Tema 2

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 39

CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.

TEMA 2: LA CONSTITUCION
ESPAÑOLA (II): LA CORONA:
FUNCIONES CONSTITUCIONALES DEL
REY. SUCESIÓN Y REGENCIA. LAS
CORTES GENERALES: COMPOSICION,
ATRIBUCIONES Y FUNCIONAMIENTO.

1. LA CORONA.

La institución de la Corona tiene su fundamento y justificación en el sistema


democrático actual no en razones históricas o tradicionales, sino en el
reconocimiento de la misma que se efectúa en la Constitución Española de
1978.

Precisamente, el artículo 1.3 de la Constitución dispone que “la forma


política del Estado español es la Monarquía parlamentaria”.

La ubicación de este precepto en el Título Preliminar de la Constitución, así


como la regulación de la Corona en su Título II, supone una especial
protección de la institución monárquica, puesto que cualquier modificación
de su regulación tendrá la misma consideración respecto a su
procedimiento que la de una reforma total de la Norma Fundamental, que
requiere que se realice por el procedimiento más exigente previsto en el
artículo 168 CE. En definitiva, ello supone una diferenciación además de un
refuerzo de la Corona frente a las demás instituciones del Estado, ya que
esta circunstancia no se produce con respecto al resto.

Asimismo, al definirla como Monarquía parlamentaria se ha querido resaltar


la separación entre la Corona y la dirección política del país,
estableciéndose la responsabilidad política del Gobierno que se exige por el
Parlamento y excluyéndose al Rey de dicha responsabilidad a través de la
figura del refrendo.

2. FUNCIONES CONSTITUCIONALES DEL REY O DE LA


REINA.

La configuración constitucional de la figura del Monarca se establece


principalmente en el artículo 56.1 CE, al señalar que “el Rey es el Jefe del
Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el
funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta
representación del Estado Español en las relaciones internacionales,
especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las
funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes”.

El apartado 2 del mismo artículo 56 CE dispone que “su título es el de Rey


de España y podrá utilizar los demás que correspondan a la Corona”; y el
apartado 3 establece el principio de inviolabilidad del Rey, no
Página 1 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

encontrándose sujeto a responsabilidad por sus actos gracias a la figura del


refrendo, a la que se aludirá posteriormente.

La regulación de la posición constitucional del Rey se complementa con la


obligación, al ser proclamado como tal ante las Cortes Generales, de prestar
juramento de desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar
la Constitución y las Leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de
las Comunidades Autónomas. El

Página 2 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

mismo juramento, así como el de fidelidad al Rey, debe ser prestado por el
Príncipe heredero, al alcanzar la mayoría de edad, y por el Regente cuando
se haga cargo de sus funciones (art. 61 CE).
Lo anterior se complementa con la limitación que establece el art. 58 CE
respecto a la figura del cónyuge del Monarca, señalando que “la Reina
consorte o el consorte de la Reina no podrán asumir funciones
constitucionales, salvo lo dispuesto para la Regencia”.

La atribución del título de Jefe del Estado responde, a la separación entre la


Corona y el Estado. La Corona es un órgano constitucional, que carece de
personalidad jurídica y no se identifica con el Poder Ejecutivo, como ocurre
en algunas Monarquías europeas. En la Constitución Española, el Rey se
configura como el vértice de todos los poderes públicos, tanto desde el
punto de vista simbólico como desde su función moderadora del conjunto de
las instituciones; y todo ello sin perjuicio de que la propia Norma
Fundamental le atribuya al Monarca una serie de funciones o atribuciones
concretas.

Por este motivo, la doctrina suele distinguir entre las funciones simbólicas o
representativas del Rey, que recoge el art. 56 CE, y sus concretas
atribuciones, que figuran principalmente en los arts. 62 y 63 CE:

A)Funciones de carácter simbólico o representativo:

a) El Rey como símbolo de la unidad y permanencia del Estado: lo cual no


equivale a que la Monarquía personifique la soberanía de la Nación. Como
señala Entrena Cuesta, la Corona es el símbolo de la integración nacional, lo
que se traduce en que representa la unidad del Estado frente a la división
orgánica de poderes y también simboliza la unidad del Estado en relación
con las Comunidades Autónomas, cuyos derechos ha de respetar.

b) El Rey como árbitro y moderador del funcionamiento regular de las


instituciones: la Corona se configura como una magistratura suprema del
Estado, ejerciendo un poder armónico y moderador, que se manifiesta
especialmente en su capacidad de influencia. Ello no supone el ejercicio de
potestad positiva o negativa alguna, sino que se refiere a la facultad del Rey
de entrar en contacto o relacionarse con el resto de los órganos
constitucionales, con el fin de armonizar su funcionamiento o evitar disputas
o conflictos que afecten al funcionamiento ordinario de los poderes públicos.

c) El Rey como máximo representante del Estado en las relaciones


internacionales: al Monarca se le atribuye la más alta representación del
Estado español en la acción exterior, destacando su carácter simbólico por
la alusión expresa que realiza el art. 56 a las naciones de su comunidad
histórica. Se trata de una herencia histórica del papel que tradicionalmente
ha correspondido a la Corona, pero que, a su vez, se concreta en una serie
de funciones que específicamente se reconocen al Rey, como la firma de
Tratados internacionales o la acreditación de embajadores, entre otras.

B)Atribuciones o funciones concretas:

El art. 62 CE señala como facultades que corresponden al Rey las que se


indican a continuación.

1. Sancionar y promulgar las leyes: Así, se dispone taxativamente que


Página 3 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

“el Rey sancionará en el plazo de 15 días las leyes aprobadas por las
Cortes Generales, y las promulgará y ordenará su inmediata
publicación” (art. 91 CE).

Página 4 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

2. Convocar y disolver las Cortes Generales y convocar elecciones en los


términos previstos en la Constitución:

En esta materia, tampoco el Rey tiene libertad de decisión, puesto que la


convocatoria del Congreso debe tener lugar dentro de los 25 días siguientes
a la celebración de las elecciones (art. 68.6 CE) y la disolución se producirá
por decisión del Presidente del Gobierno (art. 115 CE) o bien
automáticamente en caso de no haber sido elegido Presidente dentro de los
2 meses siguientes a la primera votación de investidura (art. 99.5 CE). Por lo
que se refiere a la convocatoria de elecciones, si la causa es la disolución de
las Cámaras, la fecha se fija en el propio decreto de disolución, y si es por
expiración del mandato, se deberá fijar también por el Presidente del
Gobierno entre los 30 y 60 días siguientes a la terminación de dicho
mandato parlamentario.

3. Convocar a referéndum en los casos previstos en la Constitución:

Al igual que en el caso anterior, la decisión de convocar a referéndum


corresponde exclusivamente al Presidente del Gobierno, previa autorización
del Congreso de los Diputados (art. 92 CE), limitándose el Rey a firmar el
decreto de convocatoria.

4. Proponer el candidato a Presidente del Gobierno y, en su caso,


nombrarlo, así como poner fin a sus funciones en los términos previstos en
la Constitución:

La facultad de proponer el candidato a la Presidencia del Gobierno es la


atribución en la que la Constitución otorga un mayor grado de autonomía al
Monarca, exigiendo únicamente dos requisitos (art. 99 CE): la consulta
previa con los representantes designados por los grupos políticos con
representación parlamentaria y la propuesta del candidato a través del
Presidente del Congreso.
En cuanto al nombramiento y cese del Presidente del Gobierno, el Rey no
dispone de capacidad de decisión al respecto.

5. Nombrar y separar a los miembros del Gobierno, a propuesta de su


Presidente:

Igualmente, el Monarca se limita en el ejercicio de esta atribución a nombrar


o destituir a las personas elegidas por el Presidente del Gobierno,
careciendo de cualquier poder de veto.

6. Expedir los decretos acordados en el Consejo de Ministros, conferir


los empleos civiles y militares y conceder honores y distinciones con arreglo
a las leyes:

Con respecto a la expedición de los Reales Decretos, aunque algún autor ha


admitido la posibilidad de que el Rey pudiera negarse a firmar un decreto
que carezca de elementos formales sustanciales, la mayoría de la doctrina
rechaza este supuesto, señalando que corresponde a otros órganos decidir
si las normas se ajustan o no a derecho.
Por otra parte, el Monarca conserva cierto margen de iniciativa en relación
con la tradicional facultad de conferir honores y distinciones.

7. Ser informado de los asuntos de Estado y presidir, a estos efectos,


Página 5 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

las sesiones del Consejo de Ministros, cuando lo estime oportuno, a petición


del Presidente del Gobierno:

Dada la posición institucional del Rey como Jefe del Estado, es lógico que
deba ser informado por el Gobierno de los principales asuntos de Estado.
Consecuencia de ello

Página 6 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

es que se recoja la posibilidad de presidir las sesiones del Consejo de


Ministros, siempre que así se lo solicite el Presidente del Gobierno y sin que,
como es lógico, pueda participar en las decisiones, dada su neutralidad
política.

8. El mando supremo de las Fuerzas Armadas:

Se trata de una función esencialmente simbólica, al atribuir el art. 97 CE al


Gobierno la dirección de la Administración militar y la defensa del Estado.

9. Ejercer el derecho de gracia con arreglo a la Ley, que no podrá


autorizar indultos generales.

10. El Alto Patronazgo de las Reales Academias.

A lo anterior, el art. 63 CE añade, dentro de lo que se ha llamado la


función internacional de la Corona:

- Acreditar a los embajadores y otros representantes diplomáticos, así


como los representantes extranjeros en España deben estar acreditados
ante el Rey.

- Manifestar el consentimiento del Estado para obligarse internacionalmente


por medio de Tratados, de conformidad con la Constitución y las Leyes.

- Declarar la guerra y firmar la paz, previa autorización de las Cortes


Generales en ambos casos.

Por otra parte, a lo largo del texto constitucional y en las Leyes se atribuyen
otras funciones al Rey, entre las que se pueden citar las relativas al
nombramiento de las máximas autoridades del Estado, entre otras:

- Nombramiento de los 12 miembros del Tribunal Constitucional y de su


Presidente.
- Nombramiento de los 20 miembros del Consejo General del Poder Judicial
(CGPJ).
- Nombramiento del Presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ.
- Nombramiento del Presidente del Tribunal de Cuentas.
- Nombramiento de los presidentes de los Consejos de Gobierno de las
Comunidades Autónomas.

Finalmente, el art. 65 CE regula lo que se ha venido a denominar actividad


privada del Rey, al estar relacionada con el funcionamiento de la Casa Real,
incluyendo las siguientes facultades:

- Distribuir libremente la asignación global contenida en los Presupuestos


Generales del Estado para el sostenimiento de su familia y Casa.
- Nombrar y relevar libremente a los miembros civiles y militares de su Casa.

3. SUCESIÓN Y REGENCIA
El orden Sucesorio

Página 7 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

Una de las características de la Monarquía es el denominado principio


hereditario, que implica el establecimiento de unas reglas para la sucesión
del Rey fallecido o que cesa en su condición por abdicación u otros motivos.

Página 8 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

El art. 57 de la Constitución establece que la Corona de España es


hereditaria en los sucesores de S.M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo
heredero de la dinastía histórica, estableciendo a continuación para el orden
sucesorio, las reglas tradicionales en el sistema español, al señalar el art.
57.1 CE que “la sucesión en el trono seguirá el orden regular de
primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a
las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en
el mismo grado, el varón a la mujer; y en el mismo sexo, la persona de más
edad a la de menos”.

Por tanto, la sucesión corresponde al primogénito y a sus descendientes,


siempre que aquél sea varón o bien no tenga hermanos varones. Se ha
cuestionado la regla anterior, en virtud de la prohibición de toda
discriminación por razón de sexo que establece el art. 14 CE, pero la regla
de sucesión ha sido establecida por el mismo Constituyente, por lo cual
supone una excepción buscada conscientemente a la regla general de no
discriminación. En todo caso, en los últimos tiempos se ha planteado la
oportunidad de reformar la Constitución en este aspecto, eliminando la
preferencia del varón sobre la mujer, al considerarse una regla tradicional
que no tiene sentido que conserve su vigencia.

Por otra parte, existen determinadas referencias en la Constitución a la


figura del príncipe heredero y, en general, a las de los sucesores, pudiendo
destacarse las siguientes:

a) El Príncipe heredero, desde su nacimiento o desde que se produzca el


hecho que origine el llamamiento como tal, tendrá la dignidad de
Príncipe de Asturias y los demás títulos vinculados tradicionalmente al
sucesor de la Corona (art. 57.2 CE). Como ya se ha señalado, al
alcanzar la mayoría de edad, el Príncipe heredero deberá prestar el
oportuno juramento ante las Cortes.

b) Cualquier persona que, teniendo derecho a la sucesión en el trono,


contrajera matrimonio contra la expresa prohibición del Rey y de las Cortes
Generales, quedará excluida en la sucesión a la Corona por sí y sus
descendientes (art. 57.4 CE).

En todo caso, la prohibición del matrimonio no impide la realización del


mismo, sino que supone la extinción del derecho a la sucesión en caso de
no respetarse dicha prohibición. No obstante, este precepto no está previsto
para el matrimonio del Rey, por lo que el mismo no podrá ser prohibido por
las Cortes.

Aunque, en principio, la sucesión al trono se produce automáticamente por


aplicación de las normas sucesorias, también está prevista la intervención
de las Cortes Generales para proveer sobre dicha sucesión en caso de
haberse extinguido todas las líneas llamadas en Derecho a suceder al
anterior Rey, debiendo resolver aquéllas en la forma que más convenga a
los intereses de España (art. 57.3 CE).

En todo caso, las cuestiones relativas al orden sucesorio pueden dar lugar a
problemas interpretativos, por lo cual se ha establecido una cláusula
residual que atribuye al Poder Legislativo la facultad de resolver todas las
dificultades que surjan en esta materia. Así, el artículo 57.5 CE señala que
Página 9 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

“las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que


ocurra en el orden de sucesión a la Corona se resolverán por una ley
orgánica”. Como ejemplo de este precepto podemos mencionar la Ley
Orgánica 3/2014, de 18 de junio, por la que se hace efectiva la abdicación
de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I de Borbón.

Página 10 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

La Regencia y la

Tutela La Regencia

La cuestión de la Regencia alude a los supuestos en que la persona del Rey


no pueda desempeñar plenamente sus funciones, por ser menor de edad o
haberse inhabilitado, debiendo ser sustituido en dicho ejercicio por otra
persona que cumpla las funciones que de ordinario corresponden al
Monarca. En esta materia, la regulación constitucional se encuentra en el
art. 59 CE, que también guarda continuidad con otros precedentes
históricos.

En relación con la regencia, se pueden destacar los siguientes aspectos:

A)Supuestos de Regencia

El art. 59 CE prevé dos supuestos en los que entra en funcionamiento el


mecanismo de la regencia: la minoría de edad del Rey y su inhabilitación
aceptada por las Cortes Generales.
En lo referente a la minoría de edad del Rey, al margen de la figura del
tutor, la regencia se desempeñará por “el padre o la madre del Rey y, en su
defecto, el pariente mayor de edad más próximo a suceder en la Corona,
según el orden establecido en la Constitución” y “la ejercerá durante el
tiempo de la minoría de edad del Rey” (art. 59.1). Para delimitar la mayoría
de edad del Rey no se establece especialidad alguna, por lo que hay que
entender que la misma se produce a los 18 años.

Por lo que se refiere al otro supuesto, el art. 59.2 señala que “si el Rey se
inhabilitare para el ejercicio de su autoridad y la imposibilidad fuere
reconocida por las Cortes Generales, entrará a ejercer inmediatamente la
Regencia el Príncipe heredero de la Corona, si fuere mayor de edad. Si no lo
fuere, se procederá de la forma prevista en el apartado anterior, hasta que
el Príncipe heredero alcance la mayoría de edad”. En este caso, la
intervención de las Cortes se limita a aceptar la inhabilitación del Rey, pero
no para determinar la figura del regente.

B)Requisitos para ejercer la Regencia

El apartado 4 del art. 59 establece dos requisitos para ejercer la regencia:


ser español y mayor de edad, sin perjuicio de que en los casos citados
deberán ser concretamente las personas designadas según lo previsto en
los preceptos anteriores. Estos son los supuestos conocidos como de
“Regencia legítima”.
Sin embargo, si no hubiera nadie a quien corresponda la regencia de
acuerdo con lo señalado anteriormente, la misma será nombrada por las
Cortes Generales y se compondrá de una, tres o cinco personas (art. 59.3
CE). Por tanto, este supuesto de regencia nombrada por las Cortes presenta
dos diferencias con respecto a la denominada Regencia legítima: por un
lado, puede tratarse de una regencia colegiada y, por otra, puede ejercerla
cualquier persona, siempre que cumpla con los requisitos de ser mayor de
edad y español, pero sin necesidad de guardar parentesco alguno con el
Rey o figurar en el orden sucesorio a la Corona.

Hay un supuesto de incompatibilidad para el ejercicio de la regencia, que es


de la figura del tutor del Rey (a la que se hará referencia posteriormente),
Página 11 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

salvo que se trate del padre, la madre o ascendientes directos del Monarca.

Por lo que se refiere a su duración, en el caso de que sea por minoría de


edad del Rey, será hasta que éste cumpla los 18 años; y en el supuesto de
inhabilitación, hasta que

Página 12 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

las Cortes aprecien que las causas de la misma han desaparecido, si bien
cuando en este caso no corresponda la regencia al Príncipe heredero por ser
menor de edad, al cumplir los 18 años asumirá la regencia.

C)Posición Constitucional del Regente

El art. 59.5 establece que la regencia se hará “por mandato constitucional y


siempre en nombre del Rey”. Lo anterior se interpreta en el sentido de que
el regente ostenta la misma posición constitucional que el Rey, a quien
sustituye en sus funciones. La regencia implica el ejercicio de la Jefatura del
Estado, con todas las atribuciones que reconoce la Constitución al Monarca,
estando incluso obligado el regente a prestar el mismo juramento que
aquél.

La Tutoría

Una figura diferente a la de la Regencia, aunque ambas puedan coincidir en


la misma persona, es la del tutor del Rey menor de edad, prevista en el art.
60 CE. Mientras que la Regencia supone desempeñar la Jefatura del Estado
por no poder hacerlo el Rey (por su minoría de edad o por haberse
inhabilitado), el tutor es la persona que vela por los derechos e intereses del
Monarca, en tanto éste no haya alcanzado la mayoría de edad legal para
hacerlo por sí mismo.

El art. 60.1 CE dispone un procedimiento específico para la designación del


tutor, en el cual prevalece la voluntad del anterior Rey fallecido, aunque
también se prevé el supuesto en que el tutor no hubiera sido elegido por
aquél:

1o) El tutor del Rey menor de edad será, como regla general, la persona que
hubiese nombrado en su testamento el Rey difunto, siempre que sea mayor
de edad y español de nacimiento.
2o) Si no hubiese nombrado a nadie, el tutor será el padre o la madre del
Rey menor, mientras permanezcan viudos.
3o) En defecto de los anteriores, las Cortes Generales designarán al tutor,
pero únicamente podrán acumularse los cargos de Regente y de tutor en el
padre, madre o ascendientes directos del Rey.

El apartado 2 del mismo artículo 60 establece una limitación adicional, al


disponer que “el ejercicio de la tutela es también incompatible con el de
todo cargo o representación política”.

4. EL REFRENDO

La titularidad de la Jefatura del Estado por parte de la Corona lleva


aparejada, al igual que en otros regímenes comparados, dos características
esenciales: la irresponsabilidad y la inviolabilidad de la figura del Monarca.
Así, el art. 56.3 CE dispone que “la persona del Rey es inviolable y no está
sujeta a responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados en la forma
establecida en el artículo 64, careciendo de validez sin dicho refrendo, salvo
lo dispuesto en el artículo 65.2”.

Por lo general, se ha considerado tradicionalmente que la irresponsabilidad


del Monarca se refiere a las funciones ejercidas en el desempeño de su
Página 13 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

cargo, mientras que la inviolabilidad es un estatus personal de inmunidad


frente a las leyes penales, si bien algún autor ha destacado que dicha
inviolabilidad sólo afectaría al ejercicio de sus funciones públicas y no al
ámbito de su vida privada.

Página 14 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

La falta de responsabilidad del Rey se encuentra justificada por la exigencia


del refrendo de sus actos, lo cual produce un traspaso o traslación de la
responsabilidad de los mismos al órgano que realiza dicho refrendo.
En nuestra Monarquía parlamentaria el refrendo es fundamentalmente una
limitación material de los poderes del Rey, puesto que quien refrenda el
acto no sólo asume íntegramente la responsabilidad de este, sino también
ostenta la competencia efectiva para dictarlo. Es decir, el Rey necesita
actuar siempre con el concurso de otro órgano, que es el que en realidad
adopta el acuerdo, salvo en el caso de los actos exonerados de refrendo.

En relación con todo lo anterior, el art. 64.1 CE establece lo siguiente: “Los


actos del Rey serán refrendados por el Presidente del Gobierno y, en su
caso, por los Ministros competentes. La propuesta y el nombramiento del
Presidente del Gobierno, y la disolución prevista en el artículo 99, serán
refrendados por el Presidente del Congreso”.
Por tanto, los sujetos legitimados para refrendar los actos del Rey son, de
ordinario, el Presidente del Gobierno, con carácter general, y los Ministros,
en el ámbito de sus competencias específicas.
No obstante, se prevén dos supuestos en que el refrendo corresponde al
Presidente del Congreso de los Diputados: la propuesta y nombramiento de
Presidente del Gobierno y la disolución automática de las Cortes por no
haber sido elegido como tal ninguno de los candidatos propuestos por el
Monarca, dentro de los dos meses siguientes a la primera votación de
investidura.

La consecuencia fundamental del refrendo, que es la traslación de la


responsabilidad, se encuentra recogida en el art. 64.2 CE, al señalar que “de
los actos del Rey serán responsables las personas que los refrenden”. La
falta de refrendo de un acto que precise del mismo determina que aquél
carezca de validez, como dispone expresamente el art. 56.3 CE.
Desde el punto de vista formal, el refrendo se manifiesta generalmente a
través de la firma del órgano refrendante junto con la del Monarca, que es
quien suscribe el acto en el ejercicio de sus funciones.

En cuanto a los actos exentos de refrendo, excluidos lógicamente los


relativos a la actividad jurídica privada del Rey, sólo se prevén en la Norma
Fundamental, por remisión del artículo 56, los supuestos señalados en el
art. 65.2 CE, esto es, el nombramiento y relevo de los miembros civiles y
militares de la Casa Real.

5. LAS CORTES GENERALES. COMPOSICIÓN Y


ATRIBUCIONES.

La Constitución Española de 1978, siguiendo el principio de división de


poderes, define y regula los tres Poderes básicos del Estado: el Legislativo,
el Ejecutivo y el Judicial. El primero se regula en su Título III,
encomendándose a las Cortes Generales, que se configuran como el órgano
representativo por excelencia del pueblo español, residiendo en este último
la soberanía nacional (art. 1.2 CE).

Así, el art. 66.1 CE establece que “las Cortes Generales representan al


pueblo español y están formadas por el Congreso de los Diputados y el
Página 15 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

Senado”. Además, “son inviolables”. Las notas que determinan su


naturaleza son las siguientes:

1. La representatividad. - Son elegidas por el pueblo para que lo represente,


es decir, para que decida por él, sometiéndose el propio pueblo a sus
decisiones.

Página 16 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

2. Carácter deliberante. -Es uno de los rasgos fundamentales de toda


institución parlamentaria. Sus decisiones se llevan a cabo a través de un
proceso de discusión en el que participan miembros de las diversas
tendencias dando un grado de mayor racionalidad a sus acuerdos.

3. La inviolabilidad. - El sistema de garantías de que gozan las Cortes


Generales se refuerza con la inviolabilidad, así como con la inmunidad
parlamentaria y su autonomía.

4. La continuidad. - Las Cámaras, aun estando disueltas o fuera del periodo


de sesiones, tienen continuidad a través de la institución de la Diputación
Permanente, que vela por los poderes de la misma cuando no está reunida.

5. La publicidad. - Las Cortes son también un órgano público. Las sesiones


plenarias serán públicas, salvo acuerdo en contrario de cada Cámara.

6. Las Cortes ostentan la supremacía política . - El Parlamento es la fuente


de las decisiones primarias de la vida política del Estado, como
consecuencia de ser el órgano donde se expresa fundamentalmente la
soberanía popular y el único que debe su existencia directa al pueblo.

Artículo 67. 1. Nadie podrá ser miembro de las dos Cámaras


simultáneamente, ni acumular el acta de una Asamblea de Comunidad
Autónoma con la de Diputado al Congreso. 2. Los miembros de las Cortes
Generales no estarán ligados por mandato imperativo. 3. Las reuniones de
Parlamentarios que se celebren sin convocatoria reglamentaria no
vincularán a las Cámaras, y no podrán ejercer sus funciones ni ostentar sus
privilegios.

5.1.Composición.

La composición o estructura de las Cortes Generales se caracteriza por dos


notas:

a) Estructura compleja. -De acuerdo con el artículo 66 de la CE, las Cortes


tienen una estructura bicameral. Son, en consecuencia, un órgano complejo
formado por el Congreso de los Diputados (o Cámara Baja) y el Senado (o
Cámara Alta).
b) Bicameralismo desigual. -El parlamentarismo español responde a lo que
se conoce doctrinalmente como bicameralismo atenuado, imperfecto,
limitado o desigual y que se define como aquél en que una de las Cámaras,
el Congreso de los Diputados, se encuentra en una posición de
preeminencia sobre la otra.

Composición de las Cámaras:

1) Congreso de los Diputados. - A tenor del art. 68 de la CE:

1. El Congreso se compone de un mínimo de 300 y un máximo de 400


Diputados, elegidos por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto, en
los términos que establezca la ley.
2. La circunscripción electoral es la provincia. Las poblaciones de Ceuta y
Melilla estarán representadas cada una de ellas por un Diputado. La ley
distribuirá el número total de Diputados, asignando una representación
Página 17 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

mínima inicial a cada circunscripción y distribuyendo los demás en


proporción a la población.
3. La elección se verificará en cada circunscripción atendiendo a criterios de
representación proporcional.

Página 18 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

4. El Congreso es elegido por cuatro años. El mandato de los Diputados


termina cuatro años después de su elección o el día de la disolución de la
Cámara.
5. Son electores y elegibles todos los españoles que estén en pleno uso de
sus derechos políticos. La ley reconocerá y el Estado facilitará el ejercicio
del derecho de sufragio a los españoles que se encuentren fuera del
territorio de España.
6. Las elecciones tendrán lugar entre los treinta días y sesenta días desde
la terminación del mandato. El Congreso electo deberá ser convocado
dentro de los veinticinco días siguientes a la celebración de las elecciones.

Por su parte, la Ley Orgánica 5/1985 del Régimen Electoral General (LOREG)
opta por el conocido como método d'hondt o del mayor cociente, previa
exclusión de las candidaturas que no hubieran obtenido el 3% de los votos
en la circunscripción, método que supone un factor corrector que beneficia
a los grandes partidos. El número total de diputados está establecido en 350
(artículo 162 de la LOREG). Según la ley electoral española cada provincia
tiene garantizado un mínimo de partida de dos Diputados y las ciudades
autónomas de Ceuta y Melilla, uno cada una de ellas. De esta forma, quedan
ya asignados 102 escaños (50 provincias más Ceuta y Melilla). Los otros 248
diputados se asignan de forma proporcional a la población de derecho de
cada provincia.

2) Senado. - Según el artículo 69 del Texto Constitucional:

1. El Senado es la Cámara de representación territorial.


2. En cada provincia se elegirán cuatro Senadores por sufragio universal,
libre, igual, directo y secreto por los votantes de cada una de ellas, en los
términos que señale una ley orgánica.
3. En las provincias insulares , cada isla o agrupación de ellas, con Cabildo o
Consejo Insular, constituirá una circunscripción a efectos de elección de
Senadores, correspondiendo tres a cada una de las islas mayores –Gran
Canaria, Mallorca y Tenerife– y uno a cada una de las siguientes islas o
agrupaciones: Ibiza-Formentera, Menorca, Fuerteventura, Gomera, Hierro,
Lanzarote y La Palma.
4. Las poblaciones de Ceuta y Melilla elegirán cada una de ellas dos
Senadores.
5. Las Comunidades Autónomas designarán además un Senador y otro más
por cada millón de habitantes de su respectivo territorio. La designación
corresponderá a la Asamblea legislativa o, en su defecto, al órgano
colegiado superior de la Comunidad Autónoma, de acuerdo con lo que
establezcan los Estatutos, que asegurarán, en todo caso, la adecuada
representación proporcional.
6. El Senado es elegido por cuatro años. El mandato de los Senadores
termina cuatro años después de su elección o el día de la disolución de la
Cámara.

Actualmente hay un total de 265 senadores (208 por elección directa y 57


elegidos por las CC.AA.).

De lo anterior se deduce que la duración del mandato de los parlamentarios,


tanto Diputados como Senadores, es de cuatro años después de su elección,
salvo en los casos de disolución de las Cámaras, que puede ser conjunta o
separadamente. En el supuesto de disolución por no haber elegido
Presidente en el plazo de 2 meses después de unas elecciones o haber
Página 19 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

negado la confianza el Congreso al Gobierno (arts. 99 y 115 CE) afecta a


ambas Cámaras.

Los miembros de las Cámaras

Las Cortes Generales se hallan integradas por los miembros del Congreso
(Diputados) y los del Senado (Senadores) elegidos por sufragio universal,
libre, igual, directo y secreto, y no ligados por mandato imperativo. Son
elegibles todos los españoles que

Página 20 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

estén en pleno uso de sus derechos políticos y no concurra en ellos una


causa de inelegibilidad a determinar por la ley electoral. El artículo 70 de la
Constitución dice que en todo caso no podrán ser miembros de las Cortes:
a)Los componentes del Tribunal Constitucional. b) A los altos cargos de la
Administración del Estado que determine la ley, con la excepción de los
miembros del Gobierno. c) Al Defensor del Pueblo. d) A los Magistrados,
Jueces y Fiscales en activo.
e) A los militares profesionales y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad y Policía en activo. f) A los miembros de las Juntas Electorales.

El Estatuto de los Parlamentarios

En nuestro ordenamiento jurídico predomina el principio de representación


política, afirmando tajantemente el art. 67.2 de la CE que "los miembros
de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato
imperativo". En virtud de tal principio, los parlamentarios son
absolutamente libres a la hora de manifestar su opinión y emitir su voto. Es
decir, de acuerdo con la Constitución, el parlamentario podría votar
en contra de las directrices de su partido y de su grupo
parlamentario.
Las prerrogativas de los parlamentarios no son privilegios personales, sino
garantías funcionales, que protegen al parlamentario, no en cuanto tal, sino
a la función que él desempeña.
Son, por tanto, reglas objetivas que tienen que ser aplicadas siempre,
independientemente de cuál sea la voluntad personal del parlamentario
afectado. Se trata de prerrogativas irrenunciables, sobre las que no puede
disponer nadie (inviolabilidad) o sólo la Cámara (inmunidad), pero nunca el
parlamentario.

En nuestra Constitución tales prerrogativas son las siguientes:

a) La inviolabilidad: es la más importante de todas, estando reconocida en


el art. 71.1 CE, que preceptúa que "los Diputados y Senadores gozarán de
inviolabilidad por las opiniones manifestadas en el ejercicio de sus
funciones”.

La finalidad de esta prerrogativa es proteger la libertad del parlamentario en


el ejercicio de sus funciones en cuanto tal. Ni las opiniones expresadas en el
ejercicio de las mismas ni los votos emitidos en las decisiones
parlamentarias deben suponer para él consecuencias negativas o sanción
jurídica del tipo que sea.

b) La inmunidad: es una institución que tiene una finalidad distinta. De


acuerdo con el art. 71.2 CE, "durante el período de su mandato los
Diputados y Senadores gozarán asimismo de inmunidad y sólo podrán ser
detenidos en caso de flagrante delito. No podrán ser inculpados ni
procesados sin la previa autorización de la Cámara respectiva".

La inmunidad parlamentaria sólo puede levantarse mediante la concesión


del suplicatorio, esto es, la autorización de la Cámara a la que el
parlamentario pertenece para que pueda ser procesado. La decisión tiene
que ser tomada por el Pleno de la Cámara en votación secreta (mayoría
absoluta), y solicitada por una cuarta parte de sus miembros.

Página 21 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

c) El fuero jurisdiccional: en virtud del cual los parlamentarios sólo pueden


ser juzgados en el orden penal ante el Tribunal Supremo. Así, el artículo
71.3 de la CE establece que "en las causas contra Diputados y Senadores
será competente la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo".

Página 22 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

Por lo que se refiere a sus derechos, el más importante es el de asistir con


voto a las sesiones del Pleno y de las Comisiones de las que formen parte,
así como el de asistir, aunque sin derecho a voto, a las Comisiones a las que
no pertenezcan. De otra parte, la Constitución les ha reconocido el derecho
a percibir una asignación. Y entre sus deberes destacan el de asistir a las
sesiones del Pleno y de las Comisiones de las que sean miembros, así como
el de no divulgar las actuaciones secretas de la Cámara.

5.2.Las atribuciones de las Cortes: Funciones legislativas y


de control.

La Constitución define las funciones de las Cortes en su art. 66.2, en los


siguientes términos: "Las Cortes Generales ejercen la potestad legislativa
del Estado, aprueban sus Presupuestos, controlan la acción del Gobierno y
tienen las demás competencias que les atribuya la Constitución".
Por tanto, las funciones parlamentarias definidas en el precepto
constitucional son: la legislativa, la aprobación de los Presupuestos
Generales del Estado, y la del control gubernamental.

La Función Legislativa.
De las diversas funciones que tiene encomendadas las Cortes, sin duda la
más importante es la legislativa, que se descompone en tres momentos
fundamentales: la iniciativa, la tramitación y la sanción y promulgación.
Destacamos en este epígrafe la primera de ellas, dejando la tramitación
para el apartado de elaboración de las leyes. La iniciativa legislativa se
encuentra regulada en los artículos 87 a 89 de la Constitución. El art. 87
determina quiénes son los titulares en exclusiva de esta prerrogativa:

1. El Gobierno: el texto que se somete a las Cortes Generales para su


estudio y aprobación, aprobado previamente en Consejo de Ministros, recibe
el nombre de "proyecto de ley" y se le da prioridad en la tramitación
parlamentaria.

2. Cualquiera de ambas Cámaras, de acuerdo con la Constitución y en los


términos previstos en sus respectivos Reglamentos. En este caso, el texto
recibe el nombre de "proposición de ley".

3. Las Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas, las cuales


pueden solicitar del Gobierno la adopción de un "proyecto de ley" o bien
remitir directamente a la Mesa del Congreso de los Diputados una
"proposición de ley", designando una delegación ante la Cámara Baja
compuesta por un máximo de tres miembros de la Asamblea encargados de
su defensa.
4. El Cuerpo Electoral o, mejor dicho, una fracción del mismo integrada por
no menos de 500.000 ciudadanos con derecho a voto, constituyendo la
denominada iniciativa legislativa popular, que se regula por la Ley Orgánica
3/1984.

Función Presupuestaria.

La potestad presupuestaria, que incluye la aprobación de los Presupuestos


Generales del Estado y el control de su ejecución, es una función
parlamentaria esencial, que tiene que ejercitarse periódicamente, de
manera que los parlamentarios decidan anualmente cómo se va a hacer
frente a las necesidades económicas y financieras del Estado. El Título VII de
Página 23 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

la Constitución, bajo el epígrafe “Economía y Hacienda”, contempla el


régimen económico del Estado, que se puede sintetizar en las siguientes
fases:

a) Creación de tributos:

Página 24 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

El art. 133 CE consagra el principio de reserva de ley en esta materia, al


señalar que "la potestad originaria para establecer los tributos corresponde
exclusivamente al Estado, mediante ley". A ello se refiere también el art.
31.1 CE exigiendo un sistema tributario justo basado en los principios de
igualdad y progresividad.

b) La aprobación de los Presupuestos:

Según el art. 134 CE "corresponde al Gobierno la elaboración de los


Presupuestos Generales del Estado y a las Cortes Generales su examen,
enmienda y aprobación", añadiendo en su apartado 3 que el Gobierno los
presentará ante el Congreso de los Diputados como mínimo tres meses
antes de que termine el año (antes del 1 de octubre), y en el 4 que, si los
Presupuestos no se hubieran aprobado antes del primer día del ejercicio
económico correspondiente, quedarán automáticamente prorrogados los del
año anterior.

Además, se limita notablemente la capacidad de presentación de


enmiendas por parte de los parlamentarios, al exigir el art. 134.6 CE que
"toda proposición o enmienda que suponga aumento de los créditos o
disminución de los ingresos presupuestarios requerirá la conformidad del
Gobierno para su tramitación", a lo que el Reglamento del Congreso ha
añadido que las enmiendas que supongan aumento de créditos en algún
concepto únicamente podrán ser admitidas a trámite si proponen una baja
de igual cuantía en la misma Sección.

c) Control de la ejecución de los Presupuestos:

La Constitución en su art. 136 prevé la institución del Tribunal de Cuentas,


que define como "supremo órgano fiscalizador de las cuentas y de la gestión
económica del Estado, así como del Sector Público"; y añade que
“dependerá directamente de las Cortes Generales y ejercerá sus funciones
por delegación de ellas en el examen y comprobación de la Cuenta General
del Estado”, siendo éste el instrumento que permite el control sobre la
ejecución de los Presupuestos Generales del Estado.

El control de la acción del Gobierno.

La tercera de las funciones que la Constitución asigna a las Cortes


Generales es la de controlar la acción del Gobierno, que viene regulada en
el Título V de la Constitución ("De las relaciones entre el Gobierno y las
Cortes Generales"). Estas relaciones entre el Gobierno y el Parlamento se
regulan desde una doble perspectiva: la exigencia de responsabilidad
política y el control de la acción gubernamental.
A) Exigencia de responsabilidad política.

El Gobierno debe contar con la confianza del Congreso, que se manifiesta en


la investidura de su Presidente. Pero al mismo tiempo, las Cámaras pueden
exigir la responsabilidad política del Gobierno, esencialmente a través de
dos mecanismos:
• Moción de censura: prevista en el art. 113 CE, exige que sea propuesta al
menos por la décima parte de los Diputados, incluyendo un candidato a la
Presidencia del Gobierno (moción constructiva). Para prosperar debe ser
aprobada por la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados.
Página 25 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

• Cuestión de confianza: establece el art. 112 CE que “el Presidente del


Gobierno, previa deliberación del Consejo de Ministros, puede plantear ante
el Congreso de los Diputados la cuestión de confianza sobre su programa o
sobre una declaración de política general. La confianza se entenderá
otorgada cuando vote a favor de la misma la mayoría simple de los
Diputados”.

Página 26 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

B) Control de la acción del Gobierno.

Adicionalmente, las Cortes Generales llevan a cabo el control de las


actuaciones concretas gubernamentales a través de varios mecanismos:
a) Las preguntas: pueden consistir en una solicitud de información al
Gobierno o en la petición de que se aclare algún aspecto concerniente al
funcionamiento de la Administración Pública. Pueden ser en pleno o en
comisión.
b) Las interpelaciones: son preguntas que deben versar sobre los motivos
o propósitos de la conducta del Ejecutivo en cuestiones de política general,
bien del Gobierno o de algún Departamento Ministerial, pudiendo ser
elevadas a mociones. Solo en pleno.
c) Las proposiciones no de Ley: de índole semejante a las mociones, pero
tienen un contenido positivo o constructivo, por cuanto su finalidad es instar
al Gobierno para que actúe en una determinada dirección.
d) Solicitud de información y comparecencia de los miembros del
Gobierno: los arts. 109 y 110 de la CE facultan genéricamente a las
Cámaras y a sus Comisiones para que puedan recabar información y ayuda
del Gobierno, así como para reclamar la presencia de los miembros del
Gobierno. Asimismo, la Constitución prevé que sea el Gobierno el que
solicite comparecer ante las Cámaras, a fin de explicar algún aspecto
concreto de su política general.
e) Comisiones de Investigación: están previstas en el art. 76 CE, el cual
establece que "el Congreso y el Senado, y, en su caso, ambas Cámaras
conjuntamente, podrán nombrar Comisiones de investigación sobre
cualquier asunto de interés público".

Otras funciones.

- Propuesta al Rey, tanto por el Congreso como por el Senado, de 4


personas cada Cámara para ser designadas miembros del Tribunal
Constitucional (art. 159.1).
- Propuesta al Rey, tanto por el Congreso como por el Senado, de 10
personas para ser designadas miembros del Consejo General del Poder
Judicial (art. 122.3).
- Provisión a la sucesión en la CORONA (art. 57.3) y exclusión en la sucesión
(art. 57.4), inhabilitación del Rey (art. 59.2), designación de la Regencia (art.
59.3), nombramiento de tutor del Rey (art. 60.1) y proclamación del Rey
(art. 61.1). Son las denominadas funciones no legislativas de las Cortes
Generales.
- Designación del Defensor del Pueblo (art. 54).
- Autorización del referéndum consultivo de todos los ciudadanos sobre
decisiones políticas de especial transcendencia, que se convoca por el Rey a
propuesta del Presidente del Gobierno con la autorización expresa del
Congreso de los Diputados. (art. 92).
- Autorización de la declaración de guerra y conclusión de la paz (art. 63.3).

6. EL PROCEDIMIENTO DE ACTUACIÓN DE LAS


CÁMARAS Y DE ELABORACIÓN DE LAS LEYES.

Los Reglamentos propios

El art. 72.1 de la CE reconoce la autonomía reglamentaria de las Cámaras,


Página 27 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

al disponer que "las Cámaras establecen sus propios Reglamentos,


aprueban autónomamente sus presupuestos y, de común acuerdo,
regulan el Estatuto del Personal de las Cortes Generales. Los
Reglamentos y su reforma se someten a una votación final sobre la
totalidad, que requiere la mayoría absoluta de la Cámara. Las funciones que
cumple el Reglamento parlamentario son la aplicación de la Constitución en
lo relativo

Página 28 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

a las funciones parlamentarias y el mantenimiento de la disciplina interna


de los trabajos de las Cámaras.

Organización de las Cámaras.

Tanto el Reglamento del Congreso de los Diputados como el del Senado


regulan la organización de cada Cámara, detallando de manera
pormenorizada la estructura de las mismas, integrada por los siguientes
órganos:

1) La Mesa.

El Reglamento del Congreso y el del Senado definen a sus respectivas


Mesas cómo "el órgano rector de la Cámara". La Mesa del Congreso se
compone del Presidente (que la preside), de cuatro Vicepresidentes y cuatro
Secretarios (9 miembros). La del Senado se compone del Presidente (que la
preside), dos Vicepresidentes y cuatro Secretarios, estando asistida y
asesorada por el Letrado Mayor (7 miembros). Los miembros de las Mesas
son elegidos en la sesión constitutiva de las Cámaras.
Las funciones de la Mesa son de dos tipos: una función rectora, mediante la
cual dirige los trabajos de la Cámara, y otra registral, recibiendo toda la
documentación que va dirigida a la Cámara y ordenando su tramitación
correspondiente.

2) El Presidente.

El Presidente de cada Cámara es elegido por sus miembros en la sesión


constitutiva de la misma, siendo precisa la mayoría absoluta en la primera
votación. Si ningún candidato hubiera obtenido dicha mayoría, se repetirá la
votación entre los dos que hayan tenido más votos, bastando en la segunda
votación la mayoría relativa. Sus competencias son fundamentalmente de
coordinación, de carácter interpretativo, de representación y de policía en el
interior de las sedes.

3) La Junta de Portavoces.

Aunque la Constitución no la contempla, la Junta de Portavoces es un


órgano sumamente importante en el funcionamiento de las Cámaras. El
Reglamento del Congreso dispone que se reunirá bajo la presidencia del
Presidente de la Cámara Baja, asistiendo a ella, como mínimo, un
Vicepresidente, uno de los Secretarios y el Secretario General. La Junta de
Portavoces se compone de los portavoces de los Grupos Parlamentarios, y
de sus reuniones se dará cuenta al Gobierno para que envíe, si lo estima
oportuno, un representante. Las decisiones en la misma se adoptan en
función del criterio de voto ponderado. Su función es exclusivamente
política. Es en ella donde se establece la conexión con el Gobierno y donde
se decide el orden del día del Pleno.

4) El Pleno y las Comisiones.

Las Cámaras, como señala el artículo 75.1 CE, pueden funcionar de dos
maneras distintas: "en Pleno" y "por Comisiones". El Pleno, como su propio
nombre indica, está constituido por todos los miembros de la Cámara y es la
forma usual de funcionamiento de las Cámaras con carácter deliberante,
esto es, con capacidad para adoptar las decisiones que le atribuye la
Página 29 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

Constitución.
Las Comisiones, por su parte, realizan el trabajo especializado preparatorio
de las decisiones que habrá de adoptar el Pleno, dividiéndose en dos
categorías: Comisiones Permanentes y Comisiones no Permanentes, siendo
estas últimas las que se constituyen para un trabajo concreto, destacando
entre ellas las Comisiones de Investigación.

Página 30 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

Asimismo se prevé la posible existencia de Comisiones Mixtas Congreso-


Senado, como ocurre con la constituida para las relaciones con el Tribunal
de Cuentas.

Dentro de las Comisiones Permanentes hay que hacer referencia a las


Comisiones Legislativas, señalando el art. 75 CE que las Cámaras podrán
delegar en ellas la aprobación de proyectos o de proposiciones de ley,
pudiendo no obstante reclamar el Pleno en cualquier momento el debate y
votación del proyecto o proposición que hubieran sido objeto de delegación.

No cabe la aprobación por Comisión de la reforma constitucional, las


cuestiones internacionales, las Leyes Orgánicas y de Bases y los
Presupuestos Generales del Estado.

5) Las Diputaciones Permanentes del Congreso y el Senado.

Se hallan reguladas en el art. 78 de la CE indicando que en cada Cámara


habrá una Diputación Permanente compuesta por un mínimo de 21
Diputados o Senadores, que representan a los grupos parlamentarios en
proporción a su importancia numérica. Funcionan fuera de los períodos de
sesiones, esto es, durante las vacaciones parlamentarias, además de en los
períodos de disolución de las Cámaras.
Su finalidad genérica es "velar por los poderes de las Cámaras cuando éstas
no estén reunidas". Tienen reconocida constitucionalmente la facultad de
convocar la sesión extraordinaria de la respectiva Cámara, y la Diputación
Permanente del Congreso, además, la de convalidar los Decretos-leyes,
autorizar la declaración del estado de excepción y declarar el estado de
sitio.

Régimen de funcionamiento de las Cámaras.

El concepto temporal más importante que determina el funcionamiento de


las Cámaras es el de la Legislatura, estableciendo la Constitución, tanto del
Congreso de los Diputados como del Senado, dura en principio cuatro años,
a menos que se haya procedido a una disolución anticipada del Congreso,
del Senado o de ambas Cámara conjuntamente.
Cada año de la legislatura se descompone en 2 períodos de sesiones: el
primero de septiembre a diciembre y el segundo de febrero a junio. Fuera
de estos períodos de sesiones las Diputaciones Permanentes asumen
algunas de las competencias más urgentes, pudiendo convocarse una
sesión extraordinaria de la Cámara, con un orden del día determinado
siendo clausuradas cuando se haya agotado, a petición del Gobierno, de la
Diputación Permanente o de la mayoría absoluta de los miembros de
cualquiera de las Cámaras.

Para la adopción de acuerdos por las Cámaras es preciso que éstas cuenten
con la asistencia de la mayoría de sus miembros, el denominado quórum de
presencia, y que el acuerdo en cuestión sea aprobado por la mayoría de los
miembros presentes, a menos que se exija expresamente una mayoría
cualificada.

Los Grupos Parlamentarios

El Grupo Parlamentario, integrado por un conjunto de Diputados o


Senadores vinculados por lazos ideológicos, tiene por objeto defender su
Página 31 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

línea o programa político en la Cámara, así como facilitar y agilizar la


actividad parlamentaria.

La disolución

Página 32 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

El derecho de disolución de las Cámaras por parte del Ejecutivo es el


elemento que, en el régimen parlamentario, viene a contrapesar el poder
del Parlamento para censurar al Gobierno. Concretamente la Constitución
Española regula el supuesto de disolución en su art. 115. La decisión se
adopta por el Presidente del Gobierno, previa deliberación del Consejo de
Ministros, y bajo su exclusiva responsabilidad, proponiéndola formalmente
al Rey, que la decretará. Pueden ser objeto de disolución las dos Cámaras
simultáneamente, que es el caso habitual, o bien una de ellas. En los casos
en que se produce la disolución del Congreso de los Diputados, el Gobierno
cesa automáticamente tras la celebración de las elecciones generales,
quedando en funciones hasta el nombramiento del nuevo Presidente del
Gobierno.
No debe confundirse la disolución de las Cortes con los supuestos de
pérdida de la confianza parlamentaria por parte del Presidente del Gobierno.

La elaboración de las leyes y los tratados internacionales.

Las Leyes.

Una vez tomada la iniciativa por alguno de los órganos legitimados para
ello, comienza la fase de la discusión y aprobación de la ley. La Constitución
apenas regula esta fase, que es dejada casi por completo a los Reglamentos
del Congreso y del Senado, aprobados en 1982 y 1994, respectivamente.
Los principales aspectos de la tramitación de un proyecto de ley son:
- Se aprueba en Consejo de Ministros y se remite al Congreso, acompañado
de una Exposición de Motivos de los antecedentes necesarios para
pronunciarse sobre el proyecto.
- La Mesa del Congreso ordenará su publicación en el Boletín Oficial de las
Cortes generales y la apertura del plazo de 15 días hábiles para presentar
enmiendas a la totalidad del proyecto o parte del articulado por los
Diputados o Grupos Parlamentarios.
- Se estudiará el proyecto en la correspondiente Comisión Permanente
Legislativa y tendrán lugar los debates sobre las enmiendas.
- Aprobado un proyecto de ley por el Congreso, su Presidente lo remitirá,
con los antecedentes del mismo y documentos producidos en la tramitación
ante dicha Cámara, al Presidente del Senado. Este último, cumplidos los
trámites reglamentarios, someterá el proyecto a la deliberación de la
Cámara Alta.
- En el plazo de dos meses, contados a partir del día en que se reciba el
texto del proyecto, el Senado puede aprobarlo, oponer su veto o introducir
enmiendas. El citado plazo puede reducirse a 20 días naturales en los
proyectos declarados urgentes por el Gobierno o por el Congreso.
- En caso de veto por el Senado, el Congreso deberá levantar el veto
mediante la ratificación por mayoría absoluta del texto original, o por
mayoría simple una vez hayan transcurrido dos meses desde la
interposición del veto. Si el Senado hubiera introducido enmiendas, el
Congreso se pronunciará sobre las mismas, aceptándolas o no por mayoría
simple.

Por su parte, la tramitación de las proposiciones de ley se ajustará, en


líneas generales, al siguiente procedimiento:
- Se presentarán acompañadas de una Exposición de Motivos y de los
antecedentes necesarios para poder pronunciarse sobre ellas pudiendo ser
adoptadas a iniciativa de un Diputado, con la firma de otros 14 miembros de
la Cámara o de un Grupo Parlamentario, con la sola firma de su portavoz.
Página 33 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

- La Mesa del Congreso ordenará la publicación de la proposición de ley, así


como su remisión al Gobierno, para que exponga su criterio al respecto. Si
transcurridos 30 días

Página 34 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

el Gobierno no hubiera manifestado expresamente su disconformidad a la


tramitación, la proposición será debatida en el Pleno del Congreso para su
toma en consideración.
- Tomada en consideración, la Mesa del Congreso acordará su envío a la
Comisión competente y la apertura del plazo para presentación de
enmiendas. No se admitirán enmiendas de totalidad de devolución.
- Se seguirá a continuación análogo proceso que en la tramitación de los
proyectos de ley, correspondiendo su presentación ante el Pleno a uno de
los proponentes o a un Diputado del Grupo Parlamentario autor de la
iniciativa.

En el caso de proposiciones de ley cuya iniciativa haya sido tomada por el


Senado, conviene resaltar no será preciso en el Congreso el trámite de toma
en consideración, por cuanto que se habrá cumplido ya previamente en el
Senado y en este supuesto sí que se admitirán enmiendas de totalidad de
devolución cuando se tramite la proposición de ley en la Cámara Baja.
Las proposiciones de ley de las Comunidades Autónomas, y las de iniciativa
popular, serán examinadas por la Mesa del Congreso a efectos de verificar
el cumplimiento de los requisitos legalmente establecidos. Si los cumplen,
se tramitarán conforme al procedimiento antes detallado, destacando que
los proyectos de ley tendrán prioridad en su tramitación sobre las
proposiciones de Ley, según el art.
89.1 CE.

Sanción y promulgación de las leyes:

Según el art. 91 CE “el Rey sancionará en el plazo de 15 días las leyes


aprobadas por las Cortes Generales, y las promulgará y ordenará su
inmediata publicación".
La promulgación consiste en una declaración solemne mediante la cual se
formaliza la incorporación de la Ley al ordenamiento jurídico. Finalmente, la
publicación en el Boletín Oficial del Estado proporciona la posibilidad de que
la Ley sea conocida.

Leyes Orgánicas

Según el artículo 81 de la Constitución:

Son leyes orgánicas las relativas al desarrollo de los derechos


fundamentales y de las libertades públicas, las que aprueben los Estatutos
de Autonomía y el régimen electoral general y las demás previstas en la
Constitución.
La aprobación, modificación o derogación de las leyes orgánicas exigirá
mayoría absoluta del Congreso, en una votación final sobre el conjunto del
proyecto.

Los actos con fuerza de ley

La Constitución prevé dos tipos de actos normativos emanados del Gobierno


y dotados con fuerza o rango de ley. Se trata del Real Decreto Legislativo y
del Real Decreto- Ley. En ambos casos se trata de excepciones al monopolio
legislativo de las Cortes, si bien la Constitución impone la intervención del
Poder legislativo.

a) El Decreto-Ley: Art. 86:


Página 35 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

1. En caso de extraordinaria y urgente necesidad, el Gobierno podrá dictar


disposiciones legislativas provisionales que tomarán la forma de Decretos-
leyes y que no podrán afectar al ordenamiento de las instituciones básicas
del Estado, a los derechos, deberes y libertades de los ciudadanos regulados
en el Título I, al régimen de las Comunidades Autónomas ni al Derecho
electoral general.

Página 36 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

2. Los Decretos-leyes deberán ser inmediatamente sometidos a debate y


votación de totalidad al Congreso de los Diputados, convocado al efecto si
no estuviere reunido, en el plazo de los treinta días siguientes a su
promulgación. El Congreso habrá de pronunciarse expresamente dentro de
dicho plazo sobre su convalidación o derogación, para lo cual el Reglamento
establecerá un procedimiento especial y sumario.
3. Durante el plazo establecido en el apartado anterior, las Cortes podrán
tramitarlos como proyectos de ley por el procedimiento de urgencia.

b) El Decreto Legislativo: Art. 82

Las Cortes pueden delegar en el Gobierno la potestad para dictar


disposiciones con fuerza de ley sobre materias no sometidas al principio de
reserva de Ley Orgánica. La delegación legislativa admite dos modalidades:
mediante una Ley de bases, cuando su objeto sea la formación de un texto
articulado, o mediante una Ley ordinaria, cuando se trate de refundir varios
textos legales en uno solo, pudiendo limitarse a formular un texto único o
permitir regularizar, aclarar y armonizar los textos a refundir.

Las disposiciones del Gobierno que contengan legislación delegada recibirán


el título de Decretos Legislativos.

Además, según el artículo 83, las leyes de bases no podrán en ningún caso:

a) Autorizar la modificación de la propia ley de bases.


b) Facultar para dictar normas con carácter retroactivo.

Los Tratados Internacionales.

En la Convención de Viena, de 1969, se define el tratado como un acuerdo


internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el Derecho
internacional, ya conste en un instrumento único o en dos o más
instrumentos conexos, cualquiera que sea su denominación particular.
Según establece el art. 93 CE, mediante ley orgánica se podrá autorizar la
celebración de tratados por los que se atribuya a una organización o
institución internacional el ejercicio de competencias derivadas de la
Constitución. Corresponde a las Cortes Generales o al Gobierno, según los
casos, la garantía del cumplimiento de estos tratados y de las resoluciones
emanadas de los organismos internacionales o supranacionales titulares de
la cesión.

Además, el art. 94 CE establece que la prestación del consentimiento del


Estado para obligarse por medio de tratados o convenios requerirá la previa
autorización de las Cortes Generales cuando se trate de tratados de
carácter político, tratados o convenios de carácter militar, que afecten a la
integridad territorial del Estado o a los derechos y deberes fundamentales
establecidos en el Título I, que impliquen obligaciones financieras para la
Hacienda Pública o que supongan modificación o derogación de alguna ley
o exijan medidas legislativas para su ejecución.
El Congreso y el Senado serán inmediatamente informados de la
conclusión de los restantes tratados o convenios.

Artículo 95. La celebración de un tratado internacional que contenga


estipulaciones contrarias a la Constitución exigirá la previa revisión
constitucional. El Gobierno o cualquiera de las Cámaras puede requerir al
Página 37 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

Tribunal Constitucional para que declare si existe o no esa contradicción.

Página 38 de 39
CUERPO ADMINISTRATIVO JCYL ACADEMIA IRIGOYEN 3.0

Por último, según establece el art. 96 CE, los tratados internacionales


válidamente celebrados, una vez publicados oficialmente, formarán parte
del ordenamiento interno y sus disposiciones sólo podrán ser derogadas,
modificadas o suspendidas en la forma prevista en los propios tratados o de
acuerdo con las normas generales del Derecho internacional. Para la
denuncia de los tratados y convenios internacionales se utilizará el mismo
procedimiento previsto para su aprobación en el artículo 94CE.

Página 39 de 39

También podría gustarte