Argentina

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Argentina

Argentina, oficialmente República Argentina,i es un país


soberano de América del Sur, ubicado en el extremo sur y sudeste de dicho
subcontinente. Adopta la forma de
gobierno republicana, democrática, representativa y federal. Se organiza como
un Estado federal descentralizado, constituido por veintitrés provincias y
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires —Capital Federal del país—.9jLos
Estados miembros manifiestan su adhesión a la Constitución Nacional —
regente de los principios como República— y gozan facultades de autonomía
plena extensiva a los poderes ejecutivo, legislativo y judicial y a los municipios
en que se subdividen. Preservan potestades como bandera, fuerza de
seguridad y Carta Magna propias y el dominio de recursos naturales
circunscriptos a su jurisdicción mientras delegan competencias exclusivas al
Gobierno Federal. 1011

Su extenso territorio abarca gran parte del Cono Sur, limitando al norte
con Bolivia y Paraguay, al nordeste con Brasil, al este con Uruguay y el océano
Atlántico, al oeste y sur continental con Chile y las aguas atlánticas del Mar de
Hoces.

Es el segundo país con el mayor índice de Desarrollo Humano (IDH) de la


región, detrás de su vecino Chile.1213Aplica modelos de salud y educación
pública que garantizan el acceso gratuito, universal y de calidad.14Posee una
tasa de alfabetismo en personas mayores de 15 años superior al 99%1516y su
cobertura médica-hospitalaria está regularmente distribuida por cantidad
poblacional.17

En las últimas décadas ha sufrido una aletargada recesión en los marcadores


de crecimiento, producto de sucesivas crisis financieras y nuevas
reconfiguraciones políticas. No obstante, su economía es la segunda más
desarrollada e importante en Sudamérica —detrás de Brasil— y la 24.º más
rica del planeta por PIB nominal. Se posiciona entre los mayores productores
alimenticios del mundo y es considerada una potencia regional.18

Con un desarrollo científico-tecnológico referente, es el país latinoamericano


más laureado con premios Nobel —cinco en total, tres de ellos en ciencias—.
Su dominio en materia nuclear y espacial le ha permitido diseñar, construir y
exportar satélites, radares, reactores nucleares, aviones de
combate, helicópteros y ser productor
de automóviles, software, biotecnología, equipamiento médico, maquinaria
agrícola, etc.192021

Argentina integra el G20 —bloque que reúne a las naciones más ricas e
industrializadas del planeta— y es miembro fundador del Mercosur,
de Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y el NIC o
nuevos países industrializados.22

Su territorio bicontinental abarca una superficie de 2 780 400 km²,3 es el


país hispanohablante más extenso del planeta, el segundo más grande de
América Latina y octavo en el mundo, si se considera solo la superficie
continental sujeta a soberanía efectiva. Su plataforma continental, reconocida
por la ONU en 2016, alcanza los 6 581 500 km²,23 convirtiéndose en una de las
más grandes del mundo,24 extendiéndose desde el continente americano hasta
el Polo Sur en la Antártida, a través del Atlántico Sur. Si se cuentan las islas
Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y otras numerosas islas menores
(administradas por el Reino Unido, pero de soberanía en litigio), más una
porción del área antártica llamada Antártida Argentina al sur del paralelo 60° S,
sobre la cual Argentina reclama soberanía, la superficie se eleva a
3 761 274 km².25 Es una de las veinte naciones con presencia continua en la
Antártida y posee la mayor cantidad de bases permanentes, con seis en total.

Su territorio reúne una gran diversidad de climas, causada por una amplitud
latitudinal que supera los 30° —incluyendo varias zonas geoastronómicas—,
una diferencia en la altitud que va de 107 m bajo el nivel del mar (Laguna del
Carbón) a casi 7000 m s. n. m. y la extensión del litoral marítimo que alcanza
4725 km. Amplias llanuras húmedas limitan con extensos desiertos y altas
montañas, mientras que la presencia de climas tropicales y subtropicales en el
norte, contrastan con las nevadas y fríos extremos en las zonas cordilleranas y
el sur.

Los primeros registros de pobladores en el actual territorio argentino se


remontan a los trece mil años AP, durante el Paleoamericano. En
tiempos protohistóricos, periodo precolombino, fue habitado por
numerosos pueblos indígenas, algunos de los cuales aún habitan el país; entre
ellos guaycurúes, guaraníes, mapuches, tehuelches y diaguitas, estos últimos
formaban parte del Imperio incaico. La conquista española del actual territorio
argentino comenzó con viajes exploratorios desde el año 1512,
el establecimiento de una población en 1528 y la distribución del territorio a los
adelantados. Más tarde, quedó bajo la jurisdicción del virreinato del Perú. En
1776, la Corona española fundó el virreinato del Río de la Plata, el cual sería
una entidad política precedente a la actual República Argentina. El 25 de mayo
de 1810 fue sustituido el sistema virreinal, deponiendo al último virrey que
gobernó desde Buenos Aires,26 organizándose así la Primera Junta de
gobierno, que actuaba de forma autónoma desconociendo al Consejo de
Regencia de España. El día 9 de julio de 1816 fue proclamada la
independencia en San Miguel de Tucumán.27

Toponimia
Artículo principal: Toponimia de Argentina

El nombre oficial del país es República Argentina, literalmente, "República del


Plata". Por elipsis, suele denominarse, "la Argentina". El uso sin artículo está
muy extendido y no se considera incorrecto,28 si bien la Academia Argentina de
Letras lo ha calificado de "reprensible".29

Argentina es el femenino del adjetivo poético "argentino" que indica algo que
tiene cualidades de la plata o relacionado con ella,30 del latín argentum que
significa "plata".31 Argentum, a su vez, procede del protoitálico: *argentom,
derivado del protoindoeuropeo: *h₂r̥ ǵn̥ tóm, sustantivo formado a partir del
adjetivo *h₂erǵ- que significa: “blanco” o bien "brillante".32333435
Argentina fue una denominación poética de los países ribereños del Plata,36 río
llamado así porque era un acceso a los yacimientos argentíferos del Alto Perú,
donde la ciudad de La Plata (Charcas, actual Sucre) era también
llamada Civitas Argentina (Ciudad Argentina).37

El uso como topónimo, aunque con una declinación diferente, aparece por
primera vez en 1554 en el mapa de Lopo Homem: donde los territorios de la
región litoral son llamados: Terra Argentea.38 Más tarde, Martín del Barco
Centenera la eligió, a imitación de La Araucana (1569), como título de
un poema épico sobre la conquista: La Argentina (1602).28 Desde entonces y
hasta finales del siglo XVIII, Argentina y argentino fueron denominaciones
literarias del territorio y los pobladores de la región rioplatense.28

Con la creación del Virreinato del Río de la Plata y su


posterior independencia como Provincias Unidas del Río de la Plata, Argentina
y argentino se hicieron más comunes, aunque a veces con una connotación
restringida a Buenos Aires y las provincias cercanas.28

La Constitución de 1826, usó Argentina como nombre oficial del Estado y,


desde entonces, a pesar del rechazo a dicha constitución, fue usado de
manera habitual. A partir de la década de 1830, Rosas, formalmente
gobernador de Buenos Aires, era el "encargado de dirigir las relaciones
exteriores de la República Argentina".37

La reforma constitucional argentina de 1860 sancionó como artículo 35 la


norma que estableció los nombres oficiales del país, vigente desde entonces:

Las denominaciones adoptadas sucesivamente desde 1810 hasta el presente, a


saber: Provincias Unidas del Río de la Plata; República Argentina, Confederación
Argentina, serán en adelante nombres oficiales indistintamente para la designación del
Gobierno y territorio de las provincias, empleándose las palabras «Nación Argentina»
en la formación y sanción de las leyes.

En 1860, en la ciudad de Paraná, entonces capital de la Confederación


Argentina, el presidente Santiago Derqui decretó que para "uniformar los actos
administrativos" se usaría siempre República Argentina.39 Dos años más tarde,
en 1862, Bartolomé Mitre, primer presidente del país reunificado, se refirió a su
cargo como: presidente de la Nación Argentina.40

Historia
Artículo principal: Historia de la Argentina

Período prehispánico
Esta sección es un extracto de Historia prehispánica de Argentina.[editar]
Cueva de las Manos, a orillas del río Pinturas, en
la provincia de Santa Cruz, 7300 a. C. El arte más antiguo de Sudamérica.

La historia prehispánica de la Argentina hace referencia a los desarrollos


culturales locales del actual territorio de la República Argentina previos a
la conquista y colonización por parte de España.

El primer registro poblacional del territorio actualmente controlado por la


Argentina se encuentra en Piedra Museo (Santa Cruz) y se remonta al 11 000
a. C. Junto con los yacimientos de Monte Verde (Chile) y Pedra Furada (Brasil)
constituyen, hasta el momento, los sitios de poblamiento más antiguos hallados
en Sudamérica. Estos yacimientos sustentan la teoría del poblamiento
temprano de América (pre-Clovis). Cerca de allí, también es posible ver las
pinturas de manos y guanacos estampadas en el 7300 a. C. en la Cueva de las
Manos (río Pinturas, provincia de Santa Cruz). Para el año 9000 a. C. ya había
comenzado el poblamiento de la pampa, en tanto que la zona del Noroeste del
país comenzó a ser habitada hacia el 7000 a. C.

Hacia el 13.er o 12.º milenio AP se registra presencia humana en Los


Toldos y Piedra Museo.41 Entre los pueblos originarios, los cazadores y
recolectores habitaron la Patagonia, la región pampeana y el Gran Chaco. Los
agricultores se instalaron en el noroeste, Cuyo, las sierras de Córdoba y
después en la mesopotamia. Tastil, en el noroeste, fue la ciudad precolombina
más grande ubicada en el actual territorio argentino, con una población de
2000 habitantes.42

Los primeros rastros de vida humana en este territorio corresponden a pueblos


de un nivel cultural paleolítico que tres mil años atrás incorporaron los primeros
aportes culturales mesolíticos y neolíticos.43 Hasta la época de la conquista y
de la colonización europea, el territorio argentino ha estado ocupado por
diversos pueblos originarios, con diferentes organizaciones sociales que se
pueden dividir en tres grupos principales:4445

 Cazadores y recolectores de alimentos básicos canoeros oceánicos, como


los yaganes o yámana y los haush en Tierra del Fuego y los canales fueguinos.
Cazadores y recolectores, que habitaban la Patagonia, la Pampa y el Chaco.
 Cazadores avanzados y recolectores de alimentos como los pámpidos, en el
centro-este: hets en las praderas y estepas de la región
pampeana y norpatagónica; y chonks en la Patagonia ―invadidos desde el s. XVIII
por los mapuches alfareros procedentes de la zona cordillerana de la Patagonia―
y los qom y wichi en la región chaqueña.46 También pertenecen a este grupo los
pámpidos charrúas y minuanes, que habían incorporado la cerámica.
 Los agricultores con cerámica como los guaraníes y las culturas andinas y
derivadas. A partir del segundo milenio, los avá (un pueblo amazónido conocido
desde el siglo XVII por los españoles como «guaraníes») invadieron el NEA y
la Región del Litoral; eran cultivadores de mandioca y avaty o maíz en forma
de roza (tala y quema de florestas) y por ello semisedentarios.44 Las culturas
centradas en la agricultura y ganadería del norte eran puramente sedentarias, y
habían desarrollado redes comerciales englobadas en el conjunto actualmente
llamado «quechua»; tras establecer un sistema cuasi estatal en torno
a señoríos locales, fueron sometidos por el imperio incaico hacia el año 1480.
Influidos por estas culturas andinas, otros pueblos como
los diaguitas, calchaquies y huarpes desarrollaron una agricultura y ganadería de
menor desarrollo, adaptada a las condiciones de las regiones llanas y serranas del
centro de la actual Argentina y de Cuyo.44
En los siglos XIV y XV, el Imperio incaico conquistó parte de las actuales
provincias de Jujuy, Salta, Catamarca, el extremo oeste de la provincia
de Tucumán, la parte oeste de las provincias de La Rioja y San Juan, el
noroeste de la provincia de Mendoza y, probablemente, el norte de la
de Santiago del Estero,47 incorporando sus territorios al Collasuyo, que era la
parte sur del Tahuantinsuyo o regiones de tal imperio.

Tradicionalmente, se atribuye la conquista al monarca inca Túpac Yupanqui.


Varios señoríos de la región, como los quechuas, los likanantai (atacamas),
los huarpes, los diaguitas y otros, intentaron resistir, pero los incas lograron
dominarlos, trasladando a sus territorios a los mitimaes o colonos deportados
de las tribus de los chichas, que habitaban en lo que es el suroeste del actual
territorio boliviano. Otros, como los sanavirones, los lule-tonocoté y los henia-
kâmîare (popularmente llamados «comechingones»), resistieron con éxito la
invasión incaica y se mantuvieron como señoríos independientes.44

Crearon centros agrícolas y textiles, asentamientos (collcas y tambos), caminos (el


"camino del inca"), fortalezas (pucarás) y santuarios de alta montaña. Algunos de los
principales son el pucará de Tilcara, la tambería del Inca, el pucará de Aconquija,
el santuario de Llullaillaco, el shincal de Londres y las ruinas de Quilmes.

Conquista y colonización española


Esta sección es un extracto de Conquista y colonización española de la Argentina.
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La conquista y colonización española de Argentina refiere al período entre el
siglo XVI y principios del siglo XIX en el cual una parte del actual territorio de la
Argentina fue conquistado y colonizado por el Imperio español. En este período
aparece por primera vez la expresión Argentina (país de la plata) para
denominar un área sin límites definidos que se extendía del Río de la
Plata hacia el noroeste. El período incluye también la llegada por primera vez
de españoles a varias zonas del actual territorio argentino, momento en el cual
en muchos casos adoptaron el nombre con el que los pueblos indígenas ya
denominaban a esa región y en otros las designaron con nombres nuevos.

La época colonial en la Argentina se suele dividir en tres períodos:


el descubrimiento y conquista, durante el cual se llevaron a cabo las
exploraciones del territorio y la fundación de las ciudades mayores; el período
de las gobernaciones, durante el cual los asentamientos españoles lucharon
contra las poblaciones indígenas y trataron de consolidarse, registrando pocos
cambios territoriales y económicos; y el período virreinal que se extiende hasta
la Revolución de Mayo de 1810, en la cual fue expulsado el virrey español y
nombrada una junta de autogobierno. La guerra de Independencia Argentina ya
se cita usualmente como parte de la historia de la Argentina.

Los europeos llegaron por primera vez al actual territorio argentino en 1516,
con la expedición de Juan Díaz de Solís por el Río de la Plata. Posteriormente
la expedición de Fernando de Magallanes en 1520 fondeó sus naves en
la Bahía de San Julián, hoy provincia de Santa Cruz. El fuerte Sancti
Spiritus fue el primer asentamiento europeo, instalado en 1527 a orillas del río
Paraná. La primera exploración del noroeste y centro del país fue la entrada de
Diego de Rojas en 1543. Las ciudades de Asunción (1537),k Santiago del
Estero (1553), Córdoba (1573) y Buenos Aires (1536/1580) fueron las bases
del establecimiento colonial que se impuso en la mitad norte del actual territorio
argentino, sujeto a la autoridad de la Corona Española (la Gobernación del Río
de la Plata). El Imperio español fundó varias ciudades e impuso un dominio
colonial sobre la población que habitaba una serie de regiones que se
corresponden aproximadamente con las catorce provincias que se
confederaron en 1860 para formar la República Argentina. Sobre el final del
período colonial el Imperio español creó el Virreinato del Río de la Plata, que
incluía a las catorce provincias mencionadas y los territorios de las actuales
repúblicas de Bolivia, Paraguay y Uruguay.

Debido a la bula del Papa Pablo III Sublimis Deus de 1537, se declaró a los
indígenas hombres con todos los efectos y capacidades de cristianos.4849 En
el Imperio español la unidad social se concebía a través de la unidad de la fe
de la Iglesia católica. En el primer siglo de la colonización, el Imperio español
conquistó aproximadamente un tercio del actual territorio argentino, sometiendo
a los pueblos originarios que lo habitaban y produciendo una catástrofe
demográfica, razón por la cual los conquistadores europeos introdujeron
esclavos secuestrados en el África negra. En el siglo XVII se establecieron
las misiones jesuíticas guaraníes, comunidades misionales fundados por
la Compañía de Jesús entre los guaraníes y pueblos afines, que tenían como
fin evangelizar y evitar la esclavización de los indígenas de las actuales
provincias de Misiones, Corrientes y parte del Paraguay y Brasil. Cumplieron
con éxito su tarea, hasta que en el año 1768, el rey español Carlos III
ordenó expulsar a los jesuitas.

Una gran parte del territorio actual de la Argentina y de los pueblos indígenas
que lo habitaban no estuvo bajo el dominio colonial de España, principalmente
las regiones chaqueña —incluyendo partes de Santiago Del Estero, y Santa Fe
— permanecieron bajo dominio de indígenas de los
grupos wichi, guaycurú y vilelas, mientras que la mayor parte de la pampeana,
a excepción de partes de la Pampa húmeda, patagónica permaneció bajo
dominio tehuelche, puelche y, posteriormente, mapuche. Entre 1560 y 1667, los
señoríos diaguitas mantuvieron una larga resistencia conocida como
las guerras calchaquíes en el actual noroeste argentino, antes de ser
completamente absorbidos por la población criolla.

Durante la mayor parte del período colonial, el territorio argentino fue parte
del Virreinato del Perú, hasta que en 1776 el rey Carlos III de España creó con
parte de su territorio el Virreinato del Río de la Plata. La ciudad de Buenos
Aires fue designada como su capital por su creciente importancia como centro
comercial y con la idea de resistir mejor a un eventual ataque portugués, así
como también para tener un acceso más fácil a España a través de la
navegación atlántica.50

En el siglo XVIII la multiplicación natural del ganado vacuno y equino cimarrón


en las llanuras pampeana, de la Banda Oriental del Río de la Plata y del sur de
Brasil, provocó la aparición de un tipo especial de campesino independiente
a caballo llamado gaucho —en el caso de los varones— y china —en el caso
de las mujeres. Los gauchos desarrollaron una cultura de características
propias, adhirieron y lucharían en la guerra de la Independencia y enfrentaron a
los estancieros para garantizar su derecho al acceso al ganado y la tierra,
hasta ser vencidos en la segunda mitad del siglo XIX. Esta riqueza en ganado
salvaje también llevó a la aparición de indígenas de tradición ecuestre en
el Chaco, la Pampa y la Patagonia, que entablaron una dinámica de lucha
intermitente por los recursos ganaderos con la población española y criolla.
Hasta mediados del siglo XIX, gran parte de la Patagonia y las Pampas permanecieron
bajo el control de diferentes pueblos indígenas: principalmente, chonks y luego
también los mapuches en la Patagonia y ranqueles en la llanura pampeana hasta el
último cuarto del siglo XIX. Asimismo, los territorios de gran parte de la región
chaqueña no fueron colonizados por los europeos, exceptuando partes de Santiago
Del Estero y Santa Fe, sino que permanecieron habitados por pueblos autóctonos
como los qoms, moqoits (mocovís o, mocovíes), pilagás, vilelas, lules y wichis hasta
principios del siglo XX. La población indígena sedentaria fue sometida a relaciones de
dependencia permanente respecto de la población española. Aunque con el paso de
las generaciones fue absorbida dentro una población étnicamente identificable como
«criolla», este proceso de mestización no fue total, como lo demuestra la participación
de poblaciones del Noroeste del actual territorio argentino en el gran levantamiento
indígena de 1780 con epicentro en el Cuzco, dirigido por el inca Túpac Amaru II.

Independencia
Esta sección es un extracto de Independencia de la Argentina.[editar]

En la Historia de la Argentina se conoce como el Período de la


Independencia al transcurrido entre la Revolución de Mayo de 1810 y
la Anarquía que disolvió todas las autoridades nacionales, en el año 1820.5152

Durante este período, las Provincias Unidas del Río de la Plata –nombre inicial
de la actual República Argentina– iniciaron su existencia como país soberano,
la sostuvieron exitosamente por medio de una prolongada Guerra de
Independencia y declararon su independencia. Pero también durante este
período fracasaron en darse un gobierno central y una constitución que fueran
aceptados por todas sus provincias en forma permanente.53

Fue también durante este período que varios territorios que habían formado
parte del Virreinato del Río de la Plata se separaron definitivamente de la
Argentina: el Paraguay, por haber sostenido su propio proceso
independentista;54 el Alto Perú, por continuar bajo poder español, del que más
tarde se independizaría como Estado del Alto Perú; y la Banda Oriental, por
haber caído bajo el poder de Portugal, que lo heredaría al Brasil, del cual se
independizaría como Estado Oriental del Uruguay.55 El legado de la guerra de
independencia argentina es vasto ya que también inspiró la independencia
de Chile56 y Filipinas.57

El inicio del período se establece el 25 de mayo de 1810, fecha de la creación


del primer gobierno de las Provincias Unidas, y el final de este periodo fue el 11 de
febrero de 1820, día en que renunció el último Director Supremo, José Rondeau quien
fue derrotado en la batalla de Cepeda y se disolvió el Congreso Nacional.51
Primera Junta de Gobierno

Cornelio Saavedra, presidente de la Primera Junta de las

Provincias Unidas del Río de la Plata El militar y


político José de San Martín. Manuel Belgrano, miembro de
la Primera Junta, comandante militar y creador de la bandera argentina.

Artículo principal: Primera Junta

La Primera Junta de Gobierno, oficialmente Junta Provisional Gubernativa


de las Provincias del Río de la Plata a nombre del Señor Don Fernando
VII fue la Junta de gobierno surgida el viernes 25 de mayo de 1810 en Buenos
Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, como consecuencia del triunfo
de la Revolución de Mayo que destituyó al virrey Baltasar Hidalgo de
Cisneros y nombró a Cornelio Saavedra como el presidente de la Primera
Junta de las Provincias Unidas del Río de la Plata. La sede del gobierno fue
fijada en el Fuerte de Buenos Aires, que sirviera desde 1776 como residencia
de los virreyes y donde hoy se encuentra la Casa de Gobierno. La Primera
Junta existió como tal hasta el 18 de diciembre del mismo año, ya que con la
incorporación de diputados del interior se transformó en la Junta Grande, que
dio origen a la prolongada Guerra de la Independencia de las Provincias
Unidas del Río de la Plata contra España (1810-1824).

Mientras se desarrollaba la guerra de independencia, también tenía lugar una


compleja disputa por la forma de organización del nuevo Estado, que generó
en 1814 el inicio de una guerra civil que —con intermitencias— duraría más de
medio siglo. El líder de la fracción federal, el oriental José Gervasio Artigas fue
proclamado Protector de la Unión de los Pueblos Libres, una liga de provincias
que se negaban a ser administrados por el gobierno unitario de Buenos Aires.
La misma organizó el llamado Congreso de Oriente en Concepción del
Uruguay, del cual aún se discute si alcanzó a proclamar —como se proponía—
la independencia de España.58

El 9 de julio de 1816, en la ciudad de San Miguel de Tucumán, reunido el


congreso de diputados de las provincias del noroeste y centro-oeste del país y
de la de Buenos Aires, junto con algunos diputados exiliados del Alto
Perú,l proclamó la independencia de las Provincias Unidas en Sud América,
utilizando la siguiente fórmula:59
[…] recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de
una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli […]m

En varios puntos de Sudamérica los nuevos gobiernos debieron enfrentar la


resistencia contrarrevolucionaria de los ejércitos realistas, que intentaban
restaurar la autoridad de la monarquía española en la región. Comenzaron las
guerras por la independencia. Algunos de los principales comandantes
fueron Manuel Belgrano, al mando del Ejército del Norte, José de San Martín,
creador del Ejército de los Andes, Martín Miguel de Güemes, organizador de
la guerra gaucha y Juana Azurduy, comandante de la guerra de guerrillas en
el Alto Perú. El Estado argentino considera a San Martín como el mayor héroe
militar de su independencia y lo honra con el título de «Padre de la Patria».
Junto a Simón Bolívar, fueron los máximos responsables de las gestas
libertadoras que terminaron con la presencia española en el continente.

La formación del Estado federal


Artículos principales: Surgimiento del Estado argentino y Período de las autonomías
provinciales (Argentina).

Juana Azurduy, generala (PM) del Ejército Argentino, asumió la


comandancia de las guerras en el Alto Perú por la emancipación del Virreinato del Río de la

Plata. Es honrada en la Argentina y en Bolivia. Juan Manuel de


Rosas, caudillo federal de la provincia de Buenos Aires entre 1830 y 1852.

Las primeras décadas como país independiente fueron conflictivas: ante la


hegemonía de los unitarios, los federales se alzaron repetidamente en defensa
de la autonomía de las provincias, llevando —tras la llamada Anarquía del Año
XX— a la división del país en provincias autónomas gobernadas generalmente
por caudillos militares, mientras que el país —excepto un breve intervalo entre
1825 y 1827— careció de un gobierno nacional hasta 1852. Cada provincia
asumió la plenitud del gobierno en el ámbito de su territorio.

La guerra de la independencia continuó hasta el año 1825, pero se luchó


preferentemente en la frontera norte y en el Perú. Mientras tanto, la Provincia
Oriental fue invadida por el reino de Portugal, de quien pasó al Imperio del
Brasil. La consecuente guerra del Brasil culminó con la Convención Preliminar
de Paz de 1828, que declaró independiente al territorio en disputa, con el
nombre de Estado Oriental del Uruguay.60 Poco antes, en 1825, el Alto
Perú formó la República de Bolivia y al año siguiente le fue agregada la ciudad
de Tarija y su jurisdicción.

El territorio restante —que había logrado aumentar en algo su control territorial


con algunas exitosas campañas militares contra los indígenas— comenzó a
usar el nombre de «Argentina» de manera oficial a mediados de la década de
1820. La denominación oficial «Provincias Unidas del Río de la Plata» continúa
considerándose, constitucionalmente, un nombre alternativo para el país,
aunque ha caído en práctico desuso.61

A principios de los años 1830, los federales lograron triunfar en todo el país,
que adoptó el nombre de Confederación Argentina. Durante más de veinte
años, el gobernador federal de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, asumió
en los hechos la máxima autoridad nacional, aunque en teoría solo era el
depositario de la representación externa del conjunto de las provincias.62

Durante la época de su hegemonía combatió y derrotó sucesivos


levantamientos de los unitarios,n un bloqueo del Río de la Plata por parte
de Francia y luego otro bloqueo conjunto por parte de Gran Bretaña y Francia.
También mantuvo conflictos bélicos contra la Confederación Perú-Boliviana y
contra el llamado Gobierno de la Defensa de Montevideo, la capital uruguaya,
debido a la injerencia de los dos partidos de ese país —blancos y colorados—
en las guerras civiles argentinas.

Pese a la paz que fue capaz de imponer y el crecimiento económico —al


menos de las provincias del Litoral—, los enemigos de Rosas reclamaban
libertades individuales, políticas y de expresión, que eran férreamente anuladas
por el gobernador porteño; el núcleo de sus reclamos era la sanción de una
constitución política que organizara formalmente el Estado nacional y
garantizara los derechos de los ciudadanos.
Organización Nacional

Justo José de Urquiza, caudillo federal de Entre Ríos, primer


presidente de la Argentina después de la sanción de la Constitución.

Artículo principal: Organización Nacional (Argentina)

Domingo Faustino Sarmiento, presidente y destacado por su


dedicación en la educación pública de la Argentina.

En 1852, Rosas fue derrotado en la batalla de Caseros por el Ejército Grande,


una alianza entre las provincias de Entre Ríos y Corrientes, las
tropas coloradas de Uruguay y otras de Brasil. La alianza fue encabezada por
el federal antirrosista Justo José de Urquiza, gobernador de Entre Ríos, quien
asumió la presidencia provisional.63

Este período duró hasta la sanción de una Constitución en 1853, que con
algunos cambios ha regido en el país hasta la actualidad. La misma adoptó un
régimen federal, pero la provincia de Buenos Aires se separó de la
Confederación Argentina, que debió establecer su capital en la ciudad
de Paraná. En 1859, la Confederación derrotó a Buenos Aires en la batalla de
Cepeda, forzándola a firmar el Pacto de San José de Flores, por el cual Buenos
Aires se reincorporaba a la que desde entonces pasó a llamarse República
Argentina. No obstante, la reunificación definitiva fue lograda bajo la dirección
de Buenos Aires tras la batalla de Pavón (1861), durante la presidencia
de Bartolomé Mitre.

En 1865, la Argentina se involucró nuevamente en una guerra civil en Uruguay,


a lo cual el Paraguay respondió ocupando la ciudad de Corrientes. Tras firmar
una Triple Alianza con el Brasil y Uruguay,64 la Argentina tomó parte en
la guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay, que duró cinco años y requirió
la participación de diez mil soldados argentinos.65 El Paraguay resultó
finalmente derrotado en 1870, quedando totalmente devastado y muerta una
gran parte de su población masculina.66 Pese a su enorme costo económico y
en vidas humanas y a que fue causa de la continuación de las guerras civiles
en la Argentina, este país logró consolidar sus límites en el noreste, ya que se
fijó la frontera en los ríos Pilcomayo, Paraguay y Paraná.66

Durante las presidencias de Mitre y sobre todo de Sarmiento y Avellaneda, la


Argentina se insertó en la economía mundial como un país agroexportador,
sostenido por una amplia red ferroviaria y el avance del sistema educativo. Tras
dos sangrientas revoluciones en 1874 y 1880, en este último año la ciudad de
Buenos Aires fue federalizada y se estableció un equilibrio durable entre las
provincias y la capital.

Gobiernos conservadores y primeros gobiernos radicales

Avellaneda fue el tercer y último mandatario del período de


las presidencias históricas argentinas. Gobernó entre 1874-1880.

Artículos principales: República Conservadora (Argentina) y Primeras presidencias


radicales (Argentina).

Cuadro de Juan M. Blanes reproduciendo la jura en 1898,


del general Julio Argentino Roca —herido en la frente por un atentado— en el antiguo
edificio del Congreso Nacional. El presidente Roque Sáenz
Peña logró que en 1912 fuera sancionada la ley de voto secreto y obligatorio o llamada Ley
Sáenz Peña.

Entre 1878 y 1884 se produjeron las llamadas Conquista del Desierto y del
Chaco, con el objeto de dar por término a los constantes enfrentamientos entre
indígenas y criollos en la frontera y apropiarse de los territorios indígenas,
triplicando el territorio argentino. La primera conquista, impulsada por Julio A.
Roca, consistió en una serie de incursiones militares a los territorios
pampeanos y patagónicos dominados por los pueblos originarios,
repartiéndolos entre los miembros de la Sociedad Rural, financiadores de las
expediciones.67 La conquista del Chaco duró hasta fines del siglo,68 dado que
su incorporación plena al sistema económico nacional solo tuvo lugar cuando
se reemplazó la mera extracción de maderas y tanino por la producción
de algodón. El gobierno argentino consideró a los indígenas como seres
inferiores, sin los mismos derechos que los criollos y europeos.69

Entre 1880 y 1916, el Partido Autonomista Nacional (PAN) monopolizó el poder


sobre la base de elecciones fraudulentas, propiciado por el sistema del voto
cantado y durante 25 años, la figura excluyente fue el general Julio Argentino
Roca. La llamada República Conservadora o República Oligárquica organizó
un exitoso y moderno modelo agroexportador basado en la llamada división
internacional del trabajo impuesta por el Imperio británico, orientado
principalmente a la producción de carne y granos con destino al mercado
británico. En el relato tradicional el país fue visto en esa época como «el
granero del mundo».70

Este modelo económico generó una concentración de la riqueza en pocas


manos y la exclusión social de las clases trabajadoras y de las poblaciones
asentadas fuera de la región pampeana. La economía alcanzó altos niveles de
crecimiento que atrajeron una gran corriente inmigratoria principalmente
constituida por millones de italianos y españoles y en menor medida de
seguidos de europeos orientales y asiáticos occidentales. La población
argentina, que representaba el 0,13 % de la población mundial en 1869,
pasaría a representar el 0,55 % en 1930, proporción en la que,
aproximadamente, se estabilizaría desde entonces.71

La prosperidad de la economía impulsó el crecimiento de una


considerable clase media, integrada mayoritariamente por inmigrantes o sus
descendientes. Los inmigrantes europeos también introdujeron en el país ideas
políticas nuevas como el socialismo y el anarquismo, así como participaron
junto a la población local, especialmente la afroargentina, en la creación
de organizaciones de ayuda mutua y sindicatos.7273 Surgieron partidos políticos
modernos como la Unión Cívica Radical (UCR) y el Partido Socialista (PS).

Después de más de dos décadas de conflictos políticos y sociales, fraudes


electorales y graves actos de represión, en 1912 fue sancionada la Ley Sáenz
Peña, que estableció el sufragio secreto, obligatorio y universal para votantes
masculinos. En la primera elección presidencial con sufragio secreto, los
conservadores fueron desplazados del poder por los radicales dirigidos
por Hipólito Yrigoyen, que fue presidente entre 1916 y 1922, y entre 1928 y
1930. Durante su primer gobierno se inició el movimiento estudiantil conocido
como la reforma universitaria, que se extendió por toda América Latina y se
produjeron las masacres obreras de la Semana Trágica y la Patagonia rebelde.
Entre ambos gobiernos de Yrigoyen fue elegido presidente el también
radical Marcelo Torcuato de Alvear.

Alternancia entre golpes de estado y regímenes democráticos

Hipólito Yrigoyen, primer presidente elegido por el voto


universal y secreto de los varones (1916-1922 y 1928-1930). Su derrocamiento significó el
comienzo de una serie de golpes de estado recurrentes entre 1930 y 1976.
Juan Domingo Perón fue el primer presidente en ser elegido
por el sufragio universal y secreto de hombres y mujeres al ser reelecto en 1951. Su
esposa, Eva Perón, ejerció un papel clave en la imposición del voto femenino y fue

precandidata a integrar la fórmula presidencial. Arturo


Frondizi (UCRI) fue elegido presidente en 1958 con el peronismo proscrito.

Víctimas del Bombardeo de la Plaza de Mayo de 1955.


Arturo Illia (UCRP) fue elegido presidente en 1963 con el
peronismo proscripto y el expresidente Frondizi aún detenido por los militares que lo
derrocaron.

Artículos principales: Década Infame, Historia de la Argentina entre 1943 y


1963 e Historia de la Argentina entre 1963 y 1983.

El 6 de septiembre de 1930 se produjo el primero de una serie de golpes de


Estado en Argentina que llevó a un grupo cívico-militar a establecer una
dictadura justificada por la Corte Suprema como «gobierno de facto», después
de derrocar a Hipólito Yrigoyen. Este golpe de Estado inició una secuela de
gobiernos fraudulentos conocidos como la Década Infame.o

El modelo agroexportador argentino entró en crisis por el cierre de los


mercados internacionales causado por la Crisis de 1929. El país impulsó un
proceso de sustitución de importaciones que desarrolló un amplio
sector industrial.74 La Década Infame fue derrocada por la Revolución del 43,
un segundo golpe de Estado que instaló un gobierno militar en cuyo seno se
produciría una alianza entre sindicatos y algunos militares que dieron origen
al peronismo. A pesar de la presión de Estados Unidos desde que este país
entró a la guerra a fines de 1941 cuando fue atacado por Japón, la Argentina
se mantuvo neutral durante la mayor parte del resto de la II Guerra Mundial,
uniéndose a los Aliados el 27 de marzo de 1945, durante el gobierno del
general Edelmiro Farrell, poco antes de la terminación de la Guerra.

En 1946 fue elegido presidente Juan Domingo Perón con apoyo de los
sindicatos organizados en el Partido Laborista. Perón, acompañado por su
esposa Evita, encabezó un nuevo movimiento que puso el acento en la justicia
social, la soberanía política y la independencia económica. Bajo su gobierno se
estableció el sufragio femenino en 1947, la igualdad de hombres y mujeres en
el derecho familiar, la igualdad de los hijos nacidos dentro o fuera del
matrimonio, la gratuidad de la enseñanza universitaria, se erradicó
el paludismo, etc.75

A través de la Fundación Eva Perón, se desarrolló una ayuda social sin


precedentes en el país, brindando apoyo económico a los sectores más
vulnerables. También se nacionalizaron los ferrocarriles y el comercio exterior,
y se generó un fuerte proceso de industrialización, promoviendo la industria
pesada.

En 1951 Perón fue reelegido para un nuevo período presidencial con el


63,40 % de los votos en lo que constituyó la primera elección con sufragio
universal de hombres y mujeres en la Argentina. En 1952 murió Evita. Casi
60 años después, sería declarada la Mujer del Bicentenario, como el símbolo
del protagonismo de la mujer en la historia argentina.75El peronismo contó con
una amplia adhesión de la población, pero también con un fuerte rechazo de
los sectores opositores, polarizándose la sociedad argentina en peronistas
y antiperonistas. Su política perjudicó a los intereses británicos, dominantes
hasta entonces en la economía, que apoyaron a los opositores.76El inicio de
un conflicto con la Iglesia católica debilitó la lealtad al gobierno de vastos
sectores y unificó a la oposición.77

El 16 de junio de 1955 una conjura cívico-militar, utilizando unos treinta aviones


de la Armada y de la Fuerza Aérea, bombardearon y ametrallaron a la
población de Buenos Aires en la Plaza de Mayo y otros lugares.78 Este ataque
produjo 308 víctimas oficialmente identificadas —entre ellas 111 activistas
sindicales que incluyen a 23 mujeres—, un número de muertos que no
pudieron ser individualizados debido a las mutilaciones y más de 700 heridos.79

En septiembre Perón fue derrocado por un nuevo golpe


autodenominado Revolución Libertadora, que proscribió al peronismo, muchos
de cuyos partidarios fueron encarcelados o fusilados, lo que le valió al golpismo
el mote de «Revolución Fusiladora». Perón se vio obligado a exiliarse hasta el
final de la proscripción en 1973.76

Durante la proscripción, el peronismo continuará teniendo influencia en la


política y el sindicalismo —ámbito en el que ganó la mayoría de las elecciones
—, negando legitimidad a las autoridades instaladas por medios no
democráticos y desarrollando una actividad opositora conocida por
la Resistencia peronista.

En 1958 fue elegido presidente Arturo Frondizi (UCRI) en elecciones con el


peronismo proscripto pero después de realizar un pacto electoral con Perón,
siendo derrocado por un nuevo golpe militar en 1962. El golpe esta vez tuvo la
particularidad de que el poder fue asumido por el civil José María Guido,
nombrado presidente por la Corte Suprema de Justicia ese mismo día tras el
derrocamiento y arresto de Frondizi, alegando para su nombramiento un vacío
de poder. A pesar de que formalmente Guido ejercía la presidencia, el
verdadero poder material residía en la esfera militar. Durante su mandato se
agudizaron los enfrentamientos entre dos facciones del Ejército Argentino,
conocidas como Azules y Colorados, llegándose a enfrentamientos armados.
La victoria del sector «azul» permitió al general Juan Carlos Onganía reunificar
al Ejército.

Con el peronismo todavía proscripto y el expresidente Frondizi detenido,80 en


1963 fue elegido como mandatario Arturo Umberto Illia (UCRP), quien también
sería depuesto por un golpe militar en 1966, que llevaría al gobierno a
Onganía.
Su dictadura, la primera de las tres que conformaron la
autodenominada Revolución Argentina (1966-1973), fue también la
primera dictadura permanente instalada en el marco de los regímenes militares
que se multiplicaron en América Latina con apoyo activo de Estados Unidos a
través de la Escuela de las Américas y la doctrina de la seguridad nacional en
el marco global de la Guerra Fría. La abolición de la actividad política y
el terrorismo de Estado, provocó un estado insurreccional de la población que
se manifestó en la aparición de varias organizaciones guerrilleras —
como Montoneros, las FAR y el ERP— y gran cantidad de puebladas
insurreccionales, como el Cordobazo, el Rosariazo y el Tucumanazo, entre
otras.81 Acorralada por la insurrección popular, la dictadura organizó una salida
electoral con participación del peronismo —aunque impidiendo la candidatura
de Perón—.

En 1973 el peronismo fue legalizado y triunfó en las elecciones presidenciales,


dando inicio a lo que ha dado en llamarse el tercer peronismo. Tras la renuncia
del presidente Héctor José Cámpora, ese mismo año, Juan Domingo
Perón fue elegido presidente por tercera vez, precipitando así su muerte nueve
meses después. Lo sucedió su vicepresidenta y esposa, María Estela Martínez
de Perón. Este período se caracterizó por un acelerado deterioro de la
situación interna, producto de la crisis del petróleo de 1973 y la generalizada
violencia política, incluyendo la organización desde el gobierno de una fuerza
parapolicial llamada la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) que junto a
las fuerzas policiales y militares, asesinaron a cientos de opositores desde
1973 —varios de ellos «detenidos desaparecidos»—, así como la instalación
de centros clandestinos de detención en el marco de la represión ordenada por
los llamados decretos de aniquilamiento.82

El 24 de marzo de 1976 se produjo un nuevo golpe militar que instaló una


nueva dictadura permanente autodenominada Proceso de Reorganización
Nacional, que duraría casi ocho años y que estaría internacionalmente
coordinada con las demás dictaduras sudamericanas mediante el Plan Cóndor,
bajo el amparo de Estados Unidos. Durante la misma se implantó un régimen
de terrorismo de Estado que llevó a cabo un plan sistemático de secuestro,
tortura y eliminación de opositores, calificado por la justicia de genocidio,
causando miles desaparecidos y cientos de niños que sufrieron la supresión de
su identidad.

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