02211-2009-Aa TC Detrecho de Huelga

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EXP. N.

° 02211-2009-PA/TC
MOQUEGUA
SINDICATO UNIFICADO DE
TRABAJADORES DE SPCC- ILO

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 28 días del mes de octubre de 2010, la Sala Primera del
Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Calle Hayen, Álvarez Miranda
y Urviola Hani, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por el Sindicato Unificado de


Trabajadores de SPCC–Ilo contra la sentencia expedida por la Sala Mixta
Descentralizada de la Corte Superior de Justicia de Moquegua, de fojas 478, de fecha
12 de febrero de 2009, que declaro fundada en parte la demanda de autos.

ANTECEDENTES

Con fecha 21 de enero de 2008, el Sindicato Unificado de Trabajo de SPCC –


Ilo interpone demanda de amparo contra su empleadora; la empresa Southern Perú
Copper Corporation, por violación de su derecho a la huelga, solicitando que se
declaren inaplicables y nulas las cartas notariales de fechas 6,7,8,9,13,21, y 23 de
noviembre de 2007, y se ordene a los demandados abstenerse de incurrir en actos
violatorios de los derecho de huelga y a la estabilidad laboral de sus afiliados, y se
ordene el pago de costos del proceso. Refiere que el 24 de octubre de 2007, la
Federación Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú,
a la cual se encuentra afiliada, comunicó a la empresa minera demandada –entre otras
empresas mineras– y a la autoridad de trabajo su decisión de llevar a cabo una huelga
nacional, a partir de las 6.30 a.m. del día 5 de noviembre de 2007. El Sindicato
demandante ratificó acatar la huelga y comunicó su decisión a la empresa demandada
y a la autoridad de trabajo.

Señala que, a partir del segundo día de iniciada la huelga, un grupo de


afiliados que venían acatando la huelga recibieron cartas notariales en sus domicilios,
mediante las cuales se les indicaba que tenían que concurrir a laborar a fin de cubrir
los servicios esenciales de la empresa, lo cual atentaba contra el derecho de huelga,
toda vez que dichos trabajadores no estaban incluidos en la nómina de trabajadores
designados por el Sindicato para prestar servicios esenciales, ni existía ninguna
resolución de la autoridad de trabajo calificando las secciones en las que se
desempeñan dichos trabajadores como servicios indispensables. Posteriormente, y
ante la inasistencia de algunos trabajadores se les remitió cartas de preaviso de
despido por falta grave.

La empresa demandada contesta la demanda señalando que la controversia


planteada en autos no corresponde ser dilucidada a través del proceso constitucional
de amparo y que, conforme al procedimiento establecido por la ley, la nómina del
personal que debía laborar en los servicios esenciales o indispensables de la empresa,
durante la huelga, era de aprobación automática, por lo que no era necesario contar
con una resolución de la Autoridad de Trabajo, razón por la que considera que la
empresa actuó conforme a ley, y que el haber cursado las cartas notariales no
constituyen actos que vulneren el derecho de huelga de los afiliados al sindicato
demandante.

El Segundo Juzgado Mixto de Ilo, a fojas 352, con fecha 18 de noviembre de


2008, declaró improcedente la demanda por considerar que el proceso de amparo no
era la vía idónea para discutir la cuestión por carecer de etapa probatoria, siendo la
vía adecuada el proceso laboral de la vía ordinaria.

La Sala pertinente revocó la apelada y declaró fundada la demanda en el


extremo referido al derecho de huelga del sindicato e improcedente en el extremo
referido a la declaración de nulidad e inaplicabilidad de las cartas notariales cursadas
a los trabajadores, por considerar que al no existir despido, la cuestión correspondía
ser dilucidada en otra vía.

FUNDAMENTOS

§ Delimitación del Petitorio

1. En el presente caso, la demanda fue declarada fundada en el extremo referido al


derecho de huelga del sindicato demandante e improcedente en el extremo en
que se solicita la declaración de nulidad e inaplicabilidad de las cartas notariales
cursadas a los trabajadores, así como que cese la vulneración del derecho a la
estabilidad laboral de los trabajadores afiliados al sindicato demandante.
Manifiesta el demandante la cuestión correspondía ser dilucidada en la vía del
proceso laboral ordinario, al no existir despido de ningún trabajador. En tal
sentido, y conforme al artículo 18º del Código Procesal Constitucional, que
establece que el recurso de agravio constitucional procede sólo contra las
resoluciones de segundo grado que declaren improcedente o infundada la
demanda, el Tribunal Constitucional emitirá pronunciamiento sólo respecto del
extremo de la demanda que fue declarado improcedente; es decir, respecto de si
en el presente caso las cartas remitidas por la demandada, obrantes a fojas 2 a
116 de autos, constituyen o no actos que amenazan o vulneran el derecho al
trabajo u otro derecho constitucional de los trabajadores afiliados al sindicato
demandante.

§ Procedencia del proceso constitucional de amparo

2. Este Tribunal, mediante la STC N.º 0206-2005-PA, establecida como precedente


vinculante en aplicación del artículo VII del Título Preliminar del Código
Procesal Constitucional, y publicada en el diario El Peruano el 22 de diciembre
de 2005, ha dejado sentado los lineamientos jurídicos que permiten delimitar las
pretensiones, relativas tanto del régimen laboral privado como del público, que
merecen protección a través del proceso de amparo.

3. De acuerdo a los fundamentos 17 a 20 del citado precedente, el criterio general,


en cuanto al régimen laboral privado, es que en aquellos casos que se deriven de
la competencia por razón de la materia de los jueces de trabajo, los actos de
hostilidad y los que tienen por objeto el cuestionamiento y la calificación del
despido fundado en causa justa, que se refieran a hechos controvertidos, no serán
tramitados en el proceso de amparo, sino en el proceso laboral ordinario.

4. Sin embargo, tal como se señala en el fundamento 16 del referido precedente,


como excepción a dicho criterio general, las demandas fundadas en las causales
que configuran un despido nulo, entre ellas la afectación a la libertad sindical
y/o el derecho a la huelga, serán procedentes en la vía del amparo, considerando
la protección urgente que amerita este tipo de casos.

5. En el caso de autos, el sindicato demandante invoca la afectación de los


derechos a la libertad sindical y de huelga de los afiliados a dicho organismo
sindical, y siendo que estas presuntas afectaciones se enmarcan en algunos de los
supuestos que habilitan el trámite de tales pretensiones a través de la vía del
proceso constitucional de amparo, corresponde emitir pronunciamiento de fondo.

§ Sobre la presunta vulneración del derecho a la libertad sindical.

6. El derecho a la libertad sindical está reconocido en el artículo 28º, inciso 1), de


la Constitución. Este derecho tiene un doble contenido: un aspecto orgánico, así
como un aspecto funcional. El primero consiste en la facultad de toda persona de
constituir organizaciones con el propósito de defender sus intereses gremiales. El
segundo consiste en la facultad de afiliarse o no a este tipo de organizaciones. A
su vez, implica la protección del trabajador afiliado frente a actos que
perjudiquen sus derechos y tengan como motivación real su condición de afiliado
o no afiliado de un sindicato u organización análoga; es decir, la protección por
pertenecer o participar de actividades sindicales.
7. Sin embargo, además de los dos planos de la libertad sindical antes
mencionados, debe también considerarse la garantía para el ejercicio de aquellas
actividades que hagan factible la defensa y protección de los propios
trabajadores. En tal sentido, el contenido esencial de este derecho no puede
agotarse en los aspectos orgánico y funcional, sino que a este núcleo mínimo e
indisponible deben añadirse todos aquellos derechos de actividad o medios de
acción que resulten necesarios, dentro del respeto a la Constitución y la ley, para
que la organización sindical cumpla los objetivos que a su propia naturaleza
corresponde, esto es, el desarrollo, la protección y la defensa de los derechos e
intereses, así como el mejoramiento social, económico y moral de sus miembros.
Por consiguiente, cualquier acto que se oriente a impedir o restringir de manera
arbitraria e injustificada la posibilidad de acción o la capacidad de obrar de un
sindicato resultará vulneratorio del derecho de libertad sindical.

8. En el Fundamento 13 de la citada sentencia, este Tribunal ha señalado que “(…)


la dimensión plural o colectiva de la libertad sindical garantiza no sólo la
protección colectiva de los trabajadores sindicalizados (…) sino que también
reconoce una protección especial para los dirigentes sindicales, toda vez que
estos últimos, libremente elegidos, detentan la representación de los trabajadores
sindicalizados a fin de defender sus intereses. Consecuentemente, todo acto
lesivo, no justificado e irrazonable, que afecte a los trabajadores sindicalizados y
a sus dirigentes y que haga impracticable el funcionamiento del sindicato, deberá
ser reparado”.

9. El sindicato demandante no ha acreditado, en modo alguno, que los


beneficiarios hayan sido despedidos a causa de su condición de afiliados al
sindicato de trabajadores. La documentación que presenta con su escrito de fecha
13 de enero de 2009 tiene relación con una huelga iniciada el 30 de junio de
2008, esto es, con posterioridad a la fecha en que fueron despedidos los
beneficiarios.

§ Algunas precisiones sobre el derecho a la huelga

10. El derecho a la huelga ha sido reconocido en el inciso 3) del artículo 28º de la


Constitución, que señala:

“Artículo 28º. El Estado reconoce los derechos de


sindicación, negociación colectiva y huelga. Cautela su
ejercicio democrático.
(…)
3. Regula el derecho de huelga para que se ejerza en
armonía con el interés social. Señala sus excepciones y
limitaciones.”

11. En la STC 0008-2005-PI/TC, este Tribunal ha precisado que la huelga es un


derecho que “(…) consiste en la suspensión colectiva de la actividad laboral, la
misma que debe previamente ser acordada por la mayoría de los trabajadores y
debe efectuarse en forma voluntaria y pacífica –sin violencia sobre las personas o
bienes- y con abandono del centro de trabajo”.

12. Siendo así, a través del derecho a la huelga, los trabajadores se encuentran
facultados para desligarse de manera temporal de sus obligaciones jurídico-
contractuales, a efectos de lograr la obtención de algún tipo de mejora por parte
de sus empleadores, en relación a ciertas condiciones socioeconómicas o
laborales. La huelga no tiene una finalidad en sí misma, sino que es un medio
para la realización de determinados fines ligados a las expectativas e intereses de
los trabajadores, y se ejerce cuando se ha agotado previamente la negociación
directa con el empleador.

13. No obstante lo señalado anteriormente, debemos precisar que el derecho a la


huelga no es absoluto y su ejercicio puede ser limitado por la ley, a fin de que
dicho derecho se ejerza en armonía con el interés público, en la medida en que
“la huelga no es derecho absoluto, sino regulable. Por ende, debe efectivizarse en
armonía con los demás derechos” (FJ. 40 STC 0008-2005-PI/TC).

14. A través de la STC 0008-2005-PI/TC, se ha señalado que por disposición de la


ley los servicios esenciales constituyen uno de los límites del derecho de huelga.

15. Al respecto, cabe indicar que el artículo 82º del Texto Único Ordenado de la Ley
de Relaciones Colectivas de Trabajo, aprobado por el Decreto Supremo Nº 010-
2003-TR, señala que:

“Artículo 82º. Cuando la huelga afecte los servicios públicos esenciales o se


requiera garantizar el cumplimiento de actividades indispensables, los
trabajadores en conflicto deben garantizar la permanencia del personal
necesario para impedir su interrupción total y asegurar la continuidad de los
servicios y actividades que así lo exijan”.

16. Este Tribunal en la STC 008-2005-AI ha declarado que “la huelga debe ejercerse
en armonía con el interés público, que hace referencia a las medidas dirigidas a
proteger aquello que beneficia a la colectividad en su conjunto” (Fundamento
42).
§ Del procedimiento para establecer la cobertura de los puestos considerados
como servicios esenciales

17. En relación al procedimiento establecido en la ley, cabe tener en cuenta que el


segundo párrafo del artículo 82º del Decreto Supremo Nº 010-2003-TR dispone
que “(…) Anualmente y durante el primer trimestre, las empresas que prestan
estos servicios esenciales, comunicarán a sus trabajadores u organizaciones
sindicales que los representan y a la Autoridad de Trabajo, el número y
ocupación de los trabajadores necesarios para el mantenimiento de los servicios,
los horarios y turnos que deben cumplir, así como la periodicidad en que deben
producirse los respectivos reemplazos. La indicada comunicación tiene por
objeto que los trabajadores u organización sindical que los represente cumpla con
proporcionar la nómina respectiva cuando se produzca la huelga. Los
trabajadores que sin causa justificada dejen de cumplir el servicio, serán
sancionados de acuerdo a Ley. Los casos de divergencia sobre el número y
ocupación de los trabajadores que deben figurar en la relación señalada en este
artículo, serán resueltos por la Autoridad de Trabajo”.

18. El artículo 67º del Reglamento de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo,


aprobado por el Decreto Supremo Nº 011-92-TR, precisa que en cumplimiento
del artículo 82º de la ley, las empresas comunicarán en el mes de enero de cada
año a sus trabajadores u organización sindical y a la Autoridad de Trabajo o al
Instituto de Administración Pública, según corresponda, el número y ocupación
de los trabajadores necesarios para el mantenimiento de los servicios, los
horarios y turnos, así como la periodicidad en que deban producirse los
respectivos reemplazos”.

§ Análisis de la controversia

19. El considerando tercero del Auto Directoral Nº 028-2007-DPSCL-DRTPE, de


fecha 4 de diciembre de 2007, obrante a fojas 403 de autos, se señala: “de la
revisión y análisis de los actuados, podemos observar que a fojas 167, la Jefatura
Zonal de Trabajo y Promoción del Empleo de Ilo, mediante Auto Jefatural Nº
163-2007-ZDTPE, de fecha 21 de junio de 2007, dispone la participación de la
Dirección Regional de Energía y Minas de la Región Moquegua, para que
designe un funcionario del sector y determine el número de trabajadores en las
diferentes áreas de producción, en caso de huelgas o paralizaciones laborales
(...)”.

20. Mediante el Auto Jefatural Nº 342-2007-ZDTPE-I/JZ-SI, de fecha 16 de


noviembre de 2007, confirmado por el Auto Directoral señalado en el
fundamento anterior, se resolvió “Que el número y ocupación de trabajadores
obreros y empleados que se requiere para su permanencia en las actividades
indispensables en caso de producirse una huelga o paralización corresponden a
172 trabajadores entre obreros y empleados, de acuerdo al cuadro de distribución
por turnos y actividades elaborado por el perito (…) debiéndose tener en cuenta
que en el área del hospital el personal deberá laborar en un 100% (…)”.

21. Teniendo en cuenta lo señalado en los fundamentos anteriores, podemos concluir


que durante el lapso de tiempo en que se materializó la huelga declarada por el
sindicato accionante, esto es, del 5 al 9 de noviembre de 2007, se encontraba
pendiente de resolver por parte de la Autoridad de Trabajo la controversia
suscitada por las partes, respecto del número y de la ocupación de los
trabajadores necesarios para el mantenimiento de los servicios esenciales.

22. De autos se advierte que con la comunicación de declaratoria de huelga de fecha


26 de octubre de 2007 el sindicato remitió a la empresa un listado de nombres de
los trabajadores que, a su criterio, debían cubrir los cargos de los servicios
esenciales durante el desarrollo de la huelga. Esta nómina difería sustancialmente
del número de trabajadores que, a criterio de la empresa, eran necesarios para
cubrir los servicios esenciales; por tal razón, la empleadora procedió a designar
de manera unilateral al número restante de trabajadores que debían cumplir los
referidos servicios; procediendo a remitir sendas cartas notariales instando a los
trabajadores designados a concurrir a laborar. Estando así las cosas,
corresponderá a este Tribunal dilucidar si con la remisión de las aludidas cartas
notariales se habría vulnerado o no el derecho a la huelga de los trabajadores
afiliados al sindicato demandante.

23. Al respecto, debemos tener en cuenta que a fojas 182 y siguientes de autos obra
el Texto Único de Procedimientos Administrativos del Ministerio de Trabajo y
Promoción del Empleo, del cual se verifica que el procedimiento denominado
“comunicación del número y ocupación de los trabajadores necesarios para el
mantenimiento de los servicios esenciales durante la huelga”, signado con el
número 11, es de calificación automática, por lo que a la sola presentación se
entiende por aprobada la comunicación. Por otro lado, el procedimiento Nº 12,
denominado “Divergencia sobre el número y ocupación de los trabajadores que
deben laborar en servicios públicos esenciales y en servicios indispensables
durante la huelga”, es de evaluación y respecto del cual al vencimiento de los 30
días hábiles opera el silencio negativo.

24. Este Tribunal, teniendo en cuenta las características de los procedimientos


establecidos en el TUPA del Ministerio de Trabajo, detallados en el fundamento
anterior, considera que con la remisión de las aludidas cartas notariales no se ha
vulnerado el derecho de huelga ni ningún otro derecho constitucional en agravio
de los trabajadores afiliados al sindicato demandante, toda vez que es facultad de
la empresa ejercer su poder sancionador, allí cuando, a su criterio, se haya
infringido las normas legales o reglamentarias, lo cual no quiere decir que las
sanciones puedan o no resultar arbitrarias o desproporcionadas, toda vez que
dicha tarea no corresponde al juez constitucional, sino que será el juez de la vía
laboral ordinaria quien efectúe dicha evaluación y se pronuncie en definitiva
sobre ello.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le


confiere la Constitución Política del Perú

HA RESUELTO

Declara INFUNDADO el extremo de la demanda que es materia del recurso de


agravio constitucional, por no haberse acreditado la violación de derecho
constitucional alguno.

Publíquese y notifíquese.

SS.

CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
URVIOLA HANI

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