TEMA 4: El Renacimiento
Un cambio de época: EL HUMANISMO COMO TRASFONDO CULTURAL → UNA ÉPOCA DE
CAMBIOS (DESCUBRIMIENTOS, CIUDADES Y REINOS, ESTADO MODERNO)
La corriente humanista se extiende sobre todo durante los siglos XV y XVI. Fue a la vez una
actitud y una nueva forma de ver el mundo que incorporó nuevos contenidos clásicos
(educación, virtud…) frente a la filosofía escolástica y el argumento de autoridad; y nuevos
criterios a la hora de interpretar la realidad. Se identifica como una vuelta al mundo clásico,
una reacción pagana contra el exceso de argumentaciones teológicas y se corresponde con el
inicio de un proceso de secularización y desteologización. En el “Discurso sobre la dignidad del
hombre”, de Pico De la Mirandola (el hombre como “espectáculo más maravilloso del
mundo”), se materializa la nueva visión antropocéntrica del mundo y del hombre como
individuo frente al teologismo y corporativismo medieval.
El redescubrimiento del mundo clásico tuvo una gran importancia en el ámbito filológico,
histórico y jurídico. Frente a la teología, se comienza a desarrollar la filología, la historia, las
artes (poesía, pintura, arquitectura, etc.). Se comenzó a hablar de Renacimiento para
identificar el nuevo comienzo de la forma de ver el mundo como antes de la Edad Media.
UNA ÉPOCA DE CAMBIOS:
Descubrimientos geográficos y técnico-científicos: Se dan una serie de nuevos descubrimientos
geográficos, a consecuencia de los grandes viajes marinos y terrestres (Marco Polo, viajes de
finales del siglo XV y la vuelta al mundo), de modo que se llega a China y se descubre América y
así, se “amplia” el mundo y comienzan nuevas relaciones culturales y comerciales vitales para
la nueva época moderna. También se crea un nuevo género literario, la utopía, con libros
como “La ciudad del sol”, de Tommaso Campanella, “Nueva Atlántida” de Francis Bacon, y
“Utopía” de Tomás Moro. Asimismo, se dan una serie de descubrimientos técnico-científicos,
como la circulación de la sangre de Miguel Servet en el ámbito de la medicina, o, en el plano
de la física, con la invención del telescopio. En el campo de la tecnología, destaca la utilización
de la brújula y la sustitución del pergamino por el papel y, sobre todo, en el invento de la
imprenta. A través de estos nuevos avances técnicos y científicos, es posible abandonar el
pensamiento dogmático y teológico medieval, representado, por ejemplo, en la visión
geocéntrica del universo.
Ciudades y reinos: Se da un nuevo sistema económico-social en el que adquieren mayor
relevancia las ciudades (“el aire de la ciudad nos hace libre”), estas se convierten en el centro
de un incipiente comercio y permite el crecimiento de la importancia de los burgueses.
Paralelamente, en los reinos se produce una centralización progresiva del poder, el rey se
impone sobre la nobleza pasando de “primus inter pares” a soberano, se produce a la vez una
decadencia de los Parlamentos en favor del poder centralizado y se expande la ley frente a las
costumbres y fueros locales. Todo esto hace que el reino se imponga sobre las ciudades y se
afiance la tendencia al absolutismo.
El nacimiento del Estado moderno: Bodino y la soberanía: El nacimiento del Estado moderno
va unido a la idea de soberanía, que tiene sus raíces en la época medieval, pero se afianza en la
modernidad. El primer teorizador de la soberanía es, sin duda, Bodino; influido por el
pensamiento aristotélico y los grandes juristas medievales define la soberanía como “la
potestad suprema y exenta de leyes sobre ciudadanos y súbditos” (“el poder absoluto y
perpetuo de una República”), La soberanía se manifiesta de forma exterior (cada Estado es
considerado independiente de los demás Estados) y de forma interna (el soberano tiene
jurisdicción sobre todo el territorio y ordena su voluntad por encima de cualquier otro señor y
sin sujeción a sus propias leyes). La doctrina de Bodino dejó marca en el proceso de
institucionalización de los Estados:
- Supremacía legislativa.
- Administración burocrática.
- Sistema fiscal estable.
- Relaciones diplomáticas continuadas.
- Ejércitos permanentes no mercenarios.
El término Estado se terminó de generalizar gracias a Maquiavelo.
Maquiavelo: UNA NUEVA MIRADA (POLÍTICA Y MORAL, TEORÍA POLÍTICA O PRECEPTÍSTICA
PARA PRÍNCIPES, VIRTÙ Y FORTUNA) → CONTRASTES ENTRE “EL PRÍNCIPE” Y LOS “DISCURSOS
SOBRE LA PRIMERA DÉCADA DE TITO LIVIO”.
UNA NUEVA MIRADA:
Maquiavelo es precursor de una nueva mirada política, es el padre de la escuela realista de la
política, cuya característica fundamental es la separación entre moral y política. Su realismo se
refleja en la frase de todos los Estados o son repúblicas o son principados (nueva visión de las
formas de gobierno), y su obra se centra en los mecanismos de contención y utilización del
poder. Supuesto el fin de conservar el adquirir y conservar un Estado, Maquiavelo teoriza
sobre los medios para conseguir dicho fin. Esto significa considerar una nueva moralidad en el
ámbito político: el poder político, autónomo y necesario basado en la coerción y el engaño,
ausente de moralidad por el hecho del carácter negativo y de maldad del mundo y del ser
humano. Maquiavelo describe al príncipe ideal como un zorro y a la vez un león, por sus
virtudes de astucia y su fuerza, respectivamente.
Política y moral (¿Moralismo encubierto, Amoralismo técnico, Inmoralidad o Doble moral?):
Para hablar de la moral política de Maquiavelo hay que mencionar la diversidad de sus
posturas:
- Moralismo encubierto: Se obtiene de la interpretación oblicua de “El Príncipe”. Es una
posición irónica y perfectamente moral que emplea a modo de crítica encubierta a las
prácticas políticas de su época.
- Amoralismo técnico (¿a-moral o inmoral?): Maquiavelo desarrolla esta visión descriptiva y no
valorativa, se puede entender mejor pensando “El Príncipe” como un manual de instrucciones
con reglas técnicas asépticas (“si se desea este fin, use estos medios”). Esta tesis descriptiva
contrasta con fragmentos de su obra en los que él mismo critica o acepta, y a veces admira,
determinadas conductas inmorales.
- Inmoral: Desde el punto de vista de Maquiavelo la política incorpora acciones inmorales;
defiende que el camino de la política está caracterizado por procedimientos muy crueles ye
enemigos de toda vida humana pero que este no es buen camino y debe preferirse “vivir como
un particular”. Termina aceptando que una vez abandonado el buen camino conviene que los
fines de la política se sirvan hasta el final sin quedarse a medias.
- Doble moral: Se hace una distinción entre moral política / pública y moral privada; esta es la
interpretación más convincente, pero propone una tesis ambigua e inestable en la que hay dos
posibilidades:
o Separación política-moral: valora la moral tradicional, pero afirma que la política se rige por
su propio código; sus acciones pueden admitir reproches morales y ser admirables.
o La política regulada por una ética especial pero dentro de una concepción moral más amplia.
En síntesis, Maquiavelo nunca habría sostenido la tesis de que perseguir el poder por el poder
o por el beneficio personal es bueno o justo sino solo la tesis de que, a veces, vale la pena
incurrir en los males del poder político que se convierten en excusables cuando se trata de la
realización de un fin político grande que conlleva la gloria. No cualquier fin justificaría
cualquier medio, únicamente un fin grande como mantener un Estado excusaría usar medios
inmorales.
Teoría política para Príncipes: Sobre la pregunta de si Maquiavelo es teórico o práctico la
respuesta es ambigua ya que hay argumentos para ambas posibilidades, por ejemplo, “El
Príncipe” puede parecer un discurso preceptísitico mientras los “Discorsi” son más teóricos. Lo
que se tiene claro es que aporta una nueva mirada sobre la política: desencantada, distanciada
y “científica”; no hace una teoría política 6sistemática y generalizadora sino una teoría política
histórica, aunque es un historiador particular con una visión cíclica de la historia y una creencia
en la invariabilidad de la esencia de la naturaleza humana (bajo dos salvedades: 1) Varía según
los tipos o caracteres, pero no según época o lugar 2) Varía según las costumbres).
Virtù y fortuna: “Virtù”: Se usa en dos sentidos, como cualidad valiosa (valentía, inteligencia…)
o capacidad de producir algo ya sea bueno malo o neutro. Maquiavelo usa virtù en los dos
sentidos; aplicada al pueblo tiene sentido moral y alude al comportamiento tradicional y
convencionalmente bueno, mientras que aplicada al príncipe tiene sentido descriptivo como
voluntad, energía o facultad para lidiar con las circunstancias y puede avalar la necesidad de la
violencia o el engaño
“Fortuna”: La fortuna para Maquiavelo es la suerte o el azar, no el destino grecorromano ni la
providencia cristiana. La Fortuna es imprevisible, voluble y decisiva al 50%; es decir, si es
propicia permite que la virtud política se adapte a las circunstancias y logre el fin (sería
siempre favorable si los hombres acomodaran y variaran su naturaleza). Cuando es
desfavorable es como un torrente inevitable, pero encauzable si uno está preparado, la
fortuna es vencible y debe ser sometida por el buen príncipe.
EL CONTRASTE ENTRE “EL PRÍNCIPE” Y “LOS DISCURSOS”
“El Príncipe” se escribe en 1513, interrumpiendo la redacción de los Discursos, ya diseñados en
su conjunto. Hay una tesis que dice que los libros están escritos desde dos perspectivas de
Maquiavelo ya que estaban dirigidos a destinatarios distintos (los mejores especialistas niegan
la discontinuidad entre estos puntos de vista):
- Maquiavelo exotérico: A Lorenzo II de Medici o al pueblo en general.
- Maquiavelo esotérico: A dos jóvenes humanistas amigos de Maquiavelo.
Hay además dos criterios de distinción que no son contradictorios entre sí.
Metodológicamente hay dos puntos de vista: uno más preceptístico en “El Príncipe” y más
teórico en los “Discursos”. En cuanto a los contenidos hay una sustancial continuidad de ideas:
superar la ruina de Italia mediante una cierta unidad del norte y el centro mediante la
regeneración de un legislador-fundador autoritario y absoluto (un príncipe nuevo).