El Campo de Las Literaturas Indigenas Latinoamericanas
El Campo de Las Literaturas Indigenas Latinoamericanas
El Campo de Las Literaturas Indigenas Latinoamericanas
Para nuestros actuales prop6sitos America Latina es el area que se extiende al sur de Estados
Unidos incluyendo las islas del Caribe.1 Por otra parte entendemos por indios a los habitantes
nativos de las Americas y sus descendientes siempre que conserven por lo menos algunas
pautas y rasgos heredados o desarrollados desde la 6poca precolombina. 2 Por (ltimo,
definimos a la literatura como una colecci6n de composiciones registradas consistentes en
palabras significativas. 3 El campo de las literaturas indigenas latinoamericanas abarca las
siguientes areas: prehispanica, colonial indigena temprana, colonial hispinica temprana,
colonial indigena tardia, indigena moderna, folklore indigena contemporineo, y literatura
indigenista hispanoamericana contemporinea. 4 Estas areas incluyen documentos indrgenas
conservados en su lengua original, tempranos informes europeos acerca de tradiciones
literarias indigenas, literatura popular moderna de America Latina influida por tradiciones
indigenas, y literatura hispanoamericana contemporinea que recrea visiones del mundo
americano aborigen. Otras areas modernas de estudio cientifico relacionadas estrechamente
con las literaturas indfgenas y sus antecedentes sociales podrian agregarse: ensayos modernos
sobre aspectos de las culturas indigenas, particularmente sus lenguas, literatura, simbolismo,
arte, religi6n y pensamiento; ensayos de arqueologra, etnografra, etnologia, etnohistoria y
antropologfa aplicada. Literaturas prehispanicas Hay dos fuentes principales de las literaturas
precolombinas antiguas: los c6dices mesoamericanos y las inscripciones epigraficas
mesoamericanas.
Los c6dices o tiras plegadas de piel de venado pintada o de un material similar al papel,
preparado de la corteza del amate, arbol que da un fruto parecido al higo, generalmente
tenfan tapas de madera entre las cuales podfan guardarse las piginas dobladas. 5 Los c6dices
han sido clasificados de acuerdo a los periodos hist6ricos a los cuales pertenecen como
prehispinicos o posthispanicos. Esta iltima denominaci6n puede ser reemplazada por la de
"colonial temprano." 6 A veces estos c6dices tienen notas aclaratorias en espafiol y muestran
mayor o menor divergencia con respecto a las tradiciones pict6ricas prehispinicas. 7 Aunque el
lugar de origen de muchos c6dices es aun objeto de conjetura y en muchos casos
probablemente seguira si6ndolo, sabemos que los tres c6dices mayas existentes provienen de
Yucatan. 8 Otros han sido atribufdos a los actuales estados de Oaxaca, Puebla, Tlaxcala y
Morelos; pero no hay duda de que libros antiguos de este tipo se usaron en toda Mesoambrica
desde el Norte de M6xico hasta Costa Rica.9 De acuerdo con su contenido, los c6dices pueden
agruparse principalmente como astron6micos, rituales, mitol6gicos, geneal6gicos, hist6ricos y
tributarios. Muchos c6dices caen simultaneamente bajo las tres primeras categorras y los
restantes rara vez estin libres de connotaciones cosmol6gicas. 1 0 Se ha perdido el arte de leer
los c6dices porque se usaban mas bien como auxiliares de la memoria que como textos que
tienen que ser repetidos literalmente. Ello no obstante, el contenido matemitico, y por tanto el
significado calend6rico y cronol6gico de la mayor parte de los c6dices, ha sido descifrado. 1 El
estudio de los c6dices mesoamericanos constituye un tema fascinante, realzado por la belleza
poco cuman de las pinturas precolombinas y su influencia posterior. 1 2 A pesar de las obvias
dificultades del simbolismo antiguo, han habido grandes progresos en la interpretaci6n de
estos documentos &nicos.13 Muchos c6dices se conservan en bibliotecas europeas donde, a
veces, han sido confundidos con antigiiedades egipcias o chinas. El Museo Nacional de
Antropolbgia de la ciudad de M6xico conserva mas de una docena de c6dices, casi todos de los
comienzos de la 6poca colonial. En Estados Unidos hay c6dices originales mexicanos en la
biblioteca de la Universidad de Tulane (New Orleans), en el Museo de Historia Natural en New
York, y otras partes.14 Ademas del texto jeroglifico pintado en algunos de los c6dices, hay un
considerable cuerpo de inscripciones en estelas, altares, edificios, juegos de pelota, y aun en
pequefios objetos de jade, piedra dura, hueso, concha, metal, y en cerimica pintada o
cincelada y moldeada. La mayoria de estas fuentes se ha encontrado en el area maya.
Es probable que ocurran mas descubrimientos de esta naturaleza. 1 5 Antes se pensaba que
los textos jerogirficos registraban temas impersonales, como fechas calendaricas y ceremonias
religiosas, pero se ha sostenido en forma plausible que tambi6n pueden sefialar sucesos
hist6ricos y hechos biogrficos, como la ascensi6n de un gobernante al poder.1 A pesar de la
importancia de esta clase de escritura para nuestro conocimiento de las matemiticas,
astronomfa, astrologira, y tal vez historia y genealogia mesoamericanas, particularmente
maya, no hay prueba de que fuera usada para registrar literatura. Como otras grandes
civilizaciones de la antigiiedad, la literatura mesoamericana fue originalmente oral.1 7 A fin de
apreciarla debemos recurrir a textos tradicionales que fueron fijados cuando se estableci6 la
costumbre europea de poner la literatura por escrito. Primeras literaturas coloniales indias
Algunos de los documentos de las literaturas indfgenas del temprano colonial se limitan a
continuar tradiciones precolombinas, como ciertos c6dices y mapas que muestran escritura
jeroglifica y, a veces, notas en espaiol afiadidas por diversos autores. 1 La introducci6n del
alfabeto romano y la importancia dada por los espaioles a la palabra escrita hicieron que los
antiguos libros pintados cayeran gradualmente en desuso. Las tradiciones orales fueron
reemplazadas por breves textos y explicaciones, algo mais extensas, de las figuras. Con el
tiempo las figuras de color se convirtieron solamente en ilustraciones y adornos. Su estilo se
deterior6: el choque de t6cnicas artisticas produjo ejemplares hibridos de poco merito. 1 9 Por
otra parte, algunos escritores indigenas que habran aprendido a usar el alfabeto romano poco
despubs de la conquista comenzaron a escribir tradiciones nthuatles en escritura romana. 2 0
Posteriores generaciones de mestizos continuaron haciendolo. Algunos de los primeros
trabajos son s6lamente descripciones de antiguos libros pintados con pequefios comentarios
afiadidos. Ocasionalmente, el mismo escritor nAhuatl adopt6 el espaiol y produjo una obra
literaria que es al mismo tiempo espafiola e indfgena. 2 1 Se da tambien el caso del escritor
espaiol que aprendi6 la lengua de los indios y trat6 de expresar lo mejor que pudo sus mitos,
leyendas y cultos. Uno de los primeros intentos de recopilar las literaturas orales y religiones
nativas fue encomendado por el mismo Col6n y ha producido el primer ensayo etnogrifico de
las Americas. 2 2
Como ocurre con las tradiciones orales en general, muchas obras de la literatura indigena
colonial son an6nimas. 2 3 Hay, sin embargo, todo un cuerpo de esa literatura que merece
menci6n especial por la riqueza de materiales incluifdos y por el excelente metodo empleado
para obtener la informaci6n. Este fue el trabajo de Bernardino de Sahagun (1500-1590),
franciscano espaiol que lleg6 a dominar la lengua nahuatl, form6 discipulos, y tuvo la
colaboraci6n de informantes nativos que sabian escribir nahuatl, latin y espaiol. Su obra
literaria se realiz6 en varios colegios cerca de Mexico Tenochtitlan, la mayor parte de ella en
Santa Cruz de Tlatelolco, entre 1547 y 1580.24 Sahagun ha sido considerado como pionero en
la investigaci6n etnografica moderna. Sus recopilaciones en nahuatl, con una version espaiola
que es en realidad un comentario corrido, son una mina de datos sobre la vida, pensamiento y
literatura azteca. Como los poemas, cantos y mitos nahuatles sin duda provenian de antiguas
tradiciones, los c6dices de Sahagin pueden considerarse como fuentes de corrientes literarias
que Ilegaron a M6xico Tenochtitlan a traves de culturas mis antiguas, especialmente las de
Tula y Teotihuacan. De las culturas del Golfo de Mexico, que en la 6poca de la conquista
espafiola habian alcanzado muy alto nivel de civilizaci6n, no quedan documentos literarios del
periodo colonial temprano. Lo mismo puede decirse del area maya de Yucatan, Chiapas y
Guatemala, con la excepci6n de la obra de Diego de Landa (1524-1572), fraile franciscano que
habiendose distinguido por quemar un gran numero de c6dices mayas, luego en Espafia a
prop6sito de un proceso legal redact6 un notable informe sobre la civilizaci6n que tan
vigorosamente contribuy6 a desarraigar. 2 5 En los parses andinos quedan, empobrecidas,
literaturas orales que han sobrevivido hasta nuestros diras, la mayor parte en lengua quechua.
Hay tambi6n varios testimonios indigenas importantes, principalmente de obras hist6ricas
compuestas en el siglo XVI por indios y mestizos que conocian el quechua y el espaiol pero que
escribieron en la lengua de los conquistadores, 2 6 a veces con mucho 6xito, como el
humanista clasico Garcilaso de la Vega (1539-1616),27 a veces en una extrafia mezcla de
quechua y espaiol como la obra anica del escritor y artista Guamin Poma de Ayala (1534? -
despubs 1613).28 Otros valiosos documentos andinos acerca de las literaturas indigenas
provienen del celo de sacerdotes que, como Landa en Yucatan, realizaron investigaciones de
campo con el objeto de conocer mejor la religi6n que querian erradicar. El mis valioso de estos
textos procede del mestizo jesuita Francisco de Avila (1573-1647) cuyo pequenio libro acerca
de las creencias y practicas de los indios de Huarochirr nos introduce en antiguas tradiciones
mitol6gicas. 2 9 Literatura espaiola de principios de la epoca colonial Acabamos de mencionar
algunos escritores de principios de la 6poca colonial que dejaron valiosos testimonios acerca
de las antiguas literaturas indigenas, en espaiol, en las lenguas aborigenes, o en las dos. Entre
ellos habran indios, mestizos y algunos espanioles que recogieron tradiciones nativas. Aunque
la intenci6n primordial de otros escritores espanioles, principalmente exploradores y
conquistadores, no era la de contar los cantos y cuentos de los indios, a traves de sus cartas,
informes y otros documentos oficiales incluyeron relatos de primera mano o informaci6n bien
comprobada acerca de formas de vida, creencias, y a veces sobre mitos y leyendas indigenas.
En el campo de la literatura del descubrimiento y la conquista -capitulo fascinante de la
literatura de viajes- la contribuci6n espaniola no es inferior a ninguna otra; s61o puede
compararsele la obra contemporinea de algunos navegantes portugueses. 3 0 Fue inaugurada
por Col6n con sus cartas, donde describi6 por primera vez las poblaciones que encontr6 en las
Indias Occidentales, 3 1 dando lugar a estereotipos contradictorios: la visi6n de que los
pobladores del nuevo mundo son naturalmente buenos (la idea del buen salvaje), y la idea de
que eran implacables canibales (la idea de inferioridad moral). Estas visiones fueron
responsables de muchos ensayos literarios y politicos de la edad moderna. 3 2 Igualmente
clasicos son los informes de primera mano de la conquista de Mexico escritos por Hernin
Cortes 3 3 y Bernal Diaz del Castillo. 3 4 En vividas piginas que han sido citadas muchas veces,
ambos escritores reflejaron la magnifica vista de la intacta Tenochtitlin ante los asombrados
ojos de los espanioles que avanzaban, un pequefo ejercito sostenido por un considerable
nimero de aliados tlaxcaltecas. Esta hermosa vista ha inspirado tambi6n a modernos
escritores. 3 5 La exploraci6n de diferentes regiones de Sud America es tambi6n rica en
deliciosas narraciones de aventuras que incluyen memorables pasajes sobre sociedades
primitivas,3 6 encuentros con amazonas aborfgenes, 3 7 la brillante civilizaci6n de los Andes,3
8 y los ind6mitos guerreros de Chile aprendiendo ripidamente las ticticas de sus invasores y
repeliendo el ataque con legendaria inteligencia y coraje. 3 9
Ademas de las obras de los exploradores y conquistadores que relatan sus osadas hazaias
tenemos tambi6n algunos notables ensayos de historiograffa americana escritos en la primera
parte de la 6poca colonial. Algunos fueron intentados por espafioles que posefan considerable
experiencia de las Indias,4 0 otros nunca habian dejado Espaia pero fundaron sus escritos en
conversaciones con testigos, o colecciones de cartas, informes y otros documentos sin par
(muchos de los cuales se han perdido) de los primeros viajeros a las Americas. 4 1 Todos son
pertinentes para un estudio comprehensivo de las culturas y tradiciones indigenas en los
comienzos del perodo colonial. 4 2 Literaturas indigenas de la epoca colonial posterior La
literatura indigena de principios de la 6poca colonial consistifa en su mayor parte de textos
sobre antiguas tradiciones, desde composiciones po6ticas y mitos cosmog6nicos a historias
tribales, que a veces llevan el tema hasta entrada la 6poca colonial. En el curso del siglo XVI
escritores nativos comenzaron a usar caracteres romanos para relatar en sus propias lenguas
aborfgenes viejas leyendas, memorias hist6ricas, hechos corrientes, y muchas otras
informaciones que, en algunos casos, a trav6s de sucesivas copias fueron transmitidos a
generaciones posteriores. Mientras la temprana literatura indigena colonial ponia el acento en
el pasado precolombino, los esfuerzos literarios del perodo colonial posterior se concentran en
las creencias, practicas y hechos de la vida de la comunidad indfgena contemporinea en una
circunstancia espaiola y cristiana. Con algunas inevitables repeticiones, una primera
clasificaci6n de estos documentos podrfa poner a la mayora de ellos bajo las categori'as de
anales, tftulos de tierras y cuadernos de apuntes diversos. El libro hoy Ilamado comanmente
Los anales de los Cakchiqueles, pieza incomparable de la literatura indigena, fu6 comenzado
probablemente poco despubs de la conquista de Guatemala por los espafioles. 4 3 Lo inici6 un
miembro de la familia Xahil, y o10 continuaron otras personas de la misma area del Lago
Atitlin. Da una breve narraci6n mi'tica acerca del origen del hombre, que reproduce
probablemente muy antiguas tradiciones orales, cuenta la historia de reyes y guerreros
cakchiqueles asf como algunos aspectos de la conquista espafiola. Siguiendo la secuencia
cronol6gica fijada en el calendario maya, la historia continua hasta el afio 1604. Esta notable
obra trata de nacimientos y muertes, litigios acerca de la tenencia de tierras, eclipses y
terremotos, gastos generales, mejoras en la iglesia y mucho mas, lo que hace de ella uno de los
mas valiosos libros de fuentes para el estudio de la vida social en la villa indigena de Solola
durante el siglo XVI. De otras areas de Guatemala tenemos tambien varias obras cortas,
principalmente referentes a derechos de tierras, que incluyen informaci6n preciosa sobre la
historia temprana de los quiche. El mis largo y quizis el mis importante entre estos breves
textos es el Ti'tulo de los Seniores de Totonicapdn (la vieja villa de Chimekenha), donde leemos
acerca de los legendarios orfgenes del pueblo quich6 y su historia hasta llegar a los tiempos de
su rey Quitab. Fue escrito alrededor de 1554.44 Cr6nicas de los quiche, aan mis cortas, se han
conservado en antiguos manuscritos o copias posteriores que proporcionaron atiles resimenes
de la historia quiche en los siglos XVI, XVII y XVIII.4 5 La obra mis famosa de la literatura quich6
es sin duda el Popol Vuh, libro que contiene el mis rico relato de la mitologi'a maya, como
tambi6n un resumen de la historia y de la genealogfa quich6 hasta la llegada de los espanoles.
En el comienzo del volumen el autor manifiesta que el Popol Vuh original no existe, y que e1
esti escribiendo bajo un nuevo regimen. Al final repite que el viejo libro poserdo por los reyes
ha desaparecido. Esto ha llevado a suponer que existi6 un antiguo c6dice donde las historias
del Popol Vuh estaban pintadas y que el autor an6nimo las relata de memoria. De cualquier
modo, la mayor parte del Popol Vuh es pura mitologia y debe ser lerda como tal. Coincidencias
con historias biblicas, como por ejemplo la destrucci6n del mundo por el agua, no indican
necesariamente influencias cristianas porque el Diluvio es un motivo universal particularmente
bien conocido entre los pueblos indigenas de las Americas.4 7 El area maya de Yucatan
conservaba hasta hace comparativamente poco tiempo una cantidad de manuscritos
comunales que ahora suelen Ilamarse Libros del Chilam Balam (o del sacerdote Jaguar), segan
el nombre de un c6lebre sacerdote precolombino que vivi6 en la ciudad de Mani. El contenido
de estos libros es variado; consiste en textos religiosos (mayas o cristianos), hist6ricos
(siguiendo el calendario maya o simplemente registrando minucias), relativos a la medicina
(maya tradicional o influida por los europeos), astron6micos y astrol6gicos (incluyendo
explicaciones del calendario maya y referencias a la astronoma europea), ritual, literarios
(incluyendo novelas espafiolas), y otros textos que no han sido clasificados. A pesar de que los
manuscritos originales fueron escritos poco despubs de la conquista espanola, muchos de ellos
han llegado a nosotros en copias que muestran haber sido usados durante todo el perrodo
colonial y aun despues. Todos estin escritos en maya yucateco usando caracteres romanos. 4 8
El drama precolombino perdur6 en el area quiche de Guatemala a lo largo del perrodo
colonial, como lo atestigua el Rabinal Achi' o Danza del Tun, que se seguia representando en el
siglo XIX.4 9 Otros ejemplos importantes del drama indi'gena colonial, aunque tefiido de
influencias hispinicas, son el Giegience nahuatl 5 0 de Nicaragua y el Ollantay5 1 quechua de
Peru. Literaturas indigenas modernas Como acabamos de ver, algunas tradiciones literarias
indi'genas sobrevivieron a traves del periodo colonial, aunque la presencia de una poderosa
civilizaci6n cristiana se refleja a menudo en los textos registrados. Esto es bastante natural,
especialmente porque una condici6n para poder fijar textos aborigenes era la existencia de
indigenas, aculturados al menos parcialmente, capaces de usar el alfabeto romano. Sin
embargo, los textos nativos escritos durante el periodo colonial no deben ocultarnos el hecho
de que la literatura indi'gena de todos los tiempos es primariamente oral. Esto se percibe mis
claramente cuando dejamos las areas de alta civilizaci6n, que fueron prontamente ocupadas
por los espafioles en Mesoambrica y los Andes Centrales, y enfocamos nuestra atenci6n en las
culturas tribales que vivieron con pequefo o ningln contacto con europeos a traves del
peri'odo colonial y a veces aun hasta en el siglo XX. Debido a la escasez de informaci6n acerca
de muchas tribus durante el periodo colonial, no podemos establecer la naturaleza de sus
literaturas orales antes del siglo XIX, pero, en cambio, las investigaciones cienti'ficas modernas
realizadas por lingiiistas y otros competentes investigadores de campo han producido un
tesoro de textos indi'genas que supera todo lo que tenemos de otros periodos de la historia de
America Latina. Como sus sociedades indgenas son cada vez mis desorganizadas por la
interferencia de los blancos, algunos indios han legado a comprender cuin importante puede
ser conservar por escrito sus literaturas para la continuidad cultural de sus tribus. Donde la
mayori'a se oponfa a revelar las tradiciones orales sagradas, ahora es frecuente encontrar
informantes voluntarios dispuestos a grabar y ayudar a traducir y transcribir sus tradiciones
orales. 5 2 El namero de libros, monograffas y articulos con transcripciones y/o traducciones
de las literaturas orales indigenas desde el siglo XIX es simplemente abrumador, y continua
aumentando. 5 3 En muchos casos es el resultado de la colaboraci6n entre un informante
aborigen particularmente talentoso y un lingiiista occidental. 5 4 En otros casos el informante
es suficientemente versado en espaiol o portugues para dictar sus textos en su segunda
lengua. Por supuesto este procedimiento no puede usarse para registrar poesia. Ain otras
formas de literatura oral sufren, como es de entender, por la imposibilidad de transmitir en
una lengua prestada matices de significaci6n que s61o pueden expresarse en el idioma nativo.
La importancia de esta dificultad, no obstante, no debe exagerarse, porque muchas imigenes
desusadas y giros de pensamiento pueden ser comunicados en la lengua adquirida
tardi'amente. Ademis hay versiones, en lenguas europeas modernas, de tradiciones indigenas
recogidas por escrito por estudiosos que no son especialistas en lenguas indigenas (o por o10
menos no en todas aquellas cuya literatura estin manejando), pero que han basado su trabajo
en textos proporcionados por buenos investigadores y a menudo acompafiados por
traducciones literales, versiones a otras lenguas modernas, y otros recursos auxiliares. 5 5 Los
materiales disponibles para el estudio de las modernas literaturas indigenas consisten en su
mayor parte en mitos, leyendas, cantos, poemas, discursos y proverbios.5 6 Por supuesto no
todos estos generos pueden encontrarse en una sola tribu, o acaso no poseemos la
documentaci6n apropiada. La producci6n mas abundante de las literaturas indigenas procede
de las mitologias de las sociedades aborigenes sudamericanas. 5 7 Literaturas folkl6ricas
indi'genas modernas El mestizaje cultural, que ha sido un proceso continuo en la mayoria de
las regiones de Latinoambrica desde principios de la 6poca colonial, se ha acelerado en los
tiempos modernos. Culturas mestizas son el resultado natural de este cambio continuo. En
muchas regiones donde corrientemente se habla el espaiol o portugu6s, y las antiguas pautas
sociales y poli'ticas pueden haber sido alteradas hasta lo irreconocible, hay, sin embargo, un
sustrato subyacente de creencias y sfmbolos indi'genas que tienen origen en la mitologifa e
imagineria precolombinas. 5 8 Debe admitirse que estos elementos estin a menudo fundidos
con otros de procedencia europea, pero la fusi6n ocurre tan naturalmente en la mente
aborigen como la simultanea presencia de un santo cristiano y un idolo pagano en un
santuario indi'gena. 5 9 No es raro que el nombre y la figura de un srmbolo sagrado cristiano
reemplace el nombre y la figura de un viejo dios o diosa indigenas, pero no sus atributos. La
esencia de la cuesti6n reside en la capacidad de los antiguos modos de pensamiento para
mantener su bien establecida coherencia a pesar de presiones que quieren obligarlo a usar
nuevas palabras e imigenes simb6licas, presiones que generalmente o10 levana conformarse a
las circunstancias politicas a fin de sobrevivir. Si bien no es facil determinar en cada caso hasta
que punto ha llegado esta adaptaci6n, es evidente que, con la posible excepci6n de centros
extremadamente cosmopolitas, gran namero de rasgos fundamentales de la antigua
cosmovisi6n del mundo indi'gena subyace en las modernas culturas mestizas de America
Latina.60 Los elementos y estructuras indigenas que se encuentran en las literaturas orales de
las sociedades mestizas han sido estudiados, recogidos y recreados por ciertos escritores
modernos de Latinoamerica. Algunos han tratado de recuperar las palabras mismas de los
hablantes mestizos o de los indios de habla espafiola tal como son verdaderamente
pronunciadas. 6 1 Otros se toman la libertad de refundirlas en un lenguaje que consideran mis
gramatical, pulido o elegante. 6 2 Como los escritores se dan cuenta de que el habla popular
tiene sus propios valores, el primer camino es preferible, pero es muy tenue el limite que
separa el arte de editar las expresiones espontineas de una cultura mestiza y el campo de la
literatura de creaci6n. Aun donde no hay modo de descubrir lo que es simplemente tomrnado
de lo que es totalmente refundido, hay sin duda un animado componente aborigen en la obra
acabada de los modernos escritores americanos del folklore indigena. Las modernas literaturas
folkl6ricas indigenas se han desarroIlado principalmente en paises donde el proceso de
aculturaci6n ha ocurrido a lo largo de centurias. Ya no es asf. A medida que indi'genas de
remotas regiones selvaticas, boscosas o deserticas son gradualmente invadidos por la
civilizaci6n europea, surgen nuevas culturas mestizas. Las literaturas de estos mestizos
probablemente reemplazaran en espafiol las tradiciones indi'genas mis o menos puras que
todavia pueden escucharse en las lenguas verniculas. En estas nuevas formas de cruce cultural
no siempre son los santos cristianos y las autoridades politicas blancas las que reemplazan sus
equivalentes indigenas en las pautas de pensamiento aborigen sino mis bien medicinas
modernas como la aspirina y artefactos como machetes de acero, motores fuera de borda, y
radios a transistores. Pero la vieja magia tal vez ain reside en ellos.
Mientras las modernas literaturas indigenas reflejan las tradiciones abori'genes tales como las
cuentan los pueblos nativos, y la moderna literatura folkl6rica indigena presenta las
composiciones orales de las comunidades mestizas en un espaniol que incluye muchas
palabras y expresiones indigenas, la literatura "indigenista" hispanoamericana moderna es el
resultado del esfuerzo deliberado de autores modernos, impregnados de tradiciones europeas
y literatura hispanoamericana, para presentar en espaiol algunos aspectos de la vida indigena
que enriquezcan nuestra visi6n del mundo. Estos esfuerzos pueden tener razones esteticas,
morales, politicas, filos6ficas, u otras. Se han escrito obras de esta clase en prosa y en verso.
De las obras en prosa, la novela y el cuento han sido los g6neros favoritos. El ensayo
"indigenista" es otra notable forma literaria. Es conveniente establecer una diferencia entre
"indianista" e "indigenista." Por "indianista" significamos aquellas creaciones literarias de
escritores hispanoamericanos que presentan caracteres y temas indigenas como elementos
ex6ticos en composiciones literarias que de otro modo son totalmente europeas en su
enfoque y estilo. El indio puede ser objeto de sincera compasi6n, un buen salvaje que debe ser
protegido de las crueldades de los blancos, un ser profundamente humano a pesar de sus
rasgos fisicos y costumbres no europeos, pero la literatura "indianista" no proporciona ninguna
contribuci6n significativa para nuestro conocimiento de las culturas indigenas ni es afectada
bAsicamente por el tema indigena. Este fue por lo coman el modo de tratar temas indigenas
en las novelas del siglo XIX. Por otra parte, la literatura "indigenista" se esfuerza por introducir
las caracteristicas de la existencia y experiencia aborigenes en creaciones literarias
hispanoamericanas. Esta corriente comenz6 describiendo con cierta extensi6n la conducta y
atm6sfera social de los indios e incorporando libremente cierta cantidad de frases nativas al
texto espaiol de la narrativa. Aunque mis fiel a la realidad que el enfoque "indianista," era
todavia un recurso mecanico. La formaci6n etnogrifica y lingiiistica del escritor puede haber
sido buena, y al lector se le ofrecia una imagen mas segura de los aborigenes, pero 6stos
todava seguran siendo vistos desde fuera. Ahora el movimiento literario "indigenista" ha
hecho nuevos progresos. Ha sabido alcanzar t6cnicas mis refinadas para tratar la experiencia
de la vida indigena. Escritores como Miguel Angel Asturias, Jos6 Mari'a Arguedas y Rosario
Castellanos han transformado con exito las convenciones literarias para abordar la
cosmovisi6n indigena. 6 5 Han creado una nueva lengua, una nueva imagineri'a y una nueva
t6cnica usando ins6litos puntos de vista, modos de pensamiento, mitos y leyendas que
iluminan la vida espiritual indigena desde dentro. El lector es invitado a participar en una
nueva especie de experiencia vital, a someterse a cierta forma de iniciaci6n. El resultado final
no es ni puramente hispanoamericano convencional ni indio. El primero dejari'a afuera la
visi6n esencialmente indigena; el segundo serra ininteligible para los lectores de espafiol. Es un
nuevo lenguaje y modelo estetico inventado por el escritor para lograr una nueva realizaci6n
po6tica ontol6gica. Por medio de ella podemos tener acceso a una realidad que va mas ally de
la vida cotidiana y las formas convencionales de la literatura americana. No es ya una imagen
indigena selecta, mas o menos afortunadamente introducida en una composici6n, sino una
revelaci6n del espi'ritu indigena mediante la transformaci6n consciente de pautas literarias
europeas por escritores que en su mayor parte fueron educados con modelos esteticos
occidentales. Paralelamente con estos desarrollos en la ficci6n, el ensayo indigenista ha
tomrnado dos principales lineas de ataque. Una de ellas puede caracterizarse brevemente
como reflexiones acerca de la vida y cultura indigena con referencia a su progreso social y
econ6mico. A los indios, se dice, deberifa dirseles plena oportunidad de convertirse en
miembros del mundo moderno occidentalizado. La otra es mas bien un esfuerzo intelectual
por comprender la vida y valores indi'- genas basado en la creencia de que las formas de vida y
pensamiento indigenas pueden ensefiarnos a mirar el mundo como quizis alguna vez lo
hicimos, pero que ahora hemos olvidado completamente. La primera clase de ensayos
recomienda ayudar a los indios a obtener un progreso social tal como nosotros lo entendemos.
6 6 La segunda desea beber en fuentes indigenas para nuestro propio progreso espiritual.6 7
Una demanda mis democracia y tecnologia para los indios; la otra explora las costumbres,
pensamiento y expresi6n indigenas con la esperanza de que perennes visiones nativas
renueven nuestra casi agotada sabidurfa. Estas dos concepciones no son necesariamente
contradictorias. Debido a la diversidad de la situaci6n social y econ6mica de los diferentes
grupos de indios, y la gran divergencia en el grado de aculturaci6n o desintegraci6n de varias
sociedades nativas, es posible sostener puntos de vista diferentes acerca de lo que es mejor
para una comunidad indigena y la conveniencia de preservar modos tradicionales de
pensamiento y conducta. Estas concepciones dependeran en gran medida del estado actual de
la particular tribu o naci6n indigena a que nos refiramos. Observaciones finales Las piginas
precedentes han tratado de bosquejar el campo de las literaturas indigenas de America Latina
tal como las entendemos hoy. Para terminar este breve ensayo quisieramos subrayar algunos
puntos. 1. Las literaturas indigenas han sido siempre primariamente orales. Esto es verdad ain
para aquellas culturas que han tenido medios de fijar sus pensamientos en libros ilustrados y
escritura jeroglifica. Lo mismo puede afirmarse de aquellas sociedades que pudieron usar la
escritura romana y escribir en lenguas aborigenes despubs de la conquista. 6 8 2. En general, la
vida y tradici6n de los indios de America Latina ha sido un proceso de continuo cambio. Sus
literaturas tambi6n reflejan esta constante experiencia hist6rica y prehist6rica. De ningln modo
las literaturas indi'genas de America Latina deben ser reducidas a literaturas precolombinas. 3.
Mientras los descendientes de los pueblos que construyeron las mas grandes civilizaciones de
la America antigua siguen viviendo todavia en las mismas areas que sus antepasados, las
literaturas indigenas contemporineas de Latinoambrica no toman sus materiales de aquellos
pueblos solamente sino tambien de otros que no estuvieron en contacto con ellos y fueron
modificados por los blancos en fechas posteriores. 4. Aunque las lenguas aborfgenes son de
primera importancia para el estudio de las literaturas indigenas, el hecho es que en muchos
casos tenemos mis traducciones en lenguas modernas que textos originales y estamos
obligados a confiar en gran medida o acaso exclusivamente en estos materiales traducidos. Si
bien este enfoque no puede llevarnos muy lejos en el estudio de la poesia indigena, es
ciertamente atil para el estudio de mitos y leyendas. Muchas intuiciones, imigenes y pautas
mentales aborigenes sobreviven en las traducciones. 5. Un numero creciente de indios
contemporineos han podido expresarse en su segunda lengua y de este modo ayudar a los
estudiosos a comprender los antecedentes indigenas de las culturas nativas. Registros de estos
textos orales espafioles o portugueses pueden considerarse como una parte no despreciable
de la literatura indigena contemporinea. 6. Escritores "indigenistas" de America Latina han
superado el concepto de temas indi'genas como elementos ex6ticos en su literatura que por
o10 demas era formalmente europea, hispinica. Han transformado la literatura
hispanoamericana incorporando la visi6n indigena a una nueva creaci6n po6tica. 7. Ensayos y
estudios sobre la vida y cultura indigenas han propuesto no s610o soluciones sociales,
econ6micas y politicas a los problemas de las comunidades indigenas modernas sino tambi6n
han contriburdo a nuestro propio conocimiento de la realidad permitiendonos captar ideas
familiares al pensamiento indigena pero no al nuestro. 8. En el estado actual de aculturaci6n a
veces es dificil trazar una clara lfnea de separaci6n entre las culturas indfgenas mestizas y
blancas. En todo caso las literaturas indigenas se caracterizan por el predominio de puntos de
vista, estilos e imigenes que expresan modos de ver la realidad caracteristicos de los
aborfgenes americanos tradicionales. University ofPittsburgh JUAN ADOLFO VAZQUEZ