Adoración Sin Religió5
Adoración Sin Religió5
Adoración Sin Religió5
Nos resulta difícil hoy en día darnos cuenta que, cuando el cristianismo
primero surgió en el mundo, no fue considerado una religión. Fue una no-
religión. Imagínese los vecinos de los primeros cristianos preguntándoles
Original del Pastor Germán Alba Beltrán
- Les dijo: Las fiestas solemnes de vuestra Threskeia las tiene aborrecidas
mi alma. Y en el V:16,17 los trae de la Threskeia a la Theosebeia:
Con sobrada razón leemos en Santiago 1:27 que la religión pura y sin
mácula delante de Dios es: Visitar a los huérfanos, a las viudas en sus
tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo. Esto es theosebeia. La
única religión para conectarse con Dios o que él acepta es la Theosebeia
como actitud espiritual sin ritual. Es la única religión que debería existir
en el mundo.
Cuando el hombre fue creado en Génesis 2:7 fue levantado del polvo de la
tierra inocente (sin información). En ese momento no tenía conciencia
alguna de ninguna religión, pero ¿Qué sucedió cuando transgredió la
orden de Génesis 2:17? Qué el hombre y la mujer “conocieron” que
estaban desnudos. La palabra los vistió y ellos se desnudaron de esa
palabra de Dios. ¿Qué pasó tan pronto transgredieron? Que se activó su
conciencia (su información del bien y del mal) y se vieron desnudamente
avergonzados. Y ¿Qué hicieron para cubrir ritualmente su desnudes?
Crearon la Threskeia (la religión ritual) de cubrirse con hojas de higuera.
La higuera era Threskeia y la piel del cordero era theosebeia en Adán. La
mano de Adán puso la higuera. La mano de Dios puso la piel del cordero.
Adán, fue el inventor de la religión ritual. La Threskeia es esfuerzo propio,
es hoja de higuera.
¿Qué han hecho las religiones de higuera? Cubrir con ese tipo de hoja los
vacíos del hombre. En religión ritual el hombre no se ve en lo interior sino
en lo exterior. Las religiones son como una fachada; un barniz que sólo
cubren a la uña por fuera, pero la mugre sigue por dentro. Las religiones
están llenas de suciedades. Dentro de cada una de ellas se manejan
secretos. Ocultan monstruos. Suceden cosas, así que la threskeia no es
necesaria ni la necesitamos para la vida espiritual. Jesús vino, no sólo
Original del Pastor Germán Alba Beltrán
Israel no estaba conectado con Dios sino un metal ¡Eso es Threskeia!. ¡Te
das cuenta! Cada religioso vive en pos del metal, del Cristo de oro, del
Buda de oro, del papa de oro, del apóstol del oro y del pastor de oro. Su
religión es una torre, es un nombre, es un concilio, es un edificio, es una
divisa o es un ministerio ritualista. El ritualismo se enfoca en el acto
mismo y no en su propósito. El ritualista se aferra a los procedimientos
convirtiéndolos en costumbre inquebrantable y olvida o pierde de vista la
finalidad y el significado de los mismos. El ritualista está a la expectativa
de que se repita una y otra vez el acto al que está habituado, y cuando esto
no ocurre, reacciona, no por la importancia o conveniencia que el acto en
cuestión pueda tener, sino por el hecho de que se ha interrumpido la
costumbre. El ritualista experimenta la sensación de que cuando las cosas
se hacen de la manera no acostumbrada se ha incurrido en un error y, por
lo tanto, debe haber una consiguiente censura.
El daño más grande que las religiones le han causado a la mente de sus
feligreses es haberlos sistematizado ritualmente. Todas las religiones e
iglesias cada día abren matriculas para captar adeptos a su Threskeia
religiosa. Estamos en la era de la conquista de los adeptos. La que más
ofrezca. La que más control ejerza. La que más poder económico tenga.
Todas ellas fueron como en el primer siglo lo fue el judaísmo que
Apocalipsis denominó “la gran Babilonia”, la guarida de todo espíritu
inmundo, albergue de toda ave inmunda y aborrecible. “Pueblo mío, salid
de en medio de ella y no toquéis lo inmundo”. Ninguna Threskeia religiosa
conecta con Dios. A Él no podría importarle menos el vacío ritual religioso
carente de vida. Dios está en lo que concierne a la vida. Nada más le
interesa . . . Él está interesado en relaciones vivas, no religión muerta. La
que vale es la Theosebeia, la actitud del bien, la actitud de la
espiritualidad que se eleva por encima de la religiosidad de las iglesias,
pues, solo la theosebeia le pone a reinar en vida y libertad. Sé un
theosebio no un threskeio. ¿En qué altar nos encontramos? . . . Nuestra
adoración dependerá del altar en el que nos encontremos.