MorenoRamón - Iván - Enunciado PEC3 FinResp2024
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Actividad A (40%)
La iniciativa de los Principios para la Inversión Responsable, también conocida como PRI,
promovida por la Organización de las Naciones Unidas a través del Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) junto con una red de diferentes inversores
internacionales, define las inversiones sostenibles y responsables como una estrategia y práctica
para incorporar principios ESG (Environment, Social y Governance) en las decisiones de inversión y
en el ejercicio activo de la propiedad, a través de la implementación y cumplimiento de seis
principios, los cuales se mencionan en el siguiente apartado.
a. ¿Cuáles son los Principios para la Inversión Responsable según Naciones Unidas?
1. Incorporar asuntos ESG en los análisis de inversión y en los procesos de toma de decisiones.
2. Ser propietarios activos e incorporar asuntos ESG en las prácticas y políticas de propiedad.
3. Divulgación adecuada de los asuntos ESG en las entidades inversoras.
4. Promover la aceptación e implementación de los Principios en el sector de las inversiones.
5. Trabajar de manera colaborativa para incrementar la efectividad en la aplicación de los
Principios.
6. Presentación de informes sobre las actividades y progresos con respecto a la aplicación de los
Principios.
El World Economic Forum ha revisado la definición que divulga el PRI y define las inversiones
sostenibles y responsables como la incorporación de factores medioambientales y sociales para
alcanzar uno o varios de los siguientes objetivos: rentabilidad financiera, impacto social y alineación
de valores.
Objetivamente la definición del PRI es bastante vaga, y el World Economic Forum considera que
carece de unos objetivos definidos, los cuales son imprescindibles para poder realizar cualquier tipo
de análisis sobre la sostenibilidad o no de la inversión. Además, pone de manifiesto que los
objetivos establecidos por el PRI pueden llegar a entrar en conflicto con los propios criterios ESG,
dando más peso a los factores de gobernanza que a los criterios medioambientales y sociales, que
deberían tener más influencia para poder considerar una inversión realmente responsable y
sostenible, ya que los criterios de gobernanza en ocasiones son bastante límites con el propio
interés de la inversión.
Asimismo, introduce como concepto clave en la definición la “incorporación” lo que manifiesta una
toma de decisión consciente a favor de realizar inversiones que cumplan con los principios ESG, y
no una mera consideración que puede ser o no tenida en cuenta.
Las gestoras de fondos de inversión pueden utilizar multitud de estrategias o aproximaciones para
seleccionar sus inversiones responsables. Sin entrar en profundidad en las diferentes metodologías
que veremos en los apartados siguientes podemos definir, grosso modo, las siguientes
aproximaciones:
- Lista de exclusiones: las gestoras pueden utilizar diferentes listas de exclusiones. Esta
metodología lista diferentes sectores o tipología de inversiones y luego desglosa aquellas
empresas con intereses en dichas industrias para excluirlas como posibles inversiones. Lo
más común es excluir empresas que trabajen o tengan intereses en las siguientes
industrias: armamento, contratistas militares, armas de fuego, carbón (extracción o uso
térmico del mismo), aceite de palma, tabaco, extracción en el ártico, etc. También existen
lista de exclusiones por comportamiento como aquellas empresas con comportamiento
controvertido, que incumplen estándares de buen gobierno o estándares climáticos.
- Códigos y adscripciones relevantes: otra metodología para seleccionar inversiones
responsables que se puede utilizar es la de observar si las empresas a incluir en la cartera
de inversión están adscritas a códigos, buenas prácticas o certificaciones
internacionalmente reconocidas o relevantes.
- Integración de la sostenibilidad: otro criterio que, generalmente se cruza con el anterior,
es el de la integración que hace la empresa en la que se pretende invertir de la
sostenibilidad. Comentamos que puede cruzarse con el anterior ya que, generalmente, uno
de los criterios más fiables, especialmente en grandes empresas, es la adscripción a
códigos o acuerdos relevantes en la materia. Para la inversión en empresas conocidas
como small-caps o de pequeña capitalización, sebe profundizarse más en el análisis de su
integración de la sostenibilidad ya que, generalmente, estar adscrita a pactos relevantes
suele tener un coste económico ya que suelen ser certificables y dicha certificación debe
pagarse o auditarse para obtenerse.
- Buen gobierno: existen dos perspectivas que un gestor de fondos de inversión debe tener
en cuenta como estrategia a la hora de seleccionar sus inversiones responsables en base al
buen gobierno. Primero, la existencia de políticas de buen gobierno dentro de la empresa y
que estas se cumplan y, segundo, el propio enfoque y directrices de buen gobierno que
estas incluyan.
- Política de riesgos de sostenibilidad: otra estrategia a seguir para seleccionar inversiones
responsables es observar la política de riesgos de sostenibilidad que tenga la empresa.
Según esta se podrá definir si es una empresa responsable o no en el ámbito de la
sostenibilidad, incluso puede indicarnos si entra o no en la lista de exclusiones que podamos
tener como gestor de fondos de inversión.
- Objetivos de cero neto en emisiones: el hecho de si una empresa contempla o no en su
hoja de ruta llegar a objetivos de emisiones netas cero de gases de efecto invernadero,
también puede ser una buena aproximación para una gestora de fondos de inversión a la
hora de seleccionar una inversión responsable. Estos objetivos suelen acompañarse de una
hoja de ruta y de los logros que va consiguiendo la empresa, su evolución y su estimación a
futuro para lograr dicho objetivo.
- Aproximación al pago de impuestos: finalmente, otra estrategia o aproximación que
puede utilizar una gestora de fondos de inversión para seleccionar sus inversiones
responsables es la aproximación que tiene la empresa en la que invertir en el pago de
impuestos: ¿utiliza estrategias para eludir el pago de impuestos? ¿tiene sucursales en
paraísos fiscales? ¿es opaca en la gestión de sus finanzas? ¿aprovecha las lagunas legales
para reducir al máximo su factura fiscal? Son preguntas que uno puede hacerse y analizar a
la hora de valorar inversiones a realizar y si éstas son responsables siguiendo este enfoque.
Por ejemplo, seleccionar invertir en una empresa de generación de combustible sintético eficiente.
2. Negative Screening
También puede darse en otros aspectos como los estudiados en el apartado 2) de esta actividad,
es decir, teniendo en cuenta aspectos de políticas de riesgos de sostenibilidad o de gobernanza,
evitación de pago de impuestos, etc., o, incluso, evitando países que se consideran “hostiles” o con
regímenes políticos contrarios a los intereses del inversor, como puede ser, actualmente, con
Rusia. Cualquier aspecto que el inversor quiera evitar. Es por ello por lo que, normalmente, se
realiza a través de las exclusiones que veremos a continuación.
a. Exclusiones
Como hemos comentado en el ejercicio 2) de esta actividad, las exclusiones son, como su propio
significado indica, dejar fuera aquel tipo de inversiones por selección negativa. Por ejemplo, si
consideramos que no es sostenible o responsable la inversión en empresas armamentísticas, se
excluirá de toda inversión en cualquier empresa que tenga algo que ver con el armamento, desde la
aeronáutica Airbus que desarrolla aviones militares a cualquier otra empresa que se dedique o
colabore con esta industria.
Otras industrias que es común excluir son las tabacaleras, empresas de bebidas alcohólicas,
extractivas de tierras raras, carbón o en el Ártico, empresas relacionadas con el uso o extracción de
carbón, aceite de palma, comida basura, etc.
Estas exclusiones también pueden llevarse a cabo teniendo en cuenta otros criterios, cualquier
criterio de los vistos en el ejercicio 2) es válido para ejercitar algún tipo de exclusión que no sea
aceptable para el inversor o para el gestor del fondo de inversión en base a sus clientes
potenciales.
Por ejemplo, excluir empresas con inversiones o relaciones con la industria armamentística.
No obstante, puede darse con cualquier tipo de normativa que se considere fundamental respetar:
legislación sobre finanzas sostenibles o doble materialidad, posesión de certificaciones que siguen
algún tipo de normativa de responsabilidad social corporativa, etc.
Por ejemplo, solamente invertir en empresas que estén adscritas al convenio de net zero emissions
para 2050.
4. Best-in-class
En el caso de que no se quieran realizar exclusiones, pero sí escoger las empresas más
responsables o respetuosas con los criterios inversores, se puede utilizar el criterio best-in-class o,
traducido, mejor en la clase.
Significa que se podrá escoger a aquellas empresas más respetuosas con los criterios de inversión
seleccionados o sostenibles de un sector que, de otra manera, podría resultar excluido. Por
ejemplo, en el sector energético, escoger a aquellas empresas que generan energía de manera
sostenible. O en el sector automovilístico, la empresa más responsable con el medioambiente y con
mejores políticas de gobierno, etc.
La inversión temática suele confundirse con la inversión sectorial. Es por ello importante
diferenciarlas. La inversión sectorial es aquella que invierte en un sector productivo determinado.
En cambio, la inversión temática invierte, generalmente, en tendencias. Es decir, evita valores o
sectores concretos, sino que la inversión se centra en tendencias de los mercados y en invertir en
lo empresas que se piensa que están trabajando en tendencias que pueden marcar el futuro, es
decir, que anticipen cambios relevantes ya sean sociales, tecnológicos o económicos.
Un ejemplo de ello, podría ser la inversión en empresas que trabajan en desalinización eficiente de
agua o, como hizo Bill Gates hace unos años, invirtiendo en una empresa que generaba agua a
partir de residuos sólidos.
6. Integración ESG
La integración ESG significa tener en cuenta los factores medioambientales, sociales y de gobierno
(en sus siglas en inglés: environmental, social, governance) a la hora de ser incluidas inversiones
en un fondo de inversión. Cada vez más, se tiene en cuenta a aquellas empresas que integran los
valores ESG ya que minimizan riesgos y favorecen su buena gestión.
Esta buena gestión de riesgos favorece una correcta gestión en el proceso de toma de decisiones
por lo que las fortalece y, por lo tanto, contribuye de manera significativa a la rentabilidad
empresarial a largo plazo. Un ejemplo de integración ESG sería la inversión en empresas que
vengan incluyendo en sus cuentas anuales, en la memoria, los criterios ESG que siguen y qué
impacto están produciendo estos a la rentabilidad empresarial y su doble materialidad.
7. Stewardship
El stewardship es la participación por parte del inversor, en este caso el gestor de fondos de
inversión, en aquellas empresas en las que invierte con el objetivo de lograr que la empresa
introduzca o fortalezca la integración de criterios ESG en su seno.
Dos ejemplos son los que definiremos más adelante, por ejemplo, haciendo uso del voto activo o
del engagement.
a. Engagement
El engagement es una forma de participación o stewardship llevado a cabo por el inversor con el
objetivo, como acabamos de ver, de lograr introducir o fortalecer la integración de criterios ESG en
aquellas empresas en las que tiene una posición relativamente relevante. En este caso sería a
través de favorecer un diálogo entre la empresa y sus inversores para establecer conjuntamente
unos objetivos ESG.
Por ejemplo, se podría traducir en reuniones previas a la junta general de accionistas para
promover y establecer objetivos ESG a desarrollar en el futuro y adquirir, en dicha junta, los
compromisos necesarios para desarrollar planes específicos de implantación de dichos objetivos
ESG.
b. Voto activo
El voto activo es otra forma de participación o stewardship llevado a cabo por el inversor. En este
caso, en vez de tratar persuadir a la dirección de la empresa promoviendo objetivos ESG, utiliza
sus votos al tener, generalmente, cierta participación empresarial significativa para forzar su
influencia en estrategias y prácticas alineadas con objetivos ESG.
Es decir, utiliza sus derechos a voto o a través de la delegación de este en las Juntas de
Accionistas para utilizarlo de tal manera que influya suficientemente en el sentido de las votaciones
para promover estos objetivos ESG.
Por ejemplo, sería el caso del fondo de inversión que se hizo recientemente con el 10% de las
acciones de Telefónica y votara en contra de aquellas propuestas que no estuvieran alineadas con
objetivos ESG y viceversa, a favor en aquellas que sí.
8. Impact Investing
La inversión con impacto o impact investing es aquella estrategia de inversión que, aparte de
buscar rentabilidad económica, también trata de que las inversiones logren un impacto positio en
materia social o medioambiental. Por lo tanto, en este tipo de metodología, el gestor de fondos
tratará que las inversiones que lleve a cabo redunde, de algún modo, en beneficios para la
sociedad o el medioambiente.
Por ejemplo, invertir en alguna asociación o empresa íntimamente ligada con la filantropía o en
alguna empresa que soporte a ONGs o cuya actividad empresarial esté encaminada a minimizar los
efectos negativos que tenga en la sociedad o el medioambiente serán ejemplos de “impact
investing”.
Debido a la aprobación de cada vez más reglamentación sobre ODS y ESG a nivel internacional y,
especialmente, en la Unión Europea cosa que, especialmente a los factores ESG, ha hecho ganar
mucha importancia en los últimos años, su adopción está cada vez más asentada.
Es por ello por lo que la integración ESG es una de las metodologías más asentadas y utilizadas a
nivel internacional. Las empresas cada vez hacen más patente esta integración en su cadena de
valor y, adicionalmente, la normativa contable contemplando la doble materialidad y la necesidad de
incorporarla en la memoria de las grandes empresas hace que sea una de las aproximaciones más
utilizadas.
Aparejado con la integración ESG y su cada vez más prominente aparición en las regulaciones
internacionales tenemos el screening basado en normas como metodología ampliamente
adoptada y utilizada a nivel internacional. El hecho de que cada vez más, tanto los inversores
institucionales como los particulares basen sus decisiones de inversión en el impacto que éstas
pueden tener en materia social o medioambiental, hace que exijan el cumplimiento de ciertos
estándares internacionales y su normativa como podrían ser los Principios del Pacto Mundial de
Naciones unidas asegurando la alineación empresarial con ciertos valores éticos y de sostenibilidad
reconocidos a nivel global.
Finalmente, como tercera aproximación más utilizada a nivel internacional, nos encontramos las
exclusiones y el negative screening. A través de esta metodología, los inversores tratan de evitar
inversiones controvertidas, ya sea por el tipo de industria (tabacalera, alcohol, combustibles fósiles,
armamento, etc.) o por criterios políticos (evitar inversiones en países controvertidos como Rusia,
Irán, China, Cuba, etc.).
Santander tiene una estructura estratégica alineada con los Principios de Inversión Responsable de
Naciones Unidas al contrario de Amundi. No obstante, dichos Principios tienen como núcleo la
misma estrategia que sigue esta última, es decir, la integración de criterios ESG en todas las fases
y decisiones de inversión.
Esto no significa que Amundi no tenga dichos Principios responsables como faro, sino que su
estructura de inversión no está totalmente alineada a éstos como sí lo está Santander que centra el
análisis de sus inversiones y, por lo tanto, su estrategia principal en dos grandes bloques:
- Análisis excluyente: en la que realiza exclusiones por actividad y por otro tipo de
exclusiones como, por ejemplo, de análisis de controversias.
- Análisis valorativo: con foco en estrategias de integración de ESG, análisis best-in-class y
análisis temático (thematic investing).
- Análisis excluyente
o Exclusión por actividad
Exclusiones derivadas de las políticas del Grupo Santander en sectores
sensibles.
Exclusiones para Renta Fija Soberana.
Exclusiones adicionales aplicables a productos específicos ISR.
o Otras exclusiones
Posibles exclusiones derivadas del análisis de controversias.
- Análisis valorativo
o Valoración ESG
Análisis del comportamiento de los emisores en relación con diferentes
criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo.
Obtención de un rating ESG para cada emisor.
o Análisis best-in-class
o Análisis temático
- Criterios intersectoriales
o Ambiente
Emisiones y energía.
Gestión del agua.
Biodiversidad y contaminación.
Cadena de suministro – dimensión medioambiental.
o Social
Seguridad y salud.
Condiciones laborales.
Cadena de suministro – dimensión social.
Responsabilidad sobre el producto y frente al cliente.
Compromiso con la comunidad y derechos humanos.
o Gobernanza
Estructura de la junta.
Auditoría y control.
Remuneración.
Derechos de los accionistas.
Ética.
Prácticas fiscales.
Estrategia ESG.
- Criterios específicos por sectores
o Ambiente
Energía limpia.
Coche ecológico.
Química verde.
Construcción sostenible.
Gestión forestal responsable.
Reciclaje de papel.
Inversión y financiación verdes.
Seguros verdes.
Envases.
o Social
Bioética.
Marketing responsable.
Producto saludable.
Riesgos del tabaco.
Seguridad de los vehículos.
Seguridad de los pasajeros.
Medios de comunicación responsables.
Seguridad y privacidad de datos.
Brecha digital.
Acceso a la medicina.
Inclusión financiera.
Como reflexión final, podemos concluir que a estrategia de Santander Asset Management se centra
más en la integración ESG y el voto activo siendo muy fuerte su enfoque en el engagement,
mientras que Amundi Asset Management, aparte de enfocarse también en la integración ESG, tiene
un enfoque más basado en exclusiones estrictas y una fuerte política de transparencia y reporting.
b. ¿Cuál de las que habéis encontrado os parece más completa y de mayor impacto?
¿Por qué?
Dependiendo de en qué centremos nuestra atención nos parecerá más completo y de mayor
impacto un informe u otro. Esto es debido porque, actualmente, las decisiones de inversión
responsable están enmarcadas en cierto grado de subjetividad que dependiendo de los ojos que
analice uno u otro podrá opinar una cosa o su contraria.
En cambio, si nos fijamos en otros elementos nos parecerá más completa y de mayor impacto la
estrategia principal de Santander.
Personalmente, creo que la estrategia de Santander está mucho más fundamentada siendo más
completa y de mayor impacto debido a que sus políticas de inversión están alineadas con más
convenciones y protocolos internacionales, lo cuál es una base universalmente reconocida para sus
políticas de inversión responsable. Además, considero vital el enfoque de doble materialidad del
que carece la estrategia de Amundi.
Finalmente, quiero resaltar que en cuanto al compromiso con el engagement ambas gestoras de
fondos, tanto Santander como Amundi destacan la relevancia de este y el voto activo.
Por lo tanto, a pesar de que a mí personalmente me parece más completo y estructurado el informe
de Santander y, por tanto, una estrategia más completa y con un mayor potencial de impacto, todo
dependerá de los criterios que valore en mayor o menor medida cada uno.
Actividad B (40%)
1) Regulación:
a. ¿Qué es la Sustainable Finance Disclosure Regulation (SFDR) y cuáles son sus
objetivos? Razonar
inversión o bien que se declaren expresamente como no sostenibles. Un ejemplo sería cualquier
fondo que no esté encuadrado en los artículos 8 y 9, por ejemplo el CaixaBank Bolsa Selección
Global, cuyo folleto informativo de datos fundamentales podemos encontrar en la siguiente web:
https://www.caixabank.es/docs/fondos/pdfs/es/ficha000198.pdf
El crecimiento de los fondos según el artículo 9 tiene varias dificultas que surgen del propio
Reglamento de la Unión Europea. El primer inconveniente o dificultad es la ausencia de criterios
objetivos de calificación y la propia definición de “sostenible” en sí misma. Al no existir una
definición normativa y objetiva de “sostenible” existe un gran riesgo por parte de las entidades
financieras al catalogar por sí mismas un fondo como tal. De este modo se desincentiva que las
propias entidades cataloguen un fondo como del artículo 9 ya que se les exige una mayor
transparencia, por lo que sufren mayor presión supervisora y, a su vez, se exponen a acusaciones
de greenwaching.
Una segunda limitación para catalogar las inversiones como del artículo 9 es, como ya se ha
comentado, la mayor presión supervisora. La SFDR establece unos duros requisitos de reporte
para los productos financieros sostenibles frente aquellos que no lo son (artículo 6) que no tienen
ningún requisito adicional. Como podemos leer “cuanto más sostenible es un producto financiero,
mayores son los requerimientos en términos de transparencia, divulgación y reporte”. Esto a su vez,
encarace el producto, por lo que puede provocar una mayor comisión de gestión y, por lo tanto,
acaben siendo productos de inversión menos atractivos para el inversor minorista.
Adicionalmente, insistiendo en esta visión de inversor minorista, los dos puntos anteriores hacen
que este tenga muchas dificultades para la comprensión de este tipo de inversiones ya que no
existen criterios objetivos y/o normativos para identificar claramente una inversión como sostenible
o como no sostenible.
Todo ello provoca una concentración peligrosa en algunos valores seleccionados que están
presentes en la mayoría de carteras de inversión de fondos sostenibles, lo que ha inflado el precio
artificialmente arriesgando la rentabilidad de la inversión global.
c. ¿Cuáles son los requisitos del Reglamento Delegado de RTS (Regulatory Technical
Standards)?
Si leemos las RTS vemos que se extraen cuatro grandes obligaciones o requisitos para las
inversiones sostenibles. Todo ello sin olvidar las exigencias regulatorias que ya existen por ser un
instrumento financiero. Es decir, son requisitos adicionales a los existentes para los fondos de
inversión o cualquier otro instrumento de inversión.
i. Poner ejemplo e indicar una entidad que haya publicado sus: principales
incidencias adversas sobre factores de sostenibilidad (PIAs)
En este caso, debido a que trabajo en CaixaBank, he creído conveniente utilizar el ejemplo de mi
empleador que, siguiendo sus obligaciones legales ha publicado las principales incidencias
adversas sobre factores de sostenibilidad (PIAs) en la siguiente página web:
https://www.caixabank.com/deployedfiles/caixabank_com/Estaticos/PDFs/Sostenibilidad/
Declaracion-Principales-Incidencias-Adversas-CaixaBank-2023.pdf
ii. ¿Cuáles son algunas de las preguntas que se realizan a un cliente en el test
de idoneidad de sus inversiones para saber si tiene preferencias ESG?
Para conocer si un cliente inversor tiene preferencias ESG, en el test de idoneidad que se le realiza
se plantean diferentes preguntas para conocer, tanto si tiene dichas preferencias cómo en qué
grado las muestra.
Luego ya hay bloques para conocer su interés en los diferentes aspectos: medioambientales,
sociales y de gobernanza (ESG). Ejemplos de preguntas son:
El universo de preguntas es mayor, pero estos serían alguno de los ejemplos de preguntas que,
desde mi punto de vista, son más representativas y relevantes.
2) Ratings ESG: realizaremos un ejercicio práctico para una mayor comprensión de los ratings
ESG entre empresas o fondos de inversión:
a. ¿Qué es el rating ESG? ¿Cuál es la función de una agencia de rating ESG?
El rating ESG es un rating que utilizan algunas agencias de calificación que es idéntico a la
cualificación crediticia sólo que, este, a diferencia del de cualificación crediticia, tiene como objetivo
medir la gestión de riesgos y oportunidades en materia ESG de empresas financieramente
relevantes.
En función de la mejor o peor gestión de estos riesgos, siempre relacionado con sus pares, es
decir, empresas del mismo sector éstas obtendrán las siguientes calificaciones:
Algunas agencias de rating como MSCI también califican valores de renta variable, fija,
ETF o países.
De manera muy resumida diremos que MSCI evalúa los riesgos y oportunidades ESG relevantes
para cada industria, recordemos que la comparativa es sectorial. Para ello utiliza 27 indicadores
clave en cuestiones medioambientales y sociales que puntúa de 2 a 7 analizando anualmente todos
los datos subyacentes.
Asimismo, se hace un reparto en base a 163 categorías de industria definidas según el estándar
Global Industry (GICS). Esta división por categorías hace que los indicadores clave tenidos en
cuenta varíen tanto en sí mismo como en sus pesos.
Una vez obtenida toda la información se ponderan los pesos de cada indicador para acabar
obteniendo uno de los resultados vistos en el apartado anterior.
c. Realizar una comparativa entre el rating ESG según MSCI de dos empresas de un
mismo sector (que sean representativas a nivel internacional) utilizando la
herramienta de búsqueda de MSCI:
Para la comparación, siguiendo la estela del Reto 2 he vuelto a seleccionar a BBVA y a CaixaBank
como empresas de un mismo sector, en este caso el sector bancaseguros. Considero a ambas
entidades como representativas a nivel internacional a pesar de que CaixaBank no tiene una fuerte
presencia internacional como sí tiene BBVA, pero a pesar de ello es representativa en cuanto es la
décima entidad más importante de Europa.
Lo primero que vemos es que el rating de BBVA es mejor en un grado (líder – AA) que el de
CaixaBank (media – A). A continuación, intentamos analizar el por qué.
No obstante, este verde de más que tiene BBVA pondera mucho más positivamente que el amarillo
que tiene CaixaBank por el naranja de BBVA en gobernanza.
En cuanto a su relación con industrias controvertidas (tabaco, juego, alcohol, etc.) ninguna de las
dos está relacionada con este tipo de industrias.
En cambio, sí que vemos que CaixaBank está alineada en 3 objetivos más de sostenibilidad de los
que está alineado BBVA.
No obstante, vemos que tiene un peso mucho mayor los indicadores ESG así como la desviación
en la temperatura por emisiones de carbono que este último apartado.
La empresa peor calificada es CaixaBank a pesar de que las diferencias no son extremadamente
relevantes. Desde mi punto de vista, analizados y comparados los resultados, los dos únicos
aspectos que debe mejorar para lograr una calificación igual o mejor que BBVA son respecto a sus
relaciones laborales, quizá mejorando el clima laboral o alcanzando acuerdos más amplios con los
sindicatos para rebajar las tensiones con estos.
El otro punto de mejora es respecto a las emisiones de carbono para lograr ser neto en emisiones
de cara a 2050. Si lograra una reducción más rápida o un porcentaje más amplio, conseguiría
rebajar, también, su contribución estimada al aumento global de temperatura, para rebajarla por
debajo (o igualarla) de los 2ºC para estar alineada con los objetivos de París.
Con estos dos gestos relativamente sencillos lograría no estar simplemente a la altura de BBVA
sino que tendría varios indicadores más positivos que esta otra entidad.
En cuanto a importe, iguala a diciembre de 2021 que fue su pico hasta diciembre de 2023. No
obstante, tras la pandemia ha vuelto a crecer con fuerza la inversión en este tipo de activos
sostenibles.
No nos dejemos llevar por las barras ya que por importe sí que decrecieron los activos gestionados,
pero, como vemos en porcentaje sobre el total, la tendencia, salvo el último semestre, ha sido
creciente, especialmente tras la pandemia de la COVID-19.
En el gráfico anterior vemos dicho comportamiento tomando como base 100$ en una inversión
realizada en 2018. Esos 100$ serían en diciembre de 203, tras cinco años, 135$ de haberse
invertido en fondos sostenibles y 125$ de haberse invertido en fondos tradicionales.
No obstante, hacer este tipo de aseveraciones con una estadística tan reciente y un agregado tan
grande como el que podemos ver en el gráfico es harto complicado y bastante arriesgado. No
obstante, parece ser que es la tendencia del mercado en cuanto a rentabilidad.
Los sectores responsables de este comportamiento diferencial en cuanto a rentabilidad han sido,
especialmente, tres: tecnología limpia, salud y energías renovables. Son los grandes valedores de
estas rentabilidades. No obstante, dentro del sector tecnológico habría mucho que decir ya que
podemos encontrarnos como, por ejemplo, Apple es tenida como una empresa sostenible que
aporta gran valor y rentabilidad y, en cambio, si rascamos un poco sobre la superficie, vemos que
se trata de greenwashing ya que, por mucho que recicle el 95% del acero, o incluso el 100%, que
usa en sus productos, o que nos “venda” productos netos en emisiones, las baterías que incorporan
sus productos se fabrican generando cantidades ingentes de polución y destruyendo recursos
valiosísimos como las tierras raras y, recordemos, las baterías que utilizan son prácticamente
imposibles de reciclar y extremadamente costosas de eliminar de manera limpia.
Para esta actividad, os pedimos un mínimo de dos aportaciones de calidad en el Debate (para
exponer vuestras reflexiones sobre los temas de debate que se colgarán en el aula o responder a la
reflexión de uno/a de los compañeros/as).
Los flujos de inversión institucional a los vehículos que utilizan los criterios ESG para la selección
de activos se frenaron en el último trimestre de 2023 como veréis en uno de los artículos que os
adjuntamos, pero en el primer trimestre de 2024 vuelven a mostrar fortaleza de entrada.
En este debate queremos que tratéis los motivos que provocaron estos potenciales cambios
de criterio de la inversión institucional y las perspectivas para el futuro.
Buenos días,
Vaya por delante que, para responder la pregunta, aparte de basarme en las diferentes fuentes
bibliográficas que nos han facilitado los profesores, aprovecho mi experiencia de casi 20 años en el
sector financiero indicando que lo siguiente es únicamente mi opinión. No soy experto en gestión de
fondos de inversión, por lo tanto, no se tratará de ningún dato objetivo, solamente de mi experiencia
y conocimiento (muy limitado) en la materia.
Dicho esto, cuando empezaba mi carrera en el sector financiero me topé con un cliente que me
explicó la diferencia entre “invertir” y “ahorrar”. Intentaba venderle un fondo de inversión en Renta
Variable y cuando le dije que era una inversión con un horizonte temporal de 5-6 años me dijo que
eso no era invertir, era ahorrar. Y, si nos paramos a pensar en las diferencias entre la inversión y el
ahorro no dejaba de tener razón.
Se define la inversión como la colocación de nuestro dinero para obtener rentabilidad y, en cambio,
el ahorro como una forma de reserva de dinero para su consumo futuro.
Con estas dos reflexiones, lo que trato de decir es que la inversión busca una rentabilidad
inmediata y sostenida en el tiempo, por lo que es un capital que está en movimiento constante
buscando la mejor oportunidad de rentabilizarse y, por lo tanto, concluyo que las salidas y entradas,
no solamente en instrumentos ESG, sino en cualquier tipo de instrumento de carácter inversor /
especulativo, jamás obedecerá a cambios de criterios ya que el criterio (incluso cuando “los criterios
de inversión” cambian) siempre es el mismo: obtener la máxima rentabilidad.
Por lo tanto, debemos entender cualquier tipo de movimiento o “cambio de criterio de la inversión
institucional” como lo que realmente es: una motivación táctica para tratar de mantener la
maximización de la rentabilidad con independencia de los criterios subyacente que hayan
provocado dicho movimiento.
Si analizamos las salidas de fondos de los arts. 8 y 9 en la Unión Europea del último trimestre de
2023 y las salidas que han tenido lugar en los Estados Unidos de este mismo tipo de fondos de
inversión de los arts. 8 y 9 ESG este primer trimestre de 2024 vemos que pueden estar
respondiendo a una misma expectativa: bajada de tipos de interés del BCE y la Fed,
respectivamente.
¿Qué significa esto? Que ante la expectativa de bajadas de tipos de interés en el último trimestre
de 2023 (al final se concretó este mes de junio de 2024) en la Unión Europea y más adelante en
Estados Unidos, los inversores han tratado de aprovechar las últimas emisiones a tipos alto de los
países que emiten deuda en euros y dólares para aprovechar la rentabilidad adicional que les daría
una eventual bajada de tipos. Es por ello por lo que en el último trimestre salieran tantos fondos de
los fondos de inversión de los arts. 8 y 9 ESG que son los menos rentables a corto y medio plazo y
que pasara lo mismo en Estados Unidos el primer trimestre de 2024.
Al no concretarse en Europa esta bajada y mantenerse una inflación elevada en el primer trimestre
de 2024, provocó que los activos se volvieran a colocar en aquellos fondos con mejores
expectativas a largo plazo como son los fondos de inversión de los arts. 8 y 9. Como podemos
comprobar, los del art. 6 han mantenido su tendencia tanto en la UE como en los USA.
Es por ello por lo que quise empezar mi intervención con la reflexión sobre la inversión, el ahorro y
el hecho de que la inversión no entiende de otro criterio que no sea la maximización de la
rentabilidad.
Como he dicho, esta es solo mi opinión y seguramente contradice a muchos economistas expertos,
cosa que no soy.
Muchas gracias.
Saludos.
En cuanto al desempeño, como he comentado, al final el inversor busca rentabilidad y cuanto más
a corto plazo la logre mejor, eso lleva, en un mercado de tipos altos, a apostar por la deuda
soberana, especialmente en momentos en los que se especula con una bajada de tipos de interés
como finales del 23-principios del 24. El hecho de que el desempeño de los fondos sostenibles
fuera algo peor que el de los fondos tradicionales, si realizamos un análisis en profundidad, es
debido, sobre todo por la parte de inversión que se ha realizado en deuda soberana más que por
otro tipo de activos.
Asimismo, las tasas de interés no han fluctuado hasta este mes de junio que el BCE redujo los tipos
un 0,25% aunque los mercados ya llevaban meses anticipando dicha rebaja y, en EEUU todavía no
se ha producido dicha rebaja.
En cuanto a la regulación, a día de hoy sigue siendo muy laxa en las definiciones y muy poco
precisa y objetiva, por lo que es complejo decir si una inversión es o no sostenible. Por ejemplo,
¿dirías que invertir en Apple es invertir en una empresa sostenible? Si analizamos a Apple per se,
podemos afirmar que es una empresa sostenible y que en 2030 prevé llegar al cero en emisiones
netas, lo cual es asombroso para un gigante como Apple, pero si rascamos un poco sobre la
superficie y conocemos en profundidad a la empresa sabremos que aquellos productos devueltos o
con algún tipo de defecto visual en sus cajas que no valgan más de 250€-300€ son tirados a la
basura directamente porque es más barato eso que embalarlos de nuevo y venderlos en perfecto
estado. Ello sin hablar de la polución que genera la extracción de tierras raras para las baterías de
sus productos que, además, no permiten su reciclaje... en cambio, tener acciones de Apple en
cartera es tener una empresa que cumple con los criterios del Art. 9 SFDR... si me permites la
broma: "no hay más preguntas señoría". :-)
Todo esto me hace no ser tan optimista como tú y como la mayoría de compañeros en cuanto a la
inversión responsable y sostenible ya que hoy en día es muy sencillo hacer greenwashing y salir
muy bien en la foto de lo sostenible y lo responsable cuando realmente no es oro todo lo que
reluce.
No obstante, como todo en la vida, mejor eso que nada... aunque todavía nos queda mucho camino
por recorrer.
Muchas gracias.
Saludos.