Discobolo de Mirón

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IDENTIFICACIÓN: Nos encontramos ante una copia romana del conocido Discóbolo, cuyo autor fue Mirón.

Realizada en torno al 455 a. C. podemos decir que es la primera obra del Clasicismo pleno dentro del arte griego.
Hoy se encuentra expuesta en el Museo Nacional Romano, que parece ser la más fiel al original, también existen
otras copias, con algunas diferencias.

Discóbolo de Mirón. Copia Romana (h. 455 a. C.) Museo Nacional Romano
DESCRIPCIÓN: Se trata de una escultura exenta o de bulto redondo, figurativa, de naturalismo idealizado. Está
tallada en mármol, aunque casi con toda seguridad, el original fue fundido en bronce mediante la técnica de la cera
perdida. Representa a un atleta en el instante justo de soltar el disco, con todo el cuerpo flexionado y lleno de
tensión, durante la celebración de unos juegos.

Discóbolo de Mirón. Copia Romana. British Museum


ANÁLISIS FORMAL: Esta obra podemos considerarla dentro del Pleno Clasicismo y reúne muchas de sus
características. En primer lugar, asistimos a un momento donde la proporción, la armonía y el número forman parte
del concepto estético de belleza. En la composición, se observa claramente como la figura se inscribe en un
semicírculo formado por los brazos, tratando de representar el equilibrio inestable dentro de una composición
geométrica. También es importante el concepto de mímesis o copia de la naturaleza, así como el protagonismo del
ser humano, ambos conceptos se funden en una idealización del cuerpo masculino como se observa en el canon
empleado, perfectamente equilibrado, así como en la representación de toda la anatomía. Se supera claramente, el
hieratismo arcaico, creando un movimiento sin precedentes en la escultura, a través de diagonales contrapuestas,
como las que se observan entre el torso y las piernas, así como con la contraposición de los arcos formados por los
brazos, creando una multiplicidad de puntos de vista, que invita al espectador a contemplar la escultura desde
diversos ángulos, aunque sin duda, desde su punto de vista lateral es donde mejor se aprecia la magnitud de la
obra. El modelado, es bastante plano, como podemos observar tanto en el pelo como en los músculos, lo que no
crea grandes juegos de claroscuros. A excepción del pelo, tampoco observamos diferentes tratamientos de las
superficies, sin llegar a obtener contrastes entre las texturas. Frente a la tensión del momento, contrasta el rostro
casi inexpresivo, sin duda, herencia todavía, del Estilo Severo.

FUNCIÓN Y SIGNIFICADO: Durante el Clasicismo, los artistas buscan la belleza ideal, entendida ésta como número
y proporción entre las partes. El arte no tiene otra función sino el arte en sí y es ajeno a otros significados de índole
político o religioso. El Discóbolo, es en este sentido, es una simple representación de la belleza ideal del cuerpo
humano, de forma racional, a través de la matemática. Seguramente la escultura estaría destinada a estar expuesta
en un ágora o cualquier otro espacio público.

COMENTARIO: Con el triunfo de la democracia en Atenas y durante el gobierno de Pericles, se llega a un periodo
de esplendor tanto en lo político, económico y cultural. Es durante este periodo donde se forma el Clasicismo Pleno,
que partiendo de muchos de los avances que se llevaron a cabo durante el Estilo Severo, se introducen nuevos
conceptos estéticos, formados a partir de la idealización en la representación de la naturaleza, el ideal del cuerpo
humano como receptáculo de la inteligencia y sobre todo la introducción de la armonía, entendida como proporción
entre las partes, regida por la matemática, en la búsqueda de la representación ideal.
Por tanto, la belleza, como criterio estético, se expresa de un modo racional, se abandonan los temas mitológicos y
se insiste en la representación del cuerpo humano, derivado del carácter antropocentrista de la sociedad de la
época. Las esculturas ya no tendrán un mensaje iconográfico, sino solamente estético, con el fin de crear placer por
la simple contemplación de la belleza. Su único fin será el arte por el arte.
El Discóbolo de Mirón, a pesar de tener todavía ciertos rasgos del Estilo Severo, como la representación del ethos,
que se observa en ese gesto contenido y sereno del atleta. Será una de las primeras obras que representen este
nuevo ideal de belleza, donde número y proporción jugarán un papel importante. El Discóbolo de Mirón fue muy
afamado en su época e incluso en siglos posteriores, como sabemos a través de las numerosas copias romanas. Su
influencia en el arte podemos verla incluso en el Pensador de Rodin.

IDENTIFICACIÓN: Nos encontramos ante la obra conocida como Ménade Furiosa o Ménade Danzante, se trata de
una copia romana de un original atribuido a Scopas, escultor originario de la isla de Paros. La obra está datada
hacia la mitad del siglo IV a. C. y pertenece al estilo Postclásico o Clasicismo Tardío. Hoy en día se encuentra
expuesta en el Museo Albertinum de Dresde. Su conservación no es muy buena, encontrándose en estado
fragmentario.

Ménade danzante o furiosa (copia romana) siglo IV a. C. – Scopas – Museo Albertinum de


Dresde
DESCRIPCIÓN: Se trata de una obra escultórica figurativa de carácter naturalista e idealizado. Es una escultura de
bulto redondo, de una figura femenina en actitud danzante, esculpida en mármol. El tema es mitológico, representa
a una ménade, las ménades eran mujeres que vivían casi en estado salvaje y practicaban el culto orgiástico de
Dionisos, donde a través de la intoxicación etílica derivada del consumo del vino llegaban a un frenesí extático.
ANÁLISIS: En el siglo IV a. C. los artistas comienzan a buscar nuevas formas de expresión, se abandona la
búsqueda de la belleza ideal y del uso de las matemáticas y la proporción como medios para plasmar la belleza. En
este caso Scopas trata de transmitir fuerza expresiva y un estado de ánimo, mediante la representación del éxtasis o
frenesí de la danza en el rito dionisíaco. Para ello, esculpe un cuerpo casi en el estado de convulsión, de una gran
sensualidad, que además transmite gran movimiento y dinamismo, y que se acentúa por la profundidad de los
pliegues creando efectos de luces y sombras. Esta profundidad de los pliegues junto con las ondas del cabello
contrastan con la suavidad de la piel de la figura femenina. Scopas utiliza una estructura compositiva abierta,
alejándose de la concepción frontal, alcanzando su máxima expresión con la contemplación de la obra desde un
lateral o diagonal. A ello debemos sumar un perfecto estudio de la anatomía femenina., que se deja adivinar gracias
el empleo de la técnica de paños mojados. El rostro muy deteriorado, es posible que reflejara una expresión de
frenesí o desato de las pasiones, una búsqueda del «pathos» que exalta el sentimiento, abandonando el «ethos» o
dominio de las pasiones del estilo Clásico.
FUNCIÓN Y SIGNIFICADO: No conocemos exactamente la función de la obra ni dónde estaría destinada. No
obstante, el artista trataría de representar los estados del alma, relacionados con la pasión del hombre, un interior
atormentado, un éxtasis desmesurado, en resumen, la parte más irracional del hombre.
COMENTARIO: En el siglo IV a. C. y tras las Guerras del Peloponeso, asistimos a un momento, donde los ideales
clásicos de orden cívico, de dominio de las pasiones y la serenidad se van abandonando. Los desastres de la
guerra, unidos al hambre y la destrucción, suponen el abandono del Platonismo y el surgimiento de nuevas formas
de pensamiento como el Estoicismo o el Hedonismo que tiene su reflejo en el arte, con artistas como
Práxiteles, Scopas o Lisipo, buscan otros medios de expresión, a veces su busca el lado amable de lo humano,
como en el Apolo con Dionisos niño de Praxíteles, otras veces se acude en busca de lo más irracional como en
esta Ménade Furiosa de Scopas. El gran efecto emocional de la obra, anuncia claramente la etapa posterior de la
escultura griega. el Helenismo.

COMENTARIO HÉRCULES FARNESE

Lisipo escoge para la composición el uso del contrapposto, con una marcada curva que
recuerda a las composiciones de Praxíteles. La musculatura es marcada y voluminosa,
llegando a presentar diartrosis o exageración en las articulaciones como se observa en el
pliegue inguinal, aunque huye de planos geométricos como hiciera Policleto, resultando una
escultura de gran naturalidad. Podemos decir que la composición es cerrada, no sólo en su
forma, sino en su contenido, ya que Hércules aparece absorto en sus pensamientos, no
obstante, la forma del contrapposto, así como la mano en la espalda que esconde la manzana
del jardín de las Hespérides, invitan al espectador a la búsqueda de diferentes puntos de vista.
Como observamos utiliza diferentes texturas, que dan lugar a una superficie fina y pulida en el
desnudo, mientras que el pelo y la barba, así como la melena del león presentan un trabajo a
trépano que forman contrastes de luces y sombras.El rostro, al igual que hiciera Lisipo con el
Apoxiomeno, huye de expresiones exageradas y prefiere un gesto comedido, representando
el ethos, o dominio de las pasiones. En cuanto a la actitud, Lisipo no representa al héroe en su
victoria, sino que trata de humanizarlo al presentarlo abatido y cansado tras la realización de
los 12 trabajos.

DENTIFICACIÓN: Nos encontramos ante una


copia romana del Apolo Sauróctono. El original, seguramente fue fundido en
bronce, entre el 360-340 a.
C. Su autor fue Praxíteles, uno de los autores más importantes del Clasicismo
tardío o Postclasicismo. Existen varias copias que podemos encontrar en el
Museo del Louvre o en los Museos Vaticanos, en un buen estado de conservación.
Apolo Sauróctono (Copia Romana). Praxíteles. Museos Vaticanos
DESCRIPCIÓN: Se trata de una escultura
figurativa, de carácter naturalista, en pie y de bulto redondo. Como hemos mencionado
anteriormente, seguramente fuera fundida en bronce con la técnica de la cera
perdida. El tema es mitológico y representa a un joven Apolo en el momento de
lanzar un dardo a lagarto que sube por el árbol. Podría tratarse de una interpretación más humana del mito de Apolo
y el dragón ctónico
ANÁLISIS FORMAL: Praxíteles respeta el
canon de 8 cabezas en esta obra, como en la mayoría de sus obras emplea la
conocida como “curva praxiteliana” en realidad, un contrapposto llevado al
extremo, la sinuosidad de la silueta de Apolo impregna de movimiento y
dinamismo la composición, también de elegancia y sensualidad, al tiempo que contrasta con la rigidez del tronco. La
talla es fina y elegante, como observamos en las finas texturas de la piel del
joven Apolo, que contrasta con los claroscuros de las texturas del cabello, el
tronco o la piel del lagarto. A pesar de ser de bulto redondo, está concebida
para ser vista de frente, aún así el brazo que sostiene el dardo rompe el plano
frontal con el espectador, que junto con las diagonales que se trazan entre los
brazos y la mirada entre Apolo y el lagarto crean una variedad de puntos de
vista. El rostro de Apolo aparece pensativo, sin representar muchas emociones,
recordando al “ethos” clásico.
FUNCIÓN Y SIGNIFICADO: No sabemos muy bien que función tendría esta escultura ni donde estaría destinada,
aunque su función podría ser la del «arte por el arte», con la única intención de deleitar al espectador a través de la
contemplación de una belleza elegante. En cuanto al significado podemos decir que se trata de una interpretación
lúdica del mito de Apolo y el dragón ctónico de Delfos llamado Pitón, Pitón obtuvo el encargo por parte de Hera de
perseguir y matar a Leto, madre de Apolo. También se ha interpretado como Apolo en su etapa de pastor tras matar
a los Cíclopes, en este caso tendría un sentido bucólico o pastoril.
COMENTARIO: Tras el esplendor de la época
de Pericles, toda la Hélade
cae en un profunda crisis tanto en lo político, social y cultural que
desembocará en las Guerras del Peloponeso entre el 431-404 a. C. A partir de este
momento, muchos de los valores cívicos en los que se había basado la vida
social en las diferentes polis griegas comienzan a cuestionarse apareciendo
nuevas formas de pensamiento como el Estoicismo o el Hedonismo. En el arte,
esta crisis de valores tiene su reflejo en el estilo Postclásico o
Postclasicismo, donde se tiende a humanizar a los dioses como en este Apolo
Sauróctono de Praxíteles o bien en la búsqueda de emociones como podemos observar en otros
autores como Scopas.
Víctoria de Samotracia (siglo II a. C.) Museo del Louvre.
París

DESCRIPCIÓN: La Victoria de Samotracia es una escultura de carácter figurativo, de bulto redondo y en píe. Está
tallada en mármol y tiene un altura de 2,65 m. El tema es mitológico, representando a una Atenea de la Victoria o
Atenea Niké, como podemos apreciar por sus alas desplegadas y estaría en un pedestal con forma de proa de
barco.
ANÁLISIS FORMAL: La Víctoria de Samotracia es una de las mejores expresiones del arte helenístico. Entre sus
características formales se encuentran la búsqueda del movimiento y el dinamismo frente al equilibrio del periodo
clásico. En este caso, el autor opta por una composición abierta, con unas líneas diagonales donde se enmarcan las
alas, y el propio cuerpo, que parece abalanzarse hacia el frente provocando esa sensación de desequilibrio,
podemos añadir una suave torsión que contribuye a esa sensación de desequilibrio que invita al espectador a
buscar diversos puntos de vista de la figura. Además, el empleo de la técnica de los paños mojados, da lugar a
numerosos pliegues en el jitón, que se arremolinan a lo largo del cuerpo, como si la figura avanzara contra el viento
o como si se posara sobre la proa de un barco. El modelado de los diferentes volúmenes anatómicos consiguen una
gran expresividad, la anatomía se transparenta a través del peplo, empleando la técnica que popularizara el gran
Fidias, el estudio anatómico es perfecto, dando lugar a unos volúmenes naturales y proporcionados, lo que
contribuye a crear una escultura de gran belleza y sensualidad. Además encontramos un gran repertorio de texturas,
sobre todo en los pliegues, que van desde los finos y transparentes a los gruesos y arremolinados, también
observamos texturas originales en la talla de las alas que imitan la suavidad de las plumas, el conjunto transmite
violentos contrastes de luces y sombras que contribuyen a una mayor expresividad y dramatismo.
FUNCIÓN Y SIGNIFICADO: La escultura fue encontrada en el santuario de Cabiros en Samotracia en 1863.
Cumpliría una función votiva y conmemorativa, y seguramente celebraría la victoria de Samotracia sobre Antíoco III
de Siria.
COMENTARIO: Con las conquistas de Alejandro Magno, la cultura griega comienza a recibir nuevas influencias
tanto en lo político, en lo social como en lo artístico. En cuanto a lo artístico, comienzan a participar de nuevas
tendencias muchas llegadas de otras zonas mediterráneas como Egipto, Persia y Mesopotamia que contribuyen a
crear un arte que abandona la racionalidad y equilibrio clásicos y comienza una búsqueda del movimiento, el
desequilibrio, el dramatismo, la tensión, el patetismo y la representación del dolor o el sufrimiento además de otras
emociones. Con todo el periodo helenístico lo podemos clasificar como un barroquismo de las formas clásicas como
podemos apreciar en esta Victoria de Samotracia. Además se configuraron varias escuelas, que desarrollaron
estilos distintos que se distinguían por la representación más acentuada o menos de algunas características
descritas anteriormente. La Víctoria de Samotracia, pertenece a la Escuela de Rodas, donde se acentúa el
dramatismo, el movimiento y el desequilibrio. Estos efectos también los podemos encontrar en otras obras de esta
escuela como la conocida El Laocoonte y sus hijos.
COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE
LA ALEGORÍA DEL RÍO NILO
ANÁLISIS DE LA OBRA

Nos encontramos ante un grupo escultórico que representa al río Nilo como
un anciano recostado acompañado por una esfinge que simboliza su recorrido
egipcio y dieciséis niños pequeños jugando a su alrededor. Según Plinio, los
dieciséis niños que rodean y trepan por el cuerpo del Nilo representan los
dieciséis codos que podían crecer las aguas del río en la estación de la inundación
de los campos.

Esta obra se trata de una copia romana de un original griego, más


concretamente helenístico de la Escuela de Alejandría, creada con mármol
blanco, una piedra dura que permite una vida más duradera de la obra. La
alegoría del río Nilo fue descubierta en el siglo XVI en Roma en el transcurso de
unas excavaciones.

Esta obra tiene rasgos que se aprecian en todas las esculturas de la época. En
primer lugar, se fijó como módulo la cabeza y, a diferencia de los egipcios,
variaron el canon de belleza ideal del cuerpo humano con el transcurso del
tiempo: en el siglo V la proporción armónica fue de siete cabezas, y en el siglo IV
subió a ocho.

Los griegos opinaban que el desnudo era un esqueleto perfecto; este principio de
la diartrosis les hizo acentuar a división entre el tronco y las extremidades, y
dentro del torso marcaron nítidamente los pectorales, la cintura y el pliegue
inguinal. Finalmente rompieron con la ley de frontalidad tan típica en el arte
egipcio para adoptar la postura de contraposto.

Gracias a las conquistas de Alejandro Magno comienza lo que se denomina el


periodo helenístico, donde la visión del arte griego fue adaptándose a los nuevos
estilos más orientales aportando a la escultura un ligero toque exótico. No solo se
representan cuerpos adultos atléticos sino que aparecen ya niños y ancianos. Se
abandona el idealismo clásico buscando un mayor realismo de la figura y una
búsqueda de movimiento.

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