Copia de Copia de Resumen Del Sistema Nervioso

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Resumen de biología

(segundo cuatrimestre)

El control en el ser humano

El control de las funciones del organismo y su interacción con el entorno requiere una
coordinación entre todas las células, así como la capacidad de captar e interpretar cambios para
responder adecuadamente. La clave para lograr esto es la comunicación, que es facilitada por el
sistema nervioso. Este sistema está compuesto por células, tejidos y órganos especializados que
se encargan de transmitir información en el cuerpo.

El sistema nervioso

Los seres vivos percibimos estímulos del ambiente, tanto externos como internos, y
respondemos de diversas maneras. Por ejemplo, al jugar al fútbol, cuando un compañero te
lanza un centro, ajustas tu cuerpo y cabeza para desviar la pelota hacia el arco. Percibes la
llegada de la pelota a través de tus órganos receptores, que te permiten distinguir la distancia y
la fuerza del pase. Mientras tanto, sientes el calor en tu cuerpo, la boca seca y la transpiración,
así como el latido acelerado de tu corazón y la falta de aire. Esto demuestra que múltiples
estímulos actúan sobre nuestro organismo, los procesamos e integramos, y somos capaces de
generar varias respuestas al mismo tiempo. El sistema nervioso es el encargado de distribuir,
procesar e integrar la información en el organismo. Su función principal es transmitir y procesar
datos, actuando como un sistema de control e integración esencial. El sistema nervioso está
compuesto por diversos órganos, tejidos y tipos de células, y se divide en dos grandes partes: el
sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico. Cada división tiene funciones
específicas y, aunque trabajan de manera integrada, poseen diferentes ubicaciones y anatomía.
Las neuronas son las células más importantes del sistema nervioso, que se encarga de transmitir
y procesar información en el cuerpo y de elaborar respuestas a los estímulos. Los órganos de los
sentidos, como el ojo para la vista, captan información del medio externo mediante receptores
que se estimulan por la luz. También hay receptores que detectan cambios en el medio interno,
como la disminución de agua en el cuerpo, y envían señales al cerebro, lo que provoca la
sensación de sed. En resumen, El sistema nervioso permite a los seres vivos percibir y responder
a estímulos internos y externos, procesando e integrando información a través de sus dos
divisiones: el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico. Las neuronas son sus
células principales.

Las células nerviosas

El texto describe las células nerviosas, o neuronas, enfocándose en sus tres regiones principales:

Cuerpo celular o soma: Contiene el núcleo y


el citoplasma, siendo el centro metabólico
de la neurona. En su interior, se
encuentran los cuerpos de Nissl (reticulo
endoplasmático rugoso), importantes para
la síntesis de proteínas. Los grupos de
somas forman los ganglios (en el sistema
nervioso periférico) y los núcleos (en el
sistema nervioso central).

Dendritas: Son ramificaciones cortas que


reciben información de otras neuronas, constituyendo la superficie receptora de la neurona.
Axón: Es una prolongación larga y delgada que transmite información a otras neuronas, músculos o
glándulas. Algunos axones están recubiertos de mielina, una sustancia aislante que aumenta la velocidad
de transmisión del impulso nervioso. Los conjuntos de axones forman los nervios. El axón termina en
ramificaciones llamadas botones terminales.

En resumen, la neurona recibe información a través de las dendritas, procesa esta información en el
soma, y la transmite a otras células a través del axón. La mielina juega un rol crucial en la velocidad de
esta transmisión.

El sistema nervioso contiene aproximadamente 100.000 millones de neuronas en el cerebro, y lo crucial


no es solo su cantidad, sino las numerosas conexiones que forman. Cada neurona se conecta con
alrededor de 15.000 otras, creando redes complejas que permiten la circulación de información, similar a
una red eléctrica en una ciudad.

Las células gliales, o de la glía, acompañan a las neuronas en el sistema nervioso. Anteriormente se
pensaba que solo ofrecían soporte, pero ahora se reconoce que también facilitan la nutrición de las
neuronas y eliminan desechos. Hay diferentes tipos de células gliales: algunas forman la vaina de mielina,
mientras que otras, llamadas astrocitos, guían el desarrollo neuronal y son clave en los procesos de
regeneración.

La comunicación neural

El tiempo que pasa desde que un jugador ve la pelota hasta que la cabecea es breve, pero suficiente para
que su sistema nervioso procese la información y elabore una respuesta. Esto incluye saltar a la altura y
tiempo correctos, mover la cabeza con precisión, y ejecutar respuestas automáticas como acelerar el
ritmo cardíaco y mantener el equilibrio. Además, su cerebro interpreta los movimientos de los jugadores
del equipo contrario y de su propio equipo.

Para que el cuerpo humano responda rápidamente a un estímulo, la información debe transmitirse entre
diferentes partes del organismo, que están bastante separadas. Aunque algunas neuronas pueden medir
más de un metro, la mayoría son de solo unos pocos milímetros, lo que significa que la información tiene
que pasar de una neurona a otra para recorrer las largas distancias del sistema nervioso.

Hay diferentes tipos de neuronas que permiten la transmisión de información:

1. Neuronas aferentes o sensoriales: Recogen información de los receptores sensoriales, tanto del
exterior (como sonido y luz) como del interior del cuerpo (como el nivel de oxígeno en la sangre), y la
envían a otras regiones para su procesamiento.

2. Neuronas eferentes o motoras: Transmiten la información desde donde se generan las respuestas hasta
los órganos efectores, como músculos y glándulas.
3. Neuronas de asociación o interneuronas: No son ni sensoriales ni
motoras; su función es conectar diferentes neuronas entre sí para
formar una red extensa.

La información se transmite de una neurona a otra a través de un proceso especial llamado sinapsis.

Las neuronas aferentes, eferentes e interneuronas forman un circuito neuronal. Su funcionamiento es:

1. Los receptores captan estímulos y envían señales a los


centros de procesamiento.

2. Se integra la información y se generan respuestas.

3. Las respuestas se envían a los efectores a través de


neuronas motoras.

La transmisión de información en el circuito neuronal ocurre mediante un impulso nervioso, que se


genera por el flujo de iones a través de la membrana celular.

El impulso nervioso

Las neuronas están rodeadas de un líquido extracelular que contiene principalmente agua y iones, (siendo
los más importantes el sodio y, en menor cantidad, el potasio). Dentro de la célula hay más iones K⁺ y
muchos iones con carga negativa. Esta distribución desigual de cargas genera una diferencia de voltaje
conocida como potencial de reposo, que es de aproximadamente -70 milivoltios. El signo negativo indica
que el interior de la célula es más negativo en comparación con el exterior, que es positivo.

Aunque todas las células están polarizadas, solo las neuronas y las células musculares son "excitables", ya
que pueden modificar su potencial de reposo. Esta variación se llama potencial de acción, y su
desplazamiento a lo largo de una neurona se conoce como impulso nervioso.

Se genera un potencial de acción cuando la permeabilidad de la neurona a ciertos iones cambia. Este
proceso ocurre en varios pasos:

1. Al recibir un estímulo en las dendritas, se abren canales de sodio (Na⁺) en la membrana, permitiendo
que estos iones entren rápidamente y despolaricen la célula.

2. Este cambio de voltaje provoca la apertura de más canales de sodio, lo que lleva a un aumento en el
potencial positivo dentro de la neurona, creando el potencial de acción que genera el impulso nervioso.
3. Después de menos de un milisegundo, los canales de sodio se cierran y se abren lentamente los canales
de potasio (K⁺), permitiendo que salgan iones K⁺ y repolarizando así la membrana.

4. Aunque se restablece el potencial, la distribución de iones cambia, por lo que la bomba de sodio-
potasio actúa para devolver los iones Na⁺ al exterior y traer K⁺ al interior, utilizando transporte activo para
mantener el equilibrio iónico.

Este mecanismo es fundamental para el funcionamiento adecuado de las neuronas.

La comunicación neuronal se produce cuando el potencial de acción se propaga a lo largo del axón. Al
despolarizarse una parte de la membrana, se abren los canales de sodio, permitiendo la entrada de sodio
y despolarizando áreas adyacentes. Este proceso se repite, haciendo que el impulso nervioso avance sin
perder intensidad. Después de que los canales de sodio se cierran, entran en un período refractario,
durante el cual no pueden responder a nuevos estímulos, lo que asegura que el impulso solo se propague
hacia adelante.

La mielina, formada por las células de Schwann, envuelve los axones en varias capas, creando una vaina
que aísla eléctricamente la neurona, similar al recubrimiento de plástico en los cables eléctricos. Sin
embargo, a diferencia de estos cables, la mielina no es continua; tiene interrupciones llamadas nódulos de
Ranvier. En estos nódulos es donde los iones de sodio (Na⁺) y potasio (K⁺) pueden cruzar la membrana y
generar la despolarización, lo que facilita la rápida conducción del impulso nervioso.

En las neuronas mielinizadas, la despolarización ocurre solo en los nódulos de Ranvier, lo que permite que
el impulso nervioso se propague más rápidamente. Este proceso se conoce como conducción saltatoria.

La sinapsis

La sinapsis es el proceso que permite la transmisión de


información de una neurona a otra al final del axón.

Las sinapsis eléctricas ocurren cuando las membranas de


dos neuronas están unidas y los iones se transfieren a
través de poros específicos, permitiendo una rápida
propagación del impulso nervioso. Este tipo de sinapsis
se encuentra en invertebrados, vertebrados inferiores y
en algunas áreas del cerebro de mamíferos. En humanos, se observan en la retina, el corazón y el tracto
digestivo, donde ayudan a mantener contracciones musculares rítmicas.

Las sinapsis químicas se producen cuando las membranas celulares están separadas por un espacio
sináptico. La comunicación ocurre a través de neurotransmisores, que son sustancias químicas fabricadas
en la neurona y almacenadas en vesículas sinápticas en los botones terminales de los axones.

Cuando el impulso llega a los botones terminales, se abren


canales de calcio, lo que permite la liberación de
neurotransmisores en el espacio sináptico. Estos se unen a
receptores en la neurona postsináptica, generando efectos
variables. Su acción termina cuando son degradados o
recapturados por la neurona presináptica.
El sistema nervioso central

El sistema nervioso se divide en el sistema nervioso central


(SNC) y el sistema nervioso periférico (SNP). El SNC, que es el
más importante, está protegido dentro del cráneo y la columna
vertebral. La parte del SNC resguardada por el cráneo es el
encéfalo, que incluye el cerebro, el tronco encefálico y el
cerebelo.

El sistema nervioso central (SNC) se continúa en la médula


espinal, que mide unos 40 a 45 cm. Está rodeado por líquido
cefalorraquídeo (LCR), que protege y nutre el SNC, además de
eliminar desechos. El SNC está cubierto por tres membranas
protectoras llamadas meninges: la piamadre (interna), la
aracnoides (intermedia) y la duramadre (externa). Los somas
neuronales se agrupan en núcleos, mientras que los axones de neuronas con funciones similares forman
fascículos o haces.

En el sistema nervioso central, se distinguen áreas de


sustancia gris y sustancia blanca. La sustancia gris está
compuesta por interneuronas, células gliales, somas y
dendritas de neuronas motoras, y se encarga de recibir,
procesar estímulos y elaborar respuestas. La sustancia
blanca está formada por axones que transmiten información
entre diferentes regiones del SNC y su color se debe a la
vaina de mielina que los recubre. La disposición de estas
sustancias varía entre el encéfalo y la médula espinal.

El sistema nervioso periférico

El sistema nervioso periférico es el encargado de llevar los estímulos desde los receptores sensoriales al
sistema nervioso central (SNC) y de conducir las respuestas elaboradas por el SNC hacia los efectores.
Está formado por nervios que se extienden a todos los tejidos y órganos del cuerpo. Algunos axones de
estos nervios transmiten información sensorial hacia el SNC, mientras que otros, correspondientes a
neuronas motoras, envían señales desde el SNC hacia los órganos y músculos.

Existen nervios que se conectan directamente con el cerebro, llamados nervios craneales (como el óptico
y el auditivo), y otros que se conectan con la médula espinal, conocidos como nervios raquídeos o
espinales. Las respuestas motoras del sistema nervioso periférico (SNP) se dividen en dos subsistemas: el
sistema nervioso somático (SNS) y el sistema nervioso autónomo (SNA).
El sistema nervioso somático (SNS) controla la
contracción de los músculos voluntarios,
permitiendo movimientos como saltar, mover
los brazos o hablar. Para realizar una acción,
como la flexión del antebrazo en el codo, el
músculo bíceps se contrae mientras los
músculos antagónicos en la parte posterior se
relajan. Esta coordinación precisa requiere la
actividad de diversas zonas o centros
cerebrales para que el movimiento se lleve a
cabo correctamente.

El sistema nervioso autónomo (SNA) controla los movimientos involuntarios y regula la actividad de los
músculos lisos, el corazón y algunas glándulas. Por ejemplo, durante un juego, el SNA aumenta la
frecuencia cardíaca para bombear más sangre y oxígeno a las células, mientras que al finalizar el partido,
el ritmo del corazón disminuye. El SNA se divide en dos subsistemas: el sistema nervioso simpático y el
parasimpático, que tienen diferencias funcionales y anatómicas, ya que sus axones provienen de distintos
centros del sistema nervioso central.

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