El Reino Protista

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EL REINO PROTISTA.

El reino protista es aquel formado por los organismos vivos que disponen de una única
célula eucarionte, los cuales son calificados como protistas. Pese a esta definición
aportada por el diccionario de la Real Academia Española (RAE), hay expertos que
también incluyen en el reino protista a organismos pluricelulares. En este sentido,
la totalidad de los organismos de tipo eucarionte que, por sus características, no forman
parte de los reinos de los hongos, las plantas y los animales, compondrían el reino protista.
Estas diferencias de criterios hacen que no exista una única definición del reino protista.
Los biólogos no terminan de ponerse de acuerdo respecto a qué organismos son protistas
y cuáles no deberían incluirse en esta clasificación.
Hay quienes dividen el reino protista en tres subreinos: archaezoa, euglenozoa y protozoa.
En el subreino archaezoa se incluyen aquellos protistas que no cuentan con mitocondrias.
En el subreino euglenozoa, también denominado cromista, aparecen los protistas que
disponen de mitocondrias y que, además, realizan la fotosíntesis. En el subreino protozoa
(o rotozoario), por último, se hallan los protistas con mitocondrias y sin capacidad
fotosintética.

Integrantes del reino protista.


Las dificultades para la clasificación se deben a que los protistas, en ocasiones, se parecen a
las plantas, mientras que otros se asemejan a los animales. Sin embargo, los integrantes del reino
protista no son plantas ni animales.

Puede decirse, en el sentido más amplio del concepto, que los protistas son microorganismos
unicelulares o pluricelulares que, en su mayoría, se alimentan de manera autótrofa, y que, por
otro lado, no pueden incluirse en los tres reinos restantes de los eucariotas: el de las plantas
(Plantae), el de los animales (Animalia) y el de los hongos (Fungi). Es importante señalar que no
hay protistas adaptados completamente al aire, por lo cual incluso los que no habitan en
el agua dependen de la humedad para sobrevivir.

Sus características
Los seres cuya nutrición se considera autótrofa son aquellos que pueden llevar a cabo la síntesis de
las sustancias fundamentales para su metabolismo partiendo de sustancias inorgánicas, tal que no
necesiten de la presencia de otros organismos para nutrirse. En otras palabras, los individuos del
reino protista producen sus propios alimentos tomando como base sustancias inorgánicas.

Además, un organismo autótrofo es capaz de generar su materia orgánica y su masa celular


partiendo exclusivamente del dióxido de carbono (sustancia inorgánica) para obtener carbono, y
utilizando la luz o ciertas sustancias químicas para conseguir energía. Los protistas, por su parte,
pueden ser tanto autótrofos heterótrofos como por fotosíntesis, aunque muchos de ellos
combinan ambas formas de nutrición.
En el primer grupo, los heterótrofos, también entramos los animales, ya que se trata de aquellos
individuos que deben aprovechar la materia de terceros para la fabricación de moléculas orgánicas
complejas. Para obtener la energía, rompen las moléculas de sus presas.

Estructura de los microorganismos que forman parte del reino protista


Con respecto a su estructura, los protistas no tienen ningún tipo de tejido, aunque las algas pardas
y las rojas exhiben un grado de complejidad que se aproxima al tisular, lo que incluye la presencia
de plasmodesmos (nombre que reciben las unidades continuas de citoplasmas que mantienen las
células de los organismos pluricelulares conectadas entre sí).

En el primer grupo, los heterótrofos, también entramos los animales, ya que se trata de aquellos
individuos que deben aprovechar la materia de terceros para la fabricación de moléculas orgánicas
complejas. Para obtener la energía, rompen las moléculas de sus presas.

Nutrición de los protistas.


Los protistas pueden poseer metabolismos autótrofos o heterótrofos, dependiendo de si tienen
cloroplastos (clorofila) para llevar a cabo la fotosíntesis o si, en cambio, carecen de ellos y deben
alimentarse de la materia orgánica circundante (mediante la ósmosis o la ingestión o fagocitosis).

Muchos de ellos poseen ambos mecanismos de nutrición de manera simultánea, y algunos llevan
una existencia parásita: se introducen en organismos pluricelulares y se alimentan de ellos,
causando enfermedades.

Sin embargo, los protistas son originalmente aerobios (emplean el oxígeno para sus procesos
metabólicos), con excepción de aquellos que evolucionaron para vivir en ambientes en los que el
oxígeno escasea.

Reproducción de los protistas


La reproducción de los protistas puede ser tanto sexual como asexual, y en ocasiones una misma
especie puede alternar entre un modelo y otro, de acuerdo a las condiciones del medio ambiente.

La reproducción sexual se da mediante la generación de gametos y la fusión celular, mientras que


la asexual se da por fisión celular y mitosis.

importancia de los protistas


Los protistas son un grupo diverso y difícil de clasificar, pero fundamental para el surgimiento de
la vida tal como la conocemos. Fueron los primeros organismos eucarióticos en surgir en los
mares primitivos de la Tierra y, a partir de ellos, la vida tomó diversos rumbos evolutivos, y originó
el resto de los reinos de eucariotas: plantas, animales y hongos.

Los protistas constituyen un peldaño previo y relativamente común a todas estas formas de vida
eucariótica, incluida la humana, y su estudio es también el estudio de la eucariogénesis, es decir,
de la aparición del núcleo celular en la historia evolutiva de los procariotas primitivos.
MULTIPLICACION E INFECCION.

Algunos protistas conocidos son los siguientes:

 Paramecios. Son organismos unicelulares ciliados y de vida libre, abundantes en


las aguas estancadas y charcos.

 Amebas. Llamadas amibas o amebas, son protistas unicelulares que se desplazan y se


alimentan mediante la generación de pseudópodos o “dedos” con su citoplasma, lo que les
otorga una forma cambiante y dispersa. Pueden ser de vida libre o de vida parásita.

 Plasmodium. Son un género de protistas parásitos del cual se conocen hasta 175 especies,
que se transmiten a huéspedes vertebrados mediante la picadura de un mosquito
infectado. Son causantes de la enfermedad conocida como malaria o paludismo.

 Glaucofitas. Son algas unicelulares de agua dulce, de las que se conocen unas 13 especies,
y que a veces se incluyen entre las plantas. Generalmente se componen de células
individuales, pero también pueden compartir la pared celular de su progenitora, ya que su
reproducción es siempre asexual.

 Coanozoos. Es un grupo vinculado con los animales y los hongos, y que constituye una
especie de peldaño intermedio entre estos dos grupos de eucariontes. Puede dividirse
en holomycota (semejantes a los hongos) y holozoa (semejantes a los animales

Origen de los protozoos

Se piensa que los protozoos tengan en nuestro planeta unos 1.630 millones de años, desde su
aparición inicial en el período Mesoproterozoico. Su origen coincide con el surgimiento de las
primeras células eucariotas, o sea, con núcleo celular definido, y con la inauguración subsiguiente
de una amplia categoría de seres vivientes.

Diversas teorías intentan explicar ese paso del mundo simple y primitivo de los procariotas al de
los eucariotas, y una de las más aceptadas tiene que ver con un proceso de endosimbiosis entre
dos organismos procariotas. Esos primeros organismos eucariotas fueron, justamente, los primeros
protozoos de la historia.

Clasificación de los protozoos

La clasificación tradicional de los protozoos distingue entre los siguientes tipos:

 Rizópodos. Se caracterizan por su desplazamiento mediante pseudópodos, o sea, la


formación de protuberancias de su citoplasma y la membrana plasmática,
proyectándolos hacia donde desee avanzar. Dichas proyecciones sirven también para
capturar alimentos e introducirlos al citoplasma (fagocitosis), ya sea depredando otros
organismos o asimilando materia orgánica de desecho.

 Flagelados. Células dotadas de uno o más flagelos, que es el nombre de las “colas” con
que se impulsan hacia adelante en el medio ambiente.
 Ciliados. Su membrana plasmática se encuentra rodeada de cilios, o sea, de filamentos
más pequeños y numerosos que los flagelos, que también sirven para movilizarse.

 Esporozoos. Protozoos parásitos y sin mucha movilidad, que poseen una fase de división
múltiple conocida como esporulación: un tipo de reproducción asexual que consiste en
producir esporas o endosporas, estructuras resistentes que generan un nuevo individuo
idéntico.

Reproducción de los protozoos

Los protozoos pueden reproducirse sexual y asexualmente, dependiendo de las condiciones


medioambientales y de sus ciclos de vida. Suelen hacerlo abundantemente, lo cual es clave para
su éxito biológico y evolutivo. Sus principales métodos de reproducción son:

 División binaria (asexual). Un proceso de fisión celular posterior a la mitosis (replicación


genética), que consiste en una célula dividiéndose en dos y generando nuevos individuos
idénticos a ella y entre sí.

 Gemación (asexual). Un protozoo genera una copia idéntica de sí mismo, dentro de una
estructura resistente que permanece junto a su progenitor y puede incluso sobrevivirle
durante períodos difíciles. Eventualmente, esa estructura (gema) se reactiva y devuelve a
la vida un ejemplar idéntico al progenitor.

 Esporulación (asexual). El protozoario original se fragmenta en un conjunto de esporas o


endosporas, que soportan los cambios medioambientales para luego dar origen a
individuos enteros.

 Fusión celular (sexual). Los protozoos generan gametos o microgametos en su interior,


que les permiten unirse y formar un cigoto, mezclando sus materiales genéticos y
obteniendo a cambio un individuo nuevo de mayor variedad genética, original. Este
proceso puede ser total o parcial, y se lleva a cabo usualmente en períodos de
abundancia de recursos.

Enfermedades causadas por protozoos

Algunas especies de protozoarios son dañinos para el ser humano y se han adaptado a parasitar
su cuerpo, causándole enfermedades como:

 Malaria. Llamada también “paludismo”, es responsable de ella un género de protozoos


llamado plasmodium. Sus síntomas son fiebres altas, escalofríos, sudoración, dolor de
cabeza, así como náuseas, tos, heces sanguinolentas, dolores musculares, ictericia, y
agravándose con shock, daños renales o hepáticos y la muerte.

 Amibiasis. Esta es una infección intestinal común, causada por la presencia de amibas
patógenas (las hay de vida libre y no patógenas también) en el intestino o el tracto
digestivo de una persona. Estos protozoarios cubren la pared intestinal y dificultan la
absorción de los nutrientes, causando diarreas de diverso grado.
 Toxoplasmosis. Causado por los protozoos del género toxoplasma, que se trasmiten al
ser humano mediante el contacto con gatos y otros tipos de felinos infectados, o con
heces animales o humanas infectadas. Sus síntomas se confunden con los de la gripe,
pero también causa inflamación de los ganglios linfáticos, el bazo, el hígado y quistes en
los tejidos, siendo su mayor peligro en las embarazadas, ya que incide en el feto
causando malformaciones y otros problemas.

Ejemplos de protozoos

Algunos protozoos comunes son:

 Paramecium. Un protozoario ciliado de vida libre, de forma ovalada y rápido


movimiento.

 Giardia. Protozoo parásito que invade los intestinos humanos, causando gases fétidos,
inflamaciones y diarreas.

 Amoeba. Un género de protozoarios depredadores, que pueden o no parasitar a otros


seres vivos pluricelulares, o bien vivir en espacios acuáticos de manera libre.

 Trichomona. Otro género de protozoos parásitos, que invaden la vagina y se transmiten


sexualmente, causando secreciones fétidas, picazón y dolor al orinar, e incluso riesgo de
parto prematuro.

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