Tema 22

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ÍNDICE TEMA 22: EL APRENDIZAJE DE LOS NÚMEROS Y EL CÁLCULO

NUMÉRICO. NÚMEROS NATURALES, ENTEROS, FRACCIONARIOS Y


DECIMALES. SISTEMAS DE NUMERACIÓN. RELACIÓN ENTRE LOS NÚMEROS.
OPERACIONES DE CÁLCULO Y PROCEDIMIENTOS DE ESTE (CÁLCULO
ESCRITO, CÁLCULO MENTAL, ESTIMACIÓN Y CALCULADORA). INTERVENCIÓN
EDUCATIVA.

Imagina que estás enfrente de un grupo de niños. Todos pueden recitar los números
¿verdad? Pero ¿saben que hay detrás de esos números? El concepto de número es mucho
más profundo de lo que parece. No se trata solo de saber contar hasta 10 o 100 sino que
es un proceso gradual y complejo, lleno de fases de desarrollo que como explica Piaget o
Schaefer, requiere años para madurar completamente y entenderlo. Durante ese tiempo
los niños no solo van a aprender a contar, sino a entender el significado de los números y
cómo se conectan con el mundo que los rodea.

La enseñanza de las matemáticas en Educación Primaria tiene que ir mucho más allá de
simples operaciones y símbolos. Los niños deben ver la utilidad de los números en su día
a día para tener una conexión con la asignatura. Por ejemplo, aprender que usamos las
matemáticas cuando queremos medir la mesa del salón o calcular la harina que
necesitamos para hacer u bizcochos. A todo esto, es a lo que denominamos alfabetización
numérica y es la clave para que los niños puedan resolver problemas del mundo real.

El Decreto 38/2022 desde el Bloque de contenidos A: Sentido numérico. Nos marca el


camino para trabajar desde lo más básico como las características de los números y el
sistema decimal hasta algo más complejo como las operaciones y sus propiedades. Y
dentro de esto encontramos también el cálculo mental que debe ser un pilar fundamental
en nuestras aulas ya que ayuda a desarrollan habilidades claves como la agilidad mental
y el pensamiento crítico.

Además, las matemáticas en primaria buscan alcanzar objetivos esenciales, como los
definidos en el RD 157/2022, que destacan la importancia de resolver problemas y aplicar
las matemáticas en situaciones cotidianas. Ya que los números están en todas partes, no
solo en la clase de matemáticas. Desde la tecnología hasta la ciencia, siempre estamos
usando las matemáticas para entender el mundo que nos rodea.

Por eso, desde nuestras aulas, debemos enfocarnos en aprendizajes funcionales y útiles
para la vida, vinculados siempre con el entorno y las necesidades de cada niño. Porque
cuando un niño comprende los números y cómo aplicarlos, no solo aprende matemáticas,
aprende a enfrentarse al mundo.
2. EL APRENDIZAJE DE LOS NÚMEROS Y EL CÁLCULO NUMÉRICO.

El número y la numeración son conceptos que forman parte de nuestra vida diaria, están
presentes en casi todas las actividades familiares y sociales. Ignorar esto en la enseñanza
sería un error. Los niños, al llegar a la escuela, ya tienen experiencias previas con los
números, aunque sea de manera informal. Por ello, no partimos de cero; nuestro objetivo
como docentes es enriquecer ese conocimiento inicial y construir sobre las ideas previas
de los alumnos.

¿Y qué es el número? Según la Real Academia Española (RAE), un número es un


concepto matemático que indica la cantidad relacionada con una unidad. Es algo tan
sencillo y cotidiano como contar los objetos que tenemos o los que necesitamos. Pero
detrás de cada número, está su símbolo, que llamamos numeral, y detrás de estos símbolos
está un sistema completo, como el sistema decimal que usamos habitualmente, o el
binario en informática.

Cuando nos adentramos en el desarrollo cognitivo, Piaget nos habla de diferentes etapas
por las que pasan todos los niños, siendo una de las más importantes para la Educación
Primaria la de las operaciones concretas. En esta etapa, que va de los 7 a los 11 años, los
niños desarrollan una base sólida de pensamiento lógico. Es aquí donde empiezan a
razonar, a crear conexiones y a aplicar reglas para resolver problemas. Sin embargo,
aunque ya pueden hacer operaciones mentalmente, es crucial no olvidar que muchos niños
todavía necesitan la manipulación física para consolidar lo aprendido.

Según el desarrollo de Piaget en la etapa de operaciones concretas el niño adquirirá tres


operaciones fundamentales:

- La seriación: capacidad que permite comparar elementos y ordenarlos en


base a sus diferencias. Esta operación es necesaria para el manejo de
conceptos como los números, el tiempo, las medidas o la orientación.
Cuando un niño no ha llegad a la etapa de operaciones concretas no sabe
diferencias entre minutos y horas. Una actividad frecuente para trabajas la
seriación es entregarle al niño figuras de diferentes tamaños las cuales
debe situar en una serie de menor a mayor. También se pueden trabajas las
seriaciones con colores números…

- La clasificación: habilidad que permite clasificar os objetos según sus


características y determinar si pertenecen a un conjunto o a una jerarquía.
Un niño que no ha llegado a adquirir esta etapa no entenderá la diferencia
entre ser humano y mamífero. El niño en esta etapa puede aprender a
clasificar por colores, tamaños… y también aprender jerarquías, por
ejemplo, la rosa es una flor y las rosas tienen pétalos. Por lo tanto,
generaliza que todas las flores tienen pétalos.
- La conservación: es la habilidad del niño de comprender que un objeto
permanece igual en cantidad, aunque cambie su apariencia. Es decir, los
niños deben de ser capaces de entender que, si cogemos una bola de
plastilina y la dividimos en 3 bolitas pequeñas, seguimos teniendo la
misma cantidad de plastilina.

Si los alumnos no adquieren las propiedades anteriormente descritas en esta etapa de


operaciones concretas, presentarán dificultades en el aprendizaje.

Por ejemplo, si queremos enseñar la suma 7 + 5, comenzamos entregando al niño 7


objetos y luego otros 5 para que los manipule y los junte. Una vez que los ha unido, puede
contar cuántos tiene en total. Después de que lo ha hecho de manera tangible, pasamos a
visualizar el proceso. Para ello, representamos una recta numérica del 0 al 20. Situamos
el número 7 y le pedimos que avance 5 casillas. Al hacer esto, el niño visualiza
gráficamente que llegar al número 12 es el resultado de sumar 7 + 5.

A continuación, llevamos el aprendizaje a un terreno simbólico, convirtiendo la acción


física o visual en un símbolo matemático, escribiendo en su cuaderno la suma:
7 + 5 = 12.

Finalmente, en la fase de abstracción, el niño debe ser capaz de comprender mentalmente


que 7 + 5 son 12, estructurando este concepto de manera interna, sin necesidad de
manipular objetos o visualizarlo.

Finalmente, como dice Natividad del Pilar Cantero Castillo en “El aprendizaje del cálculo
numérico en E.P” (2011). el cálculo es una habilidad central en los primeros años de la
escuela, pero no es algo que se desarrolle de la noche a la mañana. A lo largo de la
primaria, los alumnos van aprendiendo y automatizando los diferentes algoritmos de las
operaciones básicas, lo que les permitirá resolver problemas matemáticos cada vez con
mayor soltura y eficacia.

En resumen, enseñar números no es solo enseñar a contar. Es guiar a los alumnos a través
de un proceso profundo y evolutivo, donde lo práctico y lo abstracto se unen, ayudándolos
a entender el mundo y a resolver problemas en su vida cotidiana.

3. NÚMEROS NATURALES, ENTEROS, FRACCIONARIOS Y DECIMALES.

En el fascinante mundo de las matemáticas, cada tipo de número tiene una función
esencial, y aprender a dominarlos no solo es útil en clase, sino en la vida diaria. Vamos a
hacer un recorrido por los números naturales, enteros, fraccionarios y decimales,
descubriendo sus particularidades y las dificultades que suelen enfrentar los estudiantes
al aprenderlos.
Números naturales son que usamos para contar: 1, 2, 3... A veces, incluso el 0 se incluye
en este grupo. Sin embargo, los alumnos a menudo tropiezan con algunos problemas. ¿Por
qué? Uno de los errores más comunes es no entender bien el valor posicional. Por
ejemplo, confundir 52 con 25 o tener dificultades al escribir números largos de forma
correcta. También puede costarles realizar conteos hacia atrás o contar en saltos, como de
dos en dos.

Luego están los números enteros, que incluyen tanto los positivos como los negativos,
además del cero. Aquí es donde las matemáticas comienzan a tomar otra dimensión. No
solo estamos contando, ahora entran en juego las temperaturas bajo cero, las deudas y
otros escenarios del mundo real. Pero también trae sus complicaciones: muchos alumnos
tienen dificultades con los signos negativos y su influencia en las operaciones. No es lo
mismo sumar que restar, y el signo cambia todo.

Pasemos a los números fraccionarios, esos que expresan partes de un todo, como cuando
dividimos una pizza en 4 porciones y tomamos 3 de ellas (¾). Aquí, los niños tienen que
aprender a ordenar y comparar fracciones, lo que puede resultar confuso al principio.
Además, sumar o restar fracciones con diferentes denominadores es un reto en sí mismo.
¿Y cómo les explicamos que una fracción y un número decimal son, en realidad, lo
mismo? Esto requiere de un aprendizaje más profundo y visual, porque ver ¾ y 0,75 como
dos formas de representar lo mismo es clave para su comprensión.

Finalmente, llegamos a los números decimales, aquellos que utilizamos para los precios
o el peso. Estos números fraccionarios con denominador 10 (o sus potencias) introducen
nuevas complejidades. Los alumnos a menudo confunden la coma decimal con el punto
de los millares, o no entienden que 33,09 y 33,9 son cantidades distintas. Además, realizar
operaciones con decimales requiere una buena comprensión del valor posicional y la
colocación correcta de la coma, lo que puede llevar a errores si no se trabaja de manera
cuidadosa.

En cada uno de estos grupos numéricos, los alumnos no solo aprenden a calcular, sino a
comprender el mundo de forma más abstracta. Lo que parece un conjunto de símbolos es,
en realidad, una herramienta poderosa que les permitirá enfrentar problemas cotidianos
con soltura. Enseñar números es mucho más que memorizar operaciones; es darles a los
niños las herramientas para pensar de forma lógica y estructurada.

4. SISTEMAS DE NUMERACIÓN

Un sistema de numeración es como un código que usamos para representar los números
a través de símbolos. A lo largo de la historia, diferentes culturas han creado sistemas
para contar y medir, y estos han evolucionado junto con la humanidad.

Hace miles de años, antes de que existieran los números como los conocemos, las
personas usaban sus dedos, hacían marcas en bastones o ataban nudos para contar. A
medida que avanzaban las civilizaciones, se crearon sistemas más complejos, como los
de los antiguos egipcios y griegos, basados en el cuerpo humano o en los astros.

Hoy en día, seguimos usando varios de estos sistemas. Por ejemplo, el sistema binario
(con solo los números 0 y 1) es el lenguaje de las computadoras. Los números romanos
(I, V, X, etc.) se ven en relojes o monumentos antiguos. El sistema duodecimal sigue
presente cuando hablamos de docena…También está el sistema sexagesimal, que nos
ayuda a medir el tiempo y los ángulos, basándose en el número 60.

Pero el más usado hoy es el sistema decimal, que tiene su origen en la India y nos llegó
a través de los árabes. Este sistema, con una base de 10 dígitos (del 0 al 9), es el que
utilizamos en nuestra vida cotidiana para contar, calcular y medir.

Es increíble ver cómo algo tan esencial como contar tiene tanta historia y sigue siendo
fundamental para el desarrollo de nuestras sociedades modernas.

5. RELACIÓN ENTRE LOS NÚMEROS

Uno de los grandes objetivos al trabajar con números en Primaria es ayudar a los
estudiantes a descubrir las relaciones entre ellos, para que puedan realizar cálculos de
manera más eficiente. Comienza con algo tan básico como descomponer el número 10 o
practicar series de números, pero va mucho más allá.

Entre las relaciones clave que los alumnos deben adquirir están: descomponer números,
comprender conceptos como unidad, decena y centena, hacer series de dos en dos, o
entender el doble, triple y la mitad de un número. También deben aprender a relacionar
fracciones con decimales y a descubrir las propiedades de las operaciones.

Las operaciones básicas que se trabajan a lo largo de la Educación Primaria son la suma,
resta, multiplicación y división.

La suma se relaciona con situaciones de añadir o juntar. Tiene propiedades como la


conmutativa (el orden no afecta el resultado) y la asociativa (el orden de la suma en grupos
tampoco cambia el total). La resta, por otro lado, se asocia a quitar o perder, y aunque no
tiene las mismas propiedades que la suma, sigue una lógica: minuendo menos sustraendo
es igual a la diferencia, y podemos verificarlo sumando la diferencia al sustraendo para
obtener el minuendo.

La multiplicación es, en esencia, sumar varias veces el mismo número. Tiene propiedades
similares a la suma, como la conmutativa, la asociativa y la distributiva (cuando
multiplicas una suma por un número, puedes distribuir el número entre los sumandos).
La división se asocia con repartir o hacer grupos. Aquí, dividimos una cantidad entre un
número de partes y obtenemos un cociente (el resultado) y, a veces, un resto.
Cuando combinamos estas operaciones, entran en juego las reglas de prioridad: primero
resolvemos lo que está entre corchetes, luego dentro de los paréntesis, seguido de
multiplicaciones y divisiones, y finalmente sumas y restas.

Este conocimiento no solo les permite hacer cálculos, sino también entender cómo los
números se conectan entre sí y cómo utilizarlos para resolver problemas de manera más
efectiva y estratégica.

6. OPERACIONES DE CÁLCULO Y PROCEDIMIENTOS DE ESTE.

Según Levin en Natividad del Pilar Cantero Castillo en “El aprendizaje del cálculo
numérico en E.P” (2011). Existen 3 formas de hacer cálculos aritméticos: escritos,
métodos mentales y con algún dispositivo.

Imagina a un estudiante resolviendo problemas en una hoja de papel. Este es el cálculo


escrito, donde se utilizan papel y lápiz. Es como seguir una receta: las operaciones se
realizan de manera automática y confiable, permitiendo a los alumnos aprender desde la
suma y la resta en primero de EPO hasta la manipulación de números fraccionarios en
sexto. Cada etapa está diseñada para construir sobre lo anterior, como un videojuego que
se vuelve más desafiante a medida que avanzas. Por ejemplo, al aprender a multiplicar,
los alumnos inician con tablas sencillas, y, más tarde, enfrentan operaciones con
decimales.
Ahora, imagina un salón lleno de estudiantes que, sin lápiz ni papel, resuelven
operaciones de cabeza. Aquí entra el cálculo mental, que no solo es rápido y flexible, sino
que también mejora la concentración y la memoria. Por ejemplo, en un juego de mesa,
los niños pueden sumar o restar puntos en sus cabezas este método hace que sean más
agile en el razonamiento. Métodos como el Kummon metodología cuyo principal objetivo
es enseñar a sus alumnos a aprender por sí mismos, a través de la resolución de ejercicios,
que gradualmente se van haciendo más complejos, hasta que se alcance un nivel avanzado
de destreza. y el ABN donde el alumnado trabaja la descomposición de los números a
través de materiales manipulativos que favorecen el cálculo mental. Esta práctica
podemos llevar a cabo en los 5 minutos iniciales de cada sesión de matemáticas,

Por último, tenemos la calculadora, un aliado esencial en la educación matemática. Piensa


en una clase donde los estudiantes pueden usar calculadoras para explorar patrones
numéricos y resolver problemas complejos. Este dispositivo no reemplaza el
razonamiento, sino que complementa el aprendizaje. Por ejemplo, al trabajar en proyectos
que requieren cálculos rápidos, como presupuestos, la calculadora permite que los
alumnos se enfoquen en entender la información en lugar de perderse en cálculos
tediosos. Además, fomenta el espíritu crítico: los estudiantes deben comprobar si sus
resultados son correctos y cuestionarse si han ingresado los datos adecuadamente.

Estos tres métodos se entrelazan para ofrecer a los estudiantes un enfoque integral del
cálculo, asegurando que aprendan de manera divertida y efectiva. Al utilizar una
combinación de técnicas, podemos hacer que las matemáticas no solo sean una materia,
sino una aventura emocionante.

7. INTERVENCIÓN EDUCATIVA

La educación es una aventura emocionante que debe adaptarse a las características y


necesidades de cada alumno. En el área de Matemáticas, esto se traduce en la importancia
de personalizar la enseñanza, siguiendo los principios del Decreto 38/2022. ¿Cómo
podemos hacerlo? A través de metodologías innovadoras que fomenten un aprendizaje
significativo y motivador.

Imaginemos un aula donde cada estudiante es el protagonista de su propio proceso de


aprendizaje. Aquí, el Diseño Universal de Aprendizaje (DUA) se convierte en nuestro
mejor aliado. Este enfoque promueve la motivación de los alumnos al ofrecer múltiples
formas de participar, representar la información y expresar lo que han aprendido. ¿Cómo
mantenemos el interés de todos? Con actividades lúdicas y desafíos alcanzables que
convierten el aprendizaje en un juego.

Y no nos quedamos ahí. El DUA también nos invita a diversificar la forma en que
presentamos la información. En lugar de limitarse a libros de texto, ¿por qué no usar
vídeos, gráficos y recursos digitales? Esto garantiza que todos comprendan el contenido.
Y para expresar su aprendizaje, animamos a los estudiantes a utilizar diversas
herramientas, desde presentaciones hasta recursos manipulativos.

La enseñanza no solo debe ser individual; también debe fomentar la colaboración.


Incorporar el trabajo cooperativo permite a los alumnos interactuar y aprender unos de
otros, creando un ambiente donde todos se sienten valorados.

La educación emocional es otro pilar crucial. Al centrarnos en el bienestar de los alumnos,


promovemos su autoestima y habilidades sociales. Involucrar a las familias en el proceso
educativo es vital, creando un lazo entre el hogar y la escuela que favorezca el
acompañamiento y la mediación.

Además, buscamos un enfoque globalizador que conecte diferentes áreas del


conocimiento. La metodología STEAM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Arte y
Matemáticas) se presenta como una herramienta poderosa para desarrollar competencias
relevantes en nuestros estudiantes, preparando así a los futuros ciudadanos del mundo.

El aprendizaje significativo es el corazón de nuestra enseñanza. Fomentamos que los


alumnos construyan su conocimiento de manera contextualizada, utilizando materiales
manipulativos y organizando el espacio y el tiempo para adaptarnos a sus ritmos. La clave
está en equilibrar el trabajo en grupo y la autorregulación.
No olvidemos la importancia de la metacognición y el pensamiento crítico. Alentar a los
estudiantes a reflexionar sobre su proceso de aprendizaje les ayuda a desarrollar
habilidades analíticas y críticas. Usar rutinas de pensamiento y herramientas visuales les
permite organizar y entender mejor sus conocimientos.

Por último, es esencial estar atentos a las dificultades que puedan presentar algunos
alumnos, como la discalculia. Ofrecer actividades de refuerzo y personalizar la enseñanza
garantizará que cada uno tenga la oportunidad de aprender en un entorno inclusivo y
estimulante. En resumen, al combinar diversidad en metodologías, atención a las
necesidades individuales y conexión con el entorno social, creamos una educación que
empodera y prepara a nuestros estudiantes para enfrentar el futuro con confianza y
habilidades.

8. CONCLUSIONES

- epígrafes que se han tratado

- importancia de la manipulación de materiales para así comprender los conceptos


abstractos.

- utilizar situaciones cerca de la vida real del alumno para aumentar su motivación.

- No todo lo que cuenta puede ser contado. No todo lo que puede ser contado cuenta.
Albert Einstein.

9. BIBLIOGRAFÍA

Chamorro, M del Carmen. “Didáctica de las matemáticas para Educación Primaria”.


Madrid. Pearson Educación. 200

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