Estructura Económica Argentina (Primera Parte)
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CAPÍTULO 6
ESTRUCTURA ECONÓMICA ARGENTINA
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, (Primera Fase del Sistema Económico
Capitalista Liberal) las condiciones internas de la producción en las amplias llanuras
centrales del actual territorio de Argentina se vinculan con los procesos socio-
económicos internacionales, incorporándose al comercio internacional (DIT.
Tradicional) como proveedor de cueros, carnes y granos.
La consolidación de la división internacional del trabajo y de la asimétrica estructura
mundial encabezada por el Imperio Británico, generarán el marco adecuado en el cual
se inserta la economía Argentina como región periférica produciendo materia prima y
alimentos para cubrir las necesidades de los países centrales productores de bienes
manufacturados. La consolidación de la hegemonía de la burguesía agropecuaria se
vio favorecida por la alta concentración de tierras producida después de la campaña
del desierto. El funcionamiento de este modelo puso en marcha un proceso de
subordinación del proceso de acumulación a los dictados del centro hegemónico
mundial, el Reino Unido.
La llamada campaña del Desierto favoreció la concentración latifundista de la
burguesía agropecuaria Argentina, se entregaron miles de hectáreas a los estancieros
miembros de la Sociedad Rural. Estas tierras fiscales que, según se había
establecido en la Ley de Inmigración, serían destinadas al establecimiento de colonos
y pequeños propietarios llegados de Europa, fueron distribuidas entre una minoría de
familias vinculadas al poder, que pagaron por ellas sumas irrisorias. Su presidente
José María Martínez de Hoz, recibió 2.500.000 hectáreas. En total, se entregaron
41.787.023 hectáreas.
Algunos ya eran grandes terratenientes, otros comenzaron a serlo. Los Pereyra Iraola,
los Álzaga Unzué, los Luro, los Anchorena, los Martínez de Hoz, los Menéndez, ya
disponían de grandes fortunas al momento de la distribución de las tierras.
Algunos de ellos se dedicarán a la explotación ovina poblando el desierto con ovejas;
otros dejarán centenares de miles de hectáreas sin explotar y sin poblar, especulando
con la suba del precio de la tierra. Aún hoy, el territorio de Santa Cruz tiene un
porcentaje de medio habitante por kilómetro cuadrado.
Un total de diez millones de hectáreas, fueron vendidas por el estado a comerciantes
y estancieros bonaerenses en forma previa a la conquista del desierto, mientras que
el excedente obtenido, en lotes de 40.000 hectáreas cada uno, fue rematado en 1882
en Londres y París, dando lugar a una nueva apropiación de la tierra por parte de
extranjeros.
En 1885 se cancelaron con tierras las deudas acumuladas con los soldados desde
1878, ya que llevaban siete años sin cobrar, pero como los oficiales y la milicia
necesitaban efectivo, terminaron malvendiendo sus partes a los mismos que habían
sido los financistas primitivos, de manera tal que toda esa superficie pasó a manos de
344 propietarios a un promedio de 31.596 hectáreas cada uno.
La región favorecida por sus fuerzas productivas dentro de este modelo fue la zona
central del país o Región Pampeana, generándose, de esta forma, un desequilibrio
demográfico y económico que aún perdura en nuestros días. La orientación de la
producción pampeana hacia la exportación demandó la ejecución de una compleja
infraestructura de transportes y estaciones portuarias que facilitaran la salida de los
productos primarios hacia el mundo a través del océano Atlántico. El estado
argentino, junto al capital privado, en su mayor parte extranjero, diseñaron una red de
FFCC desarticulada y orientada fundamentalmente hacia el puerto de la ciudad de
Buenos Aires y en menor medida hacia los puertos de Rosario y Bahía Blanca, en
función de un modelo económico “centrífugo”, que crece en relación de dependencia
hacia el exterior.
por el Reino Unido en argentina en 1889 eran superiores a las que destinaba a la
India (Ferns, 1960).
A fines de siglo XIX, Argentina llegó a la Etapa de Construcción final del Estado
Nacional, se incorporó definitivamente al mercado mundial, introduciéndose en el
esquema de la división internacional del trabajo vigente (DIT), basado en los
principios del libre comercio y la expansión del imperialismo económico. Las
economías centrales o industrializadas, como Gran Bretaña, demandarán de los
países periféricos la provisión de materias primas y alimentos para las grandes
metrópolis. Se inicia un nuevo ciclo en la etapa económica de Argentina denominado
de Crecimiento hacia afuera. El modelo agropecuario exportador que desarrolla
Argentina necesitó de la incorporación de Capitales (orientados hacia el área de
transportes y puertos), la mano de obra barata (representada por el flujo migratorio,
excedente demográfico de Europa) y la gran posesión de tierras en manos de muy
pocas familias (concentración en grandes latifundios).
En esta nueva fase de la economía internacional, la Argentina adoptó un rol
caracterizado por la expansión de las exportaciones agropecuarias, afianzado en el
crecimiento poblacional, el desarrollo de modernos establecimientos, la expansión de
la ganadería y la agricultura, constituyendo este sector el motor de la economía
nacional.
1852 1888
vacunos Lanares Vacunos Lanares
Buenos Aires 3,0 5,0 9,7 55,4
Entre Ríos 1,0 0,8 4,1 4,9
Total 4,0 5,8 13,8 60,3
Fuente: Sommi, L, V. 1973 pag.27
EXPORTACIONES ARGENTINAS
(en millones de pesos oro)
1859 11
1889 120
Fuente: Sommi, L, V. 1973
13
El concepto de renta social y el beneficio público del tren fue expuesto en el Congreso Panamericano
de Ferrocarriles en Lima, Perú, en 1978, significando un punto de inflexión en la consideración
económica del ferrocarril.
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Los ferrocarriles argentinos fueron construidos por la iniciativa privada y las acciones
del Estado, se considera como fecha de iniciación de la historia de los ferrocarriles
argentinos el 29 de agosto de 1857, cuando se inauguró la primera línea ferroviaria,
construida por la “Sociedad del Camino de Hierro de Buenos Aires al Oeste” formada
por capitales argentinos. Esta primera línea unía Plaza Lavalle con San José de
Flores en un recorrido de 10 Km. y en ella funcionó “La Porteña”, locomotora
adquirida a los ingleses. En 1862 este ferrocarril pasó a ser administrado por la
provincia de Buenos Aires y tres años más tarde la línea llegaba a la localidad de
Mercedes.
Entre 1862 y 1883 nacen cinco líneas:
Hacia 1887, por la influencia de las ideas liberales, el gobierno nacional, cede los
ferrocarriles, los cuales son adquiridos en su mayoría por capitales ingleses y
franceses, que prosiguen la construcción de nuevas líneas. El ferrocarril del Oeste se
extendía por las regiones productivas, tanto ganaderas como agrícolas, con el
objetivo de llegar a Chile. El ferrocarril del Sud, de capitales británicos, contaba hacia
1870 con 114 Km. Hasta Chascomús, al sur del río Salado. Se extiende rápidamente
por efecto de la campaña del Desierto, el trazado principal se prolongó de Chascomús
a Dolores y luego hasta Ayacucho en 1890.
Con el ingreso de capitales ingleses el tendido de las líneas, que en manos del estado
había tenido como fin el progreso y desarrollo económico de las regiones más
alejadas de otros medios de comunicación, adquirió fisonomía particular. Se lleva a
cabo así la formación de una vasta red cuyo nudo era Buenos Aires, principal puerto
de exportación. De esta manera, se organizó la economía argentina, haciéndola casi
exclusivamente proveedora de materias primas para la industria europea. Por esta
razón la red ferroviaria cubrió pronto la zona agropecuaria. A diferencia de lo que
ocurrió en Europa, donde el ferrocarril era un complemento de otros medios de
comunicación ya existentes, en nuestro país fue el factor determinante de la
explotación y extracción de sus riquezas.
El ferrocarril Central Argentino se extendió entre Rosario y Córdoba, se desarrolló
rápidamente como efecto de la campaña del desierto. La línea principal se prolongó
Las concesiones que se producen en la década del 90, tienen las siguientes
características;
Buenos Aires es la única ciudad argentina que tiene un servicio de trenes urbanos, es
decir que recorre el interior del espacio urbano. Además, es la única que cuenta con
subterráneos. La concesión de trenes y subtes metropolitanos tiene una diferencia
importante con respecto a la de los servicios de carga interurbanos. Es decir, el
Estado Nacional se comprometió a aportar dinero para el funcionamiento del sistema,
asumiendo que se trata de una actividad que no genera ganancias.
Mapa de las líneas ferroviarias actuales. Se corresponde con los 34.059 km. de longitud de vías.
Trochas de las líneas: 1000 mm. (Belgrano) –1676 mm. (FEPSA, NCA, Roca y BAP); 1435 mm. (ALL-
Urquiza)–750 mm. (Iº.Jacobacci-Esquel, Las Heras-PºDeseado y R.Turbio-RºGallegos)
Hacia mediados del año 2002 la situación de la Red Metropolitana era desesperante.
Atento a ello el Estado Nacional dictó el Decreto 2075/2002, de fecha 16/10/2002, a
En el mes de diciembre del año 2012, comenzaron a llegar las primeras formaciones,
nuevas, de origen chino, compradas por el Estado Nacional para la Línea San Martín.
Se preveía comprar 24 locomotoras y 150 coches nuevos. La adquisición del nuevo
material rodante, significó también reformar todos los andenes de las estaciones de la
Línea San Martín entre Retiro y Pilar, las nuevas formaciones son con piso elevado.
Los andenes que estaban preparados para las viejas formaciones que eran con la
escalerilla en el estribo, debieron ser renovados. Para abril del 2014 se completó la
renovación, la línea cuenta ahora con 160 coches nuevos y locomotoras totalmente
renovadas.
Entre las ventajas que ofrece el transporte en ferrocarril se pueden citar las
siguientes:
Wilson). Pero no fue sino hacia 1920 que, culminada la Primera Guerra Mundial, el
país recibió una fuerte ola de inversiones dedicadas al mercado interno y
diversificadas en cuanto a las actividades en que se concentraron.
En esos años, el capital británico comenzó a perder jerarquía para dar paso al
norteamericano, aunque hubo también grandes inversiones de capitales alemanes y
franceses.
El incremento económico producido en las últimas décadas del siglo XIX, producto de
las exportaciones agropecuarias, fue el desencadenante de la conformación de un
mercado interno. Comienza en este período el primer proceso de Industrialización
ligado a la producción primaria. El crecimiento del sector manufacturero estaba
representado por pequeños talleres de carácter artesanal.
El siguiente cuadro refiere las industrias que han hecho historia en el país;
pertenecientes, en su gran mayoría, a ramas alimenticias (frigoríficos, ingenios
azucareros, etc.) sectores mecánicos (talleres ferroviarios), empleando gran parte de
la mano de obra del sector industrial.
Fuente: Vermon Lovell Phelps, The International Economic Position of Argentina, Philadelphia 1938,
pag 99. En La Republica Conservadora, E. Gallo y Cortes Conde, Editorial Hyspamerica, pág. 147
La finalización del conflicto europeo dejó serias consecuencias. Sin embargo a nivel
del SEM, EEUU sale fortalecido del conflicto, alcanzando la supremacía, desalojando
a Gran Bretaña de sus mercados tradicionales.
Las consecuencias que sufre Argentina a partir de esta situación son condicionantes:
Por un lado Gran Bretaña potencia hegemónica en el SEM hasta ese momento,
iniciará una lenta declinación. Este fenómeno tuvo como contrapartida el ingreso
constante de capitales norteamericanos en el país, una de cuyas manifestaciones fue
la “guerra de las carnes”, que involucró a los frigoríficos estadounidenses y británicos
instalados en la Pampa Argentina.
La década del 20 es altamente ilustrativa sobre la acción del capital norteamericano
en nuestro país.
AÑO EMPRESA
1922 FARMASA
1922 FORD
1923 L.B.M.
1924 CHRYSLER
1924 BURROUGHS
1925 GENERAL MOTORS
1927 COLGATE PALMOLIVE
1927 ATKINSONS
1928 WILLIAM WARNER
1928 REFINERIAS DE MAIZ
1928 SILVANA
1930 TODDY
interno. Por otro lado el capital norteamericano hacía sentir su presencia cada vez
más activa disputando la primacía al capital británico.
Podría pensarse que esta circunstancia, consolidado el esquema importador para el
país, sin afectar la limitación estricta de la actividad industrial a la producción de
alimentos. Pero no era así, la expansión norteamericana en el comercio argentino de
importación requería la expansión de sus capitales en el país a fin de consolidar su
influencia, y su orientación adquirió una dirección diferente a la que habían tenido los
capitales británicos (Jorge, 1986).14
14
Jorge, Eduardo, (1986) Industria y Concentración Económica, Hyspamerica, Buenos Aires. pág. 19.
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La crisis del 29 que se había manifestado como un fenómeno financiero implicó una
toma de conciencia del sobredimensionamiento del circuito de capital para las
condiciones del momento y la necesidad imperiosa de dar salida a esta
sobreacumulación. La consecuencia fue la reestructuración de dimensiones del
circuito productivo. La defensa de los mercados nacionales centrales no resultaría
suficiente para solucionar los cuellos de botella, de allí que, la potenciación de los
mercados internos de la periferia sirviera como mercados secundario,
complementarios del aparato productivo central. El proceso de industrialización se
cimentó a través de ciertos lineamientos como: grandes capitales formados en una
actividad predominantemente agropecuaria.
Una de las ramas industriales más importantes en relación a la cantidad de
trabajadores y a la cantidad de producción fue la alimenticia, en la cual se destacaron
las siguientes firmas: Bunge y Born y Torquinst, la firma Pagani, el consorcio Miguel
Miranda. También podemos mencionar otras ramas industriales como la química, la
textil, electrodomésticos o artefactos eléctricos representada esta última con la firma
Siam di Tella. Además se instalaron subsidiarias en el país de origen norteamericano
como Frigidaire, General Electric, Quaker Oast, pilas Eveready y cosméticos Elizabeth
Arden. Generándose el proceso de Transnacionalización Temprana de la Economía
Mundial. Los Británicos instalaron entre otras: Lever Hermanos, la Cía. de Hilo de
Lino y los neumáticos Dumlop, también se instalaron otros capitales como los
Holandeses y Franceses (Jorge, 1986).
Año Empresas
1930 Good Year
1930 Pirelli
1931 Firestone
1931 Michelin
1931 Philco
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Alimentos y Bebidas
Nestle (1930) Suiza
Suchard (1933) Suiza
Ginebra Bols (1933) Holanda
Metales y Maquinarias
Olivetti (1932) Italia
CAMEA (1934) Francia
Hierromat (1933) Francia
Elab. Gral. De Plomo (1934) Francia
Productos de Caucho
Pirelli y Cía. Platense
de Neumáticos (1930) Italia
Productos Químicos
Duperial (1935) Gran Bretaña
Electrocolor (1936) Gran Bretaña
El período que comienza en 1930 con un proceso de ISI sostenido debido a la Crisis
Económica Mundial, y particularmente a partir de 1945 es la fase denominada
Keynesiana del Sistema Capitalista Reglamentario. Argentina ingresa a la fase de
mundialización de la economía. La intervención estatal jugaría un papel fundamental
para el sostenimiento de la actividad económica. Se estableció una política orientada
a regular la producción y comercialización de los bienes agrícolas. Por otra parte, el
cierre del aprovisionamiento exterior, dinamizó el desarrollo industrial local (industrias
cementeras y textiles), así como también la producción de insumos locales: algodón,
lino, yerba, tabaco, etc.; minería (plomo, estaño, petróleo). Esto favoreció la
superación de la frontera económica de la Pampa Húmeda y dio paso a una
verdadera integración productiva en el marco de una redefinida división interna del
trabajo.
Si bien hemos visto en la década del 20 y también antes, se había registrado una
fuerte ofensiva del capital extranjero en diversos sectores de la economía nacional y
sobre todo en distintas ramas industriales, los acontecimientos internacionales
pusieron un “dique” de avance al capital foráneo. La década del 30, tras los sucesos
del año 1929, fue un largo prólogo de la definitiva lucha por la hegemonía de las
potencias del hemisferio Norte. A partir del año 1939, con el comienzo de la Segunda
Guerra Mundial, se reforzaron las condiciones de exclusión de la economía Argentina
que derivó en una profundización del proceso de conformación industrial mercado-
internista.
El máximo desarrollo de un empresariado nacional se registra en este período,
vinculado al surgimiento masivo de pequeñas y medianas industrias. Durante la
década del 30 el proceso ISI recorrió los primeros escalones, lo que permite identificar
a este periodo como el de Industrialización liviana.
ESTABLECIMIENTOS OBREROS
AÑO CANTIDAD CANTIDAD
1935 39.063 440.582
1937 47.831 548.927
1939 51.178 572.784
La década del 40 vio los primeros intentos de forjar una industria pesada y la
explotación de otros recursos gas, carbón, petróleo, etc. Este fortalecimiento que se
da en la industria, necesitaba de modificaciones sociales, políticas y económicas, la
necesidad de una nueva alianza en el poder era innegable. Comienza a madurar una
alianza entre sectores industrialistas, militares y un conglomerado de representantes
de la ascendente clase obrera, que llevó adelante este proyecto. En este período se
realizó una política fuertemente expansiva. La oferta monetaria aumentó el 250%, el
gasto público pasó del 16% al 29% del producto bruto interno, los salarios y los
beneficios sociales fueron drásticamente aumentados. El núcleo del proyecto
consistía en dar respuestas a las inquietudes generadas en una sociedad en
transformación. Buena parte del éxito radicaba en profundizar el desarrollo industrial
extensivo partiendo de un incremento del mercado interno. Esto implicó volcar
recursos hacia el sector industrial obtenidos a través del comercio exterior,
provenientes del sector primario. Junto con este subsidio era prioritario, para el
crecimiento del modelo, la redistribución del ingreso. Esto era imprescindible por dos
motivos:
1952 56,9
1953 54,6
1954 56,4
Fuente: Golbert, L. y Rapoport, H. 1972, Pag. 430
Sin embargo, hacia 1949 afloraron con notoria crudeza las dificultades del modelo:
apenas se había logrado un importante desarrollo de las industrias livianas (textil,
alimentos y bebidas, metalurgias livianas), dada la fuerte dependencia de
combustibles, bienes de capital e insumos intermedios del exterior. Las limitaciones
dejaban al descubierto un problema estructural que ya se venía manifestando en
períodos anteriores, y que se manifestaría incluso hasta nuestros días. El problema
del total de la industria. Asimismo, la consolidación del capital extranjero como actor
central en esta segunda fase de la ISI produjo una verticalización de la producción y
una pérdida de participación relativa de las pequeñas y medianas empresas, las
cuales eran precisamente las que más demanda laboral generaban.
La industria automotriz representó el 30 % de las inversiones ingresadas. De las 26
empresas que operaban en 1959, solo quedaron 9 en 1967. Se evidencia en el
período una alta concentración de capitales.
Las multinacionales no dejaron de importar los insumos básicos y bienes de capital
desde sus casas matrices, lo cual agravó el desequilibrio comercial. Asimismo, tras el
ingreso de fuertes inversiones en 1959 y 1960, entre 1962 y 1966 las remesas de las
multinacionales superaron ampliamente sus reinversiones (exceptuando 1963), como
lo demuestra el siguiente cuadro:
Las siguientes dos décadas de la historia económica argentina estarán signadas por
la radicación de capitales extranjeros, una tendencia hacia la redistribución regresiva
del ingreso y el aumento de la marginalidad. La radicación de capitales extranjeros fue
el pilar básico sobre cual se edificó buena parte de esta etapa del desarrollo
argentino. (Transnacionalización Madura).
RADICACIONES AUTORIZADAS
SEGÚN ACTIVIDAD INDUSTRIAL (1959-1962)
Cifras Porcentaje
Absolutas
-Química y Petroquímica 202,4 41,7
--Fabricación de Productos Metálicos 138,5 28,5
-Construcción de Material de 118,5 24,4
Transporte
-Productos alimenticios e Ind. 8,9 1,8
Frigorífica
-Fab. De fibras textiles, hilados y 8,1 1,7
manufacturas de cuero y caucho
-Celulosa, papel y madera 5,3 1,1
-Otros 3,7 0,8
TOTAL 485,4 100,0
Fuente: Asborno, M. 1988
EMPRESAS INSTALADAS
DURANTE EL PERÍODO DESARROLLISTA
-Siemmens (Alemania)
año, lo cual demuestra que la principal vinculación de EEUU con otros mercados, era,
la producción en estos antes que en el comercio exterior (Ferrer, 2008).
PROCESO DE COMPRAS DE EMPRESAS Y BANCOS
EN ESTE PERÍODO
Hacia fines de los años 60, la situación comenzaba a denotar variaciones. Llegaba a
su fin la etapa de la economía mundial que había permitido el desarrollo de los
mercados nacionales periféricos. La independencia de los procesos productivos había
ido creciendo y complejizándose. La transnacionalización maduraba, la
internacionalización del proceso económico era palpable. Reformulaciones de
envergadura se registraban y se perfilaban en los eslabones del SEM. En la década
del 70 se comienzan a ver las fisuras del sistema, por las nuevas condiciones
internacionales, la tendencia a la disminución de las exportaciones, el aumento de la
inflación, el nivel de la actividad productiva tiende a la disminución de la tasa de
crecimiento. La crisis del petróleo producida en 1973 con la creación de la
organización de los países exportadores de petróleo (OPEP), fue uno de los
detonantes de los grandes cambios que se producirían a partir de ese momento.
En la última mitad de la década se percibían síntomas de crisis en la economía
mundial, relacionada con los cuestionamientos del Estado de Bienestar y las políticas
keynesianas, debido al fuerte descenso de las tasas de crecimiento del producto
interno y de la rentabilidad de las empresas que desde luego afectaban los niveles de
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