ORIGEN

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ORIGEN

El Renacimiento italiano tuvo lugar entre los siglos XIV y XVII en Italia. Específicamente, su
epicentro fue la región de la Toscana, en ciudades como Florencia y Siena.

Derivado de la palabra rinascimento, el Renacimiento suele ser considerado como una


época iluminada del arte y la arquitectura debido a un renovado interés cultural en la
antigüedad clásica, en contraste con la “edad oscura” que le siguió al esplendor
grecorromano.

El Renacimiento inicia con el llamado quattrocento, el periodo entre 1400 y 1490 en el que
artistas como Fra Angelico y Sandro Botticelli comenzaron a experimentar con el
realismo. Entre 1490 y 1527, artistas italianos de renombre como Da Vinci, Miguel Ángel y
Rafael produjeron obras de arte particularmente famosas. Este periodo de tiempo se conoce
como “Alto Renacimiento“.

CRACTERISTICAS

A grandes rasgos, el Renacimiento se caracterizó por:

• El “retorno a la Antigüedad”, o sea, la recuperación de la tradición filosófica,


artística y política de la Grecia y la Roma clásicas, que durante siglos el
cristianismo había tenido por pagana.

• El rechazo al dogmatismo cristiano y el inicio de una nueva relación con


la naturaleza, mediada por la ciencia. Esto a la larga condujo al nacimiento del
humanismo, que reemplazó a la fe por la razón como valor supremo, y en lugar de
Dios puso al ser humano como centro del universo.

• Las artes fueron patrocinadas por las altas clases sociales (ya no sólo por la
Iglesia) a través del mecenazgo. Esto financió una importante cantidad de artistas de
la época, y les permitió incursionar en obras de arte de temática no religiosa o no
cristiana.

• Se promovieron y realizaron nuevos descubrimientos científicos, nuevos proyectos


de medición y nuevas deducciones, entre las que destaca la sustitución del modelo
geocéntrico del universo (aristotélico) por el heliocéntrico (copernicano).

HISTORIA

Durante la Edad Media (aproximadamente entre 500 y 1000 d.C.), el arte italiano estuvo
predominantemente arraigado en la religión. En la pintura, este enfoque se caracterizó por la
incorporación de iconografía espiritual, composiciones planas, el uso de paletas de colores
poco realistas y la inclusión de figuras etéreas y sobrenaturales. Sin embargo, durante el
siglo XIV los artistas italianos radicados en Florencia abandonaron esta estética distintiva y
adoptaron un enfoque más humanista sobre el arte. Esta época de cambio eventualmente
sería conocida como el Renacimiento italiano.

Aunque no sabemos con exactitud qué fue lo que impulsó al Renacimiento italiano, muchos
investigadores creen que el cambio se debió a la inestabilidad económica, ya que la falta de
oportunidades de inversión en Italia en el siglo XIV llevó a los ciudadanos ricos a financiar las
artes. Este creciente interés por el arte duró varios siglos y tuvo una profunda influencia en la
pintura, escultura y arquitectura italiana.

PINTURA

En la pintura, este nuevo enfoque se manifestó como representaciones realistas de la gente,


como lo demuestra la icónica Mona Lisa de Leonardo. Utilizando la técnica del esfumado —
en la que el artista favorece los contornos suaves y difuminados— así como sombras
realistas y una perspectiva aérea, Leonardo logró producir un retrato humanista y
aparentemente secular de una figura femenina contemporánea.

Además, a diferencia de las pinturas medievales —que a menudo retratan figuras “flotantes”
sobre fondos etéreos— las escenas renacentistas suelen tener fondos terrenales. En
la Virgen del jilguero de Rafael, por ejemplo, la Virgen María, Jesús y Juan Bautista
protagonizan una escena ordinaria y cotidiana en la naturaleza. Esto humaniza a la Sagrada
Familia, lo que da como resultado una representación realista.

Además de las obras tradicionales sobre lienzo, los artistas del Renacimiento popularizaron
otro tipo de pintura: el fresco. Los frescos, creados al aplicar pintura sobre yeso húmedo,
son famosos por su estética mate, la riqueza de sus colores y su larga duración, lo que nos
permite admirarlos hasta nuestros días. El nombre “fresco” se refiere a que el enfoscado
(una fina capa de yeso) de un verdadero fresco está húmedo al momento se aplica la pintura

Estas pinturas adornan grandes superficies, como La Escuela de Atenas de Rafael en las
estancias papales del Vaticano, al igual que el techo de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel.

ESCULTURA

Al igual que las figuras de las pinturas del Renacimiento, las esculturas realizadas durante
este periodo muestran un claro interés por el realismo. Esto es particularmente evidente en
las esculturas figurativas de Miguel Ángel, como su icónica estatua del David. Colocado
en contrapposto, o “contraposición”, el David muestra una postura realista y equilibrada.
Además, la figura presenta características realistas y una anatomía detallada.

Este interés por el realismo y el equilibrio se manifiesta también en la Piedad de Miguel


Ángel, una dramática escultura de la Virgen María con su hijo crucificado. La pieza, que
muestra un interés en el naturalismo, sigue siendo una de las esculturas más famosas del
mundo.

ARQUITECTURA

Además de las bellas artes, la influencia renacentista también es evidente en la arquitectura


de la época. Liderada por Filippo Brunelleschi, diseñador y arquitecto del famoso duomo, o
cúpula, de Florencia, la arquitectura del Renacimiento italiano se caracteriza por un estudio
de las proporciones, elementos de la arquitectura clásica, así como planos rectangulares y
simétricos.

Los edificios del Renacimiento suelen incluir columnas, arcos y molduras, como lo
demuestra la fachada ornamentada de la Basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano.
De este periodo también destaca la Capilla Sixtina, el Palacio Farnesio y el Palacio Médici
Riccardi.

PENSAMIENTOS FILOSOFICOS

ORIGEN

En la Edad Media, la iglesia había copado todo los ámbitos de la vida ciudadana, desde el
arte donde la temática principal era la figura de Dios, hasta la política y por supuesto, la
cultura. El Renacimiento cambia esta concepción eclesiástica, ahora el hombre es el
centro. Los sectores civiles comienzan a ganar influencia tanto en política como en la
economía, el arte o en la cultura.

Es en este periodo cuando más se va a desarrollar los pensamientos filosóficos, el tema


principal deja de ser la religión abriéndose a otras temáticas. Aparecen nuevos métodos de
estudio, la investigación y la ciencia vivirá un periodo de gran auge.

ANTROPOCENTRISMO
Un pensamiento filosófico se impone, el antropocentrismo, doctrina por la que el hombre
es el centro y medida de todas las cosas. Surge como respuesta al pensamiento medieval
donde esa importancia sólo podía recaer en la figura de Dios o teocentrismo. El hombre
adquiere mayor valor como ser y por lo tanto es digno de disfrutar tanto del placer como de
la libertad.

El Atropocentrismo daría lugar a un nuevo movimiento intelectual


denominado Humanismo. El humanismo exalta todas las cualidades que en sí son propias
de la naturaleza del hombre. Intenta descubrir la esencia humana y así dar sentido racional a
la vida, principios extraídos de los filósofos clásicos.

RACIONALISMO

Tanto el humanismo como el antropocentrismo dieron lugar al pensamiento racionalista. La


razón es la herramienta para llegar al conocimiento que permitiera descubrir el mundo.

El racionalismo defiende la idea de que el conocimiento humano proviene de la razón y


de nuestra capacidad para razonar. Esto constituyó en sí mismo un cambio
de pensamiento sustancial respecto a la Edad Media, tiempo en el que la fe religiosa cumplía
ese rol.

PENSAMIENTO CIENTIFICO

El hombre del Renacimiento cree que todo se puede explicar por medio de la ciencia.
Motivo por el cuál surge el pensamiento científico con representantes de la talla de Galileo
Galilei, Copérnico, Miguel Sevet o Leonardo Da Vinci.

La ciencia además de conocimiento nos proporcionó grandes inventos, entre otros:

• La Imprenta: La imprenta de tipos móviles, fue uno de los inventos más importantes
del Renacimiento. Gracias a ella, se comenzó a imprimir libros y por lo tanto, a
difundir la cultura. Los libros hasta el renacimiento sólo eran reproducidos a través
de los copista, que generalmente eran monjes. Limitando a sí, su difusión. El primer
libro impreso fue la Biblia.

• La Brújula

• El Telescopio de Galileo

• Las armas de fuego (pólvora)

• Tornillo aero o el planeador (Leonardo Da Vinci)

INDIVIDUALISMO

Uno de los aspectos más destacados del Renacimiento fue el surgimiento del
individualismo. Anteriormente, la sociedad se regía por una mentalidad colectivista, en la
que el bienestar del grupo era más importante que el de los individuos. Sin embargo, durante
el Renacimiento, los pensadores comenzaron a valorar la singularidad y la autonomía de
cada persona. Esto se reflejó en el arte, en el que los retratos individuales y la representación
de la figura humana adquirieron una importancia sin precedentes

Durante el Renacimiento, que tuvo lugar entre los siglos XIV y XVI, Europa experimentó un
despertar cultural y artístico sin precedentes. Fue una época en la que los seres humanos
comenzaron a cuestionar las verdades establecidas y a buscar nuevas formas de
conocimiento y expresión. Las artes, la ciencia y la filosofía florecieron, y el individualismo se
convirtió en una fuerza impulsora detrás de la transformación social.

Uno de los aspectos más destacados del Renacimiento fue el resurgimiento del interés por
el estudio de las obras clásicas de la antigüedad, especialmente las de los filósofos griegos y
romanos. Los humanistas, como eran conocidos los intelectuales de la época, creían en la
capacidad del ser humano para alcanzar la excelencia a través de la educación y el
desarrollo de sus talentos individuales. Esta nueva visión del ser humano como un ser
autónomo y capaz de pensar por sí mismo sentó las bases para el surgimiento del
individualismo.

REFORMA

La Reforma fue un movimiento liderado por Martín Lutero en el siglo XVI, que cuestionó las
prácticas y la autoridad de la Iglesia Católica. Lutero promovió ideas como la justificación
por la fe y la autonomía de la Biblia, en contraposición a la doctrina católica de la salvación a
través de las obras y la autoridad de la Iglesia.

En respuesta a la Reforma, la Iglesia Católica lanzó la Contrarreforma, una serie de medidas


destinadas a mantener su influencia y corregir algunas de las críticas planteadas por los
reformistas. Uno de los aspectos más destacados de la Contrarreforma fue el Concilio de
Trento, que se celebró entre 1545 y 1563. En este concilio, la Iglesia reafirmó sus
enseñanzas, condenó las herejías protestantes y estableció reformas internas.

Entre las reformas implementadas durante la Contrarreforma destacan la mejora de la


formación del clero, la lucha contra la corrupción y el nepotismo, y la promoción de una
espiritualidad más profunda y personal. Además, se impulsaron nuevas congregaciones
religiosas, como la Compañía de Jesús de Ignacio de Loyola, cuya misión era evangelizar y
combatir la propagación del protestantismo.

La Reforma y la Contrarreforma marcaron un antes y un después en la historia de la Iglesia


Católica y del Renacimiento en general. Estos movimientos generaron debates teológicos,
divisiones y conflictos religiosos, pero también llevaron a una renovación de la espiritualidad
y dejaron su huella en la cultura europea de la época.

FIN DEL RENACIMIENTO ITALIANO

El fin del renacimiento resulta tan impreciso como su inicio. Para muchos, la llegada al poder
en Florencia del austero monje Girolamo Savonarola en 1497 marca el fin del florecimiento
de la ciudad. Para otros, el retorno triunfante de los Médicis representa el comienzo de la
etapa artística tardía denominada manierismo. Savonarola alcanza el poder durante un
retroceso generalizado contra el secularismo y la indulgencia del renacimiento - su corto
gobierno promovió que muchas obras de arte fueran destruidas en la "Hoguera de las
vanidades" en el centro de Florencia. Con los Medicis de nuevo en el poder, ahora como
grandes duques de Toscana, la contrarreforma en las iglesias continuó. En 1542 se fundó
la Inquisición y pocos años después se creó el Index Librorum Prohibitorum, excluyendo un
gran conjunto de obras literarias renacentistas.

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