AULA 08 - Clase 08, Juan Miguel Rosa
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Literatura Española II
Juan Miguel Rosa
La Generación de 1914 y el
Novecentismo
Clase 08
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La Generación de 1914 y el
Novecentismo
Presentación
Apresentaçãoyeobjetivos
Objetivos
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Para empezar
Otra generación ha llegado. Hay en estos jóvenes más método, más preocupación científica.
Son los que este núcleo forman, críticos, historiadores, filólogos, eruditos, profesores. Saben más que
nosotros. ¿Tienen nuestra espontaneidad? Dejémosles paso. (AZORÍN, apud MORALES, 2008)
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victorias de la Cruz, no suscita la imagen de un cielo azul y bajo
él un esplendor, sino que meramente siente, y esto que siente
es dolor. […] Es una ilusión pueril creer que está garantizada
en alguna parte la eternidad de los pueblos; de la historia, que
es una arena toda de ferocidades, han desaparecido muchas
razas como entidades independientes. En historia, vivir no es
dejarse vivir; en historia, vivir es ocuparse muy seriamente, muy
conscientemente del vivir, como si fuera un oficio. Por esto
es menester que nuestra generación se preocupe con toda
consciencia, premeditadamente, orgánicamente, del porvenir
nacional. Es preciso, en suma, hacer una llamada enérgica
a nuestra generación, y si no la llama quien tenga positivos
títulos para llamarla, es forzoso que la llame cualquiera, por Fig. 01
ejemplo, yo.
Así es
La Generación de 1914
Europeísmo frente a casticismo
Mientras que la Generación del 98 se caracterizó por su mirada vuelta hacia el pasado
y por su búsqueda de las esencias españolas en el casticismo rural castellano, los
intelectuales liderados por Ortega y Gasset tuvieron una visión europeísta, urbana y
cosmopolita de la sociedad española, decantándose por lo universal frente a lo local
y por el progreso frente a la tradición. Entre los postulados de la Generación del 14,
Rodríguez Cacho destaca los siguientes:
El intento de huir del pesimismo de ‘los del 98’, apoyándose en una concepción más deportiva y lúdica de
la vida, la defensa del acceso al poder por parte de las élites juveniles, la reivindicación de la sensibilidad
artística como otra forma más poderosa de inteligencia, y con ello el impulso de una literatura que
hiciera al hombre más sensible con el mundo que lo rodeaba. (RODRÍGUEZ CACHO, 2009, p. 221)
En la clase anterior vimos los criterios propuestos por Julius Petersen para determinar
la existencia de una generación literaria, criterios que se aplican visiblemente a la
Generación de 1914, en la que podemos reconocer:
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- caudillaje o liderazgo en la figura de Ortega y Gasset;
Como ya ocurriera entre los pensadores de la Ilustración y entre los hombres del 98,
la educación fue asunto capital para la Generación del 14. Sus integrantes no fueron
partidarios de una revolución desde las clases populares, sino de una profunda
reforma desde las élites que pasaría por la educación política de las masas. Tuvieron
plena conciencia de la misión social del intelectual, lo que les llevaría a implicarse
profundamente en la vida política, como demuestra la creación en 1931 de la
Agrupación al Servicio de la República, grupo de intelectuales liderado por el propio
Ortega, por el científico Gregorio Marañón y por el escritor Ramón Pérez de Ayala. Para
los intelectuales de la Generación del 14, su “privilegiada capacidad de reflexión” debía
servir para “orientar y conducir a las masas” (RODRÍGUEZ CACHO, 2009, p. 222).
El europeísmo de los autores del 14 se tradujo también en un vivo interés por las
novedades científicas producidas en el extranjero, una actitud que contrastó vivamente
con la que mantuvo Unamuno en su madurez, en la que se alejó del cientifismo y del
positivismo hasta acuñar la famosa frase “¡que inventen ellos!”, una máxima que utilizó
repetidamente – por ejemplo, en discusiones epistolares con Ortega – y en la que se
reafirmó en este pasaje de su obra Del sentimiento trágico de la vida (1912):
No ha mucho hubo quien hizo como que se escandalizaba de que, respondiendo yo a los que nos
reprochaban a los españoles nuestra incapacidad científica, dijese, después de hacer observar que la luz
eléctrica luce aquí, corre aquí la locomotora tan bien como donde se inventaron, y nos servimos de los
logaritmos como en el país donde fueron ideados, aquello de: «¡que inventen ellos!». Expresión paradójica
a que no renuncio. Los españoles deberíamos apropiarnos no poco de aquellos sabios consejos que a
los rusos, nuestros semejantes, dirigía el conde José de Maistre en aquellas sus admirables cartas al
conde Rasoumowski, sobre la educación pública en Rusia, cuando le decía que no por no estar hecha
para la ciencia debe una nación estimarse menos. (UNAMUNO, 1912, s/p)
La Generación del 14, partidaria de que las minorías ilustradas guiasen a las masas en la
regeneración social, preconizó el orden y el clasicismo en la creación artística y el rigor
intelectual en el campo de las ideas. Alejada de la tendencia a la introspección y al
irracionalismo que caracterizó a los hombres del 98, la nueva generación apostó por el
racionalismo y por la acción política a través de medidas concretas para transformar la
sociedad. Aun teniendo una honda preocupación por el presente y el futuro de España,
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abominó del nacionalismo español, que sí fue una
postura habitual en la generación anterior. En el
terreno artístico, su intelectualismo se tradujo en
una búsqueda de la perfección formal y del arte
puro como mero placer estético, que encontró
una de sus mejores expresiones en la poesía pura
cultivada por Juan Ramón Jiménez. Fue la de
esta generación una concepción vanguardista y
elitista del arte, resumida en la famosa dedicatoria
Fig. 02 - “De izquierda a derecha,
del propio Juan Ramón: “a la minoría, siempre”. el poeta Antonio Machado –
perteneciente a la Generación del
98 –, Gregorio Marañón, José Ortega
y Gasset y Ramón Pérez de Ayala.”
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como el inicio de un nuevo tiempo para Cataluña. Los integrantes de la Generación
del 14 – comenzando por su cabeza visible, Ortega y Gasset – abrazaron ese término
de Novecentismo acuñado por Eugeni d’Ors para describir sus propias posiciones
artísticas e ideológicas, que coincidían en muchos aspectos con las del movimiento
catalán: intelectualización del hecho artístico (el arte por el arte o el arte puro al que
nos hemos referido anteriormente); preferencia por la vida urbana y moderna sobre el
ambiente rural; europeísmo y cosmopolitismo.
Como ya ocurriera con los ilustrados del siglo XVIII y, en menor medida, con los autores
del 98, la Generación del 14 encontró en el ensayo el vehículo ideal para plasmar
sus ideales de regeneración social. Sin embargo, en el ámbito de la narrativa merece
especial atención la obra del asturiano Ramón Pérez de Ayala (1880-1962), cuya
voluntad de experimentación abrió nuevos caminos para la novela en España. Tras
cultivar un realismo de corte tradicional en sus primeros relatos, Pérez de Ayala fusionó
géneros e innovó formalmente en sus novelas de madurez. Como explica Barroso,
Las mejores novelas de Pérez de Ayala tienen bastante de experimentales en el sentido amplio del
término. Como hacen los grandes escritores europeos modernos, este autor busca y propone senderos
nuevos, comenzando por ensanchar, para ello, el horizonte del género. Así, entrecruza con la del relato
la forma discursiva que venía siendo más propia del ensayo y, además, muchas veces se sirve de poemas
líricos […] que anuncian y esclarecen, por su simbolismo, el sentido de ciertos elementos funcionales del
relato en prosa. (BARROSO, 1998, p. 446)
Entre las obras más destacadas de Pérez de Ayala destaca Belarmino y Apolonio
(1921), en la que dos peculiares zapateros filósofos reflexionan en tono tragicómico
sobre asuntos tan profundos como la relación entre lenguaje y pensamiento o entre
arte y naturaleza, siempre con el sentido de la vida como gran cuestión de fondo. En
Luna de miel, luna de hiel (1923), el autor narra los sinsabores que sufre una pareja
de jóvenes casados por la carencia de una educación sexual adecuada. Las dos novelas
de Pérez de Ayala que se consideran “la culminación de su arte narrativo” (RODRÍGUEZ
CACHO, 2009, p. 291) son Tigre Juan y El curandero de su honra, ambas publicadas en
1926 y centradas en el tema del honor. Pérez de Ayala fue, junto a Ortega y Gregorio
Marañón, uno de los intelectuales que en 1931 firmó el manifiesto “Al servicio de la
República”, pero se decepcionó con el cariz revolucionario de los últimos gobiernos
republicanos. Exiliado en Francia tras el estallido de la Guerra Civil, volvió a España en
la década de 1950 y trató de integrarse en la vida cultural bajo la dictadura franquista,
pero nunca llegaría a retomar su actividad como novelista, que fue anterior al estallido
del conflicto bélico.
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Fundó en 1923 la Revista de Occidente, que bajo su dirección sería uno de los principales
vehículos de difusión cultural y científica en la España de la época (la publicación existe
aún hoy, dirigida por José Varela Ortega, nieto del filósofo). Pese a su firme apoyo a la
2ª República, en la que participó como diputado, Ortega se decepcionó pronto con el
radicalismo del gobierno republicano, lo que le llevó a apartarse de la política activa. Es
famoso su discurso “Rectificación de la República”, pronunciado en diciembre de 1931,
en el que alertaba sobre lo que consideraba una deriva del sistema de gobierno que
tanto había ayudado a instaurar:
Una cantidad inmensa de españoles que colaboraron en el advenimiento de la República con su
acción, con su voto o con lo que es más eficaz que todo esto, con su esperanza, se dicen ahora entre
desasosegados y descontentos: “¡No es esto, no es esto”! La República es una cosa. El radicalismo es
otra. Si no, al tiempo. (ORTEGA, apud CAJADE, 2008)
Exiliado tras el inicio de la Guerra Civil, Ortega solo volvería a España tras el final de la
2ª Guerra Mundial, en 1945, pero no se le permitió recuperar su cátedra de Metafísica
y solo pudo retomar la vida académica fundando un Instituto de Humanidades en
el que pasó a dar clases a alumnos no universitarios. En 1950 viajó nuevamente a
Alemania, donde sí gozaba del prestigio y reconocimiento que le era negado en la
España franquista. Solo regresaría a Madrid poco antes de su muerte, en 1955.
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la sociedad española, sino a la sociedad occidental en general) fue traducido a varias
lenguas y tuvo gran difusión en el exterior. Dentro de la obra de Ortega, hay que
destacar también su ensayo La deshumanización del arte (1925), en el que reflexiona
sobre el elitismo artístico propuesto por las vanguardias que recorren Europa y España,
concluyendo que se trata de un camino sin retorno hacia la escisión total entre el
hombre y el artista:
El poeta empieza donde el hombre acaba. El destino de éste es vivir su itinerario humano; la misión
de aquel es inventar lo que no existe. De esta manera se justifica el oficio poético. El poeta aumenta el
mundo, añadiendo a lo real, que ya está ahí por sí mismo, un irreal continente. […] La poesía es hoy el
álgebra superior de las metáforas. (ORTEGA, apud CABRALES; HERNÁNDEZ, 2009, p. 96)
Ortega fue, en resumen, un pensador de enorme estatura intelectual que marcó toda
una época en la historia de las ideas en España y que, como ya ocurriera con el otro gran
filósofo de su tiempo, Miguel de Unamuno, vio como sus propuestas de regeneración
nacional eran barridas por el enfrentamiento fratricida de la Guerra Civil.
Manos a la obra
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Ramón Gómez de la Serna y los movimientos de vanguardia
Las vanguardias en Europa
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Ramón Gómez de la Serna y las vanguardias en España
- “La larga cola de la novia es la vereda que conduce hasta ella al novio desorientado.”
- “Los que fechan cualquier cosa con números romanos -MCMXXV- son unos
MMMEMOS.”
- “Los perros nos enseñan la lengua como si nos hubieran tomado por el doctor.”
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- “Pan es palabra tan breve para que podamos pedirlo con urgencia.”
- “El que está en Venecia es el engañado que cree estar en Venecia. El que sueña con
Venecia es el que está en Venecia.”
- “Lo peor de los médicos es que le miran a uno como si uno no fuera uno mismo.”
- “Lo malo de los nudistas es que cuando se sientan se pegan a las sillas.”
- “Para que vuelva a crecer el pelo, no hay otro medio que hacer un viaje al
Peloponeso.”
- “Hay unas beatas que rezan como los conejos comen hierba.”
- “En los hilos del telégrafo quedan, cuando llueve, unas lágrimas que ponen tristes
los telegramas.”
Los jóvenes poetas a los que se refiere Rodríguez Cacho no son ni más ni menos
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que las principales figuras de la Generación del 27, nombres como Federico García
Lorca, Rafael Alberti, Pedro Salinas, Luis Cernuda o Vicente Aleixandre. El vanguardismo
de Ramón ejerció una influencia decisiva sobre la poética de esa generación, a la que
dedicaremos la décima clase de nuestro curso.
Aunque siempre evitó que su tertulia literaria del Café Pombo se convirtiese en
tertulia política, Gómez de la Serna se significó contra el fascismo formando parte de
la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura, creada en julio de
1936, es decir, al inicio de la Guerra Civil. Ramón se exilió ese mismo año en Argentina
y aunque pasó a colaborar desde Buenos Aires con periódicos españoles adeptos al
régimen franquista, no volvería a pisar suelo español hasta trece años más tarde, en
1949. Inicialmente fue bien recibido por las autoridades, pero al poco tiempo decidió
volver a su vida en la capital argentina, donde fallecería en 1963. El ambiente pacato y
ultraconservador de la España franquista no era el más apropiado para un espíritu libre,
transgresor e iconoclasta como el de Ramón Gómez de la Serna.
¡Ya sé!
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Autoevaluación
Para concluir esta lección 8 te proponemos una lectura en la que podrás reconocer,
a través de las palabras de José Ortega y Gasset, algunos de los principales rasgos de la
Generación del 14: rigor intelectual, activismo político, reconocimiento de los “vicios” de
España y rechazo a su clase política tradicional. Se trata de un fragmento del artículo “El
error Berenguer”, publicado en el periódico El Sol el 15 de noviembre de 1930. En este
célebre texto, que encontrarás en la carpeta de materiales complementarios, Ortega
critica la tentativa por parte del rey Alfonso XIII y de las élites militares y monárquicas
de volver al sistema político de la Restauración tras los siete años de dictadura del
general Primo de Rivera (1923-1930). Este intento de mantenimiento del statu quo
se plasmó en el gobierno presidido por el general Dámaso Berenguer, un periodo
que pasaría a la historia de España como “la dictablanda” por su continuismo con la
situación anterior (recordemos que la dictadura de Primo de Rivera se inició tras un
golpe de estado consentido por Alfonso XIII). El artículo muestra a un Ortega nada
introspectivo, y sí, al contrario, activo y beligerante: el filósofo denuncia la situación
política y llama a los ciudadanos a rechazar el continuismo de la Restauración y a
reconstruir el Estado español, que considera aniquilado tras el periodo dictatorial. La
2ª República, a cuyo advenimiento tanto contribuyeron los hombres de la Generación
del 14, sería proclamada apenas cinco meses después.
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Referencias
MATAMORO, Blas. Ensayistas españoles (XV). José Ortega y Gasset. Biblioteca del
Centro Virtual Cervantes, julio de 2009. Disponible en: http://cvc.cervantes.es/el_
rinconete/anteriores/julio_09/03072009_02.htm. Accedido el 18 de julio de 2013.
MORALES AYLLÓN, Vicente. Literatura española del siglo XX. 1ª parte. Universidad
Rey Juan Carlos. Curso 2008-2009. Disponible en: http://www.vmorales.es/Temas/
Literatura%205.pdf. Accedido el 17 de junio de 2013.
UNAMUNO, Miguel de. Del sentimiento trágico de la vida, 1912. Disponible en: http://
www.sacerdotesoperarios.org/libros/Miguel%20de%20Unamuno%20-%20Del%20
sentimiento%20trágico%20de%20la%20vida.pdf. Accedido el 17 de junio de 2013.
Lista de Figuras
Fig. 1: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:JoseOrtegayGasset.jpg
Fig. 2: http://anestesiar.org/2012/asociacion-publica-privada-en-la-sanidad-un-debate-
internacional/antonio-machado-gregorio-maranon-ortega-y-perez-de-ayala/
Fig. 3: http://juancarlosmarquez.blogspot.com.br/2009/04/silencio-por-mallarme.html
Fig. 4: http://sololengua.blogspot.com.br/2012/11/greguerias-de-ramon-gomez-de-la-serna.html
Fig. 5: http://www.antoniomiranda.com.br/poesia_visual/apollinaire.html
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