CHIOZZA Edipo Prometeo y Narciso
CHIOZZA Edipo Prometeo y Narciso
CHIOZZA Edipo Prometeo y Narciso
y Narciso
Luis Chiozza
Edipo, Prometeo
y Narcizo
Corazón, hígado y cerebro
libros del
Zorzal
Chiozza, Luis
Edipo, Prometeo y Narcizo : corazón, hígado y cerebro / Luis
Chiozza. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Libros del
Zorzal, 2023.
128 p. ; 23 x 15 cm.
ISBN 978-987-599-918-3
1. Psicoanálisis. I. Título.
CDD 150.195
ISBN 978-987-599-918-3
Prólogo y epílogo.............................................13
Capítulo I. Metapsicología y psicosomatología.....17
Más allá de la psicología...............................17
El nacimiento de una psicosomatología
singular........................................................19
Las consecuencias de la segunda hipótesis.....26
Esbozos de una metahistoria........................28
Capítulo II. Edipo, Prometeo y Narciso...........31
Tres desenlaces.............................................31
Tres personajes en busca de un autor............34
Capítulo III. Edipo..........................................37
El carácter ejemplar del planteo de Garma....37
¿Qué es el complejo de Edipo?.....................38
Arquitectura de un gran malentendido.........40
Tres sepultamientos en la superación
del Edipo.....................................................43
Metahistoira del cáncer................................45
12 Luis Chiozza
Metapsicología y
psicosomatología
Tres desenlaces
La carencia, breve o prolongada, de una integra-
ción saludable (que Melanie Klein, en malventu-
rada elección, denominó “depresiva”) en la inter-
pretación de las dificultades con las cuales, desde
el nacimiento, todo ser vivo se enfrenta se mani-
fiesta en tres perturbaciones, paranoia, manía y
melancolía, reconocidas desde antiguo. Desde un
trauma leve y transitorio, estas pueden alcanzar, en
ocasiones, la magnitud de la tragedia.
En la leyenda, el mito (que, como señala
Abraham, constituyen los sueños de la humani-
dad) o la abundante literatura que han suscitado,
34 Luis Chiozza
Edipo
El futuro de la familia
¿Qué sería de la familia en una sociedad en la cual
los celos no tuvieran vigencia? No cabe duda de
que la cuestión provoca una intensa antipatía. Sin
embargo, no es posible pensar que la familia ha
de constituir una estructura de persistencia eterna.
En una época anterior a la civilización que hoy
predomina, un salvaje hubiera podido pregun-
tar: “¿Qué será de la tribu en una sociedad en la
cual triunfe el individualismo y cada uno posea
una mujer excluyendo a los otros pretendientes?”.
¿Acaso la civilización y la cultura han detenido su
evolución para siempre? ¿No ocurrirá mañana con
la familia algo similar a lo que ayer ocurrió con la
tribu? Los valores de la tribu, en su mayor parte,
no se perdieron con el advenimiento del indivi-
dualismo y la familia. Si alguno de ellos no pudo
ser conservado en las nuevas formas de organiza-
ción social, quedó ampliamente compensado por
el progreso enorme que estas formas aportaron a
la civilización.
No es un secreto que, tanto en lo que respec-
ta a los procesos de pensamiento como en lo
que atañe al gigantesco edificio de la cultura, se
acerca el fin de una época y el comienzo de otra.
Edipo, Prometeo y Narciso65
Prometeo
Una protomelancolía
En el cuarto capítulo de Psicoanálisis de los tras-
tornos hepáticos, titulado “Ubicación de lo he-
pático en un sistema teórico estructural”, y en
un “Apéndice”, escrito por Gustavo Chiozza,
“Consideraciones sobre una metapsicología en
la obra de Chiozza”, se describen con detalle
las vicisitudes teóricas nacidas del encarnizado
intento de encerrar toda concepción teórica en
una metapsicología metafísica constituida por
una tópica, una dinámica y una economía. Y se
Edipo, Prometeo y Narciso73
Formulaciones metahistóricas
El cambio de paradigma, encaminado hacia una
metapsicología metahistórica, se puede registrar
con claridad reformulando la descripción de lo
que Freud, utilizando un término que denota un
grado jurisdiccional establecido por la ley para di-
lucidar juicios, denominaba “instancias”.
El superyó es un yo súper. “Ideal del yo” es un
sintagma con un núcleo, denominado ideal, y un
determinante, que significa que ese sujeto es de
alguien, es del yo. “Yo ideal” es otro sintagma, con
un núcleo sustantivo, nombrado “yo”, que posee
una cualidad adjetiva, ser ideal para alguien que
76 Luis Chiozza
Idea y materia
El tema de la materialización de los ideales es enor-
me y ha despertado inquietudes que vienen des-
de lejos. Paul Valéry, en Eupalinos o el arquitecto,
escribe:
Sócrates: Te digo que he nacido siendo
muchos y he muerto siendo uno solo…
Fedra: ¿Y qué se ha hecho de todos los otros?
Sócrates: Ideas.
Edipo, Prometeo y Narciso77
La gesta prometeica
El mito cuenta que Prometeo, quien amasó al pri-
mer hombre con barro y le proporcionó una chis-
pa del fuego divino, le roba el fuego a Zeus para
dárselo a los hombres y, como castigo, es encade-
nado a una montaña. Allí, un águila, que “sobre-
viene cada día” (como los instintos insatisfechos
que motivan las pasiones), le devora el hígado que
vuelve a crecer continuamente.
En Prometeo encadenado, Esquilo escribe: “Sur-
gió él [Prometeo] agitando la rama encendida en
medio de esta raza oscura, y la luz elevose sobre
ella, como la aurora sobre la noche. Y despertó
la inteligencia en los cerebros embotados de los
hombres, y les iluminó los ojos, y les ensanchó el
espíritu. Su soplo de liberación los reanima, mani-
festándose el regio instinto que en ellos se hallaba
latente”.
La identificación del fuego con la luz que des-
pierta la inteligencia en el cerebro y reanima a las cria-
turas de barro se expresa como la chispa de la vida,
que configura la esencia de lo divino y una de las
polaridades que adquiere lo sagrado.
En La vuelta de Pandora, Goethe pone en
boca de su Prometeo las siguientes palabras:
Edipo, Prometeo y Narciso81
Narciso
El portal
Tentación
Tal como escribimos en Las cosas de la vida:
El entusiasmo espurio
En Para qué y para quién vivimos, se aborda el tema
de satisfacer los apetitos que se pueden represen-
tar con tres tópicos: comer, descansar y copular.
De ellos existe una gran cantidad de derivados,
más o menos sofisticados, algunos de los cuales
son muy típicos, como, por ejemplo, vacaciones,
120 Luis Chiozza
La paradoja y el portal
Hay dos afirmaciones que son indiscutibles. Es
imposible alimentarse con una comida que se
ingiere de manera ficticia en el trascurso de una
ensoñación onírica. Un acontecimiento represen-
tado en una fantasía, como, por ejemplo, comer
un chucrut en una brasserie de París, no lleva im-
plícito que esté ocurriendo, realmente, que repon-
go de ese modo calorías que he gastado. En otras
palabras, cuando sueño con matar, en realidad no
estoy matando.
Edipo, Prometeo y Narciso123