Weber
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Weber comenzó a prestar atención a tres características diferentes de las clases sociales y
la formación de clases.
En primer lugar, observó la formación de clases sociales en el contexto de lo que llamó la
situación del mercado moderno como lo opuesto a la situación de clases del primer período
industrial.
En segundo lugar, analizó la formación de la estructura de las clases con relación a los
diferentes tipos de acción social que asumió que surgían de los intereses de clase. En
tercer lugar, estudió la formación del sistema de clases moderno con relación a lo que llamó
los tipos históricos diferentes de antagonismo de clase y lucha de clases, que comparó con
la lucha de clases de períodos anteriores.
Para comenzar, veamos primero la definición de Weber del concepto de clase, escribió:
Podemos hablar de una clase cuando (1) un grupo de personas que poseen en común un
componente causal específico en sus vidas cambia en tanto que (2) este componente se
encuentre representado exclusivamente por intereses económicos en la posesión de bienes
y oportunidades para el ingreso y (3) esté representado por las condiciones
de los artículos de consumo y los mercados laborales. Esta es la situación de una clase.
En este contexto, sobresalen dos cosas sobre la definición de Weber
que contrasta con las definiciones anteriores.
En primer lugar está la idea de que, para Weber, una clase debe definirse como un grupo
que posee el mismo “componente causal de las oportunidades vitales”. En este caso,
Weber utiliza el término “oportunidades vitales” para definir “las oportunidades creadas
cuando los individuos venden sus habilidades y experiencia en el mercado a cambio de
ingresos”, y las posibilidades que estos ingresos crean en la búsqueda de bienes y servicios
en el mercado. Si siguiéramos a Weber en este punto, la situación de clase está
determinada por las oportunidades vitales que tiene una clase cuando los individuos venden
sus habilidades y experiencia en el mercado a cambio de salarios e ingresos con los que
obtienen bienes y servicios. En este caso, lo decisivo de la definición de Weber sobre la
clase es el énfasis en las “oportunidades vitales” que los individuos poseen en el mercado
cuando venden sus habilidades, como lo contrario a las posiciones de clase que tienen
como resultado directo de su posesión de la propiedad sobre los medios de producción.
Lo segundo que se destaca en la definición de Weber sobre la clase es el énfasis que puso
en la situación de clase y el mercado. En esencia, el término “mercado” fue utilizado por
Weber para referirse a la esfera en la sociedad donde las habilidades y servicios se
producen e intercambian, y en estos términos el mercado constituye el terreno de
intercambio en la sociedad. En este sentido, el mercado se encuentra claramente separado
de las esferas política y legal de la sociedad hasta el punto que impone condiciones sobre la
realización de las oportunidades vitales, los ingresos y los intereses económicos. De esta
forma, al dar el paso de restringir la situación de clase a la situación del mercado, Weber
cambió la manera en que el concepto de clase había sido utilizado históricamente.
Es decir, mientras Marx había pensado que la absoluta “propiedad sobre los medios de
producción” era el único determinante de la situación de clase, Weber desafió este punto de
vista al afirmar que en lo que respecta a la situación de clase moderna, los cambios en la
vida en cuanto a ingresos y salarios puede existir de manera independiente de la propiedad
privada sobre los medios de producción.
La teoría de Weber sobre la situación de la clase moderna de esta manera difiere de la
concepción de clase de Marx hasta el punto que esboza la existencia de dos categorías de
la situación de clase.
En la primera categoría está la situación de clase determinada por la posesión de la
propiedad absoluta que crea el reingreso de las inversiones e ingresos en la forma de
rentas. En esta situación de clase, la posesión de la propiedad lleva a la monopolización de
los medios de producción por un grupo, y a fin de cuentas determina la situación de clase al
crear monopolios económicos sobre los medios de producción que favorecen una clase.
Esto, creyó Weber, era en gran medida la situación de clase del período industrial donde las
clases adineradas se enfrentaban entre sí dentro de las condiciones económicas de
existencia donde las oportunidades vitales sólo existían para las clases adineradas.
Una segunda situación de clase que surge en el período moderno, según Weber, es la
categoría de clase que está determinada por los tipos de habilidades y experiencias
obtenidas por las credenciales de educación que crea oportunidades vitales cuando se
venden en el mercado.
Estas credenciales, diplomas y certificados, concluyó Weber, no sólo se venden en el
mercado a cambio de ingresos y sustentos, sino que también poseen una cualidad diferente
para crear oportunidades vitales fuera de las oportunidades vitales de la posesión de la
propiedad directa.
Esta categoría de situación de clase, de acuerdo con Weber, está determinada por el estado
del mercado y su necesidad en conjunto de personal cualificado y adiestrado que incluiría
“técnicos, funcionarios, profesores y otros trabajadores de cuello blanco”.79 A pesar de que
estos grupos pueden carecer de las oportunidades vitales específicas con relación a la
propiedad, dijo Weber, lo nuevo sobre esta situación de clase es que ellos son capaces de
obtener oportunidades vitales en forma de ingresos, salarios y pagos que son el resultado
directo de sus credenciales de cualificación que venden a cambio de ingresos.80 Weber
estimaba que la situación de clase de los individuos que tienen oportunidades vitales sin
poseer directamente la propiedad era una evolución de la situación de la clase moderna que
no existía cuando Marx definió el concepto de clase con relación a la propiedad.
Las dos situaciones de clases descritas por Weber: primero, la determinada por las
oportunidades vitales de la posesión de la propiedad, y segundo, la determinada por las
oportunidades vitales creadas por las credenciales de cualificación, definían formalmente la
situación de clase de la sociedad moderna.
En el primer ejemplo, la situación de clase es dependiente de la posesión absoluta de la
propiedad disponible que incluye “viviendas, talleres y tierras agrícolas” de las que se
derivaba el ingreso en forma de rentas. En esta situación de clase, las oportunidades vitales
existen en forma de propiedades en las empresas capitalistas que ponen a los individuos en
posiciones de clase para monopolizar las oportunidades que tienden a incrementar su
riqueza y poder en conjunto en el mercado. A pesar de que esto define la situación de clase
de los adinerados, está la situación de clase definida por los grupos cuyas oportunidades
vitales están determinadas por las oportunidades creadas por las habilidades y experiencia
derivada de las credenciales de cualificación, a la vez que no poseen propiedades.
En lo que respecta a Weber, esto corresponde a la situación de clase del período moderno
en el que las oportunidades vitales existen por virtud de las credenciales de cualificación y
las oportunidades en el mercado en lugar de por la posesión absoluta de la propiedad. A
pesar de que en tales circunstancias las oportunidades vitales, a fin de cuentas son
determinadas por las habilidades y servicios que tienen o no para ofrecer y que puede
venderse bajo determinadas condiciones del mercado, sus oportunidades vitales existen en
relación con los tipos de servicios que pueden ofrecer independiente de si poseen o no
propiedad. En la medida en que la segunda categoría de clase define la situación de clase
de los que no poseen propiedades, Weber afirma que el surgimiento de la segunda
categoría de clase constituye un importante ajuste en la situación de clase del período
industrial, ya que las oportunidades vitales estaban limitadas a la labor de salarios fijos, en
contra de las oportunidades vitales en la “situación del mercado” para trabajadores
cualificados.
Weber creía que el cambio a una situación de clase donde las oportunidades vitales
existieran independientemente de la posesión de la propiedad alteraban de forma radical
“los efectos de la posesión simple” de los medios de producción sobre las clases carentes
de propiedades.
Afirmó que mientras la “simple posesión” de la propiedad debió ser “un predecesor de la
formación de clases” de períodos anteriores cuando las oportunidades vitales estaban
limitadas a los que poseían propiedades, la posibilidad de que se produjeran las
oportunidades vitales entre las clases carentes de propiedades no existía en períodos
anteriores. En sociedades previas donde este era el caso, la situación de clase para los
dueños de propiedades habría sido decisiva sobre las oportunidades vitales de los que
carecían de propiedades, mientras que en la situación de clase moderna, la posesión de la
propiedad ya no es el único determinante de las oportunidades vitales para los que no
poseen propiedades.
Las oportunidades vitales creadas para las credenciales de cualificación en la situación de
clases moderna coloca así la posesión “simple” de la propiedad y el privilegio de clase que
surgen de esta en el trasfondo.