Ficha de Comprensión
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Ficha de Comprensión
y cómo prevenirlos
Miércoles 18 de Septiembre, 2024
Foto: Andina
Estos siniestros provocan la pérdida de biodiversidad (flora y fauna), áreas de cultivo, hogares y
ecosistemas frágiles donde nacen fuentes de agua. Asimismo, atentan contra la salud y vida de
las personas.
Los incendios forestales, son aquellos eventos –fortuitos o provocados– que destruyen espacios
de flora y fauna. En los últimos años, estos incendios han arrasado con bosques, ecosistemas
frágiles como pajonales donde nacen fuentes de agua, y áreas de cultivo. Asimismo, ha
ocasionado la pérdida de vidas humanas y de un número incalculable de fauna.
Según el Instituto de Nacional de Defensa Civil (Indeci), en los últimos cinco años han ocurrido
4837 incendios forestales en todo el país. El 2019 se produjeron 654; el 2020, 1343; el 2021, 817;
el 2022, 1432; y, en el 2023, 591 incendios.
Cabe destacar que estos incendios, de acuerdo al análisis del COEN, se registran desde enero,
pero la mayor incidencia se da entre de junio hasta noviembre, y el mayor pico se presenta en
el mes de octubre.
Según el Servicio Nacional y de Fauna Silvestre (Serfor), los incendios forestales “generan
pérdidas graves y cuantiosas, las consecuencias son muy negativas sobre los recursos
naturales, debido a que destruye la vegetación, matan la fauna silvestre, eliminan la vida en
el suelo, contaminan las aguas y finalmente dañan el aire atmosférico”.
Causas principales
El Ministerio del Ambiente (Minam) indica que la mayor cantidad de incendios forestales (98 %)
es provocada por la acción humana. Asimismo, al igual que el COEN y el Serfor, señala que la
principal causa está relacionada con las quemas con fines agrícolas.
Entre las seis principales causas que recoge el Minam se encuentran: las quemas de restos de
cultivo, la quema de pastizales, el fuego intencional, la quema de basura, las prácticas
ancestrales (el llamado a las lluvias), y el turismo (a través de las fogatas o colillas de
cigarros).
“La [principal] razón es la quema, la preparación de los cultivos y esto pasa por un tema de
sensibilización. Las autoridades tenemos que sensibilizar a la población de que esto no está bien.
Ya el año pasado hemos tenido la pérdida de vidas humanas, y grandes pérdidas de campos de
cultivo que son los medios de vida de la gente que se encuentra en estas zonas”, manifestó
Ricardo Pajares, coordinador del COEN.
Por otro lado, existen condiciones favorables para que se produzcan estos siniestros. Al respecto,
el Minam indica que estas son las altas temperaturas, la ausencia de lluvias, los terrenos con
relieves irregulares (que facilita la rápida propagación del fuego), la dirección y velocidad
del viento, y las situaciones de estrés de la cobertura vegetal.
El Serfor también indica que, al ser quemada la capa orgánica (humus), tanto el nitrógeno como
el azufre se volatilizan, mientras que los demás elementos minerales del suelo se hacen solubles,
y por lo tanto son arrastrados con el agua de escorrentía, perdiéndose la fertilidad y provocando
la erosión de este. Finalmente, la falta de infiltración, normalmente favorecida por la presencia
de coberturas vegetales, disminuye la formación de las aguas subterráneas (napa freática).
Respecto a la flora y fauna, los incendios forestales generan cambios en las estructuras de los
bosques y la cobertura general de los ecosistemas, así como en su composición florística.
Además, alteran los ecosistemas, sus recursos genéticos y sus interacciones; destruyen la
madera, con impacto negativo en la economía de las poblaciones circundantes; debilitan a los
árboles, dejándolos susceptibles al ataque de plagas y enfermedades; favorecen la invasión de
especies indeseables e invasoras; y degradan los pastizales, reduciendo la palatabilidad para el
ganado y la fauna silvestre.
Los incendios también destruyen el hábitat natural de los animales silvestres y produce la
exposición de estos al ataque de depredadores; provoca la migración de animales a otros
espacios; produce mortandad de animales; y genera las condiciones para la aparición de plagas
y enfermedades con mayor intensidad.
En cuanto a los efectos sobre la atmósfera y la salud, el Serfor indica que -en los incendios
forestales- el humo y dióxido de carbono (CO2), este último un gas de efecto invernadero,
quedan suspendidos en el aire y los vientos pueden arrastrarlos hacia las ciudades,
contaminando la atmósfera en los espacios cercanos. Este humo suspendido puede provocar
enfermedades en las vías respiratorias, dolores de cabeza, fiebre y enrojecimiento de la vista. Los
incendios, además, provocan la disminución del oxígeno al quemarse la vegetación que lo
produce, con la consecuente afectación al microclima del lugar.
Ante el incremento de los incendios forestales en todo el país, incluso dentro de áreas naturales
protegidas, el Minam destacó qué acciones debería tomar la ciudadanía para evitar estos
incidentes que atentan contra biodiversidad, el paisaje y la salud de las personas: