Monitor de Comedores
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MONITOR DE
COMEDORES
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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
La historia de la humanidad desde sus inicios está ligada a la lucha por la supervivencia y la
búsqueda de alimentos. Durante siglos las alteraciones de la nutrición, enfermedades
infecciosas, parasitarias, la malnutrición y un largo etc. han sido responsables de la talla
pequeña, el escaso peso, y de la brevedad vida de los hombres, a excepción de algunos
privilegiados. Esta situación ha cambiado totalmente en algo más de un siglo. La duración de
la vida ha pasado de 50 a más de 75 años. La talla de 155 a 175 cm. Se ha producido el
aumento del crecimiento, se ha adelantado la pubertad y el crecimiento termina en una edad
más precoz, con talla más elevada. Estas transformaciones representan efectos que se
producen en las primeras etapas de la vida.
Desgraciadamente, esta situación favorable está ahora contrarrestada con el aumento
angustioso y la preocupación por la aparición de trastornos metabólicos, hipertensión
arterial, degeneraciones cardiovasculares, infartos de miocardio, muertes anticipadas,
alteraciones digestivas o desequilibrios psico afectivos.
Todos estos trastornos parecen proceder de la inadaptación o retraso de la adaptación del
ser humano al paso de la civilización y nuevas formas de vida. El objetivo final de la nutrición
es el logro en cualquier edad del potencial genético, incluso en el futuro el potencial genético
podrá ser mejorado por la modificación de genes o mejoría de la expresión genética, por
acción de nutrientes que a su vez son factores permisivos del crecimiento. La capacidad de
mejorar la salud mediante la manipulación de la dieta desde el embarazo, durante el periodo
neonatal y a lo largo de la infancia y adolescencia tiene importancia en medicina preventiva
moderna y ofrece una oportunidad única para iniciar programas precoces de intervención
nutricional. Se estudian aspectos muy importantes de la nutrición infantil y su repercusión
en la salud del adulto.
El desarrollo de la etapa de la infancia ha sufrido una gran evolución a lo largo de la historia.
Los cambios en la estructura familiar, la incorporación de la mujer al mundo laboral, la falta
de espacios específicos, los cambios sociales, la dificultad para relacionarse y comunicarse
con otros niños/as, son algunos de los factores que han motivado una mayor protección a
los menores en situaciones de riesgo social, y también un interés cada vez mayor por la
educación temprana. Habrás observado que en los últimos años se han incrementado
considerablemente las medidas y recursos dirigidos a cubrir las necesidades generadas en
este sector de la población, siendo cada vez más numerosos los centros, programas y
profesionales que atienden a los niños/as menores de seis años. Por ello, también se ha
elevado el nivel de exigencia tanto en lo relacionado con las condiciones y requisitos de los
centros como en la cualificación de los profesionales. Estas medidas persiguen siempre el
mismo objetivo: adecuarse a las necesidades y características de los niños/as de estas edades
y ofrecer respuestas que atiendan las demandas de la sociedad en este ámbito.
01
ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN EN LA INFANCIA
La alimentación constituye uno de los problemas más importantes con los que se enfrentan
los adultos responsables de los niños en edad escolar.
En esta etapa, la voluntad infantil lleva a los niños a elegir cosas en general –y alimentos en
particular– según su percepción sensitiva: colores, sabores, textura, etc.
Habitualmente los alimentos elegidos con este criterio no se corresponden con los más
adecuados para el desarrollo infantil y sí con los más deficitarios en nutrientes y perjudiciales
para la salud.
Hoy en día, existe una gran pérdida de los hábitos saludables tanto en la población adulta
como en los escolares. En muchas ocasiones a los escolares se les proporciona los alimentos
que desean o no se dedica el tiempo necesario a enseñarles a tener una buena alimentación
y, en otras ocasiones porque los padres, educadores o responsables de los escolares no
tienen buenos hábitos alimentarios.
Hay que destacar que los niños o escolares aprenden los hábitos alimentarios familiares, es
decir, si los adultos no comen verdura, evidentemente los niños tampoco la tomarán.
Esta situación de elección de alimentos poco nutritivos no conduce a una malnutrición más
o menos severa. Habitualmente el problema clínico que aparece es el desarrollo de estados
carenciales, sobre todo en micronutrientes. Esto se debe a que las fuentes alimentarias de
estos nutrientes pertenecen al grupo de alimentos peor tratados por la población infantil:
verduras, frutas frescas y pescados. Las deficiencias en vitamina D, ácido fólico y zinc son las
más comunes entre los escolares de las sociedades industrializadas. Otras veces se traduce
en un aporte excesivo de energía que puede desencadenar la obesidad infantil, uno de los
grandes problemas de la actualidad.
1.1 ALIMENTACIÓN SALUDABLE
La sociedad está cada vez más sensibilizada frente a la necesidad y el deseo de mantener
la salud. Somos más receptivos a todo lo relacionado con la nutrición y esto nos convierte
también en mucho más vulnerables. Por todo ello, es necesario establecer y difundir
claramente las normas generales que hay que tener en cuenta para diseñar, preparar y
consumir una dieta saludable.
Cuando se establecen los criterios que debe cumplir una alimentación sana se comprueba
que muchas dietas o combinaciones de alimentos pueden considerarse adecuadas para
constituir una dieta saludable.
La dieta media de los españoles responde a lo que viene considerándose Dieta
Mediterránea, sinónima de dieta saludable, a la luz de los distintos estudios sobre la relación
dieta-salud y teniendo en cuenta, además, la expectativa de vida de la población española,
una de las más altas del mundo.
La variedad en la dieta es garantía de equilibrio, ya que unos grupos de alimentos aportan
nutrientes que en otros grupos son deficitarios e incluso, dentro del mismo grupo de
alimentos, unos pueden suplir la carencia nutricional de otros. Este criterio de variedad debe
ir unido al de moderación, ya que se debe comer de todo, pero sin excederse en las
cantidades.
Por tanto, elegir los alimentos que formen parte de nuestra dieta es muy importante porque
deben:
• Ayudar a mantener una buena salud.
• Permitir disfrutar.
• Encajar dentro de unos hábitos alimentarios y costumbres.
El ser humano renueva continuamente sus estructuras corporales. Es necesario ingerir
energía y una serie de elementos denominados nutrientes, que son sustancias esenciales
que el organismo no es capaz de sintetizar, para mantener la salud. Los nutrientes que se
encuentran en mayor cantidad en los alimentos reciben el nombre de macronutrientes
(proteínas, lípidos e hidratos de carbono), mientras que los que constituyen una pequeña
parte se denominan micronutrientes (vitaminas y minerales).
Las PROTEÍNAS son el constituyente principal de las células. Entre las funciones que pueden
tener en el organismo la más importante es la de formar y reparar las estructuras corporales.
Las proteínas de los alimentos de origen animal (huevos, carnes, pescados y lácteos) tienen
una calidad superior a las de origen vegetal (legumbres, cereales, frutos secos). Se puede
alcanzar una calidad óptima en la proteína vegetal combinando cereales o patatas con
legumbres.
Las proteínas deben aportar entre un 12 y un 15% de la energía total consumida diariamente
en la infancia.
En nuestro país, como en la mayoría de los países industrializados, el consumo proteico suele
exceder en más del doble a las ingestas recomendadas. En general, la dieta infantil es rica en
proteínas y sólo suelen mostrar carencias quienes siguen dietas vegetarianas rígidas y mal
planificadas, tienen alguna enfermedad o alergia alimentaria o incluyen una selección muy
limitada de alimentos en su dieta.
Con respecto a los LÍPIDOS o GRASAS, no hay cifras absolutas de ingestas recomendadas,
pero se aconseja que:
Los lípidos no superen el 30-35% del total de la energía consumida diariamente.
El valor calórico de los lípidos es más elevado que el de los hidratos de carbono y las
proteínas. Los principales alimentos suministradores de lípidos son: aceites y grasas,
mantequilla, margarina, tocino, carnes grasas, embutidos y frutos secos.
Los lípidos tienen unas características organolépticas atractivas y además, los olores y
sabores de muchos alimentos dependen de la grasa. Su consumo se relaciona con una
percepción sensorial placentera. Son necesarios en la dieta de la población infantil como
fuente no sólo de energía, que requieren para hacer frente a sus elevadas necesidades
debidas al crecimiento, sino también como vehículo de vitaminas liposolubles (A, D, E, K) y
para aportar los ácidos grasos esenciales, cuya deficiencia podría afectar a la maduración del
sistema nervioso central y de otros sistemas.
La ingesta media de calcio es inferior a la deseada, sobre todo a partir de los 11 años,
especialmente en las mujeres. Esta circunstancia no es ajena al hecho de que alrededor del
50% de la población infantil no desayuna o no lo hace adecuadamente, al descenso del
consumo de leche y al aumento de bebidas no alcohólicas ricas en fósforo, que rompen el
necesario equilibrio calcio/fósforo.
El hierro del organismo se encuentra formando parte de la hemoglobina de la sangre,
participando en el transporte del oxígeno. Su deficiencia es la causa más frecuente de anemia
nutricional. La ingesta media es inferior a la recomendada, observándose en la población
entre 3 y 6 años unos porcentajes de anemia que oscilan entre el 5 y el 10%. En la edad
escolar la frecuencia de anemia ferropénica es menor, para aumentar en especial en el sexo
femenino durante la adolescencia (entre el 80 y el 90% de las adolescentes ingieren tan sólo
entre el 60 y 70% de las ingestas recomendadas), grupo éste de mayor riesgo, ya que sus
requerimientos están incrementados por las pérdidas de la menstruación. Su deficiencia
origina alteraciones en el desarrollo y la función del sistema nervioso central, con
alteraciones del aprendizaje y la conducta y menor capacidad y resistencia al realizar
actividad física.
La sangre, vísceras (hígado, riñón, corazón) y las carnes rojas son buenas fuentes de hierro.
El zinc forma parte de un gran número de enzimas. Es fundamental para el
crecimiento, para mantener el sentido del gusto y, por tanto, el apetito y para facilitar la
cicatrización de las heridas. Se encuentra presente en gran número de alimentos, siendo las
carnes rojas, las leguminosas y algunos productos del mar una buena fuente de este
elemento.
Las VITAMINAS son micronutrientes necesarios, entre otras funciones, para que sea posible
la transformación de los alimentos en energía y en estructuras corporales. La mayoría de las
vitaminas actúan en la regulación del metabolismo.
Las vitaminas, por sus propiedades físicas, se clasifica en hidrosolubles y liposolubles.
Entre las vitaminas liposolubles se encuentra la vitamina A, que incluye el retinol y algunos
carotenoides esenciales para la visión y para mantener la piel y tejidos superficiales.
Las fuentes de retinol son el hígado, la leche entera y la mantequilla, mientras que los
carotenoides se encuentran en zanahorias, grelos, espinacas y frutas.
En cuanto a la vitamina D, el aporte de esta vitamina, junto con el de calcio, es fundamental
para la mineralización del esqueleto y para la consecución de una máxima cantidad de masa
ósea en los huesos.
Los pescados grasos, huevos, leche y derivados y productos enriquecidos son una buena
fuente dietética de vitamina D, pero no se debe olvidar que esta también se obtiene por la
acción de la luz solar sobre la piel.
La vitamina E actúa en el organismo como antioxidante y está presente en muchos
alimentos. Entre las fuentes más ricas se pueden destacar los aceites vegetales y los huevos.
Entre las vitaminas hidrosolubles se encuentra el ácido fólico. Su ingesta en la infancia es
superior a la recomendada, pero a partir de los 14 años desciende y en un importante
número de adolescentes, sobre todo mujeres entre 15 y 18 años, se sitúa por debajo de las
ingestas recomendadas. En el organismo desempeña diversas funciones relacionadas con la
división de las células.
Las verduras de hoja verde, las vísceras y los garbanzos son una buena fuente de ácido fólico.
1.2 PIRÁMIDE DE LOS ALIMENTOS
*Incluir integrales; **Los pesos indicados se refieren a peso neto crudo listo para cocinar
Fuente: Fundación Española de la Nutrición (FEN)
La infancia constituye una etapa de la vida en la que tiene un papel esencial una correcta
alimentación. Cualquier tipo de malnutrición, por exceso o por defecto, puede tener
importantes repercusiones en el desarrollo y el estado de salud a corto y largo plazo.
Además, es durante esta etapa cuando comienzan a instaurarse los hábitos alimentarios,
correctos o no, que se mantendrán casi durante toda la vida.
Los requerimientos de energía y nutrientes en estos primeros años van variando,
dependiendo del ritmo de crecimiento individual, del grado de maduración de cada
organismo, de la actividad física, del sexo y también de la capacidad para utilizar los
nutrientes procedentes de la dieta.
Las necesidades de energía se estiman aproximadamente en 80 kcal/kg de peso y día (a
partir de los 3 años). Hasta la adolescencia no existen diferencias entre sexos (Anexo C).
Los aportes de energía deben ser suficientes para cubrir los
gastos:
Una alimentación saludable debe contener la mayor variedad posible de alimentos. Cada
grupo de alimentos posee características nutricionales distintas que ayudarán a conseguir
una dieta equilibrada y saludable. Es importante realizar un consumo adecuado de cada uno
de ellos en las cantidades recomendadas. Además de la variedad entre los grupos de
alimentos y dentro de ellos, se debe variar la forma de elaboración, procesos culinarios y
presentación.
Las patatas, cereales y derivados están compuestos principalmente por hidratos de carbono
complejos, que son la principal fuente de energía del organismo; por ello, deben constituir
la base de nuestra alimentación, especialmente en la infancia por la gran demanda de
energía. Recordemos que, en relación con el perfil calórico, los hidratos de carbono deben
aportar alrededor del 55% de la energía total consumida al día.
Aunque no son muy ricos en proteínas, su consumo habitual contribuye de forma muy
significativa al aporte proteico de la dieta total. También aportan fibra, especialmente si se
consumen productos elaborados con cereales integrales, donde se conservan las partes
exteriores del grano aportando, además, mayor contenido de vitaminas y minerales. Son
pobres en grasa y aportan, en cantidades significativas, minerales como el calcio, hierro y
zinc.
Teniendo en cuenta su valor nutritivo y los hábitos alimentarios de la población, se
recomienda tomar de 2 a 3 raciones al día.
Pueden estar presentes como plato principal, elemento de una receta o guarnición.
1.4.2 PAN
Debe estar presente diariamente en las comidas, fomentándose el consumo de las distintas
modalidades, incluidas las integrales.
Según los hábitos alimentarios de la población, se recomienda consumir diariamente de 2 a
4 raciones.
1.4.3 LEGUMBRES
Las legumbres es un alimento de origen vegetal con mayor contenido proteico, su calidad es
semejante a la de las carnes cuando son un complemento con los cereales (por ejemplo,
lentejas con arroz). Además, a diferencia de las carnes, son especialmente ricas en hidratos
de carbono complejos y fibra y tienen bajo contenido en grasa. Poseen calcio, hierro y
magnesio y, entre las vitaminas, tiamina, riboflavina y ácido fólico, esta última especialmente
en los garbanzos.
Con las legumbres (alubias, garbanzos, guisantes, habas, lentejas, etc.) se elaboran platos
característicos de la dieta mediterránea tradicional.
Son un conjunto de alimentos de origen vegetal ricos en agua, fibra, vitaminas y minerales y
pobres en los tres macronutrientes, proteínas, grasas y, en general, hidratos de carbono (a
excepción de la patata). Debido a estas características nutricionales se consideran alimentos
reguladores, ayudando al crecimiento y desarrollo del organismo y además son, en general,
muy poco energéticos.
Contienen minerales como el calcio, hierro, yodo, magnesio, cinc, sodio, potasio y fósforo y
son ricas en vitamina C, ácido fólico, carotenoides y vitaminas del grupo B, a excepción de la
B12. Gracias al consumo habitual de este grupo de alimentos podemos alcanzar las
recomendaciones diarias de vitaminas y minerales.
Estos productos contienen, además, numerosos compuestos antioxidantes, como:
carotenoides (ß-caroteno, licopeno), vitamina C y flavonoides.
En el grupo de frutas se engloban las frutas frescas y zumos naturales de todo tipo: cítricos,
plátano, pera, manzana, fresas, uvas, cerezas, melocotón, albaricoque, piña, kiwi, níspero,
melocotón, sandía, etc. En el de verduras y hortalizas, frescas o congeladas, por ejemplo:
judías verdes, acelgas, espinacas, tomate, lechuga, cebolla, calabacín, zanahorias, pimientos,
pepinos, alcachofas, berenjena, coles, coliflor, etc.
Las frutas que se consumen crudas guardan casi íntegro su contenido en vitaminas. No
podemos olvidar que las frutas sometidas a los diferentes procesos tecnológicos dan lugar a
productos con distintas características organolépticas y, en ocasiones con menor valor
nutricional, como son las mermeladas, confituras, compotas, almíbares, frutas desecadas,
zumos, néctares, etc., que además tienen azúcares añadidos.
Algo similar ocurre con las verduras, en las que un cocinado con temperaturas elevadas y
tiempo prolongado produce mayores pérdidas de los componentes nutritivos,
especialmente de las vitaminas hidrosolubles.
Debido a su gran valor nutricional, se recomienda consumir al día, al menos, dos o tres piezas
de fruta (entre las que se debe incluir un cítrico) y dos o tres raciones del grupo de las
verduras y hortalizas, una de ellas cruda (por ejemplo, en ensalada). En conjunto, al menos
5 raciones al día.
Siempre es importante variar, dando a conocer nuevos alimentos. Las frutas y las verduras
son unos alimentos que inicialmente sufren un rechazo por parte de la población infantil. Sin
embargo, especialmente las frutas, por sus formas variadas, texturas, colores, sabores y
aromas, son finalmente aceptadas con éxito.
1.4.5 FRUTOS SECOS
Los frutos secos tienen un elevado contenido en proteínas, de calidad semejante a las de
las legumbres y un contenido en grasas variable donde predominan los ácidos grasos
monoinsaturados y poliinsaturados. Son ricos en fibra y vitaminas, entre las que destacan la
vitamina E y el ácido fólico. Son fuentes moderadas de calcio, hierro, fósforo, potasio,
magnesio, manganeso y cobre, además de ricos en
antioxidantes y polifenoles.
Por sus propiedades nutricionales son ideales para el
complemento de meriendas, medias mañanas y un plato del
menú o postre.
En cuanto a los postres lácteos (natillas, flanes, helados, etc.), se recomienda no abusar de
ellos ya que, aunque contienen gran proporción de leche, también son ricos en azúcares y
grasas. Es importante es que no desplacen de la dieta a la leche líquida, los yogures o a la
fruta.
Los lácteos son alimentos importantes en la alimentación infantil. Además, si se toman al
final de las comidas, pueden contribuir a mantener una buena salud
Se recomienda consumir de 2 a 4 raciones diariamente.
1.4.8 CARNES
Es importante asegurar el consumo de hierro, que puede también llevarse a cabo con
pescados y legumbres (lentejas, judías y garbanzos), aunque estas últimas contengan hierro
no hemo, peor asimilado por el organismo.
EMBUTIDOS
Aunque la calidad proteica es la misma que la de las carnes, el alto contenido en
grasa, principalmente saturada, hace que las recomendaciones se encaminen a una
disminución de su consumo.
1.4.9 PESCADOS Y MARISCOS
Los pescados y mariscos aportan especialmente proteínas de alto valor biológico, vitaminas
(son la principal fuente de vitamina D) y minerales (calcio y yodo). En el caso de los pescados
azules, debido a que contienen mayor cantidad de grasas, aportan mayor cantidad de ácidos
grasos omega-3, beneficiosos para la prevención de enfermedades cardiovasculares o
del sistema inmune (“defensas de nuestro organismo”) y son fundamentales en el desarrollo
del sistema nervioso y en el crecimiento en general.
Los pescados pueden ser frescos, congelados o en conserva. Los podemos clasificar según su
contenido graso: pescados magros o blancos con un contenido de grasa inferior al 1%
(merluza, bacalao, lenguado, gallo, fletán, pescadilla, etc.),
pescados semigrasos que oscilan entre un 2-7% de grasa (emperador, trucha, salmonete,
besugo, palometa) y pescados grasos o pescados azules con un contenido superior al 7%
(sardina, caballa, arenque, anchoa, boquerón, atún, etc.).
Se recomienda consumir, al menos, 4 raciones a la semana entre pescados (blanco y azul),
moluscos y crustáceos.
1.4.10 HUEVOS
Son un producto con un gran valor nutricional. Sus proteínas son las de mayor valor
biológico. Destaca su aporte en vitamina A y también contiene otras como tiamina,
riboflavina, niacina, ácido fólico y vitamina B12. En cuanto a los minerales, destaca su aporte
de hierro. Además, el huevo posee grandes propiedades culinarias, pudiéndose preparar de
distintas formas y es ampliamente aceptado por todos los grupos de población.
Se recomienda consumir 3 raciones de huevos a la semana.
Este grupo de productos debe tomarse con moderación, ya que suelen contener un elevado
porcentaje de grasas saturadas, no saludables, además de azúcares sencillos. Por el
contrario, es escaso el aporte de nutrientes como vitaminas y minerales y, además, el aporte
calórico es elevado.
Los hábitos alimentarios son el resultado del comportamiento más o menos consciente,
colectivo en la mayoría de los casos y siempre repetitivo, que conduce a la gente a
seleccionar, preparar y consumir un determinado alimento o menú como una parte más de
sus costumbres sociales, culturales y religiosas y que está influenciado por múltiples factores
(socioeconómicos, culturales, geográficos, etc.).
Como se ha comentado, los hábitos alimentarios empiezan a formarse desde el momento
del nacimiento y se desarrollan durante la infancia y, especialmente, en la adolescencia,
estando hasta ese momento principalmente determinados por la familia o personas del
entorno, ya que se identifican plenamente con el comportamiento de éstos. De hecho, el
proceso de socialización y aprendizaje comienza en la familia, donde se van perfilando estilos
de vida y hábitos alimentarios.
Los datos disponibles sobre población infantil y juvenil española parecen indicar que los
hábitos dietéticos están cambiando, con un incremento en la ingesta de grasas saturadas,
proteínas, colesterol, un mayor consumo de carnes, productos lácteos, alimentos
preparados y pastelería y un descenso preocupante en el consumo de cereales y legumbres.
Esta tendencia de la dieta podría tener implicaciones negativas en el estado nutricional y en
el desarrollo de enfermedades crónicas (diabetes, obesidad, cáncer, hipercolesterolemia,
otras enfermedades cardiovasculares, etc.) en la vida adulta de la población.
En resumen, la población infantil es un grupo especialmente vulnerable desde el punto de
vista nutricional, pero también especialmente receptivo a cualquier modificación y
educación en materia de nutrición. Por ello, es importante comenzar su formación
nutricional en esta edad.
02
PAUTAS PARA SEGUIR EN LA ELABORACIÓN DE LOS MENÚS DEL COMEDOR
ESCOLAR
El menú escolar debe cumplir las pautas nutricionales que se comentan a continuación.
El perfil calórico debe calcularse teniendo en cuenta la ingesta de todo el día, por lo que
se pueden permitir en el menú escolar pequeñas desviaciones, ya que éste representa sólo
una comida. De forma general, se recomienda que el contenido de grasa del menú se
adecue de forma que no aporten más del 30-35% de la energía total, las proteínas
proporcionen un 12-15% del contenido calórico y el porcentaje restante provenga de los
hidratos de carbono.
Adecuación según edad y sexo: los menús tratarán de diseñarse teniendo en cuenta la
cantidad de nutriente por unidad de energía, de forma que lo que aporten sea suficiente para
hacer frente a las necesidades de minerales y vitaminas del estrato de edad y sexo con
menor necesidad energética. Es fundamental asegurar el aporte de proteínas, calcio, hierro
y vitamina A.
Verduras y hortalizas
Patatas, pasta, arroz, legumbres, maíz, etc.
Un segundo plato alternando carne, pescados y huevos, que irá acompañado de una de las
guarniciones mencionadas. El postre será una pieza de fruta y, como complemento, se
podrá incluir un lácteo.
La fruta fresca no debe ser sustituida, generalmente, por zumos envasados.
La comida irá acompañada de pan y agua.
La población escolar debe consumir una dieta variada, que será sinónimo de una dieta
equilibrada, lo que asegurará que estén tomando todos los nutrientes que necesitan.
No es suficiente con consumir alimentos de todos los grupos mencionados, sino que se
deben variar dentro de un mismo grupo, en los procesos culinarios empleados, así como
en las recetas.
Para la elaboración de los menús se deberán utilizar preferentemente aceites vegetales
monoinsaturados (aceite de oliva) o poliinsaturados (aceite de girasol, maíz,
soja y cacahuete).
Se deben diseñar los menús teniendo en cuenta los gustos y preferencias alimentarias de
la población a la que van dirigidos para que éstos sean aceptados.
Se debe controlar el tamaño de las raciones y los ingredientes dentro del plato para que
se pueda consumir la totalidad del menú y no se quede exclusivamente en el consumo de
aquello que gusta.
Los zumos de fruta o las frutas en almíbar no deben sustituir a las frutas enteras, que
serán el postre habitual.
Es importante tener en cuenta que el menú servido en los centros docentes debe ser
único, sin posibilidad de elegir, salvo en los casos que esté justificado.
El tamaño de las raciones servidas contemplará la edad y el sexo del alumnado a la que
va dirigida.
Se fomentará desde el comedor escolar el conocimiento de los alimentos, así como el del
aspecto gastronómico y el gusto por las recetas tradicionales de diferentes zonas geográficas
del país o diferentes culturas.
La atención que se debe prestar a la población infantil con necesidades especiales debe tener
un carácter multidisciplinar que incluya familias, personal médico, personal de enfermería,
dietistas, directores y directoras de colegios, responsables del comedor, cocina y
profesorado. En los últimos años la sociedad española, al igual que otros países de la Unión
Europea, está viviendo una importante transformación. Uno de los principales cambios se
debe, sobre todo, a la inmigración.
Las alteraciones en sus alimentos con las variaciones en calidad y cantidad de las ingestas
conllevan cambios fisiológicos y metabólicos destacados y, como consecuencia de estos,
modificaciones para la salud tanto beneficiosas como perjudiciales. Por ejemplo, es sabido
cómo los casos de raquitismo fruto de una carencia de vitamina D están aumentando en
Europa, en concreto en algunos grupos de población inmigrante.
El organismo presenta a veces reacciones a los alimentos, que varían mucho en intensidad y
pueden provocar desde una pequeña molestia a, en ocasiones extremas, la muerte.
Entre las reacciones adversas a los alimentos se puede diferenciar la intolerancia y la alergia
alimentaria.
Es de destacar que algunas personas con intolerancia son capaces de consumir pequeñas
cantidades del alimento al que presentan dicha intolerancia (excepto en el caso del gluten),
mientras que en la alergia hay que eliminar totalmente el componente.
Sin embargo, a pesar de las diferencias tan claras entre las dos patologías, con frecuencia
generan confusión, ya que tienen síntomas similares.
La enfermedad celíaca es una enfermedad crónica del aparato digestivo que se define como
una intolerancia permanente al gluten que, en individuos predispuestos genéticamente,
ocasiona una lesión en la mucosa del intestino delgado. Como consecuencia de esta lesión
las paredes intestinales no pueden realizar correctamente su función de absorción de
nutrientes. Los síntomas más comunes son diarreas, deficiencias vitamínicas, desnutrición,
disminución de peso, falta de crecimiento (en la edad infantil), etc.
La proteína que deteriora la pared del intestino, llamada gluten, se encuentra en los cereales
de trigo, cebada, centeno y avena.
La enfermedad celíaca obliga a las personas que la padecen a llevar una dieta exenta
totalmente de gluten durante toda la vida. Esta dieta no cura la enfermedad, pero la
controla, al eliminar las complicaciones ocasionadas por el consumo de gluten. La dieta debe
seguirse estrictamente durante toda la vida, la ingestión de pequeñas cantidades de gluten
puede producir lesión de las vellosidades intestinales, aunque no siempre estas lesiones
tienen por qué ir acompañadas de síntomas clínicos.
Recomendaciones:
Las harinas y espesantes permitidos para salsas, etc. serán de arroz, maíz o patata.
El aceite de fritura deberá ser siempre limpio y de primer uso para evitar residuos de
otros alimentos.
Las salsas de tomate, los caldos, las patatas fritas, hamburguesas o albóndigas serán
naturales y elaborados expresamente en la cocina (no comerciales) o productos
especiales.
Una vez abierto el envase de un producto especial sin gluten, no se debe quitar la
etiqueta ni vaciar el contenido del envase en botes de cocina ya que puede dar lugar
a confusiones.
Utilizar siempre utensilios de cocina limpios. No usar la misma cuchara para elaborar
un plato que contiene gluten y otro que no lo tiene.
Si se utilizan colorantes y tomate frito, hay que asegurarse de que no lleven gluten.
El celíaco puede tomar todo tipo de alimentos que no contienen gluten en su origen:
carnes, pescados, huevos, leche, cereales sin gluten (arroz y maíz), legumbres,
tubérculos, frutas, verduras, hortalizas, grasa comestibles y azúcar.
Hay que tener precaución con las harinas de maíz, arroz, etc. de venta en panaderías
o supermercados sin certificar la ausencia de gluten. Pueden estar contaminadas si
su molienda se ha realizado en molinos que también muelen otros cereales como
trigo o avena.
Las proteínas que suelen causar esta alergia son la caseína y la lactoalbúmina (al contrario
de lo que la se suele pensar, la lactosa no interviene).
No se puede consumir:
Todos los derivados lácteos (yogures, quesos, mantequillas, cuajadas, natillas,
helados, margarina que no sea vegetal 100%, leche fermentada).
Suero de leche.
Pastelería y bollería.
Pan de molde (la mayoría de las marcas comerciales llevan leche como aditivo),
baguettes, etc.
Caramelos, chocolate con leche y sin leche, cacao en polvo, turrones, cremas de
cacao, etc.
Potitos, papillas y cereales.
Bebidas, batidos, zumos, horchatas.
Cubitos de caldo, sopas de sobre, fabadas, cocidos y otras conservas, caldos
deshidratados, etc.
Embutidos, jamón de york, salchichas.
Grasas y proteínas animales.
No se puede consumir:
Huevos y derivados.
Sopas, caldos o consomés clarificados con huevo.
Rebozados y empanados con huevo, tanto caseros como precocinados.
Pasteles, galletas, bollería, hojaldres, empanadas, empanadillas, etc.
Caramelos, turrones, batidos.
Flanes, cremas, helados, merengue, natillas, margarinas, yogures.
Fiambres, embutidos, salchichas comerciales, patés u otros derivados cárnicos
pueden contener huevo.
Mayonesas y otras salsas, cremas para ensaladas, pastas al huevo y de sémola.
Café o vinos clarificados.
Pan rallado y pan horneado con clara de huevo.
Pastas alimenticias.
Son un grupo de alimentos con una gran capacidad de producir reacción alérgica. Es muy
común que haya alergia a las lentejas y no al resto de legumbres, esto se debe a la presencia
de un parásito muy común en éstas que provoca reacción alérgica en el organismo. La soja
es otra legumbre con alto poder alergénico.
En general, todas las legumbres son alérgenas debido a, como ya se ha dicho antes, su
elevada cantidad de proteínas y, aunque parece sencilla de controlar, hay que tener presente
que puede estar como aditivo en numerosos productos.
No se puede consumir:
Todas las legumbres:
Guisantes.
Judías: verde, pinta y blanca.
Soja (es una legumbre muy utilizada en la industria como aditivo).
Lentejas.
Garbanzos.
Almorta.
Altramuces.
Harinas de leguminosas.
Goma arábiga o E-414.
Tragacanto o E-413.
Guaro E-412.
Algarrobo o garrofín o E-410
Lecitina de soja.
Es una de las alergias más comunes y la más peligrosa es a los cacahuetes y almendras, ya
que tienen un elevado riesgo de provocar un shock anafiláctico.
En realidad, no tendría por qué ser una alergia muy problemática si no fuera porque en casi
todos los colegios se cocina con aceite de girasol, lo cual limita mucho a la hora de dar de
comer a estos niños. En muchas ocasiones el niño sí puede consumir aceite de semillas, pero
nos lo deberá especificar la familia para no cometer errores.
No se puede consumir:
Todos los frutos secos:
Almendras.
Avellanas. o Pistachos. o Castañas. o Nueces.
Piñones.
Semillas de sésamo (se usa mucho como especia).
Anacardos.
Cacahuetes.
Postres, tartas y bollería industrial: suelen llevar algún fruto seco.
Aceites de semillas: como el de girasol.
El pan de hamburguesa lleva semillas de sésamo.
Leche de almendras.
Turrones, polvorones y mazapán.
Los alimentos étnicos y productos horneados preparados comercialmente llevan con
frecuencia frutos secos.
Macadamia, pacanas.
Pasta de almendras.
Guisos con frutos secos: por ejemplo, salsa pepitoria.
No consumir nada enriquecido con omega 6.
-Fruta fresca
-judías con arroz -Acelgas -Crema de -Arroz blanco -Sopa de caldo
rehogadas con legumbres salteado con natural de
-Tortilla de zanahoria y natural zanahoria, verduras con
champiñón con patata (espesada sin guisante y pasta
Sin proteínas leche de vaca
En el comedor escolar lo que solemos encontrar es lo que conocemos como dieta blanda
astringente, la cual es una dieta apropiada para mitigar la diarrea, para equilibrar el
estómago y evitar los vómitos.
Entre las recomendaciones de esta dieta se encuentran platos cocidos con caldo y con bajo
contenido en grasas, no siendo recomendable el uso de legumbres, leche, carnes, verduras
y frutas, excepto las indicadas, como, por ejemplo:
Los alimentos contienen BACTERIAS de una forma natural, las cuales son destruidas “en su
mayoría” durante el cocinado de los alimentos.
Para evitar que las bacterias que hayan podido sobrevivir al tratamiento térmico se
multipliquen (el rango de temperaturas que favorece la multiplicación bacteriana va de 10 a
55º C), el control higiénico en los servicios de catering es muy completo y exhaustivo. Para
ello, se diseña sistemas de acuerdo con los principios del APPCC, en los que se controla todo
el proceso desde la preparación de las materias primas, tratamiento térmico, mantenimiento
(en frío o caliente), el transporte y, por último, la distribución y el servicio al comensal.
Tras el tratamiento térmico del producto (cocinado), podemos diferenciar dos tipos de
sistemas para garantizar la seguridad alimentaria, es decir, evitar la multiplicación de las
bacterias:
DISTRIBUCIÓN EN CALIENTE
Este proceso trata de evitar que los alimentos desciendan de temperatura tras el cocinado.
Para ello, una vez terminado el tratamiento térmico, se envasan inmediatamente en
contenedores isotermos y se distribuyen en vehículos isotermos. (Un equipo isotermo esa
aquel que aísla al alimento de la temperatura exterior evitando así que su temperatura se
aproxime al rango de temperaturas que favorece la multiplicación bacteriana)
DISTRIBUCIÓN EN FRÍO (CONOCIDA NORMALMENTE COMO LÍNEA FRÍA)
En este caso, el alimento, una vez cocinado por el método tradicional, se somete a un
enfriamiento rápido mediante un abatidor de temperatura (bajar la Tª de alimento a 10º C
en menos de 2 horas). Esta bajada de temperatura brusca del alimento perjudica mucho a
las bacterias que han podido sobrevivir, ya que están debilitadas por el tratamiento térmico
sufrido, lo que provoca su destrucción. Para evitar que los alimentos se puedan
recontaminar, los alimentos sometidos a este tratamiento se envasan en barquetas selladas
con un film. La temperatura de distribución de los alimentos elaborados mediante línea fría
debe ser inferior a 4 grados Centígrados, temperatura muy alejada del rango que favorece
la multiplicación bacteriana. Para proceder a su consumo, se debe hacer una regeneración
(calentamiento) posterior en el centro de destino, se recomienda que la temperatura final
sobrepase los 71 grados Centígrados.
Las empresas que se decantan por el sistema de línea fría realizan estudios microbiológicos
para poder definir la “fecha de consumo preferente”.
Esta pasteurización puede realizarse durante el cocinado (requiere envases con válvula) o
después del cocinado (requiere un equipo de pasteurización).
La responsabilidad del servicio de comedor es, por tanto, proporcionar no sólo una
alimentación atractiva, segura y nutricionalmente adecuada, sino que además colabora en
la adquisición de hábitos alimentarios correctos.
En la distribución de alimentos se aplican las pautas establecidas para la población general,
4 o 5 comidas distribuyendo el total calórico en: 25% desayuno, 30%-35% comida, 15%
merienda y 25-30% cena; ó 20% en desayuno, 10-15% almuerzo de media mañana, 25-35%
comida, 10-15% merienda y 25% cena.
ANEXO C) INGESTAS RECOMENDADAS DE ENERGIA Y NUTRIENTES
Para que cada persona según su edad, peso y actividad física pueda saber qué cantidad de
calorías, proteínas, minerales, vitaminas necesita, se han creado las tablas de ingestas
recomendadas de energía y nutrientes. Las recomendaciones para edades comprendidas
entre los 4 y los 12 años aparecen detalladas a continuación.
Proteína (g) 30 36 43 54 1 45
Hierro (mg) 9 9 12 15 18 18
Zinc (mg) 10 10 15 15 15 15
Para cubrir estas ingestas recomendadas es importante conocer qué alimentos son fuente
de los distintos nutrientes.
Existe la opción de incluir el desayuno en los programas de alimentación escolar para mejorar
o instaurar unos correctos hábitos alimentarios en este periodo del día.
B) MERIENDA Y CENA
En relación con el resto de las comidas del día, es importante complementar con la cena y
merienda la comida servida en el centro, evitando repetir los alimentos tomados en el
colegio.
El momento de la merienda puede ser utilizado para incluir alimentos como frutas, lácteos
o bocadillos. Es importante recordar que debe aportar, aproximadamente, el 10-15% de las
necesidades de energía diarias.
Los menús servidos en el hogar deben ser complementarios del menú escolar, con el fi n de
poder alcanzar al final de la semana el equilibrio considerado como ideal en la dieta.
10
MODELOS DE DESAYUNO, ALMUERZO DE MEDIA MAÑANA, MERIENDA Y CENA
El desayuno puede realizarse en una o dos tomas pudiendo ser la segunda el tentempié de
media mañana.
EJEMPLOS DE DESAUNO
LÁCTEO CEREAL FRUTA / OTROS
Fruta entera, zumos
naturales
Leche, yogur, Pan, cereales, galletas Aceite de oliva
queso, cuajada, + + 2 veces en semana
requesón Mermelada y/o miel:
2 veces por semana
Bollería:
1 vez por semana
EJEMPLOS PRÁCTICOS DIARIOS
• Leche con cacao. Cereales no azucarados. Pera
• Leche con cacao, galletas y zumo de naranja
• Vaso de leche, tostada con mantequilla/mermelada y una manzana
• Leche con cacao, cereales y manzana
• Vaso de leche, barrita de pan tostado, aceite de oliva con tomate triturado
EJEMPLO PRÁCTICO FIN DE SEMANA
• Batido de kiwi y fresas natural. Pan tostado, queso fresco y rodajas de plátano-
Opciones al ALMUERZO DE MEDIA MAÑANA y MERIENDA:
EJEMPLOS DE MERIENDAS
LÁCTEO Y/O CEREALES OTROS
FRUTA + +
Yogur, leche, Pan, galletas, etc. Embutido o fiambre
queso etc. magro, etc.
Fruta entera o
zumo
EJEMPO PRÁCTICO DIARIO
• Yogures. Pan con aceite de oliva y jamón serrano
• Vaso de leche y sándwich de pavo
• 2 yogures con cereales
• Zumo de naranja con galletas y quesito
• Vaso de leche, barrita de pan con 2 onzas de chocolate con leche
EJEMPLO PRÁCTICO FIN DE SEMANA
• Zumo de naranja, bizcocho con nueces.
Hay que adaptar la cantidad de alimentos a la de la actividad física que se vaya a realizar
durante la tarde.
Opciones de CENAS:
La cena ha de complementar el resto de las ingestas del día, por lo que deberá estar
compuesta por grupos de alimentos que no se hayan consumido en la comida.
PREPARACIÓN (APPCC)
Las siglas APPCC significan Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos.
Si consideramos la calidad como un conjunto de factores tales como los nutricionales,
sensoriales, comerciales y de servicio, el factor higiénico-sanitario resultaría esencial para
la correcta consecución de los mencionados factores, no debiéndose excluir ninguno de
ellos.
Considerando, por tanto, a los alimentos como posible causa de enfermedades, deben
desarrollarse medidas encaminadas a evitar y prevenir éstas, siendo el sistema APPCC el
que se ha demostrado como más eficaz para asegurar la inocuidad de los alimentos que la
industria ofrece a los consumidores.
La higiene de los alimentos estudia la forma de producir alimentos de una calidad higiénico-
sanitaria elevada, de forma que estos sean inocuos para la salud del consumidor.
Para lograr esto es necesario conocer los peligros que pueden ir asociados al consumo de
alimentos, cuál es su origen y las medidas que se pueden adoptar para evitarlos, pues
siempre es más fácil evitar un peligro que eliminarlo tras su aparición.
Con este fin, es fundamental que todas las personas implicadas en el proceso de elaboración
de un alimento se involucren en asegurar su calidad higiénico-sanitaria, para lo cual es
necesario que actúen basándose en unas adecuadas prácticas higiénicas.
Para asegurar la correcta implantación del sistema APPCC, el centro debe contar con unas
bases sólidas (PRERREQUISITOS) ya que, si éstos no se cumplen, el sistema carece de toda
posibilidad de éxito. Estos prerrequisitos son: plan de formación de manipuladores, plan de
mantenimiento, plan de limpieza y desinfección, plan de desinsectación y desratización, plan
de control del agua, plan de trazabilidad, buenas prácticas de manipulación, homologación
de proveedores y tratamiento de basuras.
El sistema APPCC es un sistema que permite identificar los peligros específicos (biológicos,
químicos y físicos) susceptibles de afectar a la seguridad de un producto. La primera acción
consiste en diseñar el diagrama de flujo de nuestra producción, con la descripción de las
etapas principales de la misma.
En cada una de las etapas descritas se debe describir el listado de peligros potenciales y
realizar el análisis de estos, estableciendo las medidas preventivas que los controlen. Una
vez determinados los puntos de control críticos, se establecen los límites críticos de cada
uno, la vigilancia de estos, las posibles y necesarias acciones correctoras cuando sean
necesarias.
Las condiciones ambientales del comedor escolar son aquellos aspectos relacionados
con el comedor escolar que favorecen todos los aspectos educativos contemplados en
esta guía.
DEFINICIÓN
TAREAS
DE 0 A 2-3 AÑOS
Los niños y niñas de 0 a 3 años aprenden de lo que observan, escuchan, tocan. Es decir,
aprenden a través de la experiencia.
En el primer año de vida son totalmente dependientes de sus cuidadores. Lo fundamental
es que reciban la atención y cuidados necesarios y que desarrollen sentimientos de
confianza a través de las personas más cercanas.
Durante el segundo año de vida, empieza a ser autónomo en algunas actividades como el
desplazamiento.
DE 2-3 A 6 AÑOS
HIGIENE
CONDUCTAS
La programación:
EL JUEGO
- Las preferencias por los compañeros de juego van cambiando en función de la edad.
- Hasta los 3 años los protagonistas son los padres, madres y cuidadores, ya que son
los que ofrecen más seguridad y confianza.
- De 3 a 6 años, aún les gusta jugar con los padres, madres y cuidadores. Van
aceptando los juegos reglados con sus compañeros y compañeras.
- De 6 a 9 años, la familia es divertida, pero prefieren a su grupo de amigos. Empiezan
a tener su independencia.
- De 9 a 14, empiezan a mostrar su personalidad y las preferencias se decantan por el
grupo de iguales o mayores.
TIPOS DE JUEGOS
- Son aquellos que se juegan sobre una mesa, normalmente con tablero y unas
fichas.
- Son juegos reglados y suelen jugar al menos dos personas, es por ello que
fomentan las relaciones sociales.
- Se caracterizan por tener un juego tranquilo donde el azar se combina con la
estrategia y la lógica.
- Algunos más conocidos son: parchís, damas, ajedrez, la oca, backgammon, etc.
Juego simbólico
- Es aquel que representa la realidad de los adultos. Mediante este tipo de juego
“ensayan” la realidad y copian todo lo que observan. Un elemento muy positivo
de este tipo de juego es que también fomenta enormemente la imaginación y la
creatividad, ya que pueden crear sus propias historias y repartirse los diferentes
roles.
- Podemos nombrar los coches, las muñecas, la cocina o el taller como algunos de
los más representativos.
Juegos dramáticos
- Potencian su protagonismo, ya que son un medio para expresarse.
- Disfraces, maquillaje, títeres y espejos (aunque protegidos). Fomentarán la
expresión corporal, la afirmación personal y la creatividad.
Juegos de construcción:
- Son aquellos formados por piezas diversas en color, tamaño y forma. El objetivo
es construir diversas figuras copiadas o inventadas. Es por ello que los aspectos
que más desarrolla son la psicomotricidad fi na y la creatividad.
Juegos de patio
- Suelen ser juegos en grupo y al aire libre o bien que necesiten un espacio amplio
para jugar.
- Se caracterizan por ser el propio cuerpo el instrumento de juego y por fomentar
la psicomotricidad gruesa. Son juegos donde se canaliza mucha energía.
- Aquí se englobarían todos los juegos de correr como el pañuelo, el lobo o la
cadeneta.
Juegos de pruebas
- Son juegos también en grupo, donde se han de superar una serie de pruebas
variadas con un objetivo final. Pueden servir para que las personas del grupo se
conozcan más y colaboren entre ellos.
- Entre los más conocidos están: rally, gimkana. Juegos tradicionales
- Tienen una fuerte tradición cultural y son el origen de muchos de los juegos
actuales.
- Pueden favorecer las relaciones intergeneracionales.
- La mayoría de ellos son simples e incluso se puede jugar con elementos naturales
como madera, piedras, palos o similares, lo cual enriquece más este tipo de
juego. Son juegos que se suelen practicar al aire libre y con bastante espacio.
Durante el tiempo libre entorno a la comida, el juego libre es la principal actividad de los
niños. También es tiempo para organizar actividades lúdicas y atractivas:
- Corta duración y variadas
- Adaptadas a cada edad
- Colectivas e individuales
- Implican a los más mayores en su planificación
- Tienen en cuenta el espacio disponible
- Con alternativas en caso de lluvia
- Satisfacen las demandas e intereses de los niños y niñas
- Dinamizan su desarrollo
Ejemplos: lectura de cuentos, juegos con ejercicio físico y con alguna información nutricional
(juego del pañuelo con nombres de frutas), saltar a la comba, etc.
13
INTRODUCCIÓN A LOS PRIMEROS AUXILIOS
Uno de los problemas más frecuentes que nos podemos encontrar cuando tratamos con
niños es el de la introducción de cuerpos extraños en distintas cavidades de su cuerpo. Las
más comunes son las que presentamos a continuación:
Cuerpos extraños en nariz
La actuación que debemos seguir cuando el niño presenta algún cuerpo extraño en la nariz
es la siguiente:
- El primer paso consiste en no poner nervioso al paciente ni, por supuesto, a la
persona que lo atiende. Se debe evitar hurgar en la nariz para que el objeto no se
introduzca aún más.
- Se le pide al paciente que respire por la boca y se observa cual es el lado afectado,
para poder masajear la parte contraria y que el paciente sople suavemente.
- No se debe intentar forzar para que se suene la nariz. Recomendaciones:
• Antes de examinar el ojo hay que lavarse bien las manos y decirle al paciente que no
se frote en ningún momento, ya que, al hacerlo, podría arrastrar el objeto pudiendo
herir y arañar el ojo por dentro.
• Siempre que se examine hay que tener una buena luz, bajar el párpado y, con
abundante agua o si se tiene suero fisiológico, enjuagar para poder arrastrar el objeto
hacia fuera.
• Aunque se consiga extraer el objeto siempre hay que acudir al médico para que
examine el ojo por los restos que pudieran quedar o por los posibles daños causados.
Se entiende por intoxicación “la reacción del organismo a la entrada de cualquier sustancia
tóxica (veneno), que causa la lesión o enfermedad y, en ocasiones la muerte.”
Por tóxico entendemos “cualquier sustancia que, a una determinada concentración, produce
efectos dañinos en los seres vivos.”
El grado de toxicidad varía según la edad, sexo, estado nutricional, vías de penetración y
concentración del tóxico.
Las principales vías de entrada del tóxico suelen ser: por ingestión, por inhalación, por
absorción y por inyección.
En la mayoría de los casos se produce por accidente. Actuación:
La primera actuación consiste en ver el estado de consciencia del paciente, si se encuentra
en estado de shock, comprobar si tiene lesiones oculares o lesiones en la piel, etc.
Dependiendo del tóxico deben seguir las siguientes pautas de actuación:
En lo tóxicos ingeridos, hay que valorar el estado general, promover el traslado del
accidentado, no provocar nunca el vómito (salvo que la intoxicación sea por medicamentos),
neutralizar tóxicos y localizar una muestra del tóxico.
- Antes de llamar al servicio de emergencia se debe determinar la siguiente información:
o Edad, peso, y estado del paciente.
o Nombre del producto, con sus ingredientes y concentración, si se conocen.
o Hora en la que fue ingerido.
o Cantidad ingerida.
-En tóxicos absorbibles hay que asegurar al accidentado, valorar su estado general, lavar
profusamente la zona afectada y retirar vestimenta contaminada (zapatos, objetos
metálicos, etc.)
-En tóxicos inhalados hay que asegurar al accidentado (traslado o separación), valorar su
estado general y promover el traslado del accidentado.
-En tóxicos por gases hay que promover las medidas de seguridad, protección de piel y
mucosas, sujeción de movimientos y evitar manipulación de objetos.
Es fundamental disponer del teléfono de información toxicológica: 915 620 420, para poder
preguntar cualquier duda que nos surja.
14.4 PICADURAS DE INSECTOS Y MORDEDURAS
Las picaduras de insectos y las mordeduras de animales, es otro de los riesgos con los que se
pueden encontrar los responsables y monitores escolares, cuando realizan su labor
educativa con los niños. Estas picaduras y mordeduras suelen tener una alta prevalencia
entre los escolares.
Se pueden diferenciar tres tipos de reacciones en las picaduras de insectos:
1. Reacción local intensa. Normalmente es igual en casi todas las personas, pero se acentuará
más en las que padecen algún tipo de alergia.
2. Reacción más intensa. Se da sobre todo en personas que tienen algún tipo de reactivo
alérgico. Es un síntoma que reviste gravedad y los síntomas son variables y aparecen en los
primeros 15 minutos. Incluye urticaria, inflamación de la cara y cuello afectando a las vías
respiratorias. Suelen producir dificultad para respirar.
3. Reacción tóxica. Ocurre en personas a las que se les inocula gran cantidad de veneno por
picaduras múltiples. Hay que tener especial cuidado en las picaduras en el cuello, labios o
párpados, porque pueden producir una gran reacción local.
En las lesiones leves se producen inflamación, enrojecimiento y prurito intenso.
Entre las picaduras más comunes encontramos las picaduras de avispas y abejas, las de
animales marinos como medusas, las pulgas y las de araña. La forma de actuar sería la
siguiente, dependiendo del tipo de animal.
Actuación en caso de picaduras de avispas o de abejas.
1. Preguntar al paciente si es alérgico a las picaduras, porque la reacción suele aparecer en
los primeros 15 minutos. En el caso de que lo sepa, él mismo sabrá cuál es el tratamiento
inmunoterápico.
2. Llevar al niño a urgencias si se presenta los siguientes síntomas: anafilaxia o edema de
glotis, disnea, vómitos y diarrea. Se puede producir la muerte si no se procede con rapidez.
La actuación en estos casos sería: retirar el material productor (aguijón, el cual no se debe
comprimir, porque podemos, de forma involuntaria, inocular lo que queda de veneno), y
alejarse lo más pronto posible del área de la picadura, ya que cuando una avispa pica libera
una feromona que incita a las demás a picar masivamente. Se debe limpiar la herida y aplicar
apósitos con frío y amoniaco.
3. Si la picadura se produce en una mucosa, se debe retirar el material productor, aplicar frío
y promover la asistencia médica.
Actuación en caso de pulgas.
Las picaduras de las pulgas se reconocen fácilmente, porque pican en hilera o grupos y
producen unas pápulas por ronchas. Lo mejor es lavar bien la zona afectada para calmar la
piel. También se puede administrar un antiinflamatorio o un antihistamínico si puede
tomarlo. En las farmacias venden cremas apropiadas para este tipo de lesiones cutáneas,
pero lo mejor es llevar al escolar a un centro sanitario para que le proporcionen la ayuda
necesaria.
14.5 HEMORRAGIAS
14.6 DESVANECIMIENTOS