Reporte de Lectura PDF
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Matricula: 100397936
REPORTE DE LECTURA
1. Psicologia evolutiva
Esta disciplina hace hincapié en los procesos de cambio por los cuales el sujeto va
pasando a lo largo de su vida, teniendo en cuenta la presencia de elementos distintivos e
individuales que nos hacen únicos, pero de similitudes en lo que respecta al proceso de
desarrollo en cuestión. También tiene en cuenta que en dicho desarrollo vamos a
encontrar factores tanto biológicos como ambientales. Se valora el medio sociocultural,
el grado de maduración biológica y la interacción del organismo con el mundo.
Las teorías del desarrollo psicológico del niño prestan atención a cómo crecen y se
desarrollan éstos a lo largo de la infancia en distintas áreas: social, emocional y cognitiva.
Aunque técnicamente la Psicología del Desarrollo estudia todas las etapas de la vida, en
la práctica pone mucha atención en la infancia y en la adolescencia, pues en estos años
somos especialmente vulnerables.
3. Infancia
Primera infancia: es la etapa de la vida que va desde el nacimiento hasta los 6 años
Infancia: es la etapa que se desarrolla entre los 6 a 12 años
Durante la infancia es importante que las familias y personas que estén al cuidado valoren
sus logros, y que les apoyen cuando algo les cueste. También son importante los modelos
que observan de las personas adultas, por eso es clave guiarlos a través del ejemplo.
4. Niñez
La niñez es la etapa del desarrollo humano que abarca desde el nacimiento hasta la entrada
a la pubertad o adolescencia, momento que puede variar entre los 12 y 13 años según la
persona. Durante esta etapa tiene lugar el proceso de crecimiento más importante, en el
que el sujeto adquiere las habilidades mínimas necesarias para vivir e insertarse en la
sociedad. Algunas son el control de esfínteres, la motricidad, el lenguaje, el razonamiento,
la adquisición de valores básicos, etc.
La niñez se divide en tres etapas esenciales:
5. Juventud
Cabe destacar que “ser Joven” constituye un conjunto social de individuos y cada
sociedad tiene su determinado “tipo de jóvenes”, pues este, varía según las regiones e
incluso dentro de un mismo país, por diversos factores: hereditarios, clima local, estado
de salud, alimentación, clase social y cultural, nivel de actividad física o intelectual,
cultura, educación, entre otros.
Sin embargo, hay algunos elementos que pueden servir para entender mejor de qué se
trata la juventud. Por un lado, es el momento de vida en el que se empieza a establecer su
identidad, y todo dependerá del modo de comportarse y actuar, además de todas aquellas
proyecciones, expectativas y sueños que el individuo tenga para empezar a moldear para
su vida futura.
6. Vejez
La vejez es el período vital que sigue a la madurez. Si bien no existe una edad determinada
para señalar su inicio en los seres humanos, la Organización Mundial de la Salud ubica
esta etapa a partir de los 60 años.
Aunque la vejez implica un deterioro orgánico gradual, son las condiciones de vida
previas y los factores genéticos los que determinarán una evolución favorable o no de esta
etapa. Desde el punto de vista biológico y en el contexto de las etapas del desarrollo
humano, la vejez es la última fase de la vida. Se caracteriza por cambios físicos,
psicológicos y sociales asociados con el envejecimiento celular y sistémico.
7. Adolescencia
8. Pubertad
La pubertad es una parte normal de la vida. Sin embargo, es muy común sentir ansiedad,
entusiasmo y confusión al respecto. Saber qué puedes esperar durante esta etapa puede
ayudarte a que estos cambios sean menos extraños y estresantes. Hablar con tu padre,
madre, cuidador y otras personas adultas en quien confíes también te ayudará. Después
de todo, ellos también pasaron la pubertad y saben qué se siente. Seguramente entiendan
cómo te sientes y tendrán buenos consejos para darte.
9. Desarrollo psicológico
El desarrollo psicológico contempla todas las etapas por las que pasamos a lo largo de
nuestra vida. Se trata de un proceso enfocado sobre todo en los niños y preadolescentes,
pero que no se queda solamente ahí. De hecho, analiza el funcionamiento de la mente
humana incluso hasta la vejez. Esto permite, entre otras cosas, comprender cómo cambian
nuestras percepciones a medida que nos hacemos mayores.
La teoría de la maduración de Arnold Gesell trata de explicar el orden en que se dan los
principales aprendizajes y desarrollo de habilidades durante la infancia, además de darle
una explicación, desde lo fisiológico, de porqué se da este orden concreto.
Esta teoría, al igual que otras tantas de la psicología del desarrollo, no ha estado exenta
de críticas, aunque cabe decir que prácticamente a cien años de ser formulada sigue
teniendo mucho peso en esta rama. Veamos con mayor detalle de qué se trata.
Arnold Gesell consideraba que la genética y el ambiente ejercen un papel muy importante
sobre el desarrollo de la persona, sin embargo, su investigación se centró especialmente
en la parte fisiológica del desarrollo. Utilizando su lenguaje, el término ‘maduración’ para
Gesell hace referencia a un proceso más de tipo biológico que no tanto social, en el que
se le da mayor peso a la influencia de los genes que no a los factores ambientales a los
que la persona esté expuesta.
En la investigación llevada a cabo por este psicólogo, pudo observar que el desarrollo
ocurría siguiendo una secuencia fija en cuanto a la formación de los órganos y desarrollo
físico ocurrido tanto siendo un embrión como durante la infancia. El desarrollo fisiológico
ocurría siempre de cabeza a pies, tanto antes como después del parto.
En cuanto al comportamiento más complejo, los bebés aprenden primero a sentarse, luego
a permanecer de pié sin necesidad de apoyo de un adulto, caminar y, finalmente, correr.
Todos los bebés aprenden estas capacidades en este mismo orden de acuerdo a la teoría,
y el fundamento de ello es que es debido a que el sistema nervioso va desarrollándose de
la misma manera en todas las personas, aunque a ritmos diferente.
Son múltiples los factores ambientales a los que está expuesto el niño a lo largo de su
desarrollo, como pueden ser el estatus socioeconómico de su familia, las relaciones con
sus padres, tipos de alimentación, entre otros.
Sin embargo, la teoría sostiene que cada bebé tiene su propio ritmo de maduración, el
cual se verá optimizado si el entorno social es consciente de cómo va desarrollándose el
niño y le dan los estímulos sociales necesarios dados a su debido momento. De la teoría
se extrae que una vez el niño haya adquirido el pleno desarrollo de su sistema nervioso,
éste podrá dominar múltiples capacidades tanto individuales como sociales. (Montagud
Rubio, 2019)
Freud también fue el percusor del término “libido”. Con esta palabra quería referirse a la
energía vital que mueve el comportamiento humano. Para Freud, era esta energía vital la
vertiente de la sexualidad humana. Dicha energía, la componen impulsos que nos llevan
realizar acciones a corto plazo o que sea nuestra psique la que reprima dichos impulsos
para alejarnos del peligro o no entrar en conflicto en el ambiente en el que nos han criado.
Según este esa energía vital se expresa a través de la sexualidad y esta empieza a
desarrollarse, según Freud, en las primeras semanas de la vida. Sin embargo, entendía la
sexualidad como algo que iba mucho más allá de la reproducción y la excitación sexual.
Para él, era un concepto mucho más abstracto y que es lo que mueve a la persona y que,
por tanto, está reprimiendo todo el tiempo. En realidad, lo que estaba relacionando era la
personalidad con los impulsos, la afectividad y la intimidad.
Este es un concepto muy difícil de entender y que requiere mucho tiempo de estudio en
el psicoanálisis para llegar a comprenderlo del todo. En la teoría psicosexual de Freud, el
psiquiatra hablaba de las pulsiones “como un concepto fronterizo entre lo anímico y lo
somático”, lo que proviene del interior del cuerpo en forma de estímulo, producido por
excitaciones del exterior. Otros autores que han estudiado a Freud definen la pulsión
como: “el proceso dinámico consistente en un empuje que hace tender al organismo hacia
un fin”, alegando que la pulsión tiene su origen en la excitación corporal y su fin es acabar
con el estado de tensión. Esto conlleva un gasto de energía muy alto, ya que es una fuerza
constante proveniente del cuerpo y de la que somos conscientes a través del estado
afectivo.
La teoría psicosexual de Freud viene a decir que la personalidad se desarrolla según las
experiencias de vida de cada persona, las cuales determinan la manera el que se modelan
la relación entre el inconsciente y lo que lucha por reprimir esa fuerza o esas pulsiones.
De esta forma, la personalidad dependerá de la manera en que se hayan afrontado las
diferentes etapas psicosexuales y los retos que cada una de ellas aguarda. Te contamos
cuáles son dichas etapas en el siguiente apartado.
Pavlov, hizo posible que apareciese el conductismo, aunque quien hizo conocidas en el
mundo todas sus ideas fue John B. Watson, muchos años después, debido a que los
experimentos de Pavlov se habían realizado en la unión soviética, en un principio la
intención de Pavlov no era estudiar el aprendizaje, sino la salivación de los canes. Tras
repetidos ensayos, lo que llamo su atención era que los perros segregaban saliva,
independientemente de que les diera de comer o no, esto ocurría porque los animales
habían aprendido que cuando Pavlov entraba, recibirían su comida. A raíz de ahí, el
fisiólogo ideó el famoso experimento de la campana, y es ahí cuando nace el
condicionamiento clásico.
El condicionamiento clásico o Pavloviano es un aprendizaje que implica respuestas
automáticas o reflejas, siendo una conexión entre un estímulo nuevo y un reflejo ya
existente. Es un tipo de aprendizaje según el cual un estímulo originalmente neutro, que
no provoca respuesta, llega a poder provocarla gracias a la conexión asociativa de este
estímulo con el que normalmente provoca dicha respuesta.
La teoría del condicionamiento operante de Skinner está muy influida por los reflejos
condicionados de Pavlov, y del psicólogo Edward Thorndike, que propuso lo que él llamó
la ley del efecto. De acuerdo con este principio, es más probable que se repitan las
acciones deseables cuando son seguidas por una consecuencia positiva, mientras que las
acciones indeseadas si son ignoradas tienen menos probabilidades de que ocurran.
Skinner creyó que era posible explicar la conducta de los individuos, como un conjunto
de respuesta fisiológicas condicionadas por el entorno, y se entrega al estudio de las
posibilidades que ofrecía el control científico de la conducta mediante técnicas de
refuerzo.
La teoría del aprendizaje social se basa en la premisa de que las personas no solo aprenden
a través de la experiencia directa, sino también al observar a los demás. Albert Bandura,
un psicólogo canadiense desarrolló esta teoría en la década de 1960, y la enriqueció con
tres conceptos clave: que las personas aprenden más en entornos sociales a través de la
observación e imitación, que el estado mental de las personas puede afectar este proceso
de aprendizaje y que aun cuando algo se aprende, no quiere decir que habrá un cambio de
comportamiento en la persona. (De la Torre, 2024)
Tal vez el modelo más conocido y aceptado de la psicología evolutiva es el de Jean Piaget,
al que algunos autores consideran el auténtico padre de la disciplina. La teoría de este
autor trata de dar explicación sobre cómo evoluciona y se adapta la cognición del ser
humano a lo largo del desarrollo.
Esta teoría supone que a lo largo del desarrollo van surgiendo cada vez más capacidades
y esquemas de pensamiento más complejos, pasado en sujeto por diversos estadios o
periodos del desarrollo. Para este autor lo biológico/orgánico impera sobre lo social,
dependiendo y siguiendo el aprendizaje al desarrollo.
El autor identifica el periodo sensoriomotor (en el que los esquemas meramente reflejos
de la interacción, dura aproximadamente hasta los dos años de edad), el preoperatorio (en
que empieza a aprender a usar símbolos y abstracciones entre los dos y seis años), el de
las operaciones concretas (entre los siete y once años, en la que aparece la capacidad de
hacer diferentes operaciones mentales y resolver problemas lógicos) y el de las
operaciones formales (en que ya se da a partir de aproximadamente los doce o quince
años un pensamiento hipotético-deductivo y una capacidad de abstracción completa,
típico de adultos).
La cultura y la sociedad marcan en gran medida el desarrollo del niño, a través de procesos
de internalización de la información externa obtenida mediante la acción. El niño primero
aprende interpersonalmente para posteriormente realizar un aprendizaje intrapersonal.
Microsistema (cada uno de los sistemas y ambientes en que el niño participa directamente,
como familia y escuela), mesosistema (relaciones entre los componentes de los
microsistemas), exosistema (el conjunto de elementos que influyen en el niño sin que este
participe directamente en ellos) y macrosistema (el contexto cultural) son junto al
cronosistema (sucesos y cambios que pueden llegar a ocurrir a lo largo del tiempo) son
los aspectos que este autor más valora a nivel estructural.
Referencias