UNIVERSIDAD

NACIONAL DEL
NORDESTE

FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES

Modulo: “Fundamentos pedagógicos y didácticos de la

educación virtual”

Profesora: Silvia Andreoli

Profesor Tutor: María Mercedes Martín

Alumno: Fernando Abel Angélico

DNI: 32880342

Año: 2024

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 Trabajo Final

1) Realizar un análisis reflexivo sobre un interrogante relevante en la

integración de tecnología digital de enseñanza.
OBJETIVO: Identificar y analizar profundamente un problema específico
relacionado con la integración de tecnología digital en el ámbito de la
docencia, fundamentando la discusión en la bibliografía del curso, el trabajo
grupal realizado y los intercambios entre pares.

El trabajo final debe incluir los siguientes componentes:

1) Selección del interrogante, elija un interrogante especifico relacionado con la

integración de la tecnología digital en la docencia que le parezca
particularmente relevante, urgente o desafiante.
2) Fundamentación del Problema: Describa el problema elegido, explicando la
decisión personal de haberlo elegido y su contexto.
3) Análisis Crítico: Realice un análisis crítico del problema, considerando las
implicancias pedagógicas, tecnológicas y sociales. Reflexione sobre los desafíos
que presenta para los docentes, los estudiantes y las instituciones educativas.
Examine también las posibles soluciones o estrategias que se han propuesto o
implementado para abordar este problema, evaluando su efectividad.
4) Reflexión teórica: Consolide el análisis crítico con una reflexión teórica sobre el
problema, apoyándose en la bibliografía del curso.
5) Conclusiones: Finalice con conclusiones que sinteticen sus análisis y reflexiones.

Extensión: Entre 2000 y 2500 palaras.

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Desarrollo:

Interrogante:
¿Cuál es el papel de la colaboración entre estudiantes y docentes en el entorno
digital para fomentar el aprendizaje activo y la construcción colectiva del
conocimiento?

Fundamentación del Problema:

Tomo esta preguntada como puntapié inicial para realizar mi reflexión dado
que la misma moviliza mi postura y rol ante el uso de las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación en mis prácticas docentes, el uso de las mismas me
desafía constantemente, pues los avances que día a día se observan en esta son
significativos y denotan una necesidad de actualización constante por parte de los
educadores, en mi caso algunas veces requiero de la orientación de mis estudiantes y
compañeros para realizar diferentes actividades, y de esta manera construimos
colaborativamente los conocimientos. Actualmente me encuentro con los desafíos
que presentan herramientas como la Inteligencia artificial, el campus virtual, las
carteleras digitales, la plataforma Moodle y tantos otros recursos con los que
contamos en los escenarios educativos en esta época.

Análisis Crítico:
Como docentes somos testigos de que existe una estrecha relación entre la
tecnología y la educación (Gros y Suárez, 2016). La pedagogía, debe utilizar las
potencialidades de los recursos tecnológicos para generar nuevos conocimientos,
como lo plantean los autores a trabajados, a nosotros como docentes nos compete
generar situaciones de aprendizaje que inviten a trabajar colaborativamente, sin
cerrarnos en el que solo el docente tiene el saber, pues pensar sobre las finalidades de
educar con tecnología lleva a la pregunta sobre el para qué y el porqué de la
integración de las tecnologías digitales en los procesos educativos y muchas veces son
los estudiantes quienes tienen las respuestas. En este tema ellos también son parte

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importante de la construcción colaborativa de los saberes y tienen mucho para
aportar, a veces mas que los propios docentes.
Esta reflexión me invita a pensar en diferentes términos como los de
alfabetización digital, competencias digitales, ciudadanía digital entre otros, todos
estos conceptos que para las nuevas generaciones son adquiridos y vivenciados con
mayor facilidad, que para los más grandes, nos invitan a avanzar, como educadores,
en la consolidación de nuestra ciudadanía digital (Sancho, Hernández y Rivera Vargas,
2016), hoy puedo afirmar que muchas veces me predispongo a aprender de mis
estudiantes quienes me enseñan sobre las nuevas herramientas, y yo, al ver que las
utilizan con creatividad, me entusiasmo y propongo nuevas actividades; en la línea que
vengo trabajando la educación tecnológica juega un papel relevante en el desarrollo
de habilidades que permitan la generación de un uso creativo, responsable y crítico de
las tecnologías, propendiendo a la protección de los ciudadanos de abusos de su
privacidad y pérdida de libertad de su pensamiento autónomo (Cobo,2019). Esta
situación me desafía y me genera la necesidad de dedicarle mayor tiempo a practica y
la reflexión, dado que en ocasiones no puedo responder inquietudes que sobre el uso
de herramientas digitales tienen mis estudiantes.
Continuando con la problematización y análisis de la pregunta realizada al
inicio, actualmente observamos como el acceso descentralizado, distribuido y disperso
a los contenidos de aprendizaje que se puede experimentar en internet posibilita que
la experiencia de aprendizaje se transforme constantemente, pues no es solo nuevos
contenidos, sino que aparecen nuevos formatos y modalidades de trasmisión del
saber, y con ello amplias posibilidades para enseñar y aprender.
De la mano de los cambios tecnológicos y el aporte de internet hoy los
docentes nos encontramos con otro desafío, ya no es solo como acceder a internet y
como enseñar el contenido, pues es importante que desarrollemos también la
habilidad de seleccionar los contenidos apropiados de la red para aprovechar los
mismos, esta también forma parte de las competencias digitales que deben tener los
docentes y los estudiantes, en la web podemos encontrar un sin numero de
información y de fuentes, esta debe ser cuidadosamente seleccionada, analizada y
problematizada por que corremos el riesgo de que la misma sea incierta.

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Reflexión teórica:
Redecker (2017), plantea que las competencias digitales implican una serie
conocimientos, valores y procedimientos que permiten, entre otros aspectos, trabajar
dimensiones ligadas a la alfabetización informacional, a la gestión y creación de
contenidos digitales, esto se relaciona con la pregunta de ¿Cómo enseñar y aprender
en red? Finalmente, la noción de red condiciona los modos concretos de pensar las
estrategias de enseñanza que, a decir de Gros (2016), pueden establecer redes de
conexión entre la información, los recursos y las personas, redes sociales o como
diseños para favorecer la personalización del aprendizaje en red esto nos permite
pensar en la importancia de trabajar colaborativamente entre todos los actores de la
comunidad educativa y obtener mejores resultados.
Mirimon et al. (2022) subrayan la importancia de promover entornos de
aprendizaje colaborativo que aprovechen las capacidades interactivas de la tecnología
digital. La colaboración en línea puede mejorar la participación de los estudiantes y
facilitar la co-construcción del conocimiento a través del intercambio de ideas que se
gesta en entornos de aprendizaje muy heterogéneos, que no tienen que ver con una
sola forma de gestión y cultura del tiempo, la experiencia en red puede ser más amplia
y flexible. Además, los recursos para acceder y comunicarse no están limitados por la
docencia y el currículo, ahora son amplios y variados. En este sentido se destaca la
importancia de implementar estrategias de evaluación y retroalimentación que se
adapten al entorno digital y promuevan el desarrollo continuo y colaborativo de los
estudiantes entre sí y de los estudiantes con los docentes.
Es importante que asumamos el rol de tutores en el proceso de enseñanza
aprendizaje de nuestros alumnos, pero comprendiendo que como docentes muchas
veces somos puestos a prueba por ellos. Puede ser que, como docentes, ante una
crítica a la propuesta didáctica y al cumplimiento de nuestro rol se desencadena una
serie de reacción que nos posiciona a la defensiva y hace que se vea obstaculizado
nuestro desempeño como docentes. Es importante que los alumnos conozcan los
objetivos de enseñanza y lo que se espera que ellos aprendan, para ello, un
instrumento muy útil son las guías didácticas, como las que usamos en la maestría que

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estamos cursando. Debemos reconocer la práctica educativa de un modo autentico,
esto se determina por el grado de relevancia cultural de las actividades en que
participa el estudiante, así como mediante el tipo y nivel de actividad social que éstas
promueven.
En la era “virtual” en la que vivimos, los alumnos necesitan, un estilo de docente
moderador, facilitador y constructor de su aprendizaje –siguiendo más la teoría
constructivista-; ayudado por las TIC las cuales potenciarían su conexión con el
contexto y el material brindado. Siguiendo con las nuevas tendencias basadas en las
nuevas tecnologías, Barnes y Tynan (2007) plantean la necesidad de una nueva
universidad, puesto que los actuales alumnos universitarios ya son usuarios de la Web
2.0. y les parece insuficiente una formación centrada en el profesor y su conocimiento.
La característica diferencial es la participación colaborativa de los usuarios. Esta nueva
universidad la denominan Universidad 2.0. y consiste en hacer énfasis en las nuevas
tecnologías en el ámbito universitario y por qué no en los ámbitos superiores no
universitarios, de hecho, estas dos instituciones se han modernizado y transformado
luego de la pandemia de COVID-19.
“La tecnología debe ser entendida como una herramienta centrada en las
posibilidades de búsquedas, análisis y procesamiento de la información. Desde esta
mirada, la tecnología se constituye en contenido en sí mismo, que resulta
indispensable conocer y dominar en el marco de la sociedad actual.” (Suárez-Guerrero,
C. Rivera-Vargas, P. y Rebour, M. (2020) Preguntas educativas para la tecnología digital
(p. 7)
En este contexto, es fundamental reflexionar sobre el papel de las instituciones
educativas en la promoción de una ciudadanía digital.

Conclusión:
En conclusión, es interesante afirmar que el currículo se negocia entre alumnos
y profesor, esta negociación debe estar a guiado por las necesidades del aprendiz
(Bawden, Robinson, Anderson, Bates, Rutkauskiene, y Vilar, 2008). Al hablar de las
corrientes pedagógicas actuales donde el alumno es el protagonista de su proceso
educativo, es decir, de las corrientes paidocéntricas, Casanova, et al. (2016), afirman
que las ventajas que esta teoría conlleva es que es posible compartir, colaborar,

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discutir y reflexionar con otros, el aprendizaje deja de ser individualista para pasar a
cooperativo y colaborativo; en el primero es el docente el que diseña y mantiene casi
por completo el control en la estructura de interacciones y de los resultados que se
han de obtener; y en el segundo es lo contrario, los alumnos diseñan como se llevará a
cabo la estructura de interacciones y mantienen el control sobre las diferentes
decisiones que repercutirán en su aprendizaje; se les propicia espacios en los cuales se
da el desarrollo de habilidades individuales y grupales de la discusión entre los
estudiantes al momento de explorar nuevos conceptos (Busquet et al,2013). También
Marimon-Marti et al. (2022), plantean que, en la era digital, los educadores
enfrentamos la tarea de construir el conocimiento de manera colaborativa,
aprovechando las herramientas tecnológicas disponibles en todos los lugares.
Castañeda (2021) plantea que la llegada de las herramientas digitales a la
escuela vino acompañada de muchas promesas, de las cuales muchas aún están sin
cumplir, algunas de estas son la mejora de la calidad, incremento de la igualdad,
acercamiento social, pensamiento crítico, democratización del acceso, colaboración,
entre otros. Además, si nos ponemos a reflexionar podríamos decir que incluso,
algunas de estas cuestiones han empeorado, por ejemplo, la democratización y el
pensamiento crítico.
En esta línea, Scolari (2018) destaca el papel de los aprendices como mediadores
activos en la construcción de conocimiento a través de los medios de comunicación y
la cultura colaborativa, como docentes debemos fomentar la participación constante,
activa y creativa de nuestros estudiantes, hoy nativos digitales, utilizando herramientas
digitales que les permitan crear, compartir y colaborar en la construcción de
conocimiento. Estas herramientas digitales pueden adaptarse para satisfacer una
variedad de necesidades y estilos de aprendizaje, lo que permite y compromete a los
educadores personalizar la experiencia de aprendizaje para cada uno de sus
estudiantes.
Finalizando esta reflexión puedo afirmar que la tecnología ofrece oportunidades
para la colaboración y la comunicación entre todos, los estudiantes pueden trabajar
juntos entre ellos y con los docentes en la elaboración de diferentes proyectos tato en
línea como presencialmente, compartir ideas y recibir retroalimentación de sus
compañeros y maestros en un entorno virtual, o presencial mediado por estas

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herramientas digitales. Una tarea pendiente en relación a la pregunta que guio esta
reflexión es la de abordar la brecha digital, desde el aspecto de la accesibilidad, no
todos los estudiantes, ni docentes tienen acceso igualitario a dispositivos y
conectividad a internet en sus hogares, lo que puede limitar su capacidad para
participar plenamente en experiencias de aprendizaje en línea como también
enriquecerse de los aportes de las tics, y desde la perspectiva de competencias
debemos continuar capacitándonos y desarrollando habilidades para el mejor manejo
de estas herramientas. Es de gran importancia que las escuelas, familias y el mismo
estado trabajen juntos para proporcionar acceso equitativo a la tecnología y asegurar
que ningún estudiante se quede atrás debido a su situación socioeconómica, y ningún
docente debido a su desinformación o falta de competencias digitales.
Por eso, es fundamental que los educadores recibamos la capacitación adecuada
en el uso efectivo de la tecnología, siendo imprescindible que nos adentremos cada
vez más en este ámbito, pues para que el aprendizaje sea colaborativo y eficaz, el
aprendizaje autónomo se convierte en la base pedagógica haciendo posible la
interacción entre los participantes, utilizando una infinidad de herramientas
tecnológicas y abordando información de acuerdo a sus expectativas o destrezas, así el
docente es el mediador de las actividades y el estudiante se convierte en un
constructor significativo de su aprendizaje (Yong & Bedoya, 2016).
En relación a esto es fundamental transversalizar la práctica docente haciendo uso
de herramientas digitales desde la posición constructivista, que sirven para potenciar
el compromiso activo del alumno, su participación, la interacción, la retroalimentación
y la conexión con el contexto real, de tal manera que el alumno pueda empoderarse de
su propio proceso de aprendizaje, actuando a su vez como facilitador del aprendizaje
tanto de otros compañeros como de sus propios docentes.

Bibliografía:

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