Historia Del Bastón Blanco y Abordaje Social O. y M. 2020
Historia Del Bastón Blanco y Abordaje Social O. y M. 2020
Historia Del Bastón Blanco y Abordaje Social O. y M. 2020
Entonces tuvo la brillante idea de sustituir aquellos bastones por otros más largos y
livianos, y desarrolló la técnica de uso que hoy lleva su nombre y que les permitió a los
ciegos del mundo desplazarse en forma autónoma y segura.
Con anterioridad a este evento las personas sin vista se movilizaban con perros o
varas aunque lo que ocurría en general es que no se desplazasen sin una persona que
oficiase de lazarillo. Es por ello que el Club de Leones de Toronto, Canadá, instituye el día
15 de octubre como el día del Bastón Blanco, emblema de la posibilidad de
independencia de la persona ciega.
En nuestro país es en 1972 que se dictan los primeros cursos en Córdoba a cargo de
la American Foundation for the Blinds (Fundación Americana para Ciegos)
Desde entonces, los centros de rehabilitación y las escuelas para ciegos se encargan
de brindar las enseñanzas necesarias para el uso de los bastones blancos. Esto incluye
una explicación de las "leyes del bastón blanco" que estipulan por ejemplo que los
conductores de automóviles deben otorgar el derecho de paso a las personas con
Discapacidad Visual.
Relación y Comunicación
Actitud de Respeto
El respeto a la persona con discapacidad visual se debe reflejar entre otras cosas en:
Preguntar antes de ofrecer ayuda, el hecho de que una persona tenga una
discapacidad visual no debe llevarnos a suponer que necesita de nuestra ayuda.
No forzar a recibir una ayuda no necesaria, en muchos casos cuando una persona
solicita una ayuda puntual (cruzar una calle, el nº del colectivo que se acerca, etc.)
nos empeñamos en imponer nuestra ayuda más allá de lo que la persona necesita.
Evitar la sobreprotección. La sobreprotección viene mediatizada por la valoración que
en el ámbito subjetivo hacemos del "sufrimiento" y "necesidades" de la persona con
discapacidad visual.
No generalizar, el comportamiento de una persona con discapacidad visual no tiene
por qué ser igual al de otra. Existen muchas diferencias tanto a nivel de
funcionamiento autónomo, unos pueden no necesitar o necesitar mínimamente
nuestra ayuda y otros por el contrario la necesitan en un mayor número de
ocasiones, como de carácter ya que la discapacidad visual es sólo una característica
y las personas con discapacidad visual, al igual que la población general, puede ser
simpática, antipática, educada, divertida.
Comunicación
Hablar en un tono normal, despacio y claro. No gritar o elevar la voz, las personas
con discapacidad visual, en general, oyen perfectamente.
No sustituir el lenguaje verbal por gestos, pues estos, en muchos casos, no podrán
ser percibidos por la otra persona.
Ser específico y precisos en el mensaje, a fin de no confundir o saturar a la persona.
No utilizar palabras como "aquí", "allí", "esto", "aquello"... ya que van acompañadas
con gestos que no pueden verse por la persona. En estas situaciones es preferible
utilizar términos más orientativos como "a izquierda de la mesa", "a tu derecha",
"delante de la puerta", "detrás de ti". En ocasiones, puede ser también útil conducir la
mano de la persona hacia el objeto e indicarle de lo que se trata.
Utilizar normalmente las palabras "ver", "mirar", etc.; no considerarlas como términos
tabú pues las propias personas con discapacidad visual las utilizan normalmente en
sus conversaciones.
Evitar exclamaciones que pueden provocar ansiedad a la persona tales como "¡ay!",
"¡ay!", "cuidado", etc., cuando veamos un peligro para ella (una puerta abierta, un
obstáculo en la acera, etc.). Es preferible emplear una exclamación más informativa,
como "alto", con el fin de evitar que siga avanzando y explicarle después,
verbalmente, el peligro o ayudarle para que pueda evitarlo.
Interacción Social
Hablar dirigiendo nuestra mirada a su cara.
Dirigirse directamente a la persona con discapacidad visual para saber lo que quiere
o desea y no al acompañante.
Utilizar el nombre de la persona, si se conoce, para que tenga claro que nos
dirigimos a él.
Presentarse, identificarse con el fin de que la persona sepa con quien se encuentra,
por lo que deberemos decirles nuestro nombre e indicarles, si procede, quienes
somos o lo que hacemos. Y por supuesto, en caso de conocer a la persona no jugar
a las adivinanzas, ¿quién soy?
Para saludar, si la persona no extiende la mano, podemos tomar la suya para hacerle
saber que queremos saludarle.
Avisar a la persona cuando nos vamos o abandonamos la habitación, de lo contrario
puede dirigirse a nosotros pensamos que aún permanecemos con ella. Igualmente, si
regresamos es conveniente indicarle nuestra vuelta.
Indicarle si hay otra u otras personas presentes.
Comunicar, si es necesario, que se está haciendo o se va a hacer. "Un momento,
estoy llamando al encargado"... La vista es un sentido primordial para obtener
información. Cuando entramos en un edificio, esperamos para obtener una
información o un servicio, etc., no necesitamos en general una información verbal
para saber si se nos atiende o se nos ha visto e incluso si hay alguien a quien
dirigirnos.
Seguridad y Organización en el Entorno
Mantener un entorno ordenado. Cuando se conoce la ubicación de las cosas es más
fácil encontrarlas y disminuye el riesgo de golpes o choques fortuitos con ellas, por lo
tanto, es recomendable que todos los objetos se mantengan en el orden habitual, y,
si se altera, informar de ello.
Para prevenir, además, los golpes o accidentes con objetos que, por su localización
o situación no habitual o por ser inesperados, se convierten en obstáculos peligrosos
para la persona con discapacidad visual, es aconsejable seguir las siguientes
recomendaciones:
Puertas y ventanas: deberán estar totalmente abiertas o totalmente cerradas.
Sillas: deberán estar colocadas debajo de las mesas o bien pegadas a la pared,
nunca dispersar por la habitación.
Armarios o cajones: las puertas de los armarios deberán igualmente estar cerradas,
al igual que los cajones.
Contraste: las personas con resto visual, se pueden beneficiar, además, si al
ofrecerles las cosas o indicarles su situación, utilizamos fondos que presenten un
gran contraste con ellos.