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Elites de Poder y Disidencias Estratégicas. La Corte Portuguesa A Comienzos Del Siglo XVIII

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X Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia.

Escuela de Historia de la
Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional del Rosario.
Departamento de Historia de la Facultad de Ciencias de la Educación,
Universidad Nacional del Litoral, Rosario, 2005.

Elites de poder y disidencias


estratégicas. La corte
portuguesa a comienzos del
siglo XVIII.

María Luz González Mezquita.

Cita:
María Luz González Mezquita (2005). Elites de poder y disidencias
estratégicas. La corte portuguesa a comienzos del siglo XVIII. X
Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia. Escuela de Historia
de la Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional del
Rosario. Departamento de Historia de la Facultad de Ciencias de la
Educación, Universidad Nacional del Litoral, Rosario.

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Xº JORNADAS INTERESCUELAS / DEPARTAMENTOS DE HISTORIA. Rosario, 20 al 23 de
septiembre de 2005
Mesa temática: Elites, identidades y redes de relaciones en el Antiguo Régimen
Nombre: MARIA LUZ GONZALEZ MEZQUITA

Pertenencia Institucional: Pofesora Historia Universal Moderna. Universidad Nacional de


Mar del Plata
E-Mail: [email protected]

ELITES DE PODER Y DISIDENCIAS ESTRATEGICAS. LA CORTE


PORTUGUESA A COMIENZOS DEL SIGLO XVIII

Este trabajo tiene dos ámbitos cronológicos uno es el de la Guerra de Sucesión


Española, más extenso, o el de aspectos estructurales tales como la constitución del
estamento nobiliario; el otro, más estricto, relacionado con la desafección del Almirante
1
de Castilla en setiembre de 1702 y su muerte en junio de 1705.
Los integrantes del entorno francés de Felipe V y sus intentos de reformas
recibieron la acusación de ser quienes perturbaban el orden tradicional de los reinos. Esta
situación provocó la reacción de los Grandes de Castilla que eran portadores de una
vocación natural de defensa de los intereses del país y de sus leyes, al mismo tiempo que
eran quienes por mucho tiempo habían sido beneficiarios de los principales oficios de la
Corona.2
Don Juan Tomás Enríquez de Cabrera, Almirante de Catilla, se consideró ofendido
y temió por su futuro. Designado embajador ante la corte de Versalles, cambió el rumbo y
se dirigió a Portugal. Solicitó plazo para ponerse en camino y facultad de levantar fondos
para sostenerse decorosamente a expensas de sus estados los cuales empeñó juntando gran

1
La periodización de esta época de transición ha merecido revisiones recientes en las que se proponen
alternativas a la tradicional concepción secular favorecida, en el caso español por la muerte de Carlos II en
1700 y por el consiguiente cambio de dinastía. Interesantes consideraciones sobre estos problemas se
encuentran en: MOLAS, P. Prólogo a la Historia de España Menéndez Pidal. J. M. Jover Zamora (Dir.) T.
XXVIII. La Transición del siglo XVII al XVIII. Entre la decadencia y la reconstrucción. Madrid, l985, p. 12.
2
JOUANNA, A. Le devoir de révolte. La noblesse francaise et la gestation de l'État moderne (1559-1661).
París, 1989. La unión se puede considerar como un medio para defender el país del ataque de quienes
subvierten el orden tradicional. El tema ha sido considerado por la autora y nos parecen particularmente
interesantes sus conceptos.
cantidad de dinero. No podemos detenernos aquí sobre las posibles razones de esta decisión
que hemos abordado en otras ocasiones.3
Partiendo de la figura del Almirante de Castilla, nos centraremos en las
controversias y estrategias que en el plano de las acciones y los discursos enfrentan a los
actores políticos en la corte portuguesa para demostrar el carácter complejo de la guerra en
la que se superponían dos grandes discusiones –en torno a las que se relacionaban otras-
por un lado los intereses comerciales y geopolíticos de las potencias marítimas y por otro
lado la cuestión dinástica entre Austrias y Borbones con sus respectivos estilos de gobierno
que por supuesto, no excluía los intereses comerciales y estratégicos.
La reconstrucción de las actividades desarrolladas por el Almirante en territorio
portugués ha sido posible utilizando las actas enviadas por Don Franciso Pinel y Monroy,
4
gobernador y superintendente de Rentas Reales en Zamora obrantes en el AHN de Madrid,
la documentación reunida en el Archivo de Torre do Tombo en Portugal. El análisis del
proceso que se siguió al Almirante, proporciona también valiosos datos sobre su salida del
reino.5 Con estas y otras variadas fuentes documentales y con las razones aducidas por el
Almirante, es posible confrontar diferentes versiones de los hechos e intentar la
reconstrucción de las acciones y actitudes que produjeron la salida de Castilla y su posterior
establecimiento en Portugal.
La decisión que había tomado el Almirante, tenía una fuerte carga simbólica, "Este
primer rebelde, como por su alta esfera en Castilla ocasionó en todos tanto reparo, sirvió a
muchos de pésimo ejemplo, y a no pocos ignorantes que después faltaron al rey, de
irracional disputa, como si el más alto grado de nobleza tuviese autoridad de hacer lícita
una infamia, antes a proporción de sus quilates debe cuidar más de su obligación." 6

3
Hemos reflexionado sobre este tema en otras oportunidades. Vid. GONZALEZ, M. L. “El poder de las
palabras. La “guerra de pluma” a comienzos del siglo XVIII”. Buenos Aires, Fundación, V, 2002, 289-317.
ISSN 1515-1209. AHN, Consejos, Leg. 7241, 3. Zertificacion de la Secretaria de Estado por donde consta la
merced que se hizo al Almirante de la Embaxada de Franzia y su aceptazion. Joseph de la Puente a Vadillo.
4
Ibid., Don Francisco Pinel y Monroy al Exmo. Sr. Dn. Manuel Arias. Zamora, 25de setiembre de 1702, f.
12v-13v
5
AHN. Estado, Leg. 7241.
6
BACALLAR Y SANNA, V. Marqués de San Felipe. Comentarios...op. cit. p. 49
El contexto de la corte portuguesa
Si bien este no es un estudio que se ocupa de la guerra en lo que atañe a las
campañas militares y la contienda en sus aspectos bélicos, se hace necesario realizar breves
referencias a los hechos principales que constituyen el contexto7 para una mejor
comprensión del tema que nos ocupa.8
El Almirante encontró una compleja red de relaciones en la Corte lisboeta a nivel
interno y a nivel internacional. Los avances de Luis XIV sobre territorios españoles extra
peninsulares, habían ayudado al emperador en su campaña para conseguir el apoyo de las
9
potencias marítimas y el envío de una flota al Mediterráneo. Estas acciones afectaban
sobre todo a Inglaterra por sus intereses comerciales. El dominio de Cádiz y el Estrecho le
darían control sobre el comercio americano y las acciones en el Mediterráneo permitirían al
mismo tiempo conseguir objetivos de la guerra. Pero para llegar al Mediterráneo, era
necesario neutralizar a Portugal y, la mejor manera, era lograr una alianza.
El emperador había enviado como embajador ante la corte portuguesa al conde de
Waldstein para ofrecer un acercamiento que sería reforzado con una alianza matrimonial.
pero estas ofertas llegaron tarde, cuando el rey ya había firmado una alianza con Francia y
España.
Los primeros días de abril de 1702, llegaba J. Methuen enviado por los ingleses a
una misión especial en Lisboa. Convenció al rey de que la guerra era inminente y de que
uno de los primeros actos sería el envío al continente de una flota aliada. La declaración de
guerra fue inmediata, pero la flota tardó en aparecer, de modo que el rey portugués no quiso
involucrarse todavía con los aliados. Las relaciones de los enviados inglés e imperial eran
buenas al comienzo, pero pronto comenzaron las diferencias de interpretación respecto a la
metodología que debería emplearse para convencer a los portugueses. Mientras Methuen
usaba la vía de la persuasión, Waldstein pensaba que una demostración de fuerza sería más
efectiva.

7
DOMINGUEZ ORTIZ, A. Sociedad y Estado en el siglo XVIII español. Barcelona, 1976, p. 26
8
Muchas de las referencias para las relaciones entre las potencias beligerantes se han tomado de HHStA
Wien. Handschrift W-344-559/1-6. CASTELLVÍ, F de. Narraciones históricas..op.cit.
9
COMBES, F. La princesse des Ursins... op. cit. p. 8 “Avec les trésors de l’Angleterre, avec sa marine, avec
ses troupes aussi, avec l’avantage de sa situation, qui lui permettait de faire tant de mal à la France, les
Impériauzpuvaient beaucoup; sans elle, ils ne pouvaient presque rien.”
Complicando el espectro de la corte portuguesa, el Príncipe de Hesse había llegado
a Lisboa en defensa de los intereses imperiales con muchas ambiciones y en una situación
de dudosa legitimidad. No tenía papeles que lo acreditaran en la corte y su relación con
Waldstein era mala.
Los aliados tuvieron desde las primeras etapas de sus relaciones, problemas de
competencias y celos personales que redundaron en desorganización y desinteligencias
perjudiciales para la buena marcha de los asuntos de la guerra. En esta primera etapa, el
marqués de Leganés no aprobaba el papel de Hesse que siendo un extranjero ya había
ocupado el puesto de virrey en Cataluña. Tampoco estaba de acuerdo en que el Príncipe
comandara las fuerzas de desembarco ya que la nobleza castellana hubiera desaprobado
esta medida. El mismo Hesse, intentó recomponer su relación con este prominente
austracista asegurando que no tenía pretensiones de comandar las tropas. También siguió
esta vía para apagar antiguas discusiones con el Almirante. 10
El Almirante llegó a Portugal el 30 de setiembre de 1702, entró por Miranda11 y
12
pidió al gobierno ponerse bajo la protección real de Pedro II. Encarnaba la Grandeza
castellana cuyo poder había sido amenazado por el nuevo rey y reemplazaba a Hesse como
figura representativa de la España en disidencia y hasta cierto punto, como representante
del Emperador.13 Era reconocida su influencia en Castilla y sus relaciones con Andalucía -
por sus cargos y sus casamientos- y con Cataluña, donde había sido virrey.14 Su viaje se
realizaba en el momento en que los aliados a fines de agosto se retiraban después de la
toma del puerto de Santa María y el intento en Cádiz y se dirigían a destrozar la flota

10
Según correspondencia de Waldstein en HHStA Wien. FRANCIS, D. Op. cit. p.57
11
AHN. Consejos, Leg. 51213.1, 3, 15.
12
SOUSA, C. Memorias para a historia de Portugal sob o governo de Pedro II (1697-1707) BNL COD.
427, f. 54 v., PERES, D. A diplomacia portuguesa a successao de Espanha (1700-1704) Barcelona, 1937.
BRAZAO, E. A diplomacia portuguesa nos seculos XVII e XVIII. Lisboa. 1980.
13
BPRM, III/6494.
14
FRANCIS, D. Op. cit. p. 64. Una confirmación de las relaciones del Almirante con el Principado puede
verse en una pieza de su correspondencia desde Portugal. AHN. Consejos, 7241 f. 41 El Almirante al conde
de Zavella en Barcelona. Belen, marzo 31 de 1703 “esta carta solo sirbe para mi consuelo de ponerme a la
obediencia de VS ratificarle una y mill vezes mi ardiente deseo de obedezerle y servirle y la viva esperanza
con que estoy de poderlo conseguir brebemente.”
15
franco-española en Vigo el 23 de setiembre. A su llegada pues, circulaban versiones
contradictorias. Si los hechos de Cádiz provocaron en los portugueses una impresión
negativa, el éxito de Vigo parecía borrarla..
Pedro II consideró que sería más prudente que el Almirante no declarara
abiertamente los fines de su viaje. Estas contradicciones iniciales debieron producirle
16
desconcierto y decepción. Las dilaciones para recibirlo no hicieron más que acrecentar
sus dudas; las audiencias solicitadas al rey tardaron varias semanas en ser concedidas.17
La situación del Almirante en la corte de Lisboa, tenía otro condicionante que la
hacía más compleja aún: La repercusión que su actitud tuvo en Madrid y en París. El 2 de
octubre de 1702 Luis XIV le escribía a Marcin para que realizara las diligencias necesarias
para lograr la extradición del Almirante y le anunciaba que escribía a los enviados de
Francia y España en Lisboa para que se unieran con el fin de lograrlo.18

El Almirante tuvo en el Emperador un protector poderoso que le confió el


cumplimiento de importantes funciones.19 Pero era un protector lejano, las dificultades
cotidianas con los aliados en Lisboa, no las podía solucionar la corte de Viena. Por otra
parte, entre los aliados había intereses contrapuestos y el Almirante defendía los imperiales.
La presentación pública del Almirante de Castilla en Lisboa fue celebrada por los
componentes de la Gran Alianza como acontecimiento para sus integrantes que prometía
buenos sucesos y aprobaron, inicialmente, los consejos y proyectos que les ofrecía, aunque
no siguieron abiertamente el movimiento contra Felipe V tantos Grandes y caballeros
castellanos como se creía y como se pronunciaron luego en Cataluña, Valencia y Aragón.

15
DANVILA y COLLADO, M. El poder civil en España. 6 v. Madrid, 1885, p. 379.
16
BNL. COD. 749, f. 34-35 y B 12-32. Lisboa 24 de noviembre de 1702. Sua vinda a Portugal por se achar
agravado do seu rei...audiencias que teve da Corte Outubro de 1702
17
BNL. COD 11206 Manuscrito Stillos do Paço T. I anno Domini 1702. Audiencia do Almirante de Castella
f. 6. Audiencia que a Magestad de el rey Dom Pedro segumdo deu ao Almyrante de Castella nos paços da
Corte Real. BNL. COD 749. 17 nov 1702, f. 35 Audiencia do Almirante de Castela “Tuvo el Almirante
audiencia con sus altezas que el dia antes habia pedido por el secretario de Estado”.
18
RAH, Col. Salazar y Castro. K-24, f.125. FERNANDEZ DURO, C. El último... op. cit. p. 81 “Je crois que
le Roy Catholique doit le faire demander au Roy de Portugal comme un sujet rebelle dont il est tres
important d’etre assuré”
19
DANVILA y COLLADO, M. El poder civil en España...op.cit., p. 397.
Pero los portugueses no aceptaban las sugerencias del Almirante sin antes meditar y
discutir sus consecuencias. En las audiencias con Pedro II el tema es recurrente. El rey
portugués, en alguna oportunidad llegó a aconsejarle que se entregara en Madrid luego de
que se conocieran las medidas tomadas por la Junta que llevaba los asuntos referidos a su
causa “sea por que cree que este expediente es el que mas conviene al Almirante o porque
desea evitar los inconvenientes que le ocasionara que permanezca en esta corte” En
cualquier caso, el Almirante se negó al regreso e insistió en su inocencia respecto a la
cuestión de su fidelidad, pero añadiendo que tenía motivos para temer represalias de la
mala voluntad de aquellos a quienes da el nombre de sus enemigos. 20

Ingreso de Portugal en la Alianza


Los portugueses resistían su entrada en la Alianza pidiendo importantes
concesiones a cambio.21 Es evidente que las prácticas del Almirante podían estar inspiradas
por su astucia y por otra parte, que necesitaba conseguir un lugar en la corte portuguesa en
la que era resistido.22 Las promesas le permitían obtener resultados inmediatos y sus planes
necesitaban urgente ejecución; de hecho, las dilaciones terminarían llevando a los aliados a
un doble fracaso en la ocupación de Castilla.23
Finalmente, el rey decidió tratar el tema en una reunión especial debido a que había
opiniones contradictorias.24 Reunió a los embajadores de Alemania, Inglaterra y Holanda y
ellos solicitaron la presencia del Almirante de Castilla, para considerar el contenido de las
cartas de Diego de Mendoza. 25

20
AHN. Consejos, Leg. 7241, f. 169. Roville, Lisboa, 2 de enero de 1703.
21
BRAZAO, E. A diplomacia portuguesa...op. cit., p. 69. Opina que Portugal no se podía mantener neutral,
“dada a sua posiçao geografica de valor enorme, sebretudo na presente guerra, nem continuar ligado ao
bloco bourbonico, situaçao a que nos levara um oportunismo que podía ter custado caro neste momento ao
nosso país.”
22
AHN, Consejos, 7241.
23
HHStA Wien. FRANCIS, D. Op. cit. p. 73.
24
LOUVILLE, Marquis de. Mémoires secrètes...op.cit., p. 74. De hecho, sería la indefensión de los reinos
uno de los argumentos invocados por los aragoneses para su rendición a las fuerzas enemigas.
25
SANTAREM, Visconde de. Quadro elementar... op. cit. p. 146.
Contrario a la realización de una guerra, era el duque de Cadaval,26 argumentando
que el reino no tenía necesidad ni fuerzas para emprender una guerra en la que se arriesgaba
la integridad territorial. No comprendía por qué poner en peligro la seguridad portuguesa
para defender intereses que eran ajenos. Creía que fuera quien fuera el rey de España, no
entregaría una parte de su territorio a los portugueses. No pensaba que mejorara la
situación portuguesa con un rey de la Casa de Austria, teniendo en cuenta el pasado
reciente y, por otra parte, si los portugueses entraban en la alianza lo harían en desventaja
porque se consideraba que era un socio menor.27 No parecía probable ocupar las posesiones
españolas cuando las defendían los franceses y por otra parte, si el poder de España
aumentaba con una guerra favorable, los portugueses sufrirían las represalias por el odio
que les profesaban los castellanos que, en este caso, tendrían motivos y por lo tanto, no
encontraba una razón para romper la paz con sus vecinos. Las promesas de casamiento del
Archiduque no las consideraba dignas de tener en cuenta, entre otros motivos, porque él no
contaba con posesiones propias y especulaba con las que pudiera darle la guerra en la que,
por otra parte, entraba sin tropas y arriesgando la pureza de la religión al unirse a los
herejes.28
El rey portugués terminaría adhiriendo a la alianza por temor,29 más que por
convicción, en medio de opiniones contrapuestas. El 16 de mayo de 1703 se firmaban los
tratados de Methuen30 y el 8 de noviembre.31 Saboya32se unía a los aliados. El 12 de

26
CADAVAL, Duque de. Fue cabeza principal del consejo de Pedro II y luego lo sería en el de Juan V.
Siempre formó parte del grupo pacifista.
27
HUARTE y ECHENIQUE, A. “Papeles festivos del reinado de Felipe V”. Revista de Archivos, Bibliotecas
y Museos. LI, 1930, 141-157(II), 149.
28
BACALLAR Y SANNA, V. Marqués de San Felipe. Comentarios..:,op. cit., p. 53.
29
ROUSSET DE MISSY (publ.). Historie publique...op.cit., p. 59. En Sevilla se apresaron barcas
portuguesas con papeles que hablaban de la venida del Archiduque. Estos hechos aceleraron el juicio contra
Almirante y la decisión del rey Pedro de adherir a la alianza.
30
AN/TT. Caixa 30 Mss. Nº 26 f. 1-8. Pedro II Rei de Portugal. “Tratado de Aliança entre o Imperator da
Austria, a Rainha de Inglaterra, os Paises Baixos e o Rei de Portugal (1703).
31
HHStA Wien. Handschrift W-344-559/1-6. CASTELLVÍ, F de. Narraciones históricas...op. cit. f. 221
32
BNL. COD 749. Carta del rey de Francia al Duque de Saboya (1703). “El duque esta ligado con los reyes
de Francia y siendo suegro del rey de Castilla y del duque de Borgoña cavilosamente se quiso separar de la
Liga haciendo un tratado secreto con el Emperador.”
setiembre se proclamó en Viena a Carlos como rey de España33 y lo reconocieron los
ministros de las cortes europeas presentes a excepción de Suecia y el nuncio papal.34 Como
consejeros se le asignó al Príncipe Antonio de Liechtenstein y al duque de Pareti.35 El
Archiduque Carlos ratificó el tratado firmado en Lisboa y sus artículos secretos, el 13 de
setiembre de 1703.36
Con la firma de estos tratados37 se conseguía una puerta para la entrada al territorio
peninsular, con una base de operaciones en la boca del Tajo. El Almirante, como promotor
de todo, insistió en la necesidad de que el Archiduque viniera a dirigir personalmente la
campaña, para tomar contacto con sus partidarios y para que las cortes europeas pudieran
ver al pretendiente al trono español.

Estrategias que relacionan acciones y discursos


Pasados algunos meses, se conoció la sentencia dictada contra el Almirante por las
autoridades de España que se publicó el 17 de agosto de 1703 con la confiscación de sus
estados y bienes tratándolo como a reo de lesa majestad.
Portocarrero había influido dos veces en forma decisiva en la vida del Almirante y
en los destinos de España. Una, en el motín de 169938 que alejó a Don Juan Tomás del
entorno regio trono para conseguir el testamento a favor de Francia, otra la de la embajada
que lo conduciría a Portugal con el intento de anular la disposición testamentaria de Carlos
II que tuvo consecuencias más decisivas.
Conocida la finalización de su causa en Madrid y habiendo jurado fidelidad al
Archiduque, el Almirante decidió declarar los motivos de su decisión. Publicó en Lisboa

33
VOLTES, P. “Iglesia y Estado en el epílogo de la dominación española en Flandes.” Hispania Sacra. X,
19, 1957-58, 91-118.
34
RAH, Mss. 9-26-7.
35
BACALLAR Y SANNA, V. Marqués de San Felipe. Comentarios...op. cit. p. 62.
36
FERNANDEZ DURO, C. op. cit. El último...op.cit., p.88. Tratado completo en SANTAREM, Visconde de
Quadro elementar...op. cit., T XVIII, p 231
37
SOARES DA SILVA, José. Gazeta composta en forma de Carta com alguas noticias desde o ano de 1701
ate o de 1703. Lisboa, 1933. 31 dezrº de 1703.
38
Motín del pan o de los gatos en Madrid.
39
en la segunda mitad de 1703, un Manifiesto que se repartió por distintos lugares de
Europa. La primera reacción fue oficial con la Respuesta breve fácil y evidente a un papel
que se descubrió con título de Manifiesto, disculpando la resolución de D. Juan Tomás
Enríquez de Cabrera. Escribióla para desengaño A.. B. L.40 En 1704, el rey de Portugal
publicaría otro Manifiesto del Rey de Portugal a los españoles41 explicando su unión con
los aliados. Lo mismo haría el Archiduque, cuando llegó a Lisboa en 1704, con un
42
Manifiesto del Archiduque Don Carlos de Austria. También el rey Felipe V utilizó un
manifiesto con motivo de la declaración de la guerra a Portugal y los borbónicos,
respondieron las proclamas del Archiduque en los territorios que ocupó, como sucede en el
caso de la Respuesta al Monitorio del Archiduque de 1705.43 Todos los escritos recibieron
una réplica inmediata constituyendo un cruce de palabras que acompañaba el cruce de
acciones conformando un racimo de textos. Las palabras apuntan a los actores sociales y
pueden modificar sus itinerarios tanto como las armas.
El Manifiesto del Almirante es una enumeración de las vejaciones y atropellos de
que fue víctima el Almirante y cómo las soportó esperando un tratamiento acorde a sus
méritos por parte del rey.44 Se trata de un opositor que ofrece su versión de los hechos, un
registro diferente de los que pueden dar quienes impartían las órdenes y tenían la función
de castigar su disidencia, su osadía de manifestar oposición.
En relación con la propaganda que pretende para su causa, el Almirante "trabaja"
los hechos y por su voluntad se convierten en texto, sus frases ordenan el caos de los
acontecimientos en determinada dirección, con signos precisos. En la sociedad cortesana
los discursos pueden conferir a las palabras dimensiones de gestos que las acompañan. Al
escribir el Manifiesto no busca tanto convencer, como persuadir a actuar. Su función

39
Hemos utilizado la versión que creemos más próxima a la que fue dada a la imprenta en Lisboa si bien
existen otras sobre el mismo Manifiesto. Manifesto sobre as causas da jornada do Almirante a Portugal.
BNL COD 526, f. 120-142. Citado como Manifiesto del Almirante.
40
Manifiesto del Almirante, f. 144-154
41
RAH. Col. Salazar, K-24, f. 163
42
BN. Mss. 11.317-25, s/foliar
43
RAH. Col. Salazar, K-26 f. 116-123
44
BACALLAR Y SANNA, V. Marqués de San Felipe. Comentarios...op. cit. p. 57
política sobrepasa la explícita de su propósito, es necesario examinar cómo se integra a la
acción y al pensamiento de la acción que no es la misma cosa. Cuando los participantes en
acciones políticas escriben de una manera o de otra, la puesta de texto depende, en su
proyecto, de la representación que se hacen de la acción en curso, y de ellos mismos como
actores de esta acción. Pero, en el mismo tiempo, la acción se cumple. Esta realización
juega en retorno sobre la representación, la desestabiliza por la prueba de los hechos, por el
reencuentro de fuerzas que exigen una reacción. 45
Un indicio de la preocupación causada por el Manifiesto fue la necesidad que sintió
el gobierno de contestarlo con la publicación de una Respuesta breve fácil y evidente a un
papel que se descubrió con título de Manifiesto, disculpando la resolución de D. Juan
Tomás Enríquez de Cabrera. Escribióla para desengaño A. B. L. 46que tiene apariencia de
ser oficial o semi-oficial al menos y que no se ocupa tanto de defender la validez del
testamento de Carlos II como de denigrar al autor del papel que la negaba, tampoco de
justificar los actos de los ministros de Felipe V y sin embargo descarga más golpes en
quien había sido perjudicado por ellos.
Vemos como una cuestión inicialmente personal, se transforma. Las obras pueden
ser politizadas es decir, de ser influidas por las luchas que existen con relación al poder.
Pero, es difícil por los mismos motivos que esta politización general se mantenga dentro
del terreno del análisis político, del debate, de la reflexión. La astucia de los tiempos es
47
convertir en político, lo que en apariencia no lo es.
"No ay cosa facil que haser un Manifiesto, porque a nadie le faltan sutilezas para
vestir sus desaciertos ni le faltan necios para aprobarlos: que en la variedad de genios de
los hombres, algunos ha de aver que se opongan a los cuerdos sin mas motivos que la
singularidad. El Conde D. Julian sacaria su Manifiesto para disculpar la perdida de
España, y no le faltarian cortesanos que lo aprobasen. En Amiano Marcelino se ve otro
Manifiesto por Juliano Apostata.”48

45
Ibid., p. 93
46
BNL COD 526 f. 144-154., op. cit., Se cita como A.B. L.
47
JOUHAUD, CH. Mazarinades...op. cit, p. 27
48
A.B.L. f. 144
El objetivo de la Respuesta se expone con claridad en un párrafo que demuestra la
importancia de las palabras para delimitar las posiciones, al mismo tiempo que confirma el
papel asignado a los Manifiestos como vehículos para formalizar la difusión de ideas y
como medio de propaganda. “Respondese aora en pocas lineas porque no haga su malicia
triunfo del silencio; que siendo los Manifiestos piezas populares, no han de dezir los
pobres de caudal que el no responder es aprobar.” 49
Fidelidad, patria y conveniencia, son conceptos que se utilizan para cimentar los
argumentos en el discurso del autor construyendo una constelación de palabras y temas
ligados por una coherencia fundada en el sentido de la orientación ético-política-
filosófica.50.
Las redes de textos que se van formando de esta manera, no son solo una
yuxtaposición de textos sobre un tema común. Se establece un vínculo dinámico entre un
texto y otro, una manera de rebotar y cada rebote amplifica un argumento o una acusación.
No se trata de duelos sino más bien de engranajes polémicos. Un ataque suscita una
respuesta. Esta destruye los argumentos del texto precedente, pero se opera un desborde.
Es así como el engranaje comienza a moverse. Desbordar al adversario es más que
responderle. La siguiente respuesta es un nuevo desborde. De texto en texto, el movimiento
se acelera y a veces predispone a la violencia. 51
Las polémicas de la época obran como el contexto que nos permite comprender
mejor el sentido y dirección de las palabras y las acciones. A través de estos textos nos
familiarizamos con los acontecimientos, los actores y las luchas del tiempo.
El desafío consiste en reconstruir la lógica de las acciones en las que las obras han
sido producidas, ubicarlas dentro de las redes y constelaciones de textos a los que ellas
pertenecen, como exigencias ineludibles para estudiarlas. Lamentablemente no siempre es
posible. Es necesario estudiar cada texto dentro de la acción y en acción. En este caso, la
huida del Almirante fue el desencadenante. El engranaje polémico funcionó y los textos se

49
Ibid.f. 144
50
BOURDIEU, P. Campo del poder y campo intelectual. Buenos Aires, 1983, p. 107 “Este sentido reposa en
los esquemas prácticos que se imponen a toda una época y que definen las equivalencias entre campos
diferentes”
51
JOUHAUD, CH. Mazarinades...Op. cit. p. 210-17
convirtieron en un combate de hombre a hombre de autor a autor para lograr desviar los
recuerdos de los lectores y acompañar los gestos de los combates.
Durante las negociaciones que desembocaron en los tratados firmados por Methuen,
los portugueses habían insistido en la necesidad de que los aliados consiguieran traer al
Archiduque a Portugal acompañado de un ejército con suficiente fuerza como para
colocarlo en el trono español. 52
53
Si bien Inglaterra y Holanda reconocieron a Felipe V en 1701, Carlos fue
proclamado rey de España en Viena el 12 de setiembre de 1703, con el nombre de Carlos
III.54 Los aliados no estaban de acuerdo con diferir la llegada del Archiduque porque esto
frenaba las acciones en Portugal.55
Carlos llegó a Lisboa56 el 7 de marzo de 170457 en medio de arcos de triunfo y
58
aclamación general y se proclamó rey con el nombre de Carlos III. Según Coxe por
haber sido reconocido como rey de España, el primero en ir a besar su mano fue el
Almirante de Castilla. Se celebraron consejos de Estado y Guerra a los que concurrieron el

52
BNL. COD 749. Correspondencia del Almirante del año de 1703....op. cit. f. 202 El Almirante decía que la
presencia del Archiduque traería nuevas fidelidades, al mismo tiempo, él necesitaba tener un cargo que
legitimara sus negociaciones “sem o qual nao poderia tomar aquela resoluçao”.
53
VOLTES, P. La Guerra de Sucesión. Barcelona, 1990, p 52.
54
HHStA Wien. Portugal. Lusitania, 4. Rey de Portugal a Emperador contento de que Carlos hubiera sido
declarado rey de España. 30 de noviembre de 1703. BNL. COD 749. Copia del decreto de SM en Madrid a
29 de octubre de 1703
55
HHStA Wien. Spanien Varia, 46. Copia de una carta del Padre Cienfuegos al Secretario don Diego de
Mendoza corte real. Lisboa y octubre, 28 de 1703. LOUVILLE, T. II, op. cit., p. 117. “La face des choses
était bien changée en octobre 1703.L’archiduc venait, avant de quitter Vienne pour s’aller mettre à la tête de
l’expédition que les Anglais préparaient en sa faveur das les ports de Hollande, de publier une proclamation
hautaine, où il prenait le titre de roi des Espagnes”.
56
BNL. COD 1678, f. 87-107. Llegada de Carlos III a Lisboa. Carta do Conde De Eviceira D. Fr. Xavier
de Menezes para o Vic. Rey da India Caetano de Melho
57
ROUSSET DE MISSY (publ.). Historie publique...op.cit. p. 60. LOUVILLE, M. Mémoires secrètes...
TII, op. cit. p.138. “Ce fut le 13 mars (1704), que Philippe V apprit, par un courrier de M de Châteauneuf,
l’ambassadeur de France, le débarquement del’archiduc à Lisbonne”
58
COXE, W. op.cit., p. 267
rey Pedro, el Archiduque, Hesse, Lichtenstein, el Almirante59 y Diego de Mendoza ahora
en la corte portuguesa.60
Publicó el Archiduque -con el nombre de Carlos III- un Manifiesto de menor
extensión que el Manifiesto del Almirante, en el que se dirigía a todos los estamentos de la
monarquía hispánica, para hacer un alegato en defensa de sus derechos al trono "Hacemos
sauer a nuestros vasallos de todos los Reynos, Estados, Prouincias y Señoríos que
componen nuestra Monarchia de España de qual quier estado y condizion que sean que
despues de estar reconocido y tratado como Rey de todos los dominios de España por la
mayor parte de los Reyes prinzipes y soueranos de la Europa, nos hallamos en estas
fronteras de Portugal con las tropas de nuestros Aliados y con las fuerças nezesarias a
yntroduzirnos en la posesion de / dicha Monarchia que por ynfragables derechos nos
perteneze conforme a las leyes fundamentales de ella establezidas".61
Los argumentos que utiliza para demostrar su derecho a la Monarquía española
hacen referencia a las leyes de los reinos promulgadas en las Cortes de Castilla de 1615, a
62
los testamentos de Felipe III y Felipe IV, a los tratados que se firmaron con Francia en
virtud de las renuncias de las Infantas Ana y María Teresa, con exclusión de la Monarquía
española de toda sucesión y descendencia masculina como femenina de sus respectivos
matrimonios. También recurre para confirmar sus reclamos, a las cláusulas de la Paz de
63
los Pirineos y a la autoridad del papa Alejandro VII que las confirmó.

59
HHStA Wien. Spanien Diplomatische Korrespondenz, 67. Duque de Moles al Archiduque. 17 de mayo de
1704.
60
AN/TT. Maço 63 N° 33, 10 maio 1704 Chaby T.3. Passar patentes offic. Militares a diff. cabal.
Estrangeiros. FRANCIS. D. Op. cit. p. 85.

61
BN. Mss. 11.317-25 s/foliar Manifiesto del Archiduque Don Carlos de Austria.. Citado como Manifiesto
del Archiduque. Apéndice Documental. HHStA Wien. Handschrift W-344-559/1-6. CASTELLVÍ, F de.
Narraciones históricas...op. cit. f. 257.
62
HHStA Wien. Spanien Varia K. 66, f. 1-2. Sesión inaugural de las Cortes de Cataluña el 5 de diciembre de
1705. El Archiduque insiste dos años más tarde con la línea sucesoria que lo coloca en primer lugar para la
herencia legítima en el trono español
63
ALCALA-ZAMORA y QUEIPO DE LLANO, J. "Las cuatro Españas de Calderón" en: Calderón de la
Barca y la España del Barroco. Madrid, 2000, 21-34.
La teoría de Mariana, sobre el papel que corresponde a las Cortes respecto al poder
del soberano, aseguraba que la potestad del soberano era inferior a la de este organismo en
lo concerniente a los tributos y modificación de las leyes fundamentales del reino, por
ejemplo la sucesión a la Corona.
Para comprobar la formación de los racimos textuales nos ha parecido interesante
64
incluir un escrito aragonés a falta de uno similar castellano. Si bien pertenece a un
contexto diferente, es una muestra de la respuesta a los manifiestos que el Archiduque daba
a publicidad en los nuevos territorios ocupados prometiendo “no sólo la conserbacion de
sus honrras, privilegios y Prerrogatibas que dignamente havia obtenido de los Reyes
Austriacos, la posession y goce de sus estados, vienes y Haciendas”.65
66
La Respuesta al Monitorio del Archiduque propone la fidelidad de los
aragoneses a Felipe V ante el desembarco del Archiduque en Barcelona y por tanto, ante la
posibilidad de un avance de las tropas en un futuro inmediato. Sus argumentos
proporcionan una buena muestra de las justificaciones borbónicas y deben considerarse de
una particular intención, pues la cercanía de los ejércitos aliados incentiva las declaraciones
del autor en una actitud proselitista.
Antonio Caetano de Souza 67 pone en duda que la influencia del Almirante en el rey
Pedro II fuera importante, juzgando que para la perfidia del rompimiento del tratado con
Francia se bastaba el rey ya que “a larga consciencia de D. Pedro nao recuava diante
d'estas coisas”. Sin embargo, la influencia se acredita, sin margen de duda, con los
documentos insertos en el Quadro elementar68 en los que consta, que respondiendo el
emperador Leopoldo de Alemania a M. Stepney, embajador de Inglaterra en Viena,

64
BN, Mss. 668. Aunque no tiene las características de una respuesta ni su entidad podría considerarse parte
de la red de textos la Demostración que hace un español en defensa del manifiesto del Serenísimo Sr. D.
Carlos Tercero de Austria.
65
BN Mss. 10907. Edicto publicado por el Archiduque en Zaragoza y Madrid. Relacion diaria de todo lo
sucedido en Madrid...op. cit. f . 16.
66
RAH. Col. Salazar. K-26 f. 116-123. Respuesta al Monitorio del Archiduque. 1705.. Se cita como
Respuesta al Monitorio
67
SOUZA, Antonio Caetano de. Historia genealógica de la Casa Real T. VII, p. 512. Paquis y Docher
Historia d’Espagna. La Historia de Portugal segundo o plano de F. Dinis. Cit. por FERNANDEZ DURO, C.
El último...op.cit., p. 89.
68
SANTAREM, Visconde de. Quadro elementar ...op.cit., p. 217.
manifestó el 14 de enero de 1703 el deseo de que el Almirante de Castilla que se hallaba en
Lisboa fuese consultado y de que su parecer sirviese de base para las negociaciones de la
Liga con el rey Don Pedro. 69 Antes de la firma del tratado, el 2 de mayo había quedado
aceptada la declaración preliminar hecha por el Conde de Waldstein y el referido Almirante
sobre condiciones de pago de los gastos de guerra y presentaría después las razones que
aconsejaban la presencia del Archiduque en Portugal. 70
Publicó el rey de Portugal al mismo tiempo que el Archiduque una declaración71
para justificar su conducta manifestando su deseo de restablecer la libertad de la nación
española sometida por el gobierno de la casa de Francia. 72 Después de disculpar a Portugal
por unirse a la grande alianza, con el fin de conseguir la libertad de los españoles y apoyar
los derechos de Carlos III se atacaban con especial insistencia las ambiciones injustas y
desmedidas de Francia. 73
Utilizando imágenes que proceden del campo de la medicina, se aconseja a Carlos
que recurra a la fuerza para que los españoles puedan reaccionar frente al estado en que
están sumidos por los franceses con falacias y mentiras. Los aliados y el pretendiente
imperial deben proteger con las armas la justicia de su causa, dando a los españoles el
remedio que necesitan "como se hace con el frenético o letárgico a los cuales es menester
desangrarlos para su preservación y aunque este no lo atienda o aquél lo resista" puede
suceder que pierda la "libertad para discurrir y conocer su propio interés".74

69
BNL, H.G. 11820. También acepta la influencia del Almirante Schaefer, Henri. Histoire de Portugal. Paris,
1846. “L’Amirante de Castille, traité a sa patrie et a son souverain, trouve un asile a Lisbonne et dispose le
roi de Portugal a se joindre aux ennemies de l’Espagne”
70
SANTAREM, Visconde de. Quadro elementar...op. cit., T II, p. 146-56. El tratado se había firmado el 16
de mayo de 1703.
71
Manifiesto del Rey de Portugal a los españoles. RAH. Col. Salazar y Castro. K-24. También se produjo la
declaración de la guerra entre Portugal y España en el mes de abril. Se cita como Manifiesto del Rey de
Portugal. “Neste anno (1704) se publicou o manifesto do Senhor Rei D. Pedro II, para justificaçao das suas
armas, na resoluçao que tomou de ajudar a pòr sobre a Throno d’Espanha a CarlosIII e a livrar a Nacçào
espanhola do jugo frances a que está sujeita.” SANTAREM, Visconde de. Quadro elementar...op. cit., p.
153.
72
BN/TT, Relaçoes de Don Luis da Cunha...op. cit., 3 mayo 1704
73
COXE, W. op. cit. p. 218.
74
Ibid., f. 167.
Los autores de estos escritos, son hombres al servicio de una causa –el austracismo-
y sus opiniones, sus teorías, su ideología, constituyen el punto inevitable de referencia a
partir del cual se debe hacer un análisis y el nexo que los relaciona en una red de conceptos
comunes que actúan en distintas direcciones en función del contexto. Tenemos muchas
preguntas para formular, pero los textos responden sólo algunas. A partir de ellos debemos
hacer nuestro trabajo como un paso previo para comprenderlos en su especificidad
histórica.
El 30 de abril de 1704 Felipe V publicó en Plasencia la declaración de guerra a
Portugal por haber abrazado la causa del Archiduque.75 Los principales argumentos
enunciados por el Rey sirven para exponer su posición ya que siendo la guerra la última
justicia de los soberanos y siendo la peor de las calamidades, es necesario que todo el
mundo conozca los motivos que lo obligaron a adoptarla. Nadie de buena fe podría poner
en duda sus derechos a la Corona española adquirido por su nacimiento y por la voluntad de
Carlos II. Por otra parte, fue aceptado por todos los soberanos y el mismo rey de Portugal
celebró con él y
Por todos los motivos enunciados, Felipe V declara que debe ponerse al frente de su
ejército en defensa de la fe, de la corona, y de la honra de la patria, declarando enemigos al
rey de Portugal, al Archiduque y a todos sus aliados.76

El entorno del Archiduque en la corte portuguesa: análisis y desencuentros


El principal consejero de Carlos era el Príncipe Antón Florián de Lichtenstein.77 El
afecto que el Archiduque le profesaba impedía que lo hubiera alejado de su lado aunque sus
opiniones ya tenían poco peso en sus decisiones. A pesar de esta disminución de su
influencia, si tenemos en cuenta los rasgos de una sociedad cortesana tal como la delineó N.
Elías,78 no se debe infravalorar la importancia de la cercanía al príncipe como quedaría
demostrado en el momento decisivo para inclinar las opiniones a favor de la ocupación de

75
HHStA Wien, W493 Publicacion de guerra del rey Phelipe contra Portugal. 30 de abril de 1704
76
SANTAREM, Visconde de . Quadro elementar...op. cit., p. 158.
77
Había sido su tutor y en su personalidad alternaba las actitudes arrogantes con las pusilánimes, irresolutas y
obstinadas.
78
ELIAS, N. La sociedad...op. cit.
Barcelona, contra el parecer del Almirante que defendía la opción de entrar por territorios
andaluces.
Desde la llegada del Archiduque a Portugal, Lichtenstein se sintió celoso del
Almirante porque el rey de Portugal le había asignado “apartamento en el mismo Palacio
muy contiguo al del rey Carlos, los dos reyes le distinguieron entre todos por la sangre
real que incluia en sus venas porque hazia una de las primeras representaciones en
España, por el inalterable zelo a las ventajas del rey Carlos, por lo distinguido de sus altos
talentos y porque asi lo habia prevenido el emperador Leopoldo al rey Carlos. El principe
79
Antonio se unio con el Principe Jorge de Darmstadt...” Lichtenstein hizo patentes
desaires al Almirante que esperaba obtener del Archiduque el puesto de caballerizo mayor,
el mismo que había tenido en el reinado de Carlos II. Sin embargo, la primera vez que salió
Carlos en público, al entrar el Príncipe en la carroza se puso a la derecha, dejando la
izquierda al Almirante; esto desagradó a los españoles y portugueses y, por supuesto, al
Almirante.80
Los aliados que actuaban en Portugal formaban un conjunto heterogéneo en el que
las competencias y enemistades eran moneda corriente. La misma situación se reproducía
por una cuestión de precedencias en el nivel de los mandos. Las campañas en la frontera
española en los primeros meses de 1704 se limitaron a acciones defensivas frente al ejército
triunfante enemigo que inesperadamente se retiró, dejando abierta la esperanza de una
posible ofensiva aliada hacia Madrid que no pudo realizarse por dificultades de
abastecimiento, desconocimiento del terreno por parte de los generales extranjeros y errores
estratégicos que fueron su consecuencia.81
El rey portugués deslindó responsabilidades y dejó que opinara el Archiduque, pues
consideraba que su llegada a Portugal tenía como objeto entrar en Madrid o volverse a

79
Ibid., f. 230
80
Ibid., f. 526. Relación del proceder del Almirante de Castilla su paso a Portugal y diferentes
particularidades hasta su muerte. “Llegó el Rey Carlos a Lisboa en Marzo de 1704 ya aclamado rey de
España en Viena.."
81
Ibid., p. 97 Como muestra de la dificultad para compatibilizar las diferencias entre las tropas de distintas
nacionales bastaría tomar los comentarios despreciativos de Fagel quien consideraba a los portugueses como
gente querían subir una torre sin escaleras o alcanzar la luna con sus cortos brazos.
Austria. La idea era amenazante y no escapaba al ámbito de la comedia: “Bolved a tomar
las Naves,/ salid luego de mi Estado”82
La enfermedad de Pedro fue un obstáculo para los aliados pues el rey era el más
agudo y sutil de los participantes. 83 Cadaval y Alegrete84 por su parte tenían experiencia en
operaciones militares pero no estaban actualizados. Los otros integrantes de la corte
cumplían funciones administrativas y no siempre en forma eficiente, de manera que no se
puede considerar que Pedro tuviera buenos servidores en el gobierno y sus esfuerzos no
tenían los resultados esperados.85 El duque de Cadaval encabezaba el reducido grupo de
nobles que dominaba la corte portuguesa en función de su riqueza y redes de relaciones.
Tenía una visión cínica sobre las potencialidades portuguesas en la guerra y sobre la
conducta de los aliados con ella. Si bien no esperaba nada de la guerra, no estaba en contra
de una campaña contra España a modo de política revisionista.86 No era partidario de una
guerra activa contra Francia pero por sus intereses comerciales tampoco se oponía a los
tratados propuestos por Methuen.
En la correspondencia de Darmstadt a Lichtenstein se revelan algunos rasgos de las
desinteligencias entre los aliados. En este caso el Príncipe culpa a Methuen y al Almirante
por los problemas que padece, tales como falta de tropas y malas comunicaciones. 87
Como buen ejemplo de estas discusiones debe considerarse el Consejo de Guerra
de Santarem para acordar el plan de campaña. Estuvieron presentes el Almirante, el rey y
la reina de Portugal, el Archiduque, el príncipe del Brasil, los de Darmstadt y de
Leichtestein, el Almirante de Castilla, el Conde de la Corzana y los Almirantes de las

82
Comedia famosa del recibimiento...op. cit. f. 2
83
BNL H.G. 11820. Schaefer, Henri. Histoire de Portugal. Paris, 1846. “Le prince du Brésil, régent du
royaume pendant la maladie du roi son père. Accabe de mepris l’Amirante et ses partisans, et refuse de
prendre leurs avis. Il seconde les desseins des Allemands et des Anglais, et leur donne des des troupes pur
ravager l’Extremadure espagnole, dont ils conquirent les principales places. Mort de Pierre II, le 8 decembre
(1706)a l’âge de 58 ans".
84
Marqués de Alegrete. Fernando Teles da Silva.
85
Ibid. p. 102.
86
BNL . COD 749, f. 32-33(T. A.) Parecer do Duque Cadaval sobre la Liga con las Potencias coligadas.
87
FRANCIS, D. op. cit. p. 122. Para no complicar las relaciones en la corte portuguesa, hasta ahora el
Príncipe había callado y apoyado al Almirante por considerarlo el consejero más edad.
escuadras inglesa y holandesa. En el Quadro elementar 88 se lee que “Foram diversos os
pareceres no Conselho”.
Darmstadt propuso la invasión por Cataluña, fundando el éxito en las relaciones que
tenía en el principado y en las noticias del estado de excitación en que estaba remitidas por
el Conde de Cifuentes. El Almirante de Castilla sostuvo ser preferible la entrada por
Andalucía, donde también él tenía influencia.89 y no pocos amigos igual que en Cataluña.90
Expuso el Almirante entre otras razones, que nunca seguiría Castilla a rey que
entrara por Aragón, mientras que rendidas “las Castillas”, obedecerían los demás reinos. En
ese argumento pueden encontrarse elementos para definir un proyecto del centro sobre la
periferia con no pocas implicaciones. Continua diciendo que no se debía confiar en los
catalanes, gente voluble, traidora y tan amante de sí misma, que por su conveniencia
cambiarían de partido. "Si el Rey llegaba a Madrid por el Betis, el Duero y el Tajo
afirmaría su trono; pero si venía por el Segre y el Ebro, no podría permanecer en él".91
El rey portugués y la mayoría de sus consejeros apoyaron al Almirante y lo mismo
habría hecho Carlos de no mediar la opinión contraria del príncipe de Hesse-Darmstadt y
el de Liechtenstein. Nada se decidió en este momento, pero en una reunión posterior se
optó por ir a Barcelona sin abandonar el frente de Extremadura. 92
Los acontecimientos se complicaban en España luego de la defección del duque de
Saboya, (fines de 1703) y las conspiraciones de Cifuentes y Leganés (entre 1704-1705),
esto alentaba a los austracistas y precipitaba las decisiones en Portugal donde se reforzó su
posición con la caída del duque de Cadaval a quien se descubrió correspondencia secreta
con Francia. Al mismo tiempo las discusiones entre el príncipe de Darmstadt y el
Almirante que pudieron ser tan negativas para los intereses aliados, desaparecieron con su
muerte. Estando en la frontera por Estremoz para ordenar algunas disposiciones sobre las

88
SANTAREM, Visconde de. Quadro elementar...op. cit., p. 248.
89
Ministerio de la Guerra de Francia, V. 1.604, piece 63. FERNANDEZ DURO. C. El ultimo... op. cit. p. 91.
90
AHN. Consejos, 7241.f. 41.
91
Ibid., p. 96.
92
HHStA Wien. Handschrift W-344-559/1-6. CASTELLVÍ, F de. Narraciones históricas ...op. cit f. 287.
Como argumentos contra la posición del Almirante los aliados suponían entre otros, que la antipatía
castellana por los portugueses haría difícil la aceptación de un rey que los últimos entronizaran en España.
tropas en la frontera, falleció en forma imprevista el 29 de junio de 1705 antes de cumplir
los cincuenta y nueve años de edad. 93
El Almirante no había sido plenamente aceptado por los nobles portugueses. Los
mecanismos de la exclusión analizados a escala microscópica muestran que este fenómeno
que ha sido estudiado con relación a las diferencias de raza o de clase puede tener otras
explicaciones basadas en las relaciones de poder en las que un grupo dominante reproduce
su dominación excluyendo a los “outsiders” de los lugares de decisión, de poder. En el
caso que analizamos, el Almirante es considerado un “outsider” que llega a un grupo
constituido cuya función principal es reafirmar la imagen que tiene de sí mismo y la imagen
negativa que tiene de los recién llegados. 94 Tampoco había recibido el reconocimiento que
esperaba del Archiduque y sus acompañantes.
Algunas reflexiones a modo de conclusión
A comienzos del siglo XVIII, los aliados que actuaban en Portugal -en el marco de
la Guerra de Sucesión Española- formaban un conjunto heterogéneo en el que las
competencias y enemistades eran frecuentes. Esta situación se reproducía por una cuestión
de precedencias en el nivel de los mandos. Estos actores nos dejaron sus testimonios para
que volvamos a leerlos una y otra vez intentando descubrir los secretos que encierran.
En la corte portuguesa había opiniones dispares con respecto a la política a seguir
debido a que los integrantes de la Alianza sostenían intereses particulares. La cuestión de
las relaciones entre el rey y su Corte, tanto como la diferenciación de las distintas posturas,
producían desinteligencias entre la Monarquía, las corporaciones y los individuos que se
ponían de manifiesto en acciones, instituciones y discursos. Intentamos profundizar el
análisis de las interacciones entre los integrantes de las elites que se desempeñan, sobre
todo, en relación con la sociedad cortesana, para obtener las claves que permitan la
comprensión de ese fenómeno a la vez visible e invisible, diverso y único de las
interacciones multiinfluenciadas de poder.

93
MAURA, Duque de. Vida... T II, p. 438
94
ELIAS, N. y SCOTSON, J. Logiques de l’exclusion. Paris, 1997.

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