FORMATO DE ENSAYO - ABAT Comu

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INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR TECNOLÓGICO DE

SALUD
“ALBERTO BARTON THOMPSOM”

CARRERA PROFESIONAL:
Enfermería
TÍTULO:
Como generar responsabilidad en los padres sobre la educación
sexual en los adolescentes
AUTOR (s):
- Tafur Saenz, Leydi
- Sacramento Mariñas, Liz
- Medina Cerna, Mirella
- Guevara Lozano, Yareli
DOCENTE:
Lic. Abg. Manuel Enrique Cercado Chuquilin
Cajamarca – Perú
Octubre – 2024
ÍNDICE

I. INTRODUCCIÓN..........................................................................................................3
II. DESARROLLO..............................................................................................................7
2.1. Matrimonio infantil...........................................................................................7
2.1.1. Fomentar el acceso de las niñas a la educación.......................................7
2.1.2. Proporcionales conocimientos y habilidades...........................................7
2.1.3. Educar y apoyar a sus padres y a la comunidad en la que viven..............7
2.1.4. Establecer leyes que fijen la edad mínima para contraer matrimonio en
18 años. 7
2.2. Consejos para padres........................................................................................7
2.2.1. El rol de padres en la educación sexual....................................................8
2.3. Desarrollo de la sexualidad en la adolescencia.................................................9
2.3.1. Etapas del desarrollo de la sexualidad....................................................10
2.4. Obstáculos y mitos que afectan la participación de los padres.......................10
2.4.1. Comunicación en la familia.....................................................................11
2.5. Estrategias para Fomentar la Responsabilidad de los Padres en la Educación
Sexual...........................................................................................................................12
2.5.1. Desde los 3 a los 8 años:................................................................................13
2.6. Sexualidad saludable y responsable......................................................................15
2.6.1. Sexualidad......................................................................................................16
III. CONCLUSIONES...................................................................................................17
IV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS...........................................................................19
I. INTRODUCCIÓN

ANTECEDENTES
Es necesario plantear la necesidad de que los/las adolescentes sean apoyados por sus
padres/madres para lograr un desarrollo pleno y armonioso de su sexualidad. El objetivo
de la investigación fue estimular la reflexión entre los padres/madres sobre
conocimientos, prácticas y actitudes sexuales para orientar a sus hijos en el aprendizaje
de su sexualidad. El método de investigación-acción participativa permitió afirmar que
los padres/madres de la comunidad poseen deficiente y deformada información sexual.
Se concluye que existen estereotipos de género, una desinformación sexual y pobre
comunicación que repercute en el manejo inadecuado de la conducta sexual en las/los
adolescentes. Se deben diseñar programas desde la participación activa de los
padres/madres sobre la salud sexual en la adolescencia. Basaron en la discusión grupal,
entrevistas abiertas y observación participante a través de talleres vivenciales apoyadas
por diarios de campo, grabaciones, videos y secciones fotográficas como instrumentos
de registro. El procesamiento, análisis e interpretación de la información (método
inductivo- analítico), se realizó por medio de las técnicas de categorización,
codificación y triangulación (análisis comparativo). La interpretación de los resultados y
la contrastación teórica fue ejecutada a través de un discurso analítico-sintético
caracterizado por la crítica y la reflexión, que revela por un lado el producto logrado de
la relación entre las categorías emergentes y, por otro lado, la debida contrastación
teórica de los resultados con los hallazgos temáticos puntualizados por otros
investigadores en el transcurso del proceso investigativo.
En la Investigación Acción Participante según lo expresado por Taylor y Bogdam
(1990), se dieron cuatro fases: Diagnóstico: en la cual la información se recogió en un
contacto directo con la realidad con los diferentes protagonistas de la investigación
(padres/madres, representantes de la comunidad –asociación de vecinos– adolescentes,
docentes e investigadora participante), y se llegó a las siguientes conclusiones
diagnósticas: Se aprecia una inadecuada jerarquización de valores dentro del grupo
familiar influenciado por un sistema de creencias con respecto al rol de género.
Existe una deficiente comunicación y confianza entre padres e hijos. Los/las
adolescentes tienen curiosidad, pero tienen miedo a preguntarles a sus padres y maestros
y estos a su vez no saben cómo afrontar las preguntas de sus hijos. Tanto las madres
como los padres y docentes tienen escasos conocimientos sobre lo que es la sexualidad.
Llama la atención que existe una mayor información sexual por parte de la madre hacia
sus hijos especialmente hacia la hija, pero es una información más bien de tipo
moralista. El padre no facilita a su hijo varón una orientación sexual abierta y
pertinente. Los grupos familiares están representados principalmente por las madres, la
figura del padre está ausente o es muy débil en el núcleo familiar.
Planificación: con base en estas conclusiones diagnósticas, se llegó a recomendar como
alternativa de solución, en el caso de los padres/madres, la necesidad de promover
talleres grupales. Los temas trabajados con los padres/madres fueron seleccionados por
ellos mismos y fueron los siguientes: sexualidad, comunicación y conocimiento sobre el
proceso de la adolescencia Existieron otros tópicos que fueron negociados entre la
investigadora y los padres/madres ya que eran necesarios para su crecimiento personal,
los cuales fueron: género, aparato genital femenino y masculino, y autoestima
Dichos talleres incluyen elementos psicológicos, afectivos, culturales, sociales y valores
que facilitan la preservación y el desarrollo de la autonomía de los padres/ madres,
involucrándolos como agentes activos de su propio desarrollo para que asuman un papel
protagónico en la promoción de la calidad de vida y salud sexual no solo individual sino
colectivamente entre ellos y la de sus hijos. Evaluación: obtuvimos dos formas de
observar y evaluar la ejecución de las actividades planificadas. El enfoque de “proceso”
o sistema de evaluación constante por medio de la coevaluación, autoevaluación y
heteroevaluación crítica tanto entre los padres/madres e investigadora ya que la
evaluación se transformó en parte inclusiva del proceso de aprendizaje y reflexión; la
otra forma es la tradicional, donde evaluamos cada taller por escrito como actividad de
cierre en preguntas y respuestas que quedaban registradas.
La familia juega un papel fundamental en la educación sexual de los adolescentes, ya
que es el lugar donde se transmite la primera información sobre el tema. Por ello, es
importante que los padres estén atentos a la siguiente información:
La comunicación es clave para generar una relación de confianza y apoyo con los
adolescentes. Es importante que los padres hablen de sexualidad con sus hijos de forma
abierta, franca y respetuosa, y que se adapten a su edad y a sus intereses. Es importante
utilizar un lenguaje adecuado a la edad de los hijos y evitar estigmatizar.
Los padres deben ser sinceros y responder a las preguntas de sus hijos, aunque no sean
propias de su edad. Es importante respetar el pudor, la intimidad y los silencios de los
hijos. Es importante considerar la perspectiva del adolescente y centrarse en su
bienestar.
EXPLICACIÓN DEL TEMA
La sexualidad en la adolescencia es un tema que preocupa tanto a adolescentes como a
sus padres, resultando un tema incómodo para muchas familias. La sexualidad va
cambiando a lo largo de la vida, cambia la percepción sobre ella a medida que
crecemos, y cambia tanto en nuestro desarrollo biológico como psicológico. Los
factores socio culturales son claves para que el/la adolescente pueda verse influenciado
de manera positiva y llegar a tener un desarrollo sexual íntegro y pleno. Un adolescente
tiene que aceptarse tal y como es y comprometerse consigo mismo. Esto le ayudará a
tomar decisiones responsables sobre su sexualidad.
Que los adolescentes puedan hablar de su sexualidad con el terapeuta es un factor
importante de prevención para no desarrollar problemas sexuales en la vida adulta.
Muchos adultos que padecen algún tipo de disfunción sexual encuentran el origen de
ello en experiencias traumáticas en su adolescencia en relación a su sexualidad. Una
experiencia desagradable con el sexo puede influir en tener una visión del sexo
negativa, que influye en cómo la vivas más adelante. La puedes ver como algo
placentero, que te permite compartir placer íntimamente con una persona a la que
quieres, o en todo lo opuesto, verlo como una presión donde tienes que alcanzar unas
expectativas para que no te rechacen. Por eso, es importante que los/las adolescentes se
sientan libres de poder expresar sus dudas e inquietudes. Es necesario que cuenten con
información adecuada sobre la sexualidad para que sean más responsables con las
decisiones que tomen.
¿ES IMPORTANTE QUE HABLE CON MI HIJO/A SOBRE SEXUALIDAD?
Piensa que cuando el menor se encuentra con una situación nueva y sin explicación, le
provoca muchas dudas, miedos y también emociones y curiosidad por lo desconocido.
Cuando le explicamos lo que sucede, es más fácil vivirlo con naturalidad, aceptarlo y
encontrar opciones cuando sea necesario. Esto va a contribuir a que el adolescente se
sienta cómodo con su cuerpo y no lo viva con rechazo y vergüenza. Añadir cómo
aumenta su seguridad y confianza en las relaciones interpersonales.
Cuando uno es adolescente, su sexualidad es clave para su desarrollo personal y para su
manera de relacionarse con chicos y chicas. Hablar abiertamente de sexualidad
contribuye a reducir la vergüenza. Esto facilita una comunicación más abierta en
general tanto con padres como con iguales. Es inevitable que, en el adolescente como
parte del proceso natural de su desarrollo, aparezca la atracción sexual, el deseo de
identificarse con una imagen, la necesidad de aprobación. Son inquietudes que le asaltan
por su edad y es importante que pueda vivirlo como algo normal.
DESCRIPCIÓN DEL TEXTO
Este texto destaca la importancia de la educación sexual durante la adolescencia, un
periodo clave en la formación de la identidad y la sexualidad de los jóvenes. Se enfatiza
que una educación sexual adecuada permite a los adolescentes comprender su cuerpo,
establecer límites, comunicarse efectivamente y tomar decisiones informadas sobre
relaciones y salud sexual. Se abordan los riesgos de la falta de educación sexual, como
el matrimonio infantil y el embarazo precoz, enfatizando que estos problemas pueden
prevenirse mediante una educación integral.
El texto presenta datos alarmantes sobre el matrimonio infantil y propone estrategias
para su erradicación, como fomentar el acceso a la educación y sensibilizar a padres y
comunidades. También se ofrece una guía para padres sobre cómo abordar la educación
sexual con sus hijos, subrayando la necesidad de un diálogo abierto y natural. Se señala
que los padres deben ser modelos a seguir, transmitiendo valores y actitudes positivas
hacia la sexualidad. Se exploran las etapas del desarrollo sexual durante la adolescencia
y los mitos y obstáculos que enfrentan los padres en este proceso educativo. Se
concluye que una comunicación efectiva y la participación activa de los padres son
esenciales para el desarrollo saludable de la sexualidad de los adolescentes.
El texto aborda la crucial importancia de la educación sexual durante la adolescencia, un
periodo de transición donde los jóvenes forman su identidad y desarrollan su
sexualidad. Resalta que proporcionar una educación sexual adecuada es fundamental
para que los adolescentes comprendan su cuerpo, establezcan límites, y tomen
decisiones informadas sobre sus relaciones y salud sexual. Se menciona que temas
como la anticoncepción, las infecciones de transmisión sexual y el consentimiento son
esenciales en este aprendizaje. Se identifican los peligros que surgen de la falta de
educación sexual, como el matrimonio infantil y el embarazo precoz, presentando
estadísticas impactantes de UNICEF sobre el matrimonio infantil y sus consecuencias
en la vida de las jóvenes. Para combatir este problema, se sugieren medidas concretas,
como promover el acceso de las niñas a la educación y sensibilizar a los padres y
comunidades sobre su rol en la prevención.
El texto proporciona consejos prácticos para que los padres puedan abordar la educación
sexual con sus hijos. Se enfatiza la importancia de iniciar el diálogo desde una edad
temprana, aprovechando situaciones cotidianas para discutir estos temas. Además, se
recomienda adaptar el lenguaje a la edad del adolescente y fomentar un ambiente de
confianza para que se sientan cómodos al hacer preguntas.
A lo largo del texto, se subraya el papel esencial de los padres como educadores en
temas de sexualidad. Se presentan hallazgos de investigaciones que muestran que
muchos padres carecen de información precisa y se enfrentan a mitos y estereotipos que
pueden afectar la comunicación con sus hijos. Por ello, se sugiere la creación de
programas que incluyan a los padres en la educación sexual y la salud. El desarrollo de
la sexualidad en la adolescencia se describe como un proceso gradual, que abarca
cambios físicos y psicológicos. Se delinean las etapas del desarrollo sexual, desde la
adolescencia temprana, marcada por la autoexploración, hasta la adolescencia media,
donde aumenta el deseo sexual y la búsqueda de relaciones.
Finalmente, se analizan los obstáculos y mitos que limitan la participación de los padres
en la educación sexual de sus hijos. Se aborda la importancia de una comunicación
efectiva, señalando los diferentes estilos de comunicación y su impacto en la relación
familiar. El texto concluye enfatizando que la educación sexual es un proceso que debe
ser abordado de manera activa y consciente, no solo por las escuelas, sino también por
las familias, para garantizar un desarrollo saludable y positivo de la sexualidad en los
adolescentes.
II. DESARROLLO

La adolescencia es un periodo fundamental en la formación de la personalidad y


también un momento crucial para tratar el tema de la sexualidad, ya que es la
etapa que marca la transición de niño a adulto. Es un tiempo de descubrimiento de
la identidad, y la sexualidad es una parte importante de este proceso. Desde
Cuaderno de Valores, animamos a todos los padres a que proporcionen una
educación sexual adecuada, para que sus hijos cuenten con la información
necesaria y así evitar riesgos innecesarios.
La educación sexual puede ayudar a los adolescentes a comprender su cuerpo, su
sexualidad y las relaciones de una manera saludable y segura. Les enseña a
comunicarse de forma efectiva sobre estos temas, a establecer límites y a tomar
decisiones informadas respecto al sexo. También tiene cuestiones como la
anticoncepción, las infecciones de transmisión sexual y el consentimiento.
Algunos de los peligros que conlleva la falta de educación sexual en el mundo
incluyen el matrimonio infantil y el embarazo precoz, así como sus graves
consecuencias.
II.1. Matrimonio infantil

Según los últimos datos de UNICEF, 650 millones de niñas y mujeres se casaron
antes de cumplir 18 años. Esto les limita las oportunidades de continuar su
educación y aumenta el riesgo de ser víctimas de violencia en el hogar. Sin
embargo, hay buenas noticias: el matrimonio infantil se puede erradicar, y la
educación es fundamental para lograrlo. Para ello, es necesario:
II.1.1. Fomentar el acceso de las niñas a la educación

II.1.2. Proporcionales conocimientos y habilidades

II.1.3. Educar y apoyar a sus padres y a la comunidad en la que viven

II.1.4. Establecer leyes que fijen la edad mínima para contraer

matrimonio en 18 años.

II.2. Consejos para padres

Creemos que los padres deben ser los educadores principales de sus hijos,
incluyendo en temas de sexualidad. Recuerda que la clave está en una educación
sexual más temprana, en igualdad y en un papel más activo de los padres en el
diálogo. Aprovechar las oportunidades que se presentan a diario, como noticias,
películas o preguntas de tus hijos, para hablar sobre sexualidad y transmitir
mensajes positivos y valores. Adapta tu lenguaje y explicaciones a su edad; no
ocultes, no mientas y no ofrezcas información que no te pidan. Cuanto más
natural hables sobre este tema, más cómodos se sentirán al preguntarte. Controla
el contenido que ven en internet. Si ya han estado expuestos a contenido para
adultos, es crucial explicarles que la mayoría no es real y a veces puede ser
peligroso. Puedes apoyarte en consejos y libros interesantes sobre educación
sexual. ¿Sabías que, gracias al esfuerzo global de muchas organizaciones,
incluyendo Educo, se han evitado 25 millones de matrimonios infantiles en la
última década? Nuestros proyectos educativos sobre educación sexual y
reproductiva también combaten el embarazo infantil y la transmisión de
enfermedades. Por eso, capacitamos a maestros, estudiantes y padres, y
desarrollamos material informativo y de divulgación.
¿Ya has abordado la educación sexual con tus hijos adolescentes?
II.2.1. El rol de padres en la educación sexual

Es fundamental destacar la importancia de que los adolescentes reciban el apoyo


de sus padres para lograr un desarrollo pleno y equilibrado de su sexualidad. La
investigación tuvo como objetivo fomentar la reflexión entre los padres sobre sus
conocimientos, prácticas y actitudes sexuales, con el fin de guiar a sus hijos en el
aprendizaje de su sexualidad. A través del método de investigación-acción
participativa, se pudo concluir que los padres de la comunidad tienen información
sexual deficiente y distorsionada. Se observa la presencia de estereotipos de
género, desinformación sexual y una comunicación deficiente, lo que afecta
negativamente el manejo de la conducta sexual en los adolescentes. Es necesario
diseñar programas que incluyan la participación activa de los padres en temas de
salud sexual durante la adolescencia.
II.2.1.1. Educación Sexual

La educación sexual es un proceso que se relaciona con la transmisión y


formación de conceptos sexuales, los cuales a lo largo del tiempo generan
actitudes, expresiones y conductas sexuales definidas. Consideramos que sus
principales objetivos son los siguientes:
1. Fomentar el desarrollo de actitudes positivas hacia uno mismo y la
aceptación de la propia sexualidad, lo que incluye descubrir, conocer y
cultivar una imagen positiva de sí mismo.
2. Promover la aceptación del sexo opuesto en un marco de igualdad y respeto,
ya que los procesos discriminatorios que la sociedad ha perpetuado,
especialmente hacia la mujer, causan daño y deben ser erradicados.
3. Inculcar valores como el compromiso, el respeto, la fidelidad y el amor, con
el fin de que la relación entre dos personas de diferente sexo sea
enriquecedora, complementaria, madura, duradera, responsable y fiel.
4. Preparar a los jóvenes para los cambios físicos y psicológicos que se
producirán con la llegada de la pubertad. Los menores no deben sentirse
sorprendidos cuando experimenten la menarca o las primeras emisiones
nocturnas. Las características sexuales secundarias pueden desconcertar a los
jóvenes y generar incertidumbres y miedos, como "¿seré normal?" o "¿qué
me está pasando?". Es fundamental que el niño comprenda que todos estos
cambios son normales, y la educación sexual debe ofrecer seguridad y
contribuir positivamente a su desarrollo.
5. Alertar sobre la existencia de abuso sexual. Proporcionar información
adecuada y oportuna puede proteger a los menores de situaciones peligrosas
para las que no están preparados. Es esencial que el niño aprenda que tiene
partes íntimas que le pertenecen y sobre las cuales nadie tiene derecho,
excepto él.
6. Ofrecer educación sexual para satisfacer su curiosidad natural. La curiosidad
sexual en los primeros años de vida es normal, y el sexo debe ser tratado
como cualquier otro tema. Las actitudes negativas surgen cuando hay dudas
y nadie responde a su necesidad de información.
II.2.1.2. Rol de la familia

Existen diversos factores que influyen en la educación sexual, siendo los padres
quienes, a través de su comportamiento, actitudes y la transmisión de conceptos,
impactan en el desarrollo del menor, aunque no siempre de la mejor manera.
Desde el momento en que un niño nace, los padres comenzamos a ofrecer
educación sexual. Nuestras acciones, omisiones, gestos y expresiones al abordar el
tema son elementos que afectan y determinan nuestra intervención educativa. La
forma en que valoramos el sexo y el cuerpo de nuestros hijos, nuestras actitudes
hacia sus genitales, cómo manejamos el control de sus esfínteres y la aceptación
de su persona son solo algunos de los muchos factores que influirán en sus
conductas sexuales. Es cierto que los padres no tenemos que saberlo todo, pero
debemos ser conscientes de que nuestras actitudes siempre enviarán mensajes
educativos a nuestros hijos. Las primeras impresiones de solidaridad, honestidad,
respeto por su vida, aceptación y una autoestima adecuada serán bases sólidas
para fomentar buenas actitudes sexuales. En cambio, si las primeras experiencias
familiares están marcadas por el maltrato, abuso, discriminación de género,
violencia familiar u otras patologías sociales, esto puede convertirse en un caldo
de cultivo para que en su vida adulta reproduzcan esos mismos problemas. Si
evaluamos la educación sexual en términos de resultados, podemos concluir que
aún queda mucho por hacer. Los indicadores de desajuste personal y social son el
resultado de múltiples factores que se agravan ante una intervención familiar
inadecuada. Ejemplos de esto son las enfermedades de transmisión sexual,
abortos, embarazos en adolescentes, madres muy jóvenes, familias
monoparentales, el aumento de la prostitución infantil, violencia, abuso sexual,
entre otros. Esto nos impulsa a buscar oportunidades que faciliten una enseñanza
adecuada sobre el tema.
II.3. Desarrollo de la sexualidad en la adolescencia

La sexualidad en la adolescencia es un proceso en el que el joven experimenta un


desarrollo tanto físico como mental, adquiriendo características sexuales
secundarias (como la nuez en los hombres o el ensanchamiento de las caderas en
las mujeres) y alcanzando un pensamiento más maduro; sin embargo, también se
despierta un comportamiento sexual, convirtiéndose en un ser sexual.
La sexualidad no se limita al acto de reproducirse, sino que abarca la generación
de deseos, sentimientos, fantasías y emociones, lo que implica el desarrollo de una
identidad sexual. Esta identidad se puede definir como la parte del individuo que
le permite reconocerse y actuar como un ser sexual.
II.3.1. Etapas del desarrollo de la sexualidad

Al igual que el desarrollo físico y mental, la sexualidad se forma de manera


gradual y debe atravesar varias etapas antes de completarse. Los cambios en la
sexualidad se pueden enmarcar dentro de las etapas de la adolescencia y la
pubertad, ya que las transformaciones físicas y mentales influyen
significativamente en el desarrollo de la sexualidad y la identidad sexual:
II.3.1.1. Adolescencia temprana (11-13 años)

En esta etapa, caracterizada por la rapidez de los cambios físicos, el joven aún está
lejos del deseo sexual adulto, lo que convierte esta fase en un periodo de
autoexploración (a menudo a través de la masturbación), impulsada por los
nuevos cambios físicos y psíquicos que experimenta (como la aparición de los
primeros impulsos sexuales y la espermarquia o primera eyaculación), así como la
exploración del contacto con el otro sexo.
II.3.1.2. Adolescencia media (14-17 años)

En esta fase, el adolescente ya está casi completamente desarrollado, sus órganos


sexuales están listos para la reproducción y el deseo sexual aumenta. Se desarrolla
una sensación de invulnerabilidad y fortaleza que lleva al joven a comportarse de
manera narcisista. Se comienza a buscar el contacto con el otro.
II.4. Obstáculos y mitos que afectan la participación de los padres

En esta relación entre la familia y la escuela, también juegan un papel importante


las diversas creencias de los padres. Urías y Valdés (2011) llevaron a cabo un
estudio cualitativo con 24 padres en una escuela pública rural de Sonora, México.
Estos autores abordan las creencias, ya que consideran que influyen en la
conducta y en la manera en que las personas justifican sus acciones. En su
investigación, analizan a 12 padres y 12 madres, y descubren que las madres
tienden a ser más activas en la participación en el aprendizaje y en la crianza de
los niños. Urías y Valdés (2011) reconocen que la participación de los padres
actúa como un mecanismo que:
a) Presiona a las escuelas para ofrecer una educación de calidad
b) Exige información sobre el rendimiento de sus hijos
c) Enfrenta situaciones de discriminación y abuso
d) Establece mecanismos de responsabilidad y defensa de sus derechos en
relación con los servicios que reciben
e) Plantea demandas sobre esos derechos (Urías & Valdés, 2011, p. 102).
Desde la perspectiva de la psicología, Holloway, Park y Stone (2017) también
presentan un hallazgo significativo: la relación de los padres con la escuela está
influenciada por su propia experiencia general. Si esta experiencia fue negativa,
los padres tienden a acercarse más a la escuela; si fue positiva, tienden a
distanciarse un poco más. En las agrupaciones realizadas por Boonk et al. (2018),
se puede observar un efecto Pigmalión (Jacobson & Rosenthal, 1968) en los
procesos de acompañamiento de los padres. Se encuentra una asociación positiva
entre las expectativas y aspiraciones de los padres y los resultados académicos de
los hijos. En otras palabras, si un padre transmite a su hijo que confía en que
logrará cosas importantes, aumenta la probabilidad de que esto ocurra, gracias a la
confianza en sus capacidades que se fomenta en su crianza. Es fundamental
destacar que el afecto, la confianza.
II.4.1. Comunicación en la familia

Existen tres maneras diferentes de comunicar nuestros pensamientos y deseos a


los demás. Estas formas de comunicación son: pasiva, asertiva o directa, y
agresiva. Cada uno de estos tipos respeta de manera distinta el espacio personal y
los derechos de la otra persona. Para lograr una comunicación efectiva, es
fundamental que se respete el espacio personal de cada individuo, así como el
nuestro. Tipos de Comunicación:
II.4.1.1. Comunicación Pasiva

Este tipo de comunicación no permite expresar honestamente los sentimientos.


Ser pasivo permite que los demás violen nuestros derechos. Al comunicar
nuestros pensamientos de manera indirecta, como pidiendo disculpas o siendo
modestos, es fácil que otros no presten atención a lo que decimos. La pasividad
refleja una falta de respeto hacia nuestras propias necesidades y, en ocasiones,
hacia la capacidad de los demás para resolver sus propios problemas. La meta de
la pasividad es calmar a los demás y evitar el conflicto a toda costa. El mensaje
que se comunica de forma pasiva es: “No importo; puedes aprovecharte de mí.
Mis sentimientos no cuentan; solo los tuyos. Mis pensamientos no son relevantes;
los tuyos son los únicos que importan. No soy nada; tú eres mejor”.
II.4.1.2. Comunicación Agresiva

Este tipo de comunicación se caracteriza por defender nuestros derechos


personales y expresar nuestros pensamientos de una manera que suele ser
inapropiada y que siempre infringe los derechos de la otra persona. La intención
detrás de la agresión es dominar y ganar, obligando a la otra persona a perder. El
mensaje que se transmite es: “Esto es lo que pienso; eres tonto por pensar
diferente. Esto es lo que quiero; lo que tú deseas no importa. Esto es lo que siento;
tus sentimientos no cuentan”.
II.4.1.3. Comunicación Directa o Asertiva

En contraste, la comunicación directa se enfoca en defender nuestros derechos


personales y expresar nuestros pensamientos de manera clara, honesta y adecuada,
sin violar los derechos de la otra persona. El mensaje fundamental de la conducta
directa es: “Esto es lo que pienso. Esto es lo que siento. Así es como veo la
situación.” Este mensaje comunica nuestros sentimientos sin dominar, humillar o
menospreciar a la otra persona.
2.5. Estrategias para Fomentar la Responsabilidad de los Padres en la

Educación Sexual

La sexualidad es una parte integral de nuestras vidas desde el momento en que


nacemos. Hablar sobre sexualidad con nuestros hijos no se trata de tener “una
conversación” única, sino de mantener una actitud abierta, afectuosa y cercana,
respondiendo a cada una de las preguntas que surjan. Todas las familias educan no
solo con lo que dicen, sino también con lo que callan. No abordar el tema
indirectamente enseña que esas cuestiones son tabúes, lo que puede llevar a la
aparición de dudas no resueltas.
Consejos útiles para hablar con sus hijos sobre sexualidad:
 La educación sexual debe comenzar en la familia. Los padres tienen una
posición privilegiada para ofrecer algo que ningún profesional podría:
enseñar a dar y recibir cariño, amar, respetar, ilusionarse, tolerar la
frustración, brindar apoyo incondicional y hacer que nuestros hijos se
sientan queridos y aceptados.
 Fomenten hábitos saludables y autoestima desde los primeros años.
 Ayuden a su hijo a conocerse, aceptarse y expresarse para que puedan ser
felices.
 Recuerden que es normal sentirse incómodo al tratar estos temas con sus
hijos.
 Infórmense sobre lo que se enseña en las escuelas y grupos juveniles en
relación a la sexualidad.
 Respeten el pudor, la intimidad y los silencios de sus hijos.
 Utilicen un lenguaje apropiado para su edad.
 No les mientan; respondan a las preguntas de sus hijos, aunque no sean
adecuadas para su edad, adaptándolas a su nivel de comprensión.
 Si una pregunta nos resulta incómoda o no tenemos la respuesta, podemos
decir: “la verdad es que no sé qué responderte, déjame pensarlo y
hablamos mañana”, o “busquemos información juntos sobre ese tema”.
 Elijan el momento adecuado; si están apurados, no inicien la conversación.
Un acontecimiento, una película o la letra de una canción pueden ser
buenos puntos de partida. Intente tener una conversación con su hijo,
evitando un monólogo. Haga preguntas sencillas (“¿lo entiendes?”,
“¿tienes alguna duda?”) y abiertas (“¿qué te parece?”).
 Sea empático, póngase en su lugar y escúchelo activamente. No juzgue si
no quiere que sus hijos se sientan juzgados o que ellos lleguen a juzgar a
los demás.
 No espere a que su hijo le haga preguntas; hay niños que nunca lo hacen.
Decida lo que quiere que él o ella sepa.
 No interprete las acciones de los niños con la perspectiva de un adulto.
Evite hacer juicios apresurados.
 No nos alarmemos, regañemos o actuemos de manera precipitada si “los
hemos sorprendido” en conductas sexuales. Hablemos de ello con calma
para que puedan integrar nuestro mensaje y entender nuestra
preocupación.
 Refuercen la capacidad que todo joven tiene para tomar decisiones y
háganles ver que confían en que ellos o ellas pueden hacerlo. Cada
decisión debe ser personal y no debe basarse en la de otros (tanto en este
tema como en el de drogas, alcohol o cualquier otra decisión que enfrenten
en su vida diaria).
 Háblenles sobre los placeres de la sexualidad.
 Confíen en ellos el nivel de responsabilidad que les corresponde según su
edad y háganles entender que algunas decisiones tienen consecuencias, por
lo que debe haber un mínimo de reflexión al momento de decidir.
2.5.1. Desde los 3 a los 8 años:

Características de esta etapa:


En esta fase, los niños y niñas comienzan a identificarse con su género. A
menudo, mientras juegan, pueden imitar comportamientos del otro género. Surge
una curiosidad por las diferencias físicas, lo que puede llevar a juegos como "los
médicos" o "las casitas", así como a explorar juegos relacionados con la
sexualidad con amigos o hermanos que tengan un desarrollo similar.
A medida que crecen, se interesan más por su propio cuerpo y pueden
experimentar placer al tocarse los genitales, incluso comenzando a masturbarse,
ya sea con la mano o frotándose contra un peluche o la barra de la trona, lo que
podría llevar a un orgasmo. También muestran interés en cómo los hombres y las
mujeres utilizan el inodoro.
Es común que repitan palabras inapropiadas que escuchan y empiecen a formular
preguntas sobre la sexualidad, como: “¿de dónde vienen los niños?”. A partir de
los 5 años, comenzarán a cuestionar sobre el nacimiento y el embarazo.
Consejos para padres:
 Utilicen muñecos apropiados para ayudarles a entender las similitudes y
diferencias entre los cuerpos de niños y niñas.
 Es fundamental dejarles claro desde pequeños que los genitales (pene,
vulva, glúteos) son una parte íntima de su cuerpo y que, aunque ellos
pueden explorarlos, los demás no deben hacerlo. Solo deben mostrárselos
o permitir que otras personas, como el personal sanitario o en la escuela,
los toquen por razones de higiene.
 Explíquenles de manera tranquila y sencilla que tocarse los genitales
puede resultar placentero, pero que no deben hacerlo en presencia de otros.
Si sienten la necesidad, deben hacerlo en casa, en su habitación.
 Si observan a un menor jugando sexualmente con otro niño o niña,
pregúntenles amablemente qué estaban haciendo. Es importante que el
adulto adopte una perspectiva comprensiva y vea el comportamiento como
una manifestación de curiosidad.
 Lean con sus hijos o hijas libros sobre sexualidad que sean apropiados
para su edad.
 Utilicen los nombres correctos para referirse a las partes del cuerpo,
incluidos los genitales.
2.5.2. De 9 a 12 años, los niños pueden:
o Volverse más reservados y desear su privacidad al comenzar la pubertad.
o Sentir curiosidad por los cuerpos masculinos y femeninos en desarrollo.
o Explorar revistas y páginas de internet con contenido erótico.
o Enamorarse de amigos o amigas, adolescentes mayores, celebridades y
otras personas significativas en sus vidas, como maestros o entrenadores.
o Mostrar interés en las citas.
o Preguntarse cosas como: “¿Soy normal?” y compararse con sus pares.
o Sentir presión para cumplir con las expectativas familiares y sociales sobre
el comportamiento adecuado de niños y niñas.
o Usar un lenguaje sexual y explorar fantasías románticas y sexuales.
o Practicar la masturbación para alcanzar un orgasmo más profundo, similar
al de los adultos. Los padres pueden…
o Respetar el deseo de privacidad de los preadolescentes.
o Compartir los valores familiares sobre el amor y las citas.
o Ayudar a sus hijos adolescentes a desarrollar habilidades en la toma de
decisiones, la comunicación y a mantenerse firmes respecto a sus límites y
deseos.
o Continuar siendo un ejemplo de conducta adecuada y transmitir mensajes
positivos sobre la sexualidad.
o Responder a sus preguntas y ofrecer los mensajes que deseen compartir
sobre diversos temas y valores familiares.
o Proporcionar libros e información sobre sexualidad que sean apropiados
para su edad.
o Hacerles saber que cuentan con su apoyo.
2.5.3. De 13 a 18 años, los adolescentes pueden…
 Desear tener citas.
 Sentirse presionados por sus compañeros para participar en diversas
actividades, incluyendo comportamientos sexuales, para los que tal vez no
estén listos.
 Continuar con la masturbación.
 Fantasear sobre situaciones románticas o sexuales.
 Enamorarse.
 Experimentar con besos y caricias, incluyendo el sexo oral y las relaciones
sexuales. Los padres pueden…
 Seguir siendo un ejemplo de conducta adecuada y compartir mensajes
positivos sobre la sexualidad.
 Responder a sus preguntas y ofrecer los mensajes que deseen transmitir
sobre diferentes temas y valores familiares.
 Proporcionar libros e información sobre sexualidad que sean apropiados
para su edad.
 Hacerles saber que cuentan con su apoyo.
2.6. Sexualidad saludable y responsable

La sexualidad es una parte integral del ser humano desde su concepción, y su


evolución a lo largo de la vida está influenciada por el entorno social. Los
conocimientos y actitudes sobre la sexualidad varían según la edad, el género y el
nivel sociocultural. Esto genera dudas ante concepciones negativas, información
errónea y creencias limitantes que afectan la capacidad de tomar decisiones sobre
cómo vivir la propia sexualidad. En la actualidad, la sexualidad de los
adolescentes y jóvenes está mediada por la televisión, el cine y la publicidad, que
a menudo se centran en el acto sexual. Sin embargo, esto es solo una parte de un
panorama mucho más complejo y enriquecedor que incluye la amistad, las
relaciones interpersonales, y los sentimientos de afecto, cariño, complicidad y
comprensión entre dos personas. La sexualidad humana abarca mucho más que el
coito; expresiones como abrazos, caricias y besos son igualmente importantes y
satisfactorias en una relación sexual.
La sexualidad implica un amplio espectro de relaciones afectivas y sentimientos,
constituyendo una facultad humana esencial. Una sexualidad saludable nos
permite disfrutar de una vida plena. ¿Por qué necesitamos educación sexual? Es
probable que hayas escuchado comentarios como: "Los jóvenes no necesitan
información sobre la sexualidad". Sin embargo, los jóvenes tienen una gran
necesidad de información en este ámbito, y si no se les proporciona, es probable
que busquen respuestas en fuentes inadecuadas, lo que puede generar dudas, ideas
erróneas, miedos y falsas expectativas.
"Incitan a las relaciones sexuales en jóvenes". No es así. De hecho, el
conocimiento sobre la conducta sexual ayuda a asumir responsabilidades y a
enfrentar situaciones con madurez y comprensión.
Es responsabilidad de los padres y también se aborda en la escuela. La educación
sexual es un proceso continuo en el que constantemente recibimos información.
Se imparte formalmente en las instituciones educativas, pero también de manera
informal en el entorno familiar, entre amigos y a través de los medios de
comunicación. Es fundamental que haya coherencia y coordinación entre estos
diferentes espacios de información para que los jóvenes puedan adoptar
progresivamente conductas responsables.
2.6.1. Sexualidad

Un derecho de los jóvenes que debe ser atendido por la familia, la comunidad y
las instituciones, una responsabilidad compartida que debe fundamentarse en
información veraz y objetiva, así como en el desarrollo de una actitud positiva y
responsable, en lugar de un conjunto de normas restrictivas sobre lo que se debe o
no se debe hacer. Fomentar el diálogo sobre sexualidad en el ámbito familiar y en
los centros educativos.
Un proceso de comunicación que se basa en el diálogo, la sinceridad y el respeto
mutuo, adaptado a cada etapa de la vida y a los intereses de los jóvenes. Esto
ayuda a conocerse mejor, a asumir responsabilidades y a eliminar temores y
mitos. Proporcionar respuestas sinceras a todas las preguntas que los jóvenes
puedan tener sobre sexualidad, ya sea sobre el cuerpo, los sentimientos, etc.
Contribuir a que acepten su cuerpo de manera positiva y que valoren las
relaciones que pueden establecer gracias a él.
Ofrecer información fiable, realista y veraz que les ayude a reflexionar,
comprender y tomar sus propias decisiones en todos los aspectos que les afectan
en este tema, permitiéndoles disfrutar de quienes son y de cómo son, fomentando
actitudes positivas hacia la sexualidad.
III. CONCLUSIONES

La familia debería ser la primera responsable al momento de educar y formar a


sus hijos en todos los aspectos de su vida, incluyendo la sexualidad. Pero en la
práctica esto no está sucediendo, debido a la ausencia de los padres en el hogar,
principalmente por motivos laborales. Los niños/as están más en contacto con los
actores del sistema educacional que con sus propias familias, por lo que se hace
fundamental diseñar políticas de enseñanza acerca de estas temáticas que
complementen su formación integral tendientes al fortalecimiento de la familia, al
ejercicio de una sexualidad responsable y la importancia del amor y la afectividad
en la pareja. El desafío de la educación sexual en la educación formal, implica
fortalecer y actualizar el conocimiento de estos temas primeramente en los
profesores, para que su ayuda sea eficaz.
Actualmente la educación sexual es una urgencia en nuestra sociedad. Los
embarazos en adolescentes, los abortos y sus consecuencias, las enfermedades de
transmisión sexual, la falta de compromiso, o el comprometerse con otro u otra de
manera inadecuada, nos hace pensar en la necesidad de una revolución en la
educación sexual, no se trata de un problema técnico o de método, o de
conocimiento científico, sino la evidencia de la dificultad que tiene tanto el
hombre como la mujer de vivir una sexualidad plena y conforme a su naturaleza.
El sistema escolar se ha visto impulsado a integrar las materias de familia y
sexualidad al currículum de manera transversal, pero debería implementarse
dentro de la malla curricular, y en trabajo conjunto con las familias.
También deberían hacerlo las Instituciones de educación superior, especialmente
donde se forma a los futuros profesores de niños, niñas y jóvenes, los cuales, al
momento de ejercer su profesión en establecimientos educacionales, se verán
enfrentados a conflictos de sus estudiantes, tales como, embarazos, enfermedades
de transmisión sexual entre otras cuestiones, para lo cual se requiere que sean
competentes. Es pertinente que en las Universidades, se incluya en su currículum
esta cuestión con el compromiso y el sentido que merece.
A través de una educación sexual verdadera, se deben combatir entre los
padres/madres y representantes de la comunidad, los mitos, tabúes y
supersticiones que ocupan el lugar del saber cierto y objetivo. Así como liberarlos
de temores y angustias que la educación familiar y social eminentemente represiva
aún cultiva en relación con el sexo.
Es necesaria la participación consensuada de los/las jóvenes, docentes, padres y
líderes de la comunidad, en el diseño y la puesta en práctica de los programas de
educación sexual del Sistema Educativo y Salud ya que será un elemento
importante para cerciorarse de que el programa aborda las necesidades de los/las
adolescentes.
Que el nivel de educación sexual “Medianamente Satisfactorio”, sea el nivel que
predomina en el estudio, podría deberse a que los padres no conocen la
importancia de la etapa escolar y las instancias que se presentan en ésta para
educar sobre guías anticipatorias sobre sexualidad para la adolescencia. Es
importante destacar que el sexo de los hijos es casi paritario y más de 4/5 de la
muestra corresponde a madres, las cuales arrojaron un nivel de educación sexual
“Medianamente Satisfactorio”, lo que también podría explicar la predominancia
de este nivel cuando se considera la muestra total.
Que los niveles de educación sexual entregados por el 44% de los padres,
corresponda a "Insatisfactorio" y “Muy Insatisfactorio”, puede deberse a que aún
en nuestra sociedad, la educación sexual se comienza a abordar durante, o a fines
de la etapa de adolescencia, siendo esto un obstáculo para la preparación del
escolar en temas de sexualidad como guía anticipatoria. -En colegios
municipalizados y subvencionados predomina la entrega de un nivel de educación
sexual “Medianamente Satisfactorio” por parte de los padres. Esto demostraría
que, si bien en Chile, se ha tratado de mejorar el nivel de educación sexual, por
parte de instituciones gubernamentales y no gubernamentales, incluyendo también
los medios de comunicación masivos, no ha sido lo suficientemente efectivo para
que los padres lleguen a entregar un nivel de educación sexual “Muy
Satisfactorio” o "Satisfactorio" a sus hijos.
Por otra parte, es beneficioso ofrecer talleres con discusión grupal para los
padres/madres de familia (Escuela para padres), porque estos tienen las mismas
dudas y desconocimientos que los/las adolescentes. Es necesario alfabetizar a los
padres/madres en sexualidad con la premisa de que solo la realidad “tal cual es”
permite la orientación inteligente en ella.
El Estado debe apoyar y fortalecer a las familias y comunidades con el propósito
de mejorar las condiciones sociales, culturales y económicas de tal forma, que
disminuyan los factores de riesgo en las/los jóvenes como la violencia, el
embarazo, abortos, ITS, que llevarían a conductas no saludables en las/los
adolescentes.
El nivel de educación sexual entregada por los padres a sus hijos según el nivel de
escolaridad que éstos poseen, es mayor cuando ellos tienen más escolaridad; ya
que esta condición favorece el acceso y la entrega de información sobre
sexualidad a sus hijos escolares. Es importante mencionar que, del total de la
muestra las madres poseen una escolaridad por sobre los 10 años, encontrándose
éstas por sobre el promedio nacional de escolaridad.
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