Hablar de La Orientación Educativa

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Trabajando desde hace diez años en el Colegio José Castellón Velasco ubicado
en el municipio de Pedro Escobedo, Querétaro. El cual cuenta con una matrícula
de 134 alumnos en nivel secundaria y 258 alumnos para nivel primaria, y en mi
carácter de docente frente a grupo he observado la necesidad de la orientación
educativa desde 6to año de primaria. Una necesidad que habla desde las aulas
donde he impartido clases, observado y acompañado cada uno de los cambios y
modelos que la educación esta teniendo, desde sus contenidos, hasta la manera
de la educación. Desde mi labor educativo, creo que es importante hablar de la
orientación educativa y preguntarse ¿a quienes demos orientar? ¿A los padres de
familia o a los alumnos?, se esperaría pensar que en primera instancia sería a los
alumnos, para guiarlos, formarlos y también escuchar a ese alumno que no
atiende la indicación del docente, aquel alumno que sobre pasa las normas y
conductas puestas por la institución educativa. Desde mi experiencia en el nivel
básico primaria – secundaria, observo que cada vez se está perdiendo aquella
figura de autoridad, ese alumno que años atrás saludaba con respeto a su
maestro, se aseaba, se arreglaba y tenía su mochila lista para el día de mañana
asistir a clases. Poco a poco nuevos valores se apoderan de las mentes de esos
pequeños, nuevos valores que acompañan un cambio de paradigma en la
educación y en la sociedad. El rol de los padres adquiere una nueva
transformación. Podría comenzar platicando de aquellos alumnos con rezago,
aquellos que se etiquetan a las primeras semanas de ingresar a la escuela,
porque no cumplió con la tarea, porque no entrego trabajos y el día del examen no
contesto nada. Al final del mes el docente ya los tiene focalizados y lo digo en
plural porque aumenta cada vez más el número de alumnos con rezago educativo.
Continuamos con aquellos que están en sobreprotección por sus padres, ya que
están al pendiente de ellos, que no les hace falta nada en material, que los papás
ayudan en tareas, asistiendo y cumpliendo en clases, pero los hijos realmente
carecen de motivación y hacen lo que quieren dentro del aula, (donde no los ve su
padre) he visto el crecimiento de una de las alumnas en esta situación, fui su
maestra en primer y segundo grado de primaria y ahora en primer grado de
secundaria, el paso del tiempo me hizo comprender que hay padres de familia que
siguen con la idea de que su hija o hijo no viva lo que ellos vivieron; al estar en
esta constante lucha y carga de experiencias que no han podido soltar, llegan a
reflejarlo en sus hijos. Continúo platicando de esta alumna, la cual desde primer
año de primaria ya sabía colorear perfectamente, leer, escribir perfectamente y
comenzaba a desarrollar una memoria fotográfica, no se le olvidaba nada de lo
que la maestra le decía, era el primer lugar en cualquier disciplina o academia,
intentaba platicar dentro del salón solo después de haber concluido con sus
actividades, pero a veces solo se limitaba a quedarse en su lugar, en los convivios
o actividades grupales participaba poco, ya que tenía la indicación de no
distraerse con los demás, no podía comer la pizza o interactuar con los demás, así
que a la hora de la salida no se despedía de nadie y aguardaba en su lugar hasta
llegar su madre. Uno de los primeros conflictos que tuvo la madre de familia con
los demás padres fue que intentaron llamar al DIF porque desde la mirada de los
demás padres no era justo que tratara a la niña de esa manera, intentaron
persuadir a la madre que no era correcto lo que estaba haciendo con su hija, la
madre muy inteligente sabía que era su hija y nadie podría quitarle ni decirle que
era incorrecto la manera de educar a su hija, al final era una alumna brillante y las
exigencias decía solo eran para que valorara su educación. Fue una constante la
lucha que esta madre tuvo para terminar la primaria con su hija, pues comenzó
también a sugerir e involucrarse en los contenidos que los docentes enseñaban.
La hija solo se limitaba a observar y seguir indicaciones de la madre. Ahora que
esta en primero de secundaria, que tienen 12 maestros, que comparte clases con
diferentes alumnos, ella es diferente, en el salón platica, abraza, escucha, opina
con sus iguales, cuando es momento de estudiar, opina, lee, escribe, analiza. Pero
al salir de clase no habla, camina hacia su madre con la cabeza hacia abajo y
encorvada. ¿Qué pasa? es mi pregunta. Las problemáticas conductuales en los
alumnos que se han visto en las edades de 11 a 12 años son similares, los
alumnos caminan encorvados, con la cabeza agachada y muestran un desinterés.
Un alumno de 6to grado de primaria platicaba con una compañera de su salón,
aunque el maestro le pidiera que prestara atención, la reacción del menor fue,
estoy platicando no moleste, sin ningún interés de voltearlo a ver, continuaba su
platica y lejos de sentir una disculpa por su comportamiento y actitud, se sentía
valiente y se agrandaba ante los demás por retar y desafiar al maestro. Otra
situación es cuando el alumno desde su desconocimiento en contenidos de
académicos se siente avergonzado, excluido, menos valorado que el resto y su
única opción es hacerse el gracioso en clase, teniendo riñas con los demás, no
llevar cuadernos, libros, no cumplir con las actividades y solo llegar a casa y
quedarse en su habitación con el celular, dejando que esa herramienta sea quien
le enseñe las cosas que debe aprender. Hoy los padres y madres de familia en
esta creciente demanda de salir a buscar trabajo y mejores condiciones de vida,
educación, salud y para tener un sustento de calidad y poderlo compartir, caso
específico las madres de familia tienen que dejar a sus hijos solos en casa, porque
“piensan” que ya no son pequeños y que pueden cuidarse y estar horas en casa
solos, o en el mejor de los casos al cuidado de algún familiar pero siempre con el
celular, pensado que esta herramienta les facilita la comunicación con ellos y
podrá auxiliarlos en cualquier momento, y al mismo tiempo dándoles esta
independencia, libertad, responsabilidad moral y autodominio moral, que no se les
enseña a desarrollar, pero se espera el niño- adolescente con 11- 12 años de edad
tenga. El planteamiento que se hace en esta investigación; es como la orientación
educativa desde 6to año de primaria puede verse como una necesidad de ser
atendida, de aplicarse para darle al alumno un desarrollo integral en su vida, ante
los demandantes cambios que existen en el contexto de los alumnos, el excesivo
uso que se le da a la tecnología, la desinformación que se utiliza en las
plataformas digitales, los video juegos, música llena de estereotipos y lenguaje
obsceno por mencionar algunos de estos escenarios en los que los alumnos están
inmersos y la cultura, la comunidad se apropia de ellos y se convierte en algo
“normal” escuchar corridos, peso pluma en la kermes del jardín del pueblo, en las
calles y las fiesta. La orientación educativa partiendo de esta necesidad de
escuchar, dialogar y analizar pretende que el alumno se desarrolle físico,
emocional y cognitivo al enfrentarse a una nueva etapa, la secundaria. El ser
humano miente por naturaleza, miente para defenderse, para no sentirse atacado,
invalidado, en alguna ocasión al dialogar con una madre de familia y expresar el
avance que su hijo de 12 años estaba teniendo en el salón de clases le comente
que no había respuesta de su hijo, que solo llegaba a sentarse al salón y no hacer
nada, en alguna ocasiones se acostaba sobre el pupitre y dormía, otras solo se
ponía el gorro de la sudadera y no hablaba ni interactuaba, que no cumplía con
ningún maestro y que por más tolerancia, dialogo con el maestro, no cambiaba la
actitud de su hijo, la señora se limitó a llorar y decir que no entendía que pasaba,
que trabajaba mucho, que tenían una familia completa que apoyaba a su hijo en lo
que necesitaban, que no lastimaban y trataban de no repetir la misma exigencia y
maltratos que en un momento se les dio a los hermanos, al contrario salían a
misa, a comer y convivían todos, pero que en casa no era así, que no entendía
que pasaba, que llevarían a su hijo con psicólogo para que pudiera expresar sus
emociones, que tiempo atrás en primaria también lo había llevado, pero que si era
algo para su bien, podría volver a llevarlo, paso un mes donde el alumno
continuaba con la misma desmotivación, sin actitud, sin cumplir con uniforme o
tarea, al volverle a comentar a la mamá comenta que con la psicóloga es igual,
que no abre sus emociones, que le cuesta dialogar, le comente que si la psicóloga
podría dar un avance o lo horarios en lo que su hijo asistía para poder ayudarle, al
leer la nota de valoración, menciona que su hijo apenas estaría iniciando un
proceso, que esa era la primera vez que lo llevaba, quiero entonces comprender
¿a quién será la orientación educativa? ¿Cuál es el problema? El autoengaño que
como padres se hace para prolongar la ayuda que el alumno está pidiendo con
cada una de las actitudes que muestra en salón de clases. ¿Por dejar pasar el
tiempo? Como madre de familia me pregunto, como docente es inconcebible que
exista el autoengaño cuando de la educación de los hijos debería ser la parte
principal de la formación del ser humano.

También podría gustarte