Guia de DD HH
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Específicamente la
La SCJN redefinió jerarquía entre la
Importantes el contorno de la CPEUM, los
efectos en doctrina judicial tratados
debates respecto de la internacionales y
judiciales más relación entre las leyes generales,
sustantivos distintas fuentes del federales y/o
derecho en México. estatales.
- El reconocimiento
de la soberanía
La arbitrariedad que
popular
caracterizó muchos
- Límites al ejercicio RESPUESTA DIRECTA A de los regímenes
del poder público monárquicos del
ante la esfera de siglo XVIII.
libertades del
ciudadano.
Esta estructura tripartita, hasta cierto punto clara, se fue desdibujando en los
ulteriores textos constitucionales, de manera que la garantía llegó a ser un término
confuso e impreciso, el cual abarcaba muchos de los conceptos que previamente
se diferenciaban
La restauración de la Constitución de 1824 (con las reformas adoptadas en el acta
de 1847) no fue, sin embargo, suficiente para estabilizar las condiciones políticas y
sociales del país. Después de la derrota militar de Antonio López de Santa Anna (en
1855) se comenzaron a gestar importantes cambios político-jurídicos, los cuales
tomarían un papel central en las futuras discusiones del Constituyente Permanente
de 1857.
1857:
No obstante, la exitosa elaboración de una nueva Constitución (1857), la
inestabilidad política se convirtió, una vez más, en el impedimento para que otro de
nuestros textos fundantes alcanzara una plena vigencia.
Durante este periodo, el Congreso federal tuvo que otorgar poderes extraordinarios
a los presidentes en turno (Juárez y Lerdo de Tejada, respectivamente), abriendo el
camino para la concentración unipersonal del poder.
Inmediatamente después de este periodo de convulsión interna se dio la
instauración del largo régimen (dictatorial) porfiriano en el cual, la estabilidad
institucional y económica fue alcanzada, al menos en parte, a costa de las
restricciones a las libertades individuales y reivindicaciones sociales.
1910:
El desbocamiento del poder público se resentía ya no sólo en los espacios de las
libertades individuales, sino en las apabullantes disparidades sociales.
En este contexto fáctico, Venustiano Carranza pronunció un importante discurso
durante la apertura de los trabajos de un nuevo Congreso Constituyente.
En efecto, los derechos individuales que la Constitución de 1857 declara que son la
base de las instituciones sociales, han sido conculcados de manera casi constante
por los diversos gobiernos que desde la promulgación de aquélla se han sucedido
en la República[.] […] En tal virtud, la primera de las bases sobre que descansa toda
la estructura de las instituciones sociales, fue incapaz para dar solidez a éstas y
adaptarlas a su objeto, que fue relacionar en forma práctica y expedita al individuo
con el Estado y a éste con aquél. Señalando sus respectivos límites dentro de los
que debe desarrollarse su actividad, sin trabas de ninguna especie, y fuera de las
que se hace perturbadora y anárquica si viene de parte del individuo, o despótica y
opresiva si viene de parte de la autoridad.
En este sentido, las garantías habrían de entenderse no sólo como límites a las
autoridades, sino a los propios individuos. El derecho (subjetivo) existiría, hasta
donde llegara su propia delimitación constitucional
Destacan, por supuesto, dos disposiciones fundantes, en las que se consagran
algunas de las grandes luchas revolucionarias, i.e. los artículos 27 y 123
constitucionales
En este contexto constitucional, la coexistencia de las garantías individuales y las
garantías sociales parece haber conducido a un discurso complejo, que fluctuaba
entre entender las libertades individuales, bajo un principio de legalidad formal
estricta, y proveer de cierto contenido a las promesas de las garantías sociales.
INTERPRETACIÓN JUDICIAL DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS GARANTÍAS
INDIVIDUALES
• La nueva incorporación constitucional de las garantías implicaba que serían
derecho (subjetivo) sólo aquellas potestades que estuvieran explícitamente
consagradas en normas formales (derecho objetivo), atendiendo al
procedimiento de creación normativa establecido en la Constitución.
• En su versión más rigurosa, la positivización de las garantías individuales en la
CPEUM de 1917 condujo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a
afirmar, por ejemplo, la imposibilidad de reclamar, vía amparo, las violaciones a
las mismas que se hubieran podido cometer durante el periodo revolucionario
“por no haber existido ningunas”.
• En distintas tesis emitidas por la SCJN durante la Quinta Época se sostuvo, por
ejemplo, que las garantías individuales sólo podrían ser objeto de protección por
vía del amparo “en tanto que están consignadas en la Carta Fundamental de la
Nación, siempre que esté en observancia y haya poderes electos para su estricto
cumplimiento”.
• En otro criterio de relevancia, la Primera Sala de la SCJN enfatizó que los
particulares no podían cometer el delito de ataques a las garantías individuales,
“ya que la violación de garantías, consideradas éstas como derechos del
individuo que limitan el ejercicio del poder público, existe únicamente en los
actos de la autoridad”.
• Habrá que matizar que, si bien el ordenamiento jurídico mexicano del siglo
pasado se caracterizó por un formalismo bastante rígido, esta postura extrema
del periodo posrevolucionario se fue sofisticando durante el siglo XX.
• El principio de legalidad implicaría que el juzgador solamente deberá verificar
que todo acto o norma de la autoridad sea emitido conforme a la norma superior
que lo regula.
• En esta lógica de operación del sistema jurídico el debate no se centra en los
derechos sustantivos, sino en los instrumentos procesales que los salvaguardan.
• De ahí que, en realidad, el debido proceso y la correcta fundamentación y
motivación de todo acto de autoridad hayan sido las normas a las que más
frecuentemente se recurría para la interposición de los juicios de amparo, pues
a través de ellos se buscaba reordenar el ordenamiento jurídico para preservar
su coherencia hermenéutica.
LA JURISPRUDENCIA
Desde sus orígenes, la jurisprudencia constituyó una fuente del derecho, al servir
como base jurídica para determinar los alcances de las otras normas del sistema y
colmar las lagunas que se generaban en su aplicación.
La construcción actual de la jurisprudencia del Poder Judicial de la Federación surge
a partir del conflicto causado por el sistema de leva instaurado en 1869, cuando los
amparos concedidos contra el reclutamiento forzoso fueron ignorados.
En respuesta a esta situación, Ignacio Vallarta presentó el proyecto de Ley Orgánica
de los artículos 101 y 102 de la Constitución, mismo que fue aprobado por el
Congreso federal en diciembre de 1882.
En dicha ley se introduce el concepto de uso del precedente, el cual debería ser
tomado en cuenta para las futuras resoluciones, cuando la SCJN fijará la
interpretación de una disposición determinada, en cinco ejecutorias uniformes.
La interpretación judicial se debatía entre:
La jurisprudencia, en tanto fuente del derecho, llegó a plantearse como una forma
de adecuar las normas a las circunstancias sociales cambiantes.
En sístesis