Calentamiento Global

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CALENTAMIENTO GLOBAL

Los gases de efecto invernadero tienen un impacto cada vez mayor en el día a día del mundo
entero. Hacemos un recorrido por la ciencia para explicar qué es exactamente el calentamiento
global que provoca el cambio climático y cuáles son sus consecuencias.
El agua de deshielo ha excavado un cañón de 45 metros de profundidad en el hielo de
Groenlandia. Del artículo de julio de 2017 de la revista National Geographic”True Colors”.
El año 2020 fue el año más caluroso en España, en Europa y a nivel mundial desde que existen
registros y, a escala global, el primer semestre de 2021 terminó entre los seis más cálidos. El
pasado mes de agosto, España alcanzó su máximo histórico con con 47,4 ºC y Europa con 48,8
ºC. Este incremento de temperaturas podría alcanzar un aumento de 2’2 grados frente a los
niveles preindustriales en 2040 y los 3’8 en 2100, según el análisis de un grupo de más de 80
científicos en el informe Cambio climático y medioambiental en la cuenca mediterránea, realizado
por la red Mediterranean Experts on Climate and Environmental Change (MedECC).
Los glaciares se derriten a un ritmo nunca visto anteriormente, el nivel del mar aumenta debido al
deshielo, las selvas se secan y la fauna y la flora luchan para sobrevivir en un escenario de cambios
vertiginosos y complejos que a menudo impactan gravemente en la biodiversidad. Un aumento
general de las temperaturas, fenómenos meteorológicos extremos, olas de calor e inundaciones,
falta de cosechas, migrantes climáticos y un largo etcétera de consecuencias que ponen al cambio
climático en primera línea de la agenda global por sus efectos a nivel mundial. La evidencia
científica declara que la actividad industrial humana ha causado la mayor parte del calentamiento
global del siglo pasado mediante la emisión de gases de efecto invernadero, que retienen el calor y
cuyos niveles son cada vez más altos.
De hecho, por primera vez desde que se tienen registros, las conclusiones de un reciente estudio
publicado el pasado marzo han puesto en jaque las estimaciones de evolución climática al revelar
que la capacidad de la selva más grande del mundo de absorber carbono de la atmósfera se ha
reducido hasta tal punto que ya podría estar liberando más carbono del que almacena. Pero, ¿qué
es exactamente el calentamiento global y cómo impacta en nuestro planeta y nuestro día a día?
Hacemos un recorrido por la ciencia para explicar todas las aristas de este fenómeno que ya
impregna a todos los niveles nuestro día a día.
EL CALENTAMIENTO DE LOS OCÉANOS HA DISPARADO EL BLANQUEO DE LOS CORALES
A las consecuencias que generan estos gases lo llamamos calentamiento global, pero este
fenómeno en realidad está provocando una serie de cambios en los patrones meteorológicos de la
Tierra a largo plazo que varían según el lugar. Conforme la Tierra gira cada día, este nuevo calor
gira a su vez, recogiendo la humedad de los océanos, aumentando aquí y asentándose allá, y
cambiando en definitiva el ritmo del clima al que todos los seres vivos nos hemos acostumbrado.
¿Qué soluciones hay sobre la mesa para ralentizar este calentamiento? ¿Cómo vamos a
sobrellevar los cambios que ya hemos puesto en marcha? Mientras intentamos entenderlo, la faz
de la Tierra tal y como la conocemos, sus costas, bosques y montañas nevadas están en vilo.

El efecto invernadero
El “efecto invernadero” es el calentamiento que se produce cuando ciertos gases de la atmósfera
de la Tierra retienen el calor. Estos gases dejan pasar la luz pero mantienen el calor como las
paredes de cristal de un invernadero.
En primer lugar, la luz solar brilla en la superficie terrestre, donde es absorbida y, a continuación,
vuelve a la atmósfera en forma de calor. En la atmósfera, los gases de invernadero retienen parte
de este calor y el resto se escapa al espacio. Cuantos más gases de invernadero, más calor es
retenido.
Los científicos conocen el efecto invernadero desde 1824, cuando Joseph Fourier calculó que la
Tierra sería más fría si no hubiera atmósfera. Este efecto invernadero es lo que hace que el clima
en la Tierra sea apto para la vida. Sin él, la superficie de la Tierra sería unos 60 grados Fahrenheit
más fría. En 1895, el químico suizo Svante Arrhenius descubrió que los humanos podrían aumentar
el efecto invernadero produciendo dióxido de carbono, un gas de invernadero. Inició 100 años de
investigación climática que nos ha proporcionado una sofisticada comprensión del calentamiento
global.
Los niveles de gases de efecto invernadero (GEI) han aumentado y descendido durante la historia
de la Tierra pero han sido bastante constantes durante los últimos miles de años. Las
temperaturas medias globales se han mantenido bastante constantes también durante este
periodo de tiempo hasta hace poco. A través de la combustión de combustibles fósiles y otras
emisiones de GEI, los humanos están aumentando el efecto invernadero y calentando la Tierra.
Los científicos a menudo utilizan el término cambio climático en lugar de calentamiento global.
Esto es porque, dado que la temperatura media de la Tierra aumenta, los vientos y las corrientes
oceánicas mueven el calor alrededor del globo de modo que pueden enfriar algunas zonas,
calentar otras y cambiar la cantidad de lluvia y de nieve que cae. Como resultado, el clima cambia
de manera diferente en diferentes áreas.
¿No son naturales los cambios de temperatura?
La temperatura media global y las concentraciones de dióxido de carbono (uno de los principales
gases de invernadero) han fluctuado en un ciclo de cientos de miles de años conforme ha ido
variando la posición de la Tierra respecto del sol. Como resultado, se han producido las diferentes
edades de hielo.
VER GALERÍA
Sin embargo, durante miles de años, las emisiones de GEI a la atmósfera se han compensado por
los GEI que se absorben de forma natural. Por lo tanto, las concentraciones de GEI y la
temperatura han sido bastante estables. Esta estabilidad ha permitido que la civilización humana
se haya desarrollado en un clima consistente.
En ocasiones, otros factores tienen una influencia breve sobre la temperatura global. Las
erupciones volcánicas, por ejemplo, emiten partículas que enfrían temporalmente la superficie de
la Tierra. No obstante, éstas no tienen un efecto que dure más de unos cuantos años. Otros ciclos,
como El Niño, también se producen de manera breve y en ciclos predecibles.
Ahora los humanos han aumentado la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera más de un
tercio desde la revolución industrial. Estos cambios tan significativos se han producido
históricamente en el trascurso de miles de años pero ahora se producen en tan solo unas décadas.
¿Por qué es preocupante?
El rápido aumento de los gases de invernadero es un problema porque está cambiando el clima
tan rápido que algunos seres vivos no pueden adaptarse. Igualmente, un clima nuevo y más
impredecible impone desafíos únicos para todo tipo de vida y del que los científicos ya han
derivado diversos puntos de no retorno en el planeta.
CAMBIO CLIMÁTICO 101 CON BILL NYE
Históricamente, el clima de la Tierra ha oscilado entre temperaturas como las que tenemos en la
actualidad y temperaturas tan frías que grandes capas de hielo cubrían la mayor parte de
Norteamérica y Europa. La diferencia entre las temperaturas globales medias y durante las edades
de hielo tan solo es de 9 grados Fahrenheit y estas oscilaciones se produjeron lentamente, durante
el trascurso de cientos de miles de años.
En la actualidad, con las concentraciones de gases de invernadero aumentando, las capas de hielo
que permanecen en la Tierra (como Groenlandia y la Antártida) también comienzan a
derretirse. Esta agua sobrante podría hacer que aumente considerablemente el nivel del mar.
Conforme sube el mercurio, el clima puede cambiar de forma inesperada. Además del aumento
del nivel del mar, las condiciones meteorológicas pueden pasar a ser más extremas. Esto implica
tormentas mayores y más intensas, más lluvia seguida de sequías más prolongadas e intensas (un
desafío para los cultivos), cambios en los ámbitos en los que pueden vivir los animales y pérdida
del suministro de agua que históricamente provenía de los glaciares. La mayor parte del
calentamiento global se ha dado en las últimas cuatro décadas, coincidiendo con el aumento de la
emisión de gases de efecto invernadero por parte del hombre, según ha señalado la NASA.

Calentamiento global, peor de lo esperado, advierte reporte

“Simplemente está garantizado que irá a peor”, dijo la


coautora del informe Linda Mearns, científica climática del
Centro Nacional estadounidense de Investigación
Atmosférica

- El calentamiento global es peor y más rápido de lo


temido. Alrededor de 2030, diez años antes de lo estimado, se puede
alcanzar el umbral de +1.5 ºC, con riesgos de desastres “sin
precedentes” para la humanidad, ya sacudida por canículas e
inundaciones.
A menos de tres meses de la cumbre del clima COP26 en Glasgow
(Reino Unido), los expertos de Naciones Unidas (IPCC)
responsabilizaron al ser humano por estas alteraciones y advirtieron de
que no hay otra opción que reducir drásticamente las emisiones de gases
de efecto invernadero.
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El primer informe de evaluación del Grupo Intergubernamental sobre


el Cambio Climático en siete años, adoptado el viernes por 195 países,
analiza cinco escenarios de emisiones, del más optimista al más
pesimista.
En todos ellos, la temperatura del planeta alcanzaría el umbral de +1,5
ºC respecto a la era preindustrial alrededor de 2030, diez años antes de
lo previsto en la estimación de 2018.
Antes de 2050, se superaría este umbral, e incluso se llegaría a +2 ºC si
no se reducen drásticamente las emisiones.
Esto supondría el fracaso del Acuerdo de París, que pretendía limitar el
calentamiento por debajo de los +2 ºC, o de +1.5 ºC si fuera posible.

El planeta ya ha alcanzado los +1.1 ºC y empieza a constatar sus


consecuencias: fuegos que arrasan el oeste de Estados Unidos, Grecia o
Turquía, diluvios que inundan Alemania o China, termómetros que rozan
los 50 ºC en Canadá.
“Si piensan que esto es grave, recuerden que lo que vemos ahora es
solo la primera salva”, dice Kristina Dahl, de la organización Unión de
Científicos Preocupados (UCS).

“Simplemente está garantizado que irá a peor”, dijo la coautora del


informe Linda Mearns, científica climática del Centro Nacional
estadounidense de Investigación Atmosférica. “No veo que ninguna zona
esté a salvo (...) No hay ningún lugar al que correr, ningún lugar donde
esconderse”.
Incluso limitando el calentamiento a +1.5 ºC, olas de calor, inundaciones
y otros eventos extremos aumentarán de forma “sin precedentes” tanto
en su magnitud, frecuencia, ubicación o momento del año en que
ocurren, advierte el IPCC.

“Este informe debería causar escalofríos a quien lo leyera (...) Muestra


dónde estamos y adónde vamos con el cambio climático: hacia un hoyo
que seguimos cavando”, comenta el climatólogo Dave Reay.

“Estabilizar el clima precisará de una reducción fuerte, rápida y sostenida


de las emisiones de gases de efecto invernadero para alcanzar la
neutralidad de carbono”, insiste Panmao Zhai, copresidenta del grupo de
expertos que elaboró la primera parte de esta evaluación del IPCC.
La segunda parte, prevista para febrero de 2022, mostrará el impacto de
estos cambios y cómo la vida en la Tierra se verá irremediablemente
transformada en 30 años, incluso menos, según una versión preliminar
obtenida por AFP.

La tercera parte abordará las soluciones posibles y se espera para


marzo.

Pero el camino a seguir es de sobras conocido: impulsar la transición


hacia una economía descarbonizada.
“Este informe debe poner fin al carbón y las energías fósiles antes que
destruyan nuestro planeta”, reclamó el secretario general de Naciones
Unidas, Antonio Guterres.

“No hay tiempo para esperar, ni lugar para excusas”, insistió Guterres.
La Unión Europea (UE) exhortó a actuar ya. “Espero que el informe del
IPCC (...) sea una señal de atención para que el mundo actúe ahora,
antes de que nos reunamos en Glasgow”, afirmó el primer ministro
británico, Boris Johnson.

“Este momento requiere que los líderes mundiales, el sector privado y los
individuos actúen juntos con urgencia y hagan todo lo necesario para
proteger nuestro planeta”, indicó el secretario de Estado estadounidense
Antony Blinken.

En términos similares se manifestó el enviado especial estadounidense


para el clima, John Kerry: “No podemos esperar (...) Todos los países
deben tomar medidas valientes”.

La Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, aseguró que “no es


demasiado tarde para frenar la tendencia”.
Por ahora, sólo la mitad de gobiernos revisaron sus objetivos iniciales de
reducción de emisiones.

Los compromisos adoptados tras el Acuerdo de París de 2015


conducirían a un aumento de +3 ºC. Eso en caso de respetarse, porque
el ritmo actual lleva a +4 ºC o +5 ºC.
Entre estas sombrías proyecciones, el IPCC aporta un resquicio de
esperanza.

En el mejor escenario, el calentamiento podría volver al umbral de


+1.5 ºC si se reducen drásticamente las emisiones y se absorbe más
CO2 del que se emite.
Pero las técnicas que permiten recuperar a gran escala el CO2 en la
atmósfera todavía se están investigando, apunta el IPCC.

El informe indica que algunas consecuencias ya son “irreversibles”.


El deshielo de los polos hará que el nivel de los océanos siga
aumentando durante “siglos, o milenios”.

El mar, que ya ha crecido 20 centímetros desde 1900, todavía podría


avanzar medio metro más para 2100 aunque se mantenga el
calentamiento a +2 ºC.

“Parece lejano, pero millones de niños ya nacidos todavía vivirán en el


siglo XXII”, señala Jonathan Bamber, autor del informe.

Por primera vez, el IPCC no descarta la llegada de “puntos de


inflexión”, eventos irreversibles poco probables pero de dramático
impacto, como el deshielo del casquete glaciar de la Antártica o la muerte
de la selva del Amazonas.
Esto no es motivo para tirar la toalla, justo lo contrario, porque cada
fracción de grado cuenta, dicen científicos y activistas.

“No estamos condenados al fracaso”, asegura Friederike Otto, una de


las autoras.
“No dejaremos que este informe se quede en un estante (...) Lo
llevaremos con nosotros a los tribunales”, advierte Kaisa Kosonen, de
Greenpeace.

El cambio climático no se ha detenido por la COVID-


19. Las concentraciones de gases de efecto invernadero
en la atmósfera se encuentran en niveles récord y
continúan aumentando. Las emisiones se dirigen hacia
niveles prepandémicos luego de una disminución temporal
causada por el bloqueo y la desaceleración económica. Se
espera que el mundo experimente sus cinco años más
cálidos registrados, en una tendencia que es probable que
continúe, y no está en camino de cumplir los objetivos
acordados para mantener el aumento de la temperatura
global muy por debajo de 2 ° C o en 1,5 ° C por encima de
los niveles preindustriales.

Esto es según un nuevo informe de múltiples agencias de


organizaciones científicas líderes, UNIDOS DEL
2022 . Destaca los impactos crecientes e irreversibles del
cambio climático, que afecta a los glaciares, los océanos,
la naturaleza, las economías y las condiciones de vida de
las personas y, a menudo, se siente a través de los
peligros relacionados con el agua, como la sequía o las
inundaciones. También documenta cómo la COVID-19 ha
impedido nuestra capacidad para monitorear estos
cambios a través del sistema de observación global.

“Este ha sido un año sin precedentes para las personas y


el planeta. La pandemia de COVID-19 ha perturbado vidas
en todo el mundo. Al mismo tiempo, el calentamiento de
nuestro planeta y la alteración del clima han continuado a
buen ritmo”, dijo el secretario general de la ONU, António
Guterres, en un prólogo.

“Nunca antes había quedado tan claro que necesitamos


transiciones limpias, inclusivas y a largo plazo para abordar
la crisis climática y lograr el desarrollo sostenible. Debemos
convertir la recuperación de la pandemia en una
oportunidad real para construir un futuro mejor ”, dijo
Guterres, quien presentará el informe el 9 de
septiembre. “Necesitamos ciencia, solidaridad y
soluciones”.

El informe Unidos en la Ciencia 2020 , el segundo de una


serie, está coordinado por la Organización Meteorológica
Mundial (OMM), con aportes del Global Carbon Project, el
Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, la
Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la
UNESCO, el Programa de las Naciones Unidas para el
Medio Ambiente. y la Met Office del Reino Unido. Presenta
los datos y hallazgos científicos más recientes relacionados
con el cambio climático para informar las políticas y
acciones globales.

“Las concentraciones de gases de efecto invernadero, que


ya se encuentran en sus niveles más altos en 3 millones de
años, han seguido aumentando. Mientras tanto, grandes
extensiones de Siberia han experimentado una ola de calor
prolongada y notable durante la primera mitad de 2020, lo
que hubiera sido muy poco probable sin el cambio climático
antropogénico. Y ahora se prevé que 2016-2020 sea el
período de cinco años más cálido registrado. Este informe
muestra que, si bien muchos aspectos de nuestras vidas
se han visto perturbados en 2020, el cambio climático no
ha disminuido ”, dijo el Secretario General de la OMM,
Profesor Petteri Taalas.

RESULTADOS CLAVE

Concentraciones de gases de efecto invernadero en la


atmósfera (Organización Meteorológica Mundial)

Las concentraciones de CO 2 atmosférico no mostraron


signos de alcanzar su punto máximo y han seguido
aumentando hasta alcanzar nuevos récords. Las
estaciones de referencia de la red de Vigilancia de la
Atmósfera Global (VAG) de la OMM
informaron concentraciones de CO 2 superiores a 410
partes por millón (ppm) durante la primera mitad de 2020,
con Mauna Loa (Hawai) y Cape Grim (Tasmania) a 414,38
ppm y 410,04 ppm, respectivamente, en julio de 2020,
frente a 411,74 ppm y 407,83 ppm en julio de 2019.

Las reducciones en las emisiones de CO 2 en 2020


afectarán solo ligeramente la tasa de aumento de las
concentraciones atmosféricas, que son el resultado de las
emisiones pasadas y actuales, así como la muy larga vida
útil del CO 2 . Las reducciones sostenidas de las emisiones
hasta cero neto son necesarias para estabilizar el cambio
climático.

Emisiones globales de CO 2 fósil (Global Carbon


Project)

Las emisiones de CO 2 en 2020 se reducirán entre un 4% y


un 7% estimado en 2020 debido a las políticas de
confinamiento de COVID-19. La disminución exacta
dependerá de la trayectoria continua de la pandemia y de
las respuestas del gobierno para abordarla.
Durante el cierre máximo a principios de abril de 2020,
las emisiones globales diarias de CO 2 fósil se redujeron en
un 17% sin precedentes en comparación con 2019. Aun
así, las emisiones aún eran equivalentes a los niveles de
2006, destacando tanto el fuerte crecimiento de los últimos
15 años como la continua dependencia sobre fuentes
fósiles de energía.

A principios de junio de 2020, las emisiones mundiales


diarias de CO 2 fósil habían regresado en su mayoría a un
5% (rango de 1% a 8%) por debajo de los niveles de 2019,
que alcanzaron un nuevo récord de 36,7 gigatoneladas (Gt)
el año pasado, un 62% más alto que en el inicio de las
negociaciones sobre el cambio climático en 1990.

Las emisiones globales de metano de las actividades


humanas han seguido aumentando durante la última
década. Las emisiones actuales tanto de CO 2 como de
metano no son compatibles con las vías de emisión
consistentes con los objetivos del Acuerdo de París.

Brecha de emisiones (Programa de las Naciones


Unidas para el Medio Ambiente)
La acción de transformación ya no puede posponerse si se
quieren cumplir los objetivos del Acuerdo de París.

El Informe sobre la Brecha de Emisiones de 2019 mostró


que los recortes en las emisiones globales requeridos por
año de 2020 a 2030 están cerca del 3% para un objetivo
de 2 ° C y más del 7% por año en promedio para el
objetivo de 1,5 ° C del Acuerdo de París.

La brecha de emisiones en 2030 se estima en 12-15


gigatoneladas (Gt) CO 2 e para limitar el calentamiento
global a menos de 2 ° C. Para la meta de 1,5 ° C, la brecha
se estima en 29-32 Gt CO 2 e, aproximadamente
equivalente a las emisiones combinadas de los seis
mayores emisores.

Todavía es posible cerrar la brecha de emisiones, pero


esto requerirá una acción urgente y concertada de todos
los países y en todos los sectores. Una parte sustancial del
potencial a corto plazo se puede realizar mediante la
ampliación de las políticas existentes y bien probadas, por
ejemplo, en energías renovables y eficiencia energética,
medios de transporte con bajas emisiones de carbono y
una eliminación gradual del carbón.

Mirando más allá del marco temporal de 2030, se


necesitan nuevas soluciones tecnológicas y un cambio
gradual en los patrones de consumo a todos los niveles. Ya
existen soluciones tanto técnica como económicamente
viables.

Estado del Clima Global (OMM y Met Office del Reino


Unido)

Se espera que la temperatura global promedio para 2016-


2020 sea la más cálida registrada, alrededor de 1.1 ° C por
encima de 1850-1900, un período de referencia para el
cambio de temperatura desde la época preindustrial y 0.24
° C más cálida que la temperatura promedio mundial para
2011- 2015.

En el periodo de cinco años 2020 - 2024 , la probabilidad


de que al menos un año supere 1,5 ° C por encima de los
niveles preindustriales es del 24%, con una probabilidad
muy pequeña (3%) de que la media de cinco años supere
este nivel. Es probable (~ 70% de probabilidad) que uno o
más meses durante los próximos cinco años sean al
menos 1,5 ° C más cálidos que los niveles preindustriales.

En todos los años entre 2016 y 2020, la extensión del hielo


marino del Ártico ha estado por debajo de la media. 2016-
2019 registró una mayor pérdida de masa de glaciares que
todos los demás últimos cinco años desde 1950. La tasa
de aumento medio mundial del nivel del mar aumentó entre
2011-2015 y 2016-2020.

Los principales impactos han sido causados por


fenómenos meteorológicos y climáticos extremos. Se ha
identificado una huella clara del cambio climático inducido
por el hombre en muchos de estos evenentos. ( Panel
Intergubernamental sobre Cambio Climático)

El cambio climático inducido por el hombre está afectando


los sistemas de sustento de la vida, desde la cima de las
montañas hasta las profundidades de los océanos, lo que
lleva a un aumento acelerado del nivel del mar, con efectos
en cascada para los ecosistemas y la seguridad humana.

Esto desafía cada vez más las respuestas de adaptación y


gestión integrada de riesgos.

Las capas de hielo y los glaciares de todo el mundo han


perdido masa. Entre 1979 y 2018, la extensión del hielo
marino del Ártico ha disminuido durante todos los meses
del año. El aumento de los incendios forestales y el
deshielo abrupto del permafrost, así como los cambios en
la hidrología del Ártico y las montañas, han alterado la
frecuencia e intensidad de las alteraciones de los
ecosistemas.

El océano global se ha calentado sin cesar desde 1970 y


ha absorbido más del 90% del exceso de calor en el
sistema climático. Desde 1993, la tasa de calentamiento de
los océanos y, por lo tanto, la absorción de calor se ha más
que duplicado. Las olas de calor marinas se han duplicado
en frecuencia y se han vuelto más duraderas, más intensas
y más extensas, lo que resulta en eventos de
blanqueamiento de coral a gran escala. El océano ha
absorbido entre el 20% y el 30% del
total de emisiones antropogénicas de CO 2 desde la década
de 1980, lo que ha provocado una mayor acidificación del
océano.

Desde aproximadamente 1950, muchas especies marinas


han experimentado cambios en el rango geográfico y las
actividades estacionales en respuesta al calentamiento del
océano, el cambio del hielo marino y la pérdida de oxígeno.

El nivel medio global del mar está aumentando, con una


aceleración en las últimas décadas debido al aumento de
las tasas de pérdida de hielo de las capas de hielo de
Groenlandia y la Antártida, así como a la continua pérdida
de masa de glaciares y expansión térmica del océano. La
tasa de aumento medio mundial del nivel del mar para
2006-2015 de 3,6 ± 0,5 mm / año no tiene precedentes en
el último siglo.

Recursos climáticos e hídricos (OMM)

Los impactos del cambio climático se sienten más a través


de las condiciones hidrológicas cambiantes, incluidos los
cambios en la dinámica de la nieve y el hielo.
Para 2050, el número de personas en riesgo de
inundaciones aumentará de su nivel actual de 1.200
millones a 1.600 millones. Desde principios hasta
mediados de la década de 2010, 1.900 millones de
personas, o el 27% de la población mundial, vivían en
áreas potencialmente con escasez de agua. En 2050, este
número aumentará de 2,7 a 3,2 mil millones de personas.

A partir de 2019, el 12% de la población mundial bebe


agua de fuentes no mejoradas e inseguras. Más del 30%
de la población mundial, o 2.400 millones de personas, vive
sin ningún tipo de saneamiento.
Se proyecta que el cambio climático aumentará el número
de regiones con estrés hídrico y agravará la escasez en
regiones que ya padecen estrés hídrico.

La criosfera es una fuente importante de agua dulce en las


montañas y sus regiones aguas abajo. Existe una gran
confianza en que la escorrentía anual de los glaciares
alcanzará su punto máximo a nivel mundial a más tardar a
fines del siglo XXI. Después de eso, se prevé que la
escorrentía de los glaciares disminuya a nivel mundial con
implicaciones para el almacenamiento de agua.

Se estima que Europa Central y el Cáucaso han alcanzado


el nivel máximo de agua ahora, y que la región de la
meseta tibetana alcanzará el nivel máximo de agua entre
2030 y 2050. Como la escorrentía de la capa de nieve, el
permafrost y los glaciares en esta región proporciona hasta
el 45% del total del río. caudal, la disminución del caudal
afectaría la disponibilidad de agua para 1.700 millones de
personas.

Observaciones del sistema terrestre durante la COVID-


19 (Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la
UNESCO y la OMM)
La pandemia de COVID-19 ha producido impactos
significativos en los sistemas de observación global, que a
su vez han afectado la calidad de los pronósticos y otros
servicios meteorológicos, climáticos y oceánicos.

La reducción de las observaciones desde aeronaves en un


promedio del 75% al 80% en marzo y abril degradó las
habilidades de pronóstico de los modelos
meteorológicos. Desde junio, solo ha habido una ligera
recuperación. Las observaciones en estaciones
meteorológicas operadas manualmente, especialmente en
África y América del Sur, también se han visto gravemente
interrumpidas.

Para observaciones hidrológicas como la descarga de ríos,


la situación es similar a la de las mediciones atmosféricas
in situ. Los sistemas automatizados continúan entregando
datos, mientras que las estaciones de medición que
dependen de la lectura manual se ven afectadas.

En marzo de 2020, casi todos los buques de investigación


oceanográfica fueron llamados a puerto de origen. Los
barcos comerciales no han podido contribuir con
observaciones vitales del océano y del tiempo, y no se han
podido mantener las boyas oceánicas y otros sistemas. Se
cancelaron cuatro estudios oceánicos de profundidad
completa de variables como el carbono, la temperatura, la
salinidad y la alcalinidad del agua, completados solo una
vez por década. Las mediciones de carbono en la
superficie de los barcos, que nos informan sobre la
evolución de los gases de efecto invernadero, también
cesaron efectivamente.

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ossil_fuels_and_global_warming.htm.

NOMBRE : YOANA PAOLA MORALES GERONIMO

GRADO : 1

GRUPO : D

MATERIA : METODOLOGIA DE LA INVESTIGACION

DOCENTE : CAROLINA MORALES ESTRADA

SEMESTRE : 1

BLOQUE : 3

FECHA : 24/11/22

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