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    ANTROPOLOGÍA FEMINISTA

    TEMA3: DE LA CULTURA A LAS CULTURAS OBSERVANDO A HOMBRES Y MUJERES EN LAS


    SOCIEDADES PRIMITIVAS.

    A principios del siglo XX el psicoanálisis irrumpe con fuerza en el pensamiento científico


    occidental introduce en él un descubrimiento: el del inconsciente como un complejo el de
    Edipo; y una nueva teoría sobre la naturaleza de la sexualidad.

    Sigmund Freud

     El orden social y simbólico es universalmente patriarcal.

     Tres cuestiones presentes en su obra relacionadas entre sí: paso de la naturaleza a la


    cultura, universalidad del orden patriarcal y naturaleza de la sexualidad, retienen la
    atención de la antropología.

    LIBERTAD SEXUAL, PATERNIDAD FISIOLÓGICA Y COMPLEJO DE EDIPO EN UNA SOCIEDAD DE


    DERECHO MATERNO. MALINOWSKI CONTRA S. FREUD

    Freud: el contenido sexual está ligado a los estadios por los que atraviesa la sexualidad que se
    inicia en la infancia y se desarrollan en la familia patriarcal al amparo de un complejo universal:
    el de Edipo. Antropólogos se preguntan si la tesis de Freud puede aplicarse al estudio de la
    sexualidad de los salvajes.

    Malinowski recurre al psicoanálisis para abordar el campo del parentesco. Su perspectiva


    parte de la idea de que lo que motiva la conducta humana no son las creencias o costumbres
    sino la psicología, motor de las conductas.

    Mead publica en 1928 Adolescencia sexo y cultura en Samoa. Ésta junto con la monografía de
    Malinowski, La vida sexual de los salvajes del nordeste de la Melanesia (1929), transformarán
    en conocimiento etnológico un mito: el de la libertad sexual de la que gozan las mujeres (y los
    hombres).

    Cott: el derecho al sexo femenino existía para ser explotado y satisfecho.

    Ellis: Los occidentales de los años 20 estaban aprendiendo a liberarse de sus tabúes sexuales, y
    estudiando de forma más científica.

    Boas: En 1920 se pregunta si el uso del método psicoanalítico puede hacer avanzar el
    conocimiento etnológico. Se interesa por el estudio del dinamismo, del cambio cultural y,
    frente al modelo con comparativo, defiende un método histórico basado en el estudio de los
    cambios dinámicos en las sociedades que pueden observarse actualmente.

    Trata de demostrar que las actividades del individuo están determinadas en gran medida por
    su entorno social, pero a la vez, sus propias actividades influyen en la sociedad en la que vive y
    pueden causar modificaciones en su forma.
    Malinowski, constata que Freud no presta atención a variables sociológicas y se inspira en la
    síntesis evolucionista. Parte de que existen rasgos comunes entre la mentalidad del hombre
    primitivo y la de los neuróticos.

    Freud afirma que el horror de los salvajes ante el incesto es de sobra conocido, y que el
    psicoanálisis ha demostrado que el primer objeto de deseo sexual de un joven es de naturaleza
    incestuosa puesto que ese objeto está representado por la madre o hermana.

    Evoca la tragedia de Sófocles Edipo Rey, el padre se había reservado el uso sexual de todas las
    mujeres y había expulsado de la Horda a sus hijos para no tener competidores. Descontentos,
    los hijos se habían unido entre sí para asesinar al padre y tras matarlo lo habían devorado.

    Sin embargo, sintiéndose culpable por el parricidio, los hijos renunciaron a poseer
    sexualmente a las mujeres de su grupo y de este pacto entre hombres habría surgido la
    prohibición del incesto, la organización social, y las principales instituciones sociales y
    religiosas.

    Foucault: “si se admite que la prohibición del insecto es el umbral de toda cultura, entonces la
    sexualidad se encuentra desde el fondo de los tiempos colocadas bajo el signo de la ley y el
    derecho”.

    Este sistema de Alianza se fundamenta sobre las relaciones sexuales socialmente permitidas o
    prohibidas, no es menos cierto que su fin último es el de reproducir el orden social,
    estipulando los diferentes tipos de matrimonio posibles, desarrollando los sist. de parentesco,
    y ordenando la transmisión de bienes materiales y simbólicos de generación en generación.

    Westermarck, profesor de Malinowski: hermanos y hermanas criados en una misma familia,


    desarrollarían una versión natural ante la posibilidad de mantener relaciones sexuales entre
    sí.

    Freud: si esa versión fuera natural, el tabú del incesto no sería necesario. Es la cultura la que lo
    instaura. “El Desarrollo de los diques sexuales como pudor, repugnancia o compasión aparecen
    en las niñas más tempranamente y encontrando una resistencia menor que en los niños.
    Asimismo es en las niñas mucho mayor la inclinación a la represión sexual. La Líbido es
    masculina pues el instinto es siempre activo”.

    Malinowski en las Trobián y Mead en Samoa, dedicaran sus esfuerzos con la intención de
    rebatir, mediante datos etnográficos, algunas tesis freudianas.

    El problema es metodológico, el estatus empírico de la formación y conflictos emocionales


    inconscientes, sobre los que se basa el complejo de Edipo, solo son visibles exteriormente
    bajo formas enmascaradas o simbólicas y de cómo pueden compararse con los hechos
    observados.

    Malinowski lo resuelve afirmando que la costumbre es el equivalente de las fuerzas


    emocionales inconscientes. El complejo de Edipo se expresa en las conductas sexuales
    permitidas o rechazadas por la costumbre.
    La observación directa participante en el ámbito de las conductas sexuales es difícil y a
    menudo imposible. Malinowski en La vida sexual de los salvajes de la Melanesia refleja en
    exclusiva el punto de vista nativo, pero el de los varones.

    En las Trobiand no existe el complejo de Edipo, sino un complejo específico, el matriarcal, en


    que el desarrollo psico-sexual de niños y niñas no sigue las etapas marcadas por Freud, se
    desconoce la paternidad fisiológica, y existe gran libertad sexual.

    El complejo de Edipo y otras manifestaciones del inconsciente pueden presentarse en una


    sociedad fundada sobre el derecho materno. El complejo matriarcal, se manifiesta entre los
    melanesios. Para Freud resulta de la acción que un cierto tipo de agrupamiento social ejerce
    sobre la mente humana.

    En el evolucionismo algunos hechos se mezclan con numerosas hipótesis. La del estadio de


    promiscuidad sexual primitiva y la del desconocimiento de la paternidad fisiológica. En las
    Trobiand es uno de los factores que ha dado lugar a diversos tipos de familia. Diversidad que
    remiten a cómo se distribuye el poder entre el padre (patriarcado) y la madre, subdivisiones
    del derecho materno, a cómo se clasifica la descendencia matrilineal o patrilineal, y a otros
    factores como el tipo de residencia postnucial.

    Para él, el complejo de Edipo solo se da en la familia occidental, fundada sobre la descendencia
    patrilineal y sobre los pilares del derecho romano y la moral cristiana. En sociedades
    matrilineales como la trobiandesa, el complejo familiar no es el de Edipo, el odio se desvía del
    padre para dirigirse hacia el tío materno, y todas las tentaciones incestuosas tienen más bien
    por objeto a la hermana y no a la madre.

    La matrilinealidad se ajusta mejor a la psicología humana, porque en este tipo de sociedades,


    como es el hermano de la madre el que ejerce la autoridad, libera al infante de intentar
    complacerla con su comportamiento. Al genitor, cuyo desconocimiento de su papel en la
    reproducción Malinowski da por empíricamente verificado, basándose en que sus hijos e hijas
    se refieren a él llamándole extranjero o forastero. Esto cambia totalmente sus derechos legales
    y su actitud hacia su mujer.

    “La cohabitación sexual no es considerada por la ley y la costumbre indígena… el marido debe
    merecer los servicios sexuales que recibe de su mujer y pagarlos”. “El único medio para el
    saldar la deuda es ser útil a los niños”.

    Para el antropólogo, en algunas sociedades de derecho materno existe un armonioso


    equilibrio entre la fuerza biológica (instintos) y las sociales (sentimientos), inexistente en las
    sociedades de derecho paterno.

    Reduce el complejo de Edipo a un problema de autoridad cuando para Freud, el motivo de la


    hostilidad del hijo hacia el Padre no es la autoridad que este ejerce sobre él, sino los celos. Más
    allá del tipo de familia, remite a deseos inconscientes, idea reprimidas del drama familiar, no a
    causa de los deseos incestuosos, sino por su represión, una red de relaciones entre varias
    posiciones, reales o no.
    Malinowski, en la vida sexual, aspira a relacionar todos los fenómenos culturales con las
    necesidades esenciales del organismo humano. Trata de mostrar que el problema sexual la
    familia y el parentesco presentan una unidad orgánica imposibles de romper.

    “La sexualidad domina casi todos los aspectos de la cultura…, es más bien una fuerza
    sociológica y cultural que una simple relación carnal entre dos individuos”. Como toda
    sociedad, la trobiandesa regula la sexualidad, insiste sobre la libertad sexual a la que a su
    parecer, disfrutan por igual hombres y mujeres de estas islas.

    Niños y niñas no están sometidos a la autoridad de los adultos. A partir de ahí, deduce su casi
    total libertad con relación a la moral de la tribu, para concluir que es la psicobiología de cada
    individuo la que determina sus distracciones sexuales. La separación entre los sexos prevalece
    también en los niños, pero no explica el porqué.

    La decencia de una libertad sexual clandestina señala, produce el mantenimiento de una


    institución de vital importancia social, económica, política y simbólica para los varones: el
    matrimonio. Un hombre solo adquiere todos los derechos y privilegios tras haberse casado. Le
    aporta ventaja económica en una sociedad regida por el derecho materno.

    La mujer, que no tiene ninguna razón económica para casarse, gana menos que el hombre en
    en comodidad y situación social, obedece principalmente a sus afectos personales y a su deseo
    de tener hijos legítimos. Una viuda que pretenda libertad sexual puede ser acusada de
    inmoralidad y que se vea obligada a ceder y a escoger a un nuevo esposo.

    Toda mujer se ve forzada a contraer matrimonio, a pesar de la poligamia de los jefes y afirmar
    que en las islas Trobiand sólo puede ser rico poseyendo a varias mujeres.

    En la sociedad trobiandesa existe adulterio, celos y divorcio, las mujeres recurren más al
    divorcio que los hombres, un hombre puede matar a su esposa adúltera aunque se contempla
    con castigos físicos cuando debe reprocharle mal carácter o pereza.

    Malinowski se empeña en producir enunciados masivos sobre la ausencia del tabú, la


    represión, restricción, a pesar de los numerosos datos de los que dispone, que tendrían que
    haberle llevado a matizar sus enunciados. No expresa atención al fuerte control social sobre la
    sexualidad de las mujeres.

    Críticas:

    Al reproducir el punto de vista nativo dominante sobre la sexualidad, desatiende el control


    social de la sexualidad de las mujeres, que interpreta como indicador de su libertad sexual. El
    que las solteras participen en expediciones desplazándose a otras aldeas en busca de
    aventuras sexuales. En cada comunidad considera a la población femenina como un vedado de
    caza, los chicos eligen, exigiendo la etiqueta “que cada invitada acepte el ofrecimiento que se
    le hace”. Al volver a su aldea tras la expedición son injuradas, golpeadas y a veces según
    dijeron informantes, realmente violadas en público por sus propios amantes.
    Las contradicciones en las que incurre Malinowski son consecuencias del sesgo androcéntrico,
    que le impide pensar el papel central que en toda sociedad juega la diferencia de sexo. Solo
    ofrece una visión parcial, fragmentaria e ideológica de la vida sexual de hombre y mujeres.

    La construcción del conocimiento científico social en general, y del antropológico en particular,


    no se resuelve denunciando los sesgos ideológicos que lo atraviesan (etnocentrismo,
    androcentrismo, heterocentrismo), ni desplazando la mirada de lo que hacen los hombres de
    una sociedad, a lo que hacen las mujeres, sino construyendo con rigor el objeto de estudio y
    evitando cualquier tipo de empirismo ingenuo.

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