Marco Conceptual
El método Just in Time (JIT), también denominado sistema “Justo a Tiempo”, es
una metodología originalmente creada para la organización de la producción cuyo
objetivo es el de contar únicamente con la cantidad necesaria de producto, en el
momento y lugar justo, eliminar cualquier desperdicio o elemento que no aporte
valor, produciendo solo lo necesario, en la cantidad exacta y en el momento
preciso. Su objetivo principal es optimizar los procesos de producción y reducir
costos al minimizar el inventario y maximizar la eficiencia. Actualmente el Sistema
Just in Time se aplica de forma generalizada en los procesos logísticos de los
almacenes con el fin de conseguir la mayor eficiencia posible en toda la cadena de
suministro, requiere de una gran coordinación y organización entre todos los
elementos que interactúan en la cadena de suministro.
Principios Fundamentales del JIT
Eliminación del desperdicio: Identificación y eliminación de todo aquello
que no agrega valor al producto final.
Producción a demanda: Fabricación de productos solo cuando son
requeridos por el cliente, evitando la sobreproducción.
Flujo continuo: Organización de los procesos de producción de forma
secuencial y sin interrupciones.
Calidad total: Compromiso con la excelencia en todos los procesos para
evitar defectos y retrabajos.
Involucramiento de los empleados: Fomento de la participación de todos
los trabajadores en la mejora continua.
Herramientas Clave del JIT
Kanban: Sistema visual que controla el flujo de producción, señalando
cuándo y cuánto producir.
5S: Metodología para organizar el lugar de trabajo, asegurando un
ambiente limpio y ordenado.
Kaizen: Filosofía de mejora continua, buscando pequeñas mejoras
constantes en los procesos.
Mantenimiento productivo total (TPM): Involucramiento de todos los
empleados en el mantenimiento de los equipos para evitar averías.
Beneficios del JIT
Reducción de costos: Menor inventario, menos desperdicio y mayor
eficiencia en la utilización de recursos.
Mejora de la calidad: Mayor atención a los detalles y menor tolerancia a
los defectos.
Mayor flexibilidad: Capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios en
la demanda del mercado.
Incremento de la productividad: Mejor utilización de los recursos y
eliminación de tiempos muertos.
Mejoras en las relaciones con los proveedores: Colaboración estrecha
para garantizar la entrega de materiales a tiempo.
Implementación del JIT
La implementación del JIT requiere de un cambio cultural en la organización y un
compromiso a largo plazo. Algunos pasos clave incluyen:
Análisis de los procesos existentes: Identificación de las áreas de mejora
y oportunidades para eliminar el desperdicio.
Capacitación del personal: Los empleados deben ser capacitados en las
herramientas y principios del JIT.
Cambio en la mentalidad: Fomento de una cultura de mejora continua y
colaboración.
Implementación gradual: Introducción de las herramientas y técnicas del
JIT de forma progresiva.
Marco Referencial
“Just in time” (que también se usa con sus siglas JIT), literalmente quiere decir
“Justo a tiempo”. Es una filosofía que define la forma en que debería optimizarse
un sistema de producción. Se trata de entregar materias primas o componentes a
la línea de fabricación de forma que lleguen “justo a tiempo” a medida que son
necesarios. El JIT no es un medio para conseguir que los proveedores hagan
muchas entregas y con absoluta puntualidad para no tener que manejar grandes
volúmenes de existencia o componentes comprados, sino que es una filosofía de
producción que se orienta a la demanda. La ventaja competitiva ganada deriva de
la capacidad que adquiere la empresa para entregar al mercado el producto
solicitado, en un tiempo breve, en la cantidad requerida. Evitando los costes que
no producen valor añadido también se obtendrán precios competitivos. Con el
concepto de empresa ajustada hay que aplicar unos cuantos principios
directamente relacionados con la Calidad Total. El concepto parece sencillo. Sin
embargo, su aplicación es compleja, y sus implicaciones son muchas y de gran
alcance.
Desde sus orígenes en los años 50 el sistema Just in Time se aplicaba
para optimizar el espacio de almacenaje utilizado por las empresas.
La reducida superficie territorial de Japón hacía que uno de los factores más
valorados en las empresas fuera el espacio disponible, y por tanto una de las
principales ventajas que aportaba el JIT era el ahorro de espacio mediante
la reducción del exceso de existencias o stock.
La aplicación del sistema Just in Time en una empresa requiere de un perfecto
funcionamiento de la logística, con una comunicación y organización plena entre
proveedores y clientes de la cadena de suministro. El sistema “Justo a tiempo”
aplicado a la logística afecta directamente al proceso de gestión de stock, la
preparación de pedidos, gestión del transporte y atención al cliente y postventa.
Este reto se hace más complejo si cabe con la globalización y el crecimiento de la
compra online que requiere del servicio en plazos muy reducidos y de un nivel de
stock disponible muy alto en almacén. Los almacenes deben ubicarse
estratégicamente para cumplir su función dentro de la cadena de suministro, ya
sea en el lugar de fabricación o en un punto intermedio para su distribución.
Para aplicar la filosofía Just in Time correctamente en el almacén se
deben suprimir todas las fases que no aportan valor al proceso, por lo que se debe
estudiar en profundidad el sistema de almacenaje a instalar y su tipo de gestión y
flujo de producto, se deben reducir las distancias recorridas por operarios y
carretillas elevadoras, se deben reducir los tiempos de la preparación de pedidos y
simplificar el proceso de recepción y expedición de la mercancía. El máximo grado
de optimización del método Just in Time se puede conseguir con la instalación de
un sistema de almacenaje automatizado que optimiza todas las tareas anteriores.
El JIT tiene 4 objetivos esenciales:
1. Poner en evidencia los problemas fundamentales
Para describir el primer objetivo de la filosofía JIT los japoneses utilizan la
analogía del “río de las existencias”. El nivel del río representa las existencias y las
operaciones de la empresa se visualizan como un barco. Cuando una empresa
intenta bajar el nivel del río, en otras palabras, reducir el nivel de las existencias,
descubre rocas, es decir, problemas. Hasta hace bastante poco, cuando estos
problemas surgían en algunas empresas, la respuesta era aumentar las
existencias para tapar el problema.
2. Eliminar despilfarros
Eliminar despilfarros implica eliminar todas las actividades que no añaden valor al
producto con lo que se reduce costes, mejora la calidad, reduce los plazos de
fabricación y aumenta el nivel de servicio al cliente.
3. En busca de la simplicidad
El JIT pone mucho énfasis en la búsqueda de la simplicidad, basándose en
el hecho de que es muy probable que los enfoques simples conlleven una
gestión más eficaz. El primer tramo del camino hacia la simplicidad cubre 2
zonas: Flujo de material Control de estas líneas de flujo Un enfoque simple
respecto al flujo de material es eliminar las rutas complejas y buscar líneas
de flujo más directas, si es posible unidireccionales. Otro es agrupar los
productos en familias que se fabrican en una línea de flujo, con lo que se
facilita la gestión en células de producción o “minifactorías”. La simplicidad
del JIT también se aplica al manejo de estas líneas de flujo. Un ejemplo es
el sistema Kanban, en el que se arrastra el trabajo.
4. Establecer sistemas para identificar los problemas
Con los sistemas de arrastre / kanban se sacan los problemas a la luz. Otro
ejemplo es el uso del control de calidad estadístico que ayuda a identificar
la fuente del problema. Con el JIT cualquier sistema que identifique los
problemas se considera beneficioso y cualquier sistema que los enmascare,
perjudicial.
Si realmente queremos aplicar el JIT en serio tenemos que hacer 2 cosas:
Establecer mecanismos para identificar los problemas
Estar dispuestos a aceptar una reducción de la eficiencia a corto
plazo con el fin de obtener una ventaja a largo plazo.