Hoja Sociales Cuarta Unidad

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Hoja de trabajo seño Mailyn Sociales

¿Cuáles fueron las causas y


consecuencias de la Primera Guerra
Mundial?
La Primera Guerra Mundial, también denominada la Gran Guerra, fue uno de
los conflictos más mortíferos de la historia y preparó el terreno para otra
guerra mundial solo 20 años después.
Primera Guerra Mundial: los soldados juegan a las cartas en una trinchera Las
causas de la Gran Guerra
 La expansión de la guerra
 ¿Nunca más?

La Gran Guerra, un conflicto por tierra, aire y mar, fue tan terrible que
dejó más de ocho millones de víctimas militares y 6,6 millones de
víctimas civiles. Murieron casi el 60 por ciento de las personas que
lucharon. Muchas más desaparecieron o resultaron heridas. En solo
cuatro años, entre 1914 y 1918, la Primera Guerra Mundial cambió los
conflictos bélicos modernos, convirtiéndose en uno de los más letales
en la historia mundial.
En aquel momento, la situación social y política en la que se
encontraba España llevó al rey Alfonso XIII a tomar la decisión de
quedarse al margen de la Gran Guerra. “Es una neutralidad un poco
forzosa. España no está dentro de las alianzas ni de los bloques que
llevan a desencadenar la Primera Guerra Mundial, pero indirectamente
sí forma parte de ella”, explica a National Geographic Gutmaro Gómez
Bravo, doctor en historia y profesor de la Universidad Complutense.
Durante los 100 años previos al conflicto, España había sufrido una
invasión, pronunciamientos militares, el cambio de dinastía, el
asesinato de un primer ministro y una corta República. En este
contexto, la pérdida de las últimas posesiones de ultramar en
1898, inclinó la balanza hacia la neutralidad ante la Gran Guerra. Sin
embargo, la posición de España fue también protagonista a través de
espionajes y exportación de armas.
(Relacionado: Esta organización británica ultrasecreta ha inspirado los
espías ficticios más famosos)
Las causas de la Gran Guerra
La Primera Guerra Mundial tuvo diversas causas, pero sus raíces se
encuentran en una compleja red de alianzas entre las potencias
europeas. En esencia, fue la desconfianza entre —y la militarización de
— la informal «Triple Entente» (Gran Bretaña, Francia y Rusia) y la
secreta «Triple Alianza» (Alemania, el Imperio austrohúngaro e Italia).

Los actores más poderosos, Gran Bretaña, Rusia y Alemania,


gobernaban imperios coloniales mundiales que querían expandir y
proteger. A lo largo del siglo XIX, consolidaron su poder y se
protegieron forjando alianzas con otras potencias europeas.


H I S T O R I A
Un partido, dos rivales
28 DE JULIO DE 1914: COMIENZA LA PRIMERA GUERRA
MUNDIAL

Mujeres y niños cuelgan pósteres que instan a los estadounidenses a alistarse


en el ejército.
En julio de 1914, las tensiones entre la Triple Entente (también
conocida como los Aliados) y la Triple Alianza (también denominada
Potencias Centrales) escalaron tras el asesinato del archiduque
Francisco Fernando, heredero al trono de Austria-Hungría, por parte
de un nacionalista serbio-bosnio durante su visita a Sarajevo. Austria-
Hungría culpó a Serbia por el ataque. Rusia respaldó a su aliado,
Serbia. Cuando Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia un mes
después, sus aliados intervinieron y el continente entró en guerra.
Izquierda:
Un soldado y un perro intentan encontrar
a los heridos en zonas en guerra.
FOTOGRAFÍA DE UNDERWOOD
AND UNDERWOOD, NAT GEO
IMAGE COLLECTION
Derecha:
El archiduque Francisco Fernando (1863-
1914) fue asesinado en Sarajevo por un
nacionalista serbio. El incidente provocó la
Primera Guerra Mundial.
La expansión de la guerra
A medida que se desarrollaba la
contienda otros países y potencias se
fueron sumando a uno y otro bando. El Imperio Otomano, aunque dudó
se sumó al bando de las Potencias Centrales, mientras que más
decisiva fue la entrada de Estados Unidos en la guerra.
Así, conflicto pronto se expandió al resto del mundo y afectó a las
colonias y a los países aliados de África, Asia, Oriente Medio y
Australia. En 1917, los Estados Unidos entraron en la guerra tras un
largo periodo de no intervención. Entonces, el escenario principal de la
guerra —el Frente Occidental en Luxemburgo, Países Bajos, Bélgica y
Francia— fue el emplazamiento de un bloqueo letal.

(Relacionado: Encuentran submarino alemán en la costa este de


Estados Unidos)
El coronel estadounidense Christopher Miller contempla el paisaje lleno de
baches en Fort de Vaux. Estas colinas aparentemente apacibles son testimonios
duraderos de los intensos bombardeos durante la batalla de Verdún.
A pesar del uso de avances tecnológicos como el gas tóxico o los
tanques blindados y submarinos, ambas facciones estaban atrapadas en
una guerra de trincheras que se cobró un gran número de víctimas.
Batallas como la de Verdún y la primera batalla del Somme fueron unas
de las más mortíferas en la historia del conflicto humano.
Con la ayuda de Estados Unidos, los aliados se abrieron paso con la
Ofensiva de los 100 Días, que provocó la derrota militar de Alemania.
Oficialmente, la guerra llegó a su fin a las 11:11 de la mañana del 11 de
noviembre de 1918.

(Relacionado: La mujer en la Primera Guerra Mundial ¿Un nuevo


camino hacia la igualdad?)
Para entonces, el mundo estaba en manos de una pandemia de gripe
que afectaría a un tercio de la población mundial. Se habían desatado
revoluciones en Alemania, Rusia y otros países. Gran parte de Europa
estaba en ruinas. La «neurosis de guerra» y las secuelas de la
intoxicación por gas se cobrarían miles de vidas más.

La neutralidad de España no eximió nuestro país de sufrir también las


consecuencias. "Aparentemente se vendió como un punto positivo
porque España queda fuera de un conflicto de estas dimensiones,
[pero] en realidad es una debilidad. Desde las crisis marroquíes, o
antes de la Guerra de Cuba, España pasó a ser segunda o tercera
potencia. La dimensión colonial que tiene España prácticamente queda
reducida a la Guerra de Marruecos", explica Gómez Bravo.
(Relacionado: Operación Big Bang: cuando los británicos quisieron
volar una isla)
¿Nunca más?
Aunque el mundo se comprometió a no permitir que ocurriera otra
guerra como esa, se sembraron las semillas del siguiente conflicto con
el Tratado de Versalles, que fue humillante y punitivo para los
alemanes y contribuyó a preparar el terreno para el auge del
fascismo y la Segunda Guerra Mundial. La tecnología que había
generado la guerra se emplearía en la siguiente guerra mundial solo
dos décadas después y su impacto social fue también removió
conciencias.
Aunque entonces se describió como «la guerra para poner fin a todas
las guerras», las cicatrices que dejó la Primera Guerra Mundial en el
mundo no acabaron de curar.

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