A14 Analisis de Caso
A14 Analisis de Caso
A14 Analisis de Caso
de la salud
Actividad 14
Análisis de caso
Además tiene un índice de masa corporal de 24.62 lo que lo coloca entre un límite muy estrecho entre tener un peso
normal (18,5 a 24,9) a poder tener sobrepeso (25 a 29.9) esto esta relacionado con factores como tener malos hábitos
alimenticios ya que consume una cantidad mayor de calorías diarias que necesita en base a su edad la cual es de 5017
calorías el rango estándar normal es de 2500-3000 calorías diarias.
Mantener un índice de masa corporal en el rango normal es de vital importancia para la preservación de la salud a largo
plazo.
El sobrepeso, caracterizado por un IMC superior a 25, se asocia con un conjunto de consecuencias médicas adversas
significativas.
Entre estas consecuencias, la diabetes mellitus tipo 2 emerge como una preocupación destacada, ya que el exceso de
tejido adiposo frecuentemente precipita la resistencia a la insulina y la hiperglucemia sostenida.
La adiposidad excesiva incide en la generación de una inflamación crónica y la alteración metabólica, incrementando
significativamente el riesgo de padecer estas afecciones médicas graves. Por lo tanto, mantener un IMC en los valores
saludables constituye un elemento esencial para la prevención de una amplia gama de enfermedades crónicas y la
promoción de una calidad de vida óptima en el largo plazo.
Datos:
Edad: 19 años
Peso: 79.8 kg
Estatura: 1.80 mts
Porcentaje de consumo original por macronutrientes:
Carbohidratos: 51.98%
Grasas: 41.79%
Proteínas: 8.53%
Índice de masa corporal: 24.5
Cálculos:
iv. Determinación del metabolismo basal (ML)
v. Determinación de demanda energética (DEL)
vi. Determinación del consumo de calorías por carbohidratos, grasas y proteínas conforme a los porcentajes indicados
en el caso:
La tasa metabólica basal de Lucas se sitúa alrededor de 1915.1 kilocalorías por día (kcal/día). Esto representa la
cantidad mínima de calorías que su cuerpo requiere para llevar a cabo funciones vitales en estado de reposo.
El cuerpo de Lucas requiere al menos 1915.1 kilocalorías diarias para mantener sus funciones vitales en reposo, lo que
se conoce como metabolismo basal. Además, considerando su actividad física activa, la cantidad total de calorías que
necesita es de 2457.45 kcal/día. Es evidente que Lucas consume 5017 calorías más de lo que gasta diariamente, lo que
explica por qué aumenta de peso fácilmente, a pesar de hacer ejercicio, ya que no siempre tiene la energía para
entrenar.
Como se pudo observar, el consumo de carbohidratos de Lucas se encuentra dentro del rango normal, siendo
adecuado con un 51.98% de su ingesta calórica diaria (2,604.63 kilocalorías), lo cual se sitúa en el rango
recomendado del 45-65%. Sin embargo, es altamente probable que el bajo rendimiento de Lucas se deba, al menos
en parte, a su escaso consumo de proteínas, representando solo un 8.53% de su ingesta calórica (427.95 calorías). El
rango normal para la ingesta de proteínas abarca del 10 al 35%. Las proteínas no solo proporcionan energía
(aproximadamente 4 kilocalorías por gramo), sino que también tienen un papel esencial en la estructura de los
tejidos corporales y en la regulación de procesos vitales.
Por ejemplo, las proteínas son fundamentales en el transporte de oxígeno a través de la hemoglobina y en la
digestión, donde las enzimas gástricas, pancreáticas e intestinales descomponen los alimentos. Además, forman
parte de los anticuerpos, actuando como receptores en reacciones inmunológicas y contribuyendo a la defensa del
organismo contra enfermedades. Algunas proteínas también sirven como precursores para la síntesis de vitaminas,
como el triptófano, que es un precursor de la niacina.
En contraste, el consumo excesivo de grasas por parte de Lucas, que representa un 41.79% de su ingesta calórica
diaria (2,097.72 kilocalorías), supera significativamente el rango normal del 20-35%. Este exceso incluye grasas
saturadas y grasas trans, que conllevan riesgos importantes para la salud. Estas grasas pueden contribuir al
desarrollo de trastornos lipídicos como la hipercolesterolemia y la hipertrigliceridemia, aumentando el riesgo de
enfermedad cardiovascular. La acumulación de lípidos en las arterias, conocida como aterosclerosis, puede conducir
a la formación de placas ateroscleróticas, obstruyendo el flujo sanguíneo y aumentando el riesgo de eventos
cardiovasculares, como infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
2. ¿Qué debe hacer Lucas con respecto a su consumo calórico y su plan de alimentación?
De acuerdo con los datos proporcionados por Lucas, su dieta actual se clasifica como hipercalórica. Por
ende, es necesario que haga ajustes en su ingesta calórica diaria, disminuyendo gradualmente su consumo
en un rango aproximado de 450-900 gramos por semana, como se sugiere en estudios como el de Kathleen
(2013). Este proceso debería llevarse a cabo de forma constante y lenta para lograr resultados efectivos y
sostenibles.
Dado su estatus como atleta universitario y las necesidades específicas de su cuerpo, es fundamental que
Lucas incremente su ingesta de proteínas. Además, debe seleccionar fuentes de carbohidratos y grasas
saludables. Es crucial que se eduque sobre nutrición y siga un plan de alimentación equilibrado adaptado a
sus metas y requisitos individuales.
Considerando que Lucas consume actualmente 5017 calorías, con un gasto energético necesario de 2807.09
kcal/día, se deben realizar ajustes en su dieta. Los porcentajes sugeridos para carbohidratos, grasas y
proteínas se basan en sus necesidades y permiten mantener un consumo adecuado dentro de los rangos
normales sin excederlos, evitando así posibles daños a su salud.
En cuanto a los carbohidratos, aunque el porcentaje original en su dieta está dentro del rango aceptable
(51.98% o 2604.63 kcal), se sugiere un porcentaje del 55% o 1543.89 kilocalorías para estar en el rango
normal del 45-65%. Se recomienda priorizar fuentes de carbohidratos complejos ricos en fibra, como avena,
arroz integral y quinua, que proporcionan energía sostenida y mantienen los niveles de glucosa en sangre
estables.
Además, es esencial aumentar la ingesta de frutas y verduras, que no solo aportan carbohidratos, sino
también vitaminas y antioxidantes esenciales. Controlar las porciones y evitar el exceso de carbohidratos,
especialmente los azúcares añadidos presentes en alimentos procesados y bebidas azucaradas, es
fundamental para mantener la salud óptima.
Recomiendo combinar carbohidratos con proteínas magras como pollo, pavo, pescado y tofu, lo que ayuda a
mantener niveles de azúcar en sangre estables. Es crucial evitar carbohidratos altamente procesados, que
suelen contener carbohidratos refinados y grasas poco saludables. Controlar la frecuencia de las comidas y
distribuir los carbohidratos a lo largo del día contribuye a mantener niveles de energía estables y prevenir
picos de azúcar en sangre.
Además, considerar el índice glucémico de los alimentos es relevante, ya que aquellos con un bajo índice
glucémico, como las legumbres y la avena, liberan azúcar en sangre de manera gradual. En caso de necesitar
pautas dietéticas específicas, como en el caso de la diabetes, es aconsejable consultar a un profesional de la
salud, como un dietista o médico, para recibir recomendaciones personalizadas que aborden las necesidades
individuales del paciente. Estas directrices nutricionales promueven un consumo de carbohidratos saludable
y equilibrado desde una perspectiva médica.
Es esencial que Lucas incremente su consumo de proteínas, ya que desempeñan un papel fundamental en la
reparación y construcción muscular. Durante el ejercicio intenso, se generan micro lesiones en los tejidos
musculares y las proteínas proporcionan los aminoácidos necesarios para este proceso, lo que resulta en
una mayor fuerza y resistencia muscular. Su consumo actual de proteínas representa solo el 8.53% de su
ingesta calórica, mientras que lo ideal se sitúa entre el 10-35%. Esto equivale a 427.65 kcal, pero se sugiere un
aumento al 20%, es decir, 561.41 kcal.
Para mejorar su plan de alimentación, se recomienda diversificar las fuentes de proteínas, incluyendo carnes
magras, pescado, aves de corral, huevos, productos lácteos bajos en grasa, legumbres, nueces y semillas.
Controlar las porciones es crucial para evitar un aporte calórico excesivo, y la cantidad necesaria varía según
el individuo, pero generalmente se aconseja una ingesta de proteínas en el rango de 0.8 a 1.2 gramos por
kilogramo de peso corporal al día. Distribuir las proteínas a lo largo del día favorece la síntesis de proteínas
musculares y mantiene niveles adecuados de saciedad. Se debe priorizar fuentes magras de proteínas para
limitar la ingestión de grasas saturadas y trans, que pueden afectar negativamente la salud cardiovascular.
Además, se sugiere evitar alimentos procesados ricos en proteínas, como salchichas o embutidos, debido a
su contenido de aditivos y sodio elevado.
En cuanto a las grasas, el consumo actual de Lucas es del 41.79%, lo cual excede el rango normal del 20-35%.
Las calorías consumidas actualmente son 2,097.72 kcal, mientras que se sugiere un límite del 30%, lo que
equivale a 842.12 kcal. Se recomienda priorizar fuentes de grasas saludables, como las grasas insaturadas
presentes en alimentos como el aceite de oliva, aguacates, nueces y pescado graso, ya que estas grasas son
beneficiosas para la salud cardiovascular y desempeñan un papel crucial en la recuperación muscular. Es
fundamental evitar las grasas saturadas, presentes en carnes rojas, mantequilla y productos lácteos enteros,
ya que pueden afectar el rendimiento deportivo y la salud cardiovascular. La eliminación total de las grasas
trans, conocidas por ser perjudiciales para la salud cardiovascular, es esencial, y se debe prestar atención a
las etiquetas de los alimentos para evitar productos que las contengan. Además, controlar las porciones de
alimentos ricos en grasas es esencial para mantener un peso adecuado y evitar un exceso de calorías. La
combinación adecuada de grasas saludables con carbohidratos complejos es fundamental para proporcionar
una fuente de energía sostenible y promover la recuperación muscular en deportistas.
Hidratación Continua: Lucas debe tomar pequeñas cantidades de agua durante todo el día para mantener un equilibrio
hídrico en el cuerpo. La deshidratación que ocurre cuando solo se bebe agua al sentir sed puede llevar a problemas como
hiperosmolaridad plasmática, lo cual afecta negativamente la función celular y la circulación sanguínea.
Inicio del Ejercicio Bien Hidratado: Es esencial que Lucas comience su ejercicio con un buen estado de hidratación para
mantener la presión osmótica en la sangre, lo que impulsa el flujo sanguíneo a través de los tejidos. La deshidratación
previa al ejercicio puede llevar a la taquicardia y disminuir el gasto cardíaco, afectando la perfusión de los tejidos y
aumentando el riesgo de hipotensión ortostática y lesiones musculares.
Prehidratación Antes del Ejercicio: Lucas debe tomar al menos 1-2 vasos de agua 4 horas antes del ejercicio y, si no produce
orina, debe beber un vaso adicional. Evaluar la producción de orina es un indicador útil de la tasa de reposición de líquidos
y puede determinar la necesidad de más prehidratación.
Reposición de Líquidos Durante el Ejercicio: Durante entrenamientos o competiciones que duren más de 1 hora, es
recomendable consumir cada 15-20 minutos de ½ a 2 tazas de una bebida deportiva que contenga carbohidratos. Estas
bebidas ayudan a mantener la homeostasis energética y metabólica, evitando la depleción de glucógeno y la fatiga
muscular prematura.
Rehidratación Posterior al Ejercicio: Después del entrenamiento, es crucial recuperar los electrolitos y líquidos perdidos
para restablecer la homeostasis hídrica y electrolítica, así como acelerar la reparación muscular. Ignorar esta fase podría
llevar a fatiga post-ejercicio, riesgo de lesiones relacionadas con la deshidratación y retraso en la recuperación muscular.
El consumo diario mínimo de agua debe ser de 2 litros. La hidratación adecuada es esencial para el rendimiento y la salud
de los deportistas, especialmente para aquellos involucrados en deportes como el fútbol. La deshidratación puede
disminuir la resistencia y la capacidad aeróbica, afectar la intensidad y velocidad requeridas durante un partido, así como
aumentar el riesgo de calambres, afectando la agilidad y la capacidad de movimiento en el campo de juego.
Referencias
CONADE. (03 de Septiembre de 2017). Mejora tus hábitos de hidratación.
https://www.gob.mx/conade/prensa/prepara-tu-propia-bebida-hidratante:
Ponce, L. H., García, M. S. C., Cortés, T. L. F., Unzaga, M. A. G., & Polo, A. O.
(2021).Nutrición e hidratación en el deportista, su impacto en el rendimiento
deportivo en la educación y Salud Boletín Científico Instituto de Ciencias de la
Salud Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, 9(18), 141-