Gana Todos Los Debates (Adriá Solá Pastor)

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GAN A T O DOS LO S D EBAT E S :

Cómo mejorar tus


argumentos y utilizarlos
en cualquier situación
Descubre las estrategias infalibles para anticipar a tu
oponente, estructurar tus ideas y volverte un
maestro de la comunicación.
TABLA DE CONTENIDO:

Bienvenida 3

¿POR QUÉ DEBES SABER DEBATIR? 4

EL MOTIVO POR EL QUE NO SABES DEBATIR: 6

PASO A PASO PARA GANAR TODOS LOS DEBATES 7

La estructura del debate ganador 8

Cómo detectar contradicciones 11

Expone las falacias 12


Bienvenida
¡Hola! Soy Adrià Solà Pastor, experto en comunicación.

Soy un joven graduado en Ciencias Políticas y Filosofía en la Sorbonne


en París y la Universidad de Columbia en la Ciudad de Nueva York.

Soy fundador de dos empresas relacionadas con la comunicación.

Por un lado, dirijo Fidelio, una firma privada de comunicación en la que


diseñamos una estrategia de comunicación para empresas que facturan entre
5M a 50M de euros y formamos a sus líderes para que la puedan implementar.

Por otro lado dirijo Instituto de Comunicación, la institución donde un grupo selecto de personas
transforman su vida aprendiendo la habilidad de comunicar.

Llevo una década obsesionado con la comunicación. Tanto en Francia como en Nueva York, he sido
discípulo de las mentes expertas en comunicación más brillantes del mundo: grandes empresarios,
abogados, políticos, consultores, estrategas, profesores…

Esto me ha llevado a:

Dar discursos en lugares de gran prestigio como sería el Panthéon, Parlamentos, Bancos, Ministerios
y Teatros, ante audiencias de miles de personas.

Asesorar y formar a la élite del mundo empresarial con mi método de comunicación.

Ser considerado de los mejores oradores de habla francesa, siendo extranjero.

Crear una comunidad de 2.6 Millones de personas online.

Desarrollar un patrimonio de +2.5M€ a una edad temprana.

Si algo he aprendido a lo largo de mi camino es que la comunicación lo es todo. Es la habilidad más


importante que puedes aprender para tu vida.

No importa lo que sepas. Lo que has estudiado. Cuántos títulos cuelguen en tu pared. Lo que
verdaderamente marca la diferencia es cómo comunicas tus ideas, cómo conectas con los demás,
cómo persuades a los demás, y cómo logras que te escuchen en un mundo lleno de ruido.

No estoy aquí para ofrecerte fórmulas mágicas o atajos. Sé que la verdadera


maestría en comunicación requiere tiempo, práctica y, sobre todo, un profundo deseo
de mejorar.

Pero te aseguro que es la inversión más valiosa que puedes hacer.

Si estás dispuesto a aprender, a mejorar y a aplicar nuevas estrategias de comunicación con


constancia y determinación, entonces esta guía es para ti.

La comunicación no es solo hablar bien o escribir con fluidez; es conectar, inspirar y mover a la acción.
Es la herramienta que puede cambiar tu vida y llevarte a alcanzar tus objetivos más
ambiciosos. Crear relaciones de alto valor, influir a personas, ganar más
dinero, obtener mejores trabajos…

Así que, si estás listo para transformar la forma en que te comunicas y,


con ello, transformar tu vida, sigue leyendo. Estoy aquí para guiarte en
este camino.

Juntos, exploraremos cómo puedes desarrollar esta habilidad esencial y


usarla para construir la vida que deseas.
¿POR QUÉ DEBES
SABER DEBATIR?
Durante mis años de universidad, tuve la gran suerte de
representar a la Sorbona y a Columbia University en los debates
internacionales de Model United Nations. Viajábamos por el
mundo debatiendo contra las mejores universidades sobre temas
que se extendían desde la geopolítica, y la gestión de guerras, a la
innovación y la inteligencia artificial. En esos viajes no solo aprendí
muchísimo sobre debate. Aprendí que la habilidad de argumentar
es CRUCIAL para mejorar tu vida.

¿Alguna vez has tenido una conversación acalorada con amigos,


has presentado una idea en una reunión o te has encontrado
defendiendo tu opinión en una cena familiar? En todos estos casos,
saber argumentar bien es clave.

¿Por qué es tan importante? Aquí va la clave: argumentar de


manera efectiva te ayuda a comunicar tu punto de vista claramente
y a convencer a los demás.

Estás en una conversación con amigos y quieres convencerlos


de probar un nuevo restaurante que descubriste.

Estás hablando con tu pareja sobre si una persona es o no una


buena influencia para él/ella. Debes argumentar de forma
elegante que lo mejor es alejarse ya que la puede traicionar.
Estás en una reunión de trabajo y propones otra otra para tener
las reuniones ya que observas que todo el mundo llega cansado,
improductivo y sin motivación para contribuir.

Estás en una charla familiar tratando de explicar


por qué debéis ver la película que has escogido para la noche.

Quick Win:
En esta guía, desvelaremos algunas estrategias del arte de
argumentar y debatir. Una habilidad que puede
transformar tu carrera y abrirte puertas que ni siquiera
sabías que existían. No nos dará tiempo a tratar las
innumerables técnicas que conozco, pero sí las más básicas,
que puedes aplicar desde hoy y ver resultados.
EL MOTIVO POR EL QUE
NO SABES DEBATIR:
Cómo ganar un debate es algo que nos deberían enseñar en la escuela. O al menos
cómo debatir. Pero no hemos tenido esa suerte.

Al menos, muchos de nosotros. No es fácil, pero conocer distintas técnicas de


argumentación o preparar un argumento en 5 minutos es algo que puede resultar
muy útil.

El Debate: Nervios, deseos y estrategias para Ganar

Todos hemos estado ahí. Esa sensación de nervios justo antes de que comience un
debate. Las manos sudorosas, el corazón acelerado, y la mente llena de
pensamientos sobre cómo hacer que te escuchen, cómo transmitir tu idea de
manera clara y, lo más importante, cómo tener la razón.

Teóricamente el debate es el descubrimiento de la verdad. Pero todos sabemos que


en un debate, lo que queremos es ganar. Queremos que nuestros argumentos sean
válidos, que la gente se incline hacia nuestra perspectiva. Queremos que se entienda
nuestro punto de vista y, de ser posible, que lo adopten.

El verdadero reto es cómo lograrlo. ¿Cómo hacer que te escuchen sin interrumpir?
¿Cómo estructurar tus argumentos para que sean sólidos y convincentes?
¿Cómo mantener la calma y la confianza cuando los nervios amenazan con
tomar el control?
PASO A PASO PARA GANAR
TODOS LOS DEBATES
¿Por qué es tan importante?

Argumentar no es solo para grandes debates o discusiones formales. Es una


herramienta que usamos constantemente, ya sea para convencer a alguien de algo,
defender una opinión o simplemente compartir tu punto de vista. La habilidad de
argumentar de manera efectiva puede ayudarte a conseguir ese trabajo que tanto
deseas, resolver conflictos, escoger la mejor película para ver o incluso ganar un
debate amistoso sobre cuál es el mejor equipo de fútbol.

Por ejemplo, estando en la calle con los amigos, puede surgir la


duda de cuál es el mejor restaurante para ir a cenar. Aunque esta
situación se pueda considerar banal, aquel miembro del grupo que
sepa explicar mejor el por qué se debe ir a su restaurante favorito
puede ejercer no solamente la capacidad de influir en las
decisiones del resto de colegas, sino también adquiere un rol de
cierta dominancia sobre ellos.

Además, saber argumentar bien es esencial en el mundo laboral y


académico, ya que siempre ha sido una habilidad clave que empresas
y universidades valoran.

Por ejemplo, un alumno que realiza una investigación pero no sabe


defenderla convenientemente en su trabajo de final de grado corre
el riesgo de sacar una mala calificación. Por otro lado, el vendedor
de coches que no sabe cómo convencer al cliente de que compre
el último coche sacado al mercado se arriesga a perder su puesto
de trabajo.

Pero saber argumentar no solo implica expresar una opinión o influir


en otros, sino también entender el contexto, conectar con el público y
leer las reacciones de los demás.
La estructura del
debate ganador
Para ganar un debate, no basta con tener buenos argumentos; hay
que saber cómo presentarlos. Aquí es donde entra en juego la
estructura y organización de tus ideas. ¿Por qué es tan esencial?
Simple: una buena estructura hace que tus argumentos sean fáciles
de seguir y recordar.

Piensa en esto: ¿por qué recordamos fácilmente cuentos como "Los


tres cerditos" o "Los tres mosqueteros"? Y nuestra mente está llena
de otros ejemplos, como los 3 reyes magos o la Santa Trinidad, así
que podríamos continuar indefinidamente. Exacto, porque el número
tres tiene algo mágico que nuestra mente adora. Aplicar esto a tus
argumentos te ayudará a que tu audiencia los retenga con facilidad.

La Regla de Tres
Presentar los argumentos en bloques
de tres no solo es más fácil de recordar
para nosotros, sino también para
nuestros oyentes. Tanto la forma de
presentarlos como la forma de
enlazarlos debe ser lo más sencilla
posible para que los oyentes nos sigan
con facilidad y podamos convencerlos
de manera más efectiva.

Así que, cuando prepares tu debate,


organiza tus puntos en tres argumentos
clave. Ni más, ni menos. Tres es el
número perfecto para que tu mensaje
sea claro y contundente.
El orden de tus argumentos SÍ importa
Los argumentos deben quedar bien definidos, claros, fácilmente recordables
y diferenciables. Además, es fundamental tener en cuenta que los comienzos y
los finales de nuestras exposiciones causan más impacto. Por ello, el primer
argumento ha de ser el más potente para captar la atención desde el inicio. El
segundo argumento, el más débil, y en tercer lugar, colocaremos el que se
encuentre entre medio de ambos.

Da vuelta el tablero
Una vez terminemos de exponer nuestros argumentos, un buen consejo es
hacer una recopilación de los mismos en orden inverso: empezar por el
tercero, luego el segundo, y finalmente el primero. De esta manera,
empezamos y cerramos con un argumento potente, dejando una impresión
fuerte y duradera en nuestros oyentes.

Enfócate en las ideas, NO en la persona


Antes de continuar, me gustaría que utilices esta información no para humillar a
tus rivales, sino para confrontar ideas y validar o invalidar argumentaciones.

No te centres en la persona frente a ti; céntrate en sus argumentos.


El propósito no es humillar al contrario, sino poner a prueba tus propias ideas y
creencias, y tratar de entender o refutar las de los demás.

Somos gente elegante e inteligente. No buscamos hacer debates de televisión.


Aunque, si ese fuera el objetivo, conozco muchas técnicas que sirven para
protegerte del insulto, de la falta de respeto, de la manipulación o tergiversación de
tus argumentos.

Conoce los argumentos de tu oponente


No importa el tema sobre el que estés debatiendo, es muy probable que tu
oponente ya tenga sus puntos bien desarrollados, o que otras personas con
ideas similares también lo hayan hecho.
Por ejemplo, si estás discutiendo sobre la importancia de hacer ejercicio
regularmente, es probable que tu oponente argumente que el ejercicio mejora la
salud y previene enfermedades.

Si estás hablando sobre la necesidad de reducir el consumo de azúcar, puede


que alguien mencione que el exceso de azúcar está relacionado con problemas
de salud como la diabetes y la obesidad.

O si el debate es sobre la eficacia del teletrabajo, puede que alguien destaque


que el teletrabajo permite una mejor conciliación entre la vida laboral y personal.

Anticípate a tu rival
Una buena estrategia es anticipar uno de los puntos clave de tu oponente e
invalidarlo antes de que él pueda usarlo.

Por ejemplo, si sabes que tu oponente suele decir que si no piensas o


haces X, significa que no te importan las muertes de los niños, anticípate
y menciona:

Y para terminar con mi argumento, espero que no se insinúe que quiero el mal de
las personas más desfavorecidas. Sería una manipulación malévola que no aceptaré
ya que nunca he dicho esto.

De esta manera, lo invalidas antes de que tenga la oportunidad de utilizarlo.


Cómo detectar
contradicciones
Las contradicciones son comunes.

Por ejemplo, decimos que valoramos nuestra privacidad, pero nunca leemos los
términos antes de aceptar las cookies. O criticamos el capitalismo, pero lo
hacemos desde un iPhone comprado en Amazon. Descubrir las contradicciones
de tu adversario puede debilitar su posición.

Pero, ¿cómo detectarlas de manera simple y eficaz? Aquí te dejo algunas técnicas y
ejemplos cotidianos:

Presta atención a cada palabra que dice tu oponente.


Por ejemplo, si alguien dice que es muy ecológico pero luego admite
que viaja en avión cada mes, ahí tienes una contradicción.

Pregunta sobre sus acciones y principios.


Por ejemplo, si alguien critica el uso de tecnología, pregúntale cómo
se mantiene en contacto con sus amigos y familiares. Si usan redes
sociales, ahí hay otra contradicción.

Fíjate en lo que hacen, no solo en lo que dicen.


Por ejemplo, si un colega habla sobre la importancia de la vida
saludable, pero siempre lo ves comiendo comida rápida, eso es
una contradicción.

Si tienes acceso a lo que tu adversario ha dicho


antes, compáralo con lo que dice ahora.
Por ejemplo, si en un debate alguien defiende el teletrabajo pero en
una conversación previa se quejaba de lo poco productivo que era,
ahí tienes un punto débil.

Relata experiencias propias que expongan


contradicciones comunes. Por ejemplo, puedes decir: "Me
pasa a menudo que digo que voy a ahorrar, pero luego veo una
oferta irresistible y gasto. ¿A quién no le ha pasado? Esto muestra
que nuestras acciones no siempre siguen nuestros principios".
Expone las falacias
Sí, las falacias lógicas son un error de razonamiento que no tiene sentido pero que
se utiliza de forma confusa para que tu argumento parezca más convincente.
Básicamente, manipulación.

Si eres capaz de detectar y verbalizar la falacia de tu oponente, su argumentación


se debilitará o se invalidará.

Ejemplo: Falsa Dicotomía

Piensa en esa famosa frase utilizada por el presidente George W. Bush poco
después del 11 de septiembre:
"O estás con nosotros o contra nosotros".

Esto implicaba para la comunidad internacional que sólo había dos opciones:
respaldar completamente a Estados Unidos, incluso en su invasión de Afganistán, o
considerarse enemigos.

Hay una escala de grises, como todo en esta vida. Pero esta falacia te obliga a
escoger el color blanco o el color negro.

Ejemplo: La falacia ad verecundiam consiste en argumentar que una postura es


verdadera porque la defiende una persona con cierta autoridad.

Ejemplo: La falacia ad hominem, por otro lado, es tratar de invalidar una


argumentación sólo porque la persona que la defiende tiene bajo prestigio o
autoridad.

Contraejemplos: Una manera efectiva de combatir ambas falacias es usando


contraejemplos.

Por ejemplo, podrías decir: “Aristóteles también abogaba por sacrificar a las
personas que nacían con deformaciones físicas. ¿Eso también es correcto?” o
“Charles Manson decía que nuestro bien más preciado es la libertad. ¿Acaso
también estás en desacuerdo con eso?”.
Otra manera de invalidarlas es hacer lo que verás en el siguiente ejemplo: Si tu
oponente utiliza una falacia ad verecundiam diciendo que Ronald Reagan afirmó
algo específico, podrías responder con un simple “¿Y qué?”. Este “¿Y qué?”
muestra que el hecho de que Ronald Reagan lo dijera no valida automáticamente
la argumentación.

Además, podrías añadir: “Me permito estar en desacuerdo con Ronald Reagan”.
Al hacer esto, desconciertas a tu oponente, quien pensaba que la falacia ad
verecundiam iba a funcionar.

No te dejes llevar
por las emociones
Si alguien te ataca con un argumento puramente
emocional, lo mejor es no intentar refutarlo directamente.
En lugar de eso, apártate de él y vuelve a un argumento
más racional y lógico. Sentirse ofendido nunca debería ser
un argumento válido para defender una posición.

Si detectas que alguien está intentando usar esta


estrategia para invalidar tus argumentaciones, responde
con algo como: “Entiendo tu frustración y la respeto, pero
todavía sigo esperando una argumentación”.

ATENTO, No hay
enemigos débiles
Por último, según el analista político Javier Maza, quien en una entrevista
reveló algunos de sus mejores consejos para arrollar en un debate, explica
que no debes ir pensando que tus rivales son inferiores, mal preparados
o inexpertos, ya que esa arrogancia es justamente la que te puede acabar
condenando a la derrota.
Conclusión
Y hasta aquí esta Guía Práctica
para Ganar todos los Debates.
Espero que te haya parecido muy
útil y empieces a implementar
estos conceptos desde ya en todos
tus debates.

Muchas gracias por leer esta guía!

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