1) Ricoeur, P. La Paradoja Política
1) Ricoeur, P. La Paradoja Política
1) Ricoeur, P. La Paradoja Política
Historia y Verdad
Título original
PAUL RICOEUR Histoire et Vérité
© 1955 Editions du Seuil, París
© 1990 Ediciones Encuentro, Madrid
Historia y Verdad Traducción
TERCERA EDICION AUMENTADA Alfonso Orriz García
CON ALGUNOS TEXTOS
Para obtener información sobre las obras publicatias o en programa
y para propuestas de nuevas publicaciones, dirigirse a:
Eencuentro a
ediciones a
Redacción de Ediciones Encuentro
Cedaceros, 3, 2."- 28014 Madrid - Tels. 532 26 06 y 532 26 07
Verdad en la acción histórica
LA P/1-RADOJA POLITICA acontecimiento, ya que había dado lugar a varios estudios inéditos,
pronunciados en el Coll(:ge philosophique, en Esprit y en otras partes. Lo
que más me ha sorprendido en estos acontecimientos es que revelan la
estabilidad, a través de las revoluciones econ6mico-sociales, de la problemática
del poder. La sorpresa ha estado en que el Poder no tiene, por así decirlo,
historia, que la historia del poder no hace más que repetirse y arrastrarse;
la sorpresa ha estado en que no hay sorpresa política verdadera. Las
técnicas cambian, las relaciones de los hombres van evolucionando al
compás de los sucesos, el poder desarrolla la misma paradoja: la de un doble
progreso, en la racionalidad y en las posibilidades de perversi6n.
Que el problema del poder político en economía socialista no sea muy
diferente del mismo problema en economía capitalista, que ofrezca
posibilidades comparables entre sí, si no mayores, de tiranía, que exija
controles democráticos tan estrictos e incluso más rigurosos, esto es lo que
niega de antemano todo pensamiento que no crea en la autonomía relativa
de lo político respecto a la historia económico-social de las sociedades.
Creo que es posible retratar esta autonomía de lo político en dos rasgos
contrastados. Por un lado lo político realiza unas relaciones humanas que
Lo ocurrido en Budapest, como todo acontecimiento digno de este no son reductibles a los conflictOs de clase, ni en general a las tensiones
nombre, tiene una fuerza incalculable de conmoción; nos ha tocado y económico-sociales de la sociedad; el Estado más marcado por una clase
sacudido en varios niveles de nuestra existencia: en el nivel de la dominante es Estado precisamente en cuanto que expresa la voluntad
sensibilidad histórica, mordida por lo inesperado: en el nivel del cálculo fundamental de la nación en su conjunto; por eso no está radicalmente
politico a medio plazo; en el nivel de la reflexión prolongada sobre las afectado, en cuanto Estado, por los cambios que son sin embargo radicales
estructuras politicas del vivir humano. Habria que volver con frecuencia a en la esfera económica. Gracias a este primer rasgo, la existencia política
todas estas perspectivas del acontecimiento. del hombre desarrolla un tipo de racionalidad específica, irreductible a las
No tenemos por qué lamentar haber hablado en primer lugar de su dialécticas de base económica.
fuerza de choque, Iin la preocupación de reajustar demasiado pronto la Por otra parte, la política desarrolla males específicos, que son
táctica; por muy prevista que quieran decir que la han tenido los hábiles, los precisamente males políticos, males del poder político; esos males no
que lo tienen todo previsto, la sublevación ha sido una sorpresa, por el pueden reducirse a otros, en particular a la alienación económica. Por
mero hecho de haber tenido lugar: las Llamas de Budapest... No hemos de consiguiente, la explotación económica puede desaparecer y el mal político
tener prisas por asimilar los acontecimientos, si de verdad queremos que puede persistir; más aún, los medios desarrollados por el Estado para poner
nos instruyan.
fin a la explotación económica pueden dar origen a abusos de poder, nuevos
En segundo lugar hay que evaluar ese acontecimiento al que hemos en sus expresiones y en sus efectos, pero fundamentalmente idénticos en su
dejado hablar por si solo, situarlo en una perspectiva de situación de resorte pasional a los de los Estados de antaño.
conjumo, prescindir de su carácter insólito, compaginar/o con la guerra en Racionalidad específica, mal específico, tal es la doble y paradójica
Argelia, con la traición del partido socialista, con el hundimiento del Frente
originalidad de lo político. Es tarea de la filosofía política, a mi juicio,
Republicano, con la resistencia de los comunistas franceses a la desestalini·
explicitar esta originalidad e iluminar su paradoja; porque el mal político
zación; en una palabra, hay que pasar de la emoción absoluta a la
no puede proceder más que de la racionalidad específica de lo político.
consideración relativa. Hay otros que prolongarán esta linea en este mismo
Hay que resistir a la tentación de oponer dos tipos de reflexión política,
número. uno que privilegiase la racionalidad de lo político, con Aristóteles,
Por una parte el acontecimiento de Budapest, junto con la Revolución
Rousseau, Hegel, y otro que pusiera el acento en la violencia y en la mentira
de octubre de Varsovia, ha relanzado, confirmado, intensificado y
del poder, según la crítica platónica del «tirano»; la apología maquiavélica
radicalizado una reflexión sobre el poder politico que no ha nacido de este
del «príncipe» y la crítica marxista de la «alienación política».
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La cuestión del poder Verdad en la acción histórica
Hay que mantener esta paradoja: el mal mayor va unido a la A partir de aquí, la filosofía política está decidida a buscar cómo ese
racionalidad mayor, hay una alienación política porque lo político es sentido -que es «fin» y «naturaleza» del Estado- afecta al Estado como
relativamente autónomo. un todo, como un cuerpo completo; por tanto, buscar cómo la humanidad
Así pues, habrá que hablar ante todo de esta autonomía de lo político. viene al hombre por medio del cuerpo político; la convicción fundamental
de toda la filosofía política es que el ser «que, por su naturaleza y no por
l. La autonomía de lo politico efecto del azar, existiera sin patria alguna, sería un individuo detestable,
muy por encima o muy por debajo del hombre ... , porque todo el que no
Lo que sigue siendo admirable en el pensamiento político de los griegos tiene necesidad de los demás hombres o no puede decidirse a quedarse con
es que ningún filósofo entre ellos -a no ser, quizá, Epicuro- se resignó ellos, es un dios o una especie de animal bruto; por eso la inclinación
a excluir a la política del terreno de lo razonable que ellos exploraban; todos natural lleva a todos los hombres a este género de sociedad». El hecho de
o casi todos supieron que, si se declaraba lo político como algo malo, que el destino del hombre pase por un cuerpo, por un todo, por una Ciudad
extraño, «otro», ajeno a la razón y al discurso filosófico, si se enviaba lo definida por su «deficiencia», prohíbe que comencemos por la oposición
político al diablo, literalmente, sería la misma razón la que zozobraría. entre el Estado y el ciudadano. La óptica de la filosofía, por el contrario, es
Porque entonces no sería ya razón de la realidad y en la realidad, de una que el individuo no se hace humano más que en esa totalidad que es la
realidad humana que es plenamente política. Si no hay nada razonable en <<Universalidad de los ciudadanos»; el umbral de la !mmanidad es el umbral
la existencia política de los hombres, la razón no es real, flota por los aires, de la ciudadanía, y el ciudadano no es ciudadano más que gracias a la Ciudad.
y la filosofía tiene que refugiarse en los resquicios de lo Ideal y del Deber. Así es como la filosofía política va desde la Felicidad que todos los hombres
Ninguna gran filosofía se ha resignado a esta postura, sobre todo si buscan al fin propio de la Ciudad, de ésta a su naturaleza como totalidad
comienza por el proceso a la existencia cotidiana y caída y se empeña en suficiente, y de ésta al ciudadano. Porque «el Estado es el sujeto constante
alejarse del mundo; toda gran filosofía quiere comprender la realidad de la política y del gobierno», el movimiento del pensamiento propiamente
política para comprenderse a sí misma. político va de la Ciudad al ciudadano y no al revés: «Es ciudadano aquel que,
Pues bien, la política no revela su sentido más que si su objetivo -su en el país en que habita, es admitido en la jurisdicción y en la deliberación»;
te/os- puede vincularse a la intención fundamental de la filosofía misma, el ciudadano queda así caracterizado por el atributo del poder: «puesto que
al Bien y a la Felicidad. Los antiguos no comprendían que una Política lo definimos por 'la participación en el poder público».
-una filosofía política- pudiera comenzar por algo que no fuese una A su vez, la ciudadanía desarrolla las «Virtudes» específicas de esta
teleología del Estado, de la «cosa pública» situada ella misma en relación participación en el poder político; son las «virtudes» propias que regulan
con el objetivo último de los hombres; así comienza la Politica de las relaciones del gobierno con los hombres libres y que son unas virtudes
Aristóteles: «Todo Estado cal como lo conocemos es una sociedad, la de obediencia distintas de la esclavitud, de la misma manera que el mandato
esperanza de un bien y su principio, como lo es toda asociación, ya que de la ciudad digna de tal nombre es distinto del despotismo. De este modo
todas las acciones de los hombres tienen como fin lo que ellos juzgan que el pensamiento político va de la ciudad a la ciudadanía y de ésta al civismo,
es un bien. Todas las sociedades tienen por tanto como objetivo alguna y no en sentido inverso.
ventaja; y la que es la principal y encierra dentro de sí a las demás se Tal es la disciplina de pensamiento que propone el modelo antiguo; tal
propone la mayor ventaja posible. Se la llama Estado o sociedad». Lo es también la disciplina de pensamiento que debe imponerse todo
político y lo ético se implican mutuamente gracias al «bien-vivir». individuo que quiera conquistar el derecho a hablar seriamente del mal
Si esto es así, reflexionar sobre la autonomía de lo político es buscar en político. Una meditación sobre la política que comenzase por la oposición
la teleología del Estado su manera irreductible de contribuir a la humanidad entre el «filósofo» y el «tirano» y basase todo ejercicio de poder en la
del hombre. La especificidad de lo político no puede aparecer más que por malicia de la voluntad de poder se encerraría para siempre en un
medio de esta teleología; es la especificidad de un objetivo, de una moralismo con orientación nihilista; es menester que en su primer
intención. Por el bien político los hombres persiguen un bien que no movimiento la reflexión política deje al margen la figura del «tirano» y la
podrían alcanzar de otro modo y ese bien es una parte de la razón y de la haga aparecer como la posibilidad terrible que ella no puede conjurar por
felicidad. Esa búsqueda y ese te/os constituyen la «naturaleza» de la Ciudad; el hecho de que los hombres son malos; pero no será ése el objeto de la
la naturaleza de la ciudad es su fin, lo mismo que «la naturaleza de cada cosa ciencia política: «Convenía hablar en último lugar de la tiranía como de la
es su fin» (Aristóteles). peor de todas las depravaciones y la menos digna del nombre de
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La cuestión del poder Verdad en la acción histórica
constitución. Por eso la hemos guardado para el final» (Aristóteles). Por eso mismo es tan fácil que se deslice la mentira en lo político; lo
Pero la autonomía de lo político es algo más que ese vago destino político está inclinado a la mentira porque el vínculo político tiene la
comunitario del animal humano, que esa entrada del hombre en la realidad de la idealidad -esa idealidad es la de la igualdad de cada uno ante
humanidad a través de la ciudadanía; es más concretamente la especificidad todos, «porque al darse cada uno por entero, la condición es igual para
del vínculo político en oposición al vínculo económico. Este segundo todos, y al ser la condición igual para todos, a nadie le interesa hacerla
momento de la reflexión es fundamental para lo que luego diremos; porque onerosa a los demás»-; pero antes de ser la hipocresía tras la que se oculta
el mal político será tan específico como ese vínculo y la terapia de ese mal. la explotación del hombre por el hombre, la igualdad ante la ley, la igualdad
Me parece que no es posible iniciar la crítica de la autenticidad de la vida ideal de cada uno ante todos, es la verdad de lo político. Es ella la que
política sin haber definido previamente la esfera política y haber constituye la realidad del Estado. Y al revés, la realidad del Estado,
reconocido la validez de la distinción entre lo político y lo económico. Toda irreductible a los conflictos de clase, a la dinámica del dominio y de las
crítica supone esta distinción y no la anula en lo más mínimo. alienaciones económicas, es el advenimiento de una legalidad que jamás se
Pues bien, ninguna reflexión prepara mejor para este reconocimiento podrá reducir por completo a la proyección de los intereses de la clase
que la de Rousseau; buscar y encontrar en sí mismo la motivación más dominante en la esfera del derecho; desde que hay Estado, cuerpo político,
profunda del «Contrato social» es encontrar al mismo tiempo el sentido de organización de la comunidad histórica, hay una realidad de esa idealidad y
lo político como tal; una vuelta a Rousseau, prosiguiendo una vuelta a los hay un punto de vista del Estado que jamás podrá coincidir por completo
antiguos -especialmente a la Política de Aristóteles-, creo que debe con el fenómeno de la dominación de clase. Si el Estado se redujese a la
ofrecer la base y el telón de fondo a toda crítica del poder que no podría proyección ideal de los intereses de la clase dominante, no habría ya Estado
comenzar de cero. político, sino poder despótico; pues bien, hasta el Estado más despótico
La idea magnífica e invencible del Contrato social es que el cuerpo sigue siendo Estado por el hecho de que algo del bien común de la
político nace de un acto virtual, de un acontecimiento que no es un suceso universalidad de los ciudadanos pasa a través de la tiranía y trasciende el
históricq, sino que aflora solamente en la reflexión. Este acto es un pacto: interés del grupo o de los grupos dominantes. Por eso, sólo la autonomía
no un pacto de uno con otro, ni un pacto de abdicación en favor de un tercer original de lo político puede explicar el uso hipócrita de la legalidad para
contrayente -el soberano que, al no ser contrayente, sería absoluto-, sino cubrir la explotación económica; porque la clase dominante no sentiría la
un pacto de uno con todos, que constituye al pueblo como pueblo al necesidad de proyectar sus intereses en la ficción jurídica, si esa ficción
constituirlo como Estado. Esta idea admirable, tan criticada y tan mal jurídica no fuera de antemano la condición de la existencia real del Estado.
interpretada, es la ecuación de base de la filosofía, política: «Encontrar una Para convertirse en Estado, una clase tiene que hacer penetrar sus intereses
forma de asociación que defienda y proteja de toda la fuerza común a la en la esfera de universalidad del derecho; ese derecho no podrá ocultar las
persona y los bienes de cada asociado y por la cual cada uno, uniéndose a relaciones de fuerza más que en la medida en que el poder mismo del
todos, no obedezca más que a sí mismo y sigue siendo tan libre como Estado proceda a la idealidad del pacto.
antes». No es el trueque de la libertad salvaje por la seguridad, sino el paso No ignoro las dificultades de la noción de voluntad general, de
a la existencia civil mediante la ley consentida por todos. soberanía, en Rousseau; Rousseau hablaba ya en el manuscrito de Ginebra
Se dirá todo lo que se quiera y todo lo que sea necesario contra la del «abismo de la política en la constitución del Estado» (lo mismo que, en
abstracción, contra el idealismo, contra la hipocresía de este pacto -y será la constitución del hombre, la acción del alma sobre el cuerpo es el abismo
verdad también, en su terreno y en su orden-; pero hay que reconocer de de la filosofía); pero Rousseau no tiene la culpa de esas dificultades, que se
antemano en ese pacto el acto fundador de la nación; ninguna dialéctica deben a lo político como tal: un pacto que es un acto virtual y que constituye
económica podría engendrar ese acto fundador; es ese acto fundador el que una comunidad real; una idealidad del derecho que legitima la realidad de
constituye a lo político como ral. la fuerza; una ficción dispuesta a cubrir la hipocresía de una clase
¿No tuvo lugar ese pacto? Precisamente pertenece a la naturaleza del dominante, pero que antes de dar ocasión a la mentira, fundamenta la
consentimiento político, que constituye la unidad de la comunidad humana libertad de los ciudadanos; una libertad que ignora los casos particulares, las
orientada y organizada por el Estado, el no poder ser recuperada más que diferencias reales de poder, las condiciones verdaderas de las personas, pero
en un acto que no haya tenido lugar, en un contrato que no haya sido hecho, que tiene validez gracias a su misma abstracción: éste es propiamente el
en un pacto implícito y tácito que no aparezca más que en la toma de laberinto de lo político.
conciencia política, en la retrospectiva, en la reflexión. En el fondo Rousseau es Aristóteles; el pacto que engendra al cuerpo
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La cuestión del poder Verdad en la acción histórica
político es, en lenguaje voluntarista y en el plano del pacto virtual (del II. El poder y el mal
«como si»), el te/os de la Ciudad según los griegos. Donde Aristóteles dice
Se da una alienación política específica, porque lo político es autónomo.
«naturaleza», fin, Rousseau dice «pacto», «voluntad general»; pero es lo
Es ahora esta otra cara de la paradoja la que vamos a iluminar.
mismo fundamentalmente; se trata en ambos casos de la especificidad de lo
El meollo del problema consiste en que el Estado es Voluntad. Puede
político, reflejada en la conciencia filosófica. Rousseau reconoció el acto
subrayarse tanto como se quiera la racionalidad que le viene a la historia
artificial de una sujetividad ideal, de una «persona pública», en donde
por la política. Es verdad; pero si el Estado es razonable en su intención, lo
Aristóteles veía una naturaleza objetiva; pero la voluntad general de
cierto es que avanza a través de la historia a golpe de -decisiones. No es
Rousseau es objetiva y la naturaleza objetiva de Aristóteles es la del
posible no hacer entrar en la definición de lo político la idea de decisiones
hombre que pretende la felicidad. El acuerdo básico de estas fórmulas
de alcance histórico, es decir, que cambian de forma duradera el destino del
aparece en su misma reciprocidad. En ambos casos, a través del te/os de la
grupo humano que ese Estado organiza y dirige. Lo político es organización
ciudad y del pacto generador de la voluntad general, se trata de mostrar la
razonable, la política es decisión: análisis probable de situaciones, apuesta
coincidencia de una voluntad individual y pasional con la voluntad objetiva
probable sobre el porvenir. Lo político no se da sin la política.
y política, es decir, de hacer pasar a la humanidad del hombre por la
Lo político adquiere sentido a posteriori, en la reflexión, en la
legalidad y las obligaciones civiles.
«retrospección»; la política se juega en cada momento en la «prospección»,
Rousseau es Aristóteles. Quizá habría que constatar que Hegel tampoco
en el proyecto, es decir, en un desciframiento incierto de los sucesos
dijo otra cosa. Y esto es importante, porque Marx, como veremos, procedió
contemporáneos y al mismo tiempo en la firmeza de las resoluciones. Por
a la crítica del Estado burgués y, según creía, de todo Estado, a través de la
eso, si la función política, si lo político existe sin intermitencias, puede decirse
Politica del derecho de Hegel. En ese caso, sería todo el pensamiento
en cierto sentido que la política no existe más que en los grandes momentos,
político de Occidente, jalonado por Aristóteles, Rousseau y Hegel, el que
en las «crisis)), en los en las encrucijadas de la historia.
invocaría la crítica marxista.
Cuando Hegel ve en el Estado la razón realizada en el hombre no Pero si no es posible definir lo político sin incluir en él el momento
voluntario de la decisión, tampoco es posible hablar de «decisión política))
piensa en tal Estado, ni en cualquier Estado, sino en esa realidad que se
manifiesta a través de los Estados empíricos y a la que acceden las naciones sin reflexionar sobre el poder.
cuando cruzan el umbral de la organización como Estados modernos, con De lo político a la política se pasa del advenimiento a los acontecimientos,
sus órganos diferenciados, con una constitución, con una administración, de la soberanía al soberano, del Estado al gobierno, de la Razón histórica al
etc., y acceden a la responsabilidad histórica en el marco de las relaciones Poder.
de Estado a Estado. Comprendido de esta forma, el Estado aparece como lo Así es como se manifiesta la especificidad de lo político en la
que desean las voluntades para realizar su libertad, a saber, una especificidad de sus medios; el Estado, considerado desde el punto de vista
organización razonable, universal, de la libertad. Las fórmulas más de la política, es la instancia que tiene el monopolio de la represión física
extremas, las más escandalosas, de Hegel sobre el Estado, que Eric Weil legítima; el adjetivo «legítimm) atestigua que la definición del Estado por
su medio específico remite a la definición del mismo Estado por su fin y por
recogía hace poco en su libro sobre Hegel et I'État ', tienen que
comprenderse como la expresión límite, como la avanzadilla de un su forma; pero, aunque el Estado llegara alguna vez por ventura a
pensamiento que ha decidido situar todas sus recriminaciones en el interior identificarse con su fundamento de legitimidad -por ejemplo, convirtiéndose
y no en el exterior de la realidad política plenamente reconocida. A partir en autoridad de la ley-, ese Estado seguiría siendo monopolio de la
de esta expresión límite hay que comprender todo lo que puede decirse represión, seguiría siendo poder de algunos sobre todos, seguiría acumulando
contra el Estado y contra la necia pretensión que se apodera de su intención una legitimidad, es decir, un poder moral de exigir y una violencia sin
razonable. apelación, es decir, un poder físico de reprimir.
Es así como llegamos a la idea misma de la política en toda su
extensión; diremos que es el conjunto de actividades que tienen por objeto
' «Si la sociedad es la base, la materia ni mucho menos informe del Estado, la razón ejercicio del poder, y por tanto la conquista y la conservación del poder;
consciente de sí está por completo de lado del Estado; fuera de él puede haber moral concreta, y siguiendo adelante, llamaremos política a toda actividad que tenga la
tradición, trabajo, derecho abstracto, sentimiento, virtud, pero no puede haber razón. Sólo el finalidad o simplemente el efecto de influir en el reparto del poder'.
Estado piensa, súlo el Estado puede ser pensado totalmente (p. 68). Se leerá la definición del
Estado, ihid., p. 2 MAX WEBER llama política al «conjunto de esfuerzos dirigidos a participar del poder, o
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La cuestión del poder Verdad en la acción histórica
Es la política -la política definida en relación con el poder- la que ¿Cómo es posible el tirano -lo contrario al filósofo-? Esta cuestión toca
plantea el problema del mal político. Hay un problema del mal político en carne viva a la filosofía, ya que la tiranía no es posible sin una
porque hay un problema específico del poder. falsificación de la palabra, es decir, de ese poder, humano por excelencia, de
No es que el poder sea el mal. Pero el poder es una dimensión del decir las cosas y de comunicar con los hombres. Toda la argumentación de
hombre eminentemente sujeta al mal; quizá sea en la historia donde se Platón en el Gorgias se basa en esta conjunción entre la perversión de la
presenta la mayor ocasión del mal y la mayor demostración del mal. Y eso filosofía que representa la sofística y la perversión de la política que
porque el poder es algo muy grande, porque el poder es el instrumento de representa la tiranía. La tiranía y la sofística forman una pareja
la racionalidad histórica del Estado. No hay que olvidar nunca esta monstruosa. Y así Platón descubre un aspecto del mal político, diferente del
paradoja. poder, pero estrechamente ligado a él: el «halago», o sea, el arte de obtener
Este mal específico del poder ha sido reconocido por los mayores la persuasión por otros medios distintos de la verdad; de este modo hace
pensadores políticos en su conjunto de forma impresionante. Los profetas ver la relación entre la política y la no-verdad. Esto va mucho más lejos, si
de Israel y el Sócrates de Gorgias coinciden exactamente en este punto; el es cierto que la palabra es el ambiente, el elemento de la humanidad, el
Príncipe de Maquiavelo, la Critica de la filosofía del derecho de Hegel por logos que hace al hombre semejante al hombre y fundamenta la
Marx, el Estado y la Revolución de Lenin -y... el informe Jruschev, ese comunicación; la mentira, el halago, la no-verdad -males políticos por
extraordinario documento sobre el mal en la política- dicen en el fondo la excelencia- destruyen así al hombre en su origen, que es palabra, discurso,
misma cosa, aunque en unos contextos teológicos y filosóficos radicalmente razón. ·
diferentes. Esta misma convergencia atestigua la estabilidad de la He aquí, pues, una doble meditación sobre el orgullo del poder y sobre
problemática política a través de la historia y, gracias a esta estabilidad, la no-verdad, que revela en ellos unos males ligados a la esencia de la
comprendemos esos textos como una verdad para todos los tiempos. política.
Es curioso cómo la profecía bíblica escrita más antigua, la de Amós, Pues bien, encuentro esta misma meditación en esas dos grandes obras
denuncia fundamentalmente crímenes políticos y no faltas individuales'. de la filosofía política: El Príncipe de Maquiavelo y El estado y la
En donde uno se sentiría tentado a ver solamente una supervivencia de la Revolución, que demuestran la permanencia de la problemática del poder
idea ya caduca de pecado colectivo, anterior a la individualización de la pena a través de la variedad de los regímenes, la evolución de las técnicas y las
y de la culpa, hay que saber discernir la denuncia del mal político como mal transformaciones de los condicionamientos económicos y sociales. La
del poder; es la existencia política del hombre la que le da al pecado su cuestión del poder, de su ejercicio, de su conquista, de su defensa, de su
dimensión histórica, su fuerza de devastación y, me atrevería a decir, su extensión, tiene una extraña estabilidad y haría creer de buena gana en la
grandeza. La muerte de Jesús, como la de Sócrates, pasa por un acto permanencia de una naturaleza humana.
político, por un proceso político; es una instancia política, la misma que Se ha hablado mucho del mal del «maquiavelismo»; pero si queremos
asegura con su orden y su tranquilidad el éxito histórico de la humanitas y tomar en serio, como es debido, el Príncipe, descubriremos que no es fácil
la universalitas, es el poder político romano el que levantó la cruz: «Padeció eludir su problemática, que es propiamente la instauración de un nuevo
bajo el poder de Poncio Pilato». poder, de un nuevo Estado. El Príncipe es la lógica implacable de la acción
Así el pecado se muestra en el poder y el poder descubre la verdadera política; es la lógica de los medios, la pura técnica de la adquisición y de la
naturaleza del pecado que no es placer, sino orgullo del poder, mal del tener conservación del poder; esta técnica está dominada por completo por la
y del poder. relación política esencial amigo-enemigo, pudiendo ser el enemigo exterior
El Gorgias dice lo mismo; podemos incluso afirmar que la filosofía o interior, el pueblo, la nobleza, el ejército o los consejeros, y pudiendo
socrática y platónica nació en parte de una reflexión sobre el «tirano», es convertirse todo amigo en enemigo y al revés; toca su música en un amplio
decir, sobre el poder sin ley y sin consentimiento por parte de los súbditos. teclado que va del poder militar a los sentimientos de temor y de gratitud,
de venganza y de fidelidad. El Príncipe, conociendo todos los resortes del
a influir en el reparto del poder, bien dentro del Estado bien entre los Estados>> ( Politik als poder, la inmensidad, la variedad y los arpegios de su teclado, será estratega
Beruf¡.
1 Am 1,3-15: « ... por haber machacado con trillos de hierro a Galaad ... , por haber
y psicólogo, león y zorro. De esta forma Maquiavelo planteaba el verdadero
deportado poblaciones enteras para entregarlas a Edom ... , por haber perseguido con espada a problema de la violencia política, que no es el de la vana violencia, el de la
su hermano, ahogando t<Kia piedad ... , por haber reventado a las mujeres en cinta de Galaad arbitrariedad y el frenesí, sino el de la violencia calculada y limitada, medida
para ensanchar su territorio, yo no revocaré mi decisión». por el proyecto mismo de establecer un Estado duradero. Puede decirse
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La cuestión del poder Verdad en la acción histórica
seguramente que por este cálculo la violencia instauradora se somete al mantiene en la historia más que por el realismo de la arbitrariedad del
juicio de la legalidad instaurada; pero esta legalidad instaurada, esta príncipe. Eso es la esfera política, que se divide entre el ideal de la soberanía
«república», está marcada desde su origen por la violencia que ha triunfado. y la realidad del poder, entre la soberanía y el soberano, entre la
Así es como han nacido todas las naciones, todos los poderes y todos los constitución y el gobierno, y hasta la policía. Poco importa que Marx no
regímenes; su nacimiento violento ha· sido reabsorbido en la nueva haya conocido más que la monarquía constitucional; la disociación entre la
legitimidad que les ha dado cuna, pero esta nueva legitimidad conserva algo constitución y el monarca, entre el derecho y la arbitrariedad, es una
de lo contingente, de lo propiamente histórico, que su nacimiento violento contradicción interna de todo poder político. Esto es también verdad en la
no cesa de comunicarle. República. Acordaos cómo el año pasado nos robaron la voz por medio de
Así pues, Maquiavelo puso de manifiesto la relación entre la política y hábiles políticas que le dieron de hecho la vuelta al poder en contra de la
la violencia; ahí está su probidad, su veracidad. soberanía del cuerpo electoral; el soberano siempre tiende a estafar a la
Marx y Lenin, unos siglos más tarde, volvían sobre un tema que soberanía: ése es el mal político esencial. Ningún Estado existe sin un
podemos llamar platónico: el problema de la «conciencia mentirosa». En gobierno, sin una administración, sin una policía; por eso este fenómeno de
efecto, me parece que lo más interesante de la crítica marxista de la política la alienación política afecta a todos los regímenes, a través de todas las
y del Estado hegeliano no es su explicación del Estado por las relaciones de formas constitucionales; es la sociedad política la que lleva consigo esta
poder entre las clases, y por tanto la reducción del mal político a un mal contradicción externa entre una esfera ideal de las relaciones de derecho y
económico-social, sino la descripción de ese mal como mal específico de la una esfera real de las relaciones comunitarias, así como la contradicción
política; creo incluso que la mayor desdicha que afecta a toda la obra del interna entre la soberanía y el soberano, entre la constitución y el poder, y
marxismo-leninismo y que pesa sobre los regímenes que ha engendrado el en definitiva la policía. Soñamos con un Estado en el que se resuelva la
marxismo es esta reducción del mal político al mal económico; de ahí la contradicción radical que existe entre la universalidad buscada por el Estado
ilusión de que una sociedad liberada de las contradicciones de la sociedad y la particularidad y la arbitrariedad que le afectan en realidad; el mal está
burguesa se verá también libre de la alienación política. Pues bien, lo en que ese sueño es inalcanzable.
esencial de la crítica de Marx' es que el Estado no es lo que pretende ser y Desgraciadamente Marx no vio el carácter autónomo de esta contradic-
que no lo puede ser. ¿Qué es lo que él pretende ser? Si Hegel tiene razón, ción; vio en ella una simple superestructura, es decir, la trasposición a un
el Estado es la conciliación, la conciliación en una esfera superior de los plano sobreañadido de las contradicciones que pertenecen al plano inferior
intereses y de los individuos, inconciliables en el nivel de lo que Hegel de la sociedad capitalista y finalmente un efecto de la oposición de clases;
llama la sociedad civil y que nosotros llalllilríamos el plano económico- entonces el Estado no es ya más que el instrumento de la violencia de clase,
social. El mundo incoherente de las relaciones privadas se ve dirigido y mientras que el Estado tiene quizá siempre un designio, un proyecto que
racionalizado por la instancia superior del Estado. El Estado es el mediador supera las clases, y su propio maleficio es la contrapartida de ese gran
y así es la razón. Y cada uno de nosotros alcanza su libertad como un designio. Al reducirse así el Estado a un medio de opresión de la clase
derecho a través de la instancia del Estado. Políticamente es como me hago dominante, la ilusión del Estado de ser la conciliación universal no es ya
libre. En este sentido dice Hegel que el Estado es representativo: existe en más que un caso particular de ese vicio de las sociedades burguesas que no
la representación y el hombre se representa en él. Lo esencial de la crítica pueden soportar su propia deficiencia ni resolver su contradicción más que
de Marx es la denuncia de una ilusión en esas pretensiones: el Estado no es evadiéndose al sueño del derecho.
el verdadero mundo del hombre, sino un mundo distinto y un mundo irreal; Creo que hay que mantener, contra Marx y Lenin, que la alienación
no resuelve las contradicciones reales más que con un derecho ficticio, que política no puede reducirse a ninguna otra, sino que es constitutiva de la
está a su vez en contradicción con las relaciones reales emre los hombres. existencia humana y, en este sentido, que el modo de existencia política
A partir 2e esta mentira esencial, de esta discordancia entre la lleva consigo la escisión entre la vida abstracta del ciudadano y la vida
pretensión y el ser verdadero, vuelve a encontrarse Marx con el problema concreta de la familia y del trabajo. También creo que así se salva lo mejor
de la violencia. Porque la soberanía, al no ser cuestión del pueblo en su de la crítica marxista, que coincide con la crítica maquiaveliana, platónica y
realidad concreta sino otro mundo soñado, está obligada a buscarse el apoyo bíblica del poder.
de un soberano real, concreto, empírico. El idealismo del derecho no se Para probarlo nos basta con el informe Jruschev; lo que me parece
fundamental es que la crítica que allí se hace de Stalin no tiene sentido más
' Cf. J. Y. CALVEZ, /..,¡ PemrJe de Karl Marx, el capítulo sobre la alienación política. que si la alienación de la política es una alienación autónoma, irreductible
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La cuestión del poder Verdad en la acción histórica
a la de la sociedad económica. Si no, ¿cómo se puede criticar a Stalin y El «mal» político es, en sentido propio, la locura de la grandeza, es
seguir aprobando la economía socialista y el régimen soviético? No hay decir, la locura de lo que es grande: ¡grandeza y culpabilidad del poder!
informe Jruschev posible sin una crítica del poder y de los vicios del poder. Entonces el hombre no puede eludir la política, so pena de eludir su
Pero como el marxismo no deja sitio para una problemática autónoma del propia humanidad. A través de la historia y por la política el hombre se ve
poder, hay que replegarse en la anécdota y en la crítica moralizante. confrontado con su grandeza y su culpabilidad.
Togliatti habló más de la cuenta el día que dijo que las explicaciones del ¿Cómo deducir un «derrotismo» poítico de esta lucidez? Es más bien a
informe Jruschev no le satisfacían y que se preguntaba cómo había sido la vigilancia política a lo que conduce esta reflexión. Es aquí donde la
posible el fenómeno Stalin en el régimen socialista. La respuesta no se la reflexión, al fina·! de su rodeo, vuelve a la actualidad y da el paso de la crítica
podía dar él mismo, ya que no puede proceder más que de una crítica del a la práctica.
poder socialista que está aún por hacer y que quizá no pueda hacerse dentro
del marco del marxismo, al menos en cuanto que el marxismo reduce todas
las alienaciones a la alienación económica y social. III. El problema del poder en régimen socialista
Me gustaría que quedase claro una vez para siempre que el tema del mal
político, que acabamos de desarrollar, no constituye ni mucho menos un Si es exacto nuestro análisis de la paradoja del poder, si el Estado es a
«pesimismo» político ni justifica ningún «derrotismo» político. Las la vez más racional que el individuo y más pasional que él, el mayor
etiquetas pesimistas y optimistas deben prescribirse por otra parte en la problema de la democracia es entonces el del control del Estado por el
reflexión filosófica; el pesimismo y el optimismo son humores y sólo pueblo. Este problema del control del Estado es un problema tan
importan a la caracteriología; aquí no tienen ningún lugar. Pero, sobre irreductible como lo es la racionalidad del Estado a la historia económico-
todo, la lucidez ame el mal del poder no puede separarse de una reflexión social y su malicia con las contradicciones de las clases. Este problema del
total sobre la política; pues bien, esta reflexión revela que la política no control del Estado consiste en esto: inventar las técnicas institucionales
puede ser el lugar del mal mayor más que en virtud de su lugar eminente especialmente destinadas a hacer posible el ejercicio del poder y hacer
en la existencia humana. La grandeza del mal político está hecha a la imposible el abuso del poder. La noción de «control» procede directamente
medida de la existencia política del hombre; más que cualquier otra, una de la paradoja central de la existencia política del hombre; es la resolución
meditación sobre el mal político que lo relacionase con el mal radical tiene práctica de esta paradoja; se trata realmente de que el Estado sea y de que
que ir indisociablememe unida a una meditación sobre el significado radical no sea demasiado; se trata de que dirija, de que organice y decida, para que
de la política. Toda condenación de la política como mala es en sí misma pueda ser el mismo animal político; pero se trata de que el tirano se haga
mentirosa, malévola, depravada, si deja de situar esta descripción en la improbable.
dimensión del animal político. El análisis de lo político, como racionalidad Sólo una filosofía política que haya reconocido la especificidad de lo
en marcha del hombre, no queda abolido, sino continuamente presupuesto político -la especificidad de su función y la especificidad de su mal-, está
en la medicación sobre el mal político. Por el contrario, el mal político no en situación de plantear correctamente el problema del control político.
es serio más que por ser el mal de esa racionalidad, el mal específico de esa Por eso la reducción de la alienación política a la alienación económica
magnitud específica. me parece que es el punto débil del pensamiento político del marxismo.
En particular, la crítica marxista del Estado no suprime el análisis de la Esta reducción de la alienación política ha conducido en efecto al
soberanía hecho desde Rousseau hasta Hegel, sino que presupone la verdad marxismo-leninismo a sustituir el problema del control del Estado por otro
de este análisis. Si no hay verdad en la voluntad general (Rousseau), si no problema, el del debilitamiento del Estado. Esta sustitución me parece
hay teleología de la historia a través de la «insociable sociabilidad» y por desastrosa; trasladada a un futuro indeterminado el fin del mal del Estado,
medio de esa «astucia de la razón» que es la racionalidad política (Kant), si mientras que el problema político práctico verdadero es el de la limitación
el Estado no es «representativo» de la humanidad del hombre, entonces el de ese mal en el presente; una escatología de la inocencia ocupa el lugar de
mal político no es grave. Precisamente porque el Estado es una cierta una ética de la violencia limitada; por eso mismo la tesis del debilitamiento
expresión de la racionalidad de la historia, una victoria sobre las pasiones del Estado, al prometer demasiado, pero para más tarde, tolera igualmente
del hombre privado, sobre los intereses «civiles» y hasta sobre los intereses demasiado, pero ahora; la tesis del debilitamiento futuro del Estado sirve de
de clase,· es por lo que es la dimensión humana más expuesta, la más cobertura y de excusa a la perpetuación del terrorismo; por una maléfica
amenazada, la más proclive al mal. paradoja, la tesis del carácter provisional del Estado se convierte en la
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mejor justificación para la prolongación sin fin de la dictadura del Carta a Bebe!, no será por su libertad, sino para reprimir a sus adversarios;
proletariado y pone las bases para el totalitarismo. el día en que sea posible hablar de libertad, el Estado dejará de existir como
Pues bien, hay que comprender bien que la teoría del debilitamiento del tal».
Estado es una consecuencia lógica de la reducción de la alienación política Pero si el debilitamiento del Estado es el criterio de salud de la dictadura
a la alienación económica; si el Estado es solamente un órgano de represión del proletariado, se plantea con crueldad la cuestión: ¿por qué, de hecho, no
que procede de los antagonismos de clase y expresa la dominación de una coincidió el debilitamiento del Estado con la ·dictadura del proletariado?,
clase, el Estado desaparecerá con las últimas secuelas de la división de la ¿por qué, de hecho, el Estado socialista reforzó el poder del Estado hasta el
sociedad en clases. punto de verificar el axioma que Marx creía verdadero tan sólo de las
Pero la cuestión está en saber si el fin de la apropiación privada de los revoluciones burguesas: «Todas las convulsiones no han logrado más que
medios de producción puede traer consigo el fin de todas las alienaciones. perfeccionar esta máquina, en vez de romperla» (Dieciocho Brumario)?
Quizá la apropiación misma no sea más que una forma privilegiada del Intentar responder a esta cuestión es también darle al informe Jruschev
poder del hombre sobre el hombre; quizá el dinero mismo no sea más que la base que le falta, puesto que es explicar cómo fue posible el fenómeno
un medio de dominación entre otros; quizá sea el mismo espíritu de Stalin en el régimen socialista.
dominación el que se expresa tanto en la explotación por dinero, como en Mi hipótesis de trabajo, tal como la propone la reflexión anterior, es
la tiranía burocrática, como en la dictadura intelectual, como en el que Stalin fue posible porque no se reconoció la permanencia de la
clericalismo. problemática del poder en el paso de la sociedad antigua a la nueva, porque
Sea lo que fuere de la unidad oculta de todas las alienaciones, que no es se creyó que el fin de la explotación económica implicaba necesariamente
objeto de esta reflexión, la reducción de la forma política a la forma el fin de la represión política, porque se creyó que el Estado era provisional,
económica es indirectamente responsable del mito del debilitamiento del porque se sustituyó el problema del debilitamiento del Estado por el de su
Estado. control.
Es verdad que Marx, Engels y Lenin intentaron elaborar esta teoría En resumen, mi hipótesis de trabajo es que el Estado no puede
sobre una base experiencia!; la Commune de Paris fue interpretada por debilitarse y que, al no poder debilitarse, debe ser controlado por una
ellos como una promesa y un comienzo de verificación experimental de la técnica institucional especial.
tesis del debilitamiento del Estado; demuestra a sus ojos que la dictadura Me parece que hay que ir más lejos todavía y decir que el Estado
del proletariado puede ser perfectamente una cosa distinta de la simple socialista requiere, más aún que el Estado burgués, un control popular
transferencia del poder represivo del Estado a otras manos, y ser más bien vigilante, precisamente porque su racionalidad es mayor y porque extiende
la demolición de la máquina del Estado en cuanto «fuerza especial>> de el cálculo, la previsión, a ciertos sectores de la existencia humana, dejados
represión; si el pueblo armado sustituye al ejército permanente, si la policía en otros sitios o en otros tiempos al azar y a la improvisación; la
puede revocarse en cualquier momento, si la burocracia es desmantelada racionalidad de un Estado planificador que intenta suprimir a largo plazo
como cuerpo organizado y reducida a la condición asalariada más baja, los antagonismos de las clases y que pretende incluso acabar con la división
entonces la fuerza general de la mayoría del pueblo reemplaza a la fuerza de la sociedad en clases, es mayor, así como es mayor su poder y los medios
especial de represión del Estado burgués y el comienzo del debilitamiento ofrecidos a la tiranía.
del Estado coincide con la dictadura del proletariado. Como dice Lenin, «es Me parece que debería ser tarea de una crítica del poder socialista
imposible pasar del capitalismo al socialismo sin volver un poco al destacar con toda lucidez y con toda lealtad las nuevas posibilidades de
democratismo primitivo)); así pues, el debilitamiento del Estado es alienación política ligadas incluso a la lucha contra la alienación económica
contemporáneo a la dictadura del proletariado, en la medida en que éste es y al reforzamiento del poder del Estado que ha emprendido esa lucha.
una revolución verdaderamente popular, que rompe los órganos represivos He aquí algunas direcciones por las que podría comprometerse esta
del Estado burgués. Marx puede incluso decir: «La Commune no era un reflexión sobre el poder en un régimen socialista:
Estado en el sentido propio de la palabra)). l. Habría que ver ante todo en qué medida la «administración de las
En el pensamiento de Marx y de Lenin; por consiguiente, la tesis del cosas» es necesariamente un «gobierno de las personas>> y en qué medida
debilitamiento del Estado no es una tesis hipócrita, sino sincera. Pocos el progreso en la administración de las cosas suscita un aumento del poder
hombres han esperado tan poco del Estado como los grandes marxistas: político del hombre sobre el hombre.
«Mientras que el proletariado siga teniendo necesidad de un Estado, dice la Por ejemplo, la planificación implica una opción de carácter económico
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La cuestión del poder Verdad en la acción histórica
relativa al orden de prioridad en la satisfacción de las necesidades y a la psicológicos, que van desde el estímulo y la emulación hasta la deportación.
actuación de los medios de producción; pero esta opción es inmediatamente A estas ocasiones de abuso que da la organización de los medios de
algo más que económica; es función de una política general, es decir, de un producción se añade la tentación de vencer las resistencias irracionales por
proyecto a largo plazo relativo a la orientación de la comunidad humana otros medios más rápidos que la discusión y la educación; el Estado
metida en la experiencia de la planificación; la proporción entre la parte razonable tropieza en efecto con resistencias de toda clase; unas proceden
invertida y la parte consumida, la proporción entre los bienes de cultura y del fenómeno de supervivencia (bien descrito por los marxistas chinos en
los bienes materiales en el equilibrio general del plan, provienen de una particular y por Lenin en la Enfermedad infantil del comunismo); estas
«visión estratégica global>), en la que la economía se inserta en la política. resistencias son típicas de los campesinos y de los pequeños burgueses; la
Un plan es una técnica puesta al servicio de un proyecto global, de un psicología de los ejecutantes no sigue el ritmo de los tecnócratas, sino que
proyecto civilizador animado por unos valores implícitos, en resumen, de sigue adaptada a las antiguas situaciones; aparecen así resistencias de
un proyecto que concierne en último análisis a la humanidad misma del carácter psicológico que no carecen de interés, pero que están apegadas a
hombre. Por eso lo político es el alma de lo económico, en cuanto que condic!ones económicas ya superadas. Pero no todas las resistencias se
expresa el querer y el poder. acomodan a esta explicación por la supervivencia. El Estado planificador
La administración de las cosas no puede por tanto sustituir al gobierno tiene un proyecto más amplio y más lejano que el individuo, cuyo interés es
de las personas, ya que la técnica razonable de la ordenación de las inmediato, limitado al horizonte de su muerte, y todo lo más al de sus hijos;
necesidades y de los trabajos del hombre, a escala macroscópica del Estado, el Estado, sin embargo, cuenta por generaciones; como el Estado y el
no puede liberarse de todo contexto ético-cultural. Por eso es el poder individuo no tienen la misma longitud de onda temporal, el individuo
político el que, en última instancia, combina las escalas de preferencia y las desarrolla ciertos intereses que no están naturalmente de acuerdo con los
posibilidades tecnológicas, las aspiraciones latentes de la comunidad del Estado. Se conocen bien por lo menos dos manifestaciones de este
humana y los medios descubiertos por el conocimiento de las leyes desnivel entre el objetivo del Estado y el del ciudadano: la una se refiere a
económicas. Esta articulación entre la ética y la técnica en la «tarea)) de la distribución entre inversión y consumo inmediato, la otra concierne a la
planificación es la razón fundamental por la que la administración de las determinación de las normas y de las cadencias en la producción. Los micro-
cosas implica el gobierno de las personas. intereses de los individuos y las macrodecisiones del poder están en tensión
2. Habría que mostrar a continuación cómo este reforzamiento del constante y esta tensión desarrolla una dialéctica de reivindicación
poder del Estado, ligado a la extensión de las competencias del Estado individual y de constricción estatal, que es ocasión de abusos.
socialista respecto al Estado burgués, desarrolla posiciones de abuso que le Hay por tanto tensiones y contradicciones que no tienen nada que ver
son propias en cuatzto Estado socialista. Eso sería la actuación de la idea con la apropiación privada de los medios de producción, algunas de las
anteriormente desarrollada, de que el Estado más racional tiene más cuales se derivan incluso del nuevo poder del Estado.
ocasiones de ser pasional. Finalmente, el Estado socialista es un Estado más ideológico que el
Ya Engels señalaba en el Anti-Dühring que la organización de la Estado «liberal»; puede asumir los viejos sueños de unificación del terreno
producción seguirá siendo autoritaria y represiva incluso después de la de la verdad en una ortodoxia que englobe todas las manifestaciones del
expropiación de los expropiadores, mientras que dure la antigua división saber y todas las expresiones de la palabra humana; con el pretexto de la
del trabajo y las otras alienaciones que convierten el trabajo en una carga disciplina revolucionaria y de la eficacia tecnocrática, puede justificar una
y no en un gozo. La distribución y la asignación de un trabajo, cuando éste total militarización de los espíritus; puede hacerlo, es decir, tiene la
no es espontáneo, sigue estando relacionada con la constricción y esta tentación y los medios para hacerlo, ya que tiene el monopolio de los
constricción está precisamente ligada al paso del azar a la racionalidad. recursos para la subsistencia.
La tentación del trabajo forzado se convierte así en una de las mayores Todas estas reflexiones convergen hacia la misma conclusión: si el
tentaciones del Estado socialista; pues bien, este Estado es el que tiene Estado socialista no suprime, sino que renueva la problemática del Estado
menos defensas frente a esta tentación, ya que la planificación le da -si hace progresar la racionalidad y si aumenta las ocasiones de
también el monopolio económico de la constricción psicológica (cultura, perversión-, el problema del control democrático del Estado es más
prensa, propaganda: englobado todo ello en el plan y por tanto urgente todavía en el régimen socialista que en el capitalista y el mito del
económicamente determinados por el Estado). El Estado socialista tendrá debilitamiento del Estado es un obstáculo para el estudio sistemático de
entonces a su disposición todo el arsenal de medios, incluidos los medios este problema.
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La cuestión del poder Verdad en la acción histórica
3. La tercera tarea de una crítica del poder en el régimen socialista b)p El acceso de los ciudadanos a las fuentes de información, de
sería entonces repetir la crítica del Estado liberal a la luz de esta idea del conocimiento, de ciencia, independientes de las del Estado, ¿no es la
control democrático, a fin de discernir qué disposiciones institucionales de segunda condición de un recurso permanente contra el abuso del poder? El
ese Estado eran independientes del fenómeno de dominación de clase y Estado moderno, como hemos visto, decide el sentido de la vida, desde que
específicamente apropiadas a la limitación del abuso de poder. Esta crítica oriente económicamente todas las opciones del hombre por sus macro-
no podía hacerse desde luego en la fase propiamente crítica del socialismo; decisiones de planificación; pues bien, ese poder será cada vez menos fácil
el Estado liberal tenía que parecer casi fatalmente como un medio hipócrita de distinguir de un poder totalitario, si los ciudadanos no pueden formarse
de permitir la explotación económica; el discernimiento entre instrumento por si mismos una opinión, relativa a la naturaleza y a la importancia de
de dominación de una clase y control democrático en general se impone esas macrodecisiones.
accualmente, tras la amarga experiencia del stalinismo; quizá el marxismo El Estado planificador requiere, más que cualquier otro, la contrapartida
contenga en sí mismo el principio de esta revisión, cuando enseña que una de una opinión pública en el sentido fuerte de la palabra, es decir, un
clase en su fase ascendente ejerce una función universal; inventando el público que tenga opiniones y una opinión que tenga una expresión
problema de los controles democráticos, los «filósofos» del siglo XVIII pública. Ya vemos lo que esto implica: una prensa que pertenezca a sus
inventaron el verdadero liberalismo, que supera sin duda el destino de la lectores y no al Estado y que tenga constitucional y económicamente
burguesía. No es que esos controles agiten su significación duradera en su garantizada la libertad de información y de expresión; Stalin fue posibÍe
uso momentáneo, por el hecho de que la burguesía los necesite para limitar porque ninguna opinión pública podía comenzar su crítica. Ha sido incluso
el poder monárquico y feudal y facilitar su propia ascensión. En su el Estado post-staliniano el único que ha podido decir que Stalin era malo,
intención más honda, la política liberal comprendía un elemento de no el pueblo.
universalidad, ya que se inspiraba en la problemática universal del Estado, El ejercicio independiente de la justicia y la formación independiente de
por encima de la forma del Estado burgués. Por eso mismo es posible una la opinión son los dos pulmones de un Estado políticamente sano. Sin ellos,
recuperación de esta política liberal en un contexto socialista. se presenta la asfixia.
Me gustaría poner algunos ejemplos de este discernimiento aplicado a Estas dos nociones son tan importantes que ha sido sobre ellas donde
las estructuras del Estado liberal, de esta división entre los aspectos se ha realizado la ruptura del stalinismo; la rebelión ha cristalizado en la
«universales» y los aspectos «burgueses» de estas estructuras. Los noción de justicia y de verdad; esto explica el papel de los intelectuales en
presentaré de forma problemática, ya que nos encontramos aquí en el la revolución fallida de Hungría y en la revolución lograda de Polonia; si los
término práctico de una crítica del poder socialista, de la que no hemos intelectuales, los escritores, los artistas han jugado un papel decisivo en
hecho más que afianzar los primeros pasos: estos acontecimientos ha sido porque lo que estaba en juego no era lo
a) La independencia del «juez>> ¿no es acaso la primera condición de económico ni lo social, a pesar de la miseria y de los salarios bajos, sino lo
un recurso permanente contra el abuso del poder? Me parece que el juez es propiamente político; más exactamente, lo que estaba en juego era la nueva
un personaje que debe estar voluntariamente situado, por el consentimiento «alienación» política que infectaba al poder socialista. Pues bien, como
de todos, al margen de los conflictos fundamentales de la sociedad. La sabemos desde el Gorgias, el problema de la alienación política es el
independencia del juez, se dirá, es una abstracción. Precisamente, la problema de la no-verdad; lo hemos apr:endido además de la crítica
sociedad requiere para su respiración humana una función «ideal», una marxista al Estado burgués, que se sitúa por completo en el terreno de la
abstracción querida, concertada, en la que proyecte su ideal de la legalidad, no-verdad, del ser y de la apariencia, de la mistificación, de la mentira. Aqúí
que legitime la realidad del poder. Sin esta proyección, en la que el Estado es precisamente donde el intelectual en cuanto tal está metido en la
se representa a sí mismo en cuanto legítimo, el individuo estaría a merced política: el intelectual se ve puesto al frente de una revolución y np
del Estado y el propio poder no tendría protección alguna contra su propia solamente en sus filas, desde que el objetivo de esa revolución es más
arbitrariedad. Es evidente que los procesos de Moscú, de Budapest, de Praga político que económico, desde que esa revolución concierne a la relación del
y de otros sitios fueron posibles porque la independencia del juez no estaba poder con la verdad y con la justicia.
técnicamente asegurada ni ideológicamente fundada en una teoría del juez e) Me parece además que la democracia del trabajo requiere cierta
en cuanto hombre fuera de clase, en cuanto abstracción con aspecto dialéctica entre el Estado y los consejos obreros; como hemos visto, los
humano, en cuanto ley encarnada. Stalin fue posible porque siempre hubo intereses a largo plazo de un Estado, incluso prescindiendo del dinero, no
jueces que juzgaron según su decreto. coinciden inmediatamente con los de los trabajadores; esto es evidente en
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el período socialista, en el sentido preciso de la palabra, es decir, en una fase desde el punto de vista de las técnicas de control del Estado. Tan sólo una
de desigualdad de salarios y de especialización profesional que enfrenta a crítica del poder en el régimen socialista podría hacer progresar esta
los manuales con los cuadros, los directores, los intelectuales; y también es cuestión; pero esta crítica no se ha hecho todavía a fondo.
evidente en el período de industrialización rápida, y hasta forzada. Por No sé si el término de «liberalismo» político puede salvarse del
consiguiente, sólo una organización de las tensiones entre el Estado y los descrédito; quizá lo haya comprometido definitivamente su vecindad con el
sindicatos que representan los diversos intereses de los trabajadores puede liberalismo económico. Lo cierto es que, desde algún tiempo, la etiqueta
asegurar la búsqueda titubeante de un equilibrio viable, es decir, «liberal» tiende a construir un delito a los ojos de los social-fascistas en
económicamente rentable y humanamente soportable a la vez. El derecho Argelia y en París, con lo que recobra su antigua juventud.
de huelga, concretamente, me parece que es el único recurso de los obreros Si es posible salvar la palabra, podría decir muy bien lo que tiene que
contra el Estado, incluso contra el Estado de los obreros. El postulado de la decir: que el problema central de la política es la libertad, tanto si el Estado
coincidencia inmediata de la voluntad del Estado socialista con todos los fundamenta la libertad por su racionalidad, como si la libertad limita las
intereses de todos los trabajadores me parece que es una ilusión perniciosa pasiones del poder por su resistencia.
y una excusa peligrosa para el abuso de poder del Estado.
d) Finalmente, el problema-clave es el del control del Estado por el
pueblo, por la base democráticamente organizada. Es aquí donde conviene
seguir y analizar de cerca las reflexiones y las experiencias de los
comunistas yugoslavos y polacos. Se tratará de saber si el pluralismo de los
partidos, la técnica de las «elecciones libres», el régimen parlamentario se
derivan de este «universalismo» del Estado liberal o si pertenecen
irremediablemente al período burgués del Estado liberal. No hay que andar
con ideas preconcebidas: ni a favor, ni en contra; ni a favor de la costumbre
occidental, ni a favor de la crítica radical; no hay que tener muchas prisas
por responder. Es cierto que las técnicas de planificación exigen que la
forma socialista de la producción no esté en manos de una consulta
electoral fortuita y sea tan irrevocable como lo es la forma republicana de
nuestro gobierno; la ejecución del Plan exige plenos poderes, un gobierno
de larga duración, un presupuesto a largo plazo; pues bien, nuestras
técnicas parlamentarias, nuestra manera de hacer alternar a las mayorías en
el poder, parecen poco compatibles con las tareas de la nueva racionalidad
del Estado. Por otra parte, no es menos cierto que la discusión es una
necesidad vital para el Estado; la discusión es la que le da impulso y
orientación; la discusión es la que puede evitar los abusos. La democracia es
la discusión. Por tanto, es preciso que de una manera o de otra se organice
esta discusión; aquí es donde se plantea la cuestión de los partidos o del
Partido único. Lo que puede abogar en favor del pluralismo de los partidos
es que ese sistema no sólo ha reflejado las tensiones entre los grupos
sociales, determinadas por la división de la sociedad en clases, sino que
además ha ofrecido una organización a la discusión política en cuanto tal;
ha tenido por tamo una significación «universal» y no sólo «burguesa». Un
análisis de la noción de partido con el único criterio económico-social
parece por tamo peligrosamente corto y propicio para fomentar la tiranía.
Por eso hay que juzgar las nociones de partidos múltiples y de partido único
no sólo desde el punto de vista de la dinámica de las clases, sino también
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