Entrevista A Argelia Melet, Revolucionaria Venezolana de Los Años Sesenta
Entrevista A Argelia Melet, Revolucionaria Venezolana de Los Años Sesenta
Entrevista A Argelia Melet, Revolucionaria Venezolana de Los Años Sesenta
Melet, revolucionaria
venezolana de los años
sesenta
Mauren Morillo / La Razón octubre 8, 2021
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Esta que les presento, es una entrevista que realizó la periodista Mauren
Morillo del semanario La Razón al inicio del año 2004, a sólo cuatro años
desde que Chavez había tomado el poder. Esta entrevista nos
sorprende por su crudeza, que ofrece la doctora Argelia Melet, ex
esposa de Douglas Bravo, militante revolucionaria ella también desde su
juventud, como lo fue el ex guerrillero hoy fallecido a causa de este
nuevo flagelo llamado Covid 19.
Esta entrevista es de una clarividencia extraordinaria al presentarnos
aquel presente y el futuro en lo que se convertirían aquellos farsantes
que se hicieron pasar como venezolanos que luchaban, como lo
afirmaban por una Venezuela mejor. Bueno, 17 años después tenemos a
la vista la porquería en que convirtieron nuestra patria.
– ¿Fidel es dictador?
– Sí. En Cuba hay un régimen absolutamente autoritario. No es lo
que yo siento dentro de mí como la justicia, la libertad, los
derechos de las personas. No es lo que yo quisiera para mi país,
ni lo que hubiera querido para Cuba. Es una copia del viejo
régimen estalinista que tantas críticas despertó en muchos
sectores de la intelectualidad europea y del mundo entero. Al
final ¿qué pasa? (no hablo con sentido doctrinario): al pueblo lo
sustituyen los comités del pueblo; al comité del pueblo lo
sustituye el Comité Central; al Comité Central lo sustituye el
buró político; al buró político lo sustituye el jefe único y al final,
tenemos una situación donde una persona decide el destino de
los demás. Todo lo que es discusión democrática, que es lo por
lo que supuestamente estábamos en eso, termina siendo
centralista y la democracia se olvidó.
MADRE Y LUCHADORA
– ¿Cómo logra realizarse como mujer, prepararse para ser
médico, madre, esposa e hija, en fin tantos roles al mismo
tiempo?
La sonrisa disminuye y habla: «Creo que no fui una buena madre. Espero
que mis hijos me lo hayan perdonado. Eran momentos de hacer
elecciones y creo que hice lo mejor. No puse a mis hijos a brincar de un
lado para otro. Preferí sacrificar mi amor de madre y darles un hogar
estable, el de mis padres. No andar brincando de un lado para otro con
mis cuatro muchachos, no hubieran tenido educación, ni estabilidad.
Habrían llegado a odiar no sólo a sus padres, sino aquello por lo que
estábamos luchando. Tenía que elegir entre ser una buena madre, pero
renunciar a todo lo demás, o sencillamente hacer lo que hice. Creo que
he sido una madre como debe ser, pero ya cuando mis hijos estaban
grandes. Ya no me necesitaban tanto. Sé que mis hijos sufrieron. Hay
una cosa que es propia mía, es el hecho de ser muy curiosa, bastante
estudiosa. Me empeño a profundidad, nada a medias. Sólo el papel de
mamá que lamento mucho. Creo que todavía le debo a mis hijos. Hemos
hechos las paces pero todavía salen cosas que me arrugan el
corazoncito.
-¿Hay salida?
– Sí. Si algo logró Chávez es que despertó conciencia en la gente. Antes
se pensaba que los partidos eran los responsables de lo que había
pasado. Ahora se piensa de otra manera. La gente se siente abrumada
por este espacio que ha ocupado Chávez: la Asamblea Nacional,
la Fiscalía General de la República, la Defensoría del Pueblo,
la Contraloría, Consejo Supremo Electoral, Tribunal Supremo de
Justicia. Nos está dejando arrinconados y tiene que haber una respuesta
frente a eso.
CULTO A LA PERSONALIDAD
-¿Hoy más que nunca hay adulantes medrando del poder?
-«El problema es que tal vez dentro de la estructura de la
personalidad de Chávez – analiza la psiquiatra Melet – lo que
existe es alguien que no podía resistir a lo que es la seducción
del poder, de la gloria, del jalabolismo universal, que se
presentó frente a él. Un hombre creado dentro de una estructura
militar, respondió como militar. Lamentablemente la izquierda
de este país que siempre abominó el culto de la personalidad a
partir de Stalin, se convirtió en el más devoto cultor de la
personalidad, a partir de Chávez. Es algo que no debería haber
pasado. La izquierda estaba vacunada contra el culto de la
personalidad, supuestamente, y a partir de Chávez se convierte
en la actitud del salvador y Chávez lo explota. Se niega la
existencia de las personas que marchan, los ignoran ¿Qué hacían
los soviéticos con los opositores?: lo mismo que los cubanos…
los declaran locos. En los procesos de Stalin hubo muchas
personas que fueron declaradas locas. ‘Tienes que estar loco
para no estar con algo tan maravilloso’, decían. Eso existió, el
estar locos, debes recibir un electroshock, debes ser reeducado.
A mí me aplicaron el electroshock pero, de verdad, eléctrico y
fue cuando estuve presa. Pero, no me declararon loca».
¿Psiquiátricamente cómo podría definir a Chávez?
– No creo que Chávez, actualmente, valore la opinión de la gente. Hay un
libro de Marañón que se llama Sicopatología del Poder, en donde
describe el proceso de cambio de una persona que llega a una posición
de poder y cambia su forma de pensar e interrelacionarse con los
demás. Hay que ser Gandhi, una humildad interior que no tiene Chávez
para asumirse, diferente a como él se está asumiendo. Como la espada
de Bolívar, como la diosa de la venganza.
– Cuando lo vi por la televisión diciendo el ‘por ahora’, me sentí
feliz y me dije ahí está «José Antonio», el joven militar que
participaba en nuestras reuniones y que conocíamos como «José
Antonio», qué maravilla. Chávez era «José Antonio», espero que
no haya sido por José Antonio Páez a quien él odia, aunque
algunos lo llamaban «José María».
-El Chávez que conocí como «José Antonio» lo veía fantaseando un
poco sobre lo que sería la toma del poder que era lo que se discutía,
sobre lo que iba a pasar en el país. Era una situación en donde los
principios de la democracia se habían pervertido. Por cierto, Chávez usó
como bandera la lucha contra la corrupción y no hay presos ni de la
Cuarta, ni de la Segunda, ni de la Quinta República, ni la de Guzmán
Blanco para acá.
– ¿Teme algún tipo de represalias?– Sí pero estoy clara que debemos
hacer algo como ciudadanos. Si mis palabras sirven para crear
conciencia en un pequeño grupo, entonces algo estamos haciendo. No
creo que el chavismo sea algo homogéneo, estoy segura que no lo es.
Tengo amigos dentro del MVR. Sé de gente que sigue a Chávez que está
pelando bolas, que no se ha corrompido, que no se ha convertido en un
corrupto más. Esa es la reserva. Creo en esa reserva de gente que
estuvo en un proceso de lucha en el cual predominaban los
ideales, era gente que no pensaba llegar al poder para lucrarse.