La Mujer Samaritana

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TTULO: LA MUJER SAMARITANA Texto: Juan 4:5-10: lleg a un pueblo samaritano llamado Sicar, cerca del terreno que

Jacob le haba dado a su hijo Jos.6 All estaba el pozo de Jacob. Jess, fatigado del camino, se sent junto al pozo. Era cerca del medioda.7-8 Sus discpulos haban ido al pueblo a comprar comida. En eso lleg a sacar agua una mujer de Samaria, y Jess le dijo: Dame un poco de agua. 9 Pero como los judos no usan nada en comn con los samaritanos, la mujer le respondi: Cmo se te ocurre pedirme agua, si t eres judo y yo soy samaritana? 10 Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te est pidiendo agua contest Jess , t le habras pedido a l, y l te habra dado agua que da vida. Introduccin: Esta noche estaremos tratando el relato de la mujer Samaritana. Hay varias lecciones que debemos aprender de las Palabras de nuestro SEOR, y de la reaccin de esta mujer Samaritana. Trataremos los siguientes puntos: (1) (2) (3) (4) (5) Samaria, y el culto. La mujer y el Pozo de Jacob. La Divinidad y Humanidad de JESS. El encuentro con JESS. Muchos Samaritanos creen en JESS.

1. Samaria, y el Culto. En el tiempo de JESUCRISTO, la tierra de ISRAEL estaba dividida en TRES partes: 1) Judea en el sur. 2) Samaria en el centro. 3) Galilea en el norte. a. Los SAMARITANOS eran el producto de una mezcla que haba ocurrido SIETE siglos antes de JESUCRISTO.
Cuando los Asirios se llevaron a las 10 TRIBUS del norte de Israel cautivas, dejaron unos cuantos, y les enviaron gente de diferentes tierras para poblar y trabajar la tierra. Esa gente se mezcl y produjo a los SAMARITANOS.

b.

La idolatra del Reino del Norte era grande y por esa razn Dios los envi al cautiverio.
Luego del CAUTIVERIO, mezclaron el culto con los dioses paganos que trajeron los que llegaron a poblar.

c. El VIAJE DE JUDEA A GALILEA. Los judos hacan el viaje casi siempre atravesando el JORDN y yendo por la regin de trans-Jordania, o la provincia de PEREA. El viaje era DOBLE de esa forma, pero los judos lo hacan porque no queran pasar por la tierra de los Samaritanos. 2. La mujer de Samaria. La hora del da eran como las 12 del medioda. Era HORA de calor. Casi siempre las mujeres iban a buscar agua al pozo, temprano en la maana, o tarde en el da, cuando haba mas fresco. a. El hecho de que iba a esa hora, puede ser porque no quera estar con las otras mujeres.

Tal vez las mujeres le decan algo por su condicin moral. Tal vez hablaban de ella. Tal vez le echaban miradas.

b. EL POZO DE JACOB. Ese pozo lo cav Jacob, y se lo dio a su HIJO JOS como herencia cuando estaban en EGIPTO.
Fue en esa parcela de tierra donde leemos en el libro de Gnesis, que el cuerpo de JOS fue trado de EGIPTO, y fue enterrado en esa parcela. Los SAMARITANOS estaban muy orgullosos de ese pozo, que lo consideraban herencia directa de JACOB.

3. La Divinidad y Humanidad de JESS. Debemos notar antes que nada, que nuestro SEOR JESUCRISTO es cien por ciento Dios, y cien por ciento hombre. No era una coincidencia que nuestro SEOR llegara a ese lugar y se encontrara con esa mujer Samaritana. Nuestro SEOR conoce TODAS las cosas, y conoca muy bien la vida de esta mujer, as como conoce TODAS nuestras vidas. Por eso debemos notar que el apstol Juan se encarga de recalcar ambas naturalezas de nuestro SEOR JESUCRISTO. a. Notemos el relato y la distincin de las NATURALEZAS de nuestro SEOR JESS: (Juan 4:11-27) Seor, ni siquiera tienes con qu sacar agua, y el pozo es muy hondo; de dnde, pues, vas a sacar esa agua que da vida?12 Acaso eres t superior a nuestro padre Jacob, que nos dej este pozo, del cual bebieron l, sus hijos y su ganado? 13 Todo el que beba de esta agua volver a tener sed respondi Jess,14 pero el que beba del agua que yo le dar, no volver a tener sed jams, sino que dentro de l esa agua se convertir en un manantial del que brotar vida eterna. 15 Seor, dame de esa agua para que no vuelva a tener sed ni siga viniendo aqu a sacarla. 16 Ve a llamar a tu esposo, y vuelve ac le dijo Jess. 17 No tengo esposo respondi la mujer. Bien has dicho que no tienes esposo.18 Es cierto que has tenido cinco, y el que ahora tienes no es tu esposo. En esto has dicho la verdad. 19 Seor, me doy cuenta de que t eres profeta.20 Nuestros antepasados adoraron en este monte, pero ustedes los judos dicen que el lugar donde debemos adorar est en Jerusaln. 21 Creme, mujer, que se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusaln adorarn ustedes al Padre.22 Ahora ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvacin proviene de los judos.23 Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirn culto al Padre en espritu y en verdad, porque as quiere el Padre que sean los que le adoren.24 Dios es espritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espritu y en verdad. 25 S que viene el Mesas, al que llaman el Cristo respondi la mujer. Cuando l venga nos explicar todas las cosas. 26 se soy yo, el que habla contigo le dijo Jess. Los discpulos vuelven a reunirse con Jess27 En esto llegaron sus discpulos y se sorprendieron de verlo hablando con una mujer, aunque ninguno le pregunt: Qu pretendes? o De qu hablas con ella? b. La Humanidad de JESUCRISTO se puede notar porque:
JESS se cans. JESS tuvo hambre. JESS tuvo sed.

c.

Podemos notar Su Divinidad porque:


Saba con precisin la vida de esta mujer. Solamente Dios puede saber eso. Le ofrece VIDA ETERNA a la mujer. Cuando la mujer le habla del MESAS, JESS le dice que l ES el MESAS.

(1) (Versos 25-26) S que viene el Mesas, al que llaman el Cristo respondi la mujer. Cuando l venga nos explicar todas las cosas. 26 se soy yo, el que habla contigo le dijo Jess. 4. El encuentro con JESS. JESS le pide agua a la mujer Samaritana. La mujer se ASOMBRA que l, siendo un HOMBRE, y siendo JUDO, le pida de beber. a. La mujer se da cuenta que este hombre no tiene ningn prejuicio en su vida. QUE RPIDO SE DA CUENTA QUE ES DIFERENTE!
Se da cuenta que ESTE HOMBRE no la mira con MALICIA.

b. JESS le comienza a decir que ella debera pedirle a l agua, y l le dara AGUA VIVA. El lenguaje era bien entendido. El agua viva era conocido como un manantial. Agua que corre.
Por esa razn ella le pregunta de donde, si no tiene con que sacar agua.

c. Las preguntas de nuestro SEOR JESS, le muestran a esta mujer, que JESS, no era un hombre cualquiera. Este hombre conoce la vida de ella, sin haberla visto antes en su vida. JESUCRISTO le dice a la mujer que traiga a su marido.
Uno puede imaginarse el SEMBLANTE de la mujer. Le ha tocado un punto bien DIFCIL. Cinco MARIDOS haba tenido.

(1) (2)

Debemos pausar aqu sobre lo que la LEY deca sobre el divorcio. Solamente el hombre poda DARLE CARTA DE DIVORCIO a la esposa.

(3) El hecho que la hubieran DESPEDIDO CINCO VECES, dice que ella era problemtica, o inmoral, o tal vez como es muy comn, seguramente que sala de un hombre abusivo, y se casaba con otro. (4) Pero en ese momento, estaba viviendo con un hombre sin casarse.

d. Uno puede imaginarse a esta mujer que, seguramente que vea en la mirada de nuestro Salvador, penetrante, como que poda ver su misma alma.
Asi es con todos nosotros, porque no importa en la condicin que estemos, Dios puede ver hasta lo ms secreto de nuestro interior. l conoce todos nuestros pensamientos y nuestras intenciones.

5. Muchos Samaritanos creen en JESS. La mujer deja el cntaro del agua, y se va corriendo al pueblo, a contarle a los dems su experiencia. Es as como el Evangelio ha crecido desde el principio: de boca a boca. Una mujer agradecida por haber encontrado el CRISTO al Hijo de Dios, y ahora quiere compartir con los dems para que ellos tambin reciban, y tengan un encuentro con el CRISTO. a. (Juan 4:28-42) La mujer dej su cntaro, volvi al pueblo y le deca a la gente: 29 Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. No ser ste el Cristo? 30 Salieron del pueblo y fueron a ver a Jess.31 Mientras tanto, sus discpulos le insistan: Rab, come algo. 32 Yo tengo un alimento que ustedes no conocen replic l. 33 Le habrn trado algo de comer?, comentaban entre s los discpulos. 34 Mi alimento es hacer la voluntad del que me envi y terminar su obra les dijo Jess.35 No dicen ustedes: Todava faltan cuatro meses para la cosecha ? Yo les digo: Abran los ojos y miren los campos sembrados! Ya la cosecha est madura;36 ya el segador recibe su salario y recoge el fruto para vida eterna. Ahora tanto el sembrador como el segador se alegran juntos.37 Porque como dice el refrn: Uno es el que siembra y otro el que cosecha. 38 Yo los he enviado a ustedes a cosechar lo que no les cost ningn trabajo. Otros se han fatigado trabajando, y ustedes han cosechado el fruto de ese trabajo.39 Muchos de los samaritanos que vivan en aquel pueblo creyeron en l por el testimonio que daba la mujer: Me dijo todo lo que he hecho.40 As que cuando los samaritanos fueron a su encuentro le insistieron en que se quedara con ellos. Jess permaneci all dos das,41 y muchos ms llegaron a creer por lo que l mismo deca. 42 Ya no creemos slo por lo que t dijiste le decan a la mujer; ahora lo hemos odo nosotros mismos, y sabemos que verdaderamente ste es el Salvador del mundo. b. El Texto Sagrado dice que: Muchos de los samaritanos que vivan en aquel pueblo creyeron en l por el testimonio que daba la mujer: Me dijo todo lo que he hecho. No hay nadie que conozca la vida de uno como JESUCRISTO, quien conoce nuestro pasado, nuestro presente, y nuestro futuro. Algo ms pas con esa gente: Ya no creemos slo por lo que t dijiste le decan a la mujer; ahora lo hemos odo nosotros mismos, y sabemos que verdaderamente ste es el Salvador del mundo.
Esa gente del pueblo se haban encontrado con el Salvador cara a cara. Haban experimentado como la mujer, que JESUCRISTO era y es el SALVADOR del mundo. Eso es lo que acontece cuando una persona agradecida con Dios, comparte lo que ha recibido, para que otros tambin puedan recibir el mismo don de la VIDA ETERNA.

c. Esta historia de la mujer Samaritana que, su nombre no es mencionado, pero por dos mil aos ha testificado que TODOS somos importantes delante de Dios, y TODOS, tenemos el deber de compartir las nuevas de nuestro SEOR JESS con otros, como esa mujer Samaritana hizo. d. Para concluir, haz compartido el Evangelio con otros? No hay que hacerlo en lugares extraos, como podemos ver, esta mujer lo comparti con la gente que ella conoca. Todos conocemos a alguien, y sabemos que tal vez no asistan al Templo, pero seguramente que s lo harn como ustedes, a un CULTO de Hogar como este.

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