Argentina 11.673
Argentina 11.673
Argentina 11.673
CASO 11.673
ARGENTINA[1]
15 de octubre de 1996
I. ANTECEDENTES
2. En 1990, el Sr. Marzioni entabló juicio ante un juzgado de primera instancia del
trabajo contra su empleadora, Autolatina Argentina S.A., demandando una indemnización plena de
las lesiones sufridas en un accidente vinculado con el trabajo que lo incapacitó en un 42,5%. El Sr.
Marzioni reclamaba la indemnización de los daños y perjuicios y la declaración de
inconstitucionalidad del índice de los límites de indemnización establecidos conforme a la
Resolución 7/89 de la Junta Nacional del Salario Mínimo, Vital y Móvil.[2] El 30 de diciembre de
1992, el tribunal del trabajo se pronunció favorablemente, pero rechazó la demanda de
inconstitucionalidad. El tribunal del trabajo aplicó el índice de límites de indemnización y adjudicó
al Sr. Marzioni 520 pesos.
III. ADMISIBILIDAD
b. La petición fue presentada dentro de los plazos establecidos por el artículo 46 (b)
de la Convención y el artículo 38 del Reglamento de la Comisión (el peticionario fue
notificado del fallo de la Corte Suprema el 8 de agosto de 1994, y la petición fue recibida
por la Comisión el 7 de noviembre de 1994).
12. La Comisión debe determinar si los hechos tienden a configurar una violación de
los derechos humanos protegidos por los artículos 21 y 24 de la Convención, invocados por el
peticionario.
IV. ANÁLISIS
14. Argentina sufrió tres graves crisis inflacionarias entre 1988 y 1989. El peticionario
sostiene que las cargas económicas "...no sólo devastaron la economía del país, sino que
pulverizaron el salario mínimo...". Las indemnizaciones por lesiones vinculadas con el trabajo
similares a las que sufrió el peticionario, determinaron, en virtud de la aplicación del índice, la
adjudicación de montos "...completamente alejados de la realidad; simplemente unos centavos".
17. El peticionario presentó entonces un recurso extraordinario, que fue admitido por
el Tribunal de Apelaciones del Trabajo. Su caso fue presentado ante la Corte Suprema de
Argentina para que se pronunciara en definitiva. La Corte Suprema rechazó el recurso el 8 de
agosto de 1994.
22. El peticionario explica además que la gran disparidad de los resultados refleja los
efectos de la llamada "hiperinflación", ocurrida en Argentina, en virtud de la cual el salario mínimo
no reajustado de 2 pesos perdió valor día a día. Las cantidades fijadas como indemnización se
depreciaban debido a que los fallos respectivos se basaban en los salarios mínimos, "que no eran
realistas".
23. El Gobierno sostiene que la denuncia del peticionario constituye, en esencia, una
cuestión de diferencias monetarias y no de privación de la propiedad. Por lo tanto, sostiene que
...no puede suponerse que la Comisión sea una cuarta instancia nacional ante la
cual sea posible presentar y que pueda resolver diferencias con respecto a las
sumas adjudicadas por el Poder Judicial en aplicación de la ley. A este respecto
puede recordarse que no es función de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos actuar como una cuarta instancia cuasijudicial y revisar los fallos de los
tribunales nacionales de los Estados miembros de la OEA (Resolución 29/88, Caso
No. 9260, Informe Anual de la CIDH 1987-1988, pág. 161, párrafo 5).
24. En su réplica, el peticionario señala que la afirmación del Gobierno con respecto a
las diferencias de las asignaciones monetarias pasa por alto el hecho de que se vio afectado por
una grave incapacitación que lo obligó a jubilarse. Rechaza la afirmación de que esté intentando
utilizar a la Comisión como una "cuarta instancia", y manifiesta que "cree firmemente" que el caso
surge de la violación de sus derechos, cuestión que considera suficientemente probada. Con
respecto a la supuesta violación de su derecho de propiedad, afirma que "los montos son sólo una
consecuencia de la violación de mis derechos".
1. Toda persona tiene derecho al uso y goce de sus bienes. La ley puede
subordinar tal uso y goce al interés social.
28. En resumen, la petición se refiere a la aplicación judicial de una ley nacional que
regula el monto de las sumas adjudicadas como indemnización en los casos de accidentes de
trabajo. Los hechos revelan que la posibilidad de procurar una sentencia que decretara una
indemnización adicional quedó cancelada cuando la Corte Suprema de Argentina rechazó el
recurso extraordinario del peticionario.
29. Las definiciones arriba citadas brindan algunas de las diversas connotaciones del
concepto de propiedad. Éste, sin embargo, no puede ampliarse de modo que comprenda una
potencial indemnización o la mera posibilidad de obtener un fallo favorable en litigios referentes a
adjudicación de sumas de dinero. La información que proporciona el peticionario no tiende a
demostrar que haya sido lesionado en el uso, el goce de un bien que le pertenece, o de un interés
referente a un objeto sobre el que hubiera adquirido derechos legítimos conforme a la legislación
interna, ni que el Estado lo haya despojado de esos derechos.
31. El peticionario sostiene también que se violó su derecho a la igualdad ante la ley
cuando la Corte Suprema de Argentina rechazó su recurso extraordinario por falta de
fundamentación autónoma. La reclamación del peticionario se resume, en sus propias palabras,
del modo siguiente:
...una pulverización del real significado económico del crédito indemnizatorio, con
lesión de la propiedad tutelada en el Artículo 17 de la Ley Fundamental....Que en
casos análogos esta Corte ha resuelto que corresponde declarar la
inconstitucionalidad de normas que - aunque no ostensiblemente incorrectas en su
inicio - devienen indefendibles desde el punto de vista constitucional, pues el
principio de razonabilidad exige que deba cuidarse especialmente que los preceptos
legales mantengan coherencia con las normas constitucionales durante el lapso que
dure su vigencia en el tiempo...
34. El peticionario menciona también los casos de Lorenzo Aguilar y Jacinto Alfonzo,
quienes demandaron a Autolatina Argentina (la empleadora de Marzioni) en procura de
indemnización por lesiones sufridas en accidentes de trabajo. En las sentencias definitivas de
dichos casos, emitidas el 22 de febrero de 1994 y el 18 de agosto del mismo año,
respectivamente, la Corte Suprema argentina siguió la jurisprudencia del caso "Vega".
35. El peticionario señala que a "la identidad de materia" se agrega el hecho de que
todas esas sentencias fueron contemporáneas con la decisión de su caso, esta última dictada en
julio de 1994. Como respaldo adicional de su demanda señala que el abogado que la presentó
también dirigió los casos Aguilar y Alfonzo, "por lo que los pasos seguidos en estos tres
expedientes fueron los mismos". Concluye manifestando lo siguiente:
39. Debe subrayarse, sin embargo, que si los hechos de autos hubieran revelado
irregularidades en el debido proceso judicial o alguna modalidad de evidente discriminación, la
Comisión sería plenamente competente para analizar este caso a fin de determinar la violación de
los derechos humanos del peticionario.
Todas las personas son iguales ante la ley. En consecuencia, tienen derecho, sin
discriminación, a igual protección de la ley.
41. Con respecto a los fundamentos en que puede basarse una denuncia de
discriminación, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha sostenido:[8]
44. En virtud de lo antes expuesto, a falta de pruebas que puedan respaldar una
demanda de violación del derecho a la igualdad ante la ley, la Comisión concluye que la demanda
del peticionario no puede fundarse en el artículo 24 de la Convención.
49. La regla del agotamiento previo de los recursos internos se basa en el principio de
que un Estado demandado debe estar en condiciones de brindar una reparación por sí mismo y
dentro del marco de su sistema jurídico interno. El efecto de esa norma es asignar a la
competencia de la Comisión un carácter esencialmente subsidiario.[10]
51. La Comisión es competente para declarar admisible una petición y fallar sobre su
fundamento cuando ésta se refiere a una sentencia judicial nacional que ha sido dictada al margen
del debido proceso, o que aparentemente viola cualquier otro derecho garantizado por la
Convención. Si, en cambio, se limita a afirmar que el fallo fue equivocado o injusto en sí mismo, la
petición debe ser rechazada conforme a la fórmula arriba expuesta. La función de la Comisión
consiste en garantizar la observancia de las obligaciones asumidas por los Estados partes de la
Convención, pero no puede hacer las veces de un tribunal de alzada para examinar supuestos
errores de derecho o de hecho que puedan haber cometido los tribunales nacionales que hayan
actuado dentro de los límites de su competencia.
54. Otro precedente fue establecido en el Informe No. 74/90 del 4 de abril de 1990.
El denunciante, Sr. López-Aurelli, era un trabajador argentino que fue privado ilegalmente de su
libertad, imputado de delitos políticamente motivados en noviembre de 1975. El peticionario
sostuvo que el juicio se realizó sin las mínimas garantías legales, y que los jueces del proceso no
habían sido imparciales ni independientes de la dictadura militar que gobernó a Argentina de 1976
a 1983.
55. En ese caso, la Comisión falló declarándose incompetente para determinar si los
tribunales nacionales habían aplicado correctamente el derecho interno.[13] No obstante,
concluyó que el Poder Judicial argentino no había revisado los procedimientos tras el advenimiento
de un gobierno democrático que ratificó la Convención. La Comisión llegó a la conclusión de que
una denegación del debido proceso de ese tipo constituyó una violación de derechos de López-
Aurelli conforme a los artículos 8.1 y 25.1 de la Convención.
58. La Comisión Europea sostuvo un punto de vista similar cuando rechazó peticiones
basadas en la aplicación supuestamente incorrecta del derecho interno, o una errónea evaluación
de hechos o pruebas. En repetidos casos afirmó que era incompetente para revisar decisiones de
los tribunales internos a menos que se tratara de una violación de la Convención Europea.[15]
...el examen del caso tal como ha sido planteado, incluido un análisis efectuado de
oficio, no revela ninguna aparente violación de los derechos y libertades enunciados
en la Convención.[16]
61. La Comisión está plenamente facultada para fallar con respecto a supuestas
irregularidades de los procedimientos judiciales internos que den lugar a manifiestas violaciones
del debido proceso o de cualquiera de los derechos protegidos por la Convención.
62. Por ejemplo, si el Sr. Marzioni hubiera presentado pruebas de que su juicio no
había sido imparcial debido a que los jueces eran corruptos o pusieron de manifiesto prejuicios
raciales, religiosos, o políticos en su contra, la Comisión hubiera sido competente para examinar el
caso conforme a los artículos 8, 21 y 25 de la Convención.
La Convención determina cuáles son los requisitos que debe reunir una petición o
comunicación para ser admitida por la Comisión (art. 46); igualmente determina los
casos de inadmisibilidad (art. 47) la que, incluso, puede declararse después de
iniciado el trámite (art. 48(1)(c)). En cuanto a la forma en que la Comisión debe
declarar la inadmisibilidad, la Corte ya señaló que ésta exige un acto expreso, lo
cual no es necesario para la admisión.[17]
...en modo alguno enerva el ejercicio por ella de las otras atribuciones que le
confiere in extenso el artículo 41. En todo caso, el ejercicio de éstas últimas, por
ejemplo las contempladas en los literales b, c, y g de dicha norma, ha de realizarse
mediante acciones y procedimientos separados del régimen a que está sometido el
conocimiento de las peticiones o denuncias individuales que se sustancian con
apego a los artículos 44 a 51 de la Convención...[19]
68. Cabe señalar que la Comisión Europea ha seguido la práctica de declarar a las
peticiones "inadmisibles por ser manifiestamente infundadas sólo cuando un análisis del
expediente no revela una violación prima facie" de las normas europeas sobre derechos humanos.
[21]
70. Con respecto al presente caso, las violaciones alegadas han sido analizadas a la
luz de los artículos de la Convención invocados por el peticionario, otras normas internacionales
sobre derechos humanos, así como la práctica observada y establecida por la Comisión, la Corte
Interamericana y los órganos del sistema europeo de derechos humanos. La denuncia fue
examinada también conforme a los artículos 8 y 25 de la Convención, a fin de establecer la
posibilidad de una violación del debido proceso.
IV. CONCLUSIÓN
72. La Comisión concluye que este caso reúne los requisitos de admisibilidad formal
previstos por el artículo 46 de la Convención.
[1] El Comisionado Oscar Luján Fappiano, de nacionalidad argentina, no participó en el debate ni en la votación de este caso,
conforme al artículo 19 del Reglamento de la Comisión.
[2] Esta resolución regula los límites de indemnización previstos por la Ley 9860. El Consejo Nacional del Salario Mínimo,
Vital y Móvil es un órgano administrativo dependiente del Poder Ejecutivo del Gobierno argentino.
[3] Conforme a la legislación procesal argentina, el recurso extraordinario puede presentarse ante un tribunal de apelaciones
provincial para que la Corte Suprema efectúe una revisión de los aspectos constitucionales o federales del caso (Artículo 14 de la
Ley 48). Si el tribunal de apelaciones no admite el recurso, existe otro, llamado recurso de queja por denegación de recurso
extraordinario. Éste se presenta directamente ante la Corte Suprema (Artículo 285 del Código Nacional de Procedimiento Civil y
Comercial).
[4] La causal de falta de fundamentación autónoma está prevista en el Artículo 15 de la Ley 48. La ley requiere que los
fundamentos del recurso surjan claramente del caso y guarden relación directa con el tema constitucional o federal invocado. La
Corte Suprema puede examinar los fallos a los que se refiere el recurso extraordinario sólo si se cumple ese requisito previo.
En el derecho positivo argentino, el recurso extraordinario es una vía de acceso no originaria a la Corte, sino posterior a
una instancia previa o anterior. La naturaleza extraordinaria del mismo reside en que es un recurso excepcional, restringido y de
materia federal que se utiliza como vía de impugnación que se abre ante la Corte contra cuestiones resueltas en una instancia
previa o anterior. En la doctrina de dicho país, se considera que el recurso extraordinario
...no funciona como una instancia que se añade a las propias de cada juicio, sino como una instancia "nueva"
pero reducida y parcial (extraordinaria) que se limita a la materia federal encapsulada en la sentencia
anterior.
(Tratado Elemental de Derecho Constitucional Argentino, Tomo II: El Derecho Constitucional del Poder". Germán J. Bidart
Campos, Editora DIAR 1992, p. 455, párrafo 3).
[6] Black's Law Dictionary (Diccionario de Derecho de Black), West Publishing Co., 1968, pág. 1382.
[7] Ballentine's Law Dictionary (Diccionario de Derecho de Ballentine), The Lawyers Co-operative Publishing Company,
Rochester, NY, 1969, pág. 1009.
[9] Corte Europea de Derechos Humanos, sentencia del 9 de febrero de 1967, Serie A No. 5, párrafo 38.
[10] Resolución No. 15/89, Caso 10.208 (República Dominicana), 14 de abril de 1989. Informe Anual de la CIDH 1988-1989,
pág. 122, párrafo 5.
[11] The European Convention on Human Rights, por Frede Castberg. A.W. Sijthoff-Leiden - Oceana Publications Inc. Dobbs
Ferry, N.Y. 1974, págs. 63-64.
[12] Caso 9260 (Jamaica), Informe Anual de la CIDH 1987-1988, pág. 166.
[14] Petición No. 17625/90, Anuario de la Convención Europea de Derechos Humanos 1992, pág. 103, párrafo 1, y págs.
105-106, respectivamente.
[15] ...por cuanto, en consecuencia, (la Comisión) no puede tener en cuenta, al examinar la admisibilidad de una Petición,
supuestos errores de hecho o de derecho cometidos por tribunales nacionales de esos Estados, salvo en la medida en que esos
errores parezcan haber dado lugar a la violación de los derechos y libertades específicamente enunciados en la Convención...
Petición No. 458/59, Sentencias del 29 de marzo de 1960, Anuario de la Convención Europea de Derechos Humanos, vol. 3,
1960, pág. 236.
En consecuencia, la Comisión concluye que la corte regional basó su sentencia en la evaluación de las pruebas
que tenía ante sí, y elaboró sus conclusiones a partir de ellas. El hecho de que esas conclusiones supusieran
un error de hecho o de derecho es cuestión que la Comisión no puede determinar, ya que carece de
competencia para ocuparse de una petición en que se aduzca que los tribunales nacionales han cometido
errores de hecho o de derecho, salvo cuando considere que esos errores puedan haber dado lugar a la
violación de cualquiera de los derechos y libertades establecidos en la Convención...
Petición No. 23953/94, septiembre de 1995, Decisiones e Informes, Comisión Europea de Derechos Humanos, 82-A, pág.
254.
En la medida en que los peticionarios aducen errores de hecho y de derecho cometidos por la Corte de
Apelaciones de Bruselas, la Comisión recuerda que, conforme al Artículo 19 de la Convención, su única
función consiste en asegurar la observancia de las obligaciones asumidas por las Partes en la Convención. En
especial, no es competente para entender en una petición en que se aduzcan errores de derecho o de hecho
que hayan cometido tribunales nacionales...
Petición No. 10785/84, julio de 1986, Comisión Europea de Derechos Humanos, D.R., 48, párrafo 150.
[16] Petición No. 511/59, Sentencia del 20 de diciembre de 1960. Anuario de la Convención Europea de Derechos Humanos
1960, pág. 426.
[17] Corte I.D.H., Ciertas atribuciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Artículos 41, 42, 46, 47, 50 y 51
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-13/93 del 16 de julio de 1993. Solicitado por los
Gobiernos de la República Argentina y de la República Oriental del Uruguay, párrafo 40.
[21] Caso De Becker, petición No. 214/56, sentencia del 9 de junio de 1958. Anuario de la Convención Europea de Derechos
Humanos 1958-59, pág. 254.
[22] Theory and Practice of the European Convention on Human Rights, P. Van Dijk, G.J. van Hoof, pág. 104.