CTI - Hurtado y Zubeldía
CTI - Hurtado y Zubeldía
CTI - Hurtado y Zubeldía
Vicerrector
Lic. Facundo Nejamkis
SECRETARÍAS
Secretaría Académica
Andrés Gilio
Secretaría General
Stella Salamone
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teaba una lucha interna justamente en la nuestra, modelo de izquierdismo Políticas de ciencia, tecnología y desarrollo, ciclos neoli-
y combatividad a los ojos del público (cosa no despreciable). Los pocos berales y procesos de desaprendizaje en América Latina1
cientificistas del país – el CNICT para las ciencias naturales y el Instituto
Di Tella para las sociales- no eran atacados ni mencionados. Todas estas Diego Hurtado2/Lautaro Zubeldía3
circunstancias retrasaron tanto el análisis a fondo del problema, que junio
del 66 sorprendió a la Facultad sin comprender todavía qué era el cienti- Resumen
ficismo.
Esta descripción somera y superficial de lo ocurrido, explica sin em- A finales de los años sesenta surge en América Latina el “pensamiento
bargo por qué no hubo fuerza ni convicción política para proponer una latinoamericano en ciencia, tecnología y desarrollo”. Esta agenda es clau-
ciencia rebelde. La incluyo porque además de su limitado interés local y surada por la llegada del proyecto de globalización neoliberal a la región
anecdótico, refleja un conflicto que he visto reproducirse en otras univer- y el inicio de procesos de desindustrialización, financierización y endeu-
sidades latinoamericanas. La pérdida de la ilusión desarrollista-cientificista damiento. Analizamos la operación ideológica neoliberal que difundió un
permite ahora que los más politizados se planteen el problema general de nuevo paradigma político-epistemológico, que estuvo basado en: (i) la pri-
la misión de la ciencia en esta sociedad y lleguen a la conclusión de que ella vatización y mercantilización del conocimiento; (ii) la deshistorización y
consiste en participar directamente en el proceso de reemplazarla por otra homogeneización de las periferias como estrategia para la producción de
mejor y en la definición e implementación de ésta. diagnósticos y soluciones genéricas (o “recetas”); y (iii) la difusión de ca-
Está, pues, empezando a resolverse el problema de la falta de convic- tegorías ajenas a los procesos de desarrollo socioeconómico de los países
ción. En cuanto a la falta de fuerza política, el problema se ha fundido con de la región. Estas transformaciones impactaron en la forma de procesos
la cuestión general de si se va a triunfar o no en el intento de cambiar la de desaprendizaje en las universidades y las instituciones públicas de I+D,
sociedad. Es evidente que al declararse en contra del sistema social vigente que fueron campo de batalla en esta disputa.
se aceptan todos los ‘inconvenientes’ de los grupos rebeldes, en todos los
países y todas las épocas. Introducción
Que esto sea o no en vano depende sin duda en primer lugar de que
ese cambio tenga una base material que lo haga posible. Pero pasar de la A finales de los años 60 gana visibilidad en América Latina un conjunto
posibilidad al hecho requiere varias condiciones de coyuntura. Tal vez el heterogéneo de intelectuales, académicos y tecnólogos que retrospecti-
planteo de una ciencia rebelde contribuya a crearla. vamente es estudiado como “escuela”, “corriente” o “movimiento” de
producción de conocimiento alrededor de la problemática “cienciatecno-
Bibliografía: logía-desarrollo-dependencia”. Amílcar Herrera (Argentina), Helio Jagua-
ribe (Brasil), Osvaldo Sunkel (Chile), Miguel Wionczek (México), Máximo
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Biblioteca Nacional, 2015, p. 43. na y el Caribe. vol. 5 p. 7 - 7. Disponible en: http://publicaciones.udual.org/doss75-1.html
2 Doctor en Física por la Universidad de Buenos Aires. Es profesor titular y director del Centro de Estudios
Sábato, Jorge (2004); “Ensayos en campera”, Quilmes; Editorial UNQ. de Historia de la Ciencia y la Técnica en la Universidad Nacional de San Martín. Investiga sobre historia política
Thomas, Hernán (2010). «Los estudios sociales de la tecnología en Amé- e institucional de la ciencia y la tecnología en Argentina y sobre políticas tecnológicas en países de la semiperi-
rica Latina». Íconos - Revista de Ciencias Sociales, http//doi:10.17141/ feria. [email protected].
3 Doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad de Buenos Aires. Es Becario Posdoctoral del Centro de Es-
iconos.37.2010.417 tudios de Historia de la Ciencia y la Técnica en la Universidad Nacional de San Martín. Investiga sobre historia
política e institucional de la ciencia y la tecnología en el sector farmacéutico en Argentina, analizando procesos
de desarrollo en el ámbito público y privado. [email protected]
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llamamos “Pensamiento Latinoamericano en Ciencia, Tecnología y Desa- que algunos autores del PLACTED asimilaron al concepto más amplio
rrollo” (PLACTED), logró construir y consensuar una agenda común de de “dependencia cultural”; reconocimiento y análisis de las numerosas va-
discusión que hizo posible codificar experiencias y aprendizajes sectoria- riables y actores involucrados en el diseño de políticas y en la gestión del
les, interpretar trayectorias y roles institucionales –las universidades ocu- cambio tecnológico; etc. Con este diagnóstico, se despliega y complejiza
paron un lugar central– y diseñar diagnósticos y prospectivas necesarios una agenda de problemáticas hasta entonces ausentes: acceso a distintas
para la concepción de políticas públicas de ciencia, tecnología y desarrollo formas de know-how y gestión de la transferencia de conocimiento; im-
específicas para los países de la región. portación, adaptación o comercialización de tecnología; marcos regulato-
Mientras que en las economías centrales sus sectores productivos coe- rios, patentes y corporaciones trasnacionales; evaluación de proyectos de
volucionan con sus sistemas de ciencia y tecnología (CyT), en países no inversión en CyT; cómo promover la creación de “empresas y fábricas de
centrales que presentan ciertas capacidades industriales y tecnológicas, tecnología”; culturas científicas y empresariales y “estilos” de desarrollo;
como algunos países de América Latina, los procesos de desarrollo de- dependencia versus autonomía tecnológica; etc.4
pendiente (Evans, 1979) explican en buena medida la inestabilidad política
e institucional que “desconecta” las actividades de CyT de las realidades Privatización del conocimiento y
socioeconómicas locales. Enfocado en la segunda etapa del ciclo de indus- nuevos marcos regulatorios globales
trialización sustitutiva argentino de los años sesenta y setenta, O’Donnell
(2009 [1982]: 117) caracteriza la economía argentina como “capitalismo Esta dinámica de debate, aprendizaje y producción de conocimiento sobre
extensamente industrializado, dependiente, desequilibrado y profunda- políticas científicas y tecnológicas, va a ser clausurada con la llegada del
mente penetrado por el capital transnacional”. Al ocupar los sectores más proyecto de globalización neoliberal (McMichael, 2008) a América Lati-
dinámicos, las empresas trasnacionales trajeron la maquinaria, el equipa- na –en algunos casos a través de dictaduras– y del inicio de procesos de
miento y la tecnología necesaria de sus casas matrices, relegando a un lugar desindustrialización y financierización de las economías nacionales junto
subsidiario a la industria de capitales nacionales y dejando sin demanda a con el ciclo de endeudamiento. Este proyecto fue acompañado por una
las actividades de investigación y desarrollo (I+D) locales. Así, mientras operación ideológica y discursiva que apuntó a la erosión y el despresti-
que el ingeniero argentino Alberto Aráoz explicaba que “menos del 6% gio de las ideas, enfoques y componentes ideológicos que estaban en el
del total de proyectos” de CyT se enfocaban en “objetivos industriales” núcleo de la perspectiva PLACTED. En su lugar, se comenzó a difundir
y explicaba que “Si bien es cierto que las industrias dinámicas trabajan un nuevo programa o paradigma políticoepistemológico basado en: (i) la
continuamente con tecnología importada, no deja de llamar la atención el privatización y mercantilización del conocimiento; (ii) la deshistorización
magro apoyo del sistema científico” (Aráoz, 1973: 51, 55), el físico brasile- y homogeneización de las periferias como estrategia analítica que se pro-
ño José Leite Lopes sostenía que “Si se llegara a cerrar una de las grandes puso la producción de diagnósticos genéricos y, por lo tanto, de soluciones
universidades de un país de América Latina, el sistema económico de ese o “recetas” genéricas; y, como corolario, (iii) la difusión de categorías teó-
país no sufriría ninguna alteración” (citado en Sunkel, 1970: 83). rico-políticas ajenas a los rasgos específicos de los procesos de desarrollo
Desde la perspectiva del PLACTED, a comienzos de los años setenta, socioeconómico de los países de la región.
entre los rasgos más relevantes que obstaculizan el dinamismo de los pro- Estos cambios se insertan en un ciclo de transformaciones globales en
cesos de industrialización y cambio tecnológico se cuentan: la ausencia o la dirección de lo que algunos autores caracterizaron como “privatización
insuficiencia de capacidades a nivel del Estado para el diseño de políticas del conocimiento” (Krimsky, 1991). Entre las iniciativas más relevantes
de CyT de escala nacional y para su coordinación con otras políticas sec- que se impulsan en E.E.U.U., en 1980, se aprueban dos instrumentos que
toriales y, como corolario, de estrategias de articulación Estado-empresas se proponen facilitar la vinculación academia-industria: la Ley de Transfe-
nacionales; la dependencia de las agendas locales de investigación de un rencia de Tecnología de Stevenson-Wydler, para incentivar la vinculación
supuesto internacionalismo que, al promover ciencia con estándares inter- de los laboratorios públicos con universidades y empresas y la Enmienda
nacionales, termina adoptando las agendas de los países centrales, rasgo
4 Una compilación de trabajos y autores representativos del PLACTED, puede verse en Sábato (2011 [1974]).
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Bayh-Dole a las leyes de patentes, que allanaba el camino para que uni- como explica Muñoz Tellez (2009: 4-5), mientras que los países centrales
versidades y centros de investigación pudieran percibir derechos de pro- “tardaron más de dos siglos en diseñar, experimentar e instaurar progre-
piedad intelectual por trabajos realizados con fondos públicos. En 1984, sivamente sistemas nacionales de propiedad intelectual”, los países de la
el Congreso de E.E.U.U. modificó el Acta de Comercio para que los de- periferia “absorbieron sistemas de propiedad intelectual impuestos por el
rechos de propiedad intelectual de sus empresas fueran reconocidos en imperio colonial”. La monopolización de los derechos de propiedad inte-
todo el mundo. Esta ley sostenía que el gobierno norteamericano podía lectual fue considerada un recurso adicional para obstaculizar procesos de
tomar medidas económicas y diplomáticas especiales contra los países que desarrollo y de acortamiento de la brecha basados en senderos imitativos
violaran las patentes. También se crearon programas como el Small Bu- de industrialización (Correa, 2000, p. 4).
siness Innovation Research (SBIR), Small Business Technology Transfer Estas transformaciones tuvieron su contraparte en la cultura académica
(STTR), Manufacturing Extension Partnership (MEP), o Advanced Te- de las periferias en la forma de iniciativas de adecuación de las metas y fun-
chnology Programme (ATP). Estas transformaciones continuaron hasta ciones de las universidades al contexto general de mercantilización de la
1992 (Block, 2008, pp. 11-14). educación y el conocimiento. Nociones como “Universidad de Servicios”
Es crucial comprender que, por un lado, mientras que en este contexto o el mandato de la vinculación “Universidad-Empresa” en contextos de
las grandes empresas norteamericanas dependen de los subsidios del go- desindustrialización de las economías nacionales aparecen como los nue-
bierno de E.E.U.U., de un entorno regulatorio favorable de apoyo a sus vos mantras que van a guiar la imposición de “las nuevas reglas del juego
actividades de I+D, de protección de la propiedad intelectual y respaldo de la comercialización en la academia” (Naidorf, 2009: 25-28).
a sus proyectos de expansión de sus mercados5, por otro lado, todas estas
transformaciones son invisibilizadas por un discurso de fundamentalismo Las distorsiones del neoliberalismo semiperiférico
de libre mercado, que supone que el Estado de las economías centrales no Funcional a los objetivos de las economías centrales, nos interesa enmar-
interviene. Con referencia a E.E.U.U., Etzkowitz et al. (2008: 685) expli- car las transformaciones de la cultura académica que se propusieron pro-
can que en este escenario dominan “políticas industriales de facto” y, en mover en Argentina las políticas económicas de los gobiernos de Menen
la misma dirección, Block (2008) habla de “estado desarrollista oculto”. (1989-1999) y De la Rúa (1999-2001), a partir de rasgos distintivos especí-
A inicios de los años noventa, los organismos de gobernanza global ficos de la semiperiferia, como la desindustrialización, la privatización de
pusieron en cuestión “la asistencia gubernamental a las industrias econó- organismos y empresas estatales, la extranjerización de la economía y la
micamente estratégicas” como “un importante punto de discordia en la subordinación geopolítica y geoeconómica al neoliberalismo. Un corolario
arena política internacional” (Michalski 1991: 7, 8). A grandes rasgos, los central de este último rasgo fue el desmantelamiento de sectores tecnoló-
debates sobre esta cuestión se estabilizaron a partir de un acuerdo tácito gicos estratégicos6.
que se podría parafrasear con la siguiente fórmula: mientras que en los Encuadrado en este proyecto político, que vamos a caracterizar como
países centrales los sectores estratégicos van a continuar siendo objeto de neoliberalismo semiperiférico7, el problema de la pérdida del rumbo que
apoyo activo del Estado –de forma manifiesta u oculta–, en las periferias se plantea a las actividades de producción de conocimiento en las uni-
se comienza a ejercer una fuerte presión para promover su desregulación. versidades se puede entender como corolario de una consecuencia más
En paralelo, los países de la región fueron también presionados para in-
tegrarse al proceso de internacionalización de la propiedad intelectual a 6 Sobre las políticas económicas de este período, en relación con los procesos de privatización, desindustriali-
través de la reforma de sus legislaciones, incluyendo una ampliación de la zación selectiva y extranjerización de la economía argentina, pueden verse: Basualdo (2017); Gaggero (2016).
7 Asumimos que el sistema mundial puede analizarse en tres zonas –centro, periferia y semiperiferia–, que esta
protección a nuevos sectores, como los productos farmacéuticos y el sof- división ha sido estable durante un período sustancial de tiempo y que la semiperiferia no es un estado transi-
tware (Nguyen 2010: 244-255; Michalopoulos 2014: Ch. 7). Ahora bien, cional en el camino al desarrollo, sino una posición permanente en la estructura de la economía mundial (Ba-
bones, 2005: 53). Uno de sus rasgos distintivos ha sido el desarrollo dependiente y, desde los años ochenta, la
5 En este punto, puede ser interesante comprender la importancia estratégica de la legislación conocida como creciente dependencia del capital financiero (Evans 1979; 1985: 192-194). La evolución de las condicionalidades
impuestas por el Consenso de Washington ha puesto limitaciones adicionales a las economías semiperiféricas
“Buy American” como herramienta que alcanza al comercio exterior. Ver: Weiss y Thurbon (2006).
en relación al acceso al conocimiento (Chang 2008: 76-77). Sobre el concepto de semiperiferia, ver también:
Arrighi y Drangel (1986); Martin (1990); Chase-Dunn (1998: 210-214); Clark (2010).
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general: a pesar de una retórica a favor del conocimiento útil que valora la aunque continúan jugando un rol central en las economías centrales. Entre
prestación de servicios, la comercialización, o el vínculo con el “mundo los objetivos de esta operación, se busca la “desjerarquización” del mundo
de los negocios”, en contexto de neoliberalismo semiperiférico el des- académico (Rubinich, 2001: 63-64).
mantelamiento de los sectores estratégicos –como parte de una política De esta forma, se comienzan a trasplantar consignas, que en las econo-
exterior de alineamiento incondicional con EE.UU.–, así como la clausura mías centrales eran el producto del acompañamiento de marcos regulato-
de iniciativas de desarrollo social –como consecuencia de las pautas de rios e incentivos estatales, a un escenario darwiniano, donde no existe un
ajuste estructural y reducción del gasto público– eliminan la demanda de sector empresarial emprendedor8, ni programas públicos que promuevan
conocimiento por parte de Estado; en paralelo, la extranjerización de la marcos regulatorios adecuados al contexto o incentivos orientadores. Para
economía y la desindustrialización clausuran las condiciones de posibi- dar brillo teórico, se acompaña el proceso con el trasplante de nociones,
lidad para la tan promocionada “vinculación Universidad-Empresa” que como “sistema nacional de innovación”, para aplicarlas a una realidad
abra canales para la transferencia de conocimiento. En la medida en que donde no hay ni sistema ni innovación, y se pone de moda la unidad ana-
se profundiza la aplicación de las recetas de organismos de crédito y los lítica “América Latina” para aplicarle diagnósticos simplificadores del tipo
condicionamientos de los organismos de gobernanza global, se restringen “el problema de América Latina es el modelo lineal ofertista” y proponer
los canales de acceso al conocimiento y las actividades de I+D van que- recetas genéricas idénticas para trayectorias nacionales específicas muy di-
dando relegadas a la categoría de “gasto público” injustificado (Hurtado, ferentes sin necesidad de diagnósticos ni prospectivas (Arocena y Sutz,
2010: 186-195). 2000;Hurtado y Mallo, 2012).
A diferencia de las economías neoliberales centrales que, mientras pro- Mientras organismos como el BID prescribían que “la región colecti-
mueven una retórica de fundamentalismo de libre mercado, apuntalan el vamente tiene que fortalecer sus sistemas nacionales de innovación […] y
dinamismo económico con una batería de iniciativas públicas enfocadas tratar de vincularlos con la sociedad mundial del saber” (De Moura Castro
en la generación de conexiones de las universidades con defensa e indus- et al., 2000: 2), uno de los creadores del concepto de sistema nacional
tria, el fundamentalismo de libre mercado que promueve el neoliberalismo de innovación, Bengt-Åke Lundvall, explica: “El concepto remite a sis-
semiperiférico disuelve las responsabilidades del Estado en el campo del temas relativamente fuertes y diversificados que cuentan con buen apoyo
conocimiento y reorienta el campo científico-tecnológico bajo la guía de institucional y de infraestructura para las actividades de innovación”. En
un conjunto de conceptos y consignas que supone que los institutos, labo- cuanto a su aplicación a los países en desarrollo, Lundvall reconoce serias
ratorios o grupos de I+D públicos –inmersos en un entorno económico limitaciones:
en proceso de primarización, financierización y extranjerización– deben “Otra debilidad del enfoque de los sistemas de innovación radica en que
gestionar sus propios “negocios” y autofinanciarse. Así, se busca suplir las hasta el momento no se ha ocupado de las cuestiones de poder en relación
políticas ausentes de CyT, de industria, salud, defensa, etc., y la ausencia de con el desarrollo [...] Los privilegios de clase y la situación poscolonial
coordinación con la promoción del “emprendedorismo” en su variante pe- pueden bloquear las posibilidades de aprendizaje; asimismo, competencias
riférica, que se enfoca en el éxito individual como respuesta a un escenario ya existentes podrían ser destruidas por motivos políticos vinculados con
de disgregación social y económica. El objetivo final es reemplazar el pa- la distribución mundial de poder” (Lundvall, 2009: 380-381).
radigma del desarrollo económico y social inclusivo, concebido como em- A modo de balance general, desde el inicio de la última dictadura ar-
presa colectiva y solidaria, por un voluntarismo solipsista fundado en una gentina en 1976 hasta la crisis de 2001, el sector público de I+D y las po-
“espiritualidad” individualista, mercantil y predatoria: no está mal querer cas empresas nacionales involucradas en sectores industriales dinámicos
enriquecerse a cualquier precio, no está mal dejar atrás al prójimo, no está des-aprendieron a desarrollar cohetes sonda y misiles balísticos de alcan-
mal la lucha solitaria por los bienes escasos. La cultura del “emprendedo- ce medio, calculadoras y computadoras, aviones caza y de entrenamiento,
rismo”, las consultorías y los think tanks, junto con diversas modalidades
de “agencias de análisis”, se proponen reemplazar formas tradicionales de 8 En Argentina, las fracciones económicas concentradas consolidaron, por lo menos desde la última dictadura
producción de conocimiento, que son estigmatizadas como anacrónicas, (1976-1983), una cultura de aversión al riesgo, cooptación predatoria del Estado, especulación financiera, fuga
de capitales y ausencia de inversión en I+D. Ver, por ejemplo: Pucciarelli (2004).
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además de disipar capacidades en sectores como el automotriz, el metal- al nuevo ciclo de neoliberalismo semiperiférico que retorna a países de la
mecánico, o en electrónica de consumo, hidrocarburos y semillas. Tra- región como Argentina o Brasil, es posible delinear algunas pautas que de-
yectorias público-privadas de aprendizaje, acumulación de conocimiento berían guiar las políticas de CyT de sus universidades y, en general, de sus
y escalamiento tecnológico, acompañados de ingente inversión estatal y instituciones públicas de I+D, concebidas como iniciativas de resistencia
empresarial en formación de recursos humanos, transferencia de tecno- a los procesos de des-aprendizaje. La primera enseñanza de los ciclos de
logía y encadenamientos productivos –trayectorias que deben medirse en industrialización inconclusos es la necesidad de descartar el espejismo del
décadas– terminaron siendo clausuradas y reemplazadas por un modelo acceso inmediato al “conocimiento de punta” o a la “frontera tecnológica”
financiero especulativo y exportador de recursos naturales sin elaboración y asumir una concepción de las universidades como entornos institucio-
o escasamente elaborados. nales que suponen capacidades privilegiadas de diagnóstico y producción
de conocimiento de la realidad socioeconómica local. Esta orientación
Una agenda de CyT para las universidades de la región no debe buscar la producción de innovaciones radicales para el manteni-
miento del liderazgo en sectores de la economía global de retornos cre-
Luego de un ciclo de gobiernos progresistas, que impulsaron procesos cientes –que son de estructura oligopólica–, sino que supone la necesidad
de reindustrialización inclusiva, el análisis anterior recobra vigencia en de avanzar en: (i) la creación de entornos institucionales y capacidades
América Latina a partir de una renovada imposición de matrices de libre organizaciones para impulsar procesos de aprendizaje, acumulación y cir-
mercado impulsada por la creciente capacidad de los poderes fácticos – culación de conocimiento y de escalamiento tecnológico en sectores es-
fracciones económicas dominantes lideradas por el capital financiero in- pecíficos; y (ii) su creciente enraizamiento con la realidad socioeconómica
ternacional–, esta vez aliados a medios masivos de estructura oligopólica local, nacional y regional.
y a maquinarias judiciales adictas. En Argentina, luego de una gestión po- En la literatura, son numerosos los estudios que abordan este tipo de
lítica que se propuso abandonar la matriz neoliberal para impulsar un pro- estrategias y que exponen como casos exitosos a los países del este asiáti-
yecto de industrialización inclusiva en el período 2003-2015, desde 2016 co –primero Japón, luego Corea y Taiwán, y hoy China– y los contrapo-
un nuevo gobierno vuelve a impulsar un proyecto refundacional basado nen a los países de América Latina, que no habrían logrado profundizar
en recetas monetarias y financieras especulativas y a reiniciar un proceso esta orientación, ya sea por la inviabilidad del sendero seleccionado, por
de endeudamiento, desfinanciamiento de los sectores de educación y de falta de capacidades organizacionales, institucionales y/o políticas, o por
CyT y desmantelamiento de sectores tecnológicos estratégicos (Filmus, condicionamientos de tipo geopolítico (Amsen, 2001; Mazzoleni y Nel-
2017; Basualdo, 2017). son, 2009). Un corolario –ya aludido, en la década del 70, por la corriente
Igual que ocurrió durante el primer ciclo de neoliberalismo semipe- PLACTED– es la ausencia de capacidades de diseño de políticas públicas
riférico (1976-2001), en Argentina recobraron vigencia los procesos de de CyT y de gestión de procesos de cambio tecnológico que respondan
des-aprendizaje organizacionales, institucionales y científicotecnológicos. a agendas adecuadas a los ámbitos del trabajo y de la producción de los
A pesar de un gran esfuerzo de inversión pública durante el período 2003- países de la región.
2015, que fue acompañado por políticas de “compra inteligente del Es- Gobiernos neoliberales semiperiféricos como los de Macri o Temer,
tado”, nacionalización de sectores estratégicos y promoción de variedad por ejemplo, están obsesionados con bajar salarios y reducir los “costos
de instrumentos de política y gestión que hicieron posible procesos de laborales” como única estrategia para, se dice, mejorar la competitividad
aprendizaje colectivo, las instituciones públicas de I+D y las relativamente de las empresas. Una de las mayores especialistas en políticas industria-
pocas empresas que habían iniciado procesos de escalamiento tecnológico les y tecnológicas en los países de industrialización tardía, Alice Amsden,
hoy están nuevamente des-aprendiendo a fabricar satélites, generadores explicaba en 2001 que el problema de la competitividad de las empresas
eólicos, vacunas, vagones de ferrocarril de carga, radares, tecnología ae- argentinas durante los años noventa eran los empresarios y no los traba-
ronáutica. jadores. Las empresas argentinas, sostiene, “no tenían profesionalizadas
A partir de la experiencia histórica esbozada y como contraposición sus capacidades de gerenciamiento y pocas contaban con planificaciones
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o cadenas de mando bien definidas”. Y agrega: “Las inversiones en I+D presarial para incorporar conocimiento –tecnológico, organizacional y de
[de las empresas] fueron insignificantes, por lo que los trabajadores cali- gerenciamiento– a las actividades productivas, logísticas y de comercializa-
ficados no eran empleados en emprendimientos de alta tecnología […] el ción, algo que no ocurre en los países de la región por la vocación finan-
centro de gravedad de la economía argentina volvió a ser el campo, que ciera especulativa y predatoria de las fracciones empresarias dominantes;
se caracterizó por una de las distribuciones de ingresos más desiguales del (ii) inversión pública lenta, paciente, a riesgo y de largo plazo en sectores
mundo” (Amsden, 2001: 63). estratégicos orientados a objetivos (Mazzucato y Penna, 2016); (iii) inver-
Igual que acaba de ocurrir con el enorme salto hacia el pasado que sión pública en desarrollo social –salud, vivienda, educación, alimentos,
encarna el régimen laboral puesto en vigencia por el gobierno de Temer energía, etc.– e infraestructura, así como con el apoyo activo a sectores
en Brasil, el gobierno de Macri trabaja obsesivamente en Argentina para empresariales como pymes, que no tienen capacidad de inversión en la
avanzar en un régimen de “flexibilización laboral”: disminuir salarios, ter- mejora de sus desempeños, incluidas las actividades de I+D o el acceso a
cerizar el empleo, problematizar la indemnización por despido, las vaca- tecnología; y (iv) políticas interministeriales e intersectoriales de coordina-
ciones, etc. Por el contrario, la noción de “sociedad del conocimiento” –a ción y con marcos regulatorios y políticas exteriores capaces de proteger
la que suelen apelar Macri y sus funcionarios– supone que la competitivi- estos procesos.
dad de las empresas necesita salarios altos. ¿Por qué? Entre otras razones, A su vez, estos cuatro puntos presuponen iniciativas permanentes de
porque los trabajadores deben ser actores dinámicos claves en las tramas incorporación de capacidades – con especial énfasis en incorporación de
de producción de conocimiento para mejorar los desempeños. Por eso ciencias sociales– orientadas a la construcción de un Estado inteligente
necesitan, igual que los ingenieros y científicos, condiciones de trabajo y con la legitimidad política para avanzar en el disciplinamiento de los
adecuadas, como la estabilidad. Como sostiene Seguino (2014), en el pro- poderes fácticos y sostener las metas consensuadas en democracia y codi-
ceso de escalamiento tecnológico de una empresa “los trabajadores no son ficadas en las políticas públicas. En este escenario, las universidades tienen
engranajes pasivos en una rueda, son actores dinámicos en el proceso de una función central en el diagnóstico, diseño de agendas e identificación
desarrollo y tienen un papel crucial en la incorporación de activos basados del tipo de conocimiento necesario, así como en la elaboración y puesta
en conocimiento”. en práctica de políticas de CyT afines y la construcción de mecanismos de
¿Cómo se logran estos objetivos, según enseña la historia? Partir de una transferencia y extensión de conocimiento al territorio, a las economías
matriz productiva de base agroexportadora con escasas capacidades in- regionales y a los distintos segmentos empresariales.
dustriales nacionales de baja y media intensidad tecnológica –perfil propio Las propuestas anteriores van en una dirección muy diferente a las
de una economía semiperiférica como la argentina– y proponerse la crea- promesas irreales que hoy promueven los gobiernos neoliberales y que
ción de entornos productivos de creciente intensidad tecnológica supone transforman en verosímiles y amplifican los mecanismos hegemónicos de
capacidades estatales para concebir e impulsar una trayectoria evolutiva de construcción de “posverdad”9. Sin embargo, el conocimiento acumulado
escalamiento selectivo en la jerarquía de habilidades y competencias tecno- en la historia económica y tecnológica desde, por lo menos la Revolución
lógicas, organizacionales, institucionales y políticas. La historia económica Industrial, muestra que los países con mayores índices de equidad y desa-
enseña que estos objetivos se logran inicialmente mediante la generación rrollo social, sin dejar de ser capitalistas, aplican políticas muy diferentes a
de capacidades para la imitación, la ingeniería inversa, las modificaciones las recetas que hoy se difunden en América Latina.
marginales de productos y procesos, o la lisa y llana copia por los sectores
o grupos de empresas seleccionados. “Esto ha sido así en el pasado en In-
glaterra vis a vis Holanda, en Estados Unidos vis a vis Inglaterra, en Japón
vis a vis la Europa desarrollada, y lo es hoy en día en el caso de China”
(Cimoli et al., 2009: 9).
Lo anterior se podría desagregar en cuatro puntos: (i) inversión em-
9 Una discusión de la noción de “posverdad”, centrada en la producción de conocimiento, puede verse en
Sismondo (2017).
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