Apocalipsis AU Hetalia
Apocalipsis AU Hetalia
Apocalipsis AU Hetalia
«Ha pasado tan solo un mes desde la batalla final, un mes desde que llegamos a
La Ciudad, un mes desde perdí a Alex. Un mes donde me vi encerrada en el
laboratorio de mi padre, un mes en el que no vi a nadie y apenas dejé entrar a
Caleb. Un mes que ha quedado atrás, pero que jamás olvidare. —muchacha baja
la mirada y su voz se nota un tanto temblorosa.»
«No estoy bien, y dudo que algún día lo vuelva a estar. Pero al menos se que
lograre seguir adelante a partir de ahora.»
«Durante este último mes me aferre a que todo era una mentira, que tan solo era
un mal sueño y que pronto abriría los ojos y me encontraría devuelta al día en que
todo comenzó, pero en lugar de terminar conmigo escapando con Caleb y Julie de
nuestro departamento en busca de sobrevivir al caos, seguirá como un día normal
hasta volver a irme a la cama después de verlas estrellas, y continuar con una
vida normal. Lastimosamente siempre despertaba para verme rodeada de las
cosas de mi padre y Alex. Sola y sin la mitad de mí.»
«Al final, los chicos lograron sacarme de ahí y consiguieron que comiera algo más
que un par de bocados, tomara agua y unos sueros y me trataron las heridas que
aun poseía. Ahí fue cuando vi que no estaba sola, que ahora había mas gente que
se preocupaba por mí, también comprendí que no podía rendirme, aun tenia que
ver por Caleb, por mi pequeño Caleb, quien también había perdido mucho, mucho
más que yo, y no podía provocarle perder también al único ser a quien amaba y
conocía desde toda su vida.»— la joven se ve perdida, su mirada se puede notar
desenfocada por unos segundos, hasta que vuelve en sí. Como si nada hubiera
sucedido.
«Tampoco podía olvidarme de mis amigos, aquellos que por muy loco que suene,
hice en esta locura de mundo en la que vivimos actualmente. Si Julie estuviera
aun aquí, se reiría de que tuvo que pasar una catástrofe de tal magnitud para que
finalmente lograra abrirme a los demás. Pero después, sé que estaría orgullosa y
feliz por mí. Feliz de que encontré personas que me querían conocer por quien
realmente soy y se preocupaban verdaderamente por mí, gente a la que
finalmente podía llamar amigos, familia, y tal vez… tal vez alguien con quien
compartir mucho más. Alguien que me pueda amar como merecía, según ella.
Aunque es mas que seguro que ella siempre estará en mi corazón, sin importar
que.
«Y bueno, sé que no sería la única. No solo Julie estaría feliz, sé que Alex y papá
también estarían felices de que encontré a alguien como…»
«—¿Gwen? ¿Estas por aquí? La cena esta por servirse, ¿dónde estás? —suena
una voz a lo lejos. Se nota un tinte de preocupación en esta.»
«—Oh, debo apurarme si quiero alanzar un buen plato. Además, que no quiero
que se preocupe…—la joven desvió sus pensamientos un momento y se podía
notar como una ligera sonrisa se formaba en sus labios—»
«En fin, no me desvío más, esta será mi última entrada, quizás, a menos que
algún otro evento importante se presente, en cualquier caso, creo que este es el
adiós. Espero estas entradas que sirvieron como una clase de diario para no
volverme loca sean de utilidad algún día. Sin más, me despido.
Gwen Ramírez, fuera.»