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Vigilar y castigar

MICHAEL FOUCAULT

UNIVERSIDAD DE CIENCIAS PENALES Y SOCIALES (UCP)

Alumna: Andrea Mahatma Diez Sánchez


Profesor: Jorge González
Derecho penal II
Tercer cuatrimestre
INTRODUCCIÓN

Vigilar y castigar es un libro escrito por Michel Foucault, que fue


publicado en 1975. El libro es una crítica a los sistemas de poder y
control en la sociedad pero especialmente a las instituciones
penales.

Foucault describe cómo a lo largo de los siglos XVIII y XIX, se


produjo un cambio en la forma de ejercer el poder, pasando de la
tortura y el castigo público a la creación de instituciones penales
“prisiones”, donde el poder se ejerce de manera más oculta.
¿Qué es el suplicio?

Como lo cita Foucault, el suplicio es; “Pena corporal, dolorosa, más o menos
atroz”.
Pero hay más allá de este término el suplicio era la manera en la que el
verdugo hacía confesar a un individuo que era culpable de un posible delito .
Se caracterizaba por ser una pena donde el cuerpo era el objeto material,
sometido al castigo dando un espectáculo al público. Asi mismo para dar el
poder al soberano de volver a ser respetado, no era como tal necesario, sin
embargo el soberano lo hacía de esta manera para dar a conocer que el
mando y poder estaban a su cargo.

La manera en la que estas penas se llevaban a cabo era en cómo la sociedad


investigaba las partes invisibles de una persona, para poder llevar pruebas que
daban a conocer si la persona era buena o mala, o simplemente eran locos.
Pero para estas situaciones surge en entrelazamiento de las ciencias como la
psicología, y ahora no solo se basaban en el delito si no en el psique y en las
condiciones del imputado, y con ello la reformación de las penas, así mismo
Foucault hace referencia a cuatro principios que son fundamentales para poder
entender el tejido institucional.

Primero, el castigo no solamente es represivo, si no tiene la finalidad de


convertir al individuo en un mejor persona y llevarla como tal a una sanción del
alma.

Segundo, la legislación debe tener una táctica política, así como con el rey que
era su forma de darse a respetar y con ello a las leyes.

Tercero, que las leyes y las ciencias tendrían que trabajar codo a codo para
tener una vista panorámica del individuo y de la pena que había que
aplicársele.

Cuarto, que el poder funcionaba entrenando a los cuerpos para hacer ciertas
actividades, “ se manifiesta toda una economía del poder” (p.34)
EL CASTIGO

Este capítulo aborda en mayor detalle las grandes transformaciones que


Foucault describió en la parte anterior, aproximadamente entre 1750 a 1850.
Comienza señalando un crecimiento en las peticiones, hacia fines del siglo
XVIII, en contra de las ejecuciones, tortura y espectáculos públicos de
castigo. Esto convirtió a esos espectáculos en "apoyo para las
confrontaciones entre la violencia del rey y la violencia del pueblo" (p. 67).
Una ejecución era un ejercicio de la violencia soberana, una demostración
del control del monarca sobre la vida y la muerte, pero el rey se enfrentaba
al enojo cada vez mayor de las personas, del público, cuando sentían que
actuaba injustamente.

El pueblo empezó a tomar los crímenes como una burla así mismos, pues
ahora no solo era la monarca. De esta forma el pueblo comenzó a
preocuparse los robos y los fraudes más que por los homicidios.
Pues ahora los ciudadanos querían proteger su propiedad y se enfocaban
en crímenes que vulnerarán el valor que les da las cosas que poseen.
De esta forma, se dio un doble movimiento en el crimen y su castigo al final
del siglo.
En primer lugar, hay menos crímenes violentos y cambia el foco de la
"sangre" al "fraude". En segundo lugar, hay menos castigos violentos, y un
pedido de formas menos dolorosas de castigo. De esta forma, en ambos
casos se pone énfasis sobre lo que quiere el pueblo en lugar de lo que
quiere el rey. Todos estos factores juntos establecen la base para reformar el
sistema penal por completo.
Este es un cambio radical, porque implica que el problema no son los
individuos "malos" sino la tendencia de cada miembro de una sociedad a
verse tentado de quebrar las reglas en su propio beneficio.
DISCIPLINA

El castigo pasó de desarrollarse en normas sociales que previenen el crimen y


reformarán a los criminales, Foucault se refiere a esto como “disciplina”, es
decir, es la forma en la que la gente alcanza un comportamiento correcto y
pegado a las leyes y así mismo explora el cómo la sociedad disciplina a los
sujetos. Y entenderíamos el porqué fueron diseñadas las instituciones
justamente para realizar esta labor, y no solo hablando de la prisión si monta
bien de las escuelas o las fábricas que en cierta medida también funcionan
como la prisión.

Nos habla de los cuerpos dóciles como una referencia a los soldados,
estudiantes y obreros pues en cada uno de estas labores u obligaciones existen
reglas que se tiene que llevar a cabo para que funcione de una manera correcta
la institución, y nos dice que en cada institución los cuerpos pueden ser dóciles,
porque pueden ser manipulados y controlados, y con ello describe principios
importantes como lo son:

La clausura, existe un espacio específico designado por la institución donde


habría que llevar a cabo sus funciones. La partición, es el espacio para que
cada individuo tenga su propio lugar. El emplazamiento funcional, que estable
el cumplir con algún objetivo y finalmente, los rangos o jerarquías esto ayuda a
organizar el funcionamiento de la institución.

Con ello tambien nos lleva al estudio del panoptismo, que según Foucault es la
condición de sentirse constantemente vigilado, y que no importa el hecho de
estarlas vigilando si no lo que prevalece es el tener conciencia de que así es.
Dando sentido a la estructura de las prisiones y no solo de estas si no de todo
lo que nos rodea y así mismo como un individuo disciplinado que actúa de esa
manera para no ser sancionado por la leyes penales.
LA PRISIÓN

Tal como el cuartel produce buenos soldados, una prisión debería crear buenos
ciudadanos que puedan regresar a sus roles en la sociedad. Para realizar esta
transformación, la prisión opera en tres niveles distintos: el moral, el económico
y el médico.
Desde un enfoque moral, se dice que el individuo es privado de su libertad y de
toda relación social que con anterioridad tenía.
Ahora en el enfoque económico habla de que el preso debería trabajar para
poder pagar los satisfactorios de primera necesidad como lo fuesen de higiene,
esto nos regresaría a la disciplina y haría que llevara un orden para poder lograr
un objetivo. Y en el enfoque médico se debía de esta manera ya que se creía
que costaba al delincuente, sin embargo las ciencias servían para identificar
quién era un infractor y un delincuente.
Un infractor era reconocido por un error y con ello la consecuencia de una pena
aplicada a la gravedad de esta infracción. Por lo contrario un delincuente es
conocido por ls personalidad que tiene que no solo cometió un error, si no es
una persona anormal que cometió un crimen y este debia ser reprogramada su
personalidad. Y con esto divinísima que el sistema penal no solo se enfoca en la
pena si no en la vida del criminal y cómo resarcir el daño provocado a la
sociedad. La prisión llega a concebirse como una práctica punitiva para reformar
la vida entera de un criminal.

¿Si la prisión fracasa por qué siguen siendo tan utilizadas?


La criminalidad no ha caído tanto, pero suelen a reincidir en la actividad criminal
cuando salen de la prisión. El problema no es la idea de la prisión si no el
fracaso del personal y de la idea real de esta y se retorna a los siete principios
generales de las prisiones que son; aislar a los criminales de la sociedad,
individualizar las penas, obligar a los presidiarios a trabajar, educarlos,
supervisarlos, transformarlos y elegir "instituciones auxiliares" para monitorear a
los prisioneros una vez que salen de la cárcel. Se cree que si alcanzamos estos
ideales, la prisión hará todo lo que se supone que haga. Si la prisión fracasa,
suele decirse, es solo porque necesitamos hacer mejores prisiones, en vez de
renunciar a la idea de prisión por completo.
Las prisiones funcionan para reforzar las normas sociales, y este es su efecto
más importante. Porque cuando somos gobernados por normas más que por
leyes, nos vigilamos mutuamente para comportarnos de forma correcta, de la
misma manera en que imaginamos que las prisiones corrigen a los
delincuentes.
BIBLIOGRAFÍA

(S/f). Org.mx. Recuperado el 11 de septiembre de 2024, de


https://www.ivanillich.org.mx/Foucault-Castigar.pdf

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