PARADIGMA
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Índice
Introducción………………….………………………………………………….……….pág 3
Paradigma emergente……..……………………………………………………………pág 4
Espiritualidad…………………………………………………………………………..pág 10
¿Qué papel pintan la felicidad la ética la ternura y el gozo dentro del paradigma
emergente?..................................................................................................pág 10,11,12
Conclusión………………………………………………………………………………pág 15
Bibliografía…………………………………………………………………………..pág 16,17
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Introducción
El valor de este enfoque radica en su capacidad para abordar problemas complejos mediante
una perspectiva holística, que integra diferentes campos del conocimiento y pone énfasis en la
responsabilidad compartida por el bienestar del planeta y sus habitantes. A nivel científico, el
paradigma emergente se fundamenta en avances recientes en áreas como la física cuántica, la
biología de sistemas y las ciencias del comportamiento, que subrayan la interdependencia y la
adaptabilidad de los sistemas vivos y sociales.
Este trabajo explora los valores y principios centrales de este nuevo paradigma, destacando su
importancia no solo para la ciencia y la tecnología, sino también para la transformación de
nuestras sociedades hacia modelos más equitativos y sostenibles. Además, se analizarán las
bases científicas que sustentan este cambio de enfoque, revelando su potencial para
reconfigurar las estructuras y dinámicas que gobiernan nuestro mundo.
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El paradigma emergente
Un paradigma es un conjunto de ideas, creencias o formas de hacer las cosas que se aceptan
como correctas o válidas en un determinado momento o contexto. Es como un "modelo" o
"marco" que guía cómo entendemos el mundo y cómo resolvemos problemas.
Por ejemplo, en la ciencia, un paradigma puede ser la teoría que muchos científicos aceptan
como verdadera, hasta que se descubren nuevas ideas que lo cambian. Un cambio de
paradigma ocurre cuando una nueva manera de pensar o de ver las cosas reemplaza la
antigua.
En resumen, un paradigma es una manera aceptada de pensar o hacer las cosas que puede
cambiar con el tiempo cuando surgen nuevas ideas o enfoques.
Sincronicidad:
Se define como la coincidencia entre los patrones del pensamiento y la dinámica del
devenir externo. Cuando vivimos esos momentos privilegiados que en el plano iniciático
se conocen como revelación, es que alcanzamos el nivel holístico de lectura e
interpretación de los signos que los científicos llaman sincronicidad. Los
presentimientos, la interpretación de los sueños y la sensación de una experiencia ya
vivida son ejemplos cotidianos de sincronicidad. Este tipo de fenómenos presupone la
integración espacio temporal, aunada a nociones científicas recientes como el efecto
observador, el punto crítico que desencadena el caos, y la configuración fractal del
universo.
Identidad:
Es el conjunto de valores, orgullos, tradiciones, símbolos, creencias y modos de
comportamiento que funcionan como elementos y que actúan para que el individuo
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pueda fundamentar su sentimiento de pertenencia que hacen parte a la diversidad al
interior de las mismas en respuesta a los intereses, códigos, normas y rituales que
comparten diversos grupos dentro de una cultura dominante.
La construcción de identidades es “un fenómeno que surge de la dialéctica entre el
individuo y la sociedad” (Berger y Luckman, 1988: 240). La identidad se construyen a
través de un proceso de individualización por los propios actores para los que son
fuentes de sentido (Giddens, 1995) y aunque se puedan originar en las instituciones
dominantes, sólo lo son silos actores sociales las interiorizan y sobre esto último
construyen su sentido. En esta línea, Castells (1998: 28-29), diferencia los roles
definidos por normas estructuradas por las instituciones y organizaciones de la sociedad
(e influyen en la conducta según las negociaciones entre individuos y dichas
instituciones, organizando así las funciones) y las identidades definidas como proceso
de construcción del sentido atendiendo a un atributo o conjunto de atributos culturales
(organizando dicho sentido, entendido como la identificación simbólica que realiza un
actor social del objetivo de su acción).
Complejidad:
La definición de complejidad tiene que ver con la diversidad de elementos que
componen una situación; un todo que se compone de partes que interactúan y que
estas a su vez se encuentran en contacto con su medio ambiente. Desde este ángulo,
todo es complejidad. Toda nuestra vida está rodeada del concepto de complejidad. La
complejidad no tiene una sola forma de definirse y entenderse, esto es, la definición de
complejidad depende del punto de vista del observador, como menciona Warfield
(1994). Algo que es complejo para un observador tal vez no lo será para un segundo
observador o para un grupo de observadores. Desde esta perspectiva la complejidad se
nos presenta como el diferencial entre la demanda de recursos (materiales,
intelectuales, valores, etc.) para enfrentar una situación y los recursos de que dispone el
observador. Es sencillo, si la situación que se presenta (desde el punto de vista de
algún observador) demanda de gran cantidad de recursos (de cualquier índole) y no se
cuenta con los recursos necesarios para afrontar esa situación (por su dinámica y
características propias) entonces estamos frente a una situación compleja.
1. Física cuántica: Este campo ha revelado que a nivel subatómico, las partículas no se
comportan de manera predecible, sino que muestran propiedades de indeterminación y
conexión no-local. Esto significa que las partes de un sistema pueden estar
interconectadas, aunque se encuentren a grandes distancias, lo que desafía la visión
mecanicista y determinista del universo que prevalecía en la física clásica. La física
cuántica sugiere que el universo es más complejo, dinámico y entrelazado de lo que
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pensábamos, lo que refuerza la noción de interconexión presente en el paradigma
emergente.
3. Teoría del caos y la complejidad: Estas teorías sugieren que los sistemas complejos,
como los ecosistemas, las sociedades y las economías, son altamente dinámicos y
están en constante evolución. Pequeños cambios en un sistema pueden tener efectos
grandes e impredecibles, lo que pone de relieve la importancia de la adaptabilidad y la
flexibilidad. Esto refuerza la idea de que los sistemas sociales y naturales no son
predecibles de manera lineal, sino que requieren enfoques flexibles y holísticos, clave
en el paradigma emergente.
En resumen, el paradigma emergente está respaldado por avances científicos que promueven
una visión integrada, no fragmentada, del universo. Este nuevo enfoque subraya que los
sistemas naturales y sociales están interconectados y que la cooperación, la adaptabilidad y la
resiliencia son esenciales para el desarrollo sostenible y la supervivencia a largo plazo.
Los valores del paradigma emergente reflejan un cambio profundo en la forma en que
entendemos el mundo, las relaciones humanas y nuestra interacción con la naturaleza. Estos
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valores promueven una visión más integradora, colaborativa y sostenible. A continuación, se
destacan los valores fundamentales:
1. Interconexión
El paradigma emergente reconoce que todo está interrelacionado, ya sea en los sistemas
sociales, ecológicos o tecnológicos. Este valor subraya que nuestras acciones tienen un
impacto en otros seres humanos, en la naturaleza y en el planeta en su conjunto. La idea de
interdependencia es clave, y promueve la responsabilidad compartida por el bienestar de todos.
2. Colaboración y cooperación
3. Sostenibilidad
4. Diversidad e inclusión
El paradigma emergente celebra la diversidad en todas sus formas: biológica, cultural, social y
cognitiva. Se valora la inclusión de distintas perspectivas y experiencias, entendiendo que la
diversidad es esencial para la resiliencia y la innovación en cualquier sistema. Este valor
implica el reconocimiento de la dignidad y los derechos de todas las personas,
independientemente de su origen o condición.
5. Responsabilidad ética
La responsabilidad ética es un valor clave que guía las decisiones y acciones individuales y
colectivas. En el paradigma emergente, se promueve una actitud consciente sobre el impacto
de nuestras elecciones en el bienestar de los demás, de las comunidades y del medio
ambiente. Esto incluye la búsqueda de justicia social, la reducción de desigualdades y la
promoción de la equidad.
6. Resiliencia
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La capacidad de adaptarse y prosperar frente a los desafíos y cambios es un valor central. En
lugar de buscar un control rígido sobre los sistemas, se reconoce la importancia de la
flexibilidad y la capacidad de recuperación. Esto es aplicable tanto a nivel individual como
colectivo, incentivando estructuras y soluciones que puedan adaptarse a entornos cambiantes.
7. Cuidado y bienestar
8. Propósito compartido
Estos valores se articulan en respuesta a las limitaciones del paradigma anterior, que se
enfocaba en la competencia, la explotación de recursos y el individualismo. El paradigma
emergente busca una nueva forma de vivir y de organizar nuestras sociedades, basada en
principios de interdependencia, sostenibilidad y justicia.
Dimensión Humana
1. Consciencia y autoconocimiento
2. Empatía y compasión
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La empatía y la compasión son fundamentales en la dimensión humana del paradigma
emergente. Se valora la capacidad de ponerse en el lugar del otro y comprender sus
emociones y perspectivas. Esto no solo fortalece las relaciones interpersonales, sino que
también fomenta comunidades más justas y solidarias. La compasión es vista como una fuerza
poderosa para la transformación social, que nos impulsa a actuar en favor del bien común y de
los más vulnerables.
3. Colaboración y comunidad
El ser humano, desde esta perspectiva, ya no es visto como un ente aislado que busca
únicamente su éxito personal, sino como parte de una comunidad más grande y diversa. La
colaboración se convierte en el principio rector, tanto en el ámbito personal como profesional.
La idea es que las soluciones más efectivas a los problemas globales, sociales y personales
surgen de la cooperación y del trabajo conjunto, más que de la competencia o el aislamiento
individual.
4. Responsabilidad y ética
La dimensión humana del paradigma emergente está fuertemente guiada por una
responsabilidad ética. Cada persona es consciente de que sus acciones tienen un impacto no
solo en su vida, sino en la de los demás y en el planeta. Esto genera un sentido de
responsabilidad compartida por la sostenibilidad y el bienestar global. La ética se convierte en
un criterio clave para tomar decisiones, tanto en lo personal como en lo profesional.
5. Cuidado integral
6. Diversidad e inclusión
La dimensión humana también celebra la diversidad, entendiendo que cada persona aporta
algo único y valioso. Se promueve una cultura de inclusión, donde las diferencias culturales,
sociales, de género o de habilidades son vistas como fuentes de riqueza. Esto se refleja en la
forma en que las sociedades y las organizaciones se organizan, asegurando que todas las
voces sean escuchadas y respetadas, y que las decisiones reflejen un enfoque inclusivo.
El ser humano, en el paradigma emergente, está guiado por un sentido de propósito que
trasciende los intereses personales y materiales. Se valora la búsqueda de un sentido más
profundo de la vida, que está vinculado al servicio a los demás y a la contribución al bien
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común. Este enfoque promueve una visión del ser humano no solo como un consumidor o
productor, sino como un agente de cambio que busca un impacto positivo en el mundo.
8. Autonomía conectada
El ser humano es visto como un ser en constante evolución. El paradigma emergente fomenta
el desarrollo continuo del potencial humano, alentando la creatividad, la innovación y la
búsqueda de nuevas formas de ver y hacer las cosas. Se valora la capacidad de adaptarse,
aprender y reinventarse a medida que las circunstancias cambian, tanto a nivel personal como
en las sociedades.
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ética ya no se trata solo de seguir reglas o normas impuestas externamente, sino de actuar
desde una consciencia profunda del impacto que nuestras decisiones tienen en los demás y en
el entorno.
Ética en lo personal: Implica tomar decisiones que promuevan la equidad, la justicia y el
respeto por la diversidad. Se busca un equilibrio entre los intereses individuales y el
bien común.
Ética en lo social: Promueve prácticas y políticas inclusivas, justas y sostenibles. Se
rechaza la explotación de recursos naturales, humanos o sociales, y se aboga por un
modelo económico y social que respete los límites planetarios y los derechos humanos.
En resumen, la ética en el paradigma emergente es una brújula moral que orienta nuestras
acciones hacia un mundo más equitativo y sostenible, poniendo siempre en primer lugar el
bienestar de todos.
La ternura juega un papel esencial como un valor que impulsa el cuidado y la compasión en
nuestras relaciones. En el paradigma emergente, la ternura no es vista como una debilidad,
sino como una fuerza transformadora que puede sanar, unir y fortalecer las comunidades. Este
enfoque valora el cuidado y la empatía como fundamentos para construir sociedades más
humanas y solidarias.
Ternura en las relaciones interpersonales: Se prioriza el trato afectuoso, el respeto y la
atención hacia las necesidades emocionales de los demás. La ternura fomenta la
creación de lazos afectivos profundos y auténticos, donde se reconoce y valora la
vulnerabilidad del otro.
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Ternura en la acción social: Implica abordar los problemas sociales desde una postura
de cuidado, poniendo en primer plano la dignidad y el bienestar de las personas, en
especial de los más vulnerables. En este sentido, la ternura es una herramienta para la
justicia social y la paz.
En el paradigma emergente, la ternura se convierte en una fuente de conexión y resiliencia,
siendo una base para la construcción de sociedades más compasivas y justas.
El gozo es un valor fundamental que refleja la capacidad humana para disfrutar y celebrar la
vida, aun en medio de desafíos. A diferencia del placer superficial o efímero, el gozo en el
paradigma emergente está vinculado a una alegría profunda, que surge del agradecimiento y la
apreciación de la vida, las relaciones y el entorno.
Gozo en la simplicidad: En este paradigma, se valora el gozo que surge de las
pequeñas cosas, de la simplicidad y de la conexión con la naturaleza y los demás. Este
enfoque va en contra de la búsqueda constante de más bienes materiales, y promueve
la satisfacción con lo esencial.
Gozo como conexión con el presente: El gozo está profundamente conectado con la
presencia consciente en el aquí y ahora. Al estar en sintonía con el presente, las
personas pueden experimentar una alegría genuina, libre de preocupaciones futuras o
pasadas, lo que genera un estado de equilibrio emocional y mental.
El gozo, en este contexto, es una forma de celebrar la vida en comunidad, la belleza del
entorno y la riqueza de las relaciones humanas. Se convierte en una expresión de gratitud y
conexión con la vida misma.
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Ejemplo: Proyectos de agricultura urbana en ciudades como Caracas, donde los
ciudadanos se organizan para cultivar alimentos en pequeños espacios urbanos,
fomentando la soberanía alimentaria y la sostenibilidad.
2. Sostenibilidad y ecología
El movimiento por la sostenibilidad en Venezuela ha ganado impulso en medio de la necesidad
de encontrar soluciones locales y sostenibles a problemas como la escasez de alimentos y
recursos. Iniciativas ecológicas que promueven la agricultura orgánica, la permacultura y la
conservación ambiental han comenzado a consolidarse. Estas iniciativas reflejan un
compromiso con los principios del paradigma emergente, que enfatizan la relación armónica
entre el ser humano y la naturaleza.
Ejemplo: Grupos de activistas y ONG dedicadas a la protección del medio ambiente y
la educación ecológica en zonas rurales y urbanas. El enfoque en la permacultura ha
sido fundamental para enseñar a las comunidades cómo cultivar alimentos de manera
sostenible y regenerativa.
3. Educación alternativa
En Venezuela, la educación también ha experimentado cambios que reflejan los valores del
paradigma emergente. Diversas iniciativas han buscado transformar el sistema educativo,
enfocándose en una educación más inclusiva, participativa y orientada a resolver problemas de
la vida real. Se ha priorizado la enseñanza de habilidades como la resiliencia, la colaboración y
la conciencia social, con el objetivo de formar ciudadanos conscientes y comprometidos con el
bienestar colectivo.
Ejemplo: Escuelas alternativas que promueven una educación basada en la
creatividad, la cooperación y el pensamiento crítico, con especial atención a la conexión
con el medio ambiente y el desarrollo personal integral.
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Ejemplo: Redes de apoyo local para la distribución de medicinas y alimentos, donde las
personas ofrecen ayuda de forma desinteresada, sin fines de lucro, sino con el objetivo
de sostener y proteger a sus comunidades.
Desafíos
A pesar de estos avances, la implementación más amplia del paradigma emergente en
Venezuela enfrenta importantes desafíos debido a la crisis política y económica, la falta de
recursos, y las tensiones sociales. No obstante, el paradigma emergente encuentra espacios
de expresión y desarrollo en la resiliencia de las comunidades que buscan soluciones basadas
en la colaboración, la sostenibilidad y la solidaridad.
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Conclusión
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Bibliografía
Paradigma emergente
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