ingreso pueden obtener préstamos
en condiciones concesionarias por medio del Servicio de Crédito Ampliado (SCA), el
Servicio de Crédito Stand-by (SCS) y el Servicio de Crédito Rápido (SCR) (véase Apoyo
del FMI a los países de bajo ingreso). Los préstamos concesionarios tienen tasas de interés
iguales a cero hasta fines de 2016.

Préstamos no concesionarios

Los préstamos no concesionarios se otorgan principalmente mediante los Acuerdos de


Derecho de Giro (acuerdos Stand-By); la Línea de Crédito Flexible (LCF), la Línea de
Precaución y Liquidez (LPL) y el Servicio Ampliado del FMI (SAF), que se utiliza
generalmente para atender necesidades a mediano y más largo plazo. El FMI puede
proporcionar asistencia de emergencia mediante el Instrumento de Financiamiento Rápido
(IFR) a los países miembros que enfrentan necesidades urgentes de balanza de pagos.
Todos los servicios no concesionarios están sujetos a la tasa de interés del FMI,
denominada “tasa de cargos”, que está basada en el mercado; y los préstamos de gran
cuantía (que superan ciertos límites) están sujetos a una sobretasa. La tasa de cargos se basa
en la tasa de interés del DEG, que se revisa semanalmente para tener en cuenta las
fluctuaciones de las tasas de interés de corto plazo en los principales mercados monetarios
internacionales. El monto máximo que un país puede obtener en préstamo del FMI —
conocido como su “límite de acceso”— varía con el tipo de préstamo, pero por lo general
es un múltiplo de la cuota que aporta el país al FMI. En circunstancias excepcionales, se
puede exceder este límite. Los Acuerdos de Derecho de Giro, la Línea de Crédito Flexible y
el Servicio de Crédito Ampliado no están sujetos a un límite de acceso preestablecido.
Acuerdos de Derecho de Giro (Stand-By): Históricamente, la mayor parte de la asistencia
no concesionaria del FMI se ha proporcionado en el marco de los acuerdos Stand-By. Estos
acuerdos tienen por objeto ayudar a los países a resolver problemas de balanza de pagos de
corto plazo. Las metas de los programas buscan resolver estos problemas y los desembolsos
están supeditados al cumplimiento de dichas metas (“condicionalidad”). En general, tienen
una duración de 12 a 24 meses, y el reembolso debe efectuarse en un plazo de 3¼ a 5 años.
Los acuerdos Stand-By pueden usarse para fines precautorios, es decir, el país puede optar
por no girar los montos aprobados, y retener la opción de hacerlo más adelante si las
condiciones se deterioran. Los acuerdos Stand-By tienen un escalonamiento de giros más
flexible y, según corresponda, pueden brindar un acceso concentrado al principio del
programa.

Línea de Crédito Flexible (LCF): La LCF está destinada a países en que las variables
fundamentales de la economía, las políticas y la aplicación de las políticas han sido muy
sólidas. Los acuerdos en el marco de la LCF se aprueban, por pedido del país miembro, a
favor de países que reúnen ciertos criterios preestablecidos. La duración de la LCF es de
uno o dos años con un examen provisional después de un año para confirmar que el país
continúa cumpliendo con los criterios. El acceso se determina según las circunstancias
particulares de cada país, no está sujeto a los límites de acceso, y el monto total del acceso
está disponible de inmediato, en vez de suministrarse en forma escalonada. A diferencia de
los acuerdos Stand-By, los desembolsos en el marco de la LCF no están condicionados a
compromisos en materia de políticas porque los países habilitados para participar en la LCF
tienen una trayectoria demostrada en la implementación de políticas macroeconómicas
adecuadas. El acuerdo brinda flexibilidad al permitir al país girar en el momento en que se
aprueba el acuerdo, o usarlo con fines precautorios. El plazo de reembolso de los giros en el
marco de la LCF es el mismo que el de los acuerdos Stand-By.

Línea de Precaución y Liquidez (LPL): La LPL está destinada a países con políticas y
fundamentos sólidos, y una trayectoria de implementación de esas políticas. Los países
habilitados para activar la LPL quizás enfrenten vulnerabilidades moderadas y no se ajusten
a los criterios establecidos para acceder a la LCF, pero no necesitan los mismos ajustes
sustanciales de las políticas que normalmente están asociados a los Acuerdos de Derecho
de Giro. La LPL combina criterios de acceso (semejantes a los de la LCF) con condiciones
simplificadas para reducir las vulnerabilidades remanentes. Los acuerdos enmarcados
dentro de la LPL pueden ser de seis meses o de 1-2 años; estos últimos están sujetos a
exámenes semestrales. El acceso en el marco de acuerdos de seis meses está limitado a
250% de la cuota en épocas de normalidad, pero ese límite puede incrementarse a 500% de
la cuota en circunstancias excepcionales en la cuales las necesidades de balanza de pagos se
deben a shocks exógenos, por ejemplo los causados por una agudización de las tensiones
regionales o internacionales. Los acuerdos a 1-2 años están sujetos a un límite de acceso
anual de 500% de la cuota, y todos los acuerdos en el marco de la LPL están sujetos a un
límite acumulativo de 1.000% de la cuota. Existe flexibilidad para utilizar la línea de
crédito o para tratarla como un instrumento precautorio. El plazo de reembolso es el mismo
que el de los acuerdos Stand-By.
Servicio Ampliado del FMI (SAF): Este servicio fue creado en 1974 para ayudar a los
países a resolver problemas de balanza de pagos de mediano y más largo plazo debidos a
distorsiones importantes que exigen reformas económicas fundamentales. El uso de este
servicio aumentó considerablemente durante la reciente crisis, debido a la naturaleza
estructural de los problemas de balanza de pagos de algunos países miembros. El plazo de
los acuerdos ampliados suele ser más largo que el de los acuerdos Stand-By; normalmente,
no supera los tres años en el momento de la aprobación, con una prórroga máxima de hasta
un año cuando corresponde. Sin embargo, también se permite una duración máxima de
hasta cuatro años si la necesidad de balanza de pagos es de más de tres años, el ajuste
necesario para restablecer la estabilidad macroeconómica es prolongado, y existe suficiente
seguridad de que el país tiene la capacidad y la voluntad de implementar reformas
estructurales profundas y sostenidas. El reembolso debe efectuarse normalmente en un
plazo de 4½ a 10 años desde la fecha de desembolso.

Instrumento de Financiamiento Rápido (IFR): El IFR se creó para reemplazar y ampliar


el alcance de las políticas de asistencia en casos de emergencia. Proporciona asistencia
financiera rápida con limitada condicionalidad a todos los miembros que se enfrentan a una
necesidad urgente de balanza de pagos. El acceso está sujeto a un límite anual de 50% de la
cuota y un límite acumulativo de 100% de la cuota.

Los préstamos de emergencia están sujetos a las mismas condiciones que la LCF, la LPL y
los acuerdos Stand-By, y deben reembolsarse en un plazo de 3¼ a 5 años.

Préstamos concesionarios

Los nuevos servicios concesionarios para los países de bajo ingreso entraron en vigor en
enero de 2010 en el marco del Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Lucha contra la
Pobreza (FFCLP), como parte de un conjunto más amplio de reformas para lograr que la
asistencia financiera que brinda el FMI sea más flexible y se adapte mejor a las diversas
necesidades de los países de bajo ingreso (en abril de 2013, se incorporaron precisiones a
estos instrumentos de crédito para que el apoyo que ofrece el FMI a estos países esté más
adaptado y sea más flexible). Las normas y los límites de acceso casi se han duplicado con
respecto a los niveles previos a la crisis. Se ha incrementado el carácter concesionario de
las condiciones de financiamiento, y la tasa de interés se revisa cada dos años (actualmente
esta tasa es igual a cero hasta fines de 2016). Todos los servicios sirven para apoyar
programas concebidos por los propios países para lograr una situación macroeconómica
sostenible y acorde con los objetivos de reducir y fomentar el crecimiento de manera firme
y duradera.

El Servicio de Crédito Ampliado (SCA), reemplaza al Servicio para el Crecimiento y la


Reducción de la Pobreza (SCLP) como herramienta principal del FMI para proporcionar
apoyo a mediano plazo a países de bajo ingreso con problemas persistentes de balanza de
pagos. El financiamiento en el marco del SCA en la actualidad tiene una tasa de interés de
cero, con un período de gracia de 5½ años, y un vencimiento final de 10 años.
El Servicio de Crédito Stand-By (SCS), proporciona asistencia financiera a los países de
bajo ingreso con necesidades de balanza de pagos a corto plazo. El SCS reemplaza al
componente de acceso de alto nivel del Servicio para Shocks Exógenos (SSE), y puede
usarse en una amplia gama de circunstancias, inclusive con carácter precautorio. El
financiamiento en el marco del SCS en la actualidad tiene una tasa de interés de cero, con
un período de gracia de 4 años y un vencimiento final de 8 años.

El Servicio de Crédito Rápido (SCR), proporciona asistencia financiera rápida con


condicionalidad limitada a los países de bajo ingreso que enfrentan una necesidad urgente
de balanza de pagos. El SCR simplifica la asistencia de emergencia que el FMI proporciona
a los países de bajo ingreso y puede usarse se manera flexible en diversas circunstancias. El
financiamiento en el marco del SCR en la actualidad tiene una tasa de interés de cero, con
un período de gracia de 5½ años, y un vencimiento final de 10 años.

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